Capitulo 4: Confesiones
Haruka recargo su espalda contra el muro, intentando recuperar el aliento, respiraba agitadamente, sujeto su pecho, sintiendo su corazón latir rápidamente. Haruka sonrió, la imagen de Michiru hablándole de lo malo que era el cigarro para su salud, su sonrisa se borro, no la había visto desde ayer, estaba preocupada, pero tenía un pendiente a un mayor. Se giro sobre sus pies para ponerse de frente a las enormes escaleras del templo Hikawa. Se inclino un poco, recargándose sobre sus rodillas, dando un fuerte suspiro se incorporo y comenzó a subir.
La chica lloraba inconsolablemente, sujetaba sus brazos con fuerza, acurrucada en la orilla de las escaleras, su rostro, oculto entre sus brazos, había estado en esa posición por varios minutos, intentaba calmarse, pero le era imposible. Haruka observo a la chica, de rubios cabellos, parecidos a pequeños destellos de sol, que se mecían graciosamente empujados por la brisa -Estas bien?- pregunto, la chica lentamente levanto su rostro, sus cabellos cubrían gran parte de este, ocultando su singular belleza. -Haruka-san!!- expreso la chica, saltando a sus brazos, Haruka sintió las lagrimas que humedecían su chaqueta de mezclilla, la chica se aferró con fuerza a ella, llorando con mayor intensidad. Haruka no supo que hacer, la rubia se alejo un poco de ella, para mirar su rostro, cubierto de lagrimas, la miro cuidadosamente, esos ojos azules, profundos -Odango??- murmuro, Usagi se seco las lagrimas con la manga de su chamarra -Lo siento, Haruka, es solo que me sentía muy mal, pero ya estoy mejor- esbozando una sonrisa, tan débil como su espíritu en ese momento -Por qué llorabas?- pregunto, Usagi agacho la mirada -no me siento muy bien, eso es todo- dijo.
Luna buscaba a Rei por el templo, estaba preocupada por su pequeña princesa. -Rei, te estaba buscando- dijo, al hallar a la Sailor -Ocurre algo malo, Luna?- La felina tenía un aspecto preocupado, aunque su actitud era en realidad de molestia, no sabía como actuar con Usagi, desconocía a esta nueva persona que había llegado de Londres. Rei camino hasta las escaleras, donde había dejado Luna a Usagi, Rei se preocupo al encontrar el lugar vacío, la noche había caído, hacia bastante frío, las nubes cubrían el cielo -Hace demasiado frío, a donde habrá ido Usagi?- se pregunto Rei, Luna estaba mas preocupada, Usagi no estaba bien, pero le dolía que se hubiera marchado, dejándola en aquel lugar, sin decirle nada, como si los años que habían pasado juntas fueran solo un recuerdo vago en la mente de Usagi, como si no viesen sido importantes en la vida de su antigua ama.
-Excuse me, I'm looking for to Ami, doctor Ami- Karen observo con curiosidad al chico del otro lado de la ventanilla -Doctor Mizuno?- le pregunto -Yes- respondió con una linda sonrisa, Karen no pudo evitar sonreírle tontamente al chico, era muy apuesto e interesante -She isn't here- respondió como pudo -What time does she start working?- pregunto decepcionado, Karen se giro a buscar el horario de los doctores, torpemente lo tomo, cayéndosele de las manos en repetidas ocasiones -She arrive at nine o'clock, tomorrow- John se quedo ciertamente decepcionado, había abandonado a Usagi para ir a buscar a Ami, y no la había encontrado -Could you tell me where does she live?- pregunto -Oh, I'm sorry, I can't, it's confidencial- John miro a la chica con ojos tristes, Karen sintió como su corazón se conmovía con aquella mirada -I can´t, please don´t have this face- le pidió, John comprendió, era el trabajo de la chica, no podía faltar a su compromiso -Ok, Thanks, see you, tomorrow- Karen sonrió. John salió del Hospital. Miro su reloj, eran las 8:05, camino, hundiendo sus manos en los bolsillos de la chaqueta, hacia bastante frío.
Haruka pensaba, seguía sentada sobre la acera, Usagi la miraba, confundida -Por qué has estado tan callada, he dicho algo malo?- Haruka levanto la cara, y se topo con unos ojos hermosos, Usagi se sonrojo al sentir su mirada, giro suavemente su rostro, miro al cielo -El cielo es tan hermoso, hacia tiempo que no lo miraba- Haruka se levanto, camino hacia su querida princesa -Usagi, hay algo que quiero que sepas.- Usagi miro a su guardiana. Haruka tenía un brillo en los ojos, parecían dos flamas ardientes, estaba dispuesta a confesarle su amor, ya no aguantaba más, era ahora o nunca -Odango yo.- Usagi retrocedió, estaba, de una manera extraña, muy nerviosa ante la extraña conducta de Haruka, quien insistió de nuevo, e intentando un acercamiento con ella tomo su brazo y la jalo hacia su cuerpo, Usagi quedo envuelta por los brazos de Haruka, su cabeza, apoyada en su pecho, sintió como el corazón de Haruka latía rápidamente -Haruka?- susurro Usagi. Haruka descubrió que había estado abrazando con fuerza el frágil cuerpo de su princesa, parecía que lo había hecho en un sueño, pero al despertar Usagi estaba ahí. Alejo a Usagi suavemente de su cuerpo -Lo siento, yo solo quería sentirte.- Usagi tomo la mano de Haruka, la apoyo contra su pecho -Esta bien, yo también te extrañaba- le sonrió, lo cual calmo el corazón agitado que latía en su pecho.
-Dime algo, Odango, aun amas a Mamoru?- Usagi la miro desconcertada, no deseaba hablar sobre Mamoru -Si, lo amo, pero.- Había cosas que habían pasado durante su ausencia, ella ya no era más una niña ni tampoco una Sailor en batalla, ahora su verdadero enemigo era ella misma -Creo que ya no podremos estar juntos- Haruka se sorprendió ante la respuesta -Por qué?- Usagi se alejo, con un largo suspiro -No quiero hablar de eso, que te parece si mejor vamos a un lugar a divertirnos, ah, espera un momento, mañana tengo trabajo muy temprano, será mejor ir a casa- dijo en una solazada expresión.
Hotaru estaba leyendo en su habitación -Que tal estuvo tu día, viste a Usagi- Pregunto Setsuna al entrar en la habitación -Pues si, la vi, aunque esta un poco cambiada, pero se ve bien- Hotaru dejo el libro en la mesita junto a su cama -Dime Setsuna no estas molesta con su regreso- Setsuna se sorprendió con la pregunta de Hotaru -Molesta, por que habría de estarlo?- Hotaru se sentó en la cama -Pues creo que deberías estarlo, bueno talvez estoy confundiendo las cosas, pero creo que aun estas enamorada del príncipe y durante el tiempo que ella estuvo en Londres tú saliste con él varias veces, a pesar de que él salía con Noriko, pero sabías que no la amaba, y tenías ciertas posibilidades, pero ahora Usagi ha regresado, lo que significa que volverán a estar juntos- Setsuna casi cae de espaldas, que era toda esa idea acumulada en la mente de Hotaru, era cierto, o ella lo veía, veía acaso la verdad, claro que Setsuna no deseaba contestar, ya que podía mentir en cualquier forma -No, no estoy molesta- se limito a responder -Pero sobre la primera parte, me refiero a ti a Mamoru- Setsuna se sintió acorralada -Basta, esta conversación termino- se retiro de la habitación.
