Capitulo 3: Fuego Cruzado

Draco Malfoy despertó. Abrió los ojos lentamente, y los volvió a cerrar. Intento encontrar el cuerpo que la noche pasada había dejado junto a el, pero no pudo hacerlo. Ginny Weasley no estaba. Se levanto de un salto, y un poco mas despabilado recorrió con la mirada la amplia habitación en la que se encontraba. Al no encontrar a la persona buscada, se puso una bata que estaba colgada en el armario y salió a buscar a Ginny por la casa.

Le daba terror perderlo de nuevo. Para su desesperación, la pelirroja no aparecia y Draco estaba cada vez mas temeroso de que lo hubiera dejado. No puedo creer que tenga miedo que una mujer me deje...y mucho menos una Weasley... Se dijo a si mismo, y sonrió ante su comentario. Era verdad, siempre había sentido antipatia por toda persona que portara el apellido Weasley, y ni el mismo sabia exactamente por que. Seguro algun otro legado de los Malfoy que rompi... Y volvió a sonreir. Malfoy nunca había sonreído, pero esa muchacha hacia milagros en el.

De pronto, ensimismado en sus pensamientos, se choco con algo.

- ¡Auch! – Exclamo al mismo tiempo que se frotaba la nariz dolorida por el golpe.

Observo mejor con que se había chocado, y se dio cuenta que era una nota. Una nota, que "por arte de magia" estaba colgada en el aire.

Draco la tomo, y la leyó:

Querido Draco:

He observado que no tienes NADA para comer en la heladera, y a menos que pienses que este gorda y me quieras matar de hambre, he salido a comprar algo para que podamos comer por unas semanas. Espero que no te ofenda que una mujer te este comprando la comida...y si esa mujer es una Weasley...uyuuyu te debes estar poniendo rojo...bueno, mejor que me haya ido mientras dormias, porque sino...no me dejarias irme...

Te quiero mucho, volvere pronto, no m extrañes...mucho...

Ginny

Draco tenia una leve sonrisa en los labios. Pensó que tiempo atrás se hubiera molestado y mucho por esto, pero ahora se sentía mucho mas maduro. Creia que el haber heredado toda la fortuna de sus padres lo harian todavía mas arrogante que cuando era un niño, pero había sido todo lo contrario. Se había dado cuenta que el dinero no hace la felicidad, y que cuando tuvo la oportunidad de ser feliz junto a Ginny, la había desperdiciado. Y no podía creer que ella había vuelto. Recordaba perfectamente aquellos días en los cuales había tenido que luchar con ella. Pero también recordaba como había luchado hasta la muerte, para esconder y tratar de evitar los nuevos sentimientos que lo invadian. Esos sentimientos que nunca antes se habían manifestado en el. Esos sentimientos que sentía por ella. Por Ginny Weasley…

FLASH BACK

Habian pasado muchas semanas desde que Ginnny y Malfoy se habían visto por ultima vez, y el no podía dejar de pensar en ella. Y odiaba eso. No podía entender como había podido salvarle la vida a ella, que siempre fue su enemiga.

Es que ella no es tu enemiga. Ron Weasley es tu enemigo, Harry Potter es tue enemigo...pero ella no lo es... Le decia una vocesita dentro de su mente.

Callate. Ella es una Weasley, TODOS los Weasleys son mis enemigos

¿Por qué? ¿Por qué tu padre lo decia? Le contestaba la vocesita que el empezaba a odiar.

Pero no pudo contestarle. Tenia razon, no sabia por que eran enemigos, tal vez porque siempre lo habían sido...pero ¿por qué? Nunca nadie le había dado una razon coherente de porque tanto odio...

Un sonido le indico que debia dejar su pelea consigo mismo para otro momento. Era hora de ir a la reunion que organizaba Dumbledore para indicarles que debian hacer cada uno.

