Capitulo 5: Cuando te conocí
Ami miro su reloj, estaba en el tiempo justo para llegar. Había dormido bastante, había hecho un poco de ejercicio, desayuno bien, fue a hacer algunas compras antes de medio día, había limpiado la casa y se había dado un baño antes de irse a trabajar. Eran más de las ocho treinta de la noche. Hacia frío, seguramente pronto empezaría a nevar. Se sonrío a sí misma, pensando que sería un buen día, aunque él no estuviera con ella.
Camino hasta llegar al hospital, estaba a 20 minutos de su casa. Llego hasta la pequeña entrada de la parte trasera del hospital. Miro a su alrededor, había bastantes pacientes, la mayoría presentaba cuadros gripales, todos ellos con ese aspecto deprimente, pero que a Ami le rompía el corazón. Camino hasta la recepción, saludo a Karen -Konichiwa, Karen, algun mensaje para mí- Karen, que atendía el teléfono, le hizo una seña para que la esperara un momento, Ami se quito los guantes, froto sus manos -Doctora Ami, que gusto, sí, ayer vino un joven, extranjero, pregunto por ti, dijo que hoy volvía, para verte, pero no dejo mensaje. Ah! Y el Doctor Kaoru la espera en su oficina, creo que es todo- Ami se pregunto -Un chico extranjero dices, pues no sé de quien se trate, esta bien, gracias. Iré a cambiarme y después con el Doctor Kaoru-
Ami camino hasta el guardarropa, la habitación era un lugar pequeño, solo había lockers y un pequeño sofá. Su locker tenía un pequeño kanji, con su nombre, escrito sobre una placa negra con letras brillantes, blancas. Se puso la bata y su estetoscopio al cuello, guardo el abrigo dentro del locker, tomo sus lentes, sujeto su beeper y salió del lugar. Camino hasta el elevador, miro la lista de pacientes antes de subir. Observo su nombre, en la lista de espera, e ingresó al elevador, llego hasta el tercer piso, donde se encontraba la oficina del Doctor Kaoru, director del hospital.
-Me llamó?- dijo Ami al entrar en la habitación, el Doctor Kaoru leía unos informes, los dejo sobre la mesa y centro su mirada en Ami, era un hombre joven, de acaso 35 años, era atractivo y atraía mucho a Ami, pero era un hombre con obligaciones, era casado, lo cual había roto el corazón de Ami -Siéntate, necesito que hablemos de algo- Ami se sentó sobre la silla de piel negra, tan suave como ella la recordaba, habían pasado ya casi tres meses desde la ultima vez que había estado ahí, cuando su relación con Kaede Kaoru termino. Ese recuerdo paso por su cabeza -Creo que esto te pondrá feliz, será la primera cosa que te diga que te haga feliz, cuando todo lo que ha salido de mi te ha lastimado...- Ami lo miro, turbada, preguntándose que sería, pensaba en todo, talvez se divorciaría, y entonces ella podría vivir su amor con él -te eligieron para ser candidata a Jefe de residentes, y eres la favorita, estoy seguro de que la obtendrás- ella lo miro desconcertada, no era lo que esperaba, pero le agradaba la noticia -Me siento muy halagada, pero no podré aceptarla, ya que quiero mi traslado a otro hospital, ya la he pedido, solo estoy esperando que me asignen- Kaede la miro, Ami le sonrío cálidamente -Es lo mejor, para ambos, ya no puedo aguantar más estar aquí, estaré mejor en otro sitio, tú también lo estarás- Ami se levanto del asiento -Y si no hay más, espero que hagas saber a la directiva mi decisión, con permiso- Ami salió de la oficina.
Ami camino de regreso al elevador, camino derecha, como si nada pasara, sin vacilar. Pero no pudo contenerse, salió hacia las escaleras, con lágrimas en los ojos, se había prometido a sí misma no llorar de nuevo por él, él solo la había lastimado y ahora estaba bien sin su presencia, aunque en el fondo deseaba estar con él, lo anhelaba.
Seis meses antes...
Ami había empezado su residencia en el hospital central de Tokio, había estado en una pequeña comunidad al norte de la ciudad, sin embargo por motivos administrativos había sido reasignada a hospital de Tokio. Ahí conoció a Kaede, el jefe de Urgencias, un hombre gentil y culto, Ami sintió una gran admiración por él, a primera vista era un hombre emprendedor, el ideal para Ami. Comenzaron a llevarse muy bien, Ami procuraba mantenerse cerca de él, y a él parecía agradarle su compañía. Ami había aprendido a ser más abierta, había sido un proceso duro, siempre se había ocultado en los estudios, pero ahora estaba en el mundo real, y tenía que salir de su caparazón. La admiración que Ami profesaba por él era correspondida, él también admiraba a Ami, admiraba de ella su entereza, su facilidad para actuar en casos de emergencia, su resistencia. Su antigua vida como Sailor Mercury la había hecho soportar situaciones extremas, la había hecho resistente a la muerte, aunque a veces la hacía decaer sabía que no era el final, que a veces hay cosas que no puedes controlar. Eso lo había aprendido en su pasado, y lo aplicaba en su vida presente.
Pero no todo podía ser tan perfecto, Ami sentía que él era el hombre por el que había esperado, pero ella no era la chica con la que el debía estar, Kaede le confeso que estaba casado, que lo estaba desde hace 6 años. Pero a veces las cosas que nacen deben tener un ciclo de vida para poder morir, y ambos iniciaron una relación amorosa, que dio a Ami vida, pero fugaz, ya que la vida real de Kaede estaba más allá de su alcance. Ami disfruto la relación al máximo, pero se salió de sus manos, sin darse cuenta se enamoro profundamente de él, y sentía una gran impotencia al saberlo de otra. Kaede también estaba enamorado de ella, pero era un amor inverosímil, así que ante la resignación de ambos al no saber como mantener más el amor entre ellos todo termino.
Ami sintió el mundo en su contra, todo pareció tan difícil, tan doloroso, después de eso todo lo veía gris, nada tenía color, y tuvo que aguantar su dolor sola, no fue capaz de hablar de ello con nadie, la persona que siempre la había escuchado y apoyado estaba a muchos kilómetros, al otro lado del mundo. Se encontraba sola, pero decidió ser fuerte, no era la única pérdida que había sufrido, desde el divorcio de sus padres, hacia ya tantos años, nada la había afectado tanto, pero si lo había superado en el pasado, esta vez no sería diferente. Salio de su depresión, sabía que tendría la oportunidad de amar de nuevo, algo en su corazón se lo decía, y que esta vez la persona sería la correcta.
Presente...
Ami se levanto, había permanecido sentada en las escaleras compadeciéndose a si misma, seco su ojos, se irguió, y bajo, hasta la planta baja, miro a su alrededor, eso era lo que ella amaba, estar en la sala de Urgencias, atendiendo personas, siendo lo que siempre soñó ser.
-Hello, is Doctor Ami here?- Karen recordó aquella voz, elegante y amable. -You again, yes, she's here, one moment- Karen llamo a Ami, Ami estaba observando a un paciente, en la cama uno, cuando su beeper sonó, el paciente estaba bien -Meiko, por favor ponle un suero y que no tome liquidos, tengo que atender una llamada, enseguida vuelvo- le dijo a una enfermera. Ami camino hasta la recepción -me llamaste Karen- Karen platicaba con un joven -Doctora, aquí esta el chico que la busco ayer, Bye John, Ami's here- se despidió de él, Ami lo miro, extrañada de encontrarlo frente a ella, el chico inglés, amigo de Usagi. -Hello, Ami- la saludo, con una bella sonrisa, Ami no pudo evitar contagiarse de esa sonrisa -Hi, John, What's up?.
