Hola todos!!! Se que he demorado muchísimo en actualizar este fanfic pero es que por culpa del trabajo y de muchos planes con respecto a mi crecimiento profesional me han hecho apartarme del mundo de la escritura, por eso les pido una disculpa para todos los que han estado esperando la actualización de esta historia, para la cual tengo muchos planes, sin más que decir espero que lo disfruten.
PD: Para los que no se han dado cuenta, esta es una historia que tendrá mucho contenido erótico, no soy muy buena ni mucho menos una experta, pero espero que les guste, si no es así, les agradecería que me comentaran para ayudarme en la redacción de ese tipo de momentos, estaría muy agradecida
Capítulo 4:
Mansión de los Ryusaki.
La palabra cansancio era muy pobre para describir como se sentía la princesa de los Ryusaki, sabía que en el momento en el que llegara a su casa iba ser recibida por su familia, quienes ya se habían enterado de lo sucedido, su madre fue la primera en encerrarla en su habitación y comérsela a preguntas como ''qué fue lo que sucedió? Quién es el alfa que provocó que apareciera su celo? Si le hizo algo indebido?'' fueron tantas preguntas y otras tan vergonzosas que la mantuvieron todo el tiempo con su rostro escondido, trató de responderlas todas omitiendo información relevante, por mucho que confiara en su madre no quería compartir los sentimientos que tuvo en ese momento.
Luego de tratar de zafarse de las preguntas incómodas hechas por su progenitora, llegó el turno de su hermano mayor, quien le pidió con cariño a su madre que se retirara para poder tener una conversación con la joven Ryusaki. Fueron minutos de silencio y de miradas furtivas de Sakuno entre su hermano y el suelo de su habitación, estaba nerviosa y apenada, pero había prometido que le contaría todo como había pasado. Luego de unos largos minutos de silencio se decidió con firmeza a contarle lo que realmente había sucedido, para el momento en el que terminó de relatar el suceso su rostro ya había alcanzado nuevos tonos de colores rojo que no sabía que podían existir, fijó su vista en su hermano con miedo a su reacción, por mucha conciencia y madures que tuviera este tenía miedo a que reaccionara de una manera no deseada por ella.
-Sakuno.—al escuchar la voz de su hermano llamándola no pudo evitar sobresaltarse.—no tienes por que estar tan nerviosa, entiendo lo que sucedió, como también entiendo que no fue culpa de ninguno de los dos, tu, en esa situación tan nueva para ti, es normal que no supieras como reaccionar y de hecho estoy agradecido con Echizen por como reaccionó.—Sakuno miró asombrada a su hermano por su último comentario.—si Saku, se quien es el alfa en cuestión y estoy muy agradecido de como sobrellevó la situación, no cualquier alfa habría podido resistir a las feromonas de un omega en celo cuando este pudo percibirlas, el instinto de marcarte debe de haber sido extremadamente fuerte en él, aún cuando ya Hanamura-sensei me explicó que es un alfa dominante que tomaba antiferomonas, y tengo una idea de por qué reaccionaron ambos uno al otro.
-qué tienes una idea de por qué entré en celo ante sus feromonas y de su reacción a las mías?—Saku quien hasta el momento solo se había quedado callada escuchando a su hermana no pudo evitar sorprenderse.
-creo que la Hanamura-sensei ya te explicó lo que posiblemente sucedió?—la joven responde con un asentimiento.—por ahora no quiero crear conjeturas porque no es algo seguro, pero si no es menos cierto que le agradezco por tratarte con el respeto que te mereces y el haberte ayudado, parece que tendré que agradecerle como se merece.
-qué?! Por favor Tezuka-onisama me moriría de vergüenza que él se enterara de que sabes lo que pasó.—trató de esconder su rostro entre sus manos al solo pensar en la escena de su hermano y el joven de cabellos verdosos.
-no tienes que preocuparte, solo quiero agradecerle por ayudarte y llevarte a la enfermería mientras estabas inconsciente.—Tezuka suavemente se acerca a su hermana depositando en su frente un cálido beso de buenas noches, mientras Sakuno solo pudo cerrar sus ojos y una sonrisa adornaba su rostro.
Luego de despedir a su hermano mayor se decidió por una ducha caliente para luego caer totalmente rendida ante el cansancio, no quería ni tenía fuerzas para pensar o tratar de interiorizar los hechos ocurridos.
