Aoi: ¡Atención! ¡Atención! He sido nombrada portavoz para informarles que...
Kami: Aoi - interrumpiendo a la azul musa - hice algo de gelatina ¿quieres un poco? - acercando un recipiente que contenía una extraña especia de pasta de agua
Aoi: ¬¬ - hechando una ojeada a la, er, aguada gelatina - ahora no, estoy diciendo algo importante
Kami: oh de acuerdo, te guardaré tu porción
Aoi: como estaba diciendo antes de ser interrumpida, ejem, ejem ¡Harrr...
Kami: oye, la quieres en una taza o en un plato - observando como la gelatina se esparcía por la lisa y perfecta superficie del plato, ah, e interrumpiendo de nueva cuenta a Aoi - personalmente pienso que sería mejor una...
Aoi: ¡¡KAMI!! ¡PODRÍAS DEJAR DE INTERRUMPIRME CUANDO ESTOY ANUNCIANDO QUE HARRY POTTER PERTENECE A ROWLING Y EL SEÑOR DE LOS ANILLOS A TOLKIEN! - amenzandola con sus alargadas uñas y enorme lima-uñas
Lo siguiente ocurre en camara extremada y exageradamente lenta... el recipiente resbala de las manos de Kami y una asustada Aoi ve como golpea sus hermosas uñas... y las rompe...
Silencio total roto por el hueco sonido del tazón golpeando el piso y dando unos cuantos giros sobre él para después detenerse totalmente.
Una hiper avergonzada Kami, observa la escena, mientras una Aoi en shock eleva sus uñas a su campo visual, para después posarlos en la asustado figura de Kami... lo siguiente ha sido cortado pues tememos cause severeos traumas en los lectores.

javi-fernandez: Hola jejeje, creo que no actualice tan rápido como querías, pero tengo pretexto y uno muy bueno U Bueno, como sabes, este capí es de acción así que espero te guste como se desarrolla. Nos vemos y gracias por el review y la paciencia.
Dorian-Crow: Jejejeje Hola, gracias, créeme que realmente me he puesto a estudiar acerca del Señor de los Anillos, es que me gusta basarme en los hechos para no confundir a las personas U. Básicamente esa es la idea, echarme los tres libros, pero uff, esta resultando bastante dificilin por que es leer libro, ver película, y después 'háganse a un lado que ahí les va Harry' XD lo único que espero es que quede bien. :P Gracias por felicitarme, cuando vi cali de mate no me lo esperaba, pensé que estaba ciega. Jajaja en este capi se vera un poco de cómo ayudará Gandalf a Harry. Bueno, te dejo por que de seguro viniste a leer fic y no una larga contestación :S Nos vemos y gracias por el review.
: U jejeje por que siento que siempre que me tardo eres el primero en avisarme, espera, es por eso U jejeje así que para no romper la costumbre... ¡PERDON! Pero tuve pretexto :P Gracias por el review y espero que disfrutes de este capi
Lucumbus: Circe se sonroja ¿de verdad esperas que escriba muchos años?... lagrimas de cocodrilo ¡gracias! snif, snif yo también así lo espero. Espero que después de este capi sigas pensando igual ;)
Eámanë: WAW que bonito cambio de nombre, muy élfico :P jejeje gracias por el review, sip, a mi también me gusta la unión de la comunidad del anillo, pero Voldie siempre tiene que meter su cuchara XDD nos vemos y que disfrutes de este capi.
jessytonks: tu crees que me lucí? Jejeje que linda, espero que este capi también te guste, y bueno, eso de si Harry cae en la tentación muajaja es una prueba que tiene que superar solito :P aquí esta el nuevo capi, espero te guste
layla kyoyama: oo de un tirón?! WAW Oo no me esperaba algo como eso...[Circe: snif snif Aoi: y ahora tu que tienes? Circe: snif es que me dijo que tengo un gran talento –suelta las lagrimas– ¡soy tan feliz! Aoi: lo hizo por lastima Circe: ] Con respecto a lo de ponerle pareja a Harry, perdón, pero el fic lo pensé sin que tuviese una, y que así terminara, además de que conforme pase el fic [si no te aburre y lo sigues leyendo U] te darás cuenta de que no podría estar con Ginny aunque quisiera. XDDDD gracias por la felicitación de mi 100, cuando me entere de que había sacado me quede en shock, ni yo me la creía oo XDDD si, que bueno que entraste tarde, te fue bien XDD ya no esperarás tanto :P ¿Sirius? :P unos tres o dos capítulos más saldrá el adorado cachorro, verás su espectacular entrada XDD Oo ¿imaginate como reaccionaran al ver otro istari? Y uno tan sexy como el señor Black [Circe: es uno de mis personajes favoritos] XDDD Nos vemos y espero que te siga gustando, y una vez mas, siento no ponerle pareja a Harry :S
txiri: XDD HOOOOOLAAAA!!! :P sip, ese Voldemort tiene que estar en todo, después de todo parece ser que su única diversión por ahora es hacerle la vida de cuadritos a Harry, el chamaco que le arrebato el poder de las manos XDD y con respecto a lo de si el anillo puede revivir a Sirius, la respuesta se encuentra en este capi XDD espero que te guste :P Nos vemos.
Sara Fénix Black: [Kami: Hola, verdad que es bueno que este aquí, para subirle la moral a Circe? Aoi: ¡buuuu! ¡saquéenla!] XDD Hola sii Pippin es una lindura y es el que mas confianza le tiene a Harry, siendo los dos los mas pequeños de la comunidad XDD ¿te gusto la parte de Wingardium? XDDD Siii, que divertido seria volar, a mi me encanto y como que sirvió para romper el hielo entre los hobbits y Harry. XDDDD ¿pegaste un brinco cuando apareció el Voldie? :P bueno, no pensé que tuviera esa reacción pero sin duda si me lo esperaba que fuera inesperado. A mi también me encanta la tentación, ya que el anillo tienta a todos por que a Harry no? Humm, veamos – Circe hace cuentas – Sirius aparecerá como dentro de tres capítulos mas – contando este – así que ya no falta mucho :P espero te guste su aparición oook, nos vemos y que te guste el capi.
AleXxX: Waaa perdón, no actualice muy rápido - me tarde cerca de un mes, quizá mas – pero los exámenes me comían, por eso este capi esta mas largo. o sip, a mi también me gusta mucho el libro Oo Tolkien me sorprende, sabia muchísimo ese hombre... TT tu crees? Crees que estoy haciendo un buen trabajo con esto? Oh, no sabes como me alegra escuchar eso, no te imaginas, cuando leí tu review me queria poner a escribir al momento pero el siguiente día tenia examen de mate. =) sip, esa es la idea, aventarme los tres libros, así fue como concebí este fic y aun espero llevar a cabo esta idea, ;) solo espero que a nadie le decepcione el final ni los próximos capítulos. OOOOK, nos vemos, y gracias por el lindo review.
Looony Moony: :S Hola, sip, ahí se me resbalo ese error es que no se donde tenia la cabeza que andaba confundiendo comunidad por compañía, ahh, ya me acorde, es que en el libro cuando mencionan a toda la comunidad se pueden referir a ella como comunidad o como compañía, y por eso se me resbalo :S, pero ya lo corregí, de hecho si vas y checas el final del capi 9 veras que ya dice comunidad XDD en cuenta leí tu review le corrí a corregir eso. Bueno, nos vemos y que disfrutes este capi tanto como yo.
Allison Black: XDDDD ¡¡¡PAISANA!!!! JAJAJA sorry, sorry, ya le cambia los ojos a Legolas – le pasamos unos pupis XDD – ya los tiene azules y todo el baby XDDD si, yo también creo que eso de los gemelos en vez de ayudar a Harry le pondrá a pensar si de verdad no necesita urgentemente una visita al psiquiatra :P ¿Qué quien es Kami? Pues muy sencillo, es la que me sube los ánimos mientras Aoi se los quiere acabar a mordiscos XDDD. Bueno pedaza, te dejo pa que leas el fic, XDD Namarië!
Jennyfer S. Lleneri: XDDD si, condenado Voldemort como fastidia XDDD pero para eso esta, para hacer la vida más 'interesante a Harry' y con respecto a las frases de Pippin sip, me encanta ese hobbit, tan valiente y todo de 'yo si voy' pero sin la mas remota idea de que esta cavando su propia tumba XDDD esos son buenos amigos, que van contigo al mismo infierno sin saber que van allá :S OK, disfruta del capi :P a mi me gusto como quedo, espero que a ti también.
Agus y Moony: HI!!!! XDDD Si, de hecho fue como para sintetizar que metí un montón de la película :P pero aun así, aunque hubiese echado todo del libro hubiese puesto al final la frase de Pippin ¿qué con quien se queda Harry? Ah, pues eso vas a tener que verlo er leerlo :P Nos vemos y saludos.
Meimi Malfoy: HOOLAA o ¿qué tal? XDDDD crees que quedo como cliché lo de la parte del concilio XDDD si, pero no podía poner a Harry gritando como histérico, digamos que ya se esta acostumbrando, y acerca de la línea del tiempo, esta justo abajo, después de los reviews, una nota acerca del tiempo. Ok, nos vemos y espero que te guste el capi :P
catalina: Hola!! Que bueno que te ha gustado el capi y muchas gracias por desearme suerte en los exámenes, creo que por eso me fue bien :P
maiya: ¿Que tal? Sorry, creo que me tarde mucho en publicar, pero no podía hacer nada, tenia que ponerme a estudiar para mis exámenes, espero no te haya molestado mucho que no haya publicado en tanto tiempo. Nos vemos.
gabyKinomoto: Oo ¿Sigues viva? Es que me dijiste que te morías sino publicaba pronto... Oo espero no ser la culpable de una muerte Oo XDDD Aquí esta el capi, es bastante mas largo de lo que acostumbro a escribir, espero con esto compensar el laaaaargo tiempo que no publique :P Nos vemos.
LARIEN BLACK: ¡Hola! o Gracias por el apoyo yyyy siento mucho no haber podido escribir anteriormente, pero estaba, realmente, que me ahogaba de trabajo, es más, todavía no acabo exámenes, sino hasta ahora, justo después de subir este capítulo, me voy al último de ellos :P Otra cosa, siento que te hayas metido y no haya sido un capítulo lo que te hayas encontrado, pero tenía que dar muestras de que seguía viva y que si continuaría este fic, que solo era por que estaba con mucho trabajo escolar Pero bueno, este capítulo esta mucho más largo, de hecho es el más largo que he escrito hasta ahora, es para recompensar todo el tiempo que no publique U Gracias por el leer el fic [y por que te guste tanto], por el apoyo y espero que te guste el capitulo.
lily evans1: WAW ¿de verdad te encanta? ¡¡QUE BUENO!! Eso me hace feliz :P er, bueno, trataré de actualizar más seguido, pero ¡¡no me eches una maldición que sino no puedo Oo!! es que se me esta complicando la historia Oo Acerca de las preguntas, er, si, me gusta el slash, determinadas parejas claro esta [Circe: una que se me hace encantadora es Remus y Sirius] ¿Harry se cargará a los malos? XDD se supone, pero va a recibir ayuda :P ¿dónde ha estado Sirius? XDD mejor dejemos que esa pregunta la responda Sirius cuando aparezca [Circe: créeme, Harry se hará la misma pregunta] ¿Harry pelearse con Boromir? XDDD no lo creo, bueno, no se XDD pero lo que sí es que tarde o temprano Harry comprenderá al capitán de Gondor. Boromir es un personaje complejo, no es malo, es bueno, pero su pueblo lo necesita, y este al anillo para ayudarlo. Y bueno, aquí esta el capi :P ¡¡Feliz viaje!! Regresas sana y feliz no me quiero quedar sin lectora. WAW ¡preguntas? Tengo, er, 19 años U estudio la uni, una ingeniería, estoy viejísima pa estas cosas, no? :S Creo que nunca voy a crecer, bueno, ahora si te dejo para que te prepares para tu viaje :P suerte y diviértete mucho.
kami: XDDDD así que creíste que ya verías a Sirius? No, no, no XDDD eso fue una buena broma de Voldemort XDDD es que como le gusta dar lata XDDDD pero, bueno, espero que te guste este capi también, más largo que los demás por que tarde mucho en actualizar :P
Ad89: Er Hola U creo que me tarde un poquitititito en actualizar [Aoi: llamas a eso poquito ] ejem cof cof pero a actualice, gracias por el review.
moony-chan: ¡Hola! XDDD gracias por las felicitaciones, de verdad que yo no me esperaba ese 100, cuando lo vi estaba oo XDDD no me lo creí, pero bueno, eso ya paso y estoy contenta de que haya pasado. Por otro lado, que bueno que te haya gustado el fic, eso me pone muy feliz :P no te imaginas cuanto, y es por los lectores que continuo escribiendo [Circe: además de que me encanta] ¿Sirius? XDD todas preguntan por el cachorro XDD no te preocupes, dentro de dos o tres capítulos saldrá, ya casi, ya casi ¡estoy planeando su entrada perfecta! Después de todo es Sirius :P uno de mis personajes favoritos :P Bueno, bueno, creo que me extendí XDDD [como siempre] te agradezco el review y el que leas este fic :P Nos leemos XDD
Calanor: ¡HOLA! Oo ¡De las 11:30 a las 2:30! Oo ¡De un tirón! WOW Me sorprendes niña Oo [Circe: XDDD y me emociona a la vez] Espero que el siguiente día no haya sido escuela por que sino - Dejame decirte que cuando entre y vi tu largo review me quede en estado de shock ¡es el más largo que alguien me ha enviado! Y no solo eso, me ha gustado mucho Con respecto a que si Frodo destruirá el anillo, no te preocupes, ese es el papel del pequeño y valiente hobbit, Harry, digamos que esta en la Tierra Media para aprender ciertas cosas y que deje de temerle a la profecía que pesa sobre su cabeza. XDDDD si, si, yo también pienso que Dobby y Gollum tienen cierto parecido, aunque Dobby es realmente una ternura [Circe: me encanta ese personaje :P] Sip, el cabello largo de Harry es como un homenaje a Sirius [Circe: además de que le sienta muy bien :P] No, te entiendo, no me burlo, yo también lloré cuando leí que Sirius caía por el velo, a la fecha sigo deseando que sea mentira y que saldrá sorpresivamente en los próximos libros. Don't worry, Sirius tendrá su parte en la historia y Harry aprenderá más de él y convivirán más tiempo juntos [Circe: eso no me gusto de los libros, que casi no convivían] XDDD A mi también me fascino la parte de los gemelos XDDD y en cuanto a Legolas, no te preocupes, espero que el trato que le de te agrade :P ¿Tu crees? oo ¿crees que Voldie se esta encariñando con Harry? Bueno, es cierto que le dice niño y le habla dulcemente, pero es como una dulce maldad, yo creo que esta obsesionado con Harry, y pues, se ha convertido en uno de sus juegos favoritos molestarle. XDDD Felicito a mis musas [Aoi: gracias, al fin alguien reconoce que es gracias a MI que esta historia sigue en la web Kami: Muchas gracias, que linda] Y bueno, ahora me voy que aun me falta estudiar para mi ultimo examen, chao!
Lars Black: ¿Qué tal? ¿De verdad te ha gustado? ¡Que bien! Me alegro mucho y también me alegro que hayas decidido re-leer el libro [Circe: yo lo estoy haciendo U] Que bueno que te haya gustado como combino ambas cosas (libro y película) es que de las dos hay cosas que me gustan mucho ¿las frases en quenya? Ah pues unas las hice [Circe: me pasaron unos diccionarios, si quieres te los mando] otras las saque de un fic en ingles que esta muy bien hecho [Circe: te puedo enviar la dirección si quieres, de hecho creo que esta en mis autores o historias favoritas] Ok, te dejo para que leas el capitulo y para que después me mandes un review :P diciéndome si te gusto o no Chao.
Randa1: wow esa es una fascinante teoría, he de confesarte que al principio esa era la idea :P pero ya no más, o quizá sí, es que tengo un final y luego se me ocurre cambiarlo por que me llego la locura XDDD Oo pero eso de que te releíste el fic wow, eso es, me dejas sin palabras, no me queda más que agradecerte que te guste tanto el fic :P y gracias por el review que me enviaste.
Alexander Carballo: TT gracias por comprenderme ¿verdad que es un enorme trabajo? Al principio pensé que se me haría fácil publicar cada semana, pero ahora veo que no, toma mucho digerir el capítulo ## :P gracias por el review

