Capitulo 6: El tiempo y la distancia I...
Ginny había aprobado todos sus exámenes. Y con buenas calificaciones, por lo que estaba sumamente orgullosa... y agotada... los estudios la estaban consumiendo... y Draco no podía venir a visitarla...
En la última lechuza, le había contado lo mal que estaba. El trabajo no andaba tan bien, por lo que no podía descuidarse un instante en su empresa. Tenia que estar pendiente todo el tiempo y por mas que quería no podía ir a verla.
Eso la tenia preocupada... hacia un dos meses que no se veían y ella tenia que hablar con él. Pero no podía decirle nada por carta...
Ella se concentraba en estudiar, porque así se mantenía ocupada y no pensaba tanto en él...
Ginny salía de una de sus clases, cuando sintió que alguien la llamaba...
- ¿Ginny Weasley? – Una muchacha de cabello castaño y ojos saltones la miraba con curiosidad.
- ¿Loovegod? – Ginny no podía creerlo... conque al final la "lunática lovegood" como la llamaban en el colegio, había decidido seguir una carrera. Nunca habían sido grandes amigas, pero tampoco se llevaban mal. Y por el contrario, era agradable encontrarse con alguien de Hogwarts...
- Así es, ¿Cómo has estado? Tanto tiempo...–
- Bien... bueno... en una semana se cumplen 3 años de la muerte de Percy y... – No terminó. Luna la había abrazado y no entendía por que lo hacia.
- Te entiendo. Mi padre también murió en la Guerra... – Ginny vió como una gruesa lagrima rodaba por la cara de la chica que se apresuró en quitársela. La pelirroja no sabia que Luna había perdido a su padre... y ahora que lo recordaba, su madre también había muerto hace mucho tiempo...
- ¡Oh! Lo siento... yo no sabia... –
- No te preocupes... tu no eras aquel mortífago que lo asesino... -
- No... pero es queyo se que es duro recordar todo aquello... -
-Si, lo cada vez que lohago se me llena el corazón de orgullo, porque mi padre murió defendiendo los ideales de cada mago y bruja de este mundo... y también, porque no, murió para salvar al mundo muggle... - Luna no había cambiado en absoluto. Seguía teniendo esa mirada perdida y dijo todo con aquella voz de soñadora que la caracterizaba.
- Luna ¿Desde cuando estasaquí? Nunca te había visto... –
- Bueno, soy bastante nueva... entre la semana pasada... es que todo este tiempo estuve de duelo... ¿no ves que continuo utilizando el color azul en mis ropas? – Ginny no supo que decirle. Simplemente puso cara de "claro, por supuesto, lo que tu digas" y siguieron caminando y hablando como si fueran amigas de toda la vida.
Los días pasaban, y ambas cada día eran mas amigas. Luna le había preguntado que tal iba su relación con Harry, a lo cual la pelirroja decidió contarle toda la historia.
Cuando llego a la parte en la que los mellizos, Ron y Harry, la "rescatan" de las manos de Malfoy, Luna suspiro.
Y Ginny continuo...
FLASH BACK
Ginny pataleaba y les decía a Fred y George que tuviesen cuidado con su brazo. Aun no estaba del todo sano, y se había dado cuenta cuando ellos se lo apretujaron con las manos.
- Ayyyyy –
- Bueno, hermanita, no es para tanto. –
- ¿Crees que no lo es? Por si no sabes, este brazo aun no lo sentiría, sino fuera porque Dra... Malfoy me lo curo... –
- Ay Ay... Malfoy... Malfoy... ¿Acaso quieres que le construyamos un monumento? – Ron se había metido en la conversacióny estaba furioso. Harry simplemente la observaba en silencio. Los mellizos por fin la soltaron y ella se acariciaba el brazo dolorido. Ron hacia rato que no paraba de hablar, pero ella no escuchaba. Solo lo veía mover los labios... pero ella estaba en otro lugar... estaba con Malfoy...
- ¡¿...me estas oyendo?! – Ginny volvió a la realidad.
- Ya déjala Ron. – Harry había hablado por primera vez en el viaje. Ginny se lo agradeció, aunque noto que su amigo estaba muy raro. Era la primera vez que se veían desde la batalla, y ella no creía que aquel muchacho de ojos apagados y tristes fuese el mismo Harry que la había salvado de Tom Riddle durante su primer año en Hogwarts. Fred se encontraba conduciendo un auto volador que se había comprado Arthur y que estaba en muy buenas condiciones (en nada se parecía al viejo Ford Anglia que años atrás les había pertenecido.