Permaneció inmóvil junto a la puerta cerrada, que era todo eso, ella no amaba al príncipe, no. Era cierto que era muy atraída hacia él, pero esa atracción era mera admiración, nada emocional. Pero la pregunta era ¿Por qué no se lo había explicado así a Hotaru? Por que no tocaba el tema, o lo tomaba con demasiado tacto, pero sería mejor no confundir más su mente, era suficiente. Entrada a su habitación y decidió descansar, había tenido un día largo y tedioso, adoraba su trabajo, pero estaba muy agotada. No volvió a pensar en el asunto sobre sus sentimientos sobre Mamoru, no después de esa noche, y no cuando le sería arrebatado algo muy pronto.
Hotaru, por el contrario, se quedo pensando en la situación. Había actuado de manera imprudente con Setsuna, ella era una madre para ella, después de la muerte de su padre, había quedado sola y Michiru, Haruka, pero sobre todo, Setsuna habían cuidado de ella. Ahora tenía 17 años, y gracias a Setsuna tenía un hogar y estaba en su último año de preparatoria, no tenía preocupaciones, excepto acreditar sus exámenes, pero para ella la escuela era fácil, no le preocupaba fallar, regularmente no lo hacía, y si había algo que no entendiera le ponía empeño hasta lograr una buena nota, así era ella, y así era su vida con Setsuna. Amaba mucho a Setsuna, y se sentía muy apenada con ella. Pero eso ya no tenía remedio, ya lo había hecho, solo quedaba disculparse.
-Mamá, tengo algo que decirte- interrumpió Hotaru en la habitación de Setsuna, la habitación estaba vacía, parecía que Setsuna había salido repentinamente. Hotaru se sorprendió al no encontrarla, bajo a la estancia, y tampoco la halló -A donde habrá ido- se cuestionó, ante la casa vacía, con solo su presencia.
Era tarde, la puerta se abrió, Setsuna entro. Encontró a Hotaru que yacía en el sillón, dormida. Setsuna la sacudió un poco para despertarla -Hotaru, que haces aquí?- le pregunto. Hotaru se desperezo un poco, estiro sus brazos al aire -Donde habías estado?- Miró su reloj -Por dios, son más de las dos de la mañana- Setsuna guardo silencio, intento no afligirse ni afligir a Hotaru -Salí un rato, a pensar un poco, no creí que me esperaras- Hotaru se levanto y se abrazo de ella -Lo siento mamá, no debí decir lo que dije, fui muy imprudente- Setsuna permaneció inmóvil, Hotaru permaneció abrazada a ella -Hotaru hay algo que necesito decirte- dijo apartándola de ella, Hotaru la miro confundida -Algo que decirme, que es?- Setsuna intento sacar valor de ningún lado, suspiro levemente -No es nada- dijo con una sonrisa, Hotaru lucía aun mas confundida.
Usagi se alisto para trabajar, llamo a la puerta del cuarto de John -Morning, Where did you go yesterday?- le pregunto al entrar a la habitación -Nowhere, I just visited the city- Usagi lo miro desconfiada -No me engañas, dime a donde fuiste- se arrojo sobre el en una ataque para hacerlo confesar -Dime, a donde fuiste a noche?- Insistía Usagi, el se negaba a responderle -El desayuno esta listo- Ikuko interrumpió, mirando asombrada la conducta de ambos chicos, Usagi sobre John, parecían una pareja de amantes -ahora vamos mamá- respondió Usagi levantándose. Ikuko miro a su hija, la desconocía de alguna manera -Usagi que ocurrió ahí dentro?- la interrogo -Pasar, ahí dentro?- pregunto Usagi en respuesta -Si, tú y ese chico, bueno no estaban.- Usagi se rió levemente -No mamá, no es lo que crees, John es como mi hermano, además vivía con él en Londres, tú lo sabías- Usagi se sujeto el cabello con una liga, haciéndose una cola -Viste a Mamoru ayer- Ikuko cuestiono a Usagi -No, no lo vi, seguro esta en su casa, mamá, él y yo ya no somos nada, será mejor que no hablemos de él, bueno, tengo que arreglar la cámara- Ikuko se quedo parada en el pasillo, ella sabía cuanto quería Usagi a Mamoru -Que paso?- se pregunto en silencio.
Usagi buscaba un rollo en la mochila -Donde lo puse?- pensaba, busco en la bolsas grandes, en las pequeñas, no lo encontraba -Por dios, donde deje ese rollo- insistía, era el rollo de las fotos del día anterior -Usagi, Are you looking for this?- pregunto John mostrándole un pequeño rollo -Ah, yes, I am, thanks- lo tomó. Usagi se miro en el espejo antes de abandonar la habitación, se sonrió a sí misma y salió de ella, John bajo detrás de ella -Y ahora me dirás que hiciste ayer?- cuestiono de nueva cuenta -No, no te lo diré, es un secreto- respondió -Esta bien, pero será mejor que te comportes, Ami no es como las chicas con las que tu acostumbras salir- John se quedo inmóvil, como es que ella sabía -Si, lo sé. Vi como la mirabas ayer, así miras a las chicas que te interesan, pero te lo advierto, yo la quiero mucho, a sí que espero que no la lastimes- Usagi miro a todos en la mesa -Ohayo Gozaimasu- saludo. Se sentó a desayunar, John se sentó a su lado, permaneció callado, Usagi hablaba con su familia de lo que había hecho ayer, sobre su trabajo y lo mucho que le encantaba estar en casa de nuevo -Creo que es hora de irnos, John, Are you ready?- John asintió con la cabeza, Usagi levanto sus trastos y los de John, los lavo rápidamente -Nos vemos- se puso sus zapatos, tomo su pequeña mochila y salió, John hizo lo mismo.
-Pasa algo, te ves extraño, te sientes enfermo. tal vez el clima, no espera. en Londres hace el mismo frío, entonces, ah ya se es por lo que te dije esta mañana. esta bien, creo que eres una buena persona, Ami lo noto también, no te preocupes- John le sonrío -De verdad?- Usagi lo miro -Claro que si, mírate, eres en verdad un chico guapo, tienes una linda sonrisa, y eres muy amable, ella sin duda lo vio- caminaron un rato sin decir nada, John se sentía mejor, Usagi le había dado ánimos.
Llegaron a una avenida, tomaron un taxi, para llegar al hotel -Iras a buscarla hoy? Si me vieses dicho a donde ibas te hubiese dado la dirección de su casa- Usagi rompió el silencio -La recepcionista no quiso dármelo, aunque le insistí mucho, pero ella termino negándose- el taxista les anuncio que habían llegado al lugar, Usagi le pago y bajaron. Alguien toco el hombro de Usagi cuanto iban entrando al hotel, ella se giro para mirar quien era -Richard, que haces aquí?-
Haruka se preparaba de desayunar, cuando escucho que la puerta se abría, se asomo y encontró a Michiru -Hola- dijo la hermosa chica de cabello verde. Haruka sintió su corazón latir con fuerza -Hola- le respondió. Michiru camino hasta ella, Haruka regreso a la cocina -Quieres desayunar?- le pregunto, Michiru se sentó en la barra de la cocina -Haruka, yo. necesito que hablemos- Haruka dejo el sándwiches que estaba preparando, se giro y miro de frente a Michiru -Sé que Usagi esta aquí, Setsuna me lo dijo, así que .- Haruka se sentó frente a ella -Yo se que no he sido del todo honesta contigo, sé que te herí, sé que tú no te mereces esto, pero también sé que Te amo, y que no quiero perderte- Michiru miro a Haruka sorprendida -El hecho de que Usagi este aquí no cambia nada, ella y yo no estaremos juntas nunca, y no es por ello que estoy contigo. Michiru siento mucho haberte herido, solo quiero estar contigo- Michiru se levanto de su asiento, camino hasta ella, Haruka se levanto, ambas se unieron en un calido abrazo -Yo también te amo, Haruka- Haruka beso sus labios, suavemente y después en un frenesí de pasión, Michiru se entrego a su amada. Sus encuentros solían ser apasionados, y este no sería de ninguna manera la excepción.
