Capitulo 3: El sueño de una princesa
La habitación tenía un suave olor a rosas, una suave brisa entraba por la ventana, Usagi había dejado ese lugar por seis años. Pero este permanecía igual, no había ningún cambio en él, incluso el enorme póster de Three Lights continuaba en la cabecera de su cama.
La rubia de cabello corto permanecía en la esquina de la habitación, estaba tumbada en la cama, fumando cigarrillos, como era su costumbre, Haruka percibía un suave aroma a lilas, cuyas ramas permanecían esparcidas sobre el piso, cubiertas de pequeños pedazos de vidrio, que reflejaban la luz tenue que entraba por la oscura habitación intentado deducir lo que había ocurrido en el lugar. Haruka se levanto, y camino hacia el lugar accidentado, se inclino para recoger los trozos de vidrio, y encontró una pequeña nota entre las ramas
Haruka:
Estoy muy feliz por tu triunfo, se que no te gusta hablar de ello, así que solo quería que supieras que te amo, y que me siento orgullosa de ti.
Michiru
Haruka no pudo contener las lagrimas que brotaron de sus ojos impulsivamente, estaba muy enfadada consigo misma, había maltratado a Michiru. Camino hacia el caballete que estaba en el centro de la habitación, en él estaba un retrato de tamaño natural de una joven de extraordinaria belleza, era ella. Michiru la había estado pintando por varias semanas. Habían sido días de paz, no habían reñido. Hoy, por la mañana, Michiru había salido muy temprano, tenía una cita muy importante, Haruka se había quedado en casa, limpiando, cuando encontró entre los papeles de Michiru una invitación para dar un concierto en Lion, Francia, que había recibido varias semanas antes. Haruka se sintió muy molesta, ella no le había hablado de ello. Cuando Michiru regreso a casa, traía un ramo de lilas entre las manos, sonreía, feliz de algún acontecimiento, puso las flores en aquel florero de cristal cortado que tanto le gustaba a Haruka, saco de su bolso la pagina de un periódico, que traía la foto de su amada "La campeona regresa, y triunfa" decía con letras grandes. Haruka estaba en la habitación, las ventanas estaban abiertas y la cortina se movía cadenciosamente ante el soplo del viento, las luces estaban apagadas, Michiru abrió la puerta de la habitación
-No enciendas las luces- escucho, de la voz ronca de su antigua compañera de batalla. -Haz estado fumando, verdad? Hasta cuando vas a dejar ese mal habito?- Le reclamo Michiru al percibir el aire contaminado de la habitación
Michiru camino hacia Haruka, con las lilas en el florero, Haruka no lo había notado, y cuando sintió que Michiru caminaba hacia ella, se levanto bruscamente, empujando a la chica, el florero cayo al suelo, rompiéndose en mil pedazos, como lo harían sus corazones después.
-Por qué hiciste eso?-pregunto aturdida -Yo? Eso es un jarrón, lo que tu me hiciste no tiene justificación- soltándole el humo en el rostro. Michiru tosió levemente, se inclino, para recoger los vidrios, pero Haruka la detuvo, tomándola con fuerza del brazo. -Por qué no me lo dijiste?- dijo, con un tono agresivo. -Decirte que? Por qué me lastimas- Haruka la soltó, azotando su brazo a un costado, Michiru comenzó a llorar. -Basta Michiru, deja de llorar- Michiru se detuvo, pero no pudo, y continuo llorando.
Haruka tomo su cajetilla, tomo un cigarro y lo encendió, Michiru se lo arrebato de la boca, dándole una bocanada, eso asombro a Haruka, eso era algo que ella no hacía, ella no fumaba. Haruka lo empezó cuando tuvo que dejar de correr, y lo hacía para tranquilizarse y no pensar en las carreras de autos. Incluso cuando Michiru se iba de gira, ella fumaba, buscando calmar la soledad que le provocaba estar lejos de ella. Y por un motivo ajeno que no deseaba tratar.
-Cuando te vas?- pregunto, intentando calmarse. Michiru cogió el sobre que Haruka le daba, era la invitación para el Simposium musical en Lion. -Esto es...- dijo al abrirlo -Por qué me lo ocultaste, cuando pretendías decírmelo?- Michiru sintió un ardor en el rostro. -No me hables de ocultar cosas- y le lanzo a Haruka el trozo de periódico- Cuando planeabas decírmelo, desde cuando volviste a correr autos, no se suponía que lo habías dejado??!!- Michiru estaba muy molesta, cuando había visto el periódico se puso feliz, y salió a comprarle unas lilas, pero nunca pensó en reclamarle el por que había vuelto a correr. -No puedes comparar, yo no salí del país, ni siquiera de la ciudad, pero tú...- -Basta!!- grito Michiru –Ya estoy harta de esto, cada vez que tengo que irme es lo mismo, pensé en no decírtelo, hasta que estuviera segura de ir, pero veo que tú no puedes aceptarlo, eres muy egoísta, y no quieres compartirme, sabes que, ya no quiero eso, tengo una carrera, una vida allá fuera, no necesito esto, además, tú ni siquiera me...- Michiru tomo su bolso, y salió de la habitación, de la casa. Haruka recogió el cigarro del piso, y se tumbo en la cama de nuevo.
Hotaru y Setsuna se encontraban cenando, había sido un día muy cansado, habían estado fuera de casa hasta tarde, y solo esperaban terminar de cenar para ir a la cama.
-Yo lavare los platos, Mamá, ya puedes irte a descansar- dijo sonriendo la dulce Hotaru, Setsuna sonrió alegremente. -Que dulce hija tengo, pero te ayudare, tu también estas muy cansada- Ambas se dispusieron a recoger la mesa, Hotaru estaba lavando los platos, y Setsuna los secaba y guardaba, cuando el timbre de la puerta sonó. -Yo iré- dijo Setsuna.
Cuando abrió la puerta, se encontró con una chica de cabello verde, ondulado y sedoso -Michiru?- pregunto, Michiru sonrió levemente, sus ojos denotaban cierta tristeza, era obvio que había estado llorando. -Setsuna, buenas noches, disculpa que venga tan tarde, pero no tenía donde ir- Setsuna la hizo pasar. -Quien es mamá?- pregunto Hotaru. -Aun la llamas mamá, Hotaru?- -Michiru? Valla, que alegría verte- dijo, saludando cordialmente a la visitante. -Si, creo que ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que estuvimos juntas-
Setsuna ofreció a Michiru una taza de café, paso el tiempo. Michiru relato a Setsuna la historia. El porque había llegado a visitarlas tan tarde. Le contó sus problemas con Haruka, no eran recientes, habían reñido por años, el motivo siempre era el mismo, los viajes de Michiru, pero en esta ocasión Michiru no estaba dispuesta a soportarlos más, aun cuando ella había decidido no ir a Francia. No porque no lo deseara, ese viaje la emocionaba mucho, pero la indiferencia de Haruka hacia su carrera le dolía. En especial cuando Haruka había dejado sus sueños por una razón, que la lastimaba.