-Aun no entiendo que haces aquí, creí que respetabas mi decisión- Usagi cuestionaba a Richard, él estaba mirándola, fijamente -Deja de mirarme así, dime a que viniste- Richard giro su rostro y poso su mirada en la taza de café sobre la mesa -No quiero perderte, no estoy dispuesto a ello- Usagi lo miro, sentía un gran cariño por él, acerco su mano a su rostro y lo levanto, sus ojos se encontraron -Lo siento, no quise ser grosera- Usagi no pudo evitar sentir un leve sobresalto, aquellos ojos, tan hermosos, le parecieron un océano interminable, en verdad solo sentía cariño por ese chico, o era un amor que ella se había negado a ver. Richard tomo su mano y la sujeto entre las suyas. Usagi se centro en sus sentimientos hacia él -Lo has visto- Usagi salió de ellos -Eh, a quién?- dijo confundida -Al hombre que amas, lo has visto, has hablado ya con él, ya volviste con él, aun lo amas?- Usagi se sintió un poco bombardeada ante tantas preguntas -si, ya lo vi, ya hable con él, no he regresado con él, no sé si aun lo amo- fue totalmente honesta, sentía que era lo menos que podía hacer -Ya veo, y sobre mi?- Richard sabía lo que quería -Richard, yo no sé, estoy muy confundida- Richard no se conformaba con esa respuesta, tenía que actuar, había venido hasta aquí por una razón, y no se iría sin ella. -Usagi, no he venido a jugar, no cuando tú no eres un premio, he venido por ti, te amo, y no quiero que te quedes aquí, quiero que vengas conmigo de regreso a Londres en cuanto termine el tiempo de estancia al que fuiste enviada- Usagi se quedo callada, estaba sorprendida.
John había estado sentado en la sala de espera de Urgencias por más de dos horas, veía pasar a Ami, pero poco pudieron hablar, ya que tuvo que atender urgencias, miraba con que disposición actuaba la bella chica de cabellos azules, sin perder la prudencia, siendo tan buena en lo que hacia, entonces su aprecio por ella crecía poco a poco, era como si ella tuviera todo exactamente templado, era tan análoga a Usagi, manejaba las cosas difíciles con tal naturalidad, que parecían haber nacido con un valor que la mayoría de las personas no poseía. Tomaba un café junto a la maquina de dulces, parecía cansado de estar ahí, se levanto y camino un poco, se encontró con Kaede, quien lo miro extrañado, al verlo rondando el hospital -Quien eres?- John lo miro -I'm sorry, I don't speak Japanese- Kaede hablaba poco inglés -What do here?- John lo miro, tenía ganas de reírse, debido a la pregunta, pero se controlo -What am I doing here? I understand that. I'm waiting for Doctor Ami- Kaede escucho el nombre de Ami -John, here you are, I was looking for you- ambos se giraron al escuchar la voz de la chica -Yes, I'm here, nice to meet you, I'm John, Bye- se despidió del doctor, camino hasta encontrarse con Ami, Ami ni siquiera miro a Kaede y se alejo del lugar acompañada de John.
-Lo siento mucho, hemos tenido mucho trabajo, me tome un pequeño descanso, vamos a la sala de residentes, ahí podremos hablar- Ambos se dirigieron al lugar. La sala era un pequeño cubículo del otro lado de urgencias, tenía tres sillones, un refrigerador, un horno de microondas y un televisor. John se sentó en el sillón doble, Ami preparaba un poco de café -Y dime, a que debo tu visita- comenzó a interrogarlo -Quería verte de nuevo, sé que estas muy ocupada, ayer vine y no te encontré, por eso regrese- Ami le dio una taza con café -Ah, así que tú eras el chico misterioso que vino ayer, y que puedo hacer por ti- Ami estaba siendo un poco fría con el chico, así que John trato de ser más directo -Quiero conocerte, no quiero irme de Japón sin saber nada de la mujer más hermosa que he conocido- las mejillas de Ami se ruborizaron, el halago de John había sido muy directo, algo a lo que ella no estaba acostumbrada -Sé que no me conoces, y que tal vez te parezca una locura, pero Ami, eres tan bella que no puedo evitar que las palabras salgan de mi boca, déjame conocerte...- John se aproximo a Ami, estaba frente a su rostro, casi rozando su nariz con la suya, podía sentir la respiración de Ami chocar contra su rostro, suavemente, intento acercarse más, pero Ami retrocedió, lo miro confusa -Creo que este no es el momento, tengo mucho trabajo- Ami se levanto del sillón, tomo su estetoscopio, lo colgó a su cuello -Creo que será mejor que te vallas, ahora tengo que trabajar- John estaba desconcertado de cierta forma, ya que la frialdad de Ami era algo que no esperaba -Esta bien, pero podemos vernos, después, cuando no trabajes- Ami lo rechazaría, aquel era solo un chico extranjero, algo que para ella estaba desaprobado, pero la bella cara de John la hizo dudar, estaba siendo atraída por ese carismático chico, y no podía evitarlo -Talvez... mañana, salgo a las ocho de la mañana, será la única hora, después tengo cosas que hacer- John sonrió, salió del lugar, caminaron juntos hasta la salida del hospital -Te veré mañana, Ami- e inclinándose deposito un beso en la mejilla de la chica, a Ami se le subieron todos los colores al rostro, y antes de que pudiera reaccionar, John ya se encontraba a varios metros de ella, toco su mejilla y la acaricio, como buscando los restos de aquel acto de afecto, que nunca había recibido de un chico desconocido, pero que en su corazón comenzaba a ocupar un lugar.
John caminaba de regreso a casa cuando se encontró en el camino a Usagi y Richard, que caminaba hacia el mismo lugar. -Hello John- saludo Richard, Usagi, que caminaba del brazo de Richard sonrió -Que te parece si mañana, después de la rueda de prensa, vamos a conocer la ciudad, los tres- lo invito Usagi -Irán ustedes, yo tengo una cita- respondió John -Vaya!, apenas llegaste a esta ciudad y ya tiene una cita, no me sorprende, así eres tú- comento Richard -Te veré mañana Usagi- se despidió. Usagi y John caminaron juntos de regreso a casa -Ese chico debe estar en verdad loco por ti, mira que venir desde Londres solo para verte, eso debe ser amor- Usagi no hizo algún comentario acerca del tema, permaneciendo pensativa durante el trayecto.
Usagi cepillaba su cabellera dorada, sentada frente al espejo, mirándose, podía haber en su rostro una chispa de vida. Se miro fijamente, estaba de cierta forma feliz, una felicidad que no había sentido desde su llegada a Japón -Acaso es por Richard?- se pregunto, aquel muchacho estaba ahora tan cerca de ella, había venido solo por verle de nuevo, por no perder lo que había conseguido con tanto esfuerzo, pero en su corazón solo existía espacio para Mamoru, o eso le parecía. Dejo el cepillo, miraba la foto de ella con Mamoru, era el hombre que había amado desde hacia tantos siglos, estaba en su corazón aun antes de conocerlo en esta vida. Pero entonces aquel encuentro, había sido un encuentro lastimoso, las palabras de Mamoru la habían lastimado, no podía perdonarlo. Dejo la foto, se levanto de su asiento, camino por la habitación, intentando encontrar alguna razón, pero todo estaba revuelto en su mente, había tantos sentimientos que ni ella misma entendía.
