EN EL CAPÍTULO ANTERIOR: Tonks renuncia a su puesto de profesora, Snape pierde los papeles, y olvida otros.


CAPÍTULO 18

Snape no pudo regresar a la torre a recoger los trabajos de los alumnos que dejó olvidados hasta la hora del almuerzo, que no quería perderse, porque ya se había perdido el desayuno, y estaba muerto de hambre. En le comedor Flitwick notó su ausencia.

- ¿Dónde está Severus? Tampoco vino al desayuno

- ¿No se habrá quedado dormido otra vez? - preguntó MacGonagall comenzando a ponerse nerviosa - ¿Alguien lo ha visto ésta mañana?

- Sí, yo lo vi salir de su primera clase - Contestó Sprout - Tranquila Minerva que no se ha quedado dormido otra vez. Seguro que está al venir.

- Minerva - La llamó Flitwick - Tenemos que hablar sobre como vamos a encontrar un nuevo profesor para pociones a éstas alturas del curso

- Ésta chica ha resultado ser un verdadero fiasco - Comentó MacGonagall mirando hacia Tonks, que se había vuelto a sentar junto a Grubbly-Plank como cuando llegó el primer día.

- No seas tan dura Minerva – Le reprochó Sprout - La chica ha hecho lo que ha podido. La verdad, cuando me dijisteis que iba a ser Tonks la nueva profesora de pociones lo vi un poco raro, porque recordaba lo mala que era haciendo pociones, pero como Severus no dijo nada, yo tampoco lo hice. Creí que queríais meter a una auror para proteger Hogwarts.

- No, Rose, buscábamos a alguien que sirviese para el puesto. Pero ¡Claro! cómo Severus quería enseñar defensa aceptó que esa niña incompetente impartiera la materia. ¡Severus se va a enterar cuando lo coja! - MacGonagall gruñó.

- Bueno Minerva - Dijo Flitwick tratando de serenar a su colega - No se puede cambiar lo que ya está hecho, pero sí podemos hacerlo mejor la próxima vez. Pondré un anuncio buscando profesor en El Profeta de mañana.

- Yo tengo un primo... – empezó a decir Pomfrey - que trabaja en los laboratorios Miller que podría servir...

- Lo ideal sería que volviera Severus - Dijo MacGonagall - Es insoportable como compañero, pero como profesor es insuperable - Los demás profesores la miraron, y MacGonagall se dio cuenta de lo que había dicho - ¡Si le contáis lo que he dicho, os convierto en mecheros!

- ¡ ¡Profesor Fitwick!! - Una voz chillona había aparecido detrás de todos ellos. Era Dobby - Tiene que ir al torreón del ala oeste porque el profesor Snape y el señor Filch están discutiendo, y Dobby cree que se van a matar.

- Ve y trata de calmarlos - Dijo Flitwick levantándose de su asiento - yo voy corriendo por las escaleras

Tanto MacGonagall como Sprout siguieron corriendo a Flitwick, mientras el comedor entero se daba cuenta de la salida precipitada de los profesores.

No habían entrado en la torre cuando ya se escuchaban los gritos:

- ¡Guarde eso profesor!

- ¡No! hasta que no me digas qué estás haciendo aquí - escucharon gritar a Snape

- ¿Cree que me da miedo con esa cosa? - Entraron los profesores y vieron a Filch señalando a la varita que Snape llevaba en su mano. - No pienso decirle nada hasta que no guarde eso

- Está bien ¡Cállense los dos! - Puso orden Flitwick - ¡Severus, baja eso! Y ahora dime, ¿Qué ha pasado?

- Vine a recoger unos trabajos de alumnos que olvidé, - empezó a decir Snape sin dejar de mirar a Filch - y me encontré a Filch aquí. Cuando le pregunté que hacía aquí, no me quiso contestar - Flitwick miró a Filch, y éste dijo:

- Es cierto que me encontró aquí, pero no lo es que él me preguntara que estaba haciendo aquí. Me ordenó amenazándome con eso - Filch señaló la varita que ahora Snape tenía bajada - que le dijera que estaba haciendo aquí. Y a mí nadie me habla en ese tono.

- ¿Y quién te has creído que eres aquí en Hogwarts para darte esos aires? - preguntó Snape muy enfadado - No eres más que el maldito conserje.