Cuando llego, noto enseguida la presencia de una persona que lo hizo sudar. Una cabellera pelirroja se movia entre la gente y fue a parar a un rincón, un poco apartada de su vista. La sesion comenzó sin preámbulo, y Dumbledore empezo a hablar:

- Muy bien. Como ustedes saben, las tropas de mortífagos están disminuyendo considerablemente. Voldemort se siente presionado, por lo que pensamos que tiene programado una gran ataque en las proximas horas. Debemos estar atentos. Cualquier información puede ser util si queremos ganar la guerra. Para empezar, se dividiran en grupos para poder patrullar las zonas en donde puede producirse el ataque.

Los grupos se formaron por sorteo, y están anotados en la pizarra a mi derecha.-

La gente se fue agolpando alrededor de la pizarra. Malfoy, espero a que todos se alejaran. Cuando quedaban unas pocas personas, se dirigió a ver con quien le había tocado. Casi se cae del susto:

Weasley, Ginny; Potter, Harry; MALFOY, DRACO…y un par de personas mas que no conocía...

No podía creerlo. Tenia que patrullar toda una semana con la Weasley y el idiota de Potter que se creia el jefe de todo el mundo. Se fijo apresadumbrado donde debia hacer la guardia y a que hora. Observo que el lugar era muggle. En Londres. Al parecer tendrían que custodiar un castillo muggle. Lo que le faltaba a el, estar cuidando a unos muggles que se creen reyes, y que no sabrían si ellos les salvaban la vida...el horario era de 6 de la tarde a 6 de la mañana...¡Y encima tendrían que madrugar! Iba a matar a Dumbledore...

Eran las 6 menos diez, y Draco se encontraba parado en un callejón oscuro, donde debian de patrullar escondidos para que nadie los viera, observando cada detalle del magnifico palacio que se encontraba frente a sus ojos. Estos muggles no se privan en gastos a la hora de construir estos castillos... Pensó asombrado.

En eso estaba, cuando sintió que alguien se acercaba. Se dio la vuelta y con una maniobra rapida, ya tenia la varita en su mano, y agarrando por el cuello a una muchacha le apuntaba con ella.

¡Hey! ¡Suéltame! ¿Qué diablos crees que haces? – Ginny Weasley estaba verdaderamente enojada. Se había puesto mas roja que de costumbre, y trataba en vano de zafarse de Draco que la tenia inmovilizada con un brazo.

Vaya, vaya...Weasley...¿Tu otra vez? Menos mal que no soy un mortifago, porque si lo fuera, no tendrías posibilidades de salir viva de aquí... – Le dijo susurrándole al oido, al mismo tiempo que, inconscientemente, cerraba los ojos y sentía el aroma de su cabello. Ese cabello rojo como el fuego que la hacían tan peculiar...

No te creas...- Dicho esto, y con un rápido movimiento le pego una patada entre las piernas, allí, donde duele dejándolo sorprendido y dolorido.

¡ayyyy!- Exclamo Malfoy, que no se esperaba un golpe bajo y cayo al suelo intentando no tomar su varita y hacer algo de lo que pudiese arrepentirse...

Ginny se agacho, y acercando sus labios a su oido, le susurro:

Y la próxima vez que me toques no esperare tanto...no te tendre piedad...- Ginny intento pararse, pero un brazo la tiro al suelo y Malfoy se puso encima suyo, inmovilizándola. Con sus manos tomaba las de ella, y un pensamiento cruzo su mente por un instante. Aquí la tienes, en un callejón oscuro, sin poder defenderse, y tu estas encima de ella... Y sintió unas enormes ganas de besarla. Pero cuando sus caras estaban a pocos centímetros, y el ya sentía su aliento muy cerca...

¡Expeliarmus! – Grito un chico de unos 21 años, con el cabello negro azabache, y una singular cicatriz con forma de rayo en el rostro.

Malfoy salió volando, y choco de espaldas con una pared para luego caer en el suelo. Harry se le acerco a Ginny, que aun estaba en el suelo, pero ahora sentada, sin entender nada.

¿Estas bien? – Le pregunto el muchacho, tendiéndole una mano para ayudarla a levantarse.

S...si...eso creo...- Le contesto no muy segura, parándose y quitándose el polvo de la ropa.