AL DÍA SIGUIENTE………..
Dolía, todos los músculos de su cuerpo dolían, trató de incorporarse luego de atrasar la alarma por tercera vez, recordar que solo era el segundo día de clases y que se sentía tan cansada le quitaba todas la ganas de ir al Instituto, con un poco de esfuerzo se levanta y comienza a alistarse, llegado el momento se despide de su madre mientras recuerda tomar los medicamentos indicados por Hanamura-sensei se dirige hacia el coche acompañada de sus hermanos para comenzar el segundo día de clases.
Su hermano mayor Syusuke quien estaba a su derecha llama su atención agarrando tiernamente su mano y transmitiendo sus pensamientos y sentimientos de apoyo en tan simple afecto, Sakuno lo conocía, su hermano mayor no era de muchas palabras pero ambos habían creado un código y un nivel de relación en donde solo con tan simples gestos podían saber como transmitir sus pensamientos.
La joven de cabellos rojizos lo miró con cariño mientras le respondía la muestra de apoyo, para luego de que el auto se detuviera descender de este junto con el resto de sus acompañantes, los cuatros se despiden y se queda mirando con asombro el hecho de que su hermano Kaoru no haya formado una escena conociendo su personalidad.
Se encamina hacia su aula encontrándose con Tomoka y comienzan a hablar de trivialidad mientras el aula se va llenando con el resto de los alumnos, siente una mirada fija sobre ella y al dirigir su atención se encuentra con esos hermosos ojos ámbares, con timidez responde con una sonrisa mientras el causante del aumento de sus latidos gira su rostro y se acerca a su respectivo asiento, no pudo negar que por un segundo se desanimó al no recibir una respuesta, pero se obligó a reprimir cualquier sentimiento.
Los días pasaron y todo parecía ir mejorando, ya su cuerpo no dolía y al parecer los medicamentos estaban causando una buena respuesta, mientras iba de camino de regreso del entrenamiento de tenis no pudo evitar deprimirse al no haber podido disculparse y darle las gracias al joven de cabellos verdes, quien con los días no solo su olor fue lo único que llamó su atención, Echizen Ryoma era un alfa increíble, se había ganado el respeto y admiración de todos aún con su personalidad fría, se había convertido en el presidente de la clase y había visto como diariamente recibía propuestas de declaraciones de parte de omegas, betas e incluso de alfas.
Sakuno detuvo su andar y sus pensamientos al ver a lo lejos a su hermano Tezuka, apresuró sus pasos para alcanzarlo pero se detuvo abruptamente al ver quien se encontraba con este, Ryoma, su hermano estaba de espalda a ella y su presencia fue percibida por el menor y luego de mantener un breve contacto visual con la joven Ryusaki continuó escuchando lo que sea que el mayor le estuviera diciendo, en ese momento recordó cuando su hermano le había dicho que quería darle las gracias al joven y con timidez decidió regresar por otro camino, supo que siempre fue tímida pero la presencia del alfa la hacía retraerse más de lo común.
Los días continuaron pasando y supo por su hermano que en el momento en el que ella los había visto él le estaba agradeciendo por lo que pasó justo como dijo que haría.
Era una jueves y se encontraba en el tercer turno de clases antes del horario de receso, cuando un aroma reconocible la hizo voltear su atención hacia el dueño del asiento a su lado, al fijar su vista en él un inmenso dolor de cabeza provocó que apoyara su frente en su pupitre mientras agarraba con sus manos su cabeza intentando de alguna manera disminuir ese dolor, un quejido débil salió de sus labios, pero fue lo suficientemente alto como para llamar la atención de los presentes en el aula, todos fijaron su vista en ella, y obligándose a reponerse alza su brazo derecho para llamar la atención de la profesora.
-que sucede Ryusaki?
-disculpe maestra, es solo que me encuentro con mucho dolor de cabeza, cree que es posible que pueda ir a la enfermería por algún remedio?—su voz estaba algo débil, el dolor en vez de disminuir solo se acrecentaba.
-entiendo, si sucede algo más me gustaría que me avisara, puede ir sin problemas.—con algo de esfuerzo se levantó de su asiento bajo la mirada preocupada de Tomoka a la cual con una débil sonrisa le transmite que no debía de preocuparse, al mirar al frente se encuentra con esos ojos ámbares de los cuales no sabe describir que estaban o intentaban comunicar.
