Título: El pasado que vuelve.

Capitulo 3: Insomnio.

Resumen: Akane se reencuentra con un viejo amigo de la infancia, pero parece haber más que amistad, Ranma no esta muy a gusto con esto, pero no le queda más que esperar. ¿Qué pasara en el Dojo Tendo?

N/A: Hola!!! Muchas gracias por sus Reviews!!!!, me da mucho gusto que se hayan tomado el tiempo para leer y revisar mi historia! No saben lo feliz que me hace que me sigan diciendo lo que opinan de mi historia, además de darme sugerencias y opiniones, en verdad no saben cuanto gusto me da!!!!!! =D, así que aquí tienen un capitulo más y espero seguir teniendo noticias de ustedes, ok?! Jaja así que lean, disfruten y review!!!! Miriam =)

Cada quien tomo un plato y comenzaron a servirse, Sutseko platicaba animadamente sobre lo que había hecho en su estancia fuera de Nerima, todos escuchaban con atención, excepto Ranma que estaba distraído observando las reacciones de Akane, tenía la impresión de que ella estaba a gusto al lado de Sutseko, y esto lo irritó un poquito, sin embargo se mostró indiferente a cuanto Sutseko y Akane hacían o decían. Pronto decidió levantarse de la mesa y retirarse a tratar de resolver los problemas que el profesor había explicado, después de todo nadie ahí necesitaba de su presencia, así que sin más ni menos dijo:

-Creo que es hora de retirarme, gracias por la cena,- y volteando a ver a Sutseko dijo- gusto en conocerte...

-Igualmente- dijo Sutseko levantándose- espero vernos pronto.

-Claro- dijo Ranma- como si quisiera- murmuro para si.

Cuando ya estaba saliendo del comedor, recordó que le pediría ayuda a Akane, así que regresó y dijo:

-Akane, ¿me podrías ayudar con los problemas que dejó el profesor de trigonometría?...

-Mmm, lo siento Ranma, estaba un poco distraída y no los entendí- dijo Akane pensativa.

-Rayos, y ¿Cómo piensas hacerlos?- preguntó Ranma interesado.

-No lo se- contestó Akane- supongo que voy a tratar, a ver si me salen...

-Si quieren yo les puedo ayudar- interrumpió Sutseko- voy un año mas adelante que ustedes, ¿recuerdas Akane?

-¡Claro!,- exclamó ella- ¿pero no será mucha molestia?

-¡Por supuesto que no!- sonrió- claro, si no les molesta que pase mas tiempo aquí...

-Para nada- dijo Soun- tomate todo el tiempo que quieras.

-Gracias- contestó Sutseko- estoy listo cuando ustedes quieran.

-Muchas gracias Sutseko- dijo Akane y se inclino un poco en señal de agradecimiento.

-Si, gracias- exclamó Ranma pero no muy complacido por el ofrecimiento de Sutseko- entonces iré por mis cosas y los veré arriba...

-Está bien- fue lo único que le contestó Akane y rápidamente se concentro en lo que habían estado platicando antes de que Ranma interrumpiera.

-Claro- se dijo Ranma un poco molesto, no sabía lo que sucedía, pero no le agradaba la idea de que Sutseko se ofreciera para ayudarla, digo ayudarles. ¿Que le estaba sucediendo?

No le gustaba la presencia de Sutseko a pesar de que este no había hecho nada para molestarlo, al fin y al cabo solo era un amigo de la infancia de Akane, igual que él y Ukio, pero la diferencia era que Ranma pensaba que Ukyio era hombre...

Ranma entró a su habitación aún pensativo y confundido mientras que recogía algunos libros y cuadernos que necesitaba para la tarea, después refunfuñando espero a que se escucharan los pasos de Akane y Sutseko que indicarían el momento en que se uniría con ellos, Ranma por mientras decidió empezar con los demás deberes para poder dedicarle todo el tiempo posible a los problemas, que era lo que más se le dificultaba.

Paso alrededor de media hora hasta que Akane y Sutseko subieron, Ranma se dio cuenta por la charla tan animada que ellos tenían en voz alta, y eso nuevamente no le gustó. Ranma se puso de pie y salió, solo para alcanzar a ver cerrar la puerta del cuarto de Akane, Ranma se acercó y tocó con los útiles en la mano.