-Por qué dejo de correr? Ella amaba las carreras de autos- Pregunto Setsuna, Michiru guardo silencio, sabía que Haruka no deseaba que ellas supieran la verdad, una verdad que le dolía de mil formas, pero no podía guardar más ese dolor en su pecho. -Ella... tenía miedo- el rostro de Setsuna lucía impresionado, Haruka nunca había tenido miedo, ni siquiera de morir –Cuando Usagi se marcho a Londres Haruka comenzó a comportarse muy diferente, lucía desganada, sin vida. No encontraba explicación a ese dolor que hallaba en sus ojos cada vez que la miraba, y me dolía, me dolía verla y no saber por que. Cuando dejamos de ver a Usagi parecía hallarse en una especie de duelo, una crisis emocional que la estaba matando, y yo no entendía la razón, hasta que intente acercarme a ella, hablar de lo que le sucedía, yo nunca espere que me respondiera eso...- Los verdes ojos de la princesa Neptuno se llenaron de lagrimas, parecía estar sufriendo en verdad -...Haruka me lo confeso... ella esta enamorada de Usagi- Los ojos de Setsuna se ampliaron, estaba realmente sorprendida de lo que oía –Ella la había amado desde siempre, decía 'Cuando vivía en el sistema solar externo, solía admirar la enorme belleza de la princesa Serenity, su rostro radiante, y siempre sonriente, solía imaginar mi primer encuentro con ella, amaba a mi princesa, solo que pesaba que sentía esa devoción hacia ella por que era mi princesa, a quien yo debía defender, solo que eso no era devoción, era amor, así que preferí alejarme de ella, pero cuando ella se enamoro del príncipe de la tierra, los celos me asecharon... así que intente olvidarla, pero no fue posible. Y cuando renacimos en esta era, ese sentimiento permaneció dormido, pero volvió, regreso cuando la vi de nuevo'. No lo podía creer, la razón era que no estaba cerca de ella, y eso me hirió- Michiru se detuvo, tomo un sorbo de café –Dejo de competir por ganar, lo hacía porque tenía que cumplir un compromiso, a veces, al mirar sus ojos, me encontraba un inmenso vacío, un vacío que me hería en lo más profundo, y cuando le preguntaba la razón, solo me daba evasivas, no quería tocar el tema. Un día lo dejo, cuando tuvo aquel accidente que la mantuvo en el hospital por varias semanas, creí que había sido un accidente, así que le pedí que dejara de correr, que ya no lo hiciera más, si ya no tenía una motivación, yo sabía que su motivación era ella, pero la distancia la lastimaba, no tenerla cerca la estaba matando, y por eso hizo lo que hizo...- Michiru lloro con más fuerza, Haruka había intentado suicidarse, estrellando el carro contra aquel puente. –Yo sé que Haruka me ama, pero el amor que siente hacia la princesa es muy grande, tan grande que no puedo luchar contra él, no cuando mi rival es alguien a quien amo, y con quien no puedo competir, pero es tan difícil...-
Unos día antes...
Haruka estaba en casa, Michiru había salido, y regresaría hasta mañana, se encontraba en un concierto, Haruka no había accedido a tocar con ella, se había quedado en casa, trabajando en el auto que había destrozado, el teléfono sonó, Haruka quito la grasa que había en sus manos, y contesto.
-Haruka, que bueno que te encuentro, voy a cobrarte un favor- el dueño de esa voz era Tappei Morisato, una antiguo rival, pero que consideraba un gran amigo –Claro! Tu siempre me llamas cuando necesitas un a favor- respondió de mala gana Haruka, bromeando con el chico. –Ya lo sé, pero te prometo que este será el ultimo, además me debes una-
Haruka no deseaba volver a una pista de carreras, se lo había prometido a Michiru, y estaba convencida de no volver a correr. Ella ya no estaba para apoyarla desde las gradas. Además una pista de carreras le traía malos recuerdos, le recordaba el día en que Usagi se había marchado a Londres, y de la cual no sabía, solo por la poca información que a veces le daban las chicas de ella.
-Ella me abandono en una carrera, y desde entonces no he podido volver a ganar- pensó cuando se dirigía a la pista –Por que te fuiste a sí, por que dejaste roto mi corazón-
Haruka recordó aquel día, era una carrera muy importante, sabía que ella estaría ahí, apoyándola. Usagi se acerco a Haruka antes de la carrera.
-Espero que ganes hoy- enunció la delicada boca de la rubia con coletas, Haruka la miraba feliz, sabía que teniéndola cerca estaría motivada para ganar –Es una pena que no pueda quedarme para ver tu triunfo- El rostro de Haruka se nublo, había escuchado bien, Usagi no estaría en la carrera –Por qué dices eso?- pregunto –Hoy salgo para Londres, y mi vuelo es en una hora, no puedo quedarme más tiempo, solo quería despedirme de ti y de las demás- Usagi se acerco a Haruka y la beso en la mejilla –Espero que seas muy feliz en mi ausencia- dijo. Usagi camino hacia la salida, y haciéndole una señal de victoria con la mano se marcho. Haruka quiso gritarle que no se fuera, que ella la amaba y no podía estar tan lejos de ella. Si la distancia de horas que había entre ellas desde que se habían graduado de la preparatoria y habían dejado de verse en la escuela era insoportable, no imaginaba como sería ahora, si iba a estar a tantos kilómetros de distancia. Esa tarde Haruka no gano, la imagen de Usagi despidiéndose de ella la atormentaba, y no pudo ganar, como Usagi se lo había pedido.
-Haruka, estas bien?- pregunto Tappei al verla tan sumergida en sus pensamientos –Haruka miro al chico frente a ella, eran muy similares, a excepción del cabello y la obvia razón de que el era chico –si, solo pensaba- Haruka dio un largo suspiro, tomo el casco que se encontraba en la mesa, cercana a la rampa de salida. Pensó en Michiru, y en lo que le había prometido hacía tres años, cuando había decidido dejar de correr, por su bien, pero tenía una deuda con su amigo, y aunque intentara huir de nuevo simplemente no podía, aunque cierta sensación la estaba motivando, no sabía con precisión de que se trataba, solo que en ese día en especial sentía ganas de correr, y ganar.
Presente...
Y así lo hizo, ese día triunfo, aunque había preferido ocultárselo a Michiru, moría de ganas de contárselo, pero sabía que la había traicionado. Cerro sus ojos y recordó el rostro de Michiru, su rostro estaba lleno de dolor, cuando le confeso la verdadera razón de ese extraño cambio de animo, cuando le dijo que en ella había un sentimiento demasiado profundo hacia la bondad pura, hacia su pequeño 'Odengo'.
Haruka se levanto de la cama, llego al teléfono y marco el celular de Michiru, no encontró respuesta, este se encontraba apagado, se maldijo a sí misma, recordando como la había maltratado, insistiéndose a sí misma que estaba actuando mal. Cuando iba a levantar de nuevo el auricular el teléfono sonó, una dulce y melodiosa voz se escucho
-Ohayo, Haruka-san- Haruka sintió su cuerpo estremecerse lentamente, desesperado al escuchar aquella voz inconfundible –Odengo?- pronuncio casi sin aliento –Haruka-san, que gusto escucharte, sé que ya es tarde, pero estaba en casa y pensé en marcarte, sentí una extraña necesidad de hacerlo, estas bien?- Haruka escuchaba la voz, pero no reaccionaba, había pasado demasiado tiempo desde la ultima vez que la había escuchado –Usagi, has vuelto a casa- enuncio. –Estas bien, Haruka?- pregunto de nuevo la chica –Haruka salió de su estado, para reaccionar de nuevo, pensando que tal vez era un sueño –eres tu, verdad?- pregunto, con cierta desesperación – Claro que soy yo, se que es muy tarde, y que quizá ya estabas dormida e interrumpí tu sueño- se disculpo Usagi –Pero acabo de llegar de Londres, bueno, llegue desde temprano, pero tuve un problema y no pude llamarte antes- Haruka respiro hondo, nunca había sentido esa sensación de desesperación, no desde aquel día en el que la chica del otro lado del teléfono la había abandonado.
Michiru se tumbo en el sofá cama del estudio, se tapo con las sabanas suaves y calientes que Setsuna le había dado, se tallo los ojos, estaban hinchados a causa de las lagrimas derramadas. Acomodó su cabeza en la almohada, intentando conciliar el sueño, miro el reloj en el escritorio, pasaban de las once de la noche. Pensó en Haruka, en lo que estaría haciendo –Te amo- susurro, intentando que su mensaje le llegara a su amada. Cerro sus ojos, para luego abrirlos abruptamente al escuchar el teléfono sonar.