¡OH! ¡LO SIENTO! ¡¡¡DE VERDAD LO SIENTO!!! Ejem, mejor vamos a ver por que pido perdón... lo siento, si actualice el 17, pero en la noche, ahora, yo vivo en México, quizás sea por eso, las zonas horarias son distintas, creo que en España están adelantados por 9 o 10 horas, una enorme disculpa a todos los lectores que vivan allá. Ahora otra cosa, lo que subí el 17 era el capítulo incompleto ¡PERDON! No se que me paso, le corte una parte interesante, de verdad que andaba dormida, y bueno, es que el 17 tuve mi ultimo examen y me dormí a las cuatro de la mañana, y en cuanto regresé de mi examen y toque la cama caí presa de ella U Bueno, lo que ocurre es que primero escribó el fic en microsoft word y luego lo paso al block de notas para darle formate, creo que me falto copiar lo último ¡PERDON! ¡PERDON A TODOS AQUELLOS QUE LEYERON EL CAPITULO INCOMPLETO! Y no me habría dado cuenta de no ser por una amiga que lo estaba leyendo mientras estabamos en el messenger [Circe: Gracias UMI] ella fue la que me mencionó cierto detalle cuando le pregunte del final y ella no me entendía por que eso no lo había leído... Ok, ya estuvo bueno de esto, mejor los dejo para que vayan a leer el capitulo. CHAO.

Aclaraciones con respecto al FIC:
Tiempo: Para todos aquello que tienen dudas con respecto al tiempo... cuando en la Tierra Media ya han pasado 15 días, en Inglaterra a penas a pasado uno, la cuenta hasta el momento: Inglaterra - 7 días con 14 horas Tierra Media - 115 días [Tratare de poner la cuenta en cada capi U sino se me olvida]
Aragorn: En el libro Aragorn esta completamente seguro de que será rey, sin embargo en la película muestra cierto miedo a su destino, he decidido poner el de la película, por lo tanto, en este fic, Aragorn teme a su destino y desea escapar de él para aquellos que leyeron el libro y se pregunte '¿Que demonios pasa con la espada rota?' en el fic U aun no ha sido re-forjada
Romance: Para aquellas personas que les gustaría ver a Harry envuelto en una aventura amorosa... lo siento mucho, realmente lo siento si eso es lo que esperaban del fic, pues no fue concebido con esa idea, ya que, ejem, bueno, yo soy pésima siguiendo un romance por varios capis, no se me da mucho, además de que dudo que Harry apreciaría tener que lidiar con Voldie, sus culpas, una guerra, entre otras cosas [Circe: que la autora no revelará] y sumarle un problema amoroso Oo el chico saldría del fic y me estrangularía, metaforicamente hablando U. Sorry, no habrá Harry/Hermione, Harry/Ginny ni otro tipo de relación que envuelva a Harry como uno de los protagonistas u otra persona, U gomen [sorry].
Sirius: Definitivamente regresa, solo tengan un poco de paciencia, no ven que tiene que hacer una gran entrada al fic ;P
Harry Potter en la Tierra Media

Capítulo 10
Namarië, Gandalf
Llevaban quince días de camino cuando el viento cambió, virando de pronto hacia el sur. Luego de haber caminado tropezando toda la noche, había llegado el alba de una mañana pálida y fría sorprendiéndolos en una loma baja, coronada de acebos. Los troncos de color verde grisáceo parecían estar hechos con la misma piedra de la loma. Las hojas de un verde oscuro relucían ante la pálida luz de esa mañana, y las bayas presentaban un color rojizo.

La comunidad del anillo llevaba siguiendo esos quince días la rutina impuesta por Gandalf y Aragorn: dormír en pleno día, en algún repliego del terreno o escondidos entre los arbustos; a la caída de la tarde los despertaba quien estuviera haciendo guardia y tomaban la triste y fría comida principal, pues no se podían arriesgar a encender un fuego cuyo humo atrajera la atención de los espías; ya de noche partían otra vez, buscando senderos que los condujeran hacia el sur, que los llevaran hacia el encuentro con Barazinbar, el Cuerno Rojo, el cruel Caradhras.

Todo ese extraño ritual era seguido por los diez miembros pues la esperanza de la comunidad residía en el Secreto. En ocultarle al enemigo el conocimiento de la peligrosa hazaña que se había propuesto tan extraño y heterogéneo grupo.

Esa mañana le había tocado a Aragorn y a Sam hacer la primer guardia, la cual terminó poco después de que varias bandadas de crebain de Fangorn, aves que semejaban enormes cuervos, pasaran volando sobre ellos, como si estuvieran buscando algo. No fue hasta que el cielo se hubo despejado de ese extraño jirón de nubes oscuras que Aragorn se acerco de un salto a donde Gandalf dormía, despertándolo para informarle de la nueva situación.

Después de decidir que lo mejor para el grupo sería partir al llegar la noche, Gandalf envió a Sam y a Aragorn a dormir; y aprovechando que el joven Potter se había despertado cuando Aragorn despertó a Mithrandir, este y Harry se quedaron haciendo la segunda guardia.

Sam y Aragorn dormían profundamente ahora, y el extraño silencio de Acebeda [Autora: es el nombre de la zona donde andan ] tenía en constante alerta a los guardias en turno, pues hasta el débil cri cri, cri cri de un pequeño grillo semejaba enormes pasos de gigante en medio del profundo silencio. Y si a esto le sumamos las tempranas advertencias del montaraz Aragorn, no era de extrañarse que tuvieran una extraña sensación de acechanza.

Harry, sentado a la sombra de una enorme piedra y no teniendo nada que hacer, dirigió sus ojos hacia el azul cielo que se elevaba sobre ellos. Observando atentamente como las blancas nubes algodonadas se movían lentamente, tan lento que parecía no se movieran en realidad, y no darte cuenta del movimiento sino hasta regresar tus ojos al cielo y notar que ellas han cambiado de lugar misteriosamente.

