Holas! Perdón x la gran tardanza de poner el cap 8 de este fic UoU Cada vez se va acercando el día que vaya a presentar mi tesis grupal (hablamos del 4 de Agosto, ay mamá! O.O!!) Y estamos corriendo como locos gracias a la margarina XD Haciendo cuñas, spots, material bla bla . Pero espero cuando termine con esto espero seguir con la licenciatura :)
Pero acá está el cap que espero disfruten mucho :P Saint Seiya no es mío, es de Masami Kurumada que quiso revivir a Seiya en la Overtura del Cielo (¿¡ X qué nos castigassssss?! ;O; XD)
Disfruten y nos vemos abajo (no en el infierno O.o)
Fuu-chan, Kaze no senshi
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Capítulo 8: Un murmullo dedicado a tu corazón
/Hades' side/
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Sus cuerpos sangraban a más no poder, Ikki abrió sus ojos y miró aterrado a donde estaba Hyoga y lo llamó con un grito muy fuerte.
-¡HYOGA!
Los ojos de Hyoga se abrieron y pudo ver con horror como el cuerpo de Shun con la Kamei lo había cubierto del ataque y de paso había recibido en el proceso el Polar Star, la sangre que cubría a Hyoga era del mismo Shun...
...Shun estaba inconsciente o quizás muerto...
Hyoga comenzó a gritar desesperado, mientras abrazaba el cuerpo del santo de Andrómeda y sus lágrimas rebotaban sobre la kamei rosa e Ikki caía al suelo chocando su brazo medio sano contra el suelo.
El medallón de estrella plateada resplandecía mientras la lluvia constante caía sobre él...
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El corazón de Hyoga latía a mil hora, sentía que cualquier persona podía oírlo, así que decidió levantar el cuerpo de Shun entre sus brazos de forma suave, mientras que Ikki se acercaba a ambos, corriendo y con su otro brazo sosteniendo el brazo quebrado.
-¿Cómo está?-preguntó indignado y ansioso Ikki.
-...Aún...siento su pulso...-dijo Hyoga mientras tocaba con dos de sus dedos el cuello del santo de cabellera verdusca. -Hay que llevarlo al hospital...
-¡POR SUPUESTO QUE SI!-gritó con todas sus fuerzas el hermano de Shun mientras sus ojos contenían gran cantidad de ira.-¡VAMOS ALLA, ESTUPIDO PATO!
-¿Y Saori?
-LA LLAMAREMOS PARA QUE VELE POR LOS GASTOS... ¡NO HAY TIEMPO! –dijo Ikki cargando ahora a su hermano mientras le gritaba aún a Hyoga.-¡LLAMA A ESA CHICA ELI Y NOS VEREMOS EN EL HOSPITAL GENERAL DE TOKYO! ¡MUÉVETEEE!
Ikki se perdió entre toda la lluvia, mientras Hyoga estaba a punto de correr, pero vio un resplandor en el suelo, lo tomó y descubrió que era la estrella de Hades, suspiró y sollozó aún más fuerte.
...Maldita sea...Terminé hiriéndote...Shun...
El joven rubio corrió hacia la mansión y divisó que Eli salía de la puerta de la mansión siendo despedida por Saori, por eso la esperó detrás de uno de los árboles de la fundación, entonces cuando vio que la diosa cerró la puerta y Eli venía a donde él estaba, la atrajo con uno de sus brazos.
-¡Hyoga!-murmuró la chica atónica y poniendo una de sus manos en una de las mejillas con sangre del joven.-¿Ya terminó todo?
En respuesta, Eli recibió un fuerte abrazo por parte de Hyoga, mientras que él ocultaba su rostro en el cuello de la joven y comenzaba a llorar sin parar.
-...Yo...herí...a Shun...
-¡No digas eso!
-¡Shun se interpuso entre la pelea entre Ikki y yo!-dijo Hyoga levantando la mirada y con cara de desesperación.-¡El quiso detener la pelea! ¡Ikki ya lo está llevando al hospital y me dijo que te trajera conmigo!