-Moshi, Moshi- respondió Setsuna –Setsuna-san, ohayo, soy Usagi- exclamo –Usagi-chan!!- exclamo feliz la joven de cabello negro, con destellos verdes –Sé que es muy tarde, pero no pude marcarte antes, lo siento- se disculpo Usagi, Setsuna estaba realmente feliz de oír aquella singular voz, sin embargo había alguien que estaba escuchando la conversación, quien no se sentía del todo feliz al escuchar aquella voz, mas bien se sentía amenazada, había levantado el teléfono al escucharlo sonar, pero Setsuna ya lo había respondido.
Por la mañana John tomaba una taza de té junto a la familia de Usagi, quien desayunaba, Usagi bajo, se había desvelado la noche anterior hablando con Haruka y después con Setsuna.
-Buenos días dormilona-dijo Shingo, haciendo un gesto de alegría. Usagi le sonrío dulcemente a su hermano, lo miró cuidadosamente, era ya todo un joven, ya no era aquel niño, ya no más.
-Are you Ok?- Pregunto John al mirar a Usagi tan sonriente –Usagi observo a John, todos lo hicieron al oírlo hablar, sobre todo porque en la familia nadie hablaba ingles, solo Usagi –Sure, I'm fine- respondió Usagi, se sentó en la mesa a desayunar con los demás –Como esta Mamoru-san?- preguntó Ikuko –Usagi casi se atraganta con el bocado de comida que llevaba en la boca –Esta bien, creo- respondió, terminando con la platica –hoy me veré con las chicas en el templo Hikawa- dijo, cambiando el tema –Ira Mamoru también?- pregunto, insistiendo en saber que pasaba ahora que se habían vuelto a ver –No lo sé- dijo –John, It´s the time, Let´s go- dijo levantándose de la mesa, dándole un sorbo a su café –Yes, one moment, please- dijo, Usagi asintió con la cabeza. Ikuko recorrió con la mirada a su pequeña hija, ya no era más una niña, y sintió nostalgia, ahogándola con un suspiro, que llamo la atención de Usagi –Que pasa?- pregunto, dirigiéndose a ella –Eres toda una mujer- dijo. Usagi sonrió, su padre y hermano también sonrieron alegres.
Una joven de cabello castaño preparaba unos deliciosos pasteles –Dios, es demasiado tarde, tendrían que haber estado hace más de una hora- Los pasos de un felino se escucharon por el lugar, era una hermosa gata de color negro, con una calva de luna en su frente –Necesitas ayuda, Mako-chan?- pregunto la felina. Makoto arreglo su mandil, que estaba hecho bola debajo de su cintura, -No, ya acabe, por fin- dijo, acomodando los deliciosos postres en cajas de color rosa –Ah, por cierto Luna, te tengo buenas noticias, Usagi-chan esta en la ciudad, creo que esta trabajando aquí, eso dijo Ami, como sea, dijo que estaría en el templo Hikawa por ahí de las dos de la tarde, supongo que querrás verla- Luna guardo silencio, su princesa había vuelto, después de tanto tiempo de no verla.-Valla, ni siquiera tuvo la amabilidad de avisarme que estaba aquí- pensó la gata.
Rei barría el patio, hacia frío y el suave cantar de los pájaros se escuchaba alrededor de ella, miro hacia el cielo, buscando alguna respuesta a sus preguntas –Acaso algo malo se avecina, por que me siento tan confundida, tan temerosa al futuro- pensó, esa sensación había empezado en ella desde que había tenido la visita de su pequeña protegida –Acaso Usagi esta amenazando la estabilidad que teníamos- pensó –No, no, como puedo pensar eso, es bueno que haya vuelto, hacia mucho que no pasaba tiempo con ella- se reclamo así misma, tratando de ocultar su verdadera preocupación.
Ami terminaba su guardia, había trabajado 36 horas seguidas, Mamoru estaba de descanso y tuvo que cubrirlo, se recostó sobre el pequeño sillón de la salita de descanso, cerro sus ojos, tratando de descansar un poco. Su mente fue bombardeada, los recuerdos de aquel amor que había perdido la atacaron, abrió los ojos y se levanto, sabía que manteniéndose ocupada su mente no traería esos recuerdos tan lastimosos. Camino hacia los lockers, abrió el suyo, guardo su bata, saco su chaqueta y se colgó su mochila al hombro. Y se fue directo a la salida –Ya se va a descansar, doctora Mizuno?- pregunto la recepcionista –Eh? Si, ya me voy, hasta mañana Karen- dijo, y se marcho. Estaba algo nublado –Seguramente pronto nevara- pensó mirando el cielo, y guardo del frío sus manos en los bolsillo de la chaqueta.
Minako se despertaba, ayer había sido un día muy agitado, y hoy no tendría mucho tiempo libre –Que cansada estoy, que lastima que no pueda ir al templo Hikawa- pensó. Se puso su bata y lleno la tina de baño, el telefono sonó –Moshi, moshi- contesto –Minako-san, pasare por ti a las 10- Minako miro el reloj de la habitación, eran 9:15 –Estas loco, solo 45 minutos para arreglarme es muy poco tiempo- dijo molesta –Estaré ahí a las 10, Sayonara- repitió –Espera, yo...-, el había colgado. Minako frunció el ceño, tomando la toalla violentamente se dirigió al baño.
John esperaba en el lobby del lugar, era un hotel lujosos, seguramente muy caro, Usagi estaba sentada en una pequeña sala, recargando su cámara, contaba los rollo que tría en el bolso cuando John la llamo –Usagi, pasamos en cinco minutos- Usagi se levanto, acomodándose la cámara en el cuello –Y que vamos a ver?- pregunto, mirando a su compañero –Una conferencia, es sobre una reunión de los gobiernos, de economía y esas cosas, no te preocupes- dijo al mirar el rostro de Usagi confundido –Tu solo toma las fotografía que creas necesarias-
Usagi enfoco su cámara en repetidas ocasiones hacia la mesa del centro del salón, era un lugar no muy grande, con sillas incomodas, pero no tuvo tiempo de apreciarlas, los fotógrafos eran colocados en un sitio especifico, donde peleaban el uno con el otro por la mejor fotografía, Usagi tenía practica y era la mas ágil, se escabullía audazmente entre sus colegas. John miraba divertido la escena, no podía evitarlo, su compañera era muy hábil, y verla esquivando a los demás era una escena muy graciosa.
Usagi suspiro aliviada, había acabado aquella intensa lucha, John se reía a carcajadas recordándole a Usagi su increíble manera de hacerlo –Basta John, ya no te rías de mi- decía, pero John no podía parar de reír. –de acuerdo, pero lucias muy graciosa ahí dentro- repetía el chico. Usagi frunció el ceño, pidiendo a John que parara de reírse de ella –es muy gracioso lo que hago?- le pregunto.
Minako miraba su reloj, eran más de las dos de la tarde, y era obvio que no podría asistir a la reunión, y si podía terminar antes con la sesión de fotos, quizá ya no encontraría a nadie, miro fastidiada al fotógrafo, quien lucía despreocupado. –Venus, luces fantástica- le repetía.
Makoto cerro la florería, mientras que dejo la pastelería a cargo de un empleado –Volveré antes de las cinco, lo prometo- dijo a la chica. Luna estaba esperándola afuera del local.