¿Habrá sido verdad lo que le dijo Voldemort? ¿Podría el anillo cumplirle su más ansiado deseo? Observo brevemente al pequeño hobbit, al pequeño y valiente hobbit que se encargaría de llevar el anillo hasta su destrucción. Sonrío tristemente. Imposible, pensó, algo tan pequeño no podría regresarle a su querido padrino, sin embargo... – su mirada una vez más en el cielo – ese pequeño anillo le estaba causando serios problemas a todas las razas libres de la Tierra Media, y si tenía el poder te atemorizar al mismo Gandalf – al cual comenzaba a ver como una figura muy importante y poderosa – quizá tendría el poder de revivir a los muertos, de regresar a Sirius a la vida, y si eso era verdad, él, Harry Potter, tenía la más exquisita de las oportunidades de apoderarse de ese anillo, la más perfecta. Estaba todo el tiempo cerca de Frodo, sabía que el pequeño hobbit confiaba en él, además de que contaba con la ayuda de su magia, pero... el rostro se le oscureció de tan solo imaginar lo que Aragorn pensaría de él, lo que estaría obligado a hacer pues su juramento al joven Baggins le llevaba a someter a Harry, incluso matarle, si este intentaba apoderarse del anillo. No es que la muerte le diese miedo, hacía tanto tiempo que ya no le importaba, pero para Aragorn sería el peor de los castigos tener que matar a Harry, pues él, Harry, sabia que el montaraz le apreciaba muchísimo. No solo eso. El alma se le encogía al pensar en la Tierra Media, en las personas que vivían en ella, pues si Harry robaba el anillo, los estaría condenando a vivir bajo el oscuro dominio de Sauron, el señor del anillo.

Clavo sus ojos en el pálido y tranquilo cielo, dejando que el viento se llevará sus funestos pensamientos. Dejando que purificara su mente.

- El cielo es maravilloso ¿no es cierto? – dijo la voz de Gandalf, sobresaltando al joven Potter – le he observado durante todos mis años en la Tierra Media y nunca deja de impresionarme su belleza – dijo mientras clavaba sus sabios ojos sobre el manto celestial – sea de día o de noche, atardecer o amanecer, nublado o despejado, el cielo siempre deslumbra una maravillosa belleza – sus oscuros ojos encontraron la figura de Harry

El joven mago, por su parte, estaba nervioso ¿Habrá leído su mente? ¿Sabrá lo que había estado pensando? Un momento. Acababa de recordar que le pediría ayuda a Gandalf, ayuda para cerrar su mente e impedir que Voldemort se metiera en ella. Comenzaba a molestarle seriamente lo que esa serpiente estaba haciendo, y francamente ya se estaba cansando de su constante y molesta intromisión.

- Gandalf... – dijo a la vez que miraba con decisión al mago – necesito que me ayudes, por favor – Mithrandir se sorprendió del cambio ocurrido en el joven, de estar tranquilamente observando el cielo, paso a una actitud decidida, observándolo con un fuego en los ojos – necesito que me enseñes a cerrar mi mente – Gandalf lo observo con curiosidad – me dijiste que podías leer la mente y de donde vengo, aquel que sabe leer la mente también tiene la capacidad de cerrarle, de impedir que alguien mas entre en ella y pueda ver hasta tus más profundos secretos... por favor – le miro con una suplica en los ojos

- Muy bien joven Potter – dijo Gandalf – pero – desvió su mirada hacia el frente – ¿por qué es tan importante para ti? – Harry dio un pequeño respingo ante esta pregunta ¿podría decirle de las constantes visitas de Voldemort sin que le crea un demente? – dímelo Harry

Harry observo seriamente sus manos, jugueteando un poco con sus dedos, mientras pensaba lenta y cuidadosamente su respuesta.

- Voldemort, el... – dijo empuñando tan fuertemente las manos que los nudillos comenzaban a resentir la falta de circulación mostrándose blancos y, conteniéndose de soltar una sarta de ofensas que no le harían quedar muy bien frente al sabio hombre – asesino de mis padres, tiene una cierta y – trago saliva – desagradable conexión conmigo, que le hace capaz de introducirse en ella y hacerla a su voluntad durante mis sueños – Gandalf se mantuvo en silencio, escuchando la confesión de Harry, aunque este ya le había mencionado algo de sus horas de sueño la primera vez que se conocieron, además de que él había visto uno de ellos, pero imaginaba que el chico no recordaba eso, bueno, esa vez cuando Gandalf menciono el sueño, el joven se puso furioso, supuso que era por eso que no recordaba – pero no solo eso – continuo el joven mago – sino que también puede – hizo una pausa, buscando la palabra correcta – presentarse ante mí, como una visión claro esta, cuando estoy despierto – Gandalf se sorprendió ante esto, pero no lo demostró en su semblante – y temo – inhalo aire – temo que pueda poseerme, aun estando tan lejos de él – Harry poso sus ojos verdes sobre los oscuros de Gandalf – es por esto que necesito tu ayuda

Al termino de la declaración de Harry, Gandalf abrazó a su alargado e inseparable bastón, mientras se relamía el labio superior y se quitaba el sombrero, limpiándose la frente con la larga manga derecha de sus ropajes.

- Harry – dijo seriamente – lo que me acabas de decir es algo muy importante – mirándola a los ojos – muy importante, ya que si ese tal Voldemort llega a tomar control de tu cuerpo la comunidad entera estaría en peligro, Frodo y el anillo estarían en peligro – acerco su rostro al del niño-que-vivió, como quien va a revelar un importante secreto – ¿desde cuando advertiste que podría ser posible que ese Voldemort tuviera la oportunidad de poseerte estando tú tan lejos de él?

Ante la futura confesión, Harry trago saliva y bajo la mirada, avergonzado de si mismo por su imprudencia al pedir ser parte de la comunidad del anillo.

- Justo antes de que iniciáramos el viaje – Mithrandir lo taladro con la mirada – durante el concilio... – subió lentamente los avergonzados ojos – se me apareció... se puso justo detrás de mi y me hablo

- ¿Y qué te dijo? Dime Harry ¿qué te dijo ese hombre? – pregunto seriamente

- Me dijo... – los ojos de Harry se posaron fugazmente sobre la durmiente figura de Frodo, pero esto no paso inadvertido por Gandalf el gris – me dijo que el anillo... tenía la capacidad de volver a la vida a... a Sirius, mi padrino

Hubo un silencio durante el cual Gandalf midió el peso de las palabra, de la confesión. Sabia por Aragorn quien era Sirius Black, y entendía por que Harry había estado observando con codicia el anillo últimamente, si, había notado las furtivas miradas que Harry dirigía hacia el peligroso aro. Lo que no sabia era si Harry podría pasar la prueba de la codicia, de intentar robar el anillo. A él mismo le había costado toda su fuerza de voluntad cuando Frodo se lo había ofrecido abiertamente, y la había superado, solo esperaba que Harry también fuera capaz de hacerlo si en estos momentos no lograba quitarle esa duda.

- Primeramente Harry, debo decirte que al tener conocimiento de las probables posesiones de Voldemort y aun así haberte unido a este viaje, haz puesto en peligro a la comunidad – el joven Potter escucho avergonzado esto – En segundo lugar, el anillo, a pesar de los poderes que posee, dudo que sea capaz de traer a la vida a un mortal, especialmente si este a muerto en otra dimensión

- Eso lo entiendo – dijo Harry quedamente – justo hace poco me hacía esas mismas deducciones, además de que – Harry giro su rostro hacia Gandalf – no sería capaz de traicionar la confianza puesta en mí por Aragorn, por ustedes, al permitirme acompañarlos, y, no podría condenar a todas razas de la Tierra Media a vivir en la oscuridad de Sauron

Gandalf sonrió satisfecho ante la respuesta del joven. Sabia que se debían esperar grandes cosas del muchacho, pero en estos momentos había sobrepasado los límites que le había puesto. Un brillo cruzó sus ojos. Harry podría odiar la profecía que le estaba destinada, pero realmente mostraba la nobleza y valentía que se podría esperar de todo aquél que ha sido nombrado héroe antes de su nacimiento. Confiaba en que algún día, el joven aceptaría su destino y regresaría a su propia dimensión a enfrentarlo con honor, justo como ahora hacía el joven Frodo, el pequeño y valiente hobbit. Y como pronto haría cierto montaraz que deseaba sobre todas las cosas huir a la corona que le había sido nombrada.

Un ruido entre los durmientes les informó que ya había acabado la segunda guardia, para dar paso a la tercera y última de ese día.

- Luego continuaremos hablando muchacho – dijo el sabia mago mientras le daba unas palmaditas en la espalda a Harry – ahora ve a dormir un poco

Harry asintió, y después de que Legolas le ayudó a levantarse se despidió del elfo y del enano, esperando que las piedras no le molestarán demasiado y que fuera capaz de atrapar rápidamente el sueño.

oOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

El viento soplaba con una fuerza abrazadora que no parecía amainar con el tiempo; semejaba una gruesa capa de alargadas y afiladas agujas que se anclaban sobre la blanca y delicada piel que no se encontraba refugiada entre las húmedas telas que descansaban sobre los cálidos cuerpos de los miembros de la comunidad del anillo.

Caradhras se mostraba imponente y peligroso. Rugiendo ferozmente en contra de los invasores que osaban pisar su suelo. A él no le importaba la guerra del anillo, ni quien estaba de parte de quien. Para él no tenían valor las guerras de magos, elfos, enanos, hombres... había llegado antes que todos ellos. Él tan solo deseaba que esas indeseables criaturas salieran de sus dominios. Y si su deseo era atravesarlo, por Iluvatar que no los dejaría cruzar sin una cruenta batalla.

Harry se sentía desfallecer. La nieve, el frío y el viento le calaban los huesos; los labios, que mostraban un antinatural y poco atractivo tono azulado, no dejaban de temblarle, ni los dientes de castañearle. Ya no podía sentir sus extremidades inferiores, y parecía que sus brazos habían perdido por completo el movimiento, negándose a acatar las órdenes que el cerebro les mandaba de seguir frotando para entrar en algo de calor por la fricción. Y si era honesto, eso realmente no le importaba, lo único que verdaderamente le importaba era estar ahora mismo sentado frente a una enorme chimenea bebiendo una gran taza de humeante chocolate caliente.

El istari se preguntaba cuando podrían encender los leños que cada uno de ellos cargaba. Se preguntaba cuando escogería Gandalf entre la muerte y el fuego. Personalmente pensaba que la muerte estaba demasiado cerca, y si el mago no daba su pronto asentimiento, él mismo se encargaría de hacer arder el suyo. No se había cansado cargando un enorme leño para morir congelado con él.

El joven montaraz se encontraba en un estado de somnolencia, un peligroso estado de somnolencia en medio de una terrible tormenta de nieva, pues ella podría significar una hipotermia, y esta a su vez, la muerte. Una suave pero firme sacudida le regresó a la realidad, haciéndole parpadear un par de veces para después encontrarse con la preocupada mirada de Aragorn.

