EN EL CAPÍTULO ANTERIOR: Tonks llega a Hogwarts y se encuentra con Dumbledore.
CAPÍTULO 9
Hermione Granger, bruja lista y espabilada como la que más, se había levantado temprano porque quería estudiar para los exámenes finales en la biblioteca, dónde no había nadie. Tampoco había ningún Gryffindor de su curso cuando bajó a desayunar, así que tuvo que resignarse con la deprimente sensación de desayunar sola.
Mientras se llenaba el comedor, llegó la prensa diaria, a la que ella estaba suscrita. Granger, desdobló el periódico y comenzó a leerlo por el principio:
ASESINADO EL SECRETARIO GENERAL PARA ASUNTOS MÁGICOS EXTERIORES.
A las 5:00 de ésta madrugada, ha sido encontrado muerto en su domicilio August G. Lecter, Secretario General para Asuntos Mágicos Exteriores.
El cadáver, con evidentes signos de violencia, ha sido trasladado en un pequeñito bote de cristal, al tanatorio mágico de Londres, dónde se le practicará la correspondiente autopsia, para determinar el hechizo-causa de su muerte.
Las primeras informaciones proporcionadas por los áurores, indican que ha sido obra de un grupo de mortífagos. No obstante, el caso está bajo secreto de sumario, por lo que no será aportado ningún otro dato, hasta que no finalicen las averiguaciones.
Fuentes extraoficiales al Ministerio de Asuntos Mágicos Exteriores, nos han informado que el Sr. Lecter trabajaba últimamente en la organización de una reunión a muy alto nivel, aunque hasta ésta redacción, no ha llegado ninguna confirmación oficial por parte del Ministerio, de la existencia de tal reunión...
- Hola Hermione -. Eran Weasley y Potter.
- ¿Por qué habéis bajado tan tarde? - les preguntó Granger - Dentro de diez minutos tenemos encantamientos con Flitwick
- Es culpa de Harry - dijo Weasley señalándolo
- ¿Eh? - Protestó Potter. Los dos se sentaron y comenzaron a devorar el desayuno.
- Hary - empezó a decir Weasley con la comida en la boca - tuo unaadilla anoche nopuimos dormi despues - Granger lo miró asqueada, y después miró a Potter que le tradujo:
- Dice que ayer tuve otra pesadilla con.... Él, y después no pudimos dormirnos ninguno de los dos.
- ¿Así que soñaste con Vol...ese otra vez? - dijo Granger.
- Ésta noche estaba feliz como un bebé - dijo Potter tocando la cicatriz - Algo le ha tenido que salir bien.
Granger les dio el periódico y les señaló el artículo para que lo leyeran. Cuando lo terminaron de leer, Weasley fue el siguiente en hablar:
- ¿Y quién era ese tío?
- Ni idea - dijo Granger encongiéndose de hombros.
- Yo tampoco lo sé - dijo Potter - pero para Voldemort sí era alguien importante, os lo aseguro – lo dijo señalando otra vez la cicatriz
- Tal vez... - empezó a decir Weasley, - tal vez..., lo que Él, Vol...ese quiere es que no se celebre esa reunión secreta.
- ¡Pues de secreta ya tiene bien poco! - dijo Granger.
- Sea lo que sea, Voldemort está encantado con ello. - dijo Potter repitiendo el gesto de la cicatriz.
- ¡Qué pesado eres con la cicatriz! - dijo Granger - ¿Por qué no tomas algo para el dolor de cicatrices? Ésta semana con Tonks damos pociones sanadoras, tal vez ella conozca alguna.
- Hermione, guapa, - dijo Weasley - ¿No sabes que nada quita el dolor de las cicatrices mágicas?
- Eso dicen, sí.- contestó molesta Granger - Pero él no ha intentado tomarse ni una aspirina. Se conforma con lo poco que le dicen de su vida, sin querer averiguar más, y se lo cree todo.
- ¿Sin averiguar más? - le preguntó Weasley - ¡Pero si todos los años estamos jugando a los detectives!
- ¡Eso es precisamente lo que quiero decir! - respondió enfadada Granger – Harry sabe más sobre la piedra filosofal, o sobre la vida de Vol...ese que de su propia familia. A ver: ¿Cómo es que ni siquiera sabe el nombre de sus abuelos? ¿Si viven? ¿Si tiene otros parientes? ¿Dónde viven? ¿Dónde vivían sus padres? ¿cuándo se casaron? ¿Dónde? ¿dónde estan enterrados? ¿la historia de la familia Potter? ¿Si son o no de "sangre limpia"? ¿De que diablos se trata la protección que le dio su madre? ¿Cómo es que la tiene la "sangre sucia" de su tía? ¿ ¡ Por qué vive con sus tíos ! ? y sobre todo lo más raro de todo para mí ¿Cómo es que cuando Vol...ese fue para matarlos a él y a sus padres, no se lo ocurrió ni a James ni a Lili Potter, coger al niño y simplemente "desaparecer" ?..y muchas cosas más. Me refiero a éste tipo de cosas. Harry acepta lo que le digan. Yo a éstas alturas sabría si tenían perro y hasta cómo se llamaba.
