Acto tres: Confusiones

Su cuerpo aun temblaba, aun podía sentir las caricias, aun se sentía húmeda entre las piernas y su corazón palpitaba con fuerza. La joven de ojos azules se acurruco aun mas en su cama. Tikki no le había dicho nada, solo se había quedado ahí a su lado, recargada en su mejilla. Ella había intentado decir algo pero solo balbuceo tonterías y respuestas vagas pues su mente se había quedado con él.

Un poco mas y… y si, si ella… ella había querido un poco más... pero un poco mas ya implicaba… sintió con fastidio como su cuerpo y mente se lo recriminaban. Por eso había escapado de esa forma tan vil ¿Como le iba a dar la cara a Chat ahora?

Marinette se hundió aún más en su almohada boca abajo comenzando a llorar. Debía pensar cómo solucionar todo eso. Ahora no solo tenía que arreglar las cosas con Adrien, si no también con Chat.

Tenia q pensar… pensar como sobrellevar esto y rogaba a todos los dioses existentes que no hubiera un ataque hasta q lograra pensar como manejar todo ese desastre.

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Los pensamientos de Marinette volaban en todas direcciones. Se preguntaba ¿Qué tan complicado era ser una chica normal? Y al mismo tiempo ¿Cómo podía ser tan cobarde y valiente al mismo tiempo? Pero la actitud del héroe la había desorientado por completo. Las ultimas dos noches se había presentado en su cuarto. Era coqueto de una forma completamente distinta. Estaba siendo paciente, como si un gato acechara su presa, así que había comenzado a evitar a Chat. Era una cobarde. Llevaba evitando toda la semana, pero no podía hacerlo eternamente. ¿O si?

Sintió como chocaba con algo, o alguien.

-Lo siento -se disculpó por reflejo, sonriendo apenada.

Sintió como una mano la sostenía de la cintura y al mismo tiempo unos masculinos brazos la envolvían evitando que las carpetas con muestras de telas y bocetos junto a los dos paquetes que llevaba en las manos cayeran al suelo. Su mirada busco la ajena, topándose con los risueños ojos verdes, que la hizo brincar nuevamente soltando todo.

-Adrien -susurro, su respiración se agito de golpe. Parpadeo y miro la mirada extrañada de su antiguo compañero.

-Perdona si te asuste -dijo el rubio agachándose a recoger los objetos.

-Yo… - Quería salir corriendo de ese lugar. Para ser sincera, Chat no era al único chico que había estado evitando

-Por un momento me recordaste a la Marinette del instituto -bromeo Adrian.

Ella tomo los objetos de las manos masculinas y dio media vuelta dispuesta a escapar. Sentía que no podía respirar -Tengo que irme -se excusó demasiado rápido en tono bajo, pero él la sostuvo del hombro, de una forma demasiado delicada, como si al solo tocarla ella se fuera a desvanecer.

-Espera -le dio media vuelta delicadamente mirándola -Sobre lo que paso hace unas semanas - El silencio callo como una enorme masa de pan aplastándola -quería hablar contigo.

-No es buen momento, tengo que ir con tu padre -soltó de forma brusca Marinette.

-Puedo buscarte después de tu reunión con mi padre -insistió Adrian –ir a… una cafetería? -sugirió no muy convencido.

-Es que no... -ella evito la mirada de él -no puedo.

-Se que estas molesta y no soporte que estés molesta conmigo Marinette, por favor. Llevo semanas intentando encontrar el momento y si sigo así nunca hablaremos del beso.

¿Beso? Eso no solo había sido un beso. Marinette sintió como su cuerpo se tensaba de inmediato. El beso. Los recuerdos la abofetearon con mas fuerza de lo que debían, pero su cabeza le estaba jugando chueco y los besos que había compartido con Chat y todo lo demás se estaban entremezclando, evocando las sensaciones que la había hecho sentir. En tan solo unos segundos sus recuerdos se estaban mezclando de una forma muy… Marinette se regañó mentalmente ordenándose que parara, estaba a punto de hiperventilarse y eso era lo último que necesitaba.

-Marine…
-No… No quiero hablar de eso Adrien -ella lo miro a regañadientes -es que no creo que sea buena idea… solo paso… y ya… -ella se mordió los labios apretando los objetos contra su pecho -te veo luego -susurro bajando la mirada, escabulléndose como una vil rata en dirección a la oficina de Gabriel Agreste.

Adrien suspiro derrotado mirándola hasta que entro a la oficina de su padre. Se metió las manos a los bolsillos y camino cabizbajo hacia la puerta de la entrada. Eso había dolido, mas de lo que estaba dispuesto a admitir y no tenia nada que ver con su ego.

