Holas a todos!... traigo el último capítulo de una de mis locas historias jejeje... este capítulo va dedicado a sango-i-love-inuyasha...
Nota... InuYasha y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de la gran imaginación y creatividad de Rumiko-sama.
>>.Enseñame.>>
-Silencio. A veces puede ser algo relajante y disfrutable, pero hay veces, como ahora, que es desesperante y sofocante… terrible. El único sonido que se escucha es el del viento meciendo las hojas de los árboles y las plantas… ya no llora más… tal vez el sueño la ha vencido –sentado sobre el tejado, con un semblante triste y el hermoso y largo cabello plateado mecido por la brisa nocturna. Seguía mirando la majestuosa luna llena que estaba posada en lo alto del cielo.
-Es dolor el saber que lo nuestro puede terminar… ella tenía razón… en estos momentos hay alguien más en mi corazón… pero… no puedo… no sé cómo hacerlo… tengo que verla –InuYasha ponía sus manos en su cabeza. Tenía una expresión de confusión. Varios sentimientos se encontraban en su interior…
-Es sorprendente… cuando se trata del corazón puedes ser tan temeroso, vulnerable… confuso… eso es lo que siento… y ahora que lo pienso, poco después de que la conocí lo comencé a sentir –InuYasha se levantó y rápidamente llegó a la ventana. Esa ventana que muchas veces tuvo que cruzar para poder verla sin que ella se enterara. Verla, aunque fuera unos minutos.
La abrió lentamente y con cuidado. Entró. La vio ahí, acostada en su cama, abrazando una almohada. No era necesario pero también su olfato le decía que había estado llorando. Se sentó junto a la cama para poder mirarla. Se veía tan hermosa ante sus ojos.
Sintió como una pequeña descarga eléctrica recorrió cada parte de su cuerpo.
-Sin darme cuenta, poco a poco fuiste entrando en mi corazón… con tus detalles, con tu cariño, con tu dulzura y aquel gran sacrificio que hiciste por mí… me pediste permanecer a mi lado, aún cuando sufrías demasiado… yo me iba con Kikyo… siempre entendiste que yo debía estar con ella y que en algún momento tendría que irme… y aún así… aún así permaneciste a mi lado… preocupándote por mí, cuidándome y queriéndome –el chico acarició la mejilla de ella con tanta ternura y cuidado para que no fuera a despertar –perdóname –susurró.
-Nunca me atreví a decirte todo lo que significabas para mí… y no sé si ahora lo haga… antes era por temor… ahora… -el chico bajó la mirada.
Nunca se percató que aquella chica que estaba acostada, que sufría tanto y que lo amaba demasiado empezaba a despertar.
Ella se sorprendió bastante cuando lo vio ahí, junto a ella.
-Inu… InuYasha –esa voz lo sacó de su ensimismamiento y rápidamente levantó la mirada para encontrarse con aquellos hermosos ojos que lo hacían perderse en ellos.
-A-Aome
-¿Qué haces aquí?
-Yo vine a… bueno yo…
-¿Viniste a despedirte? –estas palabras dichas por Aome sorprendieron mucho al hanyou.
-… -él no dijo nada.
-Sí, sabía que esto podría suceder… es mejor que te vayas –Aome se levantaba y caminaba hacia la ventana.
-No Aome yo…
-Ya no quiero esto… ya no puedo soportarlo más… si vas a irte, hazlo ahora y rápido… esto se acabó ¿no? –los ojos de la chica comenzaron a llenarse de lágrimas.
-(Es dolor el saber que lo nuestro se puede terminar) pensaba InuYasha mientras se acercaba a ella para abrazarla fuertemente –Enséñame –susurró él en el oído de Aome.
-… -ella estaba paralizada, no entendía que pasaba, a tal grado que no pudo corresponder el abrazo de aquel chico.
-(sé que mueres por mí, vives por mí y nunca me has dejado atrás… aunque sabes que a veces yo soy solo miedo) –tú siempre has estado conmigo a pesar de todo… me aceptaste tal como soy, nunca me reprochaste nada, al contrario me ayudabas, me cuidabas y me querías… por eso vives en mí, junto a mí, en mi interior y en este corazón confundido –InuYasha seguía abrazando a Aome. Ella se sorprendía más con cada palabra dicha por él, pero esto último había hecho que ella también correspondiera ese cálido abrazo.