-¿Ikki-san dijo eso?-el rostro de Eli apareció un leve rubor que pronto se desvaneció por preocuparse por Hyoga.-Hyoga...No tienes la culpa, Hyoga...Nadie te recrimina nada...
-Cuando lleguemos al hospital Ikki me recriminará...¡Y tiene razón en ello! ¡Casi mato a su hermano! ¡Yo haría lo mismo!
En respuesta a eso, Eli le dio una cachetada en el rostro al joven rubio, que no daba crédito a lo que veía.
-¡Deja de echarte la culpa! ¡No resuelves nada haciéndolo!-le reclamó Eli enojada y a punto de llorar.-...Si amas a Shun...No lo dejes solo...Aunque te griten cosas, te reclamen por algo que no has hecho...No lo abandones...Si estuviera mal, desearía que estuvieras a mi lado...Que no te estuvieras lamentando si fue tu error o no lo que pasó...Ya pasó, no puedes hacer nada para evitarlo...
-...Eli...-Hyoga vio a la joven y sonrió levemente.-Vamos al hospital...-la cargó en sus brazos, haciendo que la chica se sonrojara.
-¿Es necesario que hagas eso, Hyoga?-dijo Eli muy apenada.
-No puedo ahora quitarme la Kamei y creo que iremos más rápido de esta forma...-rió un tanto divertido Hyoga.-¿Ocurre algo?
-¡Claro que no!-dijo haciéndose la enojada la rubia.-Vámonos...-mientras avanzaban la chica le miró interrogante.-¿De dónde sacaste esa armadura?
-...Creo que hace tiempo que no me veías así...-rió levemente el joven.
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Ikki entró por la entrada de emergencias cargando a su hermano , todos lo veían maravillados al ver el brillo de su armadura, junto a sus heridas sangrando y al jovencito o a la jovencita con ropa similar, que estaba más herido o herida que él.
-¡ATIÉNDANME! ¡MI HERMANO ESTA HERIDOO!-gritaba Ikki mientras corría por los pasillos del hospital sin importarle nada más, los doctores sólo lo miraban, no se acercaban a él, le tenían miedo por su aspecto fiero.-¿ES QUE ACASO NO HAY NADIE AQUI QUE SE DIGNE A LLAMARSE MEDICO?
De entre todos, un hombre de estatura mediana, un poco grueso y con una barba espesa color marrón se acercó a él sin dudar, su mirada era castaña y su porte era sencillo pero a la vez elegante en esa ropa de doctor, él sonrió y tomó levemente el brazo derecho de Shun y tocó con sus dedos la muñeca, suspiró y le sonrió.
-Vamos a la sala de urgencias...
-¡DEJE DE ESTAR TAN TRANQUILO! ¡MI HERMANO PUEDE MORIR!-gritó Fénix debido al comportamiento del hombre.
-Lo sé, pero usted no va a hacer nada si grita...lo único que hace es asustar a los pacientes de este hospital y al grupo médico...-sonrió el hombre.
-...Lo...siento...-susurró inaudible el joven, para que nadie le oyera.
-No se preocupe...-dijo el hombre sorprendiendo a Ikki.-...Por cierto, soy Kino Kaji...Doctor de la Familia Kido hace cincuenta años...
-¿Cómo?-dijo el santo sin entender la situación.
-Saori-san no es tan tonta ni tirana que digamos...-rió el hombre mientras avanzaba con los brazos atrás de su espalda, volteó a ver a Ikki.-Sígueme, ¡vamos!
Ikki no tuvo más remedio que seguir al hombre, mientras que la respiración de Shun era aún más agitaba lo cual hacía que su hermano se preocupara aún más.
