El sábado por la mañana habían clases y una hora de descanso después de comer. Al ser estudiantes mayores podíamos evitar aburrirnos por los pasillos, y me encontré solo en el campo de básquet, sin saber qué hacer. Quatre tenía una reunión del Consejo del colegio, Heero estaba en una sesión de tutoría con la señorita Peacecraft. Al separarnos después de comer, Quatre y yo habíamos silbado una marcha fúnebre, y había pretendido llorar encima de Heero. Nos había lanzado una "mirada", pero me había animado. Siempre que no esperara con ganas esas sesiones yo era feliz.
Decidí ir al departamento de E.F para ver si encontraba una sala de entreno libre. Cogí el equipo de mi armario del primer piso y andé por la mayoría de pasillos vacíos, mis bambas haciendo un ruido chirriante en el suelo de madera pulida.
Wufei estaba en la última sala de entreno, acabando lo que parecía una serie de ejercicios de calentamiento. Su cabello negro estaba recogido en una pequeña cola en su nuca, y sonreí al fijarme, acariciendo mi trenza. Siempre que le veía Wufei parecía muy concentrado, sus ojos fijos en lo que hacía. Me parecía extraño porque mis pensamientos siempre estaban por todas partes, bailando y deslizándose por diferentes temas, un tren salvaje que a través del día recogía autoestopistas y animales raros en su viaje.
Sacudí mi cabeza y me dirigí a una pequeña sala de pesas -todavía no estaba dispuesto a abandonar mi esperanza de tener un cuerpo más masculino.
Estuve allí una hora más o menos, cuando pensé que Heero ya habría acabado. El vestuario del primer piso estaban desiertos, y me duché rápidamente, lavando y aclarandome el pelo aún más rápido, antes de trenzarlo aún mojado. Estaría helado por la mañana, pero nadie a parte de mi se daría cuenta.
Cuando salí de la ducha Wufei estaba en el vestuario, secándose el pelo con una toalla. No dije nada, pero al momento me di cuenta que en su muñeca había una goma de pelo, elástica, rosa, con rayas color limón. Mi mandívula cayó. Joder! Era mi goma! Me vestí, frunciendo el ceño, y Wufei debió darse cuenta de mi expresión porque se giró hacia mí con una espresión de curiosidad.
"Tienes algún problema, Maxwell?"
Sucio ladrón de gomas. Haciendo ver que no lo sabía! Había /cogido/ esa goma directamente de mi botella de herbal essence mientras me duchaba la semana pasada! La malvada comadreja se había colado en el apartado de duchas y me había /robado/ la goma. Le hice mala cara. Él parpadeó, obviamente sorprendido por mi comportamiento.
"Sí. Tengo uno."
Era consciente que me parecía a un hombre loco, pero algo de eso me levantaba el ánimo.
"Eso"
Señalé su muñeca, donde estaba la goma de pelo, de rosa fosforecente y claramente robada. Heero me la había dado! Maldito Wufei - pensando que podía pasearse por ahí con /mi/ goma de pelo!
"Es mío."
Valientemente me adelanté y levanté el brazo de Wufei. Su piel era cálida y aún estaba mojada de la ducha. Podía notar los músculos bajo su fina piel color oliva y supe que podría matarme con un solo dedo -su meñique probablemente. Sin embargo, creo que estaba demasiado sorprendido por mis acciones para intentarlo. Amargamente quité la goma de su muñeca y la puse en la mía con calma.
"La próxima vez"
Dije seriamente, levantando un dedo amenazadoramente delante de su rostro soprendido,
"Pide."
Con eso dicho, me giré dramáticamente y salí del vestuario, sintiéndome como un valiente guerrero que acababa de eliminar un dragón.
"Hoy has asustado mucho a 'Fei."
Quatre estaba estirado en su cama, lanzando de una mano a otra una bola de rugby. Era a rayas azules y rojas, y me recordaba la bola de un bufón. Reí para mí y pasé la página del álbum de fotos que restaba en mis piernas.
"Cree que estás loco"
Añadió Quatre. Yo reí otra vez. Estaba mirando las fotos de la niñez de Quatre. Era un pequeño adorable: grandes ojos azules, despeinado pelo rubio, labio inferior inchadito.
"Duo"
Me lanzó la bola a la cabeza y levanté la mirada, acariciando el punto de impacto. Mi pelo aún estaba mojado y podía sentirlo levantado en diferentes direcciones.
"Qué?"
"Porqué le has hecho eso a 'Fei "
Quatre levantó una ceja, pero estaba sonriendo.