Haruka miro su reloj, eran las 12 de la tarde, Michiru permanecía dormida entre sus brazos, sonrío al verla tan placidamente dormida, le beso la frente y suavemente se libero de sus brazos, camino al baño y abrió las llaves de la ducha. Salio del baño, Michiru permanecía aun dormida, la miro fijamente, halló en su figura una figura un poco más pequeña, de cabellos rubios, dispersos sobre las sabanas, Haruka taño sus ojos -No debo pensar más en ella- entro al baño, cerro la puerta. Bajo el agua que caía suave sobre su cuerpo, pensó de nuevo en ella, pensó en su apasionado encuentro con Michiru, pero si ese cuerpo no viese sido el de ella, si no el de su amada Odango -Basta!!! Deja de pensar en ella- se increpó a sí misma.
Michiru despertó, se encontró sola sobre la cama, escucho el agua de la regadera, así que pensó que Haruka estaría dándose un baño, se levanto, se puso su bata de color agua, y camino hasta el baño, abrió la puerta quedamente para sorprender a Haruka, pero la sorprendida fue ella -Usagi aun te amo, pero.- escucho Michiru, Haruka se dio cuenta de la presencia de Michiru, abrió la cortina -Sabía que me mentías, fui una tonta al creerte, nunca vas a dejar de amarla, y por eso no me vas amar a mí- Michiru salió del baño, Haruka tomo una toalla, se la puso alrededor de su cuerpo desnudo -Espera Michiru, estos es muy difícil para mí, la amo, sí, pero también a ti- Michiru se vestía -No me mientas, como puedes amar a dos personas, como puedes decirme que me amas, cuando el deseo por tenerla no te deja en paz- Haruka no sabía que hacer para detenerla, si se iba sabía que esta vez no volvería -No me dejes, Michiru, si tu te vas no me queda nada- Michiru se detuvo, si ella dejaba a Haruka no le quedaba más, era lo único que tenía, solo se tenían ellas, no había mas, miro hacia abajo, encontró el estuche de su violín, incluso aquel pedazo de madera, que fue su compañero por muchos años, antes de ser una Senshi, no era más que un sustituto de amor, para su soledad, solo un instrumentó, que nunca la abrazo o la beso. Pequeñas lágrimas rodaron por su rostro, había detenido ese llanto, ya no deseaba seguir sufriendo, pero era imposible no hacerlo. Miro a Haruka, su rostro, húmedo aun por el baño, que ocultaba sus lagrimas, pero sus ojos rojos y húmedos eran muestra de su llanto -Si realmente me amas, que estas dispuesta a dejar, a sacrificar?- pregunto, su cabello empezó a fluctuarse por el aire que entraba suave por la ventana, Haruka miro a la chica frente a ella, tan bella, tan perfecta, la amaba con locura, más allá de la simple pasión, o amor, que sentía por su princesa, se podía romper en mil pedazos frente a ella, la amaba, y que podía sacrificar -Hablas de ella?- pregunto indecisa -No, hablo de nosotras, hablo de que si estas preparada a tener una relación conmigo, a dejar de jugar, a ser libres, sin ataduras, a amar, y saber lo que es amar, a dejar ser libre al otro, a dejar que se realice, hablo de tener vidas propias, hablo de viajar sola, y que tu vuelvas a correr, hablo de que si la amas a ella, esta bien, sé que me amas, y eso me basta, pero debo saber en que lugar de tu vida estoy, a que tanto vives por ti misma, y me dejas vivir- Haruka se sintió bombardeada por todas las palabras que Michiru había dicho, giraron por su cabeza 'Que tan libre soy', se pregunto 'Que tanto vivo por ella, que tanto vivo su vida, que tanto vivo mi vida' -Desde que ella se fue te ataste a mi como a un salvavidas en medio de un naufragio, vivías mi vida, y odiabas que yo tuviera una vida aparte de la tuya, yo sentía terror, te perdía a cada momento, a cada segundo sentía que tu mente estaba en otro lado, me besabas, pero sabía que en tu mente besabas a otra, me tocabas, y deseabas que mi cuerpo fuera el de otra persona, nunca fuiste mía en verdad, nunca serás mía mientras no quieras serlo- Michiru tomo el violín -Esto es lo único que tengo de verdad, sabes que es lo peor, que tú odias este violín, por que sabes que hay una relación inmensa entre él y yo, y a mi me ocurre igual, Usagi y tú están unidas, por tu amor ciego hacia ella. Ahora te entiendo, pero siento una gran pena por ti- Michiru salió de la habitación, Haruka se derrumbo en el suelo, lloro como nunca había llorado en su vida, en un llanto trágico, triste, desgarrado. Michiru escucho el llanto de Haruka, sujeto el violín con fuerza apretándolo contra su pecho, ese llanto le rompía el corazón, nunca había oído ese llanto en Haruka, y la estaba lastimando, quebrándola.
Michiru suspiro con fuerza, intento dar un paso, salir de ese lugar, pero sus piernas no le respondieron, parecía estar congelada. Haruka lloraba intensamente, derramada sobre el piso como un frágil trapo arrojado al aire, caído dentro de una circulo de dolor. Michiru seguía detrás de la puerta, aun inerte. Sus ojos cerrados, su mente visualizando a una Haruka frágil, a una chica temerosa e irreal -Levántate, deja de llorar como niña, deja de lastimarte y lastimarme- Haruka se contuvo, la voz desabrida y endeble de Michiru la saco de su estado. Se levanto -Michiru, aun estas aquí?- camino hasta la puerta, la toalla la cubría aun, su delgado cuerpo ahora lucía fuerte -Michiru- Michiru la miro, su cuerpo había recuperado la movilidad -Haruka- se miraron por un largo tiempo, los ojos azules de la rubia, aun con una tonalidad roja, debido al incesante llanto, fijos en los bellos ojos verde de Michiru, menor mente rojos, pero los signos de llanto estaban ahí.