Poco a poco se encamina hacia la enfermería para ver a la Dra. Hannah a quien recordaba haber conocido el primer día de clases, a pasos lentos llega al destino para encontrarse a la bella doctora en su puesto de trabajo, con el incremento del dolor le explica lo que sucede para recibir de esta unos analgésicos que esperaba que funcionaran, nunca había presentado un nivel de dolor tan alto, se acuesta en una de las camillas siendo aconsejada por la Dra para que descase tras esta decirle que tendría que dejarla sola por unos minutos y luego de darle a anotar su número de teléfono por si sucedía una urgencia.
Sakuno recuerda la camilla en la que se había despertado el primer día de clases luego de desmayarse y decide descansar en esta, cierra las cortinas mientras trata de relajarse y dormir con la frescura del ambiente. A unos minutos de caer dormida, la abrupta apertura de la puerta de la enfermería llama su atención dirigiéndola hacia el lugar del sonido.
-Dra Hannah es usted?—todo se queda en silencio y al apartar las cortinas que rodean la camilla se lleva la sorpresa de encontrarse al dueño de casi el 85 % de sus pensamientos.—Ryoma-kun?
El lugar se sumerge en un acogedor silencio mientras ambos mantienen una guerra de miradas llenas de dudas.
-la profesora me pidió que viniera a ver como estabas, ya sabes, soy el presidente de la clase y parece que ese es un motivo para sacarme de un turno de historia.—se escuchaba un poco molesto por la situación, aunque eso fue lo que entendió la joven adolorida.
-yo…lo siento mucho Ryoma-kun, siento que hayas tenido que perderte una clase por mi, ya me encuentro mejor, puedes regresar, solo dile que necesito descansar un rato más.—con algo de vergüenza bajó su rostro, no quería continuar siendo partícipe de la intensa mirada del joven.
-entiendo.—un susurro casi imperceptible se escuchó de Echizen.—si ya te sientes mejor entonces me regreso.—Sakuno se levanta rápidamente deteniendo a Ryoma agarrando uno de sus hombros mientras los propios no podían parar de temblar.
El joven voltea su cuerpo de regreso hacia donde siente la presión de las manos temblorosas de la joven, y por un momento su mirada inexpresiva llegó a vacilar al verla tan vulnerable, su pequeño rostro enrojecido, sus ojos aguados por el nerviosismo y su otra mano jugando con sus largas trenzas intentando esconder con estas las expresiones tan delicadas que recorrían por su rostro, y eso para Ryoma fue exquisito.
-Ryusaki?—su nombre salió de sus labios con interrogante, alterando aún más a la joven quien no sabía como comunicar lo que quería.—pasa algo? Aún te sientes mal?—un deje de preocupación fue imposible no notar en sus palabras.
-no…yo…--baja su rostro mientras retira sus manos de Echizen y comienza a jugar nerviosamente con ambas.—yo solo quería…darte las gracias…por como me ayudaste el primer día de clases.—suavemente levanta su rostro para que su mirada coincidiera con la sorprendida del joven.—se que Tezuka-onisama ya te agradeció pero quería ser yo la que hablara por mi misma.
-no tienes que agradecerme nada Ryusaki, como mismo dijiste ya tu hermano me agradeció, la verdad no tenía ni idea de que lo haría pero parece alguien muy leal a ti.— su voz y en su expresión cambiaron por completo y el corazón de la princesa de los Ryusaki dio un vuelco al ver una leve sonrisa en los labios del joven.—si necesitas ayuda con algo eres libre de consultármelo.—volviendo a su expresión común estuvo al punto de retomar su camino deteniéndose al volver escuchar la voz de la joven.
-yo…yo quería consultarte algo…pero no se si sea adecuado.
-soy todo oídos.
Un corto silencio se instaura en el lugar al la princesa de cabellos rojos tratar de encontrar las palabras correctas para compartir su inquietud con el chico.
-el día de lo que pasó fui llevada a la clínica de la doctora de mi familia, donde se me realizaron varios análisis, y no se si recuerdes cuando te compartí el hecho de que era una omega recesiva que nunca había tenido su primer celo.—se detiene para tomar un bocado de aire al hablar tan corridamente.—cada vez que intentaban encontrar alguna señal que confirmara mi género solo se podía saber por el resultado que arrojaba que era una omega, pero no había señales de que podía secretar o percibir alguna feromona hasta que pasó lo del inicio de clases.—gira su rostro nerviosamente hacia su izquierda al sentirse bajo la mirada del joven.—la doctora Hanamura me comunicó que había aparecido un aumento en mi secreción de feromonas y que esto se puede haber debido al haber entrado en contacto con un alfa dominante.