- ¿Estas bien? – le susurro el dúnedain a su protegido, mientras le daba una cálido apretón en el hombro. Harry tan solo movió la cabeza afirmativamente mientras le regalaba una sonrisa, una débil sonrisa pues los músculos de su cara estaban tan congelados que le era doloroso moverlos correctamente

- Esto será la muerte de los medianos, Gandalf – dijo Boromir haciendo que Harry dirigiera su mirada a los hobbits que se encontraban apretados unos contra otros, envolviéndose lo mejor que podían con las largas capas de viaje que estaban húmedas por la nieve que les venía cayendo encima y que estaba pronta a cubrirles, a sepultarles bajo una gélida tumba. Harry también noto que el valiente poney Bill se encontraba justo en frente de ellos, sirviéndoles un poco de resguardo. Bill, sonrío, ese nombre le traía a la memoria a la familia Weasley ¿qué estarían haciendo ahora Ron y Hermione? Seguramente preparándose para los exámenes, sentados bajo pilas de libros – cortesía de su querida amiga – y, con una cálida frazada alrededor de sus cuerpos. Sacudió la cabeza. No debía perderse en sus pensamientos sino quería morir congelado. Recordó que sus nuevos amigos, los cuatro hobbits, la estaban pasando peor al ser de menor estatura. Si no hacían algo, y pronto, sus pequeños amigos serían los primeros en morir, pues Caradhras no parecía querer perdonar a los invasores y los atacaba con fuertes ráfagas que parecían no tener fin.

Ezellahen fue sacado de sus meditaciones por el delicioso y delicado perfume de algo. Cuando alzo los ojos se encontró con la mano de Aragorn que sostenía un frasco de cuero que tenía justo en frente. Harry lo tomó con sumo cuidado y después dirigió una mirada confusa a Aragorn.

- Es miruvor, un licor hecho por los elfos de Rivendel – dijo suave y lentamente pues el joven Ezellahen estaba débil y confundido – bebe un trago, te ayudará a recuperar algo de tus fuerzas

Harry miró con curiosidad el frasco que sostenía entre sus manos, y después giro el rostro para ver al pequeño Pippin que se veía totalmente recuperado.

- Bebe un poco Arry – dijo con su extraño acento – hace maravillas ese licor de Rivendel

El niño-que-vivió asintió con la cabeza y después de dar un trago a la botella, sintió como el dulce y cálido líquido bajaba por su garganta, reviviéndolo nuevamente, y llenando todo su cuerpo de calor y vida, haciéndole recuperar el vigor perdido. Se giro hacia su mentor y le regreso el frasco con un semblante diferente.

Aragorn no pudo evitar sonreír al verle mejorado; le asustaba que la nieve pudiese acabar con el joven al que le había tomado tanto cariño. Le dio un trago a la botella y después se la regresó a su guardián, Gandalf.

- ¿Qué tal un fuego? – preguntó bruscamente Boromir – Parece que ha llegado el momento de decidirse: el fuego o la muerte, Gandalf. Cuando la nieve nos haya cubierto estaremos sin duda ocultos a los ojos hostiles, pero eso no nos ayudar

- Haz un fuego si puedes – respondió Gandalf – Si hay centinelas capaces de aguantar esta tormenta, nos verán de todos modos, con fuego o sin fuego

Boromir se sacó de inmediato el enorme tronco que había cargado. De hecho, todos habían cargado ramitas y troncos por consejo de Boromir, y al parecer se les hacía tarde para encender una fogata. Sin embargo, la incertidumbre comenzó a invadir el rostro de todos – excepto el de Gandalf – cuando la añorada llama no aparecía a pesar de los esfuerzos de Boromir, Aragorn, Legolas y Gimli. Estaba más allá de las habilidades de un hombre, un elfo o un enano, encender una llama que no se extinguiera en los remolinos de viento o prendiera combustible mojado. Gandalf, cansado de ver las caras de decepción, estuvo a punto de intervenir, pero...

- ¡Bluebell flames! – exclamó una voz detrás de los cinco adultos que rodeaban el leño. Inmediatamente después, unas llamas azules danzaban sobre la madera, unas llamas que ni siquiera la furia del viento podía extinguir

Los pequeños hobbits corrieron hacía la nueva fogata mientras los adultos giraban su rostro hacia el chico, cada uno con una expresión distinta: Aragorn mostraba orgullo; Gandalf una sonrisa; Legolas, Gimli y Bormir atónita sorpresa.

- Eres un... – digo un muy sorprendido Boromir

- Istar - terminó Legolas por el guerrero de Gondor

- Er, sí – respondió un avergonzado Harry entreteniéndose en enfundar su varita mágica

- Parece ser que el joven Ezellahen esta lleno de sorpresa ¿no lo creen amigos míos? – dijo Gandalf, quien observaba divertido la cara de los tres que no estaban enterados de las habilidades mágicas del más joven de los viajeros. Hum, pensó, si tan solo hubiera un manera de preservar esas expresiones

A la llegada del amanecer, echaron el último de los leños. El fuego que les había calentado durante toda la fría noche, se apagaba, dejando tan solo los restos carbonizados de la madera y un charco de lodo que rodeaba la azul fogata. Sin embargo, para buena suerte de todos, la tormenta había cesado, tal y como Boromir lo había dicho. Ahora Harry veía que era muy cierto que el hombre de Gondor sabía de montañas.

Gimli alzó los ojos, hacia la punta más alta de la montaña. Y sacudió la cabeza.

- Caradhras no nos ha perdonado – dijo – tiene todavía más nieve para echárnosla encima. Si seguimos adelante ¡seguro quedaremos sepultados bajo toda ella! Lo mejor sería dar la vuelta cuanto antes y salir de está horrible montaña

Todos estaban de acuerdo con él, pero la retirada parecía difícil ¡incluso imposible! Sólo a unos pocos pasos de donde ellos se encontraban, la nieve era de varias capas, mucho más alta que los hobbits.

- Si el joven Istari fuera delante de nosotros con una llama, quizá pudiera fundirnos un sendero – dijo Legolas, el cual se veía mucho más animado que el resto, al parecer la tormenta no lo había molestado mucho. Harry le observo un momento, preguntándose de que material estaba hecho, hasta que ojos azules se encontraron con ojos verdes, fue entonces que Harry supo que se refería a él, y fue entonces que se dio cuenta de que la mirada de todos estaba posada en él

- ¿Qué dices Harry? ¿Listo para prestarnos esas habilidades tuyas? – preguntó Gandalf mientras se acomodaba el sombrero – la idea de Legolas es bastante buena

Harry asintió en seguida, desenfundando la leal vara que le había sacado de muchos aprietos, y se giro hacia la nieve, dando la espalda a los miembros de la compañía. Cerca estuvo de pronunciar las palabras mágicas cuando sintió una mano en su hombro. Era Aragorn.

- "" {Muy bien, Harry, pero yo iré justo detrás de ti y te iré indicando hacia donde apuntes tu maravillosa vara} – le susurro en élfico

- "U-uma Atar, " {Si padre} – las palabras habían salido de su boca como una broma, pero el significado de ellas le golpeo casi en seguida, dejándole mudo. Nunca le había dicho padre a ningún ser vivo, ni siquiera a Sirius cuando estuvo a su lado. Y no es que se estuviera olvidando de su padre James… era solo que… habían brotado tan natural de sus labios, tan sencillo, como si esa hubiera sido una palabra que usase a diario diez veces al día. Sintió como Aragorn le daba un apretón en el hombró.

- "Varna mesta, Ion" {Adelante, hijo} – dijo suavemente. Sabia que el chico necesitaba de cariño, y había sentido la espontaneidad en sus palabras. Además de que a él no le molestaba llamarle así, hijo. Quizá, cuando la guerra acabase, aceptaría serlo realmente

Harry elevo la varita con un elegante movimiento de muñeca, sosteniéndola firmemente hacia la nieve que se había acumulado ante ellos, cerrándoles el camino que les llevaría afuera de los dominios de Barazinbar.

- Incendio – una inesperada explosión naranja salió disparada de su vara, iluminando el rededor, ocasionando que tuvieran que cerrar momentáneamente los ojos por el halo de luz. Cuando los volvieron a abrir, la nieve frente a Harry comenzaba a derretirse, cayendo lentamente pedazo por pedazo junto con unas gotas de agua que se resbalaban traviesas por la nieve amontonada

- ¿Continuamos? – pregunto inocentemente Harry mientras giraba su sonriente rostro para verles mejor

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Los oscuros muros de Moria se elevaban ante ellos. Amplios e imponentes eran estos guardianas que rodeaban el antiguo y maravilloso reino de los enanos: Khazad Dûm. La única fuente del codiciado mineral llamado Mithrill. Increíble metal plateado, resistente cual escamas de dragón y tan ligero como una pluma.

- ¡Ah! Al fin, las murallas de Moria – exclamo Gandalf, atrayendo la atención del joven mago Ezellahen y de Frodo que se encontraba al lado del mago gris

- Wow – fue lo único que Harry encontró para describir lo que tenía en frente de él; recorriendo los muros de Moria con sus verdes ojos desde su nacimiento hasta donde la oscuridad le permitía alcanzar – Gimli, eso – dijo señalando la montaña – ¿es donde viven los enanos?

- Por supuesto joven montaraz – dijo colocándose al lado de Harry e hinchándose de orgullo de poder hablar de los enanos con alguien distinto a su raza, especialmente alguien tan joven como el istari de ojos verdes – nos gusta vivir dentro de ellas, es algo maravilloso; los ríos subterráneos, cuyas aguas parecen oscuras hasta que la luz de una antorcha las toca, mostrándose de un azul tan trasparente que logras ver las piedras que se esconden en el fondo. El inmenso eco que es capaz de resonar dentro de ellas cuando se encuentran desiertas. Y las gemas, oh, las gemas y los diamantes que ellas esconden, que guardan tan celosamente, como esperando a que nosotros entremos para tomarlas y moldearlas a nuestro antojo. Aunque – continuo mirando de reojo al príncipe Legolas – hay algunos que temen entrar en ellas

Harry se cubrió los labios para evitar una risa que sabia molestaría al elfo. Este tan solo paso al lado de los dos, sin dirigirles su mirada, encaminándose a donde Aragorn se encontraba, justo al lado de Gandalf.

- Ahora discúlpeme joven Ezellahen, pero necesitamos encontrar un camino para atravesar estas oscuras aguas, por que – agrego con una sonrisa – dudo que quiera nadar en ellas – Harry negó con una mueca en el rostro viendo como Gimli comenzaba a alejarse para llegar al lado de Gandalf

Continuaron caminando en silencio, ninguno se atrevía a romper la tranquilidad que parecía gobernar por el momento, limitándose a observar las oscuras y tranquilas aguas que les impedían llegar hasta donde se encontraban los muros y poder tocarlos con sus propios dedos.

Llegaron pronto a un lugar donde las estancadas aguas despedían un olor insano y presentaban un tono verdoso. Gimli dio un paso hacia ellas sin rechistar un solo momento y pudo comprobar que la verdosa agua le llegaba poco arriba de los tobillos. De esta manera, los miembros de la comunidad comenzaron a caminar sobre ellas, formando una fila.