Rei oraba, escucho dos voces a fuera blando en Inglés, una era conocida, era la de una chica, la otra era de un chico, pero no la conocía –This Temple is Beautiful- decía el joven de cabello castaño, maravillado con la majestuosa construcción –Yes, Rei is very lucky, this place is very beautiful- Rei salio de su lugar de oración, para toparse con Usagi y su apuesto acompañante –Rei, aquí estas, las demás no han llegado?, ah, él es John, mi mejor amigo- decía entusiasmada –John this is Rei Hino, my friend- Jonh extendió su mano hacia la joven Miko –Nice to meet you, Rei- Rei se ruborizo, era un joven en verdad apuesto, demasiado.
Ami tomo el autobús que la dejaba justo frente al Templo, estaba un poco cansada, apenas había dormido un par de horas, miro su reloj, era media pasadas las dos –Yo nunca he sido impuntual, Usagi era la impuntual- pensó divertida. Makoto había caminado desde su casa, estaba cerca, Luna caminaba junto a ella –Estas feliz de verla, no es así Luna?- Luna miro a la Princesa Júpiter –Si, aunque un poco desconcertada- Makoto sabía que Luna amaba mucho a Usagi, y que se sentía relegada cuando Usagi no había llamado para preguntar por su antigua guía –Artemis debió venir también- dijo.
-Ohayo, Usagi-chan- saludo la joven Hotaru –Hotaru-chan, viniste, pero y Setsuna?- pregunto al ver que había llegado sola –Verás, tuvo que quedarse a trabajar, pero te envía saludos- Hotaru desvío su mirada al acompañante de la chica, sus ojos verdes se calvaron en ella, ruborizándola –Ah, él es John, un amigo de Londres- dijo, señalándolo –John, this is Hotaru- John le sonrió cálidamente, lo cual provoco que Hotaru se ruborizara más. –Pero cuéntame, que has hecho, sigues deseando ser doctora?- le pregunto, Hotaru se encontraba embelesada frente al chico mas guapo del lugar –Hey, Hotaru- Hotaru reacciono, con cierto nerviosismo dijo –El habla Japones?- Usagi la miro confundida –No, John solo habla Ingles- Hotaru suspiro, en alivio –Ay, que bien, es que esta muy guapo y no puedo evitar mirarlo- Usagi rió, John las miraba sin entender, Usagi lo miro –You're Handsome-. Rei regreso con ellas –Hotaru-chan, que gusto verte- Hotaru se inclino, saludando a Rei –Rei-chan, como estas?-
Ami se bajo en la parada –Ami-chan!!- Luna salto a los brazos de Ami –Luna, que gusto, Mako-chan, como estas?- Makoto le sonrió a su antigua compañera de batalla –Ami, que tal, luces muy cansada, no has dormido bien, verdad?- Ami asintió con la cabeza, ambas caminaron hacia las escaleras del templo –Cerraste la florería y la pastelería?- le pregunto –No, solo la florería, tengo personal en la pastelería, así puedo dejarla abierta- Luna, quien permanecía en los brazos de Ami estaba contenta de que vería a su princesa. Caminaron hacia la casa de Rei, ubicada detrás del templo –Konichiwa- dijo Ami. Rei salió –Oh, Ami-chan, Mako-chan, pasen, Usagi esta aquí- Luna salto de inmediato, y corrió hacia dentro, estaba apunto de gritarle a Usagi, pero cuando entro a la sala noto que no estaba sola, Hotaru estaba ahí, con quien podía hablar, pero no con la otra persona, un hermoso joven –Luna, que sorpresa-, dijo Usagi, caminando hacia la gata y tomándola entre sus brazos –John, this is Luna, my pet- dijo, mostrándole la gata a John –It's beautiful, and this mark in her forehead, it's very strange- Luna estaba feliz de ver a su antigua ama, aunque no podía hablar con ella, por el momento –Luna, este es John, es un chico muy amable, lo conocí el primer día que llegue a Londres- Ami y Makoto entraron en el lugar –Mako-chan, Ami- chan, que bueno que vinieron- Usagi camino hacia su amigo –El es John, mi amigo, John this is Makoto and Ami, my friends- John saludo cordialmente a ambas chicas, pero su mirada se fijo en la chica de cabello azul, sonriéndole mayormente, Ami se ruborizo un poco, al notar que el chico la miraba fijamente. Torpemente se sentó junto a las demás, que la esperaban, John observaba a detalle cada movimiento de la chica.
Habían pasado ya dos horas desde que las chicas se habían reunido –Creo que Minako no vendra- dijo tristemente Usagi, tomando un disco que traía en su bolso –Me había comprado este disco para que ella me lo autografiara, pero creo que no podrá- Suspiro tristemente, John había permanecido alejado de la platica, pero no de una de ella, estaba ciertamente observando a Ami, se sentía extrañamente atraído hacia la desconocida –John, I´m sorry, You understood last conversation- Ami se sentía un poco incomoda ante la mirada de John, era un muchacho muy guapo, pero no le agradaba que alguien la mirara tan fijamente –John, I speak English, like Usagi, You can speak to me- Le dijo, intentando acercarse al joven –Thanks, Ami.- Ami no pudo evitar sonrojarse, aquel chico era en exceso atractivo, las demás se encontraban igualmente atraídas hacia el, pero John solo sentía eso por la joven de cabello color de agua.
-Debo irme, tengo que regresar al hospital, lo siento chicas- Ami tomo su abrigo–Yo también tengo que retirarme, debo regresar a trabajar, la chica de ojos verdes también se levanto, Usagi las miro tristemente –Pero chicas, aun esperaba estar más tiempo con ustedes- Ninguna intento quedarse –Lo siento, debo volver a mis obligaciones- enunció la joven Makoto –Yo también debo marcharme, tengo tarea que hacer, y prometí a Mamá volver temprano- Hotaru siguió a sus compañeras de reencarnación –Usagi-chan, yo debo atender el templo, discúlpame- Todas salieron de la habitación, hablando entre sí, John miraba la escena sin saber que pasaba –Bye John, Nice to meet you- se despidió Ami. Usagi camino tras ella, cada una se despedía de sus compañeras, extrañamente Usagi se sentía excluida de ellas.
Poco rato después Usagi se encontraba sentada en las escaleras del templo Hikawa, John la acompañaba –Has oído hablar alguna vez de Sailor Moon?, John- rompió el silencio, sus frases casi cortadas, con una apariencia como si fuera a caer en llanto –Sailor Moon, seguro, una niña vestida de Marinero, no se si sea algún tipo de guerrera o policía, pero también escuche de sus increíbles hazañas- dijo entusiasmado –Pues no es tan fabulosa, más bien es una chica que se quedo sin sueños- Usagi hundió su cabeza entres sus brazos, algunas lagrimas resbalaron por sus ojos, mirando el suelo –John, yo soy...- Luna saltó a los brazos de Usagi, evitando que rebelara su antigua personalidad –Hey, tu gata apareció- John se levanto apresuradamente, como si sorpresivamente recordara algo –Tengo algo que hacer- dijo, Usagi lo miro extrañada –Algo que hacer?- pero si no conoces a nadie en Tokio, podrías perderte- Luna permanecía entre los brazos de Usagi, observando a su princesa y a ese guapo chico hablar –Estaré bien, la que me preocupa eres tú, deberías volver a casa, yo iré mas tarde- Usagi intento detenerlo, pero John bajo rápidamente las escaleras. –Es muy impulsivo ese chico, es muy parecido a ti- Luna al fin pudo hablar con su antigua ama. Miro el rostro de Usagi, sus ojos estaban cubiertos de lagrimas –Ya no tengo sueños...-
Continuara...
Sailor Padme amidala_skywal@hotmail.com
Nota: Ufff... al fin termine al tercer capitulo, espero que no les moleste los cambios que he agregado, sobre todo por lo de Haruka enamorada de Usagi, aunque claro, Naoko lo hizo entrever en la saga de S, espero les guste, tanto como a mi me gusto hacerlo para ustedes. Besos.