- ¡Eso sí que no te lo permito! - Dijo Sprout poniéndose entre los dos y dejando a todos sorprendidos. Jamás habían visto a Sprout enfadada - Argus hace aquí un trabajo tan honorable como tú y como yo, y además lo hace muy bien

A Snape le hizo gracia ver a Sprout enfadada, así que se rió, aunque todos entendieron que se reía de lo que había dicho sobre el respeto a Filch, en especial éste:

- Sí Severus, - Dijo Filch tuteándolo - Respeto. El mismo que me tenías cuando eras un niñato llorón que se escondía en todos los rincones huyendo de Potter y de su pandilla. ¡respeto! no miedo que es lo que tú infundes en tus alumnos.

Snape gruñó ante la alusión que hizo Filch de Potter. Fue MacGonagall la que habló después:

- Todo esto está muy bien, pero ¿se puede saber que estaba haciendo aquí Filch?

- Argus solo ha venido a visitar a Albus - dijo Sprout - Él sabe lo que ha pasado con Albus.

- ¿Qué creían? - empezó a decir el conserje - ¿ que me iban a engañar diciéndome que el profesor Dumbledore solo tuvo una jaqueca? He visto como habéis tratado de ocultarlo y lo habéis hecho muy mal. No sé como nadie no se ha dado cuenta. Todos los días vengo a verlo a la hora del almuerzo, para que ustedes no me vean, ya que nadie ha querido confiar en mí. - Filch miró a Dumbledore un momento - ¡ Siento tanto que esté así! Él, y tú Rose sois los únicos que me tratáis como un igual. Siempre venía a la conserjería a hablar conmigo, y era mi único amigo.

Hubo una pausa en la que nadie dijo nada, hasta que, Snape habló de nuevo:

- Lo lamento - dijo muy bajito pero todos lo oyeron - No debí apuntarle con la varita, Pensé que querías hacerle algo a Albus. Siempre he sospechado de ti, solo por que eres el más aislado de todos nosotros.

- Sin contarte a ti, Severus - le contestó Filch

Snape gruñó.

- Ahora, si me lo permiten, daré de comer a Albus.....


En la cocina del cuartel general de la Orden, Moody trataba de hacer un café para llevárselo a Lupin que llevaba tres días encerrado en su habitación. Moody le había visto ya muchas veces con su humor melancólico, sobretodo el día antes y el día después de luna llena, pero ahora que faltaba una semana para que ocurriera, no existía razón astronómica alguna para el comportamientos de Lupin, pero sí más terrenal....

Al menos eso pensaba Moody cuando llamó a la puerta del cuarto de Lupin, llevando una bandeja con la cafetera, la lechera, el azucarero, dos tacitas y una caja de pastas de limón que había encontrado al fondo de un armario.

Llamó a la puerta:

- Adelante - la voz de Lupin sonó como un aullido lastimero de lobo. Moody entró.

- ¡La merienda! - dijo Moody medio cantando - El café lo he hecho yo solito. ¡Y mira lo que traigo! Una cajita de pastas. ¡Vamos a darnos un festín!

Puso la bandeja en la mesita de noche, llenó las dos tazas de café, y se dio una a Lupin.

- Toma Remus. Seguro que te reanima. No me la rechaces que es la primera que hago en la vida, y me podrías frustrar.

- ¿El primero café que haces en tu vida? - preguntó Lupin con la taza en la mano, y sin atreverse a probarla. Conocía a Moody y su chapucera forma de hacer las cosas. - ¡Pruébalo tú primero!

Moody lo hizo, y dijo:

- ¡Está bueno! ¡Está muy bueno! ¡Soy un genio!, y yo que creía que se me daba mal andar con perolas...

Lupin lo probó, y efectivamente, estaba estupendo. Pero Lupin sabía perfectamente para que había venido Moody, y no tenía ganas de escuchar los consejos de aquel chiflado, así que, se lo bebió de un tirón, y dijo:

- Gracias. Estaba estupendo Alastor, te lo agradezco. Ahora, si no te importa quiero echarme una siestesita.

- ¿Pero si llevas tres días en la cama? ¡Vamos Remus! ¿De qué te estás ocultando? Levántate ya y dúchate. ¡Afronta aquello de lo que te estás ocultando!

No sé de que hablas...

- No sé de que hablas, no sé de que hablas... - lo remedó Moody arrancándole la sábana de encima - ¿Sabes a lo que huele aquí, en ésta habitación?