Volvieron en silencio y Ginny fue directamente a su cuarto. No tenía ganas de hablar, solo quería dormir en su cama. Pero Harry tenia otros planes...
La chica se desplomo sobre la cama. Estaba decidida a dormir. Pero alguien tocaba la puerta. No pienso abrir. Sea quien sea... pensó. Pero el visitante insistió. Al fin, juntando fuerzas, se levanto y giro el picaporte. Se encontró con un muchacho alto, morocho, de ojos verdes intensos y una curiosa cicatriz en la frente.
- ¿Harry? ¿Qué haces aquí? –
- Quería hablarte... ¿puedo pasar? – La chica asintió con la cabeza y él entró en el cuarto. Se sentaron en la cama uno al lado del otro. El silencio lo rompió ella, que parecía impaciente porque Harry dijera lo que dijera y la dejara dormir.
- Y... ¿qué querías decirme? – El se tomó su tiempo para contestar.
- Es que no hemos hablado desde el día en que vencí a Voldemort... – Ginny se sorprendió. El nunca había hablado de "vencer", nunca le había gustado hacerse el héroe aunque muchas veces lo había sido. Pero no le dijo nada.
- Si... es que... tres mortífagos me tenían atrapada y me golpearon muy fuerte. Me desmaye... si no hubiera sido por Malfoy... quien sabe... – Harry la miraba y sus ojos que siempre habían demostrado la gran persona que era, ahora solo la miraban fijamente sin expresar nada de nada.
- Yo no creo que te haya salvado. Piensa lo que quieras Ginny, pero Malfoy es Malfoy... –
- Harry... –
- Solo espero que no te haga sufrir... conozco muy bien a los tipos como él... –
-Pero es que él... no sé... ya me salvo la vida dos veces... ¿Por qué iba a salvarme si quiere hacerme daño? –
- Piensa esto. En Hogwarts muchas chicas vivían llorando por él. Porque él, primero se hacia el galán y cuando lograba acostarse con ellas, las descartaba. Siempre hizo lo mismo. ¿Por qué no hacerlo contigo? Además de que es una forma de ofendernos a nosotros... – Ginny no respondió. En parte tenia razón. En el colegio siempre había sido un patán. Y conocía a muchas chicas que habían sido las novias de Draco Malfoy por una noche, y que luego lloraban en todos los pasillos porque él las había dejado.
Sintió un enorme vació en su corazón. Tenia la sensación de que se pondría a llorar ahí mismo, pero no quería que Harry la viera desconsolada por un Malfoy. Eso nunca. Le pidió que la dejara sola, que estaba muy cansada. Él accedió, y la abrazo. Ella se dio cuenta de que su amigo estaba muy mal. Nunca lo había visto en ese estado. Excepto por la muerte de Sirius. Pero era diferente. Había algo allí que ella no sabia. Y tenia que ver con Harry...
Ginny se encontraba muy abatida. Su madre intentaba por todos los medios hacerla reír, pero ella no cedía. Lo único que ocupaba su cabeza era que Malfoy no había intentado comunicarse con ella y eso reforzaba su teoría de que Harry tenia razón en lo que le había dicho.
Pasaba el tiempo, y Harry cada día estaba mas cerca de ella. La invitaba a salir, la llevaba a bailar e incluso alquilo un terreno para que todos los Weasleys pudieran jugar al Quidditch.
Poco a poco Harry fue ganándose un lugar en la vida de Ginny...
Ginny se encontraba sola en su casa. Habían pasado dos años desde que había visto por ultima vez a Malfoy y en ese momento pensaba en él. Y en Harry. Estaba muy confundida. El rubio no se había comunicado con ella, por lo que asumía que el beso que se habían dado había sido solo un pasatiempo para él. Una lagrima rodó por su cara. No podía creer que estuviera llorando por él. Pero si tu no sientes nada por él... ¿O sí?. Aquella posibilidad le llenaba el corazón de tristeza y hacia que más lagrimas cayeran de sus ojos y muriesen en sus labios.
Pero aún lo tenia a Harry. Él la había apoyado siempre y había estado con ella sin esperar nada a cambio. Había sido un buen amigo... ¡BUM BUM! Ginny se sobresalto. Alguien tocaba la puerta, pero como si quisieran tirarla abajo. Fue corriendo a la puerta y casi titubeando pregunto:
- ¿Quién es? -
- ¿Weasley, eres tu? –
- ¿Malfoy? – Ginny no cabía en sí de la sorpresa. No podía creer que él se hubiese tomado la molestia de venir a verla, después de tanto tiempo.
