Holas a todos!... no saben que gusto me dio recibir comentarios de que les había gustado y que lo siguiera, ahora aquí traigo el segundo capítulo, creo que yo también me emocioné tanto que pensé en una continuación en seguida jejeje, bueno solo les digo que este fic tendrá dos capítulos más, ya que creo que la trama no me dá para más y es que si lo hago más largo tal vez podría arruinarlo jejeje... y para no aburrirlos aquí va...

Nota... los personajes de InuYasha no me pertenecen, son propiedad de la gran imaginación de Rumiko-sama, y que buena imaginación ya que creo a dos lindos chicos Inu y Sessh (suspiro)

(...) lo que piensan los personajes

Eso es todo ahora si...


>>.Solo quédate en silencio.>>

-Lo lamento… lamento tanto dolor… pero creo que no es el momento de hablar –Veía fijamente la gran y majestuosa luna llena que se encontraba en el cielo en ese momento- si lo hago en la condición en la que estoy podría… lastimarla más… y eso es lo que menos quiero… aunque… me siento impotente ante esas lágrimas… amargas lágrimas… pero tal vez si me quedo aquí ocasionaré menos daño del que ya hay… perdón… tú corazón esta sumergido en la oscuridad… y el mío… el mío en la confusión… maldita confusión que me ha acompañado últimamente… y aún ahora… aún ahora que se ha ido… me sigue… Kikyo –susurró el chico de los hermosos ojos ámbar.

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-Lo siento –una chica de largo y hermoso cabello negro miraba un gran y legendario árbol, con esa mirada que desde que volvió a aparecer era fría, pero que ahora había algo diferente, esa mirada ahora mostraba ternura y tranquilidad.

-¿Q-qué sucede?

-InuYasha –susurraba mientras se acercaba a él para rodearlo con sus brazos, dando lugar a un cálido abrazo. Era extraño decir cálido ya que desde que ella revivió su cuerpo había perdido el calor y la dulzura que una vez él sintió. Pero ese abrazo era diferente a los que se habían dado con anterioridad. InuYasha se había quedado estático ante tal gesto por parte de ella.

-Kikyo-él también susurró y la tomó entre sus brazos.

-InuYasha… ¿te puedo pedir algo? –la voz de Kikyo también se escuchaba cambiada.

-Kikyo, ¿qué sucede?... esto…

-Shh –ella ponía su dedo índice sobre los labios del chico –no digas nada… solo quédate en silencio –volvía a abrazar a InuYasha. Los dos cerraron los ojos, tal vez en el fondo sabían que tenían que disfrutar aquel momento.

Pasaron varios minutos en los que los dos permanecieron así. Abrazados y en silencio…

-Necesito hablar contigo… ¿sabes?, ahora que todo a terminado, es decir, la batalla contra Naraku… he pensado en muchas cosas… yo… lamento haberte hecho tanto daño –InuYasha no comprendía el comportamiento ni las palabras de Kikyo.

-¿De qué hablas?

-Reflexioné mucho… y he tomado una decisión… es hora de que me vaya.

-¿Irte?, ¿a dónde? –InuYasha estaba visiblemente preocupado, temía la respuesta de ella.

-A donde pertenezco –Kikyo lo miraba fijamente a los ojos.

-¿Entonces es hora de irnos?

-¿Irnos?... no InuYasha… eso es lo que quería decirte –Kikyo se separaba de él y caminaba hacia ese árbol, el árbol sagrado, donde hacía cincuenta años que había sellado en él al chico que se encontraba detrás de ella –no irás conmigo, no puedo llevarte conmigo, no debo llevarte conmigo… tú no perteneces a mi mundo y yo ya no pertenezco al tuyo… me costó mucho entenderlo… debo irme.

-(debo irme, debo irme, debo irme…) esas palabras resonaban en la cabeza del hanyou, estaba confundido, ¿qué pasaba? Ahora que Kikyo le decía que se marcharía sin él se sentía muy mal. Ella se iría –espera un momento… -InuYasha se acercaba rápidamente a ella y la abrazaba fuertemente –solo dime… solo dime que no es cierto… ¡no! (Tengo tanto miedo) ¿qué fue lo que he hecho mal?

-No InuYasha… no has hecho nada mal… yo soy la que… me equivoqué al atormentarte tanto y en algún momento obligarte a que fueras conmigo… te culpé por algo de lo que no tuviste la culpa…

-¿Qué quieres decir?