Mamoru estaba en casa, no había podido dormir bien desde aquel día, estaba tan confuso. Había ocupado su tiempo en salir, pero salir era estar aun más solo, tenía amigos, pero no deseaba hablar con ellos, necesitaba hablar con ella, pero sabía que después de esa noche, quizá toda posibilidad era poco probable.
Usagi estaba sentada sobre la cama de Mamoru, este la miraba, no habían dicho una palabra desde que habían llegado, se sentó junto a ella. Usagi entonces lo miro, y sintió aquella sensación de nuevo, entonces sus labios se buscaron, entregándose en un dulce beso, que pronto se volvió en uno apasionado, sus cuerpos entonces se reconocieron, y comenzaron a unirse en una pasión aun mayor. Sus manos se recorrían, sintiéndose mutuamente, y sin decir nada, se recostaron en la cama, Mamoru sobre Usagi, envolviéndola en una pasión que había contenido por años. Pero las manos de Usagi se detuvieron, y lo empujaron hacia atrás, deteniendo su acto de amor, Usagi salio de la cama, para pararse junto a la puerta -Debo irme- dijo tomando su abrigo -Espera!! Que es lo que pasa?- dijo él, suplicando una respuesta -No lo se- dijo ella -entonces, dime, que debo creer- Usagi no lo miraba -Cree en mi, solo eso- Mamoru se levanto -Creer en ti? Pero como? Dime lo tú, que ni siquiera dices lo que sientes, que esta pasando??, es acaso que hay alguien más?- la pregunta salio a flote, la duda que lo acosaba desde su llegada -No- respondió, casi enmudecida, acorralada -No te creo- respondió él, Usagi entonces miro de nuevo a Mamoru -Por que??- cuestionó ella. Mamoru camino hasta ella -Ya no sé si te amo- dijo, en defensa de si mismo -No cuando me engañas- Usagi no creía lo que oía -No. no me importas ya- entonces Usagi tomo su bolsa, no lo miro de nuevo, estaba en verdad dolida -Adiós- dijo, y salió del lugar.
Aquel recuerdo lo abrumo, no se atrevía a buscarla después de eso, sabía que ella se negaría para él, era lo mejor, talvez, no hacerlo. Aunque lo que en verdad temía era ser sincero, decir que él salía con alguien, aunque era pasado, era solo una manera de evitarlo.
Usagi se levanto con más animo, estaba emocionada de alguna forma extraña, había dejado de pensar en todo aquello, y estaba esperando que el día de hoy fuera el mejor de su vida. Se dio un baño, que la ánimo aun más, despertando por completo. Se vistió y dejo su cabello suelto, tal y como a él le gustaba, toco la puerta de John para llamarlo, John también notó en cambio, estaba más animada que antes, pero no le comento nada, sabía que ella no deseaba pensar en nada.
Desayunaron tranquilamente, solo ellos dos pues se habían levantado más temprano. Así pues terminaron, lavaron los platos, prepararon su material y salieron del hogar de Usagi. Así llego la conferencia, que duro relativamente poco, pues a Usagi el tiempo le parecía demasiado rápido, y así deseaba que fuera. Él la estaría esperando, entonces estaría con él todo el resto del día. John, en cambio, había perdido su cita a las ocho de la mañana, a esa hora el estaba llegando al Hotel, sentía mucho eso, pero sabía que su trabajo era primero, aunque Ami estaría quizá aun en espera, o quizá no.
Richard llego a las diez, tal y como había quedado. Se sentó en la sala de recepción. Dentro del salón de conferencias dieron por terminada esta, Usagi guardo su cámara, John anotaba los últimos detalles, y escuchaba la grabación, camino hasta la maquina de fax y envió uno, con notas para el periódico -Mañana debemos enviar las fotos y las conferencias completas, en cuatro días nos vamos- dijo John a Usagi -Si esta bien, en la noche revelare todo- respondió, colgó la maleta en su hombro.
Ambos salieron del salón -Usagi!!- llamo Richard, Usagi le sonrió, estaba en verdad contenta de verle -Hola John, como te va- John sonrió, pues noto el cambio aun mayor en ella -Bueno, los dejo. ah, por cierto, podrías darme la dirección de tu amiga Ami?- Usagi saco un lápiz y apunto la dirección y le dio indicaciones de cómo irse. Ambos al fin volvieron a estar solos.
Usagi movía el azúcar en el café, Richard miraba con atención a la chica, quien evitaba mirarlo, pues por extraño que pareciera, su presencia la ponía nerviosa. -Así que esto es Japón, valla, es diferente a Londres, aunque el frío es muy similar- dijo Richard, tratando de comenzar algún tipo de conversación, Usagi lo miro y sonrió -Lo siento, es que estaba pensando en otra cosa- Richard tomo su mano, lo que puso en aprietos a Usagi, sintió un enorme cosqueilleo recorrerla -Me mostrarás la ciudad, o solo vamos a estar sentados aquí??- le pregunto. Usagi entonces suspiro aliviada -Esta bien, lo siento, nos vamos??- Usagi entonces se levanto de su asiento, Richard pago la cuenta y salieron del lugar -A donde me llevarás?- pregunto el chico entusiasmado. Usagi no hizo caso, y siguió caminando, a Richard no le quedo más que seguirla.
La ciudad estaba tapizada de tiendas departamentales, era en verdad una ciudad hermosa, aunque había grandes anuncios, le daba una buena vista al lugar, Richard no dejaba de sorprenderse ante los bellos aparadores de las tiendas, Usagi continuaba caminando, parecía buscar un lugar, mientras Richard la seguía, sin saber a donde lo llevaba. Richard seguia viendo, cuando Usagi se paro delante suyo, la chica miraba fijamente una tienda, era la más hermosa del lugar, una tienda de Joyas, Osa.P, Usagi entonces le dijo -Debo ver a alguien ahí, vienes?- le pregunto, como si no le importará demasiado su compañía. Richard miro como Usagi, sin importar nada, lo dejaba del lado de la calle, mientras entraba en la tienda.
Ami tomaba el té, había sido una noche difícil, aunque no le molestaba en los más mínimo, amaba su trabajo tanto que no le importaba trabajar sin descanso, se sentó en la suave alfombra, dejo su taza sobre la pequeña mesita, entonces, cuando miraba una revista, el timbre se escucho, Ami se pregunto quien sería, su madre había salido a EU a una operación, no tenía programado ninguna cita para ese día, así que camino hasta la puerta, miro por el ojillo de la puerta, era aquel buen mozo chico, de cabello castaño, de elegante porte, que esperaba del otro lado de la puerta, Ami sonrió, no esperaba que él viniera a buscarla, pensó que ya no le vería, pues no había llegado a la cita por la mañana, miro su reloj, un poco más de medio día. Ami respiro hondo, jalo suavemente su cuerpo, hasta enfrentar la perilla de la puerta -Aquí voy- dijo suavemente, y abrió lentamente la puerta, Ami entonces se topó con unos bellos ojos verdes, que la miraban tiernamente, entonces su corazón latió fuerte, y aquella sensación extraña recorrió su estomago como cientos de mariposas agitadas, solo pudo entonces sonreír -Hola, lamento no haber llegado esta mañana- la voz de John fue para ella como una susurro, estaba en un trance demasiado profundo, intentando razonar los sentimientos que estaban revueltos en su mente.