"Ah"
Sonreí un poco avergonzado y traté de arreglarme el pelo.
"Más o menos, simplemente...tenía ganas de hacerlo. Antes hubiera estado demasiado nervioso para hacer eso pero- no lo estaba así que...lo hice."
Quatre no parecía convencido.
"Venga, Quatre! Lo peor que podía haber ocurrido es que me hubiera golpeado- y no tengo ningún miedo de eso"
Volví a mirar las fotos y Quatre se desplazó para sentarse a mi lado.
"Aún así, él cree que estás loco, no es eso malo?"
Hice un sonido como si sacara la lengua sin apartar la mirada.
"Quatre- soy antisocial, no estúpido. Sé que todo el mundo ya cree que estoy loco, con mi pelo y siendo amigo de Heero"
Lo dije con un tono más amargo de lo que quería, y pasé la página del álbim rápidamente, enfadado conmigo mismo. No quería que Quatre se diera cuenta de lo inadecuado que me sentía a veces.
La siguiente página contenía una foto de Quatre en los brazos de una bella mujer de ojos negros, que le sonreía dulcemente mientras él trataba de tirar del pañuelo negro que cubría su cabello.
"Woah"
Miré a Quatre, sonriendo ligeramente.
"Es esta tu madre? Es guapa."
De repente Quatre parecía muy triste.
"Sí. Lo era, verdad?"
Me di cuenta del uso del pasado pero no dije nada, sólo le di unos golpecitos en la espalda. Pareció calmarle y permanecimos sentados durante un rato, pasando las páginas silenciosamente. Al cabo de un rato sentí unos dedos curiosos jugando con el final de mi trenza.
"Está hecho un desastre." susurró Quatre mientras acariciaba el pelo con su palma.
"Lo sé."
Pude sentirle mirándome, ojos serios.
"Puedo peinarlo"
Señaló donde estaba un peine, suyo, o quizá de Trowa en la mesa. Trowa tenía el peinado más raro del mundo, aún más raro que el mío. Su flequillo era muy largo, y peinado y engominado hacia delante para que le cubriera un ojo y sobresaliera como... un parasol o algo. Miré el peine durante un segundo y entonces asentí levemente.
Quatre fue demasiado cuidadoso con mi pelo, pero el cepillado era relajante y me recordó a Helen, trenzándome el pelo en el lababo y silbándome una canción.
"Cuando eras pequeño, hacía esto tu madre?"
Quatre dudó en tocar el tema, a partando un mechón de pelo con dedos cuidadosos. Tal y como había predecido se había congelado y se había "inchado" alrededor de mi cara. Sonreí ante el cuidado de Quatre y cerré el álbum de fotos.
"Nop. Lo hacía mi niñera, Helen."
"Ahh"
Quatre había terminado de peinarme y estaba separando los alisados mechones de pelo castaño en tres antes de empezar a trenzar.
"Cómo era"
Me di cuenta de que Quatre me estaba manipulando inteligentemente para que le dijera más de mi pasado, pero sabía que él no era consciente que lo estaba haciando. Es una de esas personas que tienen la abilidad de sacarte de tu cáscara.
"Era maravillosa. Solía cantarme y leerme histórias. Sabes, era creiente, solíamos leer juntos una gran bíblia para niños."
Me mordí el labio al notar que me temblaba la voz. Nunca antes había hablado de Helen con alguien. Me sorprendió darme cuenta repentinamente que ahora Quatre sabía más que Heero- porque él nunca había hecho preguntas, o me había forzado a hablar de mi pasado.
No era para nada un pasado oscuro, pero era uno incomfortable.
"Cuando mis padres murieron la enviaron lejos. Y yo vine aquí."
Quatre acabó la trenza y la ató con la goma especial verde y rosa. Me acarició el pelo suavemente.
"Sabes, queda muy bien cuando está recogido debidamente"
Dijó admirado.
"Parezco una chica"
I grinned over my shoulder at Quatre and he grinned back.
"No. Pareces Duo"
Creo que eso era lo más bonito que me habían dicho nunca.
Unas semanas más tarde fui a mates y Quatre no estaba allí. Ni siquiera tenía una excusa porque el profesor preguntó dónde estaba, y me envió a buscarle.
No estaba en su habitación, no estaba en la mía, ni en el departamento de E.F, ni en la escuela de música donde practicaba violín y piano. Al cabo de un rato empecé a pasearme por los patios del colegio bañados en sol de mediatarde, tratando de divisar su pelo rubio o su delgada figura.
Le encontré sentado en lo alto del muro del colegio, a unos diez pies de altura. No creía que se hubiera dado cuenta de que había escalado el muro, pero cuando estuve lo suficientemente cerca dijo, muy suavemente.