- ¡Ay!, no seas mala con Harry - dijo Weasley con voz mimosa.
- Tiene razón Hermione. - Dijo Potter completamente abatido, pero cuando volvió a hablar, ya había tomado una resolución. – Iré a hablar con Dumbledore, y le exigiré que me lo cuente todo.
- Pues ya era hora de que te decidieras - dijo Granger - ¡Has tardado casi seis años.!
- Vámonos ya que llegamos tarde - dijo Weasley levantándose.
Se levantaron, y mientras iban hacia el aula de encantamientos, Potter dijo a Granger:
- También iré a pedirle a Tonks alguna poción para el dolor de cicatrices. Por cierto, ¿Cómo le va a Tonks en las clases?
- Todavía no hemos hecho ninguna poción. Desde el lunes hasta hoy jueves, solo ha enseñado teoría. Creo que no se atreve a dominar una clase con veinte calderos encendidos a la vez.
- ¡Pobre Tonks! - dijo Weasley mimoso - ¡Con lo bien que me cae! Éste año no me hubiera importado asistir a clases de pociones, así hubiera podido ayudarla - y viendo las sonrisas de Potter y Granger añadió - ¡Sí, me gustan las chicas mayores que yo!
Al día siguiente, viernes, Tonks se sentó para almorzar en la silla de al lado de MacGonagall. Quería decirle que la fábrica de calderos Gibblin, había regalado a la escuela, una dotación completa de calderos profesionales, y que al día siguiente iría a la misma fábrica a recogerlos. A lo que MacGonagall contestó:
- No querida, no. Al ser profesora en Hogwarts, tienes otras obligaciones además de la de enseñar. Tú tienes un fin de semana libre al mes, y no te toca hasta la semana que viene.
Eso no se lo esperaba Tonks, que se sintió como si fuera una prisionera. Flitwick que estaba escuchando, abogó por la chica:
- Minerva, se un poco flexible con la chica. Es muy joven y además tendrá cosas que hacer. Yo libro éste fin de semana, si te parece Minerva, lo cambio con ella.
- No Filius, no. Si cedo en una ocasión, tendré que hacerlo siempre, y todo el personal querrían cambiar sus días libres. - se volvió hacia Tonks - No es por ti querida, no te enfades.
- No claro que no me enfado. - dijo Tonks sonriendo y fingiendo no estar enfadada. Ahora tendría que mandar una lechuza diciendo que no podía ir.
A Snape le había tocado vigilar ese día las mesas de los alumnos mientras éstos almorzaban, por eso, estaban todos mas calladitos de lo habitual. Cuando casi todos los alumnos y profesores habían terminado, Snape, se dirigió a la mesa de profesores a comer.
- ¡Da gusto comer con éste silencio, Severus! – Le dijo Vector con una gran sonrisa, mientras se levantaba de la mesa junto a Sinistra. Snape pasó de largo sin contestarle, hasta su asiento, y empezó a comer.
- ¡Imbécil! - Gruñó.
- Severus - lo llamó MacGonagall - A Tonks la han invitado éste Sábado a la fábrica de calderos Gibblin, y le van a regalar una dotación completa de utensilios de profesor de pociones. ¿A ti nunca te regalaron nada, ni te invitaron ningún sitio? ¿No?
- Éste fin de semana libramos Filius y yo. ¿Cómo va a ir? - dijo Snape sin contestar a la pregunta envenenada de MacGonagall.
- No, si no puedo ir, - dijo Tonks mirando de reojo a MacGonagall - Si quieres puedes ir tú, Severus.
- A mí no se me ha perdido nada en esa fábrica. Ya te dije que no quiero saber nada más sobre pociones. - gruñó Snape.
- Pero es un regalo importante para la escuela - intervino Flitwick - Alguien debería ir a recogerlo.
- Ya tengo pensada la solución. - Dijo MacGonagall - Le podemos pedir a Lupin que vaya en representación de la escuela, y a cambio, le damos algo de dinero. Últimamente parece que no tiene ni para el autobús noctámbulo.
- A mí me parece buena idea. - dijo Flitwick
- De profesor en Hogwarts, a chico de los recados. Eso es subir profesionalmente - dijo Snape entre risas.
