Ahora vamos a ser PG, por culpa del morbo de Dimitri, aunque me parece exagerado...

"Si yo fuera Rowling, sería rubia y rica. Pero como no lo soy, pues escribo ésto"


[ Red de Memorias ]

Cuatro: El héroe (O Harry y la publicidad engañosa)

El clima en Londres no es muy agradable, dicen. Pero para Lila Márquez era una horrible realidad a la cual debía enfrentarse día con día. Nacida en un pequeño pueblo de nadie en la mitad del México rural, había abandonado sus raíces en pos de la educación y una mejor vida tanto para ella como para su familia.

Y la mejor vida la había llevado al departamento de Relaciones Exteriores, ahí trabajaba con amor y orgullo por su país. El único problema era que se congelaba en el proceso.

Maldijo el frío, maldijo la humedad, añoró su tierra y deseó unos tacos o unos tamales como los que hacía su mamá. Todo en su natal otomí, ya no dijéramos español, provocando una mirada de extrañeza por parte de un joven de cabellos azabache que caminaba, por coincidencia o destino, a su lado.

— ¿¡Qué!?— gruñó la chica, ahora en inglés para que el joven la entendiera. Realmente no estaba de humor para que un tipo la mirara raro, ah no, ni siquiera estaba de humor para sentirse intimidada por los enormes ojos verdes (que jamás había visto una tonalidad como aquella) ni por la considerable diferencia de alturas que había; no que el chico fuese muy alto, pero ella sí que era bastante bajita.

— No, nada. Disculpa— El joven hizo un curioso movimiento con la cabeza, revelando una cicatriz en la frente. Lila parpadeó en blanco. Haberse visto cosa como esa, una cicatriz en forma de rayo; en definitiva, los europeos eran personas demasiado extrañas para su gusto. Se dio media vuelta y se marchó, tenía trabajo que hacer, llamadas que realizar y nada de tiempo para hacer el tonto con ojiverdes raros.

Y Harry, pues tales características no podían pertenecer más que al salvador del mundo mágico, se quedó con un esbozo de sonrisa ante el peculiar episodio. Nada más y nada menos que una chica muggle diciéndole que se fuera a molestar a su abuela, pensó.

Cosa buena era variar de la rutina, a pesar de todo.

Escondió las manos en los bolsillos de su larga chaqueta. Hacía algo de frío, y si le hubiesen preguntado, estaba casi seguro de que la chica esa se había estado quejando del clima. Todo un experto en analizar los detalles cuidadosamente era él; por eso, y por los constantes murmullos de 'maldito frío' con los que se alejó la mujer, había llegado a tal conclusión.

Continuó su caminata, pensando que realmente no tenía necesidad de ir a ninguna parte. Le habían dado el día libre en el Ministerio, porque claro, el Niño-Que-Vivió necesitaba relajarse un poco en tan apretada situación para el mundo mágico, no podían darse el lujo de presentarse con un héroe estresado en el campo de batalla.

Volviendo al punto, tenía el día libre. Nada que hacer, nadie a quién ver, sólo muchas cosas en qué pensar; y ninguna de ellas agradable. Era una de esas ocasiones en las que sentía mucho más palpable el hecho de que vivía para su papel como el Niño-Que-Vivió y para nada más.

Y quizá era egoísta querer algo para si mismo, pero ¿No es eso acaso a lo que todo mundo tiene derecho? ¿A querer un propósito, suyo y de nadie más, para la vida? ¿Entonces, por qué habría él de ser la excepción?

Suspiró mientras se recordaba que no tenía caso el pensar en eso. Nunca lo había tenido y el que ahora tuviese 21 años, la carrera de auror terminada, trabajo en el Ministerio y un puesto en la Orden del Fénix no alteraba en lo más mínimo las cosas; al contrario, tan sólo agudizaba la situación.

Llevaría el denominador de 'Harry Potter' hasta el día de su muerte, así como todos llevaban su propio nombre, tan sólo que ninguno de ellos traía la misma carga que el suyo.

Reacomodó sus lentes cuadrados de medio aro, que hacía tiempo habían remplazado a las familiares gafas redondas, tan elegantes como la ropa de primera calidad que ahora vestía. La fortuna Potter, junto con la Black, le había sentado de maravilla a su arreglo personal.