Lupin se olió las axilas y dijo:

- Tampoco huelo tan mal

- No me refería a ti, aunque también podría, me refiero al miedo. Aquí huele a miedo. Miedo al rechazo que has sufrido toda tu vida, y que es lo que realmente te aterra. Miedo a que Mary Sue te rechace y te diga que eres un hombre lobo. ¡Pero si es que eres un hombre lobo! Ya lo sabes desde hace mucho... , ¿Por qué tienes miedo de que ella te lo diga, si ya lo sabes? Me has dicho que es una chica magnífica: lista, culta, divertida, guapa, buena, y ¡rica! ¿Qué pasa? ¿El único defecto que va a tener es que no le gustan los hombres lobo?, Y además ¿cómo sabes tú eso si no se lo dices? ¡Dícelo de una vez! Y si te rechaza te vienes aquí y te encierras un año en tu habitación, pero no lo hagas antes de decírselo por miedo a que te diga lo que ya sabemos que eres.

Lupin pensó un poco, y llegó a una conclusión.

- Tienes razón, ¡Voy a decírselo! Y que sea lo que Dios quiera.

- Muy bien dicho. Ahora toma más café - Le echó más en la taza, y Lupin bebió un buen sorbo. - Y vamos Remus, ¡Come un poco!

Abrió la caja de pastas y en ella había unos trozos de pastas, y un montón de gusanos.

- ¡Agggg! Alastor, ¡Qué asco! Cierra la caja...- dijo Lupin apartándose de Moody.

- Ehy, espera un momento. Ésta pasta aún se puede aprovechar ¿la quieres tú?

- Lupin negó con la cabeza sin mirarlo, incapaz de abrir la boca.

- Bueno, pues para mí. - Se la comió. Luego cerró la caja y leyó: - "Pastas Skilkworm". Consumir antes de 1921. ¡Vaya! que antiguas son. Y ...!Todavía siguen frescas! ¿Y sabes? El café debe ser de la misma época, por que lo encontré en el mismo armario detrás de las pastas.

Cuando se hubo marchado Moody, Lupin se lavó bien , pero que muy bien los dientes, y se puso a escribir una carta para Mary Sue donde le decía que lo perdonara, pero no la mandó. Pensó que lo mejor sería presentarse al día siguiente para hablar con ella cara a cara, y así lo hizo:

Al día siguiente, Remus Lupin se presentó en las fábricas Giblin para buscar a Mary, y la encontró en el laboratorio de pruebas de resistencia de calderos.

Cuando lo vio Mary, se levantó y fue corriendo hacia él, lo abrazó con fuerza y lo besó con su patentado "estilo chupon" mientras los operarios de la fábrica los miraban sonriendo. Mary Sue se quitó la bata de laboratorio y cogió a Lupin de la mano para llevarlo casi a rastras a su despacho. Fue tan dulce el reencuentro, que Lupin prefirió dejar las confesiones para más adelante y disfrutar del momento, en el que solo hubo besos, porque es un fic PG.


Gracias a los que leéis éste fic. por vuestra paciencia con la autora, de verdad que no sé como disculparme por la tardanza, pero es que no tengo tiempo, aunque intentaré que el próximo capítulo esté para la semana que viene.

Un beso enorme para todos.

Meilin2 Ya se va a saber, tranqui, que ya llegamos al final. Falta poquito. Y gracias por el review del poema. Un beso.

BlackLady No soy mala, solo traviesa, bueno sí mala, me has descubierto. Un beso.

Ginny84 Me merezco la bronquita que me echas, tienes razón tardé mucho en actualizar. Un beso

Mipsy Black Gracias por el rr. Yo también quiero uno como Sirius, o como Snape, bueno me conformo con Filch,....mentira. Un beso.

Dimebonitareina Intentaré actualizar pronto, de verdad. Y a Sybill no le hizo gracia que Vector no reconociera su amor por Sinistra. Se avergonzó de ello, y eso no lo debería tolerar ninguna mujer. Me dejas con la duda de que no se entendió esa parte, miraré el capítulo. Un beso.

Idril Black Gracias por tus review. Siempre me suben la moral. ¿qué fueron malos con Snape? Creo que se lo merecía, se pasó un pueblo con Tonks. Actualizaré rápido,