Tonks miró con desagrado a Snape, y después dijo:
- Tal vez si le pedimos eso, lo humillemos demasiado.
- Habría que tener mucho tacto para no herir su orgullo - dijo Flitwick
- Yo lo haré - dijo MacGonagall - Lo conozco desde que era niño, y me tiene cariño. No creo que yo lo ofenda.
- No aceptará si le queda algo de orgullo, aunque lo dudo - dijo Snape ganándose otras miradas de desagrado de Tonks y MacGonagall, que se levantaban, al igual que Flitwick después de terminar de almorzar. Los tres salieron juntos del comedor, mientras continuaban hablando.
- ¡Qué hombre más desagradable es Snape! - dijo Tonks.
- ¡Dímelo a mí! - le contestó MacGonagall - que llevo aguantándolo muchos años sin quejarme. - Flitwick la miró sorprendido - Y ya se ha vuelto más sociable, porque al principio, ni nos hablaba.
- Es que ha sufrido mucho en su vida - trató de defenderlo Flitwick - pero si te deja tratarlo a fondo, no lo es tanto.
- Eso no te lo crees ni tú, Filius. - le respondió MacGonagall - Siempre ha sido igual. Hasta de niño era insoportable.
- ¿Pero vosotros confiáis en él? - les preguntó Tonks - Quiero decir, que yo he oído lo de su pasado y como Dumbledore lo defiende. Pero el atentado que sufrió Dumbledore ocurrió delante de él. Es el único testigo. ¿Y si no ocurrió como él dice? ¿Estáis seguros de que él no tuvo nada que ver en lo de Dumbledore? Para él hubiera sido muy fácil hacerlo y hacernos creer otra historia. Incluso pudo desaparecer o guardar las pruebas. Con todo eso ¿Podéis confiar en él?
- A mí me basta con la palabra de Dumbledore - dijo MacGonagall muy seria.
- A mí también - dijo Flitwick igual de serio.
Ante tal rotundidad, Tonks prefirió despedirse y marcharse a su próxima clase ligeramente avergonzada. Los otros dos se quedaron pensativos, a pesar de sus respuestas, Tonks le había sembrado una pequeña duda.
Ese mismo viernes por la noche Tonks tenía todo un informe completo para Dumbledore
Había espiado a todos los profesores, sin que se dieran cuenta y había anotado ciertas idas y venidas extrañas de algunos profesores que iba a discutir con Dumbledore, en cuanto llegara a su despacho.
Llegó al despacho antes de la hora, pero entró decidida y se encontró con otra persona que no esperaba ver.
- ¡Ay! - gritó Sprout - ¡Que susto!
- Lo siento, Rose. No sabía que estabas aquí ¿Qué haces aquí? - preguntó Tonks con un puntito de suspicacia.
- Lo mismo podría preguntarte yo a ti, niña, - Sprout igual de suspicaz - y además, ¿Cómo has entrado? - se suponía que Tonks no sabía la contraseña porque no confiaban en ella lo suficiente como para decirsela.
- Yo, ehh... - Tonks no sabía que decir - yo ... he venido a... buscarte - por fin se le ocurrió algo - Quería preguntarte algo... quería preguntarte si en tu invernadero han florecido ya las azaleas silvestres. Es que las necesito como ingredientes para una poción.
- Claro querida. En cuanto termine aquí de regar la abubilla, voy a buscarlas. - Sprout se olvidó de que Tonks no debía saber la contraseña, y comenzó a explicarle las distintas variedades de plantas que florecen en otoño - Tonks, ¿Has visto que preciosa Abubilla Rosa del Cairo le regalé a Albus hace dos semanas? - dijo Sprout señalando la planta que estaba en el escritorio - Es una planta muy rara, que solo florece cuando hay una alta condensación de magia a su alrededor. Pero hay que tratarlas bien o se vuelven agresivas, y ésta se está volviendo un poco. ¿Ves las púas rojas que le están saliendo? Mira como yo la cuido – le arrancó las púas – Bien, ya he terminado. Vamos al invernadero.
Y así fue como Tonks recibió toda una clase particular sobre plantas que no le importaban en lo más mínimo, mientras Dumbledore esperaba en su despacho.
Dumbledore se cansó de esperar, salió del despacho, y solo había recorrido unos metros, cuando oyó detrás de él una voz que le sonaba conocida.
- Profesor Dumbledore ¿Puedo hablar con usted? - Harry Potter salía de debajo de su capa.
- ¿ ¡ Potter ¡ ? ¿Qué está haciendo aquí?
FIN DEL CAPÍTULO 9
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