Capitulo 1: La soledad desespera...

La soledad se agolpaba en la vieja mansión Malfoy. Un muchacho intentaba ahogar sus penas en un vaso de Whisky...luego en dos...y mas tarde ya eran tres... Pero las heridas profundas como aquellas, no cicatrizan tan fácilmente. Tal vez producto del alcohol, el joven Draco Malfoy, de escasos veinticinco años, comenzó a llorar. La lagrima inicial termino en un torrente de emociones y sentimientos guardados por muchos años, y que luchaban por salir como lo hacían en ese momento. Aquel era un suceso casi histórico en aquella familia de sangre pura, como se hacían llamar a si mismos.

Pero, aquella demostración de debilidad, como se empecinaba en creer el rubio, era completamente justificable. Lucius Malfoy, su padre, luego de ser encontrado en el ministerio de la magia intentando robar una profecia para su amo Lord Voldemort, al termino de su quinto año escolar, fue condenado al tan temido "beso" del dementor, y ahora era simplemente un cuerpo sin alma. Cuando alcanzo los diecisiete años, y ayudo a la orden del fénix, su madre, presa de la locura y la frustración por haber tenido a un hijo no mortífago, se lanzo a si misma la maldición "avada kedavra", suicidándose así y dejando al pobre Draco, mas solo que nunca. Y durante el reinado de terror que restauro Voldemort en tan poco tiempo, desafiando a toda su familia, eligió no seguir los pasos de su padre convirtiendose en ferviente enemigo del Lord Oscuro y se destaco en la Gran Batalla, por su heroica actuación que lo hizo mundialmente famoso.

Pero para un hombre, la fama no lo es todo. El necesitaba cariño, afecto, contención, un poco de ese amor que nunca nadie supo o quiso darle...

Y se sentía solo.
Estaba solo.

Mientras se desahogaba, escucho un TOC-TOC. Se asombro, porque con la tormenta que estaba sacudiendo a la ciudad, nadie en su sano juicio habría salido de su casa. Pensó debo estar borracho, y se sonrió a si mismo, era obvio que estaba borracho... Pero los golpes se oyeron nuevamente. Por un momento decidió no atender el llamado, pero se le ocurrió que alguien necesitaba ayuda en esa horrible noche de tormenta. Otra vez con esos aires pottericos...pensó.

Mareado y viendo doble, intentando ocultar las lagrimas, y con mucha dificultad, logro bajar las escaleras y llegar a la puerta.
Cuando la abrió, se sorprendió: una muchacha mojada hasta la punta de los pies, con el cabello rojo fuego y unas pecas que le salpicaban el rostro, se le quedo mirando. Y de repente recordó esos ojos. Aquellos ojos color miel que tanto le habían llamado la atención. Que tanto había observado en silencio. Aquellos ojos que lo habían enamorado. Toda una proeza, enamorar a un Malfoy, se dijo y sonrió. Si, era una hazaña, pero ella lo había logrado...

No supo que hacer, pero por suerte, allí estaba Ginny Weasley para hacerlo por el. Lo abrazo. Y el frío que horas antes había sentido, fue disminuyendo. El
hielo que se había quedado estancado en su corazón comenzó a derretirse, con el calor que ella le hacia sentir. Aquel abrazo significo TODO para el. TODO...

Estuvieron un buen rato abrazados sin decir una palabra, recordando esos viejos sentimientos que tiempo atrás no habían sabido entender. O no habían querido hacerlo. Cuando se separaron, el la invito a pasar. Se sentaron en los mullidos sillones de la sala. La pelirroja, rompió el silencio, dejando ver una lagrima furtiva que le recorrió todo el rostro.

-Lo siento-
-¿Qué es lo que sientes?- Le pregunto el rubio, al mismo tiempo que quitaba con
su mano aquella lagrima.
-Haberte dejado ir-
El silencio volvió a instalarse en la sala, mientras los dos se lanzaban miradas sinceras y tristes.

-Yo también lo siento- Ahora, el que hablaba era Draco.
-¿Y tu? ¿Qué es lo que sientes?-
-No haberte amado como te mereces.-

Ella comenzó a sollozar, y el la abrazo. Luego la aparto suavemente, y le dio un tierno beso en los labios mojados de tanto llorar.

- Pero eso puede cambiar Ginny. He comprobado lo que dicen, que solo te das cuenta de lo que tienes, cuando lo pierdes...y yo lo he hecho, me di cuenta que
eres la mujer de mi vida, que nada tiene sentido si no estoy contigo...TE AMO GINNY WEASLEY...-

Ella lo miraba con ternura, y le sonrió.
-Estas borracho – Le dijo.
-Si eso me ayuda a decirte todo lo que siento por ti, entonces voy a emborracharme todos los días...-
-Pero yo no quiero que te mueras de una cirrosis...-
-Pero es que yo quiero morirme junto a ti, no importa de que...quiero vivir lo
que me quede de vida contigo-
-¿Me estas proponiendo matrimonio de forma indirecta?-
-Tal vez-
-¿Tal vez? –
-No estaba en mis planes...pero lo considerare... –
-Pues, vas a tener que considerarlo rápido, porque no quiero tener hijos antes
del casamiento...-
-¿Hijos? ¿Tan pronto? Pero yo creo que podemos implementar los pasos
anteriores...

Dicho esto, y luego de tirarse sobre Ginny, se escucharon unos ronquidos...¿Puede ser posible? Nos vemos después un largo tiempo y cuando vamos a pasar a la acción...el chico en cuestión se queda dormido! ¿puede sucederme esto a mi...? Penso Ginny, acomodándose en el sofá y proponiéndose dormir luego de una noche muuuuy larga...