-pero…uno de tus hermanos en un alfa dominante no? Por qué no reaccionaste a las de él nunca?—el joven estaba escuchando e intentando entender al punto que quería llegar la omega que estaba en frente a él.
-nunca había reaccionado antes a las feromonas de alguien más, incluso ni cuando Tezuka-onisama se molestaba o entraba en celo. Por lo que quiero que entiendas que esto nuca me había pasado.
-entiendo, entonces…con qué quieres que te ayude?
La joven conecta su mirada nuevamente con el chico tratado de encontrar firmeza en sus palabras y decir lo que tanto estaba pensando, por muy descabellada que le pareciera la idea a ella, estaba decidida.
-Hanamura-sensei me comunicó que había una posibilidad en la que podría convertirme en una omega que libera y controla sus feromonas e incluso poder percibir sin problemas las de otro género, y esto podría lograrlo al entrar en contacto con la persona que desencadenó mi celo en primer lugar, por lo que quería saber si tu…si tu podrías ayudarme…--pensó que caería desmayada al terminar de contar, su rostro estaba completamente rojo y sentía la mirada filosa del joven encima de ella.
-espera.—Sakuno regresó su mirada hacia el de cabellos verdes y se llevó la sorpresa de verlo ocultar su enrojecido rostro con ambas manos.—déjame ver si estoy entendiendo lo que me estás tratando de decir…me dices que eras una omega que nunca había reaccionado a las feromonas de nadie pero con las mías lograste tener tu primer celo, y entonces quieres que te ayude…a entrar en celo??—él entendía más o menos lo que estaba tratando de decirle la joven Ryusaki, y sabía que hacerla entrar en celo no era el objetivo de su pedido, pero no pudo evitar pensarlo por un momento
-qué? No no no!!!—Sakuno quería encontrar un agujero y esconderse por completo, sabía que lo que estaba tratando de pedirle era absurdo pero en el fondo había algo que le pedía continuar en contacto con ese alfa, no entendía si era un anhelo de ella o de su omega la cual nunca había sentido o escuchado, sabía que ambos géneros podían comunicarse con su otra mitad, pero ella nunca había podido sentirla.—Dios! Será que no me he expresado como debe de ser?
-pf.—miró con sus ojos aguados de la vergüenza hacia el dueño de tan maravilloso sonido, para llevarse la sorpresa de verlo agarrando su boca y su estómago mientras una bella carcajada sale de este.—pff jajajajajajja lo siento, lo siento.—limpia las pequeñas lágrimas que quieren escaparse de sus ojos luego de reírse de tal manera, reconocía que hace tiempo no lo hacía con tantas ganas.—discúlpame Ryusaki, entiendo perfectamente lo que me estás queriendo decir, pero no pude evitar querer molestarte, si tu rostro continúa adquiriendo ese bello color rosado me será imposible no seguir haciéndolo.—con suavidad se acerca a la joven mientras aparta gentilmente los rebeldes cabellos de su flequillo para acariciar su rostro ante la absorta mirada de la joven, quien se encontraba encantada por el comportamiento de Ryoma.
A pasos lentos Echizen se encamina hacia la camilla donde se encontraba ella anteriormente y decide sentarse mientras la mira fijamente y levantando una de sus manos la llama.
-ven conmigo.—el cambio en su voz y en su expresión fueron tan graves que el cuerpo de Sakuno respondió ante su llamado sin poder evitarlo.
La joven Ryusaki se acerca a pasos lentos y se detiene justamente en frente de él para tomar la mano que le brindaba, este con delicadeza la atrae a él para terminar con ella sentada a horcajadas. Decir que estaba avergonzada era poco, intentó esconder su rostro pero él se lo hacía difícil.
-no crees que esta posición es un poco…--levanta su rostro para mirarlo y ver que él le devolvía la mirada con una intensidad que acrecentaba su nerviosismo.