La habitación tenía un suave olor a rosas, una suave brisa entraba por la ventana, Usagi había dejado ese lugar por seis años. Pero este permanecía igual, no había ningún cambio en él, incluso el enorme póster de Three Lights continuaba en la cabecera de su cama.
La rubia de cabello corto permanecía en la esquina de la habitación, estaba tumbada en la cama, fumando cigarrillos, como era su costumbre, Haruka percibía un suave aroma a lilas, cuyas ramas permanecían esparcidas sobre el piso, cubiertas de pequeños pedazos de vidrio, que reflejaban la luz tenue que entraba por la oscura habitación intentado deducir lo que había ocurrido en el lugar. Haruka se levanto, y camino hacia el lugar accidentado, se inclino para recoger los trozos de vidrio, y encontró una pequeña nota entre las ramas
Haruka:
Estoy muy feliz por tu triunfo, se que no te gusta hablar de ello, así que solo quería que supieras que te amo, y que me siento orgullosa de ti.
Michiru
Haruka no pudo contener las lagrimas que brotaron de sus ojos impulsivamente, estaba muy enfadada consigo misma, había maltratado a Michiru. Camino hacia el caballete que estaba en el centro de la habitación, en él estaba un retrato de tamaño natural de una joven de extraordinaria belleza, era ella. Michiru la había estado pintando por varias semanas. Habían sido días de paz, no habían reñido. Hoy, por la mañana, Michiru había salido muy temprano, tenía una cita muy importante, Haruka se había quedado en casa, limpiando, cuando encontró entre los papeles de Michiru una invitación para dar un concierto en Lion, Francia, que había recibido varias semanas antes. Haruka se sintió muy molesta, ella no le había hablado de ello. Cuando Michiru regreso a casa, traía un ramo de lilas entre las manos, sonreía, feliz de algún acontecimiento, puso las flores en aquel florero de cristal cortado que tanto le gustaba a Haruka, saco de su bolso la pagina de un periódico, que traía la foto de su amada "La campeona regresa, y triunfa" decía con letras grandes. Haruka estaba en la habitación, las ventanas estaban abiertas y la cortina se movía cadenciosamente ante el soplo del viento, las luces estaban apagadas, Michiru abrió la puerta de la habitación
-No enciendas las luces- escucho, de la voz ronca de su antigua compañera de batalla. -Haz estado fumando, verdad? Hasta cuando vas a dejar ese mal habito?- Le reclamo Michiru al percibir el aire contaminado de la habitación
Michiru camino hacia Haruka, con las lilas en el florero, Haruka no lo había notado, y cuando sintió que Michiru caminaba hacia ella, se levanto bruscamente, empujando a la chica, el florero cayo al suelo, rompiéndose en mil pedazos, como lo harían sus corazones después.
-Por qué hiciste eso?-pregunto aturdida -Yo? Eso es un jarrón, lo que tu me hiciste no tiene justificación- soltándole el humo en el rostro. Michiru tosió levemente, se inclino, para recoger los vidrios, pero Haruka la detuvo, tomándola con fuerza del brazo. -Por qué no me lo dijiste?- dijo, con un tono agresivo. -Decirte que? Por qué me lastimas- Haruka la soltó, azotando su brazo a un costado, Michiru comenzó a llorar. -Basta Michiru, deja de llorar- Michiru se detuvo, pero no pudo, y continuo llorando.
Haruka tomo su cajetilla, tomo un cigarro y lo encendió, Michiru se lo arrebato de la boca, dándole una bocanada, eso asombro a Haruka, eso era algo que ella no hacía, ella no fumaba. Haruka lo empezó cuando tuvo que dejar de correr, y lo hacía para tranquilizarse y no pensar en las carreras de autos. Incluso cuando Michiru se iba de gira, ella fumaba, buscando calmar la soledad que le provocaba estar lejos de ella. Y por un motivo ajeno que no deseaba tratar.
-Cuando te vas?- pregunto, intentando calmarse. Michiru cogió el sobre que Haruka le daba, era la invitación para el Simposium musical en Lion. -Esto es...- dijo al abrirlo -Por qué me lo ocultaste, cuando pretendías decírmelo?- Michiru sintió un ardor en el rostro. -No me hables de ocultar cosas- y le lanzo a Haruka el trozo de periódico- Cuando planeabas decírmelo, desde cuando volviste a correr autos, no se suponía que lo habías dejado??!!- Michiru estaba muy molesta, cuando había visto el periódico se puso feliz, y salió a comprarle unas lilas, pero nunca pensó en reclamarle el por que había vuelto a correr. -No puedes comparar, yo no salí del país, ni siquiera de la ciudad, pero tú...- -Basta!!- grito Michiru –Ya estoy harta de esto, cada vez que tengo que irme es lo mismo, pensé en no decírtelo, hasta que estuviera segura de ir, pero veo que tú no puedes aceptarlo, eres muy egoísta, y no quieres compartirme, sabes que, ya no quiero eso, tengo una carrera, una vida allá fuera, no necesito esto, además, tú ni siquiera me...- Michiru tomo su bolso, y salió de la habitación, de la casa. Haruka recogió el cigarro del piso, y se tumbo en la cama de nuevo.
Hotaru y Setsuna se encontraban cenando, había sido un día muy cansado, habían estado fuera de casa hasta tarde, y solo esperaban terminar de cenar para ir a la cama.
-Yo lavare los platos, Mamá, ya puedes irte a descansar- dijo sonriendo la dulce Hotaru, Setsuna sonrió alegremente. -Que dulce hija tengo, pero te ayudare, tu también estas muy cansada- Ambas se dispusieron a recoger la mesa, Hotaru estaba lavando los platos, y Setsuna los secaba y guardaba, cuando el timbre de la puerta sonó. -Yo iré- dijo Setsuna.
Cuando abrió la puerta, se encontró con una chica de cabello verde, ondulado y sedoso -Michiru?- pregunto, Michiru sonrió levemente, sus ojos denotaban cierta tristeza, era obvio que había estado llorando. -Setsuna, buenas noches, disculpa que venga tan tarde, pero no tenía donde ir- Setsuna la hizo pasar. -Quien es mamá?- pregunto Hotaru. -Aun la llamas mamá, Hotaru?- -Michiru? Valla, que alegría verte- dijo, saludando cordialmente a la visitante. -Si, creo que ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que estuvimos juntas-
Setsuna ofreció a Michiru una taza de café, paso el tiempo. Michiru relato a Setsuna la historia. El porque había llegado a visitarlas tan tarde. Le contó sus problemas con Haruka, no eran recientes, habían reñido por años, el motivo siempre era el mismo, los viajes de Michiru, pero en esta ocasión Michiru no estaba dispuesta a soportarlos más, aun cuando ella había decidido no ir a Francia. No porque no lo deseara, ese viaje la emocionaba mucho, pero la indiferencia de Haruka hacia su carrera le dolía. En especial cuando Haruka había dejado sus sueños por una razón, que la lastimaba.