Usagi miraba la tienda, fascinada ante algún hecho. Su mente entonces viajo diez años atrás, cuando era solo una joven adolescente, ahí estaba ella, descubriendo su pasado, entonces, en aquel lugar lo conoció por primera vez, cuando lanzo su rosa roja para defender a la débil chica, dándole ánimos para pelear. -Amor a primera vista- dijo en japonés, evitando que Richard entendiera. Miro el lugar donde su vida como una Sailor Senshi empezó, pero eso no importaba, si no que en ese lugar, por primera vez, sintió amor real, era un amor que reencarnaba con ella, era algo que la seguía desde siglos atrás, pero no podía ser de otra manera, no cuando él era el hombre de su vida, por siempre, eternamente -Usagi-chan!!!- la voz de aquella mujer saco a Usagi de sus pensamientos platónicos -Si?- dijo al mirarla, era una hermosa mujer pelirroja, ojos azules, que la miraban feliz -Naru-chan!!!- dijo, reconociendo a su antigua compañera de escuela, ambas se abrazaron, Richard estaba en la entrada del lugar, Naru lo miro -Quien es ese chico, viene contigo??- le pregunto a Usagi, Usagi giro para verlo -Ah, si, es un buen amigo de Londres, come here Richard- dijo, Richard camino hasta ella -El es Richard, this is my old friend Naru- dijo, presentándolos.
Usagi y Naru se aislaron en una conversación que Richard no entendía, ambas parecían felices en aquel reencuentro, Usagi platicaba a Naru su vida en Londres, como había trabajado duro, como nunca, para lograr lo que ahora tenía. Richard, por su lado prefirió recorrer la tienda, era un lugar hermosos, de fina estructura y decorado, Naru se había quedado a cargo del lugar después de que su madre había decidido viajar a Paris y residir en el lugar. Naru era una mujer feliz, tenía una hermosa casa, que había comprado su madre para ella, no se había casado, tenía una vida agitada, pero no por ello no tenía una vida amorosa, salía con un apuesto empresario, que la amaba y ella amaba, era simplemente una mujer completa -Y tu? Ah, ya sé, viniste para casarte con Mamoru, sabes, siempre quise eso, son la pareja perfecta- Usagi miro a su amiga, su rostro sonriente había cambiado -No, Mamoru y yo hemos terminado, quizá para siempre- Naru miro preocupada a su amiga -Por qué?? Si se aman tanto- Usagi volvió a mirar aquel vitral por el que algunas vez él había entrado para protegerla, lo había extrañado tanto, pero había decidido ser fuerte por él, no rendirse, cumplir su promesa, pero estaba en verdad herida -El amor a veces no lo es todo- dijo melancólica -Porque cuando las personas cambian, aun cuando se aman, ya no pueden estar juntas, sin herirse- Usagi lloro, era algo que la estaba lastimando en verdad, no lo había visto así hasta ahora, en aquel lugar donde ambos sellaron su amor, donde juntos, en sus realidades pasadas, se vieron por primera vez, no habían tenido una buena relación entonces, pues sus personalidades chocaban, contrarias una a la otra, tal y como ahora. En aquel entonces eran adolescentes -Cuando te conocí, supe que te amaría por siempre- dijo Usagi en voz baja, cerro sus ojos, pensó que todo esto pasaba por algo, y ahora su amor era aun más fuerte, que en ese entonces, ahora lo sabía y lo entendía, pero sería demasiado tarde para ellos ya? -No lo es, aun es tiempo, un amor así tiene todo el tiempo del Universo- le dijo Naru, tomando su mano -Ve y dile lo que sientes, ya no puedes esconderlo más- Usagi sonrió, estaba de acuerdo -Desde cuando me importa tanto el futuro?- le pregunto a Naru -Soy solo una chica enamorada, no es así?- Naru afirmo con la cabeza, se levanto, más decidida que nunca, pero se detuvo en seco, cuando aquellos ojos azules, brillantes y bellos la miraron, sonriendo en una expresión que haría hervir hasta el corazón más frío -Nos vamos ya?- pregunto aquel chico, Usagi tembló de nuevo, estuvo a punto de caer frente a él, rendida como aquella primera vez, Naru la miro, preocupada por la actitud de su amiga ante él chico, era cierto que era un buen espécimen masculino, poseía las cualidades más exactas y perfectas en su varonil rostro, su cabello era una dulce sinfonía de tonos dorados, aquello incluso la hizo mirarlo de otra manera, entendía de cierta forma la actitud de Usagi, aunque no la justificaba -Estas bien- pregunto preocupado, tocando con su mano la frente de Usagi, estaba caliente, parecía apunto de caer en una terrible fiebre, pero Usagi salio del shock, con toda la fuerza de su ser intento recobrarse, estaba entre dos sentimientos, dos sensaciones, tan distintas, pero tan iguales. Que la estaban poniendo en una situación demasiado incomoda.
Ami tomaba el té, sentada, frente aquel bello rostro, John la miraba, cada vez más interesado en su belleza, su permisible personalidad lo ahogaba, estaba siendo consumido por un sentimiento demasiado grande, que incluso para él era preocupante, no había sentido nada parecido, o cercano a eso, era toda una nueva experiencia, volcándolo en un remolino de sensaciones, que lo asustaban, pero reconfortaban su ser. Estaba siendo poseído por eso que él nunca quiso expresar alguna vez: amor. -Quieres más té?- pregunto Ami, John miro su taza, había bebido sin sentir, como buscando calmar su sed -Si, por favor- Ami sonrío -Eres muy extraño, vienes a buscarme y solo tomas té- John sonrió -No es eso, es que tu belleza no me deja hablar- el rostro de Ami se ilumino en una rosado tenue -Y todo esto me ocurre de forma extraña, yo no soy así, pero cuando te conocí todo mi mundo cambio, Ami, dime que no estoy perdiendo mi tiempo, dime que tu sientes lo mismo por mi- Ami lo miraba, intentando entender, su mente casi en blanco, aquello la sorprendía, pero la estaba haciendo feliz -Yo, yo no sé- dijo -Talvez, pero no quiero engañarte- John estaba tomando su mano -Es solo que aun es muy pronto- Ami se levanto, soltando a John, camino hasta la ventana -Te irás en unos días, y después quizá me olvides- dijo, dándole la espalda -No, no. yo no quiero olvidarte, como hacerlo, cuando mi corazón esta apunto de morir si tu no me dices que si- Ami se giro, John camino hasta ella, tomándola, suavemente, entre sus brazos -No te conozco, no sé nada de ti, pero. Te amo- tocando sus labios con los suyos John beso lentamente a Ami.
Continuará.