Setsuna caminaba sin rumbo, tenía muchas cosas que hacer, pero parecía lejana, distante. Su mirada, vacía, colocada en ningún punto. Su mayor preocupación ahora era Hotaru, y como le iba a decir que se tenía que ir, como le diría que tendría que dejarla, puesto que sus obligaciones, las cuales había dejado al decidir ser una persona común, ahora exigían su presencia. Se sentó en una pequeña banca, en el parque cercano a casa. Miro a una pequeña niña jugando con su madre, las miro felices, así se había sentido a lado de Hotaru, feliz, siendo su madre, jugando con ella en ese mismo parque cuando aun Hotaru era una niña, ahora era toda una señorita, y el próximo año asistiría a la Universidad. Estaba contenta, ya que había intentado ser una buena madre, sabía que no era perfecta, pero se sentía orgullosa de su labor como tal. Hotaru no tenía a nadie, después de la muerte de su padre, en aquella terrible batalla contra el Pharaon 90, Haruka y Michiru la habían ayudado a criarla, pero estas habían decidido hacer su vida a parte, y no las criticaba, estaban en su derecho, después de todo, ella había decidido hacerse cargo de ella.
-Mama, que haces aquí?- Hotaru interrumpió los pensamientos de Setsuna, su linda sonrisa la distrajo por un momento -Hotaru, es solo que salí temprano y quise sentarme un momento aquí a recordar, recuerdas cuando veníamos a jugar aquí- dijo señalando a la madre y a su pequeña que jugaban en el parque -Claro, es uno de mis recuerdos favoritos- dijo sentándose a su lado. -No recuerdo muchas cosas que pase con mi padre, sé que fue bueno, pero débil, pero tú estuviste conmigo desde entonces, desde que él murió, y por eso te quiero mucho, Setsuna- se recargo en su hombro. Permanecieron así, Setsuna sentía tanta tranquilidad, pero la idea de tener que separarse de ella la torturo, estaba muy preocupada, y no sabía ahora como separarse de ella sin lastimarla, ni lastimarse. -Hotaru, mi tiempo aquí se acaba- Hotaru levanto su cabeza del hombro de Setsuna, la miro, Setsuna permanecía mirando aquélla pareja de madre e hija -Ya no puedo ser más una persona común, mi deber en el domo del tiempo me llama, tengo que irme- Hotaru no había pronunciado palabra alguna, seguía procesando lo que Setsuna decía sin mirarla -sé que estarás bien, dentro de poco entrarás a la Universidad, serás una niña buena y cumplirás tus sueños, y me sentiré muy orgullosa de ti- -Pero no te tendré a ti- murmuró -Tú no estarás a mi lado, y entonces me sentiré sola, como cuando mi padre me abandonaba, por cumplir sus sueños de científico, no tendré a nadie- se levanto de la banca -Ves a esa paraje, yo nunca tuve una vida así, hasta que llegaste tú, y ahora vas a dejarme, eso es muy injusto!!- Hotaru cubrió su rostro con sus manos, parecía una pequeña hoja, vacía, temblorosa, que esta a punto de desprenderse de un gran árbol, que por un tiempo fue su padre, y ahora moría. Setsuna se levanto, trato de abrazar a Hotaru, intento consolarla -No!! No me toques, no quiero que sientas lastima por mí, no quiero tu lastima- Hotaru corrió, alejándose de ella. Setsuna se quedo ahí, de pie, el sol empezaba a ocultarse, el aire frío soplaba, Setsuna suspiro, miro a su alrededor, descubrió el pequeño portafolio de Hotaru junto a la banca, se había marchado, dejándolo en el lugar. Lo tomo y decidió volver a casa.
Hotaru estaba en su habitación, miraba dentro de si misma, todas aquellas cosas hermosas que había pasado con Setsuna desde que se habían mudado ahí venían a su cabeza. Se levanto, tomo un pañuelo, seco sus ojos y salió de la habitación. En el sillón de la sala estaba su mochila, la miro, recordó que la había dejado en el parque, así que si estaba aquí era porque Setsuna había vuelto. -Hotaru, debemos hablar, pues no me queda mucho tiempo, y no deseo que terminemos mal, Hotaru, es mi deber cuidar el domo del tiempo, no puedo dejar de hacerlo por más tiempo, esa es mi obligación- Hotaru la miraba, sin responder, meditabunda -Por favor, di algo, di que aceptas, que entiendes cual es mi deber- Hotaru se dejo caer sobre el sofá, dio un fuerte suspiro -Lo entiendo, sé que debes irte, esta bien, vete. -Pero tú estarás bien, verdad, además solo faltan unos pocos meses para que ingreses a la Universidad, y puedes quedarte con Haruka y Michiru, estoy segura de que aceptaran- Hotaru la miro -No quiero quedarme con ellas, puedo cuidarme yo sola, no necesito de nadie, me quedare aquí, además esta casa me la dejo mi padre, tengo el dinero de sus cuentas, creo que me servirá, no tengo problemas- Setsuna escucho la rudeza de sus palabras, le estaba diciendo que no le importaba que se marchara, pero sabía que esa era una mascara, Hotaru era una niña demasiado susceptible, pero a veces mantenía un temple cruel, para evitar ser lastimada. -Entiendo, entonces no habrá ningún problema. Buenas noches- Setsuna abandono el lugar y se dirigió a su habitación.
Hotaru subió a su habitación -Que importa que se valla, estaré bien, nunca tuve alguien que estuviera realmente a mi lado- se cambio de ropa, tomo un suéter y salió. Salió de la casa, sin avisarle a Setsuna. Setsuna se preparaba para dormir, tenía que salir temprano por la mañana, tenía que avisar en la escuela que dejaría de trabajar a ahí y arreglar las cuentas bancarias, para que Hotaru pudiese usarlas sin ningún problema.
Hotaru caminaba sin rumbo por la ciudad, buscaba la forma de distraer su mente, estaba seriamente herida, lo único que había tenido estos años era el amor de Setsuna, había estado feliz a su lado. Después de todo lo que ocurrió con su vida, haber sido poseída por la maldad pura, las terribles batallas contra Neherenia y Galaxia, habían sido para ella momentos duros, apreciaba al resto de las chicas, aunque extrañaba tener a Chibiusa a su lado, tenía pocos amigos, dos en realidad, pero era muy reservada hacia ellos, no se sentía segura de hablar de si misma con ellos, Misato y Ryu eran sus compañeros, desde la secundaria, hacia seis años desde entonces, cuando todas ellas lograron al fin la paz, y cuando Usagi se marcho, lo cual trajo para ellas la seguridad de que ningún mal volvería.
Cuando Usagi se marcho, todas ellas se separaron, pero estuvieron en paz, sin problemas, era cierto que Usagi era un vinculo poderoso, las unía, pero con ella tan lejos, habían estado distanciadas, pero no apartadas del todo, solían tener reuniones, con tanta regularidad como podían, Hotaru solía disfrutar de las interesantes charlas de cada una de ellas. Solo Haruka parecía ausente, siempre cautiva en un mar de pensamientos que parecía que ni ella misma admitía, pero el resto parecía feliz, cumpliendo sus sueños. Ninguna parecía extrañar a Usagi, estaban bien sin ella. -Debo aprender de ella, podré ser feliz, sin Setsuna a mi lado- se dijo.
Continuará...
Sailor Padme amidala_skywalk@hotmail.com
Nota: Pues aquí esta el cuarto capitulo, estaba muy confundida, pero creo que he logrado sacarlo, y espero que les guste, sobre Setsuna, recuerden que en el manga siempre mostró cierta fascinación por Endymion, no romántica, creo que más bien era admiración. Por otro lado hay muchas cosas que aun están en el aire, pero pronto tendrán un desarrollo, que será la parte importante en el desenlace de esta historia. Y no olviden enviar sus comentarios y sugerencias al mail de siempre. Besos.