-InuYasha –él se sentaba en la cama.
-Hace cincuenta años yo no confiaba en nada ni en nadie, por mi condición simplemente no podía… hasta que apareció ella, Kikyo… no sé realmente qué pasó… tal vez nos parecíamos y eso hizo que comenzáramos a hacernos compañía. Ninguno de los dos podía mostrar sentimientos… ya que no debíamos tener vulnerabilidades… ella para cuidar y proteger la Perla de Shikon y yo para sobrevivir… repentinamente fue naciendo algo entre nosotros… pero al sentirme traicionado por ella me hizo cerrarme de nuevo, no confiaría y mucho menos ahora –Aome se sentaba a su lado –Hasta que te conocí a ti –levantó la vista que había mantenido fijada en el piso, ahora la posaba en ella –poco a poco llegaste a ser una persona muy especial para mí… luego ella revivió y se aclaró el malentendido, lo que provocó Naraku… entonces yo sentía que debía estar con Kikyo, pero ahora me he dado cuenta que no era lo que yo quería en realidad… me di cuenta que la Kikyo que yo amaba había muerto exactamente hace cincuenta años y la de ahora no era esa Kikyo y nunca más lo volvería a ser… por eso nunca te dije nada de lo que significas para mí, por temor a hacerte daño, porque yo me iría tarde o temprano y no quería lastimarte más… ahora no sé cómo decírtelo, aún tengo miedo de salir lastimado… aún no confío del todo –InuYasha se levantaba y miraba a través de la ventana, cuando repentinamente sintió unos cálidos brazos rodeándolo.
-Aome –susurró.
-Yo te ayudaré.
-Te pido por favor enséñame a quererte un poco más y a sentir contigo el amor que tu me das… desvanece la barrera de mi corazón, enséñame a amar, a confiar…
-¿Eso es lo que realmente quieres?
-Sí –InuYasha se volteaba para abrazarla nuevamente –(lejos de pensar que me estoy haciendo mal, tengo que reconocer que todo esto me ha salido mal… por eso voy a aprender, voy a vivir, voy a abrazarte más y más… y no quiero, y no debo, y no puedo dejar de verte… quiero ir a donde vas tú)
Ese abrazo fue mágico, maravilloso, tierno y lleno de amor, ilusión y esperanza… ese abrazo era el comienzo de una nueva etapa en la que ninguno de los dos sabría que vendría, pero fuera lo que fuera lo afrontarían juntos, disfrutando de ese y cada uno de los días el amor, el verdadero amor que después de tantos obstáculos y sufrimientos, había una oportunidad.
-Te amo –fue lo único que se escuchó en esa habitación. InuYasha la tomó de la barbilla y fue acercando su rostro lentamente al de ella, hasta juntar sus labios para dar lugar a un tierno beso.
-(Te entiendo Kikyo) –pensaba la chica "Ahora te corresponde hacer lo que yo no pude ni podré" esas fueron las palabras que Aome escuchó en sus sueños y que eran dichas por aquella mujer que muchas veces la hizo sufrir y que ahora le encomendaba cuidar, amar y hacer feliz al que fue su amado InuYasha.
Y aquí esta el final de esta pequeña historia n.n, espero que les haya gustado ya que hice esto con mucho cariño.
sango-i-love-inuyasha... muchas gracias por tus comentarios n.n y espero no haberte defraudado con el final, me da gusto que hayas entendido las cosas que escribí y que compartamos el punto de vista, cuídate mucho, saludos...
Kiomi... que alegría que te haya gustado mi historia, y como dices traté de dejar bien a Kikyo ya que no siempre tiene que ser la mala (es que en mi mundo todos son felices xD), y como lo pediste aquí esta el final, espero que también te guste, nos vemos, te mando saludos y gracias por tu review n.n...
Eso es todo por ahora ya que nos seguiremos viendo en mi otra historia n.n jejeje, muchas gracias a los que me dejaron sus comentarios y también a los que se tomaron un poco de su tiempo para leer esta historia...
Se despide su amiga Saralim-Moon-BlackPotter.