Sailor Padme amidala_skywalk@hotmail.com
Nota: Hola!! Les gusto el capitulo?? Había estado en serios problemas con respecto a la historia, ha sido muy difícil para mi terminarlo, por favor disculpen la demora, es solo que no había tenido tiempo de terminarlo, Gomen. Espero sus comentarios y sugerencias al mail de siempre. Besos
Ami miro su reloj, estaba en el tiempo justo para llegar. Había dormido bastante, había hecho un poco de ejercicio, desayuno bien, fue a hacer algunas compras antes de medio día, había limpiado la casa y se había dado un baño antes de irse a trabajar. Eran más de las ocho treinta de la noche. Hacia frío, seguramente pronto empezaría a nevar. Se sonrío a sí misma, pensando que sería un buen día, aunque él no estuviera con ella.
Camino hasta llegar al hospital, estaba a 20 minutos de su casa. Llego hasta la pequeña entrada de la parte trasera del hospital. Miro a su alrededor, había bastantes pacientes, la mayoría presentaba cuadros gripales, todos ellos con ese aspecto deprimente, pero que a Ami le rompía el corazón. Camino hasta la recepción, saludo a Karen -Konichiwa, Karen, algun mensaje para mí- Karen, que atendía el teléfono, le hizo una seña para que la esperara un momento, Ami se quito los guantes, froto sus manos -Doctora Ami, que gusto, sí, ayer vino un joven, extranjero, pregunto por ti, dijo que hoy volvía, para verte, pero no dejo mensaje. Ah! Y el Doctor Kaoru la espera en su oficina, creo que es todo- Ami se pregunto -Un chico extranjero dices, pues no sé de quien se trate, esta bien, gracias. Iré a cambiarme y después con el Doctor Kaoru-
Ami camino hasta el guardarropa, la habitación era un lugar pequeño, solo había lockers y un pequeño sofá. Su locker tenía un pequeño kanji, con su nombre, escrito sobre una placa negra con letras brillantes, blancas. Se puso la bata y su estetoscopio al cuello, guardo el abrigo dentro del locker, tomo sus lentes, sujeto su beeper y salió del lugar. Camino hasta el elevador, miro la lista de pacientes antes de subir. Observo su nombre, en la lista de espera, e ingresó al elevador, llego hasta el tercer piso, donde se encontraba la oficina del Doctor Kaoru, director del hospital.
-Me llamó?- dijo Ami al entrar en la habitación, el Doctor Kaoru leía unos informes, los dejo sobre la mesa y centro su mirada en Ami, era un hombre joven, de acaso 35 años, era atractivo y atraía mucho a Ami, pero era un hombre con obligaciones, era casado, lo cual había roto el corazón de Ami -Siéntate, necesito que hablemos de algo- Ami se sentó sobre la silla de piel negra, tan suave como ella la recordaba, habían pasado ya casi tres meses desde la ultima vez que había estado ahí, cuando su relación con Kaede Kaoru termino. Ese recuerdo paso por su cabeza -Creo que esto te pondrá feliz, será la primera cosa que te diga que te haga feliz, cuando todo lo que ha salido de mi te ha lastimado...- Ami lo miro, turbada, preguntándose que sería, pensaba en todo, talvez se divorciaría, y entonces ella podría vivir su amor con él -te eligieron para ser candidata a Jefe de residentes, y eres la favorita, estoy seguro de que la obtendrás- ella lo miro desconcertada, no era lo que esperaba, pero le agradaba la noticia -Me siento muy halagada, pero no podré aceptarla, ya que quiero mi traslado a otro hospital, ya la he pedido, solo estoy esperando que me asignen- Kaede la miro, Ami le sonrío cálidamente -Es lo mejor, para ambos, ya no puedo aguantar más estar aquí, estaré mejor en otro sitio, tú también lo estarás- Ami se levanto del asiento -Y si no hay más, espero que hagas saber a la directiva mi decisión, con permiso- Ami salió de la oficina.
Ami camino de regreso al elevador, camino derecha, como si nada pasara, sin vacilar. Pero no pudo contenerse, salió hacia las escaleras, con lágrimas en los ojos, se había prometido a sí misma no llorar de nuevo por él, él solo la había lastimado y ahora estaba bien sin su presencia, aunque en el fondo deseaba estar con él, lo anhelaba.
Seis meses antes...
Ami había empezado su residencia en el hospital central de Tokio, había estado en una pequeña comunidad al norte de la ciudad, sin embargo por motivos administrativos había sido reasignada a hospital de Tokio. Ahí conoció a Kaede, el jefe de Urgencias, un hombre gentil y culto, Ami sintió una gran admiración por él, a primera vista era un hombre emprendedor, el ideal para Ami. Comenzaron a llevarse muy bien, Ami procuraba mantenerse cerca de él, y a él parecía agradarle su compañía. Ami había aprendido a ser más abierta, había sido un proceso duro, siempre se había ocultado en los estudios, pero ahora estaba en el mundo real, y tenía que salir de su caparazón. La admiración que Ami profesaba por él era correspondida, él también admiraba a Ami, admiraba de ella su entereza, su facilidad para actuar en casos de emergencia, su resistencia. Su antigua vida como Sailor Mercury la había hecho soportar situaciones extremas, la había hecho resistente a la muerte, aunque a veces la hacía decaer sabía que no era el final, que a veces hay cosas que no puedes controlar. Eso lo había aprendido en su pasado, y lo aplicaba en su vida presente.
Pero no todo podía ser tan perfecto, Ami sentía que él era el hombre por el que había esperado, pero ella no era la chica con la que el debía estar, Kaede le confeso que estaba casado, que lo estaba desde hace 6 años. Pero a veces las cosas que nacen deben tener un ciclo de vida para poder morir, y ambos iniciaron una relación amorosa, que dio a Ami vida, pero fugaz, ya que la vida real de Kaede estaba más allá de su alcance. Ami disfruto la relación al máximo, pero se salió de sus manos, sin darse cuenta se enamoro profundamente de él, y sentía una gran impotencia al saberlo de otra. Kaede también estaba enamorado de ella, pero era un amor inverosímil, así que ante la resignación de ambos al no saber como mantener más el amor entre ellos todo termino.
Ami sintió el mundo en su contra, todo pareció tan difícil, tan doloroso, después de eso todo lo veía gris, nada tenía color, y tuvo que aguantar su dolor sola, no fue capaz de hablar de ello con nadie, la persona que siempre la había escuchado y apoyado estaba a muchos kilómetros, al otro lado del mundo. Se encontraba sola, pero decidió ser fuerte, no era la única pérdida que había sufrido, desde el divorcio de sus padres, hacia ya tantos años, nada la había afectado tanto, pero si lo había superado en el pasado, esta vez no sería diferente. Salio de su depresión, sabía que tendría la oportunidad de amar de nuevo, algo en su corazón se lo decía, y que esta vez la persona sería la correcta.
Presente...
Ami se levanto, había permanecido sentada en las escaleras compadeciéndose a si misma, seco su ojos, se irguió, y bajo, hasta la planta baja, miro a su alrededor, eso era lo que ella amaba, estar en la sala de Urgencias, atendiendo personas, siendo lo que siempre soñó ser.
-Hello, is Doctor Ami here?- Karen recordó aquella voz, elegante y amable. -You again, yes, she's here, one moment- Karen llamo a Ami, Ami estaba observando a un paciente, en la cama uno, cuando su beeper sonó, el paciente estaba bien -Meiko, por favor ponle un suero y que no tome liquidos, tengo que atender una llamada, enseguida vuelvo- le dijo a una enfermera. Ami camino hasta la recepción -me llamaste Karen- Karen platicaba con un joven -Doctora, aquí esta el chico que la busco ayer, Bye John, Ami's here- se despidió de él, Ami lo miro, extrañada de encontrarlo frente a ella, el chico inglés, amigo de Usagi. -Hello, Ami- la saludo, con una bella sonrisa, Ami no pudo evitar contagiarse de esa sonrisa -Hi, John, What's up?.