-Estaba confundida… tenía tanto rencor por lo que sucedió hace cincuenta años… pero te culpé a ti… a ti… que no tenías la culpa… tú también fuiste una víctima.

-Kikyo.

-(solo quédate en silencio… acaríciame un momento… ven junto a mi) Te amo –ella le susurró al oído.

Esas palabras fueron el detonante para que InuYasha comenzara a sentir una gran desesperación.

-Solo quédate en silencio… por lo menos un momento… dime que esto no es cierto –decía InuYasha mientras se aferraba a Kikyo, no quería dejarla ir.

-No hagas esto tan difícil InuYasha… siempre te he amado pero creo que no podía demostrártelo… cuando reviví, mi corazón se envolvió en el rencor y la sed de venganza por eso mi amor no podía salir… no podía liberarlo de esos sentimientos… hasta ahora… es por eso que tomé esta decisión… que creo es la correcta.

-Pero Kikyo… ¿y yo? –InuYasha la tomaba por los brazos.

-Tú InuYasha… perteneces a este mundo… y debes seguir… podrás seguir con tu vida... además hay alguien más en tu corazón –InuYasha se había sorprendido con estas últimas palabras de Kikyo –Celos. A veces los celos pueden cegarte de tal manera… esa chica… sentía celos cuando estabas con ella, también fue por eso que quería obligarte a ir conmigo… en realidad tenía miedo de perderte… pero ahora que todo acabó, que el ser que nos engañó hace tiempo ya no esta, mi rencor desapareció, de alguna forma pudimos vengarnos por lo que nos hizo… es por eso que pude librar a mi corazón –ella lo veía fijamente a los ojos y acariciaba su mejilla –ahora le corresponde hacer a ella lo que yo no pude ni podré… yo… yo no debo estar aquí –Kikyo tomaba la cara de InuYasha entre sus manos –serás feliz, lo sé –ella se acercaba lentamente al rostro masculino, juntando sus labios. Un beso, el último, un beso profundo y lleno de cariño y amor, realmente amor.

Poco a poco fueron rompiendo aquel tierno beso.

-Solo quiero que seas feliz –ahora Kikyo sentía una enorme tranquilidad y eso le daba a entender que estaba haciendo lo correcto, aunque en el fondo le dolía separarse de él, de su amado InuYasha.

Él no podía hablar, no encontraba palabras que decir, en el fondo quería que ella encontrara el descanso. Descanso que por culpa de un malentendido no encontraba. Por culpa de aquel suceso él ahora perdía por segunda vez a la mujer que alguna vez amó.

-(Te daré el último beso… el más profundo… guardaré mis sentimientos y me iré lejos de ti) Adiós InuYasha –Kikyo caminó hasta perderse en el bosque –Tarde, pero entendí el sentimiento, no vale la pena lamentarse el pasado… mejor pensar en el futuro con ilusión y esperanza… ahora te corresponde hacer lo que yo no pude ni podré… Aome.

Repentinamente InuYasha vio un gran resplandor que provenía del bosque y entonces entendió que ya no habría otra oportunidad, que ya no había marcha atrás, que no habría mas indecisión… ella se había ido.


¿Qué tal?... ¿les gustó?... bueno pues yo mientras lo escribía y después de que lo terminé me dieron ganas de llorar T.T, es que en mi mundo todos son felices xD, no la verdad es que quería poner a Kikyo a reflexionar un poco y no dejarla de una manera que muchos la odiaran (me incluyo), no la odio es solo que me parece injusto que quiera llevarse a Inu. Y ahora que han leído este nuevo capítulo, me gustaría que me dejaran sus reviews diciéndome que tal lo hago, si no los defraudé con este capítulo, como dije arriba solo falta uno, en realidad espero que les haya gustado...

Aome-Kinomoto11... muchas gracias por tu review,aquí está como lo pediste la continuación y espero que también te haya gustado, saludos para ti.

sango-i-love-inuyasha... muchas gracias por tu review, y creo que tienes razón Aome es tan buena persona que jamás preocuparía a sus amigos, lo malo es que guardarse esta clase de sentimientos no es tan bueno, por lo menos la dejé sacarlos en mi fic ' y como lo pediste aquí esta la continuación, espero que te guste y me mandes un review con tus comentarios

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