-Por qué dejo de correr? Ella amaba las carreras de autos- Pregunto Setsuna, Michiru guardo silencio, sabía que Haruka no deseaba que ellas supieran la verdad, una verdad que le dolía de mil formas, pero no podía guardar más ese dolor en su pecho. -Ella... tenía miedo- el rostro de Setsuna lucía impresionado, Haruka nunca había tenido miedo, ni siquiera de morir –Cuando Usagi se marcho a Londres Haruka comenzó a comportarse muy diferente, lucía desganada, sin vida. No encontraba explicación a ese dolor que hallaba en sus ojos cada vez que la miraba, y me dolía, me dolía verla y no saber por que. Cuando dejamos de ver a Usagi parecía hallarse en una especie de duelo, una crisis emocional que la estaba matando, y yo no entendía la razón, hasta que intente acercarme a ella, hablar de lo que le sucedía, yo nunca espere que me respondiera eso...- Los verdes ojos de la princesa Neptuno se llenaron de lagrimas, parecía estar sufriendo en verdad -...Haruka me lo confeso... ella esta enamorada de Usagi- Los ojos de Setsuna se ampliaron, estaba realmente sorprendida de lo que oía –Ella la había amado desde siempre, decía 'Cuando vivía en el sistema solar externo, solía admirar la enorme belleza de la princesa Serenity, su rostro radiante, y siempre sonriente, solía imaginar mi primer encuentro con ella, amaba a mi princesa, solo que pesaba que sentía esa devoción hacia ella por que era mi princesa, a quien yo debía defender, solo que eso no era devoción, era amor, así que preferí alejarme de ella, pero cuando ella se enamoro del príncipe de la tierra, los celos me asecharon... así que intente olvidarla, pero no fue posible. Y cuando renacimos en esta era, ese sentimiento permaneció dormido, pero volvió, regreso cuando la vi de nuevo'. No lo podía creer, la razón era que no estaba cerca de ella, y eso me hirió- Michiru se detuvo, tomo un sorbo de café –Dejo de competir por ganar, lo hacía porque tenía que cumplir un compromiso, a veces, al mirar sus ojos, me encontraba un inmenso vacío, un vacío que me hería en lo más profundo, y cuando le preguntaba la razón, solo me daba evasivas, no quería tocar el tema. Un día lo dejo, cuando tuvo aquel accidente que la mantuvo en el hospital por varias semanas, creí que había sido un accidente, así que le pedí que dejara de correr, que ya no lo hiciera más, si ya no tenía una motivación, yo sabía que su motivación era ella, pero la distancia la lastimaba, no tenerla cerca la estaba matando, y por eso hizo lo que hizo...- Michiru lloro con más fuerza, Haruka había intentado suicidarse, estrellando el carro contra aquel puente. –Yo sé que Haruka me ama, pero el amor que siente hacia la princesa es muy grande, tan grande que no puedo luchar contra él, no cuando mi rival es alguien a quien amo, y con quien no puedo competir, pero es tan difícil...-
Unos día antes...
Haruka estaba en casa, Michiru había salido, y regresaría hasta mañana, se encontraba en un concierto, Haruka no había accedido a tocar con ella, se había quedado en casa, trabajando en el auto que había destrozado, el teléfono sonó, Haruka quito la grasa que había en sus manos, y contesto.
-Haruka, que bueno que te encuentro, voy a cobrarte un favor- el dueño de esa voz era Tappei Morisato, una antiguo rival, pero que consideraba un gran amigo –Claro! Tu siempre me llamas cuando necesitas un a favor- respondió de mala gana Haruka, bromeando con el chico. –Ya lo sé, pero te prometo que este será el ultimo, además me debes una-
Haruka no deseaba volver a una pista de carreras, se lo había prometido a Michiru, y estaba convencida de no volver a correr. Ella ya no estaba para apoyarla desde las gradas. Además una pista de carreras le traía malos recuerdos, le recordaba el día en que Usagi se había marchado a Londres, y de la cual no sabía, solo por la poca información que a veces le daban las chicas de ella.
-Ella me abandono en una carrera, y desde entonces no he podido volver a ganar- pensó cuando se dirigía a la pista –Por que te fuiste a sí, por que dejaste roto mi corazón-
Haruka recordó aquel día, era una carrera muy importante, sabía que ella estaría ahí, apoyándola. Usagi se acerco a Haruka antes de la carrera.
-Espero que ganes hoy- enunció la delicada boca de la rubia con coletas, Haruka la miraba feliz, sabía que teniéndola cerca estaría motivada para ganar –Es una pena que no pueda quedarme para ver tu triunfo- El rostro de Haruka se nublo, había escuchado bien, Usagi no estaría en la carrera –Por qué dices eso?- pregunto –Hoy salgo para Londres, y mi vuelo es en una hora, no puedo quedarme más tiempo, solo quería despedirme de ti y de las demás- Usagi se acerco a Haruka y la beso en la mejilla –Espero que seas muy feliz en mi ausencia- dijo. Usagi camino hacia la salida, y haciéndole una señal de victoria con la mano se marcho. Haruka quiso gritarle que no se fuera, que ella la amaba y no podía estar tan lejos de ella. Si la distancia de horas que había entre ellas desde que se habían graduado de la preparatoria y habían dejado de verse en la escuela era insoportable, no imaginaba como sería ahora, si iba a estar a tantos kilómetros de distancia. Esa tarde Haruka no gano, la imagen de Usagi despidiéndose de ella la atormentaba, y no pudo ganar, como Usagi se lo había pedido.
-Haruka, estas bien?- pregunto Tappei al verla tan sumergida en sus pensamientos –Haruka miro al chico frente a ella, eran muy similares, a excepción del cabello y la obvia razón de que el era chico –si, solo pensaba- Haruka dio un largo suspiro, tomo el casco que se encontraba en la mesa, cercana a la rampa de salida. Pensó en Michiru, y en lo que le había prometido hacía tres años, cuando había decidido dejar de correr, por su bien, pero tenía una deuda con su amigo, y aunque intentara huir de nuevo simplemente no podía, aunque cierta sensación la estaba motivando, no sabía con precisión de que se trataba, solo que en ese día en especial sentía ganas de correr, y ganar.
Presente...
Y así lo hizo, ese día triunfo, aunque había preferido ocultárselo a Michiru, moría de ganas de contárselo, pero sabía que la había traicionado. Cerro sus ojos y recordó el rostro de Michiru, su rostro estaba lleno de dolor, cuando le confeso la verdadera razón de ese extraño cambio de animo, cuando le dijo que en ella había un sentimiento demasiado profundo hacia la bondad pura, hacia su pequeño 'Odengo'.
Haruka se levanto de la cama, llego al teléfono y marco el celular de Michiru, no encontró respuesta, este se encontraba apagado, se maldijo a sí misma, recordando como la había maltratado, insistiéndose a sí misma que estaba actuando mal. Cuando iba a levantar de nuevo el auricular el teléfono sonó, una dulce y melodiosa voz se escucho
-Ohayo, Haruka-san- Haruka sintió su cuerpo estremecerse lentamente, desesperado al escuchar aquella voz inconfundible –Odengo?- pronuncio casi sin aliento –Haruka-san, que gusto escucharte, sé que ya es tarde, pero estaba en casa y pensé en marcarte, sentí una extraña necesidad de hacerlo, estas bien?- Haruka escuchaba la voz, pero no reaccionaba, había pasado demasiado tiempo desde la ultima vez que la había escuchado –Usagi, has vuelto a casa- enuncio. –Estas bien, Haruka?- pregunto de nuevo la chica –Haruka salió de su estado, para reaccionar de nuevo, pensando que tal vez era un sueño –eres tu, verdad?- pregunto, con cierta desesperación – Claro que soy yo, se que es muy tarde, y que quizá ya estabas dormida e interrumpí tu sueño- se disculpo Usagi –Pero acabo de llegar de Londres, bueno, llegue desde temprano, pero tuve un problema y no pude llamarte antes- Haruka respiro hondo, nunca había sentido esa sensación de desesperación, no desde aquel día en el que la chica del otro lado del teléfono la había abandonado.
Michiru se tumbo en el sofá cama del estudio, se tapo con las sabanas suaves y calientes que Setsuna le había dado, se tallo los ojos, estaban hinchados a causa de las lagrimas derramadas. Acomodó su cabeza en la almohada, intentando conciliar el sueño, miro el reloj en el escritorio, pasaban de las once de la noche. Pensó en Haruka, en lo que estaría haciendo –Te amo- susurro, intentando que su mensaje le llegara a su amada. Cerro sus ojos, para luego abrirlos abruptamente al escuchar el teléfono sonar.