Mientras tanto Akane había estado charlando muy entretenida con Sutseko, seguido revivían viejos recuerdos de aventuras que tuvieron cuando eran apenas unos niños. Akane le había platicado como fue que llego a conocer a Ranma, emitiendo todo acerca de la maldición de éste, por que no creía que Sutseko estuviera preparado para conocer la verdad, también le dijo que no era raro que en la casa de la familia Tendo ocurrieran cosas extrañas por todos los amigos y enemigos que ellos tenían. Habían estado hablando en el comedor y después de que el resto terminara de cenar, cada uno se fue a hacer sus respectivas actividades por lo que Akane y Sutseko se habían quedado solos con una bandeja de té y galletas que Kasumi les sirvió como postre, después de eso subieron a la habitación de Akane para continuar con los deberes.

Akane se sentía muy a gusto con la compañía de Sutseko, estaba muy lejos a parecerse una conversación con Ranma, digo era imposible tener una conversación con Ranma, además Sutseko le traía muy gratos recuerdos y hacía que se le dibujase una sonrisa cada vez que él le dirigía la palabra, el había sido tan especial para ella, ¿Por qué todo tuvo que terminar así?

Akane abrió la puerta cuando escucho que tocaban, vio que era Ranma y le permitió que pasara, Sutseko estaba sentado en una silla al lado del pequeño escritorio de Akane, y se volteó para saludar a Ranma cuando éste entraba, Ranma localizó una silla y la acercó hacía donde Sutseko, pero Akane le dijo antes de que se sentara:

-Ranma, ¿me harías el favor de dejarme esa silla?, si no te has dado cuenta es la única que queda y estoy segura que no te molestara que la use, ¿cierto?

-Mmm, creo que si- dijo Ranma en tono de fastidio- por si no te diste cuenta yo la acerque...

-Pero estas en mi cuarto- empezó a discutirle Akane.

-No te preocupes Akane- interrumpió Sutseko- siéntate aquí, no es necesario que este sentado.

-No Sutseko, como crees- dijo Akane tímidamente- tú eres un invitado, Ranma es el que debería moverse...

-Él tiene razón- dijo Ranma de repente, estaba determinado a no permitir que Sutseko se sentara al lado de Akane, pero ¿Por qué?- no necesita estar sentado, además yo tengo que apoyar el cuaderno.

-Ranma...- comenzó a decir Akane pero Sutseko la interrumpió diciendo:

-Akane, por favor- dijo Sutseko- si no te sientas lo tomaré como una ofensa...

-Pero Sutseko...- comenzó Akane.

-¿Ya ves Akane?- dijo Ranma satisfecho consigo mismo- siéntate... =)

-Ranma...

-Por favor Akane- continúo Sutseko.

-Esta bien- accedió Akane sonriéndole- pero será la ultima vez que sucede- dijo echándole unos ojos de furia a Ranma, que este paso desapercibidos.

-No te preocupes- dijo Sutseko sonriéndole.

-Muy bien, empecemos- dijo Ranma dándose cuenta de lo que sucedía.

-Si, por favor- concluyó Akane.

-Muy bien, ¿podrían enseñarme los problemas que les encargaron?- preguntó Sutseko con seguridad.

Sutseko tenía razón cuando dijo que les podía ayudar, Ranma y Akane comprendieron los problemas que esa mañana se les habían hecho tan difíciles, cuando al fin terminaron el último problema Ranma sentía cansada la muñeca y Akane se veía un poco agotada, entonces fue cuando Sutseko dijo:

-Bueno se hace tarde, y como ya terminaron con los problemas, creo que ya es hora de irme...

-Muchas gracias por tu ayuda- dijo Akane con una reverencia.

-Si gracias, fue muy útil - tuvo que admitir Ranma, aunque no de muy buena manera.

-Me alegra que les haya podido ayudar- dijo Sutseko- además la cena estuvo deliciosa, tenia que regresarles el favor con algo.

-No te preocupes- dijo Akane- ahora que estés aquí, puedes venir a visitarnos de vez en cuando, y por que no, hasta dar una vuelta- dijo con una tierna sonrisa.

Ranma se quedó un poco sorprendido por la actitud de Akane, ¿ella diciendo que sería bueno dar una vuelta?, vaya no era de todos los días...

-Muchas gracias Akane, lo tomaré en cuenta- dijo Sutseko- y me gustaría, si es posible invitarles un helado cuando tengan tiempo libre...

