Viejos amigos.
Paso un tiempo, terminé de hacer los últimos arreglos financié varios proyectos de reconstrucción y recuperación. Las granjas abandonadas durante la guerra, los pueblos, se motivó el regreso a los mismos y pronto volvieron a su normalidad. El camino desolado preparado para la guerra, volvió a florecer gracias a una buena planeación y un poco de ayuda de sus vecinos.
El regresó a la ciudad imperial de su población total fue algo lenta mientras recuperaba su capacidad productiva, pero lo hizo. Además, con la administración de Crystalia, se terminó el cementerio de los héroes, donde se enterraron a todos aquellos que participaron en el conflicto, desde el levantamiento hasta la captura de Canterlot. El día de la inauguración, la asistencia fue casi tan alta como en otros eventos oficiales o festividades, una gran cantidad de ciudadanos.
Los observé antes de subir al monumento, en el centro del mismo se levantaba una gran estatua de Angelina, a quien el pueblo considero como la líder del movimiento rebelde, la cara del pueblo. En la estatua se mostraba a la pegaso sosteniendo la bandera imperial, señalando al frente con su otro casco, con las alas extendidas y el rostro decidido. Debajo de ella en el pedestal de la estatua una placa memorial a todos los caídos, entre los que se encontraba ella. A cada lado de la estatua se extendían dos muros curvos, en los que se mostraba el nombre de cada compatriota caído, cada desaparecido.
Pasé al frente del monumento, observé a mi amiga inmortalizada y volteé a ver a la multitud, que esperaban unas palabras de mí:
-Un año ya se cumple desde que la guerra acabara, un año ya desde que empezamos la reconstrucción, fue un camino difícil, enfrentamos muchas dificultades y no todos conseguimos ver el nuevo amanecer. Pero, el imperio perdura, y perdurara, gracias a todos los que lucharon, a todos los que cayeron, ahora yacen aquí, en su campo de honor y les recordaremos por siempre. A ellos y a su sacrificio, a todo lo que ellos dieron por el imperio, por todos nosotros.
A la amistad, los amores y los buenos momentos que dieron a todos sus conocidos que ahora les recuerdan con melancolía, les prometemos mantener vivo su legado. – terminé volteando a ver de nuevo la estatua.
Me mantuve un rato ahí, con Crystalia, Janina y algunos de mis guardias, recorriendo el cementerio, cerca del centro, estaban enterrados uno junto al otro, Angelina y Ópalo. Los que murieran en el levantamiento inicial habían sido trasladados del cementerio original de la ciudad a este sitio, fue Crystalia la que considero adecuado enterrar a ambos en la misma zona del campo de honor. Me quedé un momento ahí, leí el texto en ambas lapidas, Janina paso adelante, dejándoles flores a ambos, retrocediendo a mi lado nuevamente.
-Gracias por todo, buenos amigos, fueron ustedes las primeras verdaderas amistades que pude hacer, jamás les olvidare. – dije antes de retirarme.
Camino de regreso al palacio, Crystalia se acercó a mí:
-El mausoleo imperial, junto a la catedral ah terminado de ser construido adalid, hemos trasladado dentro las reliquias de Cadence, de Shining, y las reliquias que quedan aun de la primera emperatriz.
-Bien, ahora el pueblo tiene un lugar donde recordarles. – respondí.
Dije, cambiando la dirección, yendo hacia la catedral, ahí fui dirigida por Crystalia hasta la cripta imperial, un edificio rectangular, con un techo triangular, ampliamente decorado, completamente hecho de cristal, como la amplia mayoría de edificios de la ciudad. Parte no hablada del tratado, pero si escrita, incluía la recuperación de los restos de Shining Armor y las reliquias imperiales originales del imperio, estas llegaron con nosotros a la ciudad, Shining Armor sin embargo, tardo un poco más en ser trasladado.
En el frente de la cripta, arriba de la puerta un mural plasmado en la piedra adornaba el portico, representando a ambas emperatrices, en medio de ellas, el corazón de cristal. La puerta consistía en una reja lila, que permitía la vista hacia el fondo, donde tres grandes ataúdes de piedra purpura, guardaban las reliquias.
Observé hacia abajo un momento, pensando que había sido por ellos que yo había tenido esta oportunidad, que había podido mejorar y encontrar un lugar, un propósito. Si nunca me hubieran querido adoptar, quien sabe cuanto tiempo hubiese pasado en aquella estatua, tal vez siglos, milenios, no se. Desde ahí me despedí de Crystalia regresando al palacio con Janina, y mis guardias. Atendí todos mis deberes de aquel día, las reuniones de la corte, los problemas que aún quedaban, la diplomacia y comerció aun en rumbo de renacer.