-tienes que estar cerca de mi para poder sentir mis feromonas, voy a liberar un poco, no quiero llamar la atención de las personas que estén por los alrededores.—ella asiente entendiendo su punto, trata de acomodarse de una mejor manera mientras apoya ambas manos en los hombros de Ryoma y se miran mutuamente.—estás lista? No tienes que estar tan nerviosa, si pasara lo mismo de la otra vez tengo conmigo los medicamento específicos—esta le responde nuevamente con un leve asentimiento.
Poco a la expresión de Ryoma cambia y cierra sus ojos, apoya ambas manos en la cintura de Sakuno para evitar que continuara resbalándose de su regazo. El calor que emanaban las manos en su cintura hacía que los nervios aumentaran, estaba al punto de decirle que dejaran tal locura propuesta por ella misma cuando ese olor, ese exquisito olor que ya había sentido anteriormente comenzó a introducirse y a alterar sus sentidos. Para cuando el joven de ojos ámbares decidía abrir sus ojos para ver por qué estaba tan callada se sorprende al sentir un cálido aliento en su nuca y de como las manos de la joven se agarraban con mayor fuerza a sus hombros.
-Ryusaki?—estaba maravillada, su aroma la estaba volviendo loca, aunque esta vez era diferente y aún era ella misma, entendió por qué fue que llegó a perder el control en ese momento.
-tan exquisito, tus feromonas son deliciosas, siento que me volveré loca en cualquier momento.—Sakuno apoya su cuerpo por completo contra el del joven y con el anhelo de poder impregnarse de ese olor comienza a pasar la punta de su nariz por todo su cuello, buscando el punto exacto desde donde percibe una mayor exquisitez.
El joven Echizen sabía que esto era una locura, había tomado todos sus medicamentos, pero parece ser que ella no se había dado cuenta del momento en el que había comenzado a secretar sus propias feromonas, y para él eran igual de magníficas. Intentado controlar los deseos que estaban surgiendo, sin darse cuenta posa ambas manos en el trasero de Sakuno para acercarla más a él, el contacto íntimo hizo que una corriente los recorriera a ambos y sus bocas terminara en la curvatura del cuello de cada uno. Un ahogado gemido salió de ambos, mientras Sakuno intuitivamente comienza a mover sus caderas buscando más de ese contacto entre sus partes inferiores, sabía lo que era, no era tonta, sabía que estaba cometiendo una locura pero no quería detenerse, se sentía demasiado bien, demasiado correcto.
-Sakuno…--la voz débil de Ryoma que la llamaba por su nombre por primera vez, provocó una descarga de euforia en la joven que no pudo detenerse y terminar mordiendo la nuca del alfa.—aahh!—un gemido por parte de este fue suficiente para que comenzara un recorrido de besos por todo su cuello. Cada vez que ella besaba, mordía o succionaba sus hombros y cuello, Ryoma agarraba más fuertemente sus caderas para que el intenso contacto fuera cada vez mayor, se sentía perdido, ni en su primer Rut recordó estar tan excitado a como estaba ahora. Intentando detener el instinto por morderla pega sus labios fuertemente a la nuca de la chica y comienza a depositar húmedos besos mientras aprieta fuertemente sus ojos, debía detener esta locura, el calor era demasiado intenso, el deseo, las ganas de poseerla se estaban volviendo intolerantes y cada momento que pasaba creía que iba a cometer una locura.—Sakuno…
Esta al escuchar nuevamente el llamado de Ryoma, se aleja suavemente su cuello para terminar ambos mirándose intentando calmar sus respiraciones, Sakuno pasa su vista por los labios enrojecidos del alfa para detener el recorrido en las líneas de sangre que se escurren por su cuello.
-lo siento mucho, te he mordido muy fuerte.—aún con la llamarada de lujuria en sus ojos, pasa su lengua por sus labios, demostrando las ganas que tenía de repetir y crear una más profunda.
-no pareces muy arrepentida que digamos.—Ryoma quien hasta el momento continuaba agarrando fuertemente a la omega por sus caderas, se quedó prendado por la belleza de la omega, los primeros botones de la camisa de la chica estaban desabotonados dejándose llevar por la erótica gota de sudor que fue descendiendo desde el blanco cuello hasta terminar perdiéndose entre el vació de sus senos.—eres hermosa.—Sakuno lo mira asombrada por las palabras que acababa de escuchar del alfa y un cálido y fuerte sentimiento apareció en su pecho, como si acabara de aparecer o surgir eso que creía que nunca tendría, su parte omega.