/Vamos Shun...Sé que puedes...Si pudiste convertirte en santo no dudo en que puedes salir de esta...Vamos, Shun.../
Unas enfermeras se acercaron a Ikki con una camilla, el joven colocó a su hermano y estas se perdieron dentro del cuarto con el letrero de "Emergency Room" aún apagado, el hombre sonrió y le dijo muy amablemente.
-Creo que hasta aquí puede ayudar, nosotros nos encargaremos...-sonrió Kaji mientras avanzaba al cuarto con esa puerta batiente.-...Ya llamé una enfermera para que cure sus heridas...
-...Gracias...-Apenas murmuró Ikki.
-...Y bueno, le sugiero que se quite esa especie de armadura...Eso le da aún más un aspecto tenebroso...
-...Yo...
-...Vaya a la sala de espera...-murmuró el hombre mientras empujaba la puerta y entraba en ella y el letrero se encendía con un rojo carmesí.
-...Todo es culpa...-murmuró Ikki mientras comenzaba a avanzar hacia la sala, una voz terminó su frase.
# ¿Tuya?
/ ...Esa voz...
# ...Ikki...
Ikki volteó a ver y se encontró con un joven sonriéndole, de cabellera negra y sonrisa maliciosa, vestido con una túnica del mismo color que su cabello y con detalles de oro en ella.
-¡Hades!-Ikki se arrojó contra el joven, pero lo único que consiguió fue atravesarlo.
-¿Sabes qué arruinaste mucho mis planes? ¿Por qué no simplemente me dejaste estar en el cuerpo de Shun? ¿Qué te costaba?-murmuraba mientras sonreía.
-¿¡Qué rayos quieres!?-murmuró Ikki tratando de bajar la voz para que no lo sacaran de ahí.
-Nada fuera de lo común...-sonrió el espíritu que se lo colocaba detrás de Ikki y lo abrazaba.-...Hmm...Me gusta tu espalda...
-¡Largo!-dijo Ikki mientras se alejaba.
-¡Qué carácter! –bromeó el espíritu.-Y yo que venía a ayudarte con tu hermano...
-¿Qué?-murmuró sorprendido el joven.
-Digo que puedo ayudarte con tu hermano...Sé cómo ayudarte... ¿Recuerdas que soy el dios de la muerte?
-Ve al grano...- el santo de cabellera azulada estaba completamente furioso.
-...Bien...Tengo una propuesta para ti, si la aceptas...Aunque creo que ambos serán los que acepten... -¿Ambos?-Ikki vio al lugar que miraba el dios y descubrió que ahí se encontraba Hyoga sin su armadura, cargando la gran caja y junto a él, Eli.
-¿Ikki?-dijo Hyoga volteando a ver al joven.-¿Estás bien?
-...Hades está aquí...-dijo únicamente el Fénix.
-¿Qué?-murmuró el rubio sin entender, vio hacia donde ahora veía Ikki y se sorprendió de ver la figura fantasmal de cabello oscuro.
-...Creo que tienes algo que me pertenece...-murmuró sonriente Hades.
Hyoga abrió su puño izquierdo y se sorprendió al ver que el medallón resplandecía.
-¿Qué significa esto, Hyoga? –murmuró Eli sin entender.
-Veo que esa chica pese a haber estado poseída por Elis, no le quedó nada de eso...-rió divertido Hades.
-Jajaja...Qué chistoso eres, Hades...-murmuró la chica rubia viéndole desafiante.
-¿Elis?-dijo Hades levantando una de sus cejas sorprendido.
-Sí soy yo ¿y qué?-murmuró la joven muy antipáticamente.-Sabes muy bien que hay un poco de mí en Eli como lo hay de ti en Shun...Aunque pueda poseerle brevemente para fastidiarte aunque sea un poco la existencia...-volteó a ver a Hyoga y a Ikki.-...Supongo que ya sé lo que les propone Hades...
-¿Qué?-murmuraron ambos viéndose.
-...Es muy obvio...-sonrió siniestramente la joven.-...Ahora Shun está...- rió en este punto.