Me quedaba una cosa que completar, algo personal, había hecho traer la estatua de Chrysalis y Tirek, con trabajo logre dividirles, mandando la de crysalis al reino cambiante. Con ayuda de Ruby y Starlight quien ahora vivía en la ciudad con Sunburst y Trixie, había logrado encontrar el hechizo usado para liberarme. Había tomado tiempo, pero estaba lista para volverles a ver y podía liberarlos, En cuanto a Chrysalis dejaría su destino en manos de su pueblo, Thorax tendría la última palabra. En cuanto a Tirek, creía que podía ofrecerle una nueva oportunidad, como Cadence y Flurry me la habían dado a mí.
Prepare un espació seguro del que, de no salir bien las cosas, Tirek no podría escapar, una prisión en las catacumbas de la ciudad, a la que podría entrar desde el palacio si lo deseaba. Ahí ordené se llevará la estatua de Tirek, ordené también la presencia de Ruby, de Crystalia, Janina y de Sergeí junto con mis guardias,. De salir mal y Tirek intentar absorber la magia de cualquiera de los presentes, Crystalia con su magia y apoyada por sus sacerdotisas, crearía una barrera que evitaría esto, barrera que se mantendría levantada encerrando al centauro.
Si dicho resultado pasaba, al menos ya no seria una estatua y podría bajar a verlo y hablarle, tratar de convencerlo, si por el contrario funcionaba y aceptaba esta oportunidad, podría dejarlo hasta cierto punto libre, no sin vigilancia. Starlight, me aconsejo tuviera un plan claro para él, algo que pudiera convencerle, recordé algo que Discord le llegó a decir, sobre su padre, el que en el momento de que se fuera de su tierra fuera rey. Nadie en el imperio sabia nada de aquellas tierras lejanas, pero tal vez, era ahí donde Tirek debía ir para encontrar como yo, un propósito.
Con todo pensado, descendí con toda mi comitiva, me pare frente a la estatua de Tirek, le observe y pronuncié:
-Se que me escuchas, que ah pasado mucho tiempo, tal vez demasiado, no creo este castigo sea justo, se lo que conlleva, y después de ver lo que yo eh logrado, estoy convencida que, en algún lugar, también tienes una tarea que cumplir. Voy a liberarte ahora de la prisión de piedra, te advierto, si intentas cualquier cosa, tengo el poder suficiente para someterte por mi propia cuenta además de que una barrera mágica será conjurada a la primera señal de amenaza, esta barrera, de conjurarse te encerrará en este sitio. – terminé iluminando mi cuerno.
Retrocedí un poco, conjurando el recién aprendido hechizo, disparándolo contra la estatua, poco a poco la roca se deshizo, dejando salir de ella, el cuerpo del centauro. Lo primero en moverse nuevamente fueron sus manos, de ahí paso a sus brazos y a su cuerpo, cuando su rostro fue liberado, un grito que no salió en su momento fue expulsado y luego cayo al suelo. Intentó levantarse, pero sabía que no iba a poder, no de inmediato, su cuerpo estaría entumecido.
-Hola Tirek. – pronuncié.
-No pensé, que volvería a verte así enana, aunque veo que ya no eres tan enana y que has adquirido unas... mejoras. – dijo pasando su vista por mis alas cuya punta se había decolorado de cian y terminando su vistazo en mi cuerno. – Tardaste mucho.
-No podía haberlo hecho antes, aunque lo hubiera querido.
-¿Y que me vas a decir? ¿Ahora eres bondadosa? ¿Twilight y sus amigas, lograron cambiarte? ¿Pretendes que acepte esa amistad?
-No, no fueron ellas, si eh cambiado, veo el mundo muy distinto a cuando te conocí, tengo una perspectiva muy distinta a ese entonces. Pero, no fueron ellas o sus elementos lo que me cambiaron, en dado caso, el corazón de cristal tendría mas responsabilidad de eso, así como los ponis que conocí aquí y la familia que decidió adoptarme. Pero, lo que de verdad logro el cambió, supongo fue el darme cuenta, que tenía un lugar, que tenía ponis que confiaban en mí, que me dedicaban cariño, en ocasiones incondicional. Eh hecho por este imperio, lo que nunca pensé haría, y haciéndolo encontré una verdadera razón de ser. – respondí.
-¿¡Como se supone que eso me ayudara a mí?! – cuestionó intentando ponerse de pie.
-No creo que lo que me ayudo a mí te ayudara a ti, lo que, si creo, es que has estado persiguiendo algo en la dirección equivocada, dime una cosa. Después de controlar toda la magia y haber traído destrucción a todas estas tierras. ¿Qué seguía después?