Intercambian miradas entre sus ojos y sus labios para terminar perdiéndose en la intensidad de las sensaciones que les brindó volver a conectarse a través de un beso, el joven alfa termina abrazando por completo la cintura de la pequeña omega para que el calor aumentara, tan delicada, creyó derretirse por la suavidad del cuerpo que estaba tocando. Sakuno pasó de tocar y recorrer su espalda y hombros para hundir sus manos en ese cabello que desde el primer día quiso tocar, los gemidos, el choque de sus lenguas y los labios mordidos creaban un sonido erótico en el lugar que solo era opacado por el fuerte aroma de un omega y alfa que se deseaban.
-Alfa.—la necesidad con la que escuchó el llamado de la omega de la chica hacia su otra parte hizo que sus ojos se volvieran de un amarillo intenso, y se creyó perdido.
-'' Quiero cuidarla, quiero tocarla, quiero poseerla, quiero morderla''.— Tales pensamientos no dejaban de aparecer en su mente y se maldijo profundamente. Fue descendiendo sus caricias por el trasero de la chica mientras la ayudaba con el vaivén de sus caderas, comenzó a introducir sus manos por debajo de la corta falda para terminar tocando directamente su piel, tan tersa y pura, y lo sintió, estaba mojada, completamente humedecida por él. Con la punta de su lengua recorrió los labios gruesos de la omega para dejar rastro de una suave mordida que sacó un dulce gemido de la chica, su ojea, su mentón, quería besarlo todo.
Podía sentirlo, sus encías comenzaban a doler, su alfa estaba volviéndose loco de las ganas por reclamarla, hundió fuertemente su frente en el cuello de la omega, y sintió como si el vaso de agua que poco a poco iba llenándose comenzara a desbordarse.
Sakuno se sobresalta al escuchar el fuerte gemido provenir del chico debajo de ella, para cuando se separó de él y pudo ver lo que había pasado su rostro enrojecido casi vuelve a su color natural en ese instante, se había mordido, Echizen había mordido su propio brazo y no pudo evitar darse cuenta del intenso amarillo de sus ojos.
-estás bien?—con clara preocupación en su rostro se baja de su regazo y comienza a arreglar sus ropas mientras trata de normalizar su respiración.—qué pasó, por qué te has mordido tan fuerte a ti mismo?—por unos minutos que se les hicieron una eternidad no recibió respuesta.
-Estuve al punto de marcarte Ryusaki, mi alfa y yo lo deseábamoss, pero gracias a Dios pude controlarme en el último momento.—La intensa mirada con la que la recorrió la dejó sin respiración, acababa de decirle que estuvo a punto de morderla, de crear el lazo más fuerte que existe entre las especies, y la idea no le disgustó.
-yo…lo mejor será que nos detengamos, si seguimos con esto terminaremos cometiendo una locura.—Sakuno se acerca a los insumos médicos para curar la herida del alfa tratando de terminar de regular su acelerada respiración, sentía la intensa mirada del chico en su nuca, pero no sabía como devolvérsela luego de lo que pasó, es como si la Sakuno atrevida hubiera desaparecido para ser remplazada por la tímida de siempre.—va a doler un poco pero tenemos que desinfectar y vendar.
Luego de tan intenso momento vivido vuelven a quedarse en silencio, ella evitando voltear a verlo y él que no podía despegar la mirada de ella, como si todo lo que hiciera le resultara un nuevo descubrimiento. Para cuando terminó de realizar las curas, Ryoma se levanta de la camilla camino hacia la puerta de la enfermería, Sakuno se desilusionó por un momento al pensar que se iría sin poder haber hablando bien las cosas.
-Ryusaki.—ella dirige su atención hacia el alfa que le estaba dando la espalda mientras agarraba la manilla de la puerta.—no vayas con nadie más, yo puedo ayudarte.—y sin agregar algún comentario más se retira del lugar para dejar a una enrojecida Sakuno al punto de desmayarse, y eso la hizo darse cuenta, estaba enamorada, completamente enamorada del alfa Echizen Ryoma.
Continuará……………..
Y pues nada chicos!!! Este fue el capítulo, un poco corto pero imagino que ya deben de estar agarrando la esencia de esta historia, espero poder volver a actualizar dentro de poco, no les prometo nada pero si es aseguro que haré el intento. Sin más, muchas gracias por leer!!!