Haruka recargo su espalda contra el muro, intentando recuperar el aliento, respiraba agitadamente, sujeto su pecho, sintiendo su corazón latir rápidamente. Haruka sonrió, la imagen de Michiru hablándole de lo malo que era el cigarro para su salud, su sonrisa se borro, no la había visto desde ayer, estaba preocupada, pero tenía un pendiente a un mayor. Se giro sobre sus pies para ponerse de frente a las enormes escaleras del templo Hikawa. Se inclino un poco, recargándose sobre sus rodillas, dando un fuerte suspiro se incorporo y comenzó a subir.
La chica lloraba inconsolablemente, sujetaba sus brazos con fuerza, acurrucada en la orilla de las escaleras, su rostro, oculto entre sus brazos, había estado en esa posición por varios minutos, intentaba calmarse, pero le era imposible. Haruka observo a la chica, de rubios cabellos, parecidos a pequeños destellos de sol, que se mecían graciosamente empujados por la brisa -Estas bien?- pregunto, la chica lentamente levanto su rostro, sus cabellos cubrían gran parte de este, ocultando su singular belleza. -Haruka-san!!- expreso la chica, saltando a sus brazos, Haruka sintió las lagrimas que humedecían su chaqueta de mezclilla, la chica se aferró con fuerza a ella, llorando con mayor intensidad. Haruka no supo que hacer, la rubia se alejo un poco de ella, para mirar su rostro, cubierto de lagrimas, la miro cuidadosamente, esos ojos azules, profundos -Odango??- murmuro, Usagi se seco las lagrimas con la manga de su chamarra -Lo siento, Haruka, es solo que me sentía muy mal, pero ya estoy mejor- esbozando una sonrisa, tan débil como su espíritu en ese momento -Por qué llorabas?- pregunto, Usagi agacho la mirada -no me siento muy bien, eso es todo- dijo.
Luna buscaba a Rei por el templo, estaba preocupada por su pequeña princesa. -Rei, te estaba buscando- dijo, al hallar a la Sailor -Ocurre algo malo, Luna?- La felina tenía un aspecto preocupado, aunque su actitud era en realidad de molestia, no sabía como actuar con Usagi, desconocía a esta nueva persona que había llegado de Londres. Rei camino hasta las escaleras, donde había dejado Luna a Usagi, Rei se preocupo al encontrar el lugar vacío, la noche había caído, hacia bastante frío, las nubes cubrían el cielo -Hace demasiado frío, a donde habrá ido Usagi?- se pregunto Rei, Luna estaba mas preocupada, Usagi no estaba bien, pero le dolía que se hubiera marchado, dejándola en aquel lugar, sin decirle nada, como si los años que habían pasado juntas fueran solo un recuerdo vago en la mente de Usagi, como si no viesen sido importantes en la vida de su antigua ama.
-Excuse me, I'm looking for to Ami, doctor Ami- Karen observo con curiosidad al chico del otro lado de la ventanilla -Doctor Mizuno?- le pregunto -Yes- respondió con una linda sonrisa, Karen no pudo evitar sonreírle tontamente al chico, era muy apuesto e interesante -She isn't here- respondió como pudo -What time does she start working?- pregunto decepcionado, Karen se giro a buscar el horario de los doctores, torpemente lo tomo, cayéndosele de las manos en repetidas ocasiones -She arrive at nine o'clock, tomorrow- John se quedo ciertamente decepcionado, había abandonado a Usagi para ir a buscar a Ami, y no la había encontrado -Could you tell me where does she live?- pregunto -Oh, I'm sorry, I can't, it's confidencial- John miro a la chica con ojos tristes, Karen sintió como su corazón se conmovía con aquella mirada -I can´t, please don´t have this face- le pidió, John comprendió, era el trabajo de la chica, no podía faltar a su compromiso -Ok, Thanks, see you, tomorrow- Karen sonrió. John salió del Hospital. Miro su reloj, eran las 8:05, camino, hundiendo sus manos en los bolsillos de la chaqueta, hacia bastante frío.
Haruka pensaba, seguía sentada sobre la acera, Usagi la miraba, confundida -Por qué has estado tan callada, he dicho algo malo?- Haruka levanto la cara, y se topo con unos ojos hermosos, Usagi se sonrojo al sentir su mirada, giro suavemente su rostro, miro al cielo -El cielo es tan hermoso, hacia tiempo que no lo miraba- Haruka se levanto, camino hacia su querida princesa -Usagi, hay algo que quiero que sepas.- Usagi miro a su guardiana. Haruka tenía un brillo en los ojos, parecían dos flamas ardientes, estaba dispuesta a confesarle su amor, ya no aguantaba más, era ahora o nunca -Odango yo.- Usagi retrocedió, estaba, de una manera extraña, muy nerviosa ante la extraña conducta de Haruka, quien insistió de nuevo, e intentando un acercamiento con ella tomo su brazo y la jalo hacia su cuerpo, Usagi quedo envuelta por los brazos de Haruka, su cabeza, apoyada en su pecho, sintió como el corazón de Haruka latía rápidamente -Haruka?- susurro Usagi. Haruka descubrió que había estado abrazando con fuerza el frágil cuerpo de su princesa, parecía que lo había hecho en un sueño, pero al despertar Usagi estaba ahí. Alejo a Usagi suavemente de su cuerpo -Lo siento, yo solo quería sentirte.- Usagi tomo la mano de Haruka, la apoyo contra su pecho -Esta bien, yo también te extrañaba- le sonrió, lo cual calmo el corazón agitado que latía en su pecho.
-Dime algo, Odango, aun amas a Mamoru?- Usagi la miro desconcertada, no deseaba hablar sobre Mamoru -Si, lo amo, pero.- Había cosas que habían pasado durante su ausencia, ella ya no era más una niña ni tampoco una Sailor en batalla, ahora su verdadero enemigo era ella misma -Creo que ya no podremos estar juntos- Haruka se sorprendió ante la respuesta -Por qué?- Usagi se alejo, con un largo suspiro -No quiero hablar de eso, que te parece si mejor vamos a un lugar a divertirnos, ah, espera un momento, mañana tengo trabajo muy temprano, será mejor ir a casa- dijo en una solazada expresión.
Hotaru estaba leyendo en su habitación -Que tal estuvo tu día, viste a Usagi- Pregunto Setsuna al entrar en la habitación -Pues si, la vi, aunque esta un poco cambiada, pero se ve bien- Hotaru dejo el libro en la mesita junto a su cama -Dime Setsuna no estas molesta con su regreso- Setsuna se sorprendió con la pregunta de Hotaru -Molesta, por que habría de estarlo?- Hotaru se sentó en la cama -Pues creo que deberías estarlo, bueno talvez estoy confundiendo las cosas, pero creo que aun estas enamorada del príncipe y durante el tiempo que ella estuvo en Londres tú saliste con él varias veces, a pesar de que él salía con Noriko, pero sabías que no la amaba, y tenías ciertas posibilidades, pero ahora Usagi ha regresado, lo que significa que volverán a estar juntos- Setsuna casi cae de espaldas, que era toda esa idea acumulada en la mente de Hotaru, era cierto, o ella lo veía, veía acaso la verdad, claro que Setsuna no deseaba contestar, ya que podía mentir en cualquier forma -No, no estoy molesta- se limito a responder -Pero sobre la primera parte, me refiero a ti a Mamoru- Setsuna se sintió acorralada -Basta, esta conversación termino- se retiro de la habitación.