Se detuvo en un cruce, esperando la luz para poder pasar, cuando un anuncio espectacular, de esos que colocan sobre los edificios, llamó su atención. Era grande, incluso para los estándares de esos anuncios, y era un perfume lo que publicitaba. Harry era consciente de que el marketing era todo un arte. Y por tanto, sus trucos tendría para llamar la atención de los compradores; pero lo cierto era que el anuncio sí llamaba.

Sobre una especie de tela negra semi arrugada, yacía una chica bellísima con el cabello negro azulado desparramado sobre la tela; su blanca piel refulgía sobre lo oscuro del marco, tan sólo cubierta en los lugares más estratégicos por la misma tela y en una posición por demás insinuante. Largas piernas y estrecha cintura para promocionar una pequeña botellita de cristal, graduado en una escala que variaba de gris oscuro hasta negro.

"Ginevra for Black Intentions"(nota al final) rezaba el anuncio en una letra grande y voluptuosa bajo la imagen de la chica.

Y sólo entonces, después de haber leído el slogan, captó la familiaridad con que lo miraban esos ojos cafés. Aún sin poder creerlo, retrocedió un poco sobre sus pasos ¡Esa era Ginny! Pero, imposible...

Ginny era pelirroja (Tinte, Harry, basta con un poco de tinte muggle). Y pecosa (Hey, existe el maquillaje ¿Sabías?). Pero el brillo de la piel (Cámaras digitales, hacen maravillas hoy en día) y ese, definitivamente NO es su cuerpo (Mira, chico, no sé si te habrás enterado pero existen muy buenas técnicas, como el Pilates, los aerobics, las artes marciales y el yoga, que en conjunto y con una buena alimentación hacen milagros por el cuerpo de una mujer. Además ella ha tenido bastante tiempo para trabajar con el suyo, debo decirte).

Harry continuó su discusión interna por poco más de una hora, hasta que al fin lo tuvo que reconocer, esa era la pequeña Ginny Weasley con la que había crecido.

— Wow— exhaló, recordándose el reñir a Ginny en su próxima carta. La condenada chica le escribía sobre los vicios de sus amigas, pero no se le ocurría decirle que ahora estaba convertida en una escultura.


Ginevra sostuvo con fuerza el paraguas, mientras se preguntaba si era normal que lloviese en pleno invierno.

Y casi de inmediato, una voz interna le contestó 'Pero si estás en Londres so tonta, aquí siempre llueve', siendo protestada a su vez por otra voz 'Pero ¿En invierno? Ok, que en invierno caiga nieve, pero ¿agua?'...

Fuese normal o no, estaba lloviendo y ella llamaba, aún más, la atención bajo la lluvia. Maldita cosa, lo que fuera que le estuviese pasando. (que, por supuesto, no era nada relacionado con los disparates de Dimitri).

Hizo su camino a través de la enorme multitud que era habitual ahí. Tan sólo debía atravesar un par de cuadras para llegar al hotel y se estaba impacientando porque no avanzaba con rapidez.

Iba a cruzar por la esquina cuando la vista de su anuncio la hizo frenar en seco. Ahí estaba, publicitando un sensual perfume que ni siquiera le había gustado.

Black Intentions, de Nië Maki. Era sofisticado, elegante y muy seductor, pero ella prefería algo menos atrevido. Sin embargo, trabajo era trabajo y le estaban pagando muy bien por utilizar su nombre e imagen con el bendito perfume, así que no tenía inconveniente en hacerle a la Femme Fatale un ratito.

Llegó al hotel pensando en que quizá era hora de ir a darse una vuelta por su casa, tenía más de una semana en Londres y no había sabido nada de nada sobre su familia. Le preocupaba un poco, porque no tenía tiempo de acercarse al Callejón Diagon, o de conseguir El Profeta, y estaba totalmente desconectada de las noticias.

Por todos esos años, su única fuente de información habían sido Saskia, Hermione, su madre y a veces, pero nunca sobre la guerra, Harry (prefería contarle otras cosas al pobre chico, suficiente debía tener con vivirla día a día). Y no podía preguntarles nada sobre la situación actual sin antes haber ido a verlas, simplemente no tenía cara para hacer algo así.

Ya en la noche, mientras veía un video musical en la televisión, notó que extrañaba al lunático de Dimitri y se sintió idiota por eso. Dudó un poco de su cordura, porque alguien que extraña a un tipo quien asegura saber que estás transformándote en una especie de ser mítico o lo que fuera, no está muy bien que digamos.