-¡¿DE QUE DIABLOS HABLAS?! –Gritó Ikki furioso.
-¡ESO NO ES CIERTO! –murmuró Hyoga sintiendo que su corazón estaba a punto de detenerse.
-Veo que nunca has tenido tacto, Elis...-murmuró Hades sarcásticamente, logrando que la chica gruñiera brevemente.-...Les explicaré con algo más tangible...
El espíritu flotó hasta la puerta batiente y con una breve brisa de sus manos la empujó. Ahí se encontraba el doctor rodeado de enfermeras y dándole choques ahora al cuerpo sin armadura de Shun.
Un ruido continuo inundó a la habitación, mientras el movimiento de la habitación se detenía y el doctor cubría el cuerpo con una manta y susurraba.
-...Está muerto...
Hyoga cayó al suelo y comenzó a llorar desconsoladamente , mientras que Ikki contemplaba furioso a Hades que sonreía animosamente y Elis simplemente suspiraba apesadumbrada.
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Shun se despertó en medio de la nada, en una total oscuridad, se puso de pie y miró a su alrededor, tratando de descubrir su paradero.
-¿Dónde estoy?-miró su cuerpo y gritó sorprendido.-¡Mi Kamei!
Trató de invocarla con su cosmo pero fue en vano, él se cubrió con sus brazos por el frío.
-...Debo encontrar el camino...Lo único que recuerdo es que Hyoga y mi Nii- san...
...La pelea... ¡El ataque! ¿Cómo pude sobrevivir?
Shun inspeccionó su cuerpo, no tenía ninguna herida en sus brazos, pecho ni piernas, suspiró un poco más tranquilo, pero no se quitaba de la cabeza en dónde podían estar ellos dos, los dos seres más queridos por él.
Comenzó a caminar sin rumbo, viendo todo el paraje que lo rodeaba, un sitio que era de aspecto gris y que parecía haber sido olvidado por Dios. El joven de cabellera verdusca caminó hasta donde se encontraban un pequeño grupo de personas, cinco en total, dos hombres y tres mujeres, de piel muy blancuzca y todos ataviados con túnicas grisáceas, que parecían que conversaban como en susurros inentendibles a simple vista, pero que se acrecentaban cuando iba avanzando el chico hacia ellos.
Shun tragó saliva y decidió hablarles, eran los únicos que había visto en esos escasos cinco minutos o más, no sabía a decir verdad cuánto tiempo había pasado de la pelea y su resultado.
-Disculpen... ¿Ustedes saben dónde estam...?
Todos voltearon a verlo, Shun exclamó un grito de terror al ver que todos no tenían ojos y en donde se encontraban sus órbitas había una especie de abismo grisáceo como si se tratara de una nebulosa, salió corriendo sin pensarlo dos veces, muy lejos de ellos, pero no se fijó por donde iba y cayó a un precipicio delante suyo cubierto por una densa niebla.
-¡HYOGAAAA!
El joven cerró los ojos y se dejó caer, pero unas manos lo retuvieron en el aire, Shun abrió sus ojos con el fin de ver quién era quien le había salvado.
Sólo vio una silueta en medio de la nada que estaba agachada y le sostenía con fuerza, Shun suspiró con alivio y trató de reconocer a la persona.
-¿Eres tú, Hyoga, Nii-san?
La silueta simplemente le sonrió y comenzó a subirlo hasta donde él.
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-¡¿PUEDES HABLAR DE UNA BUENA MALDITA VEZ?!-gritó Ikki mientras veía como Hades estaba como si nada ante la noticia antes dada.
-...Hades quiere ayudarles...aunque la palabra no es la exacta si lo que quieres es divertirte a causa de los mortales...-murmuró Elis mientras suspiraba y miraba a Hyoga que estaba ahora de pie y limpiaba sus lágrimas con su puño.
-¿Entonces lo único que quieres es vernos pelear?-murmuró Hyoga viendo al espíritu.