Menos mal que San Potter llego para rescatarte Weasley...sino...no se que podria haber pasado...- Malfoy estaba parado, con al varita en alto, y con un tono sarcástico en sus palabras.

Cierra la boca Malfoy. Si vuelves a acercarte a ella, yo...-

¿Tu que? ¿Me mataras? – Sus palabras eran claramente desafiantes.

Dejalo Harry. No vale la pena. Vamos a trabajar, que para eso estamos...-

Los tres se quedaron en el callejón toda la noche, turnándose para dormir, aunque la unica que podía dormir tranquilamente era Ginny, ya que ninguno de los dos confiaba en el otro.

Llego por fin la mañana, y sin despedirse, Draco toco el traslador que los había transportado hacia allí, y volvió a su casa donde se baño, comio algo y se acosto.

Los días siguientes transcurrieron tranquilos. Pero Malfoy no podía dejar de pensar en el beso que casi le dio a la Weasley. No podía creer lo cerca que estuvo de hacerlo, y el recordarlo le revolvia el estomago. Si no hubiera sido por el estupido de Potter...¿Por qué siempre tenia que aparecer en el momento menos indicado? Porque era Potter...

Siempre que la pelirroja se disponia a dormir, el la observaba embelesado. Pero no quería aceptar que sentía algo por ella...aunque la Weasley era muy hermosa...pero no...era una Weasley, tenia que ser horrible...pero ella tenia una sonrisa...y unos labios...y...

¡Potter, Weasley! – Un rayo de luz verde había iluminado la noche, y la marca tenebrosa se alzaba en el cielo justo arriba suyo. Los aludidos se levantaron sobresaltados y con la varita en mano, se sorprendieron al ver lo que sucedia.

¡Tenemos que pedir ayuda! ¡Son muchos! – Dijo Ginny, al parecer asustada por la gran cantidad de mortífagos que se acercaban a toda velocidad.

¡Ginny tiene razon, debemos pedir refuerzos! Quédense aquí, mientras envio una lechuza al señor Weasley...- Dicho eso, lanzo un silbido, y una hermosa lechuza blanca se poso en su brazo. Harry saco un pergamino arrugado, y con su varita escribio el mensaje, que en cuanto estuvo terminado desaparecio. Este era una forma de comunicarse, para que, en caso de ser interceptado, el mensaje no apareciera. El hechizo consistia en que solo la persona a la que le iba destinado pudiese leelo. Hedwig ululo y alzo vuelo. Harry la observo partir. Volviendo a la realidad, les dijo a sus compañeros:

Muy bien, tenemos que parar esto como sea. Ustedes, empiezen poniendo hechizos defensivos en el edificio. – Le dijo a dos magos que asintieron y se pusieron a conjurar – Ginny, tu intenta detener a los que estén mas cerca. Malfoy, cuidale la espalda a Ginny, y trata de atacar cuando puedas. – Malfoy gruño, pensando que otra vez le estaba mandando como si fuera su jefe. Y si hay algo que no soportaba, era obedecer ordenes...pero como el también estaba asustado por la situación no dijo mas nada.

¿Y tu que piensas hacer? – Le pregunto el rubio.

Yo voy a buscar a Lestrange.- Harry lo único que había hecho en los últimos años, era buscar a Bellatrix Lestrange. Ella era la culpable de que Sirius hubiese muerto, y el no pararia hasta encontrarla y hacerla pagar caro el haberlo dejado solo. Justo cuando sentía que una parte de su familia, una parte de aquello que Voldemort le había quitado cuando era un bebe, la vida se lo había devuelto haciendo que conociera a Sirius, ella se lo había quitado. Harry no había vuelto a ser el mismo desde la muerte de su padrino, y lo único que quería era vengarse.

¡Harry!, ¡No debes dejar que lo personal interfiera justo ahora! Si sales en este momento, no solo no podras vengar a Sirius, sino que te mataran...- Ginny ya tenia lagrimas en los ojos.