-Por supuesto- dijo Akane- será un placer. ¡Ja! Ahora hasta un helado aceptaba, ¿Qué le estaba pasando? ¿Se sentiría bien?

-Muy bien- dijo él- entonces me retiro, gracias por todo nuevamente...

-No hay de que- dijo Ranma como quien no quiere por no parecer descortés.

-Te acompaño hasta la puerta- dijo Akane.

-Si, yo también- dijo inmediatamente Ranma, parándose y casi tumbando la silla.

-No es necesario- dijo Sutseko- conozco el camino de regreso jeje.

-Por favor- pedía Ranma, sentía la gran necesidad de insistir.

-Si Sutseko, no nos cuesta nada- insistió Akane.

-Está bien- dijo él- gracias por su amabilidad.

-No hay de que- dijo Ranma, y saliendo todos de la habitación bajaron las escaleras y pasaron el comedor directo a la entrada, estando ahí Sutseko agradeció nuevamente y se despidió de Akane y Ranma, cuando ya estuvo apunto de marcharse Akane lo llamo para que se detuviera:

-¡Espera!- dijo- olvidé darte esto- dijo sacando una pulsera de su bolsillo la cual Sutseko reconoció.

-Oh, gracias Akane- dijo él acercándose- pero prefiero que la conserves como un recuerdo de nuestra promesa, ¿Quién mejor que tu para cuidarla?- dijo dibujando una enorme sonrisa en su rostro, la cual Akane correspondió igualmente.

-¿Qué es eso?- preguntó Ranma que estaba un poco alejado y no pudo oír con claridad lo que Akane y Sutseko decían, pero al ver la pulsera quedo un poco desconcertado.

-Un pequeño recuerdo- dijo Sutseko- pero bueno, ahora me retiro y espero que pasen buena noche...

-Gracias- dijo Akane- te veremos luego.

-Adiós Ranma- dijo Sutseko.

-Hasta luego- dijo éste.

Y ambos se quedaron observando como Sutseko se alejaba, Ranma un poco confundido por lo que había pasado y por la enigmática sonrisa que Akane tenia; y Akane contenta porque había pasado una tarde llena de recuerdos felices junto a una persona que consideraba muy especial.

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Ranma estaba en su habitación tratando de conciliar el sueño, todo estaba silencioso y oscuro dentro de la casa Tendo, Ranma sólo podía escuchar los ronquidos de Genma que dormía a su lado, era imposible, no podía dormirse, trato de adivinar la hora, calculaba que serían como las doce de la noche, afuera la noche estaba tranquila, se podían oír mecerse los árboles con una suave brisa, el clima parecía ser agradable; Ranma decidió levantarse y se asomó por la ventana, se dio cuenta que el cielo estaba muy despejado y se podía ver claramente una luminosa luna junto a unas destellantes estrellas que abarcaban todo el cielo, era una noche hermosa, decidió abrir la ventana y salir a observar un poco el cielo, así que trepó por el tejado y fue a buscar un lugar de donde poder observar todo con mayor satisfacción.

Akane estaba tendida en su cama, se sentía un poco incomoda, estuvo pensando en todo lo que sucedió ese día, por lo que tenía el sueño ligero y no conciliaba descansar plenamente, en eso estaba cuando escuchó ruidos que provenían del tejado y mas tarde un breve estornudo, asustada se incorporó y trató de poner atención a lo que sucedía:

-Mmm, definitivamente alguien esta en el tejado- se dijo- bien, en ese caso veremos quien es el que se atreve a irrumpir en nuestra casa.

Y tomando un bat que tenía guardado de asía varios años, se dirigió a la ventana y la desplazó cuidadosamente observando alrededor, de pronto distinguió unos pies que se mecían encima de ella, y reconoció de quién se trataba por la vestimenta.

-Ranma, ¿eres tú?- preguntó tratando de distinguir el resto de la figura de Ranma...

-Mmm, ¿Akane?- preguntó éste cuando escuchó alguien que lo llamaba- pero ¿qué haces, y con ese bat en la mano?...- dijo asomándose de cabeza a la ventana de Akane.

-Me asustaste- dijo Akane haciéndose un poco para atrás- no podía dormir y de repente escuche ruidos, quería asegurarme... pero ¿tú que haces ahí arriba?- preguntó curiosa- ¿sabías que son más de las doce...?