-...Algo así...-sonrió Hades mientras se acercaba al joven y miraba fijamente sus ojos azules.-Hyoga...
-¡Deja de verme así!-gritó Hyoga mientras alejaba con su mano al espíritu.
-Como que ambos no les agrada que uno los vea con admiración...-suspiró Hades mientras volteaba a ver la sala de urgencias y les daba la espalda.- ...Shun está en un lugar al que yo tengo acceso...Claro, ahora como podrán ver no puedo traerle... pero puedo hacer una entrada para que vayan a buscarle y le regresen a su cuerpo...
-¿Pero...?-murmuró Elis mientras veía al dios.
-¿Acaso tienes un comentario para todo?-murmuró un tanto indignado Hades.
-...Siempre hay un pero en todo...¿No es así?-le continúo Hyoga mientras sonreía levemente.
-Terriblemente y gracias a la matasuspensos Elis...Sí...-volteó a verla el joven de cabello negro y luego los volteó a ver.-Deben hacer esto en un lapso de tres horas...si no cumplen con el plazo, ustedes y Shun se quedarán allá bajo...para siempre...
-¡Hay que ir!-dijo Hyoga mientras avanzaba hacia el espíritu, a su lado le seguía Ikki.
-¡Abre esa maldita entrada!
-...Tranquilos...-murmuró Hades deteniéndoles con sus manos.-...Debo recordarles a ambos que aún no han sido curados...Si van en ese estado no creo que las vaya a ir muy bien que digamos...Tendrían desventaja...
-¡Cuánta solidaridad!-murmuró entre risas burlonas Elis.
-...Deberías callarte...Tu tiempo ya está a punto de terminarse...-dijo Hades mientras avanzaba hacia ella y veía como poco a poco la mirada de Elis se tornaba a la normalidad.
-¡Maldito Ha...!-la joven no pudo terminar ya que se desvaneció y casi estuvo de caerse al suelo si no fue por Ikki que la sostuvo en sus brazos.
-¿Entonces cuándo vamos?-murmuró Hyoga mientras veía al dios.
-Veamos...¿Qué les parece dentro de una hora?-sonrió el joven.
-¿A Shun no le pasará nada malo en una hora?-le miró desconfiado Ikki.
-...El tiempo no existe en donde está Shun...no se preocupen...-dijo Hades mientras sonreía, vio más allá de ellos y sonrió.-Bueno...creo que los dejo por el momento...tienen visitas...
El "fantasma" se desvaneció, mientras Ikki y Hyoga vieron como tres enfermeras los veían muy sorprendidas y con cara de que a ambos les faltaba un tornillo.
Eli abrió los ojos y se sonrojó terriblemente al notar que Ikki la sostenía de la cintura y se separó abruptamente.
-¿Q-qué pasó?-murmuró la chica mientra trataba de desacelerar su respiración.
-...Te desmayaste...-dijo secamente Ikki mientras miraba fijamente a la jovencita.
-¿Qué?-Ella volteó a ver a Hyoga para serenarse.
-...De seguro por el cansancio te pasó eso, Eli...Debes descansar...-sonrió Hyoga.
-...Toma...-dijo esta vez Ikki y depositó algo en la mano de la chica.
Eli abrió su mano y se encontró con una barra de chocolate y miró sorprendida al chico de cabellera azul.
-...Te dará las energías que te faltan...-dijo Ikki mientras lo
-G-gracias...-sonrió ampliamente la joven, mientras aparecían breves lágrimas.
-Guarda esas lágrimas para los muertos...-dijo Ikki mientras sonreía casi de forma imperceptible, mientras Hyoga no daba crédito a lo que veía.
¿Ikki sonriéndole a alguien que no era Shun?
Pero no pudo seguir sorprendiéndose ya que las dos enfermeras los jalaban a él y a Ikki para curarles las heridas a otra habitación seguidos por Eli que de forma callada desgustaba la barra de chocolate.