-Aun no entiendo que haces aquí, creí que respetabas mi decisión- Usagi cuestionaba a Richard, él estaba mirándola, fijamente -Deja de mirarme así, dime a que viniste- Richard giro su rostro y poso su mirada en la taza de café sobre la mesa -No quiero perderte, no estoy dispuesto a ello- Usagi lo miro, sentía un gran cariño por él, acerco su mano a su rostro y lo levanto, sus ojos se encontraron -Lo siento, no quise ser grosera- Usagi no pudo evitar sentir un leve sobresalto, aquellos ojos, tan hermosos, le parecieron un océano interminable, en verdad solo sentía cariño por ese chico, o era un amor que ella se había negado a ver. Richard tomo su mano y la sujeto entre las suyas. Usagi se centro en sus sentimientos hacia él -Lo has visto- Usagi salió de ellos -Eh, a quién?- dijo confundida -Al hombre que amas, lo has visto, has hablado ya con él, ya volviste con él, aun lo amas?- Usagi se sintió un poco bombardeada ante tantas preguntas -si, ya lo vi, ya hable con él, no he regresado con él, no sé si aun lo amo- fue totalmente honesta, sentía que era lo menos que podía hacer -Ya veo, y sobre mi?- Richard sabía lo que quería -Richard, yo no sé, estoy muy confundida- Richard no se conformaba con esa respuesta, tenía que actuar, había venido hasta aquí por una razón, y no se iría sin ella. -Usagi, no he venido a jugar, no cuando tú no eres un premio, he venido por ti, te amo, y no quiero que te quedes aquí, quiero que vengas conmigo de regreso a Londres en cuanto termine el tiempo de estancia al que fuiste enviada- Usagi se quedo callada, estaba sorprendida.
John había estado sentado en la sala de espera de Urgencias por más de dos horas, veía pasar a Ami, pero poco pudieron hablar, ya que tuvo que atender urgencias, miraba con que disposición actuaba la bella chica de cabellos azules, sin perder la prudencia, siendo tan buena en lo que hacia, entonces su aprecio por ella crecía poco a poco, era como si ella tuviera todo exactamente templado, era tan análoga a Usagi, manejaba las cosas difíciles con tal naturalidad, que parecían haber nacido con un valor que la mayoría de las personas no poseía. Tomaba un café junto a la maquina de dulces, parecía cansado de estar ahí, se levanto y camino un poco, se encontró con Kaede, quien lo miro extrañado, al verlo rondando el hospital -Quien eres?- John lo miro -I'm sorry, I don't speak Japanese- Kaede hablaba poco inglés -What do here?- John lo miro, tenía ganas de reírse, debido a la pregunta, pero se controlo -What am I doing here? I understand that. I'm waiting for Doctor Ami- Kaede escucho el nombre de Ami -John, here you are, I was looking for you- ambos se giraron al escuchar la voz de la chica -Yes, I'm here, nice to meet you, I'm John, Bye- se despidió del doctor, camino hasta encontrarse con Ami, Ami ni siquiera miro a Kaede y se alejo del lugar acompañada de John.
-Lo siento mucho, hemos tenido mucho trabajo, me tome un pequeño descanso, vamos a la sala de residentes, ahí podremos hablar- Ambos se dirigieron al lugar. La sala era un pequeño cubículo del otro lado de urgencias, tenía tres sillones, un refrigerador, un horno de microondas y un televisor. John se sentó en el sillón doble, Ami preparaba un poco de café -Y dime, a que debo tu visita- comenzó a interrogarlo -Quería verte de nuevo, sé que estas muy ocupada, ayer vine y no te encontré, por eso regrese- Ami le dio una taza con café -Ah, así que tú eras el chico misterioso que vino ayer, y que puedo hacer por ti- Ami estaba siendo un poco fría con el chico, así que John trato de ser más directo -Quiero conocerte, no quiero irme de Japón sin saber nada de la mujer más hermosa que he conocido- las mejillas de Ami se ruborizaron, el halago de John había sido muy directo, algo a lo que ella no estaba acostumbrada -Sé que no me conoces, y que tal vez te parezca una locura, pero Ami, eres tan bella que no puedo evitar que las palabras salgan de mi boca, déjame conocerte...- John se aproximo a Ami, estaba frente a su rostro, casi rozando su nariz con la suya, podía sentir la respiración de Ami chocar contra su rostro, suavemente, intento acercarse más, pero Ami retrocedió, lo miro confusa -Creo que este no es el momento, tengo mucho trabajo- Ami se levanto del sillón, tomo su estetoscopio, lo colgó a su cuello -Creo que será mejor que te vallas, ahora tengo que trabajar- John estaba desconcertado de cierta forma, ya que la frialdad de Ami era algo que no esperaba -Esta bien, pero podemos vernos, después, cuando no trabajes- Ami lo rechazaría, aquel era solo un chico extranjero, algo que para ella estaba desaprobado, pero la bella cara de John la hizo dudar, estaba siendo atraída por ese carismático chico, y no podía evitarlo -Talvez... mañana, salgo a las ocho de la mañana, será la única hora, después tengo cosas que hacer- John sonrió, salió del lugar, caminaron juntos hasta la salida del hospital -Te veré mañana, Ami- e inclinándose deposito un beso en la mejilla de la chica, a Ami se le subieron todos los colores al rostro, y antes de que pudiera reaccionar, John ya se encontraba a varios metros de ella, toco su mejilla y la acaricio, como buscando los restos de aquel acto de afecto, que nunca había recibido de un chico desconocido, pero que en su corazón comenzaba a ocupar un lugar.
John caminaba de regreso a casa cuando se encontró en el camino a Usagi y Richard, que caminaba hacia el mismo lugar. -Hello John- saludo Richard, Usagi, que caminaba del brazo de Richard sonrió -Que te parece si mañana, después de la rueda de prensa, vamos a conocer la ciudad, los tres- lo invito Usagi -Irán ustedes, yo tengo una cita- respondió John -Vaya!, apenas llegaste a esta ciudad y ya tiene una cita, no me sorprende, así eres tú- comento Richard -Te veré mañana Usagi- se despidió. Usagi y John caminaron juntos de regreso a casa -Ese chico debe estar en verdad loco por ti, mira que venir desde Londres solo para verte, eso debe ser amor- Usagi no hizo algún comentario acerca del tema, permaneciendo pensativa durante el trayecto.
Usagi cepillaba su cabellera dorada, sentada frente al espejo, mirándose, podía haber en su rostro una chispa de vida. Se miro fijamente, estaba de cierta forma feliz, una felicidad que no había sentido desde su llegada a Japón -Acaso es por Richard?- se pregunto, aquel muchacho estaba ahora tan cerca de ella, había venido solo por verle de nuevo, por no perder lo que había conseguido con tanto esfuerzo, pero en su corazón solo existía espacio para Mamoru, o eso le parecía. Dejo el cepillo, miraba la foto de ella con Mamoru, era el hombre que había amado desde hacia tantos siglos, estaba en su corazón aun antes de conocerlo en esta vida. Pero entonces aquel encuentro, había sido un encuentro lastimoso, las palabras de Mamoru la habían lastimado, no podía perdonarlo. Dejo la foto, se levanto de su asiento, camino por la habitación, intentando encontrar alguna razón, pero todo estaba revuelto en su mente, había tantos sentimientos que ni ella misma entendía.