Harry cuidaba donde pisaba, pues debajo de las putrefactas aguas había piedras viscosas y resbaladizas. El joven istari giro un momento su rostro y pudo ver como Frodo hacia una mueca de desagrado total en cuanto sus lanudos y pequeños pies tocaban el agua, comenzando a caminar lo más rápido posible para alejar la desagradable sensación.

Frodo estaba a punto de llegar a la orilla cuando dio un paso en falso y estuvo a punto de caer de bruces a las estancadas aguas, pero unos brazos firmes y fuertes le detuvieron.

- Cuidado Frodo – le dijo Ezellahen – no estaría bien que tomaras un baño en ellas – cabeceo apuntando las verdosas aguas y sonriéndole amablemente

El portador tan solo se limito a observar esos verdes ojos que a veces se veían cubiertos por un velo que opacaba todo su brillo ¿Podría confiar en Harry, en el joven istar? A su cabeza llegaron las palabras que hacia poco le había dicho Gandalf El mal te atacará desde afuera de la comunidad, y temo que desde adentro. Tenía miedo, lo admitía, temía que por el anillo que cargaba sus amigos le traicionaran.

- ¿Te ocurre algo, Frodo? – pregunto Harry, observando con verdadera preocupación a aquel que se había ganado su respeto

- No, no – se apresuró a negar con la cabeza – no es nada Ezellahen – bajando la mirada – no es nada

Harry le observó un breve momento para después ayudarlo a cruzar las viscosas aguas. El joven Baggins le recordaba a él, encerrándose dentro de sí mismo con el peso del mundo en sus hombros. Sonrío ante esta declaración. Nunca había pensado de esa manera, pero ahora que lo observaba en otro, se daba cuenta de ello inmediatamente. Quizá no soy el único con una cruz. Quería ayudar al hobbit, pero no sabia como.

- ¡Bueno, aquí estamos al fin! – dijo Gandalf deteniéndose justo en frente de los muros de Moria donde dos altos y fuertes árboles crecían, con sus largas y anchas raíces extendiéndose desde la muralla hasta las aguas que reposaban justo enfrente de ellos – Aquí concluye el camino de los elfos que viene de Acebeda. El acebo – la familia a la cual pertenecían los dos hermosos árboles – era el símbolo de las gentes de este país y lo plantaron aquí para señalar los límites del dominio, pues la Puerta del Oeste era usada para traficar con los señores de Moria. Eran aquellos días felices, cuando había a veces una estrecha amistad entre las gentes de distintas razas, incluso entre elfos y enanos

- El debilitamiento de esa amistad no fue culpa de los enanos – dijo Gimli, ocasionando que Harry girará los ojos por el inicio de una nueva discusión entre sus dos nuevos amigos

- Nunca oí decir que la culpa fuera de los elfos – defendió rápidamente Legolas

- ¡Oigan! – los interrumpió Harry – sé que debe ser muy interesante escucharlos seguir esto por horas y horas – dijo con sarcasmo – pero ahora están en el mismo equipo y deben ser amigos, o por lo menos tratar de soportarse, ya que Frodo los necesita a ambos – y agrego mientras se llevaba una mano a la frente – sino fuera por que son del mismo genero juraría que se aman – dijo recordando los innumerables pleitos entre Ron y Hermione, dejando tanto al elfo como al enano boquiabierta y con unas tremendas ganas de reír a Aragorn

- ¡Muy bien dicho muchacho! – exclamo Gandalf mientras se reía sin escrúpulo alguno, y dijo girándose a los dos sorprendidos miembros – aprendan algo de lo que les dijo el joven Ezellahen – y agrego en un tono más serio – en estos tiempos oscuros los lazos de amistad deben reforzarse y la comunidad debe estar muy unida, todos y cada uno de sus miembros juegan un papel importante en ella, y ahora mismo los necesito a ambos para encontrar las puertas ¡el sol se mete y los lobos nos acechan!

Tanto elfo como enano se apresuraron a ayudar a Gandalf en su búsqueda. Gimli golpeando suavemente las murallas con su hacha y escuchando el sonido que despedía. Legolas pegando su oído a ellas, tratando de escuchar cualquier murmullo. Gandalf por lo pronto se encontraba parado justo entre los dos árboles, observando ese pedazo de muro con total y detenida atención.

Harry por su parte se encontraba sentado entre los hobbits, observando con ellos el alrededor, como esperando que algo los atacará de un momento a otro.

- ¿Por qué no se apresuran? – exclamó Pippin, que estaba asustado por los aullidos de lobos que se podían escuchar a lo lejos – no quiero que esas bestias nos encuentren sin tener las puertas abiertas

- Ten calma – le dijo Aragorn, quien observaba atentamente a los tres buscadores - las puertas de los enanos son invisibles, ni siquiera sus propios dueños pueden encontrarlas si el secreto se ha perdido

Tanto los hobbits como Harry le observaron con sorpresa ¡ni siquiera los dueños pueden encontrarlas! ¡¿y como se suponía que ellos lo harían?! ¿Tocando y esperando a que alguien les abriera?

- Es verdad lo que dice Aragorn – habló Gandalf, escuchando la conversación – pero estas puertas no fueron hechas solo para que los dueños las encontrarán – dijo mientras tocaba con sus alargados dedos la pared enfrente de él, justo entre los dos acebos – un par de ojos que saben lo que buscan sin duda alguna podrán hallarlas ¡Ah! – exclamó para después acercarse a la pared y comenzar a susurrarle algo – ¡Listo! ¿Pueden ver algo?

Al principio Harry pensó que el viejo mago se había equivocado, pero después, cuando las nubes se apartaron de la Luna y le permitieron iluminarles con su luz, pudo ver como unas delgadas líneas de plata comenzaban a trazarse por si solas sobre la pared, dando forma a un dibujo. Un par de árboles, una corana con siete estrellas arriba de ella, un martillo y un yunque, y, una estrella destellando.

- ¡Son los emblemas de Durin! – exclamo Gimli, refiriéndose a la corana con sus estrellas, y, al yunque y martillo

- ¡Y los árboles de los altos elfos! – le siguió Legolas refiriéndose, obviamente, a los árboles

- Si – dijo Gandalf – y la estrella de la casa de Feänor. Están grabados en ithildin que sólo refleja la luz de la luna y las estrellas, y que duerme hasta que alguien la toca pronunciando palabras que hace mucho se olvidaron en la Tierra Media. Las oí hace muchos años y tuve que concentrarme para recordarlas

- ¿Qué dice la escritura? – preguntó Frodo, observando maravillado los hilos de plata

- No dice nada de importancia para nosotros – dijo Gandalf – Dicen sólo Las puertas de Durin, señor de Moria. Habla, amigo, y entra. Y más abajo, en caracteres pequeños Yo, Narvi, construí estas puertas. Celebrimbor de Acebeda grabó estos signos.

- ¿Qué significa Habla, amigo, y entra? – preguntó Merry

- Esta bastante claro – dijo Gimli – si eres un amigo, dices la contraseña y las puertas se abren

- Pero que palabra es esa – preguntó Harry – ¿Tú no conoces la palabra, Gandalf?

- ¡No! – exclamó el mago

Harry se sorprendió antes esto ¿entonces para que los habían traído a este lugar si no sabían como entrar? Observo el semblante de Aragorn, y le vio muy tranquilo, demasiado tranquilo a su parecer.

- ¿De que sirve entonces habernos traído a este maldito lugar? – exclamó Boromir, echando una ojeada al agua oscura y estremeciéndose – nos dijiste que una vez atravesaste las minas ¿Cómo fue posible si no sabes como entrar?

- La respuesta a tu primera pregunta, Boromir – dijo Mithrandir – es que no conozco la palabra... aún. En cuanto a la otra ¿dudas de mi relato? ¿o es que haz perdido la facultad de razonar? No entre por aquí yo venía del este, donde se encuentra la otra puerta, por aquella que saldremos – el viejo mago, con todo el respeto que se merece pensaba Harry, comenzaba a recordarle más y más al director de Hogwarts. Ambos guías de los más jóvenes, ambos luz de la esperanza, ambos fuertes guerreros que no se mostraban sino hasta el momento necesario

- ¿Qué vas a hacer entonces? – preguntó el joven Tuk

- Golpear a las puertas con tu cabeza, Peregrin Tuk – exclamó molesto Gandalf – Y si eso no las hecha abajo tendré por lo menos un poco de paz, sin nadie que me haga preguntas estúpidas. Buscaré la contraseña

Pippin se removía inquieto en su lugar hasta que sintió un cálido apretón en el hombro. Era el joven Potter. Tranquilo le susurró mientras le regalaba una sonrisa. Pippin le sonrío de vuelta, para después posar sus ojos en Gandalf.

Mithrandir se acercó hasta la piedra y tocando la estrella con su vara exclamó con voz perentoria Annon edhellen, edro hi ammen!. No ocurrió nada. Fennas nogothrim, lasto beth lammen!. Las líneas de plata se apagaron, pero la piedra se quedó igual, quieta, impasible. Muchas veces repitió esas palabras, cambiándolas de orden, de rapidez, de volumen, pero nada pasaba. Edro! Edro! exclamó golpeando la piedra con la vara. Abrete! Abrete! gritó mientras trataba de empujarlas con sus manos. Al fin lanzó la vara, y se sentó en una piedra.

- Será mejor que vayamos descargando al poney – le digo Aragorn a Harry, aunque Harry no veía la razón de hacerlo, pues, francamente comenzaba a dudar que las puertas se abrieran, aunque, pensó, si Gandalf era tan parecido a Dumbledore, alguna forma hallaría

Sam vio que los dos montaraces se acercaban a su amigo Bill, y corrió hacia allá para saber que deseaban los dos señores.

- ¡No! ¡No lo permitiré! – exclamó Sam en cuanto Aragorn le dijo que Bill no entraría a las minas – señor, abandonarlo ahora sería casi un asesinato – dijo estremeciéndose por los aullidos de los lobos

- Sam – trató Harry – las minas no son lugar para un poney. Él tiene tantas posibilidades como nosotros de cruzar sano y salvo su camino. No te preocupes, él conoce el camino a casa

Frodo se acercó a Sam, posando su mano en el hombro de este, quien había comenzado a llorar. Sam le había tomado un gran aprecio al poney, y éste a él, por eso, Bill, como entendiendo lo que pasaba, acercó su hocico a Sam, frotándolo contra él.

Harry y Aragorn descargaron al poney, y acomodando los equipajes para dejar las ropas que les protegieron del frío pues ya no las necesitarían más, al menos eso es lo que esperaban. Pronto solo quedaban dentro de las bolsas el alimento y las odres de agua, y cada uno de los miembros se hizo de una.

El aullido lúgubre de los lobos se oyó otra vez, inquietando a los miembros de la comunidad, que se encontraban en absoluto silencio, temerosos de hacer algún ruido. Las ondas de agua crecieron y se acercaron; algunas lamían ya la costa.