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-¿Quién eres?-murmuró Shun mientras se hundía en esa miraba rojiza que le miraba fijamente mientras se calentaban con una pequeña fogata hecha a base de ramas gruesas de un árbol cercano.
-...Me llamo Caleb...-sonrió el joven de cabellera grisácea y puesta como en un mar de trenzas delgadas y muy cuidadas, que llevaba una túnica del mismo color de sus ojos. -¿Y tú cómo te llamas?
-...Shun...-sonrió ampliamente el chico.-¿Dónde estamos?
-Si te digo que no lo sé, ¿me lo creerías?-dijo apenado el chico.- Simplemente desperté y estaba aquí...
-¡Yo también!-afirmó Shun maravillado.-¿Por qué no vamos juntos a ver cómo salimos de aquí?
-¿En serio?
-¡Claro! No quisiera toparme con esas personas sin ojos...
-Veo que te ha pasado lo mismo que a mí...-dijo Caleb poniéndose de pie y ayudándole a levantarse.-Vamos...
-Sí-afirmó decidido Shun mientras pensaba muy concentrado.
...Hyoga...Nii-san...Espero que estén bien...
-¿En qué piensas, Shun?-murmuró Caleb preocupado.
-...Pensaba en mi hermano y en...
-¿ Y en...?-dijo curioso el chico de cabello gris.
-...Hyoga...Alguien que amo mucho...-dijo apenado Shun.
-...Ya veo...-sonrió Caleb mientras avanzaba y se adelantaba.-Vamos hacia allá...Tomemos como que es el Norte... ¿De acuerdo?
-¿Hace cuánto estás aquí?-dijo Shun alcanzándole.
-Ciertamente ya perdí la cuenta...A veces siento que el tiempo avanza lento y otras que va muy rápido...Pensaba antes que habían sido cinco días...un mes...luego diez años...luego cuarenta...y luego decidí ya no contar más...
-¿Tienes a alguien querido que te espera?
-...Sí...Amara...-sonrió el chico.-La conozco desde que éramos niños...Tiene el cabello verde claro y los ojos grises...es muy bella...no sabes cuánto... –suspiró y miró a Shun.-¿Y ese Hyoga cómo es?
-Cabello rubio, ojos azules...Es de Siberia...-sonrió ampliamente Shun.
-¿Es atractivo?-le miró de reojo, lo que hizo que el santo de Atena se sonrojara.
-...S-sí...También lo conozco desde que éramos niños...Entrenamos un tiempo juntos...
-¿Entrenaron? ¿No me digas que son santos?
-H-hai...-sonrió Shun.
-¡Vaya es genial!-dijo muy contento el chico.-...El camino será más fácil...
Lo único que Shun hizo fue ponerse a reír y luego le siguió Caleb, mientras a lo lejos los contemplaban las personas sin ojos mientras aún susurraban.
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-¿Dónde estará Shiryu?-murmuró Saori mientras era seguida a duras penas por Tatsumi, debido a los grandes e inquietos pasos de la joven diosa.
-Tranquilícese, Saori-sama...-murmuró el hombre mientras le seguía por la planta baja de la mansión.
-¿¡Cómo quieres que me calme, Tatsumi!? Hyoga, Shun y Ikki en el hospital...y ¡Shiryu no da señales de vida! ¡No sé dónde está! –gruñó desesperada la joven mientras movía su abanico color blancuzco por todos lados.
-No logrará nada si no se tranquiliza...Debemos pensar en donde puede estar Shiryu...-murmuró Tatsumi reflexionando, vio a hacia a la escalera y se le ocurrió una idea.-¿ Y si está en su cuarto?
-¿Eh? ¡¿Cómo se te ocurre?! ¡¿Yo fui hace un rato ahí y...-El rostro de la joven se iluminó y una sonrisa traviesa apareció en sus labios. -¿Con que sí, Shiryu?