Mamoru estaba en casa, no había podido dormir bien desde aquel día, estaba tan confuso. Había ocupado su tiempo en salir, pero salir era estar aun más solo, tenía amigos, pero no deseaba hablar con ellos, necesitaba hablar con ella, pero sabía que después de esa noche, quizá toda posibilidad era poco probable.
Usagi estaba sentada sobre la cama de Mamoru, este la miraba, no habían dicho una palabra desde que habían llegado, se sentó junto a ella. Usagi entonces lo miro, y sintió aquella sensación de nuevo, entonces sus labios se buscaron, entregándose en un dulce beso, que pronto se volvió en uno apasionado, sus cuerpos entonces se reconocieron, y comenzaron a unirse en una pasión aun mayor. Sus manos se recorrían, sintiéndose mutuamente, y sin decir nada, se recostaron en la cama, Mamoru sobre Usagi, envolviéndola en una pasión que había contenido por años. Pero las manos de Usagi se detuvieron, y lo empujaron hacia atrás, deteniendo su acto de amor, Usagi salio de la cama, para pararse junto a la puerta -Debo irme- dijo tomando su abrigo -Espera!! Que es lo que pasa?- dijo él, suplicando una respuesta -No lo se- dijo ella -entonces, dime, que debo creer- Usagi no lo miraba -Cree en mi, solo eso- Mamoru se levanto -Creer en ti? Pero como? Dime lo tú, que ni siquiera dices lo que sientes, que esta pasando??, es acaso que hay alguien más?- la pregunta salio a flote, la duda que lo acosaba desde su llegada -No- respondió, casi enmudecida, acorralada -No te creo- respondió él, Usagi entonces miro de nuevo a Mamoru -Por que??- cuestionó ella. Mamoru camino hasta ella -Ya no sé si te amo- dijo, en defensa de si mismo -No cuando me engañas- Usagi no creía lo que oía -No. no me importas ya- entonces Usagi tomo su bolsa, no lo miro de nuevo, estaba en verdad dolida -Adiós- dijo, y salió del lugar.
Aquel recuerdo lo abrumo, no se atrevía a buscarla después de eso, sabía que ella se negaría para él, era lo mejor, talvez, no hacerlo. Aunque lo que en verdad temía era ser sincero, decir que él salía con alguien, aunque era pasado, era solo una manera de evitarlo.
Usagi se levanto con más animo, estaba emocionada de alguna forma extraña, había dejado de pensar en todo aquello, y estaba esperando que el día de hoy fuera el mejor de su vida. Se dio un baño, que la ánimo aun más, despertando por completo. Se vistió y dejo su cabello suelto, tal y como a él le gustaba, toco la puerta de John para llamarlo, John también notó en cambio, estaba más animada que antes, pero no le comento nada, sabía que ella no deseaba pensar en nada.
Desayunaron tranquilamente, solo ellos dos pues se habían levantado más temprano. Así pues terminaron, lavaron los platos, prepararon su material y salieron del hogar de Usagi. Así llego la conferencia, que duro relativamente poco, pues a Usagi el tiempo le parecía demasiado rápido, y así deseaba que fuera. Él la estaría esperando, entonces estaría con él todo el resto del día. John, en cambio, había perdido su cita a las ocho de la mañana, a esa hora el estaba llegando al Hotel, sentía mucho eso, pero sabía que su trabajo era primero, aunque Ami estaría quizá aun en espera, o quizá no.
Richard llego a las diez, tal y como había quedado. Se sentó en la sala de recepción. Dentro del salón de conferencias dieron por terminada esta, Usagi guardo su cámara, John anotaba los últimos detalles, y escuchaba la grabación, camino hasta la maquina de fax y envió uno, con notas para el periódico -Mañana debemos enviar las fotos y las conferencias completas, en cuatro días nos vamos- dijo John a Usagi -Si esta bien, en la noche revelare todo- respondió, colgó la maleta en su hombro.
Ambos salieron del salón -Usagi!!- llamo Richard, Usagi le sonrió, estaba en verdad contenta de verle -Hola John, como te va- John sonrió, pues noto el cambio aun mayor en ella -Bueno, los dejo. ah, por cierto, podrías darme la dirección de tu amiga Ami?- Usagi saco un lápiz y apunto la dirección y le dio indicaciones de cómo irse. Ambos al fin volvieron a estar solos.
Usagi movía el azúcar en el café, Richard miraba con atención a la chica, quien evitaba mirarlo, pues por extraño que pareciera, su presencia la ponía nerviosa. -Así que esto es Japón, valla, es diferente a Londres, aunque el frío es muy similar- dijo Richard, tratando de comenzar algún tipo de conversación, Usagi lo miro y sonrió -Lo siento, es que estaba pensando en otra cosa- Richard tomo su mano, lo que puso en aprietos a Usagi, sintió un enorme cosqueilleo recorrerla -Me mostrarás la ciudad, o solo vamos a estar sentados aquí??- le pregunto. Usagi entonces suspiro aliviada -Esta bien, lo siento, nos vamos??- Usagi entonces se levanto de su asiento, Richard pago la cuenta y salieron del lugar -A donde me llevarás?- pregunto el chico entusiasmado. Usagi no hizo caso, y siguió caminando, a Richard no le quedo más que seguirla.
La ciudad estaba tapizada de tiendas departamentales, era en verdad una ciudad hermosa, aunque había grandes anuncios, le daba una buena vista al lugar, Richard no dejaba de sorprenderse ante los bellos aparadores de las tiendas, Usagi continuaba caminando, parecía buscar un lugar, mientras Richard la seguía, sin saber a donde lo llevaba. Richard seguia viendo, cuando Usagi se paro delante suyo, la chica miraba fijamente una tienda, era la más hermosa del lugar, una tienda de Joyas, Osa.P, Usagi entonces le dijo -Debo ver a alguien ahí, vienes?- le pregunto, como si no le importará demasiado su compañía. Richard miro como Usagi, sin importar nada, lo dejaba del lado de la calle, mientras entraba en la tienda.
Ami tomaba el té, había sido una noche difícil, aunque no le molestaba en los más mínimo, amaba su trabajo tanto que no le importaba trabajar sin descanso, se sentó en la suave alfombra, dejo su taza sobre la pequeña mesita, entonces, cuando miraba una revista, el timbre se escucho, Ami se pregunto quien sería, su madre había salido a EU a una operación, no tenía programado ninguna cita para ese día, así que camino hasta la puerta, miro por el ojillo de la puerta, era aquel buen mozo chico, de cabello castaño, de elegante porte, que esperaba del otro lado de la puerta, Ami sonrió, no esperaba que él viniera a buscarla, pensó que ya no le vería, pues no había llegado a la cita por la mañana, miro su reloj, un poco más de medio día. Ami respiro hondo, jalo suavemente su cuerpo, hasta enfrentar la perilla de la puerta -Aquí voy- dijo suavemente, y abrió lentamente la puerta, Ami entonces se topó con unos bellos ojos verdes, que la miraban tiernamente, entonces su corazón latió fuerte, y aquella sensación extraña recorrió su estomago como cientos de mariposas agitadas, solo pudo entonces sonreír -Hola, lamento no haber llegado esta mañana- la voz de John fue para ella como una susurro, estaba en un trance demasiado profundo, intentando razonar los sentimientos que estaban revueltos en su mente.