Por una vez en la vida, la Weasley tiene razon, tu no puedes irte a matar a una mortifaga y dejar todo por lo que hemos estado trabajando tanto tiempo. Y voy a decirte, que si te matan no me va a importar, es mas seria capaz de alegrarme, pero no es momento de ir a hacerte el kamikaze...espera a que lleguen los refuerzos ¡Y AYUDAME A CONJURAR HECHIZOS, PORQUE NOS VAN A MATAR A TODOS! – Malfoy estaba con su varita en alto, y no paraba de lanzar hechizos a los morifagos que pasaban, haciendo que los demas se dieran cuenta de que en ese callejón había algo raro. Harry no quería admitirlo, pero sabia que Malfoy tenia razon. Así que tragándose el orgullo, fue a ayudar a Malfoy y a Ginny que hacían lo que podían.

En eso estaban cuando vieron que miles de luces se acercaban a toda velocidad en el cielo.

¡Son los refuerzos! – Grito Ginny al mismo tiempo que lanzaba un hechizo que desmayo a un mortifago que se atrvio a pasar po delante de ella. Malfoy se había dado cuanta de que la chica sabia perfectamente como defenderse y era muy poderosa. Casi nunca erraba y tenia grandes reflejos que le salvaron la vida unas cuantas veces.

Sonrieron aliviados. Cuando los refuerzos aterrizaron, comenzó una cruenta lucha, que mas tarde la llamarian: La Gran Batalla. Los cinco que aun estaban escondidos en el callejón, salieron atacando con las maldiciones imperdonables a un grupo de mortífagos, que no se esperaban el sorpresivo ataque, y que calleron muertos de inmediato.

Nadie se había percatado de que una sombra se movia lentamente, observando a su alrededor. Cuando habían pasado unas dos horas, los dos bandos se alistaron.

Los mortífagos, dejaron de pelear y se juntaron todos ante una sola persona. Lord Voldemort. Los presentes, no podían creerlo. El señor oscuro, jamas aparecia en sus batallas, era muy extraño que peleara, pues no iba a exponerse. El mandaba a sus hombres al frente y solo aparecia cuando las cosas ya estaban terminando. Pero allí estaba, imponiendo el terror a quien lo viera, un sombra con dos ojos que penetraban el alma y que parecian llevarse todo por delante.

Harry cerro el puño. Ginny se estremecio y Draco lo noto. Se puso detrás de ella. No iba a dejar que le pasara nada. Voldemort observaba fijamente a un hombre de barba blanca y anteojos con forma de medialuna. Dumbledore, tenia la varita a la altura de su pecho y en su expresión se notaba el cansancio y la tristeza de los últimos años. Se notaba que quería terminar de una vez y para siempre con Tom, como el lo llamaba. Para el no era ni Lord Voldemort, ni el innombrable, ni El señor Oscuro...para el era simplemente...Tom.

Si las miradas matasen, ambos hubiesen caidos muertos en el acto. Pero seguían allí, de pie, contemplando la destrucción a su alrededor. Voldemort alzo su varita, Dumbledore hizo lo mismo, y ante un grito de Tom, la Gran Batalla comenzó.

FIN DEL FLASH BACK

Draco se estremecio y un sudor frio le mojo la frente. Los recuerdos se agolpaban en su mente y el luchaba porque no lo hicieran. Toda su vida habia tenido que soportar a su padre hablandole del temor que debia tenerle a èl a Lord Voldemort. Pero el nunca habia querido servirle. Todo lo que queria era independizarse de su padre y no queria recibir ordenes de eso, cuando a Lucius le fue dado el "beso" del dementor, Draco sintio que habia llegado el momento de ser en la orden del Fenix, y con todo el dolor que le provoco la muerte de su madre,luchopara destruir al hombre que tanto pesar le habia traido tantoa el como al mundo entero.

Draco Malfoy, sentado en la cocina dela gran mansion Malfoy, no se dio cuenta de que una muchacha se le acercaba y le tapaba los ojos con sus manos. Y en ese momento, el joven descubrio que nohabia luchado solo para defenderse de Voldemort y poder ser libre de una vez. El habia luchado, para ella...por ella...y habia ganado la Gran Guerra solo porque la amaba...a ella...a Ginny Weasley...