Saori avanzó decidida por las escaleras, mientras Tatsumi trataba de entender que era lo que pasaba.
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-¡Shiryu! ¡Vienen hacia acá! –murmuró apenas susurrante Shunrei mientras se vestía a toda prisa.
-¡Ya lo sé!-dijo Shiryu también vistiéndose rápido mientras trataba de ordenar su cama y la de Seiya a duras penas.-Cuando Saori piensa, piensa tenebrosamente...
-¡Se oyen más cerca!-dijo Shunrei corriendo hacia Shiryu y abrazándole.
-¡Maldita sea!-dijo Shiryu abriendo la ventana de su habitación.
¿Qué hago?
Una idea le vino a la mente a Shiryu, superior a la de la diosa, sonrió y tomó las maletas de Shunrei con una mano y con la otra abrazó a la chica.
-¿Qué haces, Shiryu?dijo la chica sorprendida.
-Un plan que hará que haya un rechinar de dientes por parte de Saori, jejeje...-rió divertido Shiryu ante la sorpresa de Shunrei que no daba crédito a lo que su prometido hacía.
Ambos brincaron al mismo tiempo por la ventana, cuando Saori forcejeaba la puerta y daba alaridos esperando respuesta.
-¡Shiryu, ábreme! ¡Sé que te estás ahí!
Luego le siguió la voz de Tatsumi...
-¡Shiryu! ¡Abriré ahora mismo esta puerta!
Muchos empujones y golpes hicieron que la puerta se abriera, Saori y Tatsumi entraron a la habitación y la encontraron vacía y muy ordenada, como siempre, sólo que la ventana estaba abierta y la brisa fría se colaba por ahí.
-Maldita sea...-murmuró en voz baja Tatsumi mientras cerraba la ventana y ambos salían del cuarto.
-Creo que no fue un complot después de todo...-murmuró apesadumbrada Saori, en eso que estaba hablando cuando el timbre comenzó a sonar, ella volteó a ver severamente a Tatsumi y le grit.-¡TATSUMI, ABRE LA PUERTA!
¡Sí, Saori-samaaaaaaa!-dijo Tatsumi corriendo a toda velocidad por las escaleras mientras era seguido por Saori que agitaba ahora más serena el abanico.
Tatsumi abrió la puerta y él junto a Saori no daba crédito a lo que veía: Estaba Shiryu cargando una maleta en cada mano y a su lado estaba Shunrei sonriendo tímidamente. Ambos curiosamente estaban mojados únicamente de sus cabellos.
-Buenas noches, Saori-san...Lamento el retraso, fui a recoger a Shunrei al aeropuerto...-sonrió Shiryu levemente.
-¿Y por qué no me avisaste que habías salido, Shiryu?-murmuró muy enojada Saori.
-Usted estaba en su despacho, no quise molestarla...
-Es culpa mía, Saori-san...-susurró Shunrei apenada. –Debí avisarle a usted primero que iba a llegar...Lo lamento tanto...
-No te preocupes, Shunrei...-sonrió aliviada Saori.-No hay problema que te quedes unos días con nosotros...
-...Gracias...-dijeron ambos viéndose felices.
-¿Se puede saber por qué sólo están mojados del cabello?-dijo de reojo y desconfiado Tatsumi.
-...B-bueno...Es que...-Shiryu no supo qué decir ahí.
-¿Ustedes saben que uno con el calor del cuerpo puede secar la ropa? Además que el trayecto del aeropuerto hasta aquí es largo...Creo que nuestro cabello le gusta el agua gracias a Rozan...-en este punto Shunrei se puso a reír, luego la siguió Shiryu y por último Saori.
-Bueno, pasen...Cámbiense y vayamos a comer...¿De acuerdo?-dijo Saori entrando a la casa, Tatsumi no dejaba de verlos desconfiadamente, Saori se dio cuenta de eso y le dio una mirada fulminante.-¡TATSUMI, PREPARA LA COMIDA, AHORAAAAAA!