Así que en lugar de seguir pensando en él, cogió el teléfono y llamó a Kara, siempre era divertido platicar con sus amigas. Y aparte, quería saber cuando llegarían ellas porque comenzaba a sentirse algo sola. Tonta de ella.


— ¿Podrías... podrías enseñarme?— Era la primera vez que ella escuchaba ese tono, tan sincero y humilde, en él que siempre daba órdenes, agredía y no consultaba ni esperaba la aprobación de nadie. Detuvo su improvisado baile de inmediato.

— ¿A bailar?—el joven asintió— Claro. Ven—

Y ella acomodó al joven balrog entre sus brazos, tarareando una suave melodía, le enseñó a seguir la música. A escuchar la melodía de las cosas más sencillas, a moverse al compás de su cuerpo. A ser como uno solo, corazón con corazón.

— ¿Ves? Es fácil, sólo tienes que seguir la música. Pero ahora trata de llevarme tú, se supone que los hombres son los que deben guiar— comentó con una risita, al notar que él ya se había acostumbrado al tacto de un cuerpo contra el otro.

Y que a ella le produjese un perturbador escalofrío era algo que no quería analizar.

"Listen (listen), listen (listen) [Escucha]

Listen (listen), listen (listen) [Escucha]

Listen to each drop of rain (listen, listen) [Escucha cada gota de lluvia (escucha, escucha)]

Whispering secrets in rain (listen, listen) [Susurrando secretos en la lluvia (escucha, escucha)]

Magically searching for someone to hear [Mágicamente buscando a alguien que escuche]

That story be more than it hides [Esta historia es más de lo que esconde]

Please don't let go [Por favor, no lo dejes ir]

Can't we stay for a while [¿Podemos quedarnos por un momento?]

It's just too hard to say goodbye [Es simplemente tan difícil decir adiós]

Listen to the rain [Escucha la lluvia]

Listen, listen, listen, listen, listen, listen to the rain [Escucha x5, escucha la lluvia]

Weeping [Llorando]

Listen (listen), listen (listen) [Escucha]

Listen (listen), listen (listen) [Escucha]

I stand alone in the storm (listen, listen) [Me paro sola en la tormenta (escucha, escucha)]

Suddenly sweet words they know (listen, listen) [De pronto, dulces palabras ellos saben]

Hurry they say for you haven't much time [Apúrate, ellos dicen por ti, no tienes mucho tiempo]

Open your eyes to the love around you [Abre tus ojos al amor que te rodea]

You may feel you're alone [Puedes sentir que estás solo]

But I'm here still with you [Pero yo sigo estando aquí contigo]

You can do what you dream [Puedes hacer lo que sueñas]

Just remember to listen to the rain [Sólo recuerda escuchar la lluvia]

Listen [Escucha]"

Eru(ver notas al final), estaban tan juntos... Tan atractivo con aquel cabello rubio y los ojos del color del pasto en primavera... pero si parecía más elfo que ella. Tan cerca, milímetros separando sus bocas. La iba a besar. ¡Se iban a besar! Pero casi al mismo tiempo, como si estuvieran sincronizados, él apartó su rostro y ella se agachó.

— Sí. Ya entendí cómo funciona— comentó antes de salir despavorido por la puerta.

Ella se dejó caer en el piso. Eso había estado tan cerca.


Atravesaba las calles con paso lento y despreocupado. Tenía mucho tiempo que no estaba ahí y admiraba tranquilamente los cambios que había tenido la ciudad.

Tan diferente, pero sin perder ese toque de 'algo' que la caracterizaba. No que fuera uno de sus lugares favoritos, ese Londres lleno de gente y con su lluvioso clima. Francamente, su lista de favoritos se conformaba por lugares cálidos como Egipto o Grecia. Curiosamente, tendía a evitar los climas parecidos al de su natal Rusia.

Aunque ni Rusia tenía nombre cuando él había nacido. Ni siquiera recordaba cuándo había sido eso...

Y no tenía caso ponerse a divagar sobre su vida. No cuando esa belleza de ojos azules se dirigía hacia él.

— Hola guapo, ¿Estás perdido?— la chica lo miraba coquetamente.

¿Por qué habría él de resistirse?

— Un poco, pero tú podrías mostrarme un camino, ¿No es así?— Una suave risa. — Más de uno, cielo, acompáñame—

Así la dejó que se acercara, la sedujo, igual que solía hacer con las otras. Caminaron hasta un parque, donde se sentaron a charlar cobijados por la oscuridad de la noche.