- ¿Vas a dejarme pasar o voy a tener que quedarme aquí a acampar? – Pregunto malhumorado. Sin duda era él. Ginny quito el hechizo de seguridad de la puerta y lo invito a pasar. Se sentaron en el sofá del living y ella le preguntó si quería tomar algo. Ante la negativa, lo interrogo.
- ¿Y bien? –
- Vine porque tenia que hablar contigo. –
- Pues dime de que quieres hablar. –
- De nosotros –
- ¿Qué pasa con nosotros? Que yo sepa, después de lo que paso en tu casa, tu no te preocupaste por si yo seguía viva... ni una mísera carta... nada... – Draco estaba atónito.
- ¿Ni una carta? ¡Te mande miles de lechuzas! ¡Tu fuiste la que no me contesto nada!–
- Pero si yo no recibí... – No terminó de hablar. El chico la había tomado por la barbilla y la observaba con detenimiento.
- No quiero ni pensar quien pudo haber interceptado mis lechuzas... –
- ¿Tu piensas que...? –
- Yo ya no quiero pensar en nada mas... – Dicho esto la besó. Y ella no se resistió en lo mas mínimo. Estuvieron un largo rato allí, hasta que se separaron.
- Vamos a otro lugar. Mas intimo. –
- ¿Mas intimo que mi casa? ¿A dónde quieres ir? –
- Pues, a mi casa. Allí no corremos riesgo de que llegue un batallón de colorados a interrumpirnos... y a asesinarme, porque si me encuentran contigo... – Hizo un gesto pasándose el dedo índice alrededor de su cuello. Ella rió y agrego.
- ¿Quieres que te recuerde la ultima vez que estuve en tu casa? ¿Quién nos interrumpió... mmm...? ¿Un batallón de colorados dispuestos a matarte? – Ahora el que sonrió fue él. Y Ginny se sentía realizada cada vez que lo hacia reír.
- Bueno, pero vamos a pasear. –
- Esta bien. –
- Ella se cambió y se fueron al Callejón Diagon. Se quedaron bebiendo algo en un bar y él le compró chocolates. Estuvieron toda la tarde juntos. Ginny odiaba que la gente la mirara como a un bicho raro. Cuando pasaron junto a un grupo de jóvenes, una muchacha la empujo, pero luego le pidió disculpas. Falsa... Pensó ella. Pero luego lo olvido. Malfoy le hacia olvidar donde estaba parada.
Luego, él le ofreció ir a su casa un momento. Cuando estuvieron allí, tomaron un poco de cerveza de manteca.
Cuando Ginny miro despreocupada su reloj, pego un brinco.
- ¡Ay! –
- ¿Qué pasa? – Le pregunto asustado el rubio.
- ¡Son las dos de la mañana! –
- ¿Sí? Que rápido se pasa el tiempo. ¿Otra cerveza de Manteca? –
- ¡Claro que no! Tengo que irme... en mi casa me mataran... –
- ¿Te vas? ¿No puedes quedarte a dormir? - Le dijo acercándose y tomándola por la cintura.
- Draco... no... debo irme... –
- Vamos... nadie lo sabrá... –
- Suéltame. Tengo que irme. Pasamos un día hermoso... No lo arruines... –
- Pero si eres tú la que no quiere divertirse... – Diciendo esto, la beso a la fuerza, y ella se lo quitó de encima.
- ¡Basta! Me voy... – Y haciendo esto tomo un puñado de polvos flú de la chimenea.
- ¡Pues vete! ¡Pero después no me vengas llorando porque te perdiste a un hombre de verdad como yo! – Ginny no lo soportó. Con lagrimas en los ojos y evitando que Malfoy no la viera llorar por él, se metió en la chimenea y desapareció...
FIN FLASH BACK
- ¿Y eso es todo? – Le pregunto Luna a su amiga.
- Claro que no... esa es la mitad de la historia... solo que es muy larga y tengo mucho sueño... mmm... vamos a dormir... mañana te cuento como termino todo esto... – Una sonrisa picara le atravesó el rostro.
- Eres mala. Me vas a dejar intrigada toda la noche... –
- Ese es el precio de mi amistad – Ambas estallaron en carcajadas.
Aquella noche, durmió con una sonrisa de oreja a oreja. Cada vez que contaba SU propia historia de amor, el corazón le pegaba saltitos y no podía evitar un sentimiento de felicidad que le brotaba en el alma.
Pero Ginny estaba muy equivocada. Aquel no iba a ser el final de la historia. Aquella historia, recién estaba comenzando...