¡Sí, Saori-samaaaaaaa!-dijo Tatsumi corriendo a toda velocidad hacia la cocina.
Shunrei se acercó al oído de Shiryu mientras entraban a la casa y le susurró maravillada.
-...Esto fue muy divertido...
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Eli, Hyoga e Ikki estaban en el cuarto para Shun, debido a la insistencia de los tres habían conectado a Shun a una máquina, el doctor Kino no puso ninguno queja debido a que conocía a los protegidos de Mitsumasa.
Eli estaba al lado de Shun, sentada en una silla, mientras que Ikki y Hyoga veían a lo lejos al jovencito como si estuviese dormido.
-...Vaya que te quiere mi hermano, pato rubio...-murmuró Ikki viéndole.
-...No lo sé, tal vez mal interpreto lo que hizo antes por mí...-suspiró Hyoga amargamente.
No pudieron seguir hablando, ya que Hades apareció y les sonrió satisfecho.
-...Bien...Ya es hora ...
-Eli, cuida bien a Shun, ¿de acuerdo?-dijo Hyoga sonriéndole.
-No te preocupes por eso...-le devolvió la sonrisa la chica.
-Vámonos, pato...-dijo Ikki avanzando.
-No, no...Veo que llevan las cajas de sus kamei...-dijo Hades deteniéndoles.
-¿Y qué con eso?-dijo Ikki.
-No pueden llevarlas...
-¿Qué?-dijeron ambos sorprendidos.
-Sí, les dije que curaran sus heridas...Pero no pueden ir a buscarlo con sus armaduras...Les quedará imposible la entrada ahí...
-¿Qué? ¿Acaso explotaremos si entramos con ellas?-se burló Ikki.
-No tan literal...pero morirían instantáneamente...-murmuró Hades con una sonrisa llena de sarcasmo.
-Nos arriesgaremos...-sonrió decidido Hyoga.-Abre la entrada...
-...De acuerdo...-Hades movió una mano y una especie de agujero negro apareció a su lado.-...Pasen, amigos míos...
-Hasta luego, Eli...-murmuró Hyoga adelantándose y entrando al agujero.
-Cuidate...-apenas murmuró Ikki siguiendo al chico rubio.
-...Chicos...-dijo Eli viendo a Shun.-...Cuídense...
El agujero se desvaneció con la orden de Hades, él avanzó hacia la cama donde Shun estaba acostado, puso su mano en su barbilla y sonrió.
-...Si esos dos no sobreviven...Tu cuerpo será mío...
Fin del Capítulo 8
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Notas de la autora: Sigo con el sufrimiento y desgracia XD! Bueno no tanto, jejeje ...Ikki y Hyoga unirán fuerzas para rescatar el alma de Shun de allá abajo O.O!! ¿Quién es Caleb y de dónde rayos salió? Pues salió de mi cabecita :P No sé x qué me llama la atención ese nombre, la primera vez que lo oí fue en la última temporada de Buffy, era un tipo como reverendo :P ¿De dónde salió? Lo leerán, no les daré spoilers de mis historias :P
Lo de la idea del chocolate fue gracias a ver este miércoles 21 Harry Potter y el prisionero de Azkaban (Lupin y sus chocolates :P), debo decir que hay cosas que no salen y son distintas en la película, pero tiene un saborcito que me gustó (Hay gente que no estará de acuerdo conmigo, pero ya ni modo, quiero volver a verla con mi ñiño yuhuuuuuuu! :P)
Ay Shiryu y Shunrei! No me esperaba eso de ellos XD XD
Espero moverme con el cap siguiente, este fin de semana me meteré con cuñas de radio y el Domingo con la filmación de un spot, deséenme suerte XD
Cuídense mucho y ahí nos vemossss!
Fuu-chan, Kaze no senshi
PD: No han notado algo raro en Eli? XD