Marinette había cambiado mucho con los años. Había comprendido por que varios de sus compañeros tenían un amor platónico en ella. Una vez que ella dejo de comportarse tan tensa a su lado había descubierto que ella era aún más fascinante e increíble de lo que ya creía.

Aquella tarde ella estaba tan tensa por que presentaría bocetos y propuestas de telas que se podrían tomar en cuenta a incluir en la colección que estaba preparando su padre, que se había quedado con ella en el estudio intentando hacer que se relajara e incluso que sonriera sin mucho éxito, al menos hasta que se ofreció como modelo para la camisa de seda japonesa en la que estaba trabajando en aquel momento y ella había dejado de maldecir por el maniquí inútil que le estaba dificultando el trabajo por el material que había elegido.

(Flashback)

-Te traeré algo de la panadería cada que venga … ¡no te imaginas lo que significa para mi que me apoye tanto en este momento! -exclamo ella extasiada quitando la camisa del maniquí- Quiétate la camisa -exclamo ella contenta con la mirada brillante… Adrian la miro con una sonrisa coqueta y la ceja alzada comenzando a desabrocharse la que llevaba puesta… -No… es decir toma… no es… no quería que sonara de esa forma -le ofreció la camisa mirando como se quitaba la que llevaba y dejaba su torso desnudo.

Él comenzó a reírse -Vamos Marinette, no es como si nunca me hubieras visto sin camisa -exclamo acercándose a ella para ponerse la camisa.

Si efectivamente, ella lo había visto sin camisa en una ocasión que habían ido a la playa y en dos desfiles a los que había asistido como asistente personal de Gabriel y ayudado a Adrien con los cambios, pero eso era diferente, habían muchas mas personas y en ese momento, ellos estaban solo.

Adrian se subió a una de las pequeñas tarimas redonda. Marinette subió y bajo varias veces de esta, quejándose del por qué eran tan pequeñas, tenía que ponerse de puntitas para alcanzar a poner los alfileres en el cuello que no terminada de convencerla. Se dio la vuelta un momento en busca del hilo adecuado y al voltearse miro a Adrian posando como el mismísimo David de Miguel Ángel… con la camisa abierta… Marinette se puso roja de inmediato.

-Asi que aun lo recuerdas -comenzó a reírse.

Ella inflo los cachetes -Me prometiste que nunca mas hablaríamos de ese vergonzoso incidente, que haríamos como que nunca paso -le amenazo con aguja en mano, subiendo a la tarima y pegándose a él, su aroma la desconcentro. El olía a Chat.

Sentía como las mejillas le ardían. Un remolino de recuerdos y emociones la invadió. "¡No, no!" se regaño a ella misma, tenia que concentrarse, pero podría sentir la mirada de su amigo acariciarla lentamente provocando que su respiración se comenzó a agitar. Dio un pequeño paso hacia atrás y con ello resbalo de la tarima. Cerro los ojos resignándose al golpe pero este nunca llego. Al contrario, sintió como la mano de Adrien la sostuvo de la cadera acercándola a su propio cuerpo. Marinette alzo la mirada encontrándose con el atractivo y masculino rostro dándose cuenta que sus manos estaban aferradas en puño a la camisa abierta.

Miro como los labios de Adrien se movieron en cámara lenta, pero ningún sonido escapo de ellos. Simplemente la seguía mirando de una forma que ella jamás había visto, no podía describir ni entender… ella no se movió… un casi imperceptible gemido escapo de sus labios cuando sintió el pulgar de Adrien acariciar su cadera, el acto reflejo de Marinette dejar de verle los labios y buscar una respuesta en su mirada, pero lo que encontró en aquellos ojos verdes… aquellos ojos que le recordaron a…

Adrien realmente no lo había pensado, posiblemente, solo se había perdido en ella, en sus delicadas facciones, en sus apetitosos labios ligeramente rosados, sus profundos ojos azules y no quería ponerse a pensar lo que estaba sintiendo al tenerla en sus brazos, simplemente le gustaba, le gustaba demasiado; Chat se había rendido a ella, por que él no.

No estaba seguro de en qué momento se dio cuenta que iba a besarla. Sin embargo, había sucedido algo o mejor dicho, llevaba sucediendo desde hace tiempo y él seguía esforzándose en ignorarlo cuando era Adrien. Su mano había empezado a subir desde la muñeca por el brazo de ella, por encima de la blusa y al final la rodeó por la espalda y la atrajo hacia sí, eliminando por completo la distancia que los separaba.