"Mi padre ha muerto en un accidente de coche esta mañana"
Parecía muy tranquilo, y lo reflejaba, con las manos cruzadas en la falda -la cabeza ligeramente inclinada hacia delante.
"Oh, Quatre. Lo siento mucho"
No sabía qué decir. Quatre nunca había hablado de su padre. Tenía la impresión que no se habían llevado muy bien.
"Le odiaba"
Quatre rió bruscamente, sus ojos de repente fríos. Nunca le había visto tan enfadado y triste. El sentimiento estaba allí mismo para que yo lo leyera, todo crudo y feo.
"Si"
Miré su rostro atentamente.
"No me lo puedo creer. No me lo puedo creer"
Sacudió la cabeza casi salvajemente, no me gustaba la rabia loca que veía en sus ojos. Parecía como si no pudiera pensar en otra cosa que no fuera la muerte de su padre. Como si estuviera perdiendo su agarre en todo lo que le hacía real.
"Porqué le odias"
Me acerqué más a él, y me paró con un repentino, violento giro de su brazo.
"Le odiaba. Le odiaba. No sé, simplemente lo hacía"
Su voz estaba un tono más arriba que su cálido tono normal. Una de sus manos agarraba con fuerza su camisa. Estaba asustado por Quatre, asustado de lo que podía hacerse a sí mismo, asustado de que podía perderle cuando acababa de encontrarle.
"Yo odiaba a mi padre, Quatre- está bien, sé que tienes un motivo."
"Claro que tenía un motivo!" Quatre se giró hacia mi levantando sus dos manos para moverlas agitadamente alrededor de su cabeza. Parecía que iba a caer.
"Tenía un motivo! Consiguió escaparse! CONSIGUIÓ ESCAPARSE!"
Su fuerte grito resonó por los patios tranquilos. Me acerqué y le agarré, y peleó contra mi abrazo, piernas moviéndose. Resistí.
"Quatre, Quatre- shhh"
Traté de sostenerle tan cerca como pude mientras él trataba de escaparse.
"Tranquilízate."
"No puedo tranquilizarme"
Gritó, pecho moviéndose agitadamente mientras respiraba histéricamente.
"Conseguí escaparme con eso -nunca le cogieron- él-él consiguió escaparse con eso!"
Le acaricié la espalda.
"De qué se escapó, Quatre? Qué hizo?"
Quatre gimió en mi espalda i sentí sus lágrimas en mi cuello.
"No no no no no no. . ." Susurró temblando. Pude sentir mi agarre en el muro resbalando y deseé que se calmara antes de que cayéramos los dos.
"Quatre. Dímelo. Con qué se fue."
"Él la mató"
Gimió Quatre, volviendo a luchar para liberarse. "Mató a mi madre y escapó con eso!"
Luchó aún más contra mis brazos, deshaciendose en sollozos histéricos. Perdí mi agarre, y los dos caimos, yo parando su caida en el suelo, debí haber perdido el conocimiento porque no recuerdo nada más después de eso, sólo el sonido distante de alguien llorando; aunque no sé si era Quatre o yo.
Desperté en la infermeria con los rayos de la puesta de sol en el techo y con el sonido de los radiadores. Sólo había estado inconsciente unas horas, pero me sentía mareado y me dolía la cabeza justo detrás de los ojos. Quatre no estaba por ahí, pero teniendo en cuenta que había parado su caida seguro que estaba en mejores condiciones que yo. Físicamente, claro.
Matron me dijo que tomara un poco de paracetamol, tomármelo con calma y que fuera a verla si tenía algun problema. Dijo que Quatre estaba en su habitación, y que le había dado unas pastillas para dormir. Repentinamente estaba muy preocupado por él, por si estaba culpándose o si aún estaba agitado. Con el sonido de sus sollozos destrozándome por el interior, me dirigí a su habitación.
Piqué suavemente en la puerta y Trowa respondió.
"Está aquí?"
Trowa era mucho más alto que yo y me sentí bastante insignificante mientras estaba delante suyo. Me miró durante unos minutos y me di cuenta que debía tener un aspecto horrible, con el pelo despeinado y lleno de hierba, la ropa arrugada como si hubiera dormido en ella. Que lo había hecho. Me pregunté porqué mi aspecto era tan importante ahora si la mayoría de veces a penas me importaba.
"Sí."
Trowa no hizo ningún movimiento para dejarme pasar. Sus tranquilos ojos verdes me observaban intensamente por debajo de ese raro mechón de pelo y tuve la sensación que estaba enfadado conmigo.