Permaneció inmóvil junto a la puerta cerrada, que era todo eso, ella no amaba al príncipe, no. Era cierto que era muy atraída hacia él, pero esa atracción era mera admiración, nada emocional. Pero la pregunta era ¿Por qué no se lo había explicado así a Hotaru? Por que no tocaba el tema, o lo tomaba con demasiado tacto, pero sería mejor no confundir más su mente, era suficiente. Entrada a su habitación y decidió descansar, había tenido un día largo y tedioso, adoraba su trabajo, pero estaba muy agotada. No volvió a pensar en el asunto sobre sus sentimientos sobre Mamoru, no después de esa noche, y no cuando le sería arrebatado algo muy pronto.
Hotaru, por el contrario, se quedo pensando en la situación. Había actuado de manera imprudente con Setsuna, ella era una madre para ella, después de la muerte de su padre, había quedado sola y Michiru, Haruka, pero sobre todo, Setsuna habían cuidado de ella. Ahora tenía 17 años, y gracias a Setsuna tenía un hogar y estaba en su último año de preparatoria, no tenía preocupaciones, excepto acreditar sus exámenes, pero para ella la escuela era fácil, no le preocupaba fallar, regularmente no lo hacía, y si había algo que no entendiera le ponía empeño hasta lograr una buena nota, así era ella, y así era su vida con Setsuna. Amaba mucho a Setsuna, y se sentía muy apenada con ella. Pero eso ya no tenía remedio, ya lo había hecho, solo quedaba disculparse.
-Mamá, tengo algo que decirte- interrumpió Hotaru en la habitación de Setsuna, la habitación estaba vacía, parecía que Setsuna había salido repentinamente. Hotaru se sorprendió al no encontrarla, bajo a la estancia, y tampoco la halló -A donde habrá ido- se cuestionó, ante la casa vacía, con solo su presencia.
Era tarde, la puerta se abrió, Setsuna entro. Encontró a Hotaru que yacía en el sillón, dormida. Setsuna la sacudió un poco para despertarla -Hotaru, que haces aquí?- le pregunto. Hotaru se desperezo un poco, estiro sus brazos al aire -Donde habías estado?- Miró su reloj -Por dios, son más de las dos de la mañana- Setsuna guardo silencio, intento no afligirse ni afligir a Hotaru -Salí un rato, a pensar un poco, no creí que me esperaras- Hotaru se levanto y se abrazo de ella -Lo siento mamá, no debí decir lo que dije, fui muy imprudente- Setsuna permaneció inmóvil, Hotaru permaneció abrazada a ella -Hotaru hay algo que necesito decirte- dijo apartándola de ella, Hotaru la miro confundida -Algo que decirme, que es?- Setsuna intento sacar valor de ningún lado, suspiro levemente -No es nada- dijo con una sonrisa, Hotaru lucía aun mas confundida.
Usagi se alisto para trabajar, llamo a la puerta del cuarto de John -Morning, Where did you go yesterday?- le pregunto al entrar a la habitación -Nowhere, I just visited the city- Usagi lo miro desconfiada -No me engañas, dime a donde fuiste- se arrojo sobre el en una ataque para hacerlo confesar -Dime, a donde fuiste a noche?- Insistía Usagi, el se negaba a responderle -El desayuno esta listo- Ikuko interrumpió, mirando asombrada la conducta de ambos chicos, Usagi sobre John, parecían una pareja de amantes -ahora vamos mamá- respondió Usagi levantándose. Ikuko miro a su hija, la desconocía de alguna manera -Usagi que ocurrió ahí dentro?- la interrogo -Pasar, ahí dentro?- pregunto Usagi en respuesta -Si, tú y ese chico, bueno no estaban.- Usagi se rió levemente -No mamá, no es lo que crees, John es como mi hermano, además vivía con él en Londres, tú lo sabías- Usagi se sujeto el cabello con una liga, haciéndose una cola -Viste a Mamoru ayer- Ikuko cuestiono a Usagi -No, no lo vi, seguro esta en su casa, mamá, él y yo ya no somos nada, será mejor que no hablemos de él, bueno, tengo que arreglar la cámara- Ikuko se quedo parada en el pasillo, ella sabía cuanto quería Usagi a Mamoru -Que paso?- se pregunto en silencio.
Usagi buscaba un rollo en la mochila -Donde lo puse?- pensaba, busco en la bolsas grandes, en las pequeñas, no lo encontraba -Por dios, donde deje ese rollo- insistía, era el rollo de las fotos del día anterior -Usagi, Are you looking for this?- pregunto John mostrándole un pequeño rollo -Ah, yes, I am, thanks- lo tomó. Usagi se miro en el espejo antes de abandonar la habitación, se sonrió a sí misma y salió de ella, John bajo detrás de ella -Y ahora me dirás que hiciste ayer?- cuestiono de nueva cuenta -No, no te lo diré, es un secreto- respondió -Esta bien, pero será mejor que te comportes, Ami no es como las chicas con las que tu acostumbras salir- John se quedo inmóvil, como es que ella sabía -Si, lo sé. Vi como la mirabas ayer, así miras a las chicas que te interesan, pero te lo advierto, yo la quiero mucho, a sí que espero que no la lastimes- Usagi miro a todos en la mesa -Ohayo Gozaimasu- saludo. Se sentó a desayunar, John se sentó a su lado, permaneció callado, Usagi hablaba con su familia de lo que había hecho ayer, sobre su trabajo y lo mucho que le encantaba estar en casa de nuevo -Creo que es hora de irnos, John, Are you ready?- John asintió con la cabeza, Usagi levanto sus trastos y los de John, los lavo rápidamente -Nos vemos- se puso sus zapatos, tomo su pequeña mochila y salió, John hizo lo mismo.
-Pasa algo, te ves extraño, te sientes enfermo. tal vez el clima, no espera. en Londres hace el mismo frío, entonces, ah ya se es por lo que te dije esta mañana. esta bien, creo que eres una buena persona, Ami lo noto también, no te preocupes- John le sonrío -De verdad?- Usagi lo miro -Claro que si, mírate, eres en verdad un chico guapo, tienes una linda sonrisa, y eres muy amable, ella sin duda lo vio- caminaron un rato sin decir nada, John se sentía mejor, Usagi le había dado ánimos.
Llegaron a una avenida, tomaron un taxi, para llegar al hotel -Iras a buscarla hoy? Si me vieses dicho a donde ibas te hubiese dado la dirección de su casa- Usagi rompió el silencio -La recepcionista no quiso dármelo, aunque le insistí mucho, pero ella termino negándose- el taxista les anuncio que habían llegado al lugar, Usagi le pago y bajaron. Alguien toco el hombro de Usagi cuanto iban entrando al hotel, ella se giro para mirar quien era -Richard, que haces aquí?-
Haruka se preparaba de desayunar, cuando escucho que la puerta se abría, se asomo y encontró a Michiru -Hola- dijo la hermosa chica de cabello verde. Haruka sintió su corazón latir con fuerza -Hola- le respondió. Michiru camino hasta ella, Haruka regreso a la cocina -Quieres desayunar?- le pregunto, Michiru se sentó en la barra de la cocina -Haruka, yo. necesito que hablemos- Haruka dejo el sándwiches que estaba preparando, se giro y miro de frente a Michiru -Sé que Usagi esta aquí, Setsuna me lo dijo, así que .- Haruka se sentó frente a ella -Yo se que no he sido del todo honesta contigo, sé que te herí, sé que tú no te mereces esto, pero también sé que Te amo, y que no quiero perderte- Michiru miro a Haruka sorprendida -El hecho de que Usagi este aquí no cambia nada, ella y yo no estaremos juntas nunca, y no es por ello que estoy contigo. Michiru siento mucho haberte herido, solo quiero estar contigo- Michiru se levanto de su asiento, camino hasta ella, Haruka se levanto, ambas se unieron en un calido abrazo -Yo también te amo, Haruka- Haruka beso sus labios, suavemente y después en un frenesí de pasión, Michiru se entrego a su amada. Sus encuentros solían ser apasionados, y este no sería de ninguna manera la excepción.