-Moshi, Moshi- respondió Setsuna –Setsuna-san, ohayo, soy Usagi- exclamo –Usagi-chan!!- exclamo feliz la joven de cabello negro, con destellos verdes –Sé que es muy tarde, pero no pude marcarte antes, lo siento- se disculpo Usagi, Setsuna estaba realmente feliz de oír aquella singular voz, sin embargo había alguien que estaba escuchando la conversación, quien no se sentía del todo feliz al escuchar aquella voz, mas bien se sentía amenazada, había levantado el teléfono al escucharlo sonar, pero Setsuna ya lo había respondido.
Por la mañana John tomaba una taza de té junto a la familia de Usagi, quien desayunaba, Usagi bajo, se había desvelado la noche anterior hablando con Haruka y después con Setsuna.
-Buenos días dormilona-dijo Shingo, haciendo un gesto de alegría. Usagi le sonrío dulcemente a su hermano, lo miró cuidadosamente, era ya todo un joven, ya no era aquel niño, ya no más.
-Are you Ok?- Pregunto John al mirar a Usagi tan sonriente –Usagi observo a John, todos lo hicieron al oírlo hablar, sobre todo porque en la familia nadie hablaba ingles, solo Usagi –Sure, I'm fine- respondió Usagi, se sentó en la mesa a desayunar con los demás –Como esta Mamoru-san?- preguntó Ikuko –Usagi casi se atraganta con el bocado de comida que llevaba en la boca –Esta bien, creo- respondió, terminando con la platica –hoy me veré con las chicas en el templo Hikawa- dijo, cambiando el tema –Ira Mamoru también?- pregunto, insistiendo en saber que pasaba ahora que se habían vuelto a ver –No lo sé- dijo –John, It´s the time, Let´s go- dijo levantándose de la mesa, dándole un sorbo a su café –Yes, one moment, please- dijo, Usagi asintió con la cabeza. Ikuko recorrió con la mirada a su pequeña hija, ya no era más una niña, y sintió nostalgia, ahogándola con un suspiro, que llamo la atención de Usagi –Que pasa?- pregunto, dirigiéndose a ella –Eres toda una mujer- dijo. Usagi sonrió, su padre y hermano también sonrieron alegres.
Una joven de cabello castaño preparaba unos deliciosos pasteles –Dios, es demasiado tarde, tendrían que haber estado hace más de una hora- Los pasos de un felino se escucharon por el lugar, era una hermosa gata de color negro, con una calva de luna en su frente –Necesitas ayuda, Mako-chan?- pregunto la felina. Makoto arreglo su mandil, que estaba hecho bola debajo de su cintura, -No, ya acabe, por fin- dijo, acomodando los deliciosos postres en cajas de color rosa –Ah, por cierto Luna, te tengo buenas noticias, Usagi-chan esta en la ciudad, creo que esta trabajando aquí, eso dijo Ami, como sea, dijo que estaría en el templo Hikawa por ahí de las dos de la tarde, supongo que querrás verla- Luna guardo silencio, su princesa había vuelto, después de tanto tiempo de no verla.-Valla, ni siquiera tuvo la amabilidad de avisarme que estaba aquí- pensó la gata.
Rei barría el patio, hacia frío y el suave cantar de los pájaros se escuchaba alrededor de ella, miro hacia el cielo, buscando alguna respuesta a sus preguntas –Acaso algo malo se avecina, por que me siento tan confundida, tan temerosa al futuro- pensó, esa sensación había empezado en ella desde que había tenido la visita de su pequeña protegida –Acaso Usagi esta amenazando la estabilidad que teníamos- pensó –No, no, como puedo pensar eso, es bueno que haya vuelto, hacia mucho que no pasaba tiempo con ella- se reclamo así misma, tratando de ocultar su verdadera preocupación.
Ami terminaba su guardia, había trabajado 36 horas seguidas, Mamoru estaba de descanso y tuvo que cubrirlo, se recostó sobre el pequeño sillón de la salita de descanso, cerro sus ojos, tratando de descansar un poco. Su mente fue bombardeada, los recuerdos de aquel amor que había perdido la atacaron, abrió los ojos y se levanto, sabía que manteniéndose ocupada su mente no traería esos recuerdos tan lastimosos. Camino hacia los lockers, abrió el suyo, guardo su bata, saco su chaqueta y se colgó su mochila al hombro. Y se fue directo a la salida –Ya se va a descansar, doctora Mizuno?- pregunto la recepcionista –Eh? Si, ya me voy, hasta mañana Karen- dijo, y se marcho. Estaba algo nublado –Seguramente pronto nevara- pensó mirando el cielo, y guardo del frío sus manos en los bolsillo de la chaqueta.
Minako se despertaba, ayer había sido un día muy agitado, y hoy no tendría mucho tiempo libre –Que cansada estoy, que lastima que no pueda ir al templo Hikawa- pensó. Se puso su bata y lleno la tina de baño, el telefono sonó –Moshi, moshi- contesto –Minako-san, pasare por ti a las 10- Minako miro el reloj de la habitación, eran 9:15 –Estas loco, solo 45 minutos para arreglarme es muy poco tiempo- dijo molesta –Estaré ahí a las 10, Sayonara- repitió –Espera, yo...-, el había colgado. Minako frunció el ceño, tomando la toalla violentamente se dirigió al baño.
John esperaba en el lobby del lugar, era un hotel lujosos, seguramente muy caro, Usagi estaba sentada en una pequeña sala, recargando su cámara, contaba los rollo que tría en el bolso cuando John la llamo –Usagi, pasamos en cinco minutos- Usagi se levanto, acomodándose la cámara en el cuello –Y que vamos a ver?- pregunto, mirando a su compañero –Una conferencia, es sobre una reunión de los gobiernos, de economía y esas cosas, no te preocupes- dijo al mirar el rostro de Usagi confundido –Tu solo toma las fotografía que creas necesarias-
Usagi enfoco su cámara en repetidas ocasiones hacia la mesa del centro del salón, era un lugar no muy grande, con sillas incomodas, pero no tuvo tiempo de apreciarlas, los fotógrafos eran colocados en un sitio especifico, donde peleaban el uno con el otro por la mejor fotografía, Usagi tenía practica y era la mas ágil, se escabullía audazmente entre sus colegas. John miraba divertido la escena, no podía evitarlo, su compañera era muy hábil, y verla esquivando a los demás era una escena muy graciosa.
Usagi suspiro aliviada, había acabado aquella intensa lucha, John se reía a carcajadas recordándole a Usagi su increíble manera de hacerlo –Basta John, ya no te rías de mi- decía, pero John no podía parar de reír. –de acuerdo, pero lucias muy graciosa ahí dentro- repetía el chico. Usagi frunció el ceño, pidiendo a John que parara de reírse de ella –es muy gracioso lo que hago?- le pregunto.
Minako miraba su reloj, eran más de las dos de la tarde, y era obvio que no podría asistir a la reunión, y si podía terminar antes con la sesión de fotos, quizá ya no encontraría a nadie, miro fastidiada al fotógrafo, quien lucía despreocupado. –Venus, luces fantástica- le repetía.
Makoto cerro la florería, mientras que dejo la pastelería a cargo de un empleado –Volveré antes de las cinco, lo prometo- dijo a la chica. Luna estaba esperándola afuera del local.