-Me lo imagine- dijo incorporándose de nuevo dentro de la habitación de Akane- pero no podía dormir y me di cuenta que el cielo esta muy iluminado...

-¿Qué quieres decir?- dijo Akane asomándose por la ventana- de todos modos no tienes por que estar haciendo ruido en el techo cuando todos están durmiendo...

-Lo se, lo siento- se disculpó Ranma- pero, ¿te gustaría ver?...

-¿Cómo?-preguntó Akane desconcertada.

-Si, el cielo- informó Ranma- vamos, sólo un momento, pocas veces se puede ver un cielo como éste...

-No se...- dudó Akane pero al ver la expresión de Ranma, dijo- bueno esta bien, pero sólo por un momento...

-De acuerdo- consintió Ranma- entonces, vamos para arriba.

Y diciendo esto salió por la ventana cuidadosamente tratando de hacer el menor ruido posible, ya cuando estuvo arriba extendió una mano para poder ayudar a Akane, ésta la tomó y se aferró fuertemente a ella, como si su vida dependiera de eso, después de pasar días discutiendo, siempre encontraban momentos de tranquilidad y paz como éste. Ranma ayudó a subir cuidadosamente a Akane, y aun tomándola para que no resbalara, le indicó un lugar en el techo donde podían sentarse, Akane al observar el cielo exclamo:

-¡Vaya!, si que está hermoso- dijo casi en un murmullo de lo sorprendida que estaba...

-Te lo dije- dijo Ranma extendiendo sus piernas y haciéndose un poquito hacia atrás, mientras Akane permanecía sentada en la misma posición.

-Raras ocasiones e visto un cielo como éste...- puntualizó Ranma.

-Si, yo también...- dijo Akane pensativa.

Ranma al darse cuenta de su actitud, preguntó como no dándole importancia a lo que sucedía.

-¿Pasa algo?

-Eh... no nada, sólo estaba pensando- contestó Akane viendo a lo lejos.

-Ah, está bien- dijo Ranma, que había esperado que Akane se abriera.

-¿Qué piensas de Sutseko?- preguntó repentinamente Akane, quién tomó a Ranma por sorpresa, ya que no se esperaba esa pregunta.

-Yo... bueno pues no se... digo apenas lo acabo de conocer...-dijo dubitativo, no quería admitir que no le gustaba que anduviera cerca.

-Si, tienes razón- dijo Akane un poco seria- lo siento...

-¿Es una persona muy especial para ti verdad?- dejó caer de sopetón...

Akane pareció sorprendida.

-¿Qué quieres decir?

-Si, bueno... yo quise decir...Sutseko... bueno él... quiero decir...- Ranma no sabía como explicarse- ¿es muy especial para ti?... - repitió finalmente.

Akane meditó un poco la pregunta y después de unos segundos en los que Ranma había prestado especial atención a la luna, ella dijo:

-Si, después de todo compartimos muchas cosas cuando éramos niños, siempre estuvo ahí para mi cuando más lo necesitaba, éramos inseparables... es lo mismo que tú y Ukyio...

-Ah, pues eso me imagine- dijo Ranma pensativo-... pero tú... este... digo... ¿estas segura de que....? ¿Mmm de que él no quiere nada contigo?, digo después de todo Ukyio quiere casarse conmigo...

-¿Por qué preguntas?- preguntó Akane sin inmutarse a un tímido Ranma que estaba sentado junto a ella.

-Bueno, no se, sólo se me ocurrió...- dijo ranma desviando la mirada y algo preocupado por su respuesta, no le estaba gustando la dirección que estaba tomando su conversación.

Akane bajo un poco la vista y dijo:

-Pasaron muchas cosas que no creo que puedas entender- dijo en voz muy baja- lo único que se, es que siempre va a ser una persona muy especial para mi...

-¿Eh?- Ranma exclamo desconcertado, sintiendo de pronto que el corazón le latía rápidamente, y que un escalofrío le recorría por el cuerpo.

-Después de todo vivimos muchas cosas juntos- continuó sin hacer caso de la exclamación de Ranma- pero eso ya quedó en el pasado-dijo firmemente tratando de convencerse mas a ella que a Ranma.

-Si... bueno supongo...- comentó Ranma mirándola fijamente para después dirigirse al cielo.