"Puedo verle?"
Bajó sus ojos ligeramente y frunció el ceño. Sus cambios de expresión eran tan ligeros que me pareció extraño que pudiera leer tanto en ellos.
"Sí."
Me dejó pasar y entré silenciosamente en la habitación. Quatre estaba sentado en su cama mirando el suelo. Sus ojos estaban rojos de tanto llorar y estaba pálido y desgastado. Al principio no se dio cuenta de mi presencia, pero cuando me senté a su lado saltó de la sorpresa.
"Duo! Oh lo siento tanto- Estás bien? Pensaba que - Yo pensaba. . "
Su cara se arrugó un poco y le sonreí tan dulcemente como pude. Me sentía como si hubiera entrado en un universo totalmente diferente -yo siendo un seguro de si mismo, comfortante y carismático Quatre.
"Estoy bien, no ha pasado nada"
Al decirlo mi dolor de cabeza se suavizó un poco, como si de verdad estuviera totalmente bien.
"De verdad"
Unas cuantas lágrimas asomaron en sus ojos inchados y las apartó furiosamente con su mano.
"Yo- Yo lo siento tanto"
Susurró miserablemente, lágrimas empezando a resbalar por sus mejillas.
"Quatre"
Bajé mi voz hasta que casi fue inaudible y le miré directamente a los ojos.
"Te quiero decir algo importante."
No sabía de donde venían esas palabras, pero parecieron hacer efecto porque Quatre paró quieto, sollozando sólo un poco.
"Mis padres murieron en un ataque terrorista en su jet privado. El terrorista tuvo ayuda interior para situar la bomba a bordo. Cuando el avión cayó, la policía culpó a Helen porque mi madre siempre la había odiado. Sé que ella no lo hizo. Sé que fue un montaje. La enviaron lejos- aún hoy no sé que le ocurrió. Y odiaba tanto a mis padres. Les odiaba por dejarme - y les odiaba por enviar a Helen tan lejos. Y no me averguenzo de ello."
Quatre me miraba con los ojos muy abiertos, perfectamente silencioso. Debía haber algo en mis ojos que le decía lo totalmente seguro que estaba.
"Sabes porqué?"
Sacudió su cabeza muy ligeramente.
"Porque /no/ fue mi culpa. En absoluto. Nunca. Fueron las circumstancias que me ocurrieron. No lo deseaba para mí, y no traté de odiarles. Simplemente, ocurrió."
Vi como encajó en los ojos de Quatre, vi la comprensión estallar ahí y se inclinó hacia delante, apoyando su rostro en mi espalda. Después de unos segundos me di cuenta que estaba llorando, sus espaldas temblaban silenciosamente y me moví para poder sostenerle entre mis brazos, acariciando su tremolosa espalda.
"La echo de menos."
Susurró al final, y yo le sostuve aún más fuerte. Detrás nuestro Trowa observaba silenciosamente, pero no pude sentir enfado alguno en él. De hecho, me gusta pensar que el sentimiento que sentía de él era aprovación.
Quatre volvió a ser él mismo en menos de una semana y ninguno de los dos volvió a mencionar lo que había ocurrido ese día. Heero estuvo enfadado un tiempo porque sabía que había algo que escondíamos de él, pero lo superó rápidamente. Mientras el primer término de otoño se acercaba a su fin, sentí un extraño placer por cómo había cambiado mi vida de una manera repentina e inexplicable, y cómo una sola persona había invertido mi manera de pensar.
En el próximo capítulo, pasamos al Segundo Libro: Conociendo a Chang Wufei. No os lo podéis perder!
Notas de Laie: bueno, pues por fin vuelvo a actualizar mis fics! Como ya debéis saber, siempre que digo "lo haré", hay algún inconveniente, estoy harta!!! Espero que os haya gustado el capítulo, ahora ya hemos acabado con Quatre y...
Q-chan: queeeeeeee??
Laie: era broma, era broma! Vas a seguir apareciendo, tu tranquilo (le da unos golpecitos en la cabecita)
...y vamos a conocer más a fondo a Wuffi!! Venga, venga, ahora voy a poner todas mis fuerzas en este fic y así, al terminarlo, me dedicaré a los otros! (...espero que no hayan inconvenientes...onegai!!)
Este capítulo se lo dedico a mi Neko-chan, que hoy (5.1.2005) es su cumpleaños!! Felicidades!!! Y como este capítulo era bastante angst, te haré un short-fic que publicaré mañana si todo va bien!!!
Besos a todos y todaaasssss!