Rei oraba, escucho dos voces a fuera blando en Inglés, una era conocida, era la de una chica, la otra era de un chico, pero no la conocía –This Temple is Beautiful- decía el joven de cabello castaño, maravillado con la majestuosa construcción –Yes, Rei is very lucky, this place is very beautiful- Rei salio de su lugar de oración, para toparse con Usagi y su apuesto acompañante –Rei, aquí estas, las demás no han llegado?, ah, él es John, mi mejor amigo- decía entusiasmada –John this is Rei Hino, my friend- Jonh extendió su mano hacia la joven Miko –Nice to meet you, Rei- Rei se ruborizo, era un joven en verdad apuesto, demasiado.
Ami tomo el autobús que la dejaba justo frente al Templo, estaba un poco cansada, apenas había dormido un par de horas, miro su reloj, era media pasadas las dos –Yo nunca he sido impuntual, Usagi era la impuntual- pensó divertida. Makoto había caminado desde su casa, estaba cerca, Luna caminaba junto a ella –Estas feliz de verla, no es así Luna?- Luna miro a la Princesa Júpiter –Si, aunque un poco desconcertada- Makoto sabía que Luna amaba mucho a Usagi, y que se sentía relegada cuando Usagi no había llamado para preguntar por su antigua guía –Artemis debió venir también- dijo.
-Ohayo, Usagi-chan- saludo la joven Hotaru –Hotaru-chan, viniste, pero y Setsuna?- pregunto al ver que había llegado sola –Verás, tuvo que quedarse a trabajar, pero te envía saludos- Hotaru desvío su mirada al acompañante de la chica, sus ojos verdes se calvaron en ella, ruborizándola –Ah, él es John, un amigo de Londres- dijo, señalándolo –John, this is Hotaru- John le sonrió cálidamente, lo cual provoco que Hotaru se ruborizara más. –Pero cuéntame, que has hecho, sigues deseando ser doctora?- le pregunto, Hotaru se encontraba embelesada frente al chico mas guapo del lugar –Hey, Hotaru- Hotaru reacciono, con cierto nerviosismo dijo –El habla Japones?- Usagi la miro confundida –No, John solo habla Ingles- Hotaru suspiro, en alivio –Ay, que bien, es que esta muy guapo y no puedo evitar mirarlo- Usagi rió, John las miraba sin entender, Usagi lo miro –You're Handsome-. Rei regreso con ellas –Hotaru-chan, que gusto verte- Hotaru se inclino, saludando a Rei –Rei-chan, como estas?-
Ami se bajo en la parada –Ami-chan!!- Luna salto a los brazos de Ami –Luna, que gusto, Mako-chan, como estas?- Makoto le sonrió a su antigua compañera de batalla –Ami, que tal, luces muy cansada, no has dormido bien, verdad?- Ami asintió con la cabeza, ambas caminaron hacia las escaleras del templo –Cerraste la florería y la pastelería?- le pregunto –No, solo la florería, tengo personal en la pastelería, así puedo dejarla abierta- Luna, quien permanecía en los brazos de Ami estaba contenta de que vería a su princesa. Caminaron hacia la casa de Rei, ubicada detrás del templo –Konichiwa- dijo Ami. Rei salió –Oh, Ami-chan, Mako-chan, pasen, Usagi esta aquí- Luna salto de inmediato, y corrió hacia dentro, estaba apunto de gritarle a Usagi, pero cuando entro a la sala noto que no estaba sola, Hotaru estaba ahí, con quien podía hablar, pero no con la otra persona, un hermoso joven –Luna, que sorpresa-, dijo Usagi, caminando hacia la gata y tomándola entre sus brazos –John, this is Luna, my pet- dijo, mostrándole la gata a John –It's beautiful, and this mark in her forehead, it's very strange- Luna estaba feliz de ver a su antigua ama, aunque no podía hablar con ella, por el momento –Luna, este es John, es un chico muy amable, lo conocí el primer día que llegue a Londres- Ami y Makoto entraron en el lugar –Mako-chan, Ami- chan, que bueno que vinieron- Usagi camino hacia su amigo –El es John, mi amigo, John this is Makoto and Ami, my friends- John saludo cordialmente a ambas chicas, pero su mirada se fijo en la chica de cabello azul, sonriéndole mayormente, Ami se ruborizo un poco, al notar que el chico la miraba fijamente. Torpemente se sentó junto a las demás, que la esperaban, John observaba a detalle cada movimiento de la chica.
Habían pasado ya dos horas desde que las chicas se habían reunido –Creo que Minako no vendra- dijo tristemente Usagi, tomando un disco que traía en su bolso –Me había comprado este disco para que ella me lo autografiara, pero creo que no podrá- Suspiro tristemente, John había permanecido alejado de la platica, pero no de una de ella, estaba ciertamente observando a Ami, se sentía extrañamente atraído hacia la desconocida –John, I´m sorry, You understood last conversation- Ami se sentía un poco incomoda ante la mirada de John, era un muchacho muy guapo, pero no le agradaba que alguien la mirara tan fijamente –John, I speak English, like Usagi, You can speak to me- Le dijo, intentando acercarse al joven –Thanks, Ami.- Ami no pudo evitar sonrojarse, aquel chico era en exceso atractivo, las demás se encontraban igualmente atraídas hacia el, pero John solo sentía eso por la joven de cabello color de agua.
-Debo irme, tengo que regresar al hospital, lo siento chicas- Ami tomo su abrigo–Yo también tengo que retirarme, debo regresar a trabajar, la chica de ojos verdes también se levanto, Usagi las miro tristemente –Pero chicas, aun esperaba estar más tiempo con ustedes- Ninguna intento quedarse –Lo siento, debo volver a mis obligaciones- enunció la joven Makoto –Yo también debo marcharme, tengo tarea que hacer, y prometí a Mamá volver temprano- Hotaru siguió a sus compañeras de reencarnación –Usagi-chan, yo debo atender el templo, discúlpame- Todas salieron de la habitación, hablando entre sí, John miraba la escena sin saber que pasaba –Bye John, Nice to meet you- se despidió Ami. Usagi camino tras ella, cada una se despedía de sus compañeras, extrañamente Usagi se sentía excluida de ellas.
Poco rato después Usagi se encontraba sentada en las escaleras del templo Hikawa, John la acompañaba –Has oído hablar alguna vez de Sailor Moon?, John- rompió el silencio, sus frases casi cortadas, con una apariencia como si fuera a caer en llanto –Sailor Moon, seguro, una niña vestida de Marinero, no se si sea algún tipo de guerrera o policía, pero también escuche de sus increíbles hazañas- dijo entusiasmado –Pues no es tan fabulosa, más bien es una chica que se quedo sin sueños- Usagi hundió su cabeza entres sus brazos, algunas lagrimas resbalaron por sus ojos, mirando el suelo –John, yo soy...- Luna saltó a los brazos de Usagi, evitando que rebelara su antigua personalidad –Hey, tu gata apareció- John se levanto apresuradamente, como si sorpresivamente recordara algo –Tengo algo que hacer- dijo, Usagi lo miro extrañada –Algo que hacer?- pero si no conoces a nadie en Tokio, podrías perderte- Luna permanecía entre los brazos de Usagi, observando a su princesa y a ese guapo chico hablar –Estaré bien, la que me preocupa eres tú, deberías volver a casa, yo iré mas tarde- Usagi intento detenerlo, pero John bajo rápidamente las escaleras. –Es muy impulsivo ese chico, es muy parecido a ti- Luna al fin pudo hablar con su antigua ama. Miro el rostro de Usagi, sus ojos estaban cubiertos de lagrimas –Ya no tengo sueños...-
Continuara...
Sailor Padme amidala_skywal@hotmail.com
Nota: Ufff... al fin termine al tercer capitulo, espero que no les moleste los cambios que he agregado, sobre todo por lo de Haruka enamorada de Usagi, aunque claro, Naoko lo hizo entrever en la saga de S, espero les guste, tanto como a mi me gusto hacerlo para ustedes. Besos.