— Dime, preciosa, ¿Cuál es tu nombre?— susurró en su oído, haciéndola estremecer.

— Sherryl— murmuró con los ojos cerrados y la respiración entrecortada. Entonces él, con sus años de experiencia, supo que ése era el momento.

Y la tomó por la nuca acercándose a su cuello, su blanco, hermoso y palpitante cuello.

Siempre era lo mismo, pero a la vez diferente. La sensación de la sangre fluyendo por su cuerpo, calentándolo, dándole ese aspecto puramente humano que había perdido hacía tanto tiempo ya. El sonido del corazón de Sherryl latiendo contra el suyo, cada vez más despacio...

Succionó con más fuerza, pues el corazón de la chica comenzaba a detenerse y sabía que tendría que parar antes que éste. Pero no podía dejar la embriagante sensación de la sangre a través de sí mismo, los excitantes gemidos de la chica... ¿Sherryl? Bah, qué más daba el nombre, los desesperados intentos de soltarse que morían poco a poco bajo la presión de su abrumadora fuerza física.

Al final la soltó antes de que el corazón se detuviese, fracciones de segundos antes de que lo hiciera.

Suspiró disfrutando del momento mientras observaba sus manos, que habían tomado un ligero color rosado, más natural, al igual que debía estar sucediendo con su rostro y demás partes del cuerpo.

Volvía a vivir por unos momentos.

Depositó un gentil beso sobre los, ahora azulados, labios de la chica, mientras la acomodaba sobre la banca para que pareciese dormida. Se mordió el dedo índice derecho, haciendo que unas gotas de sangre cayesen sobre las pequeñas marcas que había dejado en el cuello de Sherryl e inmediatamente desaparecieron.

Ah, la preciosa Sherryl.

Acarició delicadamente los prolijos bucles que caían sobre los hombros femeninos. Tan suaves, tan bellos, tan... rojos.


Harry abrió la puerta de su "hogar" en un estado de profundo aburrimiento.

Encendió el televisor y se puso a hacer un poco de zapping (cambiar y cambiar de canal sin ver nada en concreto) hasta que se enfadó y lo tuvo que apagar.

Suspiró, no se iba a permitir volver a ese estado melancólico-agresivo- inconforme por el que tantas veces había pasado ya. Ahora era un adulto, no un adolescente idiota como antes, ¡Por el amor de Dios! No podía volver a lo mismo...

Cerró los ojos, tratando de pensar en otra cosa, lo que fuera.

"Era 14 de febrero y a Dumbledore se le había ocurrido la brillante idea de hacer un baile de disfraces para celebrar San Valentín.

Y pues ahí estábamos, metidos en la sala común de Gryffindor a las 8:00 pm (hora en que comenzaba el baile), Ron y yo, esperando a nuestras parejas.

Hermione, para Ron (y los millones de apuestas que se habían hecho al respecto), bajó vestida con un traje negro. Una peluca rizada y rubia junto con un antifaz para completar a Felicia; la hija de un famoso ladrón llamado 'El Gato' y quien fuera modificada genéticamente con la fórmula del 'super-soldado' para convertirla en un arma al mejor postor.

Yo casi me boto de risa, por supuesto, porque Felicia era (en su momento) la compañera de Spiderman. Y el traje rojiazul lucía en todo su esplendor sobre el pelirrojo Weasley; tan sólo con la ironía de que mi mejor amigo encarnase al 'Hombre Araña' era suficiente para que me tuvieran riéndome por un buen rato.

— Ya déjalo, Harry— me dijo Hermione en tono enojado, aunque sonreía esplendorosamente.

Me temo que continué con la sonrisa burlona, pero hice una profunda reverencia con mi túnica (al más puro estilo 'Neo de Matrix', pero en color blanco). ¿Y por qué blanca? Por idea de Hermione, quien había asegurado muy vehementemente que el negro era un color demasiado visto en Hogwarts (por aquello de que el uniforme era del color); pero ahora resultaba que ella iba de negro. Mujeres, jamás iba a entenderlas.

Entonces tuve algo extra en que entretenerme. Ginny.

Ella era mi pareja, aún no teníamos nada muy concreto pero ya había un 'algo' que, créanlo o no, yo había iniciado.