En el preciso segundo en que él cubrió la boca de ella, no fue para nada suave, no había sido cruel, pero el mismo se sentía anhelante. El beso fue el de un amante hambriento y apasionado, no el de un educado pretendiente. Él le habría abierto la boca a la fuerza y cuando la lengua masculina empezó a abrirse camino, ella no opuso resistencia. Ella se estaba dejando llevar por la pasión del momento.

Le cubrió las nalgas con la mano que, en algún momento, dejo de estar en su cadera y paso al lugar que tantas ganas tenia de tocar una vez más. Cada roce suabe y caliente entre sus bocas, cada movimiento que hacía sentir las curvas de su cuerpo contra él, cada suspiro y gemido arrancado de los labios femeninos, con cada segundo que pasaba ya no importaba lo que estaba bien o lo que era adecuado, si él era Adrien Agreste o ChatNoir, si lo veía como un amigo o como algo mas, todo lo que importaba era que ella estaba en sus brazos y que la deseaba con todas sus fuerzas.

La mano que antes oprimía la delicada espalda apretándola a su cuerpo, ahora estaba desabrochando uno.. dos… tres… de los botones de la blusa antes de adentrarse en ella y apretar uno de sus pechos. Por donde pasaba, Adrien sentido que la suabe piel quemaba. Sus labios abandonaron su boca y bajaron por el cuello hacia el hueco encima de las clavículas. Marinette arqueó la espalda y soltó un suspiró de lo más suave y seductor, y con las manos temblorosas, acarició la piel de Adrien, que aun llevaba la camisa abierta.

Los labios de Adrien se movieron con una lentitud agonizante.

-Adrien, tu padre esta esperando a la señorita Dupain-Cheng, es mejor que no la sigas retrasando -la voz de Nathalie no habían intimidado a Adrien, el cual no movió las manos de donde las tenía mientras que para Marinette el cuento había sido completamente distinto, ella escondía el rostro entre el pecho masculino, cosa que no fue la mejor idea -Les daré 5 minutos más.

Adrien tomo su mentón para mirarla a los ojos y sonreírle, eso había sido increíble, pero ella solo se puso aun mas roja y bajo del pedestal alisando su falda y abrochándose la blusa.

Suspiro ahogadamente y movió los labios intentando decir algo sin lograr que sonido alguno brotara. Se mordió los labios tomando su mochila y las carpetas que tenía encima haciendo un ademan con la mano a modo de despedida antes de salir tocándose los labios, agachando la cabeza.

(End of Flashback)

Y después de eso ella no había aparecido por la mansión en una semana y media y después él había salido de viaje dos semanas. Habían intercambiado algunos mensajes, pero sin hacer mención alguna sobre lo sucedido, él cría que debía de hablar de ello de frente y cuando por fin había ideado la forma de abordar el tema los akumas habían interrumpido sus oportunidades. No quería hablar por teléfono o por medio de mensajes, y aquel día que estaba comenzando a ceder a esa posibilidad… Ladybug lo había mirado y había pasado lo que había pasado y el torbellino de sentimientos, remordimientos, incertidumbre y dudas habían cobrado fuerte la factura sobre él.

Ahora las gotas frías de la lluvia comenzaban a cubrirlo igual que la indiferencia de Marinette ¿Por qué se sentía tan mal? Si, le gustaba, era obvio, hacía años que se había cansado de negarlo, de pelear contra ello. Cualquiera que volteara a mirar a Marinette vería lo hermosa y atractiva que era y cualquiera que se diera el tiempo de conocerla caería a sus pies rogándole una oportunidad, sin en cambio, él había decidido no arruinar su amistad aventurándose en el mundo romántico, el masoquistamente prefería su amistad que saber que ella no estaría mas en su vida en algún momento… y aunque no le gustara, estaba Lady bug.

Adrien siguió caminando mientras las gotas de lluvia comenzaron a caer con fuerza mojándolo de pies a cabeza. Tenía que arreglar las cosas, de alguna forma tenia que arreglar las cosas con Marinette.

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-Este cap esta especialmente dedicado para valkitty's world. Espero que disfrutes de este Capitulo :D

-No me maten, Adrien no fue el único que quedo mal parado por lo ultimo q paso en el capitulo pasado XD

-Gracias por leer y si de tu noble y morboso corazón me regalas un lindo cometario me harás muy feliz :3

-Se que tengo una historia pendiente que arreglar, pero… algún día será. Entre mi trabajo y mi vida de adulto y mi otro hobby pues… algún día. Esto lo hago por diversión y desastres *w*

-Obviamente los personajes no me pertenece, pero la historia guarra sí.