- Es un acertijo – dijo Frodo a la vez que se ponía de pie, justo en frente de las puertas - ¿Cuál es la palabra élfica para amigo?

- Mellon - dijo Gandalf desde su asiento

La estrella de Feänor brilló para después apagarse, dando lugar a una puerta que comenzaba a delinearse en la oscura piedra. Se dividió lentamente en el medio, y centímetro a centímetro comenzó a abrirse hacia fuera, hasta quedar abiertas de par en par. Los miembros de la comunidad se acercaron hacia la nueva abertura que revelaba un pasaje lleno de oscuridad, una densa oscuridad que les impedía ver que había más allá de donde la luz tocaba.

- ¡Muy bien hecho, Frodo! – exclamó Harry uniéndose a la celebración de Merry y Pippin, quienes habían comenzado a girar tomados de la mano

- No es nada – dijo un avergonzado Frodo

Aragorn sonrió ante el comportamiento infantil de los jóvenes miembros, pero después giro su rostro a la nueva oscuridad, portando una seria mirada. No estaba seguro de querer entrar ahí, pero Gandalf le había seguido hasta Caradhras [Circe: él propuso esa idea] y él lo seguiría ciegamente a donde le llevará.

Gimli atravesó el umbral antes que todos, adentrándose a la nueva oscuridad; le siguieron Gandalf y Harry, ambos alzando sus varas. El joven mago de ojos verdes murmuró un simple Lumos, haciendo que la punta de su varita comenzará a brillar intensamente. Mithrandir por su parte solo coloco una piedra en la punta de su alargada vara, esta comenzó a brillar suavemente. Atrás de ellos entraron Aragorn y Boromir junto con Legolas. Los hobbits, alineados, se quedaron esperando en la puerta.

- Muy pronto, señor elfo – dijo Gimli emocionado – usted gozará de la hospitalidad de los enanos, fuegos rugientes, cerveza espumosa, carne dorada hasta el hueso. Esta es la casa de mi primo Balin, y ellos la llaman mina ¡una mina!

Harry escuchó esto pero... el escenario no se presentaba ante ellos como Gimli, hijo de Glóin lo pintaba. Regados por el piso se podían ver los cadáveres de los que en un tiempo fueron gente perteneciente a la raza de los enanos.

- Esto no es una mina – exclamo Bormir – es una tumba

Legolas se agacho inmediatamente junto a uno de los cadáveres, tomando la flecha que le había herido de muerte.

- ¡Orcos! – exclamó a la vez que arrojaba la flecha, para después preparar su arco. Boromir y Aragorn le siguieron, desenvainando sus espadas al igual que Harry

Lo siguiente ocurrió demasiado rápido. Frodo sintió que algo lo tomaba del tobillo y cayó al suelo siendo arrastrado hacia el lago. Se oyó un relinche terrible y Bill el poney corrió espantado a lo largo de la orilla perdiéndose en la oscuridad.

- ¡Trancos! – se escuchó la voz de Sam, que gritaba con todas sus fuerzas - ¡Trancos!

Los miembros que se encontraban adentro de la mina se giraron inmediatamente para darse cuenta de lo que estaba ocurriendo.

Aragorn y Boromir corrieron hacia la entrada, empuñando sus espadas. Harry fue con ellos, empuñando tanto espada como varita. Lo que su vista encontró en el lago le dejo sin movimiento unos segundos.

Unos tentáculos sobresalían de la superficie del agua, cientos de ellos. Al final cada tentáculo tenían como una especie de mano, Harry estaba en lo correcto al suponer que con eso habían cogido a Frodo.

Aragorn y Boromir se debatían ferozmente con la criatura, haciendo rugir las espadas en el aire, cortando los tentáculos que les impedían llegar hasta Frodo.

Justo en ese momento salía de las oscuras aguas la fuente de todos esas extremidades. Una enorme cabeza, con una gran boca por la cual se podían ver unas afiladas hileras de pequeños dientecitos. Un monstruo que nunca antes había visto Harry.

- ¡Aragorn! – grito Frodo

Aragorn manejaba la espada con fuerza, con ira. No dejaría que se llevasen a aquél que le traía esperanza a la Tierra Media aceptando una carga tan pesada. Uno, dos, tres tentáculos corto cuando al fin aquél que tenia preso a Frodo, fue separado de la bestia del lago.

Harry vio Frodo caer, directo a las enormes fauces del enorme animal. ¡Wingardium Leviosa! Gritó tan fuerte como sus cuerdas vocales se lo permitieron, haciendo flotar al pequeño hobbit hasta su lado.

- ¡Legolas! – grito Boromir, pidiendo auxilio de las magníficas habilidades del elfo para detener unos momentos al animal

El príncipe del bosque oscuro no se hizo repetir una vez más la invitación, e inmediatamente después una flecha salía zumbando de su arco, para atravesar sin contratiempo alguno uno de los ojos de la bestia.

- ¡Dentro de la mina! – alguien gritó, mientras empujaban a los hobbits y a Ezellahen a través de la abertura en la montaña

Una vez adentro corrieron un poco más, pues la bestia se les venia encima, derribando de esta manera la entrada, y su salida de la eterna oscuridad de Khazad Dûm.

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La puerta de la habitación fue azotada con fuerza.

¿Cómo podía? ¡¿Cómo se atrevía?! Sino fuera por que Dumbledore se lo había prohibido terminantemente, y bajo amenaza, ya se hubiera lanzado sobre el bastardo.

Un Remus Lupin encolerecido caminaba dentro de la habitación, girando cuando alcanzaba la pared para comenzar a caminar al contrario de ella, semejando una bestia enjaulada. Respiraba fuertemente, ocasionando que sus fosas nasales se contrajeran en cada inhalación y se expandieran en cada exhalación.

El profesor de pociones de Hogwarts y el hombre lobo habían tenido otra discusión, una de tantas, pues en los últimos siete días, desde la desaparición de Harry, se habían vuelto molestamente normales. Ambos adultos se habían peleado más veces en este corto tiempo que en lo que llevaban de conocerse, pues era bien sabido que el ex-profesor siempre había sido una persona amable y contraria a la violencia.

La discusión de esta mañana había comenzado al igual que las otras, con la mención de dos palabritas en la misma frase: Harry y Regres. Pues el merodeador siempre expresaba sus ardientes deseos de volver a ver al joven que tanto cariño le tenía, fabricando frases que siempre comenzaban con un Cuando Harry regresé.... El profesor Snape cuyo carácter amable y optimista – nótese el sarcasmo – siempre se mostraba en las cenas o desayunos, pues debía de informar a los miembros de la Orden del Fénix de sus averiguaciones, al parecer había llegado al límite de su limitada paciencia – y con las conocidas ganas de arruinarle el día a sus enemigos – hacía agrios comentarios que no hacían más que sacar de quicio a Lupin, quien se encontraba demasiado sensible por la perdida del joven Potter, su amigo Black, y por la cercanía de la Luna llena.

La primer discusión no había pasado de un simple intercambio de agresiones verbales. Pero la segunda fue la gota que derramo el vaso, pues esta había terminado con un Severus sorprendido y herido, pues el hombre lobo se había lanzado hacia él, con intenciones de desgarrarle la garganta – el lobo estaba a flor de piel en estos días – de no haber sido por Ojo loco Moddy, el asunto hubiese pasado de una leve herida en el cuello y una ceja partida - Moony había decidido que un golpe no le caería nada mal al profesor. Esa misma noche el profesor Dumbledore habló con los dos, reprendiéndolos como si de dos estudiantes se tratasen. Aunque las agresiones verbales no cesaron – excepto cuando el director de Hogwarts estaba presenta – y es por esta razón que el hombre lobo tan solo sentía las ganas de saltar sobre el otro, que salía rápidamente de ahí, encerrándose en una de las innumerables habitaciones de la Grimmauld Place.

Cansado de caminar, y un poco más calmado, se dejo caer en la cama, haciéndolo de tal manera que su mano derecha golpeo la mesita de noche, sobre la cual descansaban unos anteojos.

Remus se sentó lentamente, tomando los lentes entre sus manos. Sonrió. Había llegado a la habitación de Harry sin proponérselo ¡Como tenía ganas de verle! Aunque fuese un momento, aunque fuese una fotografía del chico. Sus dorados ojos se dirigieron al frente. El baúl de Harry descansaba al pie de la cama. Hermione le había dicho que Harry tenía un pequeño álbum fotográfico donde había fotos de los padres del chico y unas cuantas que se habían tomado los tres.

Bajando de la cama e hincándose frente al baúl lo abrió lentamente. Con sumo cuidado. Seguro que a Harry no le importaría si tomaba prestado el pequeño álbum. Tanteando con su mano derecha, comenzó a buscar dentro del desordenado baúl, pero...

Una mueca de dolor apareció en sus labios a la vez que se llevaba rápidamente el herido dedo a los labios. Lamiendo la sangre que comenzaba a salir de la herida ¿Qué había sido eso? Tomando la lámpara y acercándola comenzó a buscar, con cuidado, dentro del baúl.

Un gemido de sorpresa salió de su boca... ahí, en el fondo del baúl, arrinconado y cubierto por los libros y la ropa, se encontraba un espejo que se le hacía muy, muy familiar.

Sacando el objeto con una solemnidad digna de un sacerdote, lo acercó a su rostro, observándolo atentamente ¡El espejo de Sirius! ... o el de James ¿por qué lo tenía Harry? Se rió por la estupidez de su pregunta, seguro que Sirius se lo había dado, pero ¿por qué estaba roto? Eso no importaba ahora, tal vez en un descuido el espejo se había golpeado, o el peso de los libros.

Una sonrisa se formó en sus labios.

Comenzó a buscar los fragmentos del espejo. Lo llevaría a arreglar ¡Que sorpresa se llevaría Harry! Seguro que se pondría feliz, pues este espejo había sido de James, su padre, y de Sirius, su padrino.

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Gandalf iba al frente como antes. Llevaba en la mano izquierda la vara centellante, que solo alcanzaba a iluminar el piso ante él; en la mano derecha esgrimía la espada Glamdring. Detrás de Gandalf iba Gimli, los ojos brillantes a la luz débil mientras volvía la cabeza a los lados. Detrás del enano caminaba Frodo, que había desenvainado la espada corta, Dardo. De las hojas de Dardo y Glamdring no venía ningún reflejo lo cual era auspicioso, pues habiendo sido forjadas por elfos en los días antiguos estas espadas brillaban con una luz fría si había algún orco cerca. Detrás de Frodo marchaba Sam, y luego Legolas, y los hobbits jóvenes, y Boromir. En la oscuridad de la retaguardia, grave y silencioso, caminaba Aragorn, junto con Harry, cuya varita había sido enfundada pues Gandalf no se quería arriesgar a tener más de un lucero por temor a no pasar inadvertidos en la oscuridad de Moria.

Luego del derrumbe, habían estado caminando, silenciosos, en la oscuridad de las minas, Gandalf al frente, acompañado de Gimli, pues el mago había dicho que nadie mejor para conocer la oscuridad de las cuevas que un enano. Sin embargo Gimli ayudaba poco a Mithrandir, pues este parecía recordar muy bien el camino dentro de Moria, solo de vez en cuando le pedía su consejo al enano, pero el que tenía la última palabra era el poderoso mago.