Haruka miro su reloj, eran las 12 de la tarde, Michiru permanecía dormida entre sus brazos, sonrío al verla tan placidamente dormida, le beso la frente y suavemente se libero de sus brazos, camino al baño y abrió las llaves de la ducha. Salio del baño, Michiru permanecía aun dormida, la miro fijamente, halló en su figura una figura un poco más pequeña, de cabellos rubios, dispersos sobre las sabanas, Haruka taño sus ojos -No debo pensar más en ella- entro al baño, cerro la puerta. Bajo el agua que caía suave sobre su cuerpo, pensó de nuevo en ella, pensó en su apasionado encuentro con Michiru, pero si ese cuerpo no viese sido el de ella, si no el de su amada Odango -Basta!!! Deja de pensar en ella- se increpó a sí misma.
Michiru despertó, se encontró sola sobre la cama, escucho el agua de la regadera, así que pensó que Haruka estaría dándose un baño, se levanto, se puso su bata de color agua, y camino hasta el baño, abrió la puerta quedamente para sorprender a Haruka, pero la sorprendida fue ella -Usagi aun te amo, pero.- escucho Michiru, Haruka se dio cuenta de la presencia de Michiru, abrió la cortina -Sabía que me mentías, fui una tonta al creerte, nunca vas a dejar de amarla, y por eso no me vas amar a mí- Michiru salió del baño, Haruka tomo una toalla, se la puso alrededor de su cuerpo desnudo -Espera Michiru, estos es muy difícil para mí, la amo, sí, pero también a ti- Michiru se vestía -No me mientas, como puedes amar a dos personas, como puedes decirme que me amas, cuando el deseo por tenerla no te deja en paz- Haruka no sabía que hacer para detenerla, si se iba sabía que esta vez no volvería -No me dejes, Michiru, si tu te vas no me queda nada- Michiru se detuvo, si ella dejaba a Haruka no le quedaba más, era lo único que tenía, solo se tenían ellas, no había mas, miro hacia abajo, encontró el estuche de su violín, incluso aquel pedazo de madera, que fue su compañero por muchos años, antes de ser una Senshi, no era más que un sustituto de amor, para su soledad, solo un instrumentó, que nunca la abrazo o la beso. Pequeñas lágrimas rodaron por su rostro, había detenido ese llanto, ya no deseaba seguir sufriendo, pero era imposible no hacerlo. Miro a Haruka, su rostro, húmedo aun por el baño, que ocultaba sus lagrimas, pero sus ojos rojos y húmedos eran muestra de su llanto -Si realmente me amas, que estas dispuesta a dejar, a sacrificar?- pregunto, su cabello empezó a fluctuarse por el aire que entraba suave por la ventana, Haruka miro a la chica frente a ella, tan bella, tan perfecta, la amaba con locura, más allá de la simple pasión, o amor, que sentía por su princesa, se podía romper en mil pedazos frente a ella, la amaba, y que podía sacrificar -Hablas de ella?- pregunto indecisa -No, hablo de nosotras, hablo de que si estas preparada a tener una relación conmigo, a dejar de jugar, a ser libres, sin ataduras, a amar, y saber lo que es amar, a dejar ser libre al otro, a dejar que se realice, hablo de tener vidas propias, hablo de viajar sola, y que tu vuelvas a correr, hablo de que si la amas a ella, esta bien, sé que me amas, y eso me basta, pero debo saber en que lugar de tu vida estoy, a que tanto vives por ti misma, y me dejas vivir- Haruka se sintió bombardeada por todas las palabras que Michiru había dicho, giraron por su cabeza 'Que tan libre soy', se pregunto 'Que tanto vivo por ella, que tanto vivo su vida, que tanto vivo mi vida' -Desde que ella se fue te ataste a mi como a un salvavidas en medio de un naufragio, vivías mi vida, y odiabas que yo tuviera una vida aparte de la tuya, yo sentía terror, te perdía a cada momento, a cada segundo sentía que tu mente estaba en otro lado, me besabas, pero sabía que en tu mente besabas a otra, me tocabas, y deseabas que mi cuerpo fuera el de otra persona, nunca fuiste mía en verdad, nunca serás mía mientras no quieras serlo- Michiru tomo el violín -Esto es lo único que tengo de verdad, sabes que es lo peor, que tú odias este violín, por que sabes que hay una relación inmensa entre él y yo, y a mi me ocurre igual, Usagi y tú están unidas, por tu amor ciego hacia ella. Ahora te entiendo, pero siento una gran pena por ti- Michiru salió de la habitación, Haruka se derrumbo en el suelo, lloro como nunca había llorado en su vida, en un llanto trágico, triste, desgarrado. Michiru escucho el llanto de Haruka, sujeto el violín con fuerza apretándolo contra su pecho, ese llanto le rompía el corazón, nunca había oído ese llanto en Haruka, y la estaba lastimando, quebrándola.
Michiru suspiro con fuerza, intento dar un paso, salir de ese lugar, pero sus piernas no le respondieron, parecía estar congelada. Haruka lloraba intensamente, derramada sobre el piso como un frágil trapo arrojado al aire, caído dentro de una circulo de dolor. Michiru seguía detrás de la puerta, aun inerte. Sus ojos cerrados, su mente visualizando a una Haruka frágil, a una chica temerosa e irreal -Levántate, deja de llorar como niña, deja de lastimarte y lastimarme- Haruka se contuvo, la voz desabrida y endeble de Michiru la saco de su estado. Se levanto -Michiru, aun estas aquí?- camino hasta la puerta, la toalla la cubría aun, su delgado cuerpo ahora lucía fuerte -Michiru- Michiru la miro, su cuerpo había recuperado la movilidad -Haruka- se miraron por un largo tiempo, los ojos azules de la rubia, aun con una tonalidad roja, debido al incesante llanto, fijos en los bellos ojos verde de Michiru, menor mente rojos, pero los signos de llanto estaban ahí.