-Sabes Ranma- dijo de repente Akane- me alegra que me hayas convencido de venir a éste lugar... puede decirse que es muy tranquilizante...- dijo dirigiéndole una sonrisa tierna y dulce para después ponerse a observar su alrededor.

-No... no hay problema- tartamudeó Ranma un poco confuso, no entendía como Akane se estaba comportando de esa manera, no parecía ser la misma de siempre, la chica con la que se la pasaba discutiendo, parecía más tranquila y más dulce... ¿Cómo es que no lo había notado antes?... de pronto le pareció simplemente hermosa bajo toda esa luz nocturna y con la suave brisa que comenzaba a desatarse, no sabía por que, pero sentía que el calor de su cuerpo comenzaba a subir y a concentrarse en sus orejas y rostro.

-Bueno creo que es hora de que me vaya a dormir- dijo Akane- ya me esta entrando un poco de sueño...

-Si, tienes razón – dijo Ranma- creo que yo también iré a descansar...

-Muy bien- dijo Akane levantándose, pero dio un pequeño mal paso y se hubiera resbalado si Ranma no la hubiera detenido a tiempo.

-¡Cuidado!- dijo Ranma, y tomándola por el brazo y la cintura evitó que se resbalara.

-Gracias- dijo Akane un poco asustada tomando fuertemente los brazos de Ranma- hubiera caído si no me hubieses detenido- dijo observando la altura a la que se encontraban y después volteando su rostro hacía Ranma que en ese momento se encontraba a la misma altura que el de ella, se quedaron viendo por unos segundos y después se soltaron rápidamente uno del otro al darse cuenta de lo que estaban haciendo, ambos estaban completamente rojos, y Akane podía sentir el calor que despedía el cuerpo de Ranma.

-Yo... este, gracias- dijo al fin Akane, al parecer un poquitin nerviosa.

-Eh... esta bien, no hay de que...- finalizo tímidamente.

-Yo... yo creo que ya voy a bajar- dijo Akane a manera de despedida.

- Si... este... déjame ayudarte- dijo Ranma aun sonrojado y moviéndose hacia adelanta, para poder ayudar a Akane.

-Bien- dijo ella- gracias...

-Este... bien- dijo él.

Y tomando nuevamente a Akane por los brazos la ayudó a que entrara a su habitación y después bajo él, entrando también en ella:

-Si no te importa, saldré por aquí- dijo Ranma señalando la puerta- es más fácil que por el techo...

-Si, esta bien- asintió ella- no hay problema... supongo...

-Si bueno, te dejo para que descanses- dijo Ranma dirigiéndose a la puerta, pero antes de llegar a ésta se detuvo, y pensando algo se dio media vuelta y le dijo:

-¿Por qué no eres así siempre?-.

-¿Qué quieres decir?-pregunto Akane sorprendida, ¿De que rayos estaba hablando?

-Bueno, quiero decir... amable- dijo Ranma tímidamente y haciendo todo lo posible por evitar su mirada.

-Supongo que si no fueras tan grosero todo el tiempo, lo sería- dijo pensativa, todavía confundida por la pregunta de Ranma.

-Bueno... tu también eres un poco agresiva... a veces- agregó viendo la luz que entraba por la ventana y caía sobre la cabeza de Akane.

-Supongo, que podríamos tratar de ser un poco más amables- dijo Akane sensatamente y extrañada por el comportamiento de Ranma.

-Si, bueno eso creo- tartamudeo éste- bueno ya me voy, que pases buena noche...

-Espera- exclamó ahora Akane- gracias por todo- y acercándose a Ranma le da un suave beso en la calida mejilla del sonrojado chico- fuiste de gran ayuda esta noche- dijo tímidamente- ahora si... buenas noches- dijo despidiendo a un petrificado ranma que decía un extraño- gracias- mientras salía de la habitación de ella.

Ranma no creía lo que había sucedido, puso la mano sobre su mejilla y acarició suavemente el lugar donde había recibido el beso, todavía podía sentir el rostro de Akane acercarse al suyo y eso le gusto, se acostó en su colchoneta y seguía acariciando su rostro, tratando de comprender lo que había ocurrido, pero lo que no entendía era la conducta de Akane, unos días era enojona y agresiva mientras que otros se podía comportar dulce, tierna y comprensiva, no sabía el porque pero definitivamente la segunda forma era la que mas le gustaba...


N/A: Vamos! Revisen! Revisen! Revisen!Los estoy esperando!! Jaja Miriam =)