Usagi miraba la tienda, fascinada ante algún hecho. Su mente entonces viajo diez años atrás, cuando era solo una joven adolescente, ahí estaba ella, descubriendo su pasado, entonces, en aquel lugar lo conoció por primera vez, cuando lanzo su rosa roja para defender a la débil chica, dándole ánimos para pelear. -Amor a primera vista- dijo en japonés, evitando que Richard entendiera. Miro el lugar donde su vida como una Sailor Senshi empezó, pero eso no importaba, si no que en ese lugar, por primera vez, sintió amor real, era un amor que reencarnaba con ella, era algo que la seguía desde siglos atrás, pero no podía ser de otra manera, no cuando él era el hombre de su vida, por siempre, eternamente -Usagi-chan!!!- la voz de aquella mujer saco a Usagi de sus pensamientos platónicos -Si?- dijo al mirarla, era una hermosa mujer pelirroja, ojos azules, que la miraban feliz -Naru-chan!!!- dijo, reconociendo a su antigua compañera de escuela, ambas se abrazaron, Richard estaba en la entrada del lugar, Naru lo miro -Quien es ese chico, viene contigo??- le pregunto a Usagi, Usagi giro para verlo -Ah, si, es un buen amigo de Londres, come here Richard- dijo, Richard camino hasta ella -El es Richard, this is my old friend Naru- dijo, presentándolos.
Usagi y Naru se aislaron en una conversación que Richard no entendía, ambas parecían felices en aquel reencuentro, Usagi platicaba a Naru su vida en Londres, como había trabajado duro, como nunca, para lograr lo que ahora tenía. Richard, por su lado prefirió recorrer la tienda, era un lugar hermosos, de fina estructura y decorado, Naru se había quedado a cargo del lugar después de que su madre había decidido viajar a Paris y residir en el lugar. Naru era una mujer feliz, tenía una hermosa casa, que había comprado su madre para ella, no se había casado, tenía una vida agitada, pero no por ello no tenía una vida amorosa, salía con un apuesto empresario, que la amaba y ella amaba, era simplemente una mujer completa -Y tu? Ah, ya sé, viniste para casarte con Mamoru, sabes, siempre quise eso, son la pareja perfecta- Usagi miro a su amiga, su rostro sonriente había cambiado -No, Mamoru y yo hemos terminado, quizá para siempre- Naru miro preocupada a su amiga -Por qué?? Si se aman tanto- Usagi volvió a mirar aquel vitral por el que algunas vez él había entrado para protegerla, lo había extrañado tanto, pero había decidido ser fuerte por él, no rendirse, cumplir su promesa, pero estaba en verdad herida -El amor a veces no lo es todo- dijo melancólica -Porque cuando las personas cambian, aun cuando se aman, ya no pueden estar juntas, sin herirse- Usagi lloro, era algo que la estaba lastimando en verdad, no lo había visto así hasta ahora, en aquel lugar donde ambos sellaron su amor, donde juntos, en sus realidades pasadas, se vieron por primera vez, no habían tenido una buena relación entonces, pues sus personalidades chocaban, contrarias una a la otra, tal y como ahora. En aquel entonces eran adolescentes -Cuando te conocí, supe que te amaría por siempre- dijo Usagi en voz baja, cerro sus ojos, pensó que todo esto pasaba por algo, y ahora su amor era aun más fuerte, que en ese entonces, ahora lo sabía y lo entendía, pero sería demasiado tarde para ellos ya? -No lo es, aun es tiempo, un amor así tiene todo el tiempo del Universo- le dijo Naru, tomando su mano -Ve y dile lo que sientes, ya no puedes esconderlo más- Usagi sonrió, estaba de acuerdo -Desde cuando me importa tanto el futuro?- le pregunto a Naru -Soy solo una chica enamorada, no es así?- Naru afirmo con la cabeza, se levanto, más decidida que nunca, pero se detuvo en seco, cuando aquellos ojos azules, brillantes y bellos la miraron, sonriendo en una expresión que haría hervir hasta el corazón más frío -Nos vamos ya?- pregunto aquel chico, Usagi tembló de nuevo, estuvo a punto de caer frente a él, rendida como aquella primera vez, Naru la miro, preocupada por la actitud de su amiga ante él chico, era cierto que era un buen espécimen masculino, poseía las cualidades más exactas y perfectas en su varonil rostro, su cabello era una dulce sinfonía de tonos dorados, aquello incluso la hizo mirarlo de otra manera, entendía de cierta forma la actitud de Usagi, aunque no la justificaba -Estas bien- pregunto preocupado, tocando con su mano la frente de Usagi, estaba caliente, parecía apunto de caer en una terrible fiebre, pero Usagi salio del shock, con toda la fuerza de su ser intento recobrarse, estaba entre dos sentimientos, dos sensaciones, tan distintas, pero tan iguales. Que la estaban poniendo en una situación demasiado incomoda.
Ami tomaba el té, sentada, frente aquel bello rostro, John la miraba, cada vez más interesado en su belleza, su permisible personalidad lo ahogaba, estaba siendo consumido por un sentimiento demasiado grande, que incluso para él era preocupante, no había sentido nada parecido, o cercano a eso, era toda una nueva experiencia, volcándolo en un remolino de sensaciones, que lo asustaban, pero reconfortaban su ser. Estaba siendo poseído por eso que él nunca quiso expresar alguna vez: amor. -Quieres más té?- pregunto Ami, John miro su taza, había bebido sin sentir, como buscando calmar su sed -Si, por favor- Ami sonrío -Eres muy extraño, vienes a buscarme y solo tomas té- John sonrió -No es eso, es que tu belleza no me deja hablar- el rostro de Ami se ilumino en una rosado tenue -Y todo esto me ocurre de forma extraña, yo no soy así, pero cuando te conocí todo mi mundo cambio, Ami, dime que no estoy perdiendo mi tiempo, dime que tu sientes lo mismo por mi- Ami lo miraba, intentando entender, su mente casi en blanco, aquello la sorprendía, pero la estaba haciendo feliz -Yo, yo no sé- dijo -Talvez, pero no quiero engañarte- John estaba tomando su mano -Es solo que aun es muy pronto- Ami se levanto, soltando a John, camino hasta la ventana -Te irás en unos días, y después quizá me olvides- dijo, dándole la espalda -No, no. yo no quiero olvidarte, como hacerlo, cuando mi corazón esta apunto de morir si tu no me dices que si- Ami se giro, John camino hasta ella, tomándola, suavemente, entre sus brazos -No te conozco, no sé nada de ti, pero. Te amo- tocando sus labios con los suyos John beso lentamente a Ami.
Continuará.
Sailor Padme amidala_skywalk@hotmail.com
Nota: Hola!! Les gusto el capitulo?? Había estado en serios problemas con respecto a la historia, ha sido muy difícil para mi terminarlo, por favor disculpen la demora, es solo que no había tenido tiempo de terminarlo, Gomen. Espero sus comentarios y sugerencias al mail de siempre. Besos