Se habían estado topando con fisuras y grietas en las paredes y el piso, y de cuando en cuando aparecía un abismo justo en frente de ellos. A medida que estos peligros eran más frecuentes la marcha se hacía más lenta. La fatiga los abrumaba, y sin embargo no tenían ganas de detenerse, pues lo único que realmente anhelaban era poder ver la luz del sol una vez más.

En su andar la noche les alcanzó dentro de las minas. Habían caminado durante horas, haciendo breves escalas, y Gandalf tropezó de pronto con el primer problema serio. Ante él se alzaba un arco amplio y oscuro que se abría en tres pasajes; todos iban en la misma dirección; pero el pasaje de la izquierda bajaba bruscamente, el de la derecha subía y el del medio parecía correr en línea recta, liso y llano, pero muy angosto.

- No tengo ningún recuerdo de este sitio – dijo Gandalf titubeando bajo el arco, sosteniendo la vara en alto, tratando de encontrar alguna marca o señal que le hiciese recordar – Estoy demasiado cansado para decidir – dijo meneando la cabeza – y supongo que también ustedes. Mejor que nos detengamos aquí por lo que queda de la noche

Los miembros de la comunidad asintieron sin titubear, pues realmente se sentían cansados. Y, agradeciendo el momento de descanso que se les otorgaba, cada quien se acomodo en un rincón, dispuestos a pescar el sueño.

Harry se recostó cerca de Aragorn, recibiendo una sonrisa por parte de su mentor quien no podía más que sentir orgullo de lo que Ezellahen había hecho hasta ahora. Confiaba y sabia que el muchacho le sorprendería todavía más antes del termino de esta aventura.

Gandalf se presentó voluntario para hacer la primera guardia, ya que, según sus palabras, no podría pegar el ojo, dándole vueltas al asunto del pasaje.

Justo cuando Harry había encontrado una cómoda posición, la profunda voz del mago gris le llamó. Aragorn tan solo le hizo una seña para que fuera con el mago, dándole un cálido apretón de seguridad en la mano.

El joven Potter encontró al viejo mago sentado sobre una piedra, con la alargada pipa entre los dedos, despidiendo columnas de un suave humo blanco.

- Dime Harry – dijo sin despegar los ojos de las tres puertas – este mago oscuro que tiene un extraño lazo contigo, cuando se mete en tus sueños ¿Te hace ver imágenes o solo habla contigo?

- Sí – dijo Harry después de tragar saliva – horribles pesadillas... acompañadas de su absurda plática

- Como lo pensé – dijo llevándose la pipa a los labios – últimamente ¿haz tenido sueños? ¿o algún tipo de conexión con este mago?

Harry medito un momento, tratando de recordar cuando había sido el último ataque de Voldemort, y para su sorpresa estas visitas habían cesado a partir del día que le contó todo a Gandalf, en el país de Acebeda. Giro su sorprendido rostro hacia el mago. Este tan solo giró un momento para regalarle una sonrisa traviesa.

- Señor – digo abriendo y cerrando la boca como un pez - ¿Cómo...? ¿Cómo lo hizo?

- Al parecer mis viejos trucos aun funcionan ¿no crees? – Harry movió afirmativamente la cabeza – El poder de la mente, Harry, es muy poderoso ¡La mente preparada puede controlarlo todo! Siempre recuerda eso Ezellahen. Tú me pediste que te enseñará a cerrar la mente, a dominarla, pero no te das cuenta que ese es un poder que tu tienes. Yo podría atacarte, intentar leer tu mente, pero solo tu tienes el poder de controlar el acceso, eso es algo que nadie puede enseñarte, eso es algo que tienes que aprender por ti mismo.

- Pero – dijo un sorprendido Harry – eso es imposible, yo no puedo... yo no tengo el poder de cerrar mi mente. Aquél que quiere puede entrar en ella y convertirla en un desastre sin que yo pueda evitarlo – terminó con una triste sonrisa

- Eso no es verdad, Harry Potter – le digo el mago – sí que tienes poder sobre tu mente, y lo he visto – el joven mago de ojos verdes le miro sorprendido – el controlar la mente no solo es el poder de cerrarla Harry, es el poder de hacer otras innumerables cosas con ella – y luego agregó en un tono cómplice – ¿Recuerdas la vez que tu y yo peleamos? – el hijo de Prongs asintió avergonzado – ¿Recuerdas como tu vara llegó zumbando a tu mano, sin que tuvieras ningún otro medio por el cual disparar tu magia? – Harry no supo que contestar – eso Harry, eso es el poder ejercido por la mente, dirigir tu magia sin necesidad de otro medio que tu cuerpo. Solo que en ese momento las emociones te dominaban, la ira, la decisión, el no dejarte vencer. Harry, si puedes tener un control sobre tus emociones, podrás lograr aquello que deseas hacer, llamándolas una a una conforme las necesites, encerrándolas cuando no deseas que los demás las vean.

Hubo un silencio entre ambos, solo escuchando el agua que corría debajo de ellos y las gotas golpeando rítmicamente el piso.

- Yo te he dado la teoría – dijo Mithrandir – es tu decisión si deseas llevarla a la práctica

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¡Maldito! ¡Maldito Potter! Voldemort siseaba, mientras caminaba a grandes zancadas por la habitación, pasando revisión a sus mortifagos.

- ¡Lucius! – gritó colérico girando su cara de serpiente a la aristocrática del rubio de fríos ojos grises

- Mi señor – dijo con una inclinación de cabeza, mostrando un aplomo en una situación donde otros ya se habrían orinado del miedo

- ¿Qué haz averiguado del paradero de Potter? – siseó con odio contenido, escupiendo la última palabra. Ya sabia donde se encontraba el muchacho, pero quería desquitarse de esta furia y nadie mejor que el fuerte y arrogante Malfoy para aguantar los cruciatus que serpenteaban entre sus dedos

- Nada mi señor – dijo después de un momento, preparándose mentalmente para lo que sabia venía

- ¡¿Nada?! – gritó empuñando su varita – ¡Entonces dime para que te sirven todas tus malditas influencias si no puedes servir correctamente a tu amo! ¡CRUCIO! – el rubio se retorció de dolor, muecas contorsionando el frío rostro

Maldito Potter – pensaba Voldemort mientras castigaba a su ciervo – así que ese mago te esta protegiendo de mí. Gandalf. Anciano entrometido.

Desde la otra noche que no había podido hacer contacto con el niño Potter. Todos sus esfuerzos en romper la barrera que cubría al mocoso, fueron inútiles, fueron nada comparados con el poder de ese mago.

Quería saber ¡Quería saber si su plan de apoderarse del anillo había servido! Desde que planto la semilla en Harry, diciéndole que el anillo podría regresarle a Black, no había podido pasar un momento sin preguntarse si había funcionado correctamente y ahora el joven Potter era dueño de ese magnífico aro. Sabia que el niño, aunque le había dicho que no le creía, trataría de averiguarlo. La curiosidad siempre había sido uno de sus más grandes defectos, y cualidades. La curiosidad mató al gato, Harry pensó, esbozando una sonrisa maléfica.

Los gritos de Lucius lo regresaron al presente, haciendo que rompiera el hechizo antes de matar al rubio. Observó el estado en el que había dejado a Malfoy, retorciéndose como gusano en el suelo, con la blanca saliva escurriéndose por la comisura de sus labios hasta crear una desagradable charca en el suelo de mármol.

- ¡Crabbe! ¡Goyle! – los dos mastodontes dieron un paso al frente a la vez, como si de soldaditos entrenados se tratase – aléjenlo de mi presencia, llévenlo hasta la mansión de los Malfoy – dijo dándoles la espalda, dirigiéndose a su trono

Ya no vio si se hizo lo que había ordenado o no. Más les valía haber acatado su orden, sino querían chillar como ratas, se relamió el labio superior.

Necesitaba contactar al mago blanco, a Saruman. Pero tampoco podía hacerlo, Harry era su conexión a ese mundo, y sin poder entrar en él, no podía llegar a la Tierra Media.

Ya se las cobraría, y el niño se arrepentiría.

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La comunidad se encontraba en lo que una vez había sido la Cámara de los Registros, pero Harry pensaba que era la cámara de los horrores.

Cuerpos, que aunque ya desprovistos de la piel y tan solo semejaban esqueletos con armaduras, habían muerto en ella, viviendo horrores, atrapados en una cacería que no terminó sino hasta que el último de ellos exhalo su postremo aliento.

En el centro de la habitación, iluminada por un rayo de sol que se colaba dios sabia por donde, una tumba, con una inscripción que no había sido bien acogida por Gimli:

Balin hijo de Fundin
Señor de Moria

Una tumba.

El enano se encontraba arrodillado ante ella, derramando lagrimas, pues este había sido su primo.

- Han tomado el puente y la segunda sala – se oyó la voz de Gandalf, que leía de un viejo libro llenó de tierra, un libro que uno de los esqueletos había tenido abrazado – Hemos atrancado las puertas, pero no podremos sostenerlas por mucho. – los miembros de la comunidad se reenvían inquietos, observando a cada lado, atrás. Se sentían acechados debían salir cuanto antes de esa habitación – La tierra tiembla. Tambores, tambores en los abismos. No podemos salir. Una sombra se mueve en la oscuridad. – Gandalf hizo una pausa, observándolo con aire sombrío – No podemos salir. Están acercándose.

Nadie hizo nada. La habitación se encontraba en silencio, excepto por las respiraciones de cada uno de ellos.

Un sonido, de algo cayendo, golpeándose contra la piedra, perturbo el silencio. La comunidad gira rápidamente la cabeza para localizar de donde venía. Pippin. Pippin, al parecer, había vuelto a caer presa de la curiosidad, y ahora un esqueleto con armadura comenzaba a caer, arrastrando consigo una cadena atada a un bote.

El ruido parecía resonar hasta en el último de los rincones de Khazad Dûm. Bum, bum. La comunidad estaba expectante, cada uno con sus miedos. Harry deseaba que el ruido terminará rápido, pues, con cada golpe sentía que una mano le presionaba el corazón, deseando que nada hubiera sido perturbado.

Un último golpe sordo. Esperaron unos momentos. Había terminado. Un suspiro de alivio escapo de los labios de algunos.

- Tonto Tuk – exclamo molesto Gandalf a la vez que cerraba el libro – tirate la próxima vez y líbranos de tu estupidez – Gandalf le arrebato el sombrero y el bastón, colocándoselos pero...

Tum, tum, tum. Tambores resonaron en la oscuridad de Moria, sacudiendo las paredes, haciendo estremecer a la piedra misma. Tum, tum, tum. Una vez más, pero ahora seguidos de gritos, risas insanas que parecían acercarse rápidamente hacia ellos.

- ¡Orcos! – gritó Legolas

- No podemos salir – dijo Gimli

- ¡Rápido! ¡Cierren las puertas! – gritó Aragorn. Y tanto él como Boromir corrieron por la que habían entrado, siendo el último recibido con una flechas que logro salvar por milímetros

Cerraron con fuerza y rápidamente las puertas. Atracándola con las viejas hachas que yacían olvidadas en el piso.

- Tienen un troll de la cavernas – dijo Boromir, como si se tratase de la cosa más natural del mundo

Legolas y Gimli se apresuraron a la segunda puerta de la habitación, la puerta del Este. A punto estaban de cerrarla cuando Gandalf les gritó que no la cerrarán, que podrían escapar por ahí.

- Aquí estamos, encerrados como ellos antes. Pero entonces yo no estaba aquí – dijo a la vez que desenfundaba la alargada espada, cuya hoja emitía una fría luz

- Haremos que le teman a la Cámara de los Registros – exclamó Aragorn desenvainando su espada, al igual que habían hecho Boromir y Harry. Legolas había preparado su arco, apuntándola hacia la puerta que ahora estaba siendo atacada por los orcos.

- Déjenlos entrar – exclamó Gimli, posicionándose arriba de la tumba de Balin – hay un enano en Moria que todavía respira – girando la mortal hacha

Los hobbits se encontraban detrás de Gandalf, con las cortas espadas en mano, cada uno de ellos sudando en frío.

¡Su primera batalla real! Bueno, no que no hubiera tenido antes otra, siendo el niño-que-vivió los innumerables encuentros con Voldemort o sus sirvientes venían con el título, pero esta era su primer gran batalla en la Tierra Media, al lado de sus nuevos amigos.

La puerta se abrió de golpe, revelando a los orcos que se peleaban por entrar en la habitación y acabar con los invasores.

Harry observo la mortal habilidad de Legolas, sin perder un solo blanco y atravesando la garganta de dos con una sola flecha. Aragorn se había lanzado a la batalla dando un gritó de guerra, haciendo zumbar la espada en el aire, cortando las cabezas de sus enemigos. Boromir había gritado ¡Gondor! cuando comenzó a esgrimir su espada y Harry se dio cuenta de la habilidad que tenía, dando certeros golpes con la hoja afilada y cubriendo ataques con el enorme escudo. Gandalf era otro asunto, agitando la alargada vara y la espada tan bien que no parecía un hombre viejo, sino un guerrero consumado. Los hobbits habían abierto su pelea con el grito de ¡Por la Comarca! lanzándose a los adversarios que se habían abalanzado hacia ellos por verlos pequeños, pero que sorpresa se llevaron, los hobbits atacaban juntos, cuidándose unos a otros.

Las observaciones de Harry fueron cortadas por que dos orcos se acercaron a él, haciendo movimientos absurdos para asustar al más joven de los viajeros. Harry, con todo el aplomo que te dan las batallas desde los once años, cogió su espada y con un movimiento limpio le corto la cabeza al orco, viendo salir un chorro de sangre negra por un de las venas que habían sido trozadas. El segundo orco se abalanzo furioso a Harry, esgrimiendo unas cimitarras con la hoja sucia pero afilada. Harry cubrió los ataques, ambas manos tomando fuertemente la espada, dando golpes que habían asestado en el cuerpo del orco, sin embargo uno de ellos debía de ganar, pues la batalla continuaba. Harry le corto un brazo y después le atravesó el corazón con una estocada.

Unos pasos de pies pesados resonaron en el corredor, y por la puerta entró un orco, jalando un enorme monstruo.

- ¡Troll! – había gritado Pippin, y de no haber sido por este grito que él, Harry, nunca se abría enterado que eso era un troll. Era tan distinto al que él había conocido. Un rugido salió de la garganta del animal. Ni tan distinto.

El troll se dirigió sin más preámbulo a Gimli, atacándolo con un enorme mazo que llevaba en las manos. El enano tuvo que saltar de la tumba, pues este había sido dirigido hacia allí. Gimli terminó en el piso y la tumba de su primo destrozada. Pero ahí no terminaba, el troll continuó con sus brutales ataques hacia el enano, que hacia hasta lo imposible por salir del rango de ese monstruo.

- ¡Lumos Solarum! – una brillante luz dejo momentáneamente ciego al enorme troll, y Gimli pudo levantarse al fin, agradeciendo a Ezellahen con una asentimiento de cabeza

La pelea con los orcos siguió, olvidando, por no estar en modo ataque, al troll.

Harry se movía con rapidez y agilidad. Bloqueando y atacando sin que nada lo perturbará. Excitado por la emoción de la batalla. Todo iba bien hasta que... el troll, que había recuperado la vista, atravesó a Frodo con una lanza, retorciéndola un poco con una sonrisa torcida en los labios.

Harry detuvo un momento sus movimientos, no sabia que hacer ¡Frodo muerto! La ira le consumía, una cólera ardiente le inflamaba el corazón. Lanzándose a la batalla contra el troll, al igual que los demás miembros.

Merry y Pippin se habían lanzado a la espalda del troll, encajando con fuerza las puntas de sus espadas. El troll se revolvió, tratando de alejarlos de su cuerpo. Cogió el pie de Merry, y lo hubiese golpeado con el mazo pero Gimli llegó golpeándolo con el hacha. Harry le ayudó, golpeando donde pudiera a la enorme bestia que parecía apunto de caer. Legolas le apuntaba con el arco, buscando un punto sensible, el lugar perfecto para ser atravesado, y entonces lo vio. Pippin, quien seguía sobre el troll, le había encajado la espada en la nuca, haciendo que el troll moviera la cabeza hacia arriba, exponiendo su cuello. Legolas soltó la flecha que atravesó de lado a lado la cabeza del animal. Unos segundos después yacía en el suelo, muerto.

Había llegado el momento. Aragorn se acercó al cuerpo de Frodo que yacía bocabajo entre las piedras, cuando...

- Estoy bien, no estoy herido – dijo Frodo, levantándose por sus propias fuerzas, como un muerto resucitado

Todos le miraron con sorpresa, y unas inmensas ganas de comenzar a saltar de alegría.

- Pero ¿cómo? – preguntó Aragorn – esa estocada hubiese matado a un oso salvaje

- Creo que hay en ti, mi querido hobbit, más de lo que se advierte a simple vista – dijo Gandalf con una sonrisa paternal

Frodo abrió un poco su camisa, revelando un cota de malla, con aros que brillaban como la plata.

- Mithrill - exclamó Gimli, pero no pudieron seguir pues las voces y risas de los orcos se acercaban de nuevo

- Al puente de Khazad Dûm - dijo Gandalf, observando la puerta que no había sido atrancada

Los miembros de la comunidad comenzaron a correr hacia ella, saliendo a una enorme cámara. Corrían, tratando de alcanzar un puerta que se veía a lo lejos. Los orcos los rodeaban, hasta que llegó un punto donde ya no podían avanzar más. Estaban rodeados.

Harry desenvaino su varita mágica, listo para usarla de ser necesario. Los orcos los miraban con esos horribles ojos, y las risas inundaban el lugar, pero... un rugido salió de la oscuridad, y a lo lejos, unas reflejos naranjas danzaban en la pared. Los orcos comenzaron a hablar entre ellos, con esa horrible lengua que muy pocos entendían.

No sabían que había sido pero lo cierto es que todos sus enemigos huyeron despavoridos, escondiéndose en los agujeros por donde antes habían salido.

- ¿Qué es esta nueva diablura? – preguntó seriamente Boromir

Hubo un silencio durante el cual Gandalf consideró la respuesta.

- Un Balrog de Morgoth - dijo con un semblante serio. Harry no sabia de que hablaba, pero por las expresiones en las caras de todos supuso que no era nada bueno – ¡Corran!

Así lo hicieron. Con el camino libre de los orcos llegaron pronto a una puerta que daba a unas escaleras. Boromir estuvo a punto de caer, pero Legolas le salvó.

- Guíalos Aragorn – dijo Gandalf – el puente esta cerca – Aragorn se acercó para ayudarlo pero fue inmediatamente lanzado, y Gandalf dijo con furia – ¡Haz como te digo! Aquí ya no sirven las espadas ¡Adelante!

Continuaron escaleras abajo, con Gandalf en la retaguardia pues los cuidaba de algo, del balrog.

Bajaron las escaleras, pero se encontraron con que un abismo les impedía continuar bajando. Legolas saltó primero, invitando a Gandalf que lo hiciera. Así lo hizo. Una lluvia de flechas les caía encima. Legolas se detuvo en su ayuda para disparar el arco, pero por muy mortales que fueran sus habilidades, eran demasiados los adversarios que les disparaban. Harry saltó por cuenta propia, y enfundando la espada y empuñando su vara, gritó ¡Protego! Un escudo invisible se interpuso entre los orcos y la comunidad, haciendo que las flechas rebotarán y que les fuera imposible alcanzarlos. Así los demás continuaron saltando el abismo, pero cuando Boromir salto, abrazando a Merry y Pippin, una parte de la escalera se trozo, cayendo en el abismo. Aragorn lanzó a Sam quien fue atrapado por Legolas. Harry tan solo podía mirar, pues debía mantener el escudo. Llegó el turno de Gimli, pero este se negó rotundamente a que lo lanzaran "Nadie lanza a un enano" había dicho y salto por sus propias fuerzas, teniendo que ser jalado por su barba sino hubiera caído al precipicio. Pero otra buena parte de la escalera cayo, dejando del otro a Frodo y Aragorn.

Cuando Harry giró el rostro para ver que ocurría, vio como la parte de escalera donde se encontraban Frodo y Aragorn, se balanceaba, amenazando con caer con ellos sobre ella. El joven montaraz vio esto con temor y, dejando el escudo de lado, apunto la vara hacia sus amigos, pero ¿a cuál ayudar? No podía hacer levitar a ambos, solo a uno a la vez, y si quitaba el peso de un cuerpo seguro que la escalera se venía abajo más rápido. Se encontraba en esta indecisión, cuando Aragorn hizo acopio de todo su ingenio y empujaron a la escalera hacia ellos con el peso de sus cuerpos, logrando de esta manera llegar sanos y salvos al otro lado.

Hecho esto, comenzaron a correr por el angosto y peligroso puente de Khazad Dûm, pero Gandalf se detuvo en medio de él, empuñando espada y vara. De las sombras, una enorme figura que exhalaba fuego y sombras se acercó al mago.

- ¡No pasarás! – gritó – soy el protector del fuego sagrado, portador de la llama de Arnor ¡El fuego oscuro no te protegerá! ¡Fuego de Urûm! – la bestia le atacó con una enorme espada hecha de fuego y sombras – ¡Tú no pasarás! – grito estentoreamente dando un fuerte golpe con la vara sobre el puente, derribando de esta manera parte de él, la parte donde la bestia se encontraba parada.

Gandalf se giró satisfecho consigo mismo. Lo siguiente paso demasiado rápido. Un látigo se ataba a uno de los pies de Gandalf. Una fuerte punzada en la cicatriz de Harry.

- ¡Huyan insensatos! – fueron las últimas palabras de Gandalf, pero que Harry ya no escucho, pues se perdió en la oscuridad, una dolorosa oscuridad.

Una sonrisa maléfica apareció en los labios de Harry, y unos ojos rojos vieron caer a Mithrandir a través de la oscuridad del abismo.

Al fin.


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