-¡Por fin podría terminar lo que inicie hace tanto tiempo! ¡Pero eso que le va a importar a una poni como tú! – Sentenció
-Tengo desconocimiento de lo que ah acontecido en el reino del que provienes en los últimos siglos, en el último milenio, pero sé que los tuyos no son inmortales, algunos son más longevos y hay formas en que pueden alargar su vida. Pero, fuera cual fuera el motivo, por el que en ese entonces huiste, ¿Importa hoy? Hasta donde sé, tenías un hermano, un padre, que era rey, una madre. ¿Qué paso entonces Tirek? – cuestioné.
-No pretendas conocerme, no sabes nada de mis motivos.
-Entonces dímelo: ¿Quién es Tirek? ¿Un tirano? ¿Un megalómano? No te interesaba reinar Equestria, solo querías la magia que había en ella ¿Qué harías con ella Tirek? ¿Cuál era tu propósito original?
-¿¡Que importa?! ¡Que vas a comprender tu de eso! ¡Se suponía que regresaría y derrocaría a mi padre, le iba a dar una verdadera razón de temerme! ¡Pero, fui traicionado en mi empresa! ¡Por mi propio hermano! ¡Mi sangre! – sentenció fúrico queriendo atacarme, pero con un potente hechizo, logre hacerlo retroceder sin esfuerzo.
-Dices, que tu sangre te traiciono… no sé qué habrá pasado entre tu padre y tú, que esperabas probarle, sí es que se lo querías probar a el si quiera. Pero, aun tienes la oportunidad, de regresar y recuperar tu honor, tu linaje, pasando la frontera norte del imperio, nadie te detendrá, hay una gran porción de territorio inhóspito, pero ya hiciste el viaje una vez.
-¿Volver? ¡¿Volver sin nada?! ¡Soy un exiliado!
-Es mejor que estar en una estatua, y quien sabe, tal vez alguien que alguna vez conociste sigue con vida. En el pasado, había un contacto entre los reinos ponis y los reinos al norte, pero desde hace quinientos años, dejó de haber noticias. ¿Qué sucedió mientras estabas aquí? ¿No te interesa averiguarlo?
-Tiene… mucho tiempo que no veo aquellas tierras, seria como un extranjero, no habrá lugar para mí. – dijo, retirándose al fondo del cuarto.
-Levantaremos la barrera, volveré a verte, que sepas que, si lo decides, yo te puedo dar una nueva oportunidad… Piénsalo. – terminé sin recibir respuesta, ordené a Crystalia levantara la barrera mágica y volvimos al palacio, no podía hacer nada por el si no aceptaba mi casco, pero confiaba que eventualmente, lo aceptaría.
Mi reinado continuó, seguí dando cada día todo lo que podía por el imperio, observaba como la situación cada vez era mejor, como lentamente las heridas de la guerra se diluían. Con el tiempo sabía otros problemas podían surgir, pero sabría enfrentarlos, sin embargo, algo que preocupaba mi mente, era mi propia inmortalidad, más que mi inmortalidad, era la mortalidad de mis amigos y conocidos, de Janina. Mientras gobernaba, con Starlight y Crystalia me dedique a una búsqueda que tal vez jamás encontraría final, pero lo intentaría.
También llegaron al imperio las noticias de lo que aconteció en Equestria después de la guerra, el conflicto con los Batponi concluyó un año después del tratado de paz con el imperio, la independencia de Selenia era oficial, y habían conseguido que la princesa Luna mediara al final con Equestria afianzando los territorios de la nueva nación al oeste y terminando en unos términos relativamente pacíficos, sin embargo, no había noticias de Celestia, ni siquiera de boca de Luna. En cuanto a la frontera sur de Equestria, seguía sufriendo ataques de las naciones al sur, escuchamos de un pacto de defensa formado entre Equestria, Arabia equina y Monte Aris para mantener la seguridad en las fronteras de ambos estados, siendo la de Monte Aris la más amenazada y lejana.
Una era había terminado, Equestria había perdido en la guerra un tercio de su territorio, su estatus como primera potencia había acabado y estaban en constante asedio. El reinado de Twilight, aunque había visto muy buenas décadas para Equestria, eran en gran parte debido a que había recibido de Celestia un reino prospero que ahora entraba en periodo de diversas crisis. Entre alianzas rotas, tierras perdidas, catástrofes económicas y comerciales, en el extranjero todos veíamos intrigados que podría pasar con la nación que por mucho había sido la indiscutible gobernante del mundo. Una nueva era había llegado, y aguardaban grandes desafíos para todos nosotros, ¿estaremos listos para enfrentarlos?