Ginny me gustaba, bueno, comenzó a gustarme cuando noté su vena rebelde... aún no entiendo la razón, pero desde entonces comencé a notarla más; comencé a verla en los pasillos, a escuchar sus risas en la Sala Común, a notar las miradas cómplices que intercambiaba con Saskia, la Hufflepuff, y cuando se tiró por mí, con aquella mirada de determinación que sólo había visto en una persona (en mí) 'algo' pasó. No sé, no soy de los que se avienta a por las chicas, pero no sé.

El caso es que de eso ya había pasado bastante tiempo, bastantes clases, bastantes peleas con Malfoy (al cual Ginny parecía tenerle una extraña y obsesiva repulsión) y bastantes cosas. Íbamos juntos al baile, sin título oficial, bajo la bendición de Ron (sin comentarios) y yo la estaba esperando, cuando al final bajó se robó la atención de todos y cada uno de los que estaban ahí.

Llevaba un vestido largo, de hombros caídos y mangas anchas; era blanco con algunos detalles bordados en plata. Una tiara blanca sobre el cabello de fuego era el único adorno que llevaba.

Y estaba fenomenal. Sólo entonces entendí por qué Hermione insistía tanto en que fuera de blanco.

—Pero si ustedes lucen magníficos— comentó la castaña, en esos momentos rubia, mientras los veía fijamente.

Los mismos comentarios obtuvimos de parte de los demás compañeros, Dean comentó su estupidez al dejar a Ginny, Lavender y Parvati exclamaron que eso sí era combinarse los disfraces. Ron me dijo que esperaba no hiciera ninguna estupidez; aún no entiendo a qué se refería.

El baile estuvo, en general, bien. Contando con el hecho de que yo no bailaba y Ginny sí, que acabó pasando la mitad del tiempo con el profesor Gaarder, que me obligó a bailar con ella y con la profesora Gaarder, que Ron y Hermione tuvieron una colosal pelea (lo cual significaba que debía mediar en y con ello) y que al final perdí la pareja.

Supongo que debería extenderme en eso... pues bien, era bastante tarde; yo estaba acabando de dejar a Ron en el dormitorio con su enorme coraje y ahora tenía que ir a buscar a Hermione, Lavender me había dicho que estaba en los aseos del segundo piso así que ahí me dirigía cuando la encontré.

Iba corriendo, no sé, había algo extraño en su mirada. De pronto pensé que tal vez ella podría ayudarme con Hermione (por eso de que ambas eran chicas y todo) y le hablé, pero pareció no escucharme, así que presto iba a lanzarme tras ella cuando del lado contrario apareció un chico. No supe quién era, llevaba una capucha (estilo medieval) desgastada de viajero, lo único que se veía debajo eran unas extrañas botas con demasiadas cuerdas como para poderse amarrar en 15 minutos.

El caso es que el tipo este apareció del lado contrario de donde venía Ginny, cuando se vieron, corrieron a encontrarse; así, a medio camino y al más puro estilo Hollywoodense. Se besaron, (y ese beso fue demasiado para mis castos ojos). Francamente me quedé parado como idiota, sin saber qué hacer, mi pareja se estaba besando con otro chico... y créanme que no ayudó mucho el que en una de las movidas que se daban, yo alcanzase a vislumbrar unos mechones de cabello rubio. Ah sí, bendita información, era un rubio oxigenado. No sé, quizá sería que tenía muchas cosas en la cabeza, pero jamás llegué a asimilar que Ginny me había, digamos, 'traicionado'; yo sólo supe que la había perdido.

Y cuando perdí a Ginny fue extraño, porque no sé, me sentí medio desubicado, un poco sorprendido, algo solo y, bueno, no he podido precisarlo muy bien a tantos años de distancia. Aún así seguimos siendo amigos y nos llevamos de las mil maravillas, eso tampoco puedo entenderlo.

Vivo algo confundido cuando no se trata de estrategias y combate, patéticamente hablando"


'Y eso es porque es una fuerza maravillosa, hermosa pero terrible a la vez'

El amor. Cosa de débiles, cosa de ingenuos que no pueden encontrar el apoyo más que en esa "fuerza maravillosa". Ja, pues que el amor ayudara a sus víctimas.

— Crucio— susurró.

Ahora vería qué tanto le iba a servir el amor a esa idiota muggle cuando acabara con su hijo. Porque ¿Acaso había amor más grande que el de una madre hacia su hijo? Y aún así, siendo el amor más grande...

— Avada Kedavra—

No servía de nada.


Notas:

1ra: No pude evitarlo, el vicio del idioma me venció por más que traté: Ginevra por Negras Intenciones, mis queridos hispanoparlantes, eso es lo que significa la frase, disculpas.

2da: Eru es el nombre que los elfos dan a su Dios, también se le llama Ilúvatar.

Bueno, tuve un reencuentro con los guiones largos, síp, esos que sirven para los diálogos. Erhm, ya era hora de que comenzara a conocer este teclado XD.

La canción es "Listen to the Rain" (Escucha la lluvia) y proviene de los X- Files de Evanescence X'D, de todas las canciones que estuve oyendo (Pasando por Piero, Franco de Vita o como se escriba, Christian Castro para desgracia de mis oídos, Serrat, Enya y un largo etcétera) fue la que mejor se adaptó al modo, espacio y tiempo de la época.

Pido disculpas, también, por el atraso (rompí con el ritmo que llevaba para publicar) pero es que mi muso se me escapó, ehh, sí, mientras las demás escritoras tienen musas yo tengo musos X'D (ni siquiera sé si existe esa palabra); el caso es que apenas se dignó a hacerme una pequeña visita y pues acabo de escribir lo que me inspiró, en fin.

Supongo que con este capítulo quedará claro el origen de Dimitri, (si alguien no entiende, dígame para suicidarme XD) después de tantas pistas al aire, he de decir que muy pocas lograron adivinarlo (Mis felicitaciones para ellas) y ahora sí, Khya, ya puedes decir lo que se te venga en gana sobre el chico.

También he profundizado un poco en Harry, no sé (diría él), no es un personaje que pueda sacar muy bien sin mandar el canon a paseo, y tampoco es un personaje que me inspire mucho... pero no podía adelantarles más de los años en Hogwarts sino era con él (Gin se peleó con Dim y obvio que no se va a poner a contarle su vida al aire; pero Harry sí, porque es Harry y él hace lo que sea sin que se le considere como extraño, privilegios de ser el héroe). Tengo mucho que platicar sobre éste capítulo, pero mejor me guardo las anécdotas de producción para mi livejournal, así no les quito más tiempo a las bellísimas personas que aún me leen, gracias y hasta luego...

Y ahora sí, a contestar mis tesoros (Mode Gollum on XD):

Ginny Kinomoto: ¿Ginny/Harry? Pues no soy muy adicta a esa pareja, pero tendré en cuenta tu voto. Y no te preocupes por la confusión, todo se va a resolver con el tiempo.

Gin-ynia: Yeahp, Claro que continúo. (tú sí que eres una mujer de pocas palabras X'D)

Sara Fénix Black: Ah... pues la elfa y el demonio muajajajajaja tose erhm, ya verás más adelante. ¿Te gusta Dimitri? Aixh sí, mi chico beio hecho para que todas lo quieran pero ninguna lo tenga risa maniática. Pero bueno, respecto a la analogía con Charmed (Sí, la veo y Cole es mi bad hot boy favorito babea) pues resulta curioso que te lo recuerde, dado a que ésta vez no pensaba en él cuando hice a Dimitri (y aún no me creo que pueda hacer cosas tan bellas XD) Y bueno, ¡Te me estás adelantando mucho, chica!... ni siquiera me dejas pincelar bien la entrada triunfal del Dim de mi alma (eso tómatelo como pista, :P); aunque ahora que lo mencionas, yo también me he preguntado si Jotaká va usar de nuevo la relación Gin-Tom, igual y nos sale con algo así como que Ginny Milly sólo trató con un recuerdo de Tom y que no es lo mismo que El Innombrable himself, a saber.

Y supongo que por lo del apoyo moral, ésta será la prueba de fuego...

Prue Ryddle: ¡Mi gemela perdida! X'D pero claro que te recuerdo... Bueno, respecto a lo que recuerdas de la otra, pues, podrías tomarlo como antecedente pero casi casi lo hice de nuez, (es q no me gustaba y nomás pues va pa'trás XD... lo siento, atravieso un lapsus con esas expresiones). Ahora, tu sí que eres rápida para sacar conclusiones... pero me temo que erraste un poquito el camino, lo primero que decías estaba más acertado, porque lo de 'demonio' fue sólo una expresión de Ginny. Notarás que está muy desubicada la pobre, y con justa razón.

Bien, ¿Sabes? Voy a abrir un club de fans para Dim, MI DIM (risa maniática de fondo), ¿Te interesa? :P