Circe: TT pero, pero...
Aoi: Harry Potter pertenece a Rowling y El Señor de los Anillos a Tolkien ¬¬ No hagas berrinche
Circe: snif snif que mala eres buaaa buaaa
Aoi: ¬¬ callate, si no quieres que te suture la boca
Circe: ..... - se comienza a poner morada por aguantar la respiración
Aoi: ... que escritora más loca ¬¬ yo pedí ser musa de alguien con talento y me enviaron con esta
Agradezco todos los lindos reviews que me envían en el capítulo 12 me enviaron muchos más que en cualquier otro capítulo :P creo que les agradan más los capítulos cortos, hum, estoy comenzando a pensar que es mejor escribir capítulos cortos. Anyway. Aquí están las contestaciones de lo reviews.
Allison Black: U Bueno, al menos no los mate :P De eso sirvió la comitiva, por que de hecho tenía pensada tortura china para Sirius je je je – risa diabólica – y bueno Harry duda por que piensa que puede ser otra de las visiones de Voldie. Nos vemos [Aoi: saludos a mi queridísima amiga Galen Circe: ¬¬ ey no te metas Aoi: yo te inspiro ¬¬ lo mínimo que puedes hacer es darme mi espacio Circe: ...] Er, espero que no quieras matarme por lo que le espera a Sirius U Chao
Herm-Kinomoto: XDDD sip, los finales son para matar a la autora :P pero que puedo hacer, me encantan los cliffhanger.
Luin: XDD Contigo no cambia, siempre quieres matarme XDD Oo ¿fanservice? XDDD Apuesto a que quieres más de eso, pero ya veremos, ya veremos. Por lo pronto disfruta de este capítulo que siento que me van a querer matar por lo que le hago a Siri-boy XDD
jessytonks: :P Sip, me la pase genial en la playa ;; aunque me maree en el camino XDD ya esta aquí, ya verás lo que el destino [Aoi: ¬¬ yo diría la autora] le depara a Sirius. Ciao :P
: U Gracias, espero que te sigan gustando los capis
GaRrY: ;; ¿De verdad crees que voy bien?
lily evans1: …. Er ¿mañana es igual a dos semanas después? U De hecho tenía pensado actualizar pronto, pero la escena del reencuentro de Sirius y Harry no me salía ¬¬ ese Sirius, me esta costando trabajo. Nos vemos y espero que te guste el chapi.
Nelly Esp: Aquí esta la continuación esperemos te guste la interacción entre Sirius, Harry y Aragorn.
Mirug: :P Sirius y Harry juntos... je je je – risa diabólica – pues no se puede decir que vivieron felices y comieron perdices... Nos vemos
LYLI EVANS: ¿Decepcionado? U Esa palabra no me gusta, pero que se le puede hacer, es una opinión y todas las opiniones son bienvenidas. Realmente siento no haber actualizado antes de dos semanas Oo pero el reencuentro Sirius/Harry fue un reto ¿Orión es l segundo nombre de Sirius? Oo no lo sabia, lo había visto en muchos fics pero nunca me imagine que fuera oficialmente su nombre, gracias por la información y sorry por mi error. Con respecto a White, realmente no lo había visto en ningún fic, simplemente se me hizo gracioso que Sirius usará el color contrario a su apellido U se me hizo como que se estuviera burlando (en caso de que hubieran sido del ministerio) de todas formas una disculpa al autor de ese fic Nos vemos y espero que te guste el capi (U al menos más que el otro).
Lucumbus: cierto, Éomer no llega con Gandalf, llega el mariscal del Folde Oeste que se llama Erkenbrand De hecho gracias a ti y reconsiderado mezclar del libro y de la película (a mí también me hubiese gustado que le metieran más del libro en la batalla) espero que te guste como la escriba XDD sip, dos magos XDDD Snuffles sufrirá un poquito en este capi. Nos vemos y espero que te guste :P
Layla Kyoyama: XDDD ¡Si! ¡Siri-boy regreso! U Aunque no será muy feliz U y Gandalf ¬¬ ese viejito sabe más de lo que debería XDD aunque el que no sabe leer mentes es Aragorn, a él si le dio ataque cuando vio a Sirius :P Nos vemos y espero que te guste este capi
Highelve: Er, Oo ¿Cómo se me pudo haber olvidado? Es cierto, una enorme disculpa por eso U lo del agua que sale de varita, realmente me había olvidado por completo de lo que hace Fleur. Prometo cuidar mejor esos detalles en el futuro, gracias por avisarme de ese error. Espero que te guste este capi, de hecho la mayoría de él se lleva a cabo en el castillo de Edoras, no salen mucho pues hay pláticas importantes que hacer. Nos vemos y una vez más gracias y una enorme disculpa.
Ouroboros Vipertooth: U Me declaro culpable :P Si, es cierto que tiendo a confundir las palabras homófonas, he de confesar que me encuentro con dos que se escriben parecido y me digo "¿cuál es la buena?" Aunque no se que hacer para solucionar eso. Si conoces algún corrector ortográfico bueno, me serviría mucho que me dijeras cual es y donde puedo conseguirlo ... Oo ¡¿No pongo separaciones?! De hecho si las pongo, y generalmente revisaba los capítulos cuando los subía para saber como los ponía , y me di cuenta (gracias a que me dijiste eso, cheque todos los capítulos :P) que a partir del capítulo 10 no me pone las separaciones, ya los cambie, y estos si me los pone (al menos en el capítulo 12 lo hizo). Gracias por el review, créeme que tomaré en cuenta todo lo que me dices. Nos vemos y esperemos que te guste este capítulo
LARIENBLACK: … ejem ¿yo? ¿cruel? No, que va si soy una niña muy buena... aunque creo que no pensarán eso después de leer como hago sufrir a cierto cachorro... Nos vemos y espereo que te guste el capítulo.
Calanor: U Creo que me maldecirás todavía más después de leer este capítulo, ejem, yo no dije nada ## Gracias por la felicitación Oo ya hacía falta no sabes cuanto me agrada que te guste el fic, realmente es muy bueno saberlo TT ¿la uni? TT Te entiendo, es un martirio Oo pero que se le va hacer, queríamos estudiar ¿o no? :P ¿Curso d verano? Oo ¿no tienes flojera? [Aoi: no la escuches, que ella le guste flojear es otra cosa Circe: ....] XDDD Dile a tu hermana que entiendo lo de Snape, pero hay que recordar que el que lo compara es Sirius y que Sirius odia a Severus XDD ¿tu crees que Voldie ya no podrá hacer nada? La respuesta me la reservó XDD no te quiero arruinar la sorpresa, y con respecto a lo de si la comunidad mágica se traga el cuento XDD bueno, unos si, otros no, eso lo verás en los próximo capítulos :P Por cierto Oo ¿Cómo supiste? Cuando se me ocurrió lo de Harry en la pradera, estaba pensando justo en las tentaciones de Cristo U aunque en mi cerebro quedaba mejor que como quedó. Bueno, creo que ya he escrito mucho y te quito tiempo para que leas el capi ;P Nos vemos y espero que les guste mucho (¿tu hermana también me lee?). Chao.
Sara Fénix Black: Hola. Lo de si Remus escucho el espejo la primera vez, es un no, U estaba muy dormido... que te puedo decir ¡Voldemort es cruel! XDD De hecho creo que le da sabor a la historia Oo a pesar de que se aporrea a Harry... XDD No eres la primera que le encanto la parte en la que Legolas le salva la vida a Padfoot. Y con respecto al nombre, Orion White, es cierto que no es distinto pero, ponte a pensar que Sirius es un bromista, imaginate que hubieran sido aurores quienes le hubiesen ayudado y aún así dejarlo ir ¡Sirius se abría muerto de la risa por la bromita jugada al ministerio! Escapar después de decir un nombre tan parecido al suyo :P Con respecto a la pregunta cuanto lleva Sirius en la Tierra Media aquí se resuelve, junto con la de quien lo hirió, junto con la de porque no fue tan emotivo con Remus XDD Eres la segunda que me dice eso de Snape y de Grima, pero, recordar que es Sirius el que compara, y él ¡odia a Severus! Ya, ya, te dejo para que leas el capítulo XDDD Nos vemos y espero que lo disfrutes.
Kagome-Black: XDDD Gracias por le review, :P me alegra que siga jalando gente que lo lea ... Oo no, mejor tomate algo para la pancita, por que en este capi... ejem, mejor te dejo para que lo averigües ;P Disfruta del capi (con un vaso de leche al lado).