Setsuna caminaba sin rumbo, tenía muchas cosas que hacer, pero parecía lejana, distante. Su mirada, vacía, colocada en ningún punto. Su mayor preocupación ahora era Hotaru, y como le iba a decir que se tenía que ir, como le diría que tendría que dejarla, puesto que sus obligaciones, las cuales había dejado al decidir ser una persona común, ahora exigían su presencia. Se sentó en una pequeña banca, en el parque cercano a casa. Miro a una pequeña niña jugando con su madre, las miro felices, así se había sentido a lado de Hotaru, feliz, siendo su madre, jugando con ella en ese mismo parque cuando aun Hotaru era una niña, ahora era toda una señorita, y el próximo año asistiría a la Universidad. Estaba contenta, ya que había intentado ser una buena madre, sabía que no era perfecta, pero se sentía orgullosa de su labor como tal. Hotaru no tenía a nadie, después de la muerte de su padre, en aquella terrible batalla contra el Pharaon 90, Haruka y Michiru la habían ayudado a criarla, pero estas habían decidido hacer su vida a parte, y no las criticaba, estaban en su derecho, después de todo, ella había decidido hacerse cargo de ella.
-Mama, que haces aquí?- Hotaru interrumpió los pensamientos de Setsuna, su linda sonrisa la distrajo por un momento -Hotaru, es solo que salí temprano y quise sentarme un momento aquí a recordar, recuerdas cuando veníamos a jugar aquí- dijo señalando a la madre y a su pequeña que jugaban en el parque -Claro, es uno de mis recuerdos favoritos- dijo sentándose a su lado. -No recuerdo muchas cosas que pase con mi padre, sé que fue bueno, pero débil, pero tú estuviste conmigo desde entonces, desde que él murió, y por eso te quiero mucho, Setsuna- se recargo en su hombro. Permanecieron así, Setsuna sentía tanta tranquilidad, pero la idea de tener que separarse de ella la torturo, estaba muy preocupada, y no sabía ahora como separarse de ella sin lastimarla, ni lastimarse. -Hotaru, mi tiempo aquí se acaba- Hotaru levanto su cabeza del hombro de Setsuna, la miro, Setsuna permanecía mirando aquélla pareja de madre e hija -Ya no puedo ser más una persona común, mi deber en el domo del tiempo me llama, tengo que irme- Hotaru no había pronunciado palabra alguna, seguía procesando lo que Setsuna decía sin mirarla -sé que estarás bien, dentro de poco entrarás a la Universidad, serás una niña buena y cumplirás tus sueños, y me sentiré muy orgullosa de ti- -Pero no te tendré a ti- murmuró -Tú no estarás a mi lado, y entonces me sentiré sola, como cuando mi padre me abandonaba, por cumplir sus sueños de científico, no tendré a nadie- se levanto de la banca -Ves a esa paraje, yo nunca tuve una vida así, hasta que llegaste tú, y ahora vas a dejarme, eso es muy injusto!!- Hotaru cubrió su rostro con sus manos, parecía una pequeña hoja, vacía, temblorosa, que esta a punto de desprenderse de un gran árbol, que por un tiempo fue su padre, y ahora moría. Setsuna se levanto, trato de abrazar a Hotaru, intento consolarla -No!! No me toques, no quiero que sientas lastima por mí, no quiero tu lastima- Hotaru corrió, alejándose de ella. Setsuna se quedo ahí, de pie, el sol empezaba a ocultarse, el aire frío soplaba, Setsuna suspiro, miro a su alrededor, descubrió el pequeño portafolio de Hotaru junto a la banca, se había marchado, dejándolo en el lugar. Lo tomo y decidió volver a casa.
Hotaru estaba en su habitación, miraba dentro de si misma, todas aquellas cosas hermosas que había pasado con Setsuna desde que se habían mudado ahí venían a su cabeza. Se levanto, tomo un pañuelo, seco sus ojos y salió de la habitación. En el sillón de la sala estaba su mochila, la miro, recordó que la había dejado en el parque, así que si estaba aquí era porque Setsuna había vuelto. -Hotaru, debemos hablar, pues no me queda mucho tiempo, y no deseo que terminemos mal, Hotaru, es mi deber cuidar el domo del tiempo, no puedo dejar de hacerlo por más tiempo, esa es mi obligación- Hotaru la miraba, sin responder, meditabunda -Por favor, di algo, di que aceptas, que entiendes cual es mi deber- Hotaru se dejo caer sobre el sofá, dio un fuerte suspiro -Lo entiendo, sé que debes irte, esta bien, vete. -Pero tú estarás bien, verdad, además solo faltan unos pocos meses para que ingreses a la Universidad, y puedes quedarte con Haruka y Michiru, estoy segura de que aceptaran- Hotaru la miro -No quiero quedarme con ellas, puedo cuidarme yo sola, no necesito de nadie, me quedare aquí, además esta casa me la dejo mi padre, tengo el dinero de sus cuentas, creo que me servirá, no tengo problemas- Setsuna escucho la rudeza de sus palabras, le estaba diciendo que no le importaba que se marchara, pero sabía que esa era una mascara, Hotaru era una niña demasiado susceptible, pero a veces mantenía un temple cruel, para evitar ser lastimada. -Entiendo, entonces no habrá ningún problema. Buenas noches- Setsuna abandono el lugar y se dirigió a su habitación.
Hotaru subió a su habitación -Que importa que se valla, estaré bien, nunca tuve alguien que estuviera realmente a mi lado- se cambio de ropa, tomo un suéter y salió. Salió de la casa, sin avisarle a Setsuna. Setsuna se preparaba para dormir, tenía que salir temprano por la mañana, tenía que avisar en la escuela que dejaría de trabajar a ahí y arreglar las cuentas bancarias, para que Hotaru pudiese usarlas sin ningún problema.
Hotaru caminaba sin rumbo por la ciudad, buscaba la forma de distraer su mente, estaba seriamente herida, lo único que había tenido estos años era el amor de Setsuna, había estado feliz a su lado. Después de todo lo que ocurrió con su vida, haber sido poseída por la maldad pura, las terribles batallas contra Neherenia y Galaxia, habían sido para ella momentos duros, apreciaba al resto de las chicas, aunque extrañaba tener a Chibiusa a su lado, tenía pocos amigos, dos en realidad, pero era muy reservada hacia ellos, no se sentía segura de hablar de si misma con ellos, Misato y Ryu eran sus compañeros, desde la secundaria, hacia seis años desde entonces, cuando todas ellas lograron al fin la paz, y cuando Usagi se marcho, lo cual trajo para ellas la seguridad de que ningún mal volvería.
Cuando Usagi se marcho, todas ellas se separaron, pero estuvieron en paz, sin problemas, era cierto que Usagi era un vinculo poderoso, las unía, pero con ella tan lejos, habían estado distanciadas, pero no apartadas del todo, solían tener reuniones, con tanta regularidad como podían, Hotaru solía disfrutar de las interesantes charlas de cada una de ellas. Solo Haruka parecía ausente, siempre cautiva en un mar de pensamientos que parecía que ni ella misma admitía, pero el resto parecía feliz, cumpliendo sus sueños. Ninguna parecía extrañar a Usagi, estaban bien sin ella. -Debo aprender de ella, podré ser feliz, sin Setsuna a mi lado- se dijo.
Continuará...
Sailor Padme amidala_skywalk@hotmail.com
Nota: Pues aquí esta el cuarto capitulo, estaba muy confundida, pero creo que he logrado sacarlo, y espero que les guste, sobre Setsuna, recuerden que en el manga siempre mostró cierta fascinación por Endymion, no romántica, creo que más bien era admiración. Por otro lado hay muchas cosas que aun están en el aire, pero pronto tendrán un desarrollo, que será la parte importante en el desenlace de esta historia. Y no olviden enviar sus comentarios y sugerencias al mail de siempre. Besos.