CBMLupin: Me alegra que te haya gustado por que cuando lo publique tenía dudas de subirlo ejem esa es otra de las razones por las que tardo en publicar UU si no me gusta no lo subo :P Te dejo para que leas el capitulo y que me envíes un review ;)
Rosemary Black: Hello :P ¿Qué pasará cuando Harry se encuentre cara a cara con Sirius? XDD Oo yo me hice esa misma pregunta cuando estaba escribiendo el capítulo UU de hecho decía "waw, quiero leer el capítulo 13... -- yo soy la autora, para leer primero tengo que escribirlo" :P En este chapi no sale Remus, pero saldrá en el siguiente... espero
Lily Potter: Ejem, insisto señora Potter U usted ya es una señora CASADA :P deje a Sirius para las que todavía estamos solteras y podemos divertirnos. Gracias por el review y esperemos que te guste este capi... posdata: recuerde que es una señora casada.
Dorian-Crow: ¡Ey! Me he leído tus historias en -- no he dejado reviw por que hasta hoy me di ¿el lujo? De no meterme a la red, ejem ¡estan muy buenas! Y hablando de reflexiones y cero batallas, este capítulo me recordó mucho al concilio de Elrond, pues todos solo están hablando U aunque me gusto que quedará así y era necesario. Espero que les guste.
Selene Snape: Aquí esta la suerte de Sirius esperemos que no intenten asesinarme después de leerlo.
Agus y Moony: Oo ¿Te leíste los tres ultimos juntos? Oo esos son los más largos de la historia Oo ... bueno, con excepción del 12 :P y aquí llego la continuación ¡Sirius ya llego! U
Kami: ¿Tu crees? Pues veremos si opinas lo mismo de este capítulo... nota: cualquier intento de asesinato llevarlo en contra de mi musa, pues ella fue quien lo planeo todo...
Akirah, la nieta de Vegeta: :P gracias por la ayuda, aunque no creo que quieras borrar del mapa a Sirus ya que era él quien me costaba trabajo me lo he imaginado siempre como un hombre feliz que no sabía como describirlo en una escena ejem triste con Harry U er, dile a tu abuelo que no sea cruel y no destruya el planeta y, gracias por pensar eso de mí (Circe no lo repite por respeto a Akirah ) y del fic. Esperemos que te guste este capi y no intentes asesinar a Harry al final de él
Kei-Kugodgy: Ejem, hola U no puedo actualizar muy seguido, el doctor me ha diagnosticado bloqueos mentales seguidos U y con eso de que no publico sino me siento que el capi quedo respetable Oo de cualquier manera aquí esta ya el 13 (oO el número de la mala suerte, esperemos que eso no me afecte) y disfrútalo. Nota: de hecho soy una :P aunque Aoi cobra vida dentro de mi :P
¡Volví! ¡Volví! Muajajajajaja U Er, creo que no salió muy bien la entrada aterradora.
Tiempo: Al final del capítulo Inglaterra 11.33 días Tierra Media 170 días
Harry Potter en la Tierra Media
Capítulo 13
Sirius Black
- ¡Viva el rey Théoden! – gritó la voz de Aragorn, y de inmediato todos los súbditos comenzaron a arrodillarse. Dejando expuesto a un joven de ojos verdes que seguía de pie
Los ojos de Aragorn se posaron de inmediato en los verdes de su pupilo, y una alegría se dibujo en su rostro. A punto estuvo de gritar el nombre de aquél que quería como a un hijo, pero...
- ¿Harry? – por el rabillo del ojo, Sirius había observado que otra persona no estaba arrodillada. Curioso por saber quien, giró el rostro y se encontró con un par de familiares ojos verdes. Sirius ahogo un grito de sorpresa ¿Harry? El joven era sin duda parecido al hijo de James, pero a la vez tan distinto. Fijo la vista en la frente del muchacho. Una cicatriz en forma de rayo – ¡Harry! – exclamó mientras se acercaba al adolescente
El joven montaraz giro su rostro a la persona que había dicho su nombre, y cuando sus ojos se posaron en él una ola de emociones lo golpeó, arrastrándolo a un inmenso océano lleno de ellas. El color de su rostro se desvaneció, dejando una piel pálida, con un sudor frío y pegajoso bajando por su frente, humedeciendo sus cabellos. Dio unos pasos atrás, como si eso pudiera alejar a ese ser, ponerlo a una distancia segura. La confianza que había sentido al escuchar la voz de Aragorn se había desvanecido... la alegría
¡¿Por qué Voldemort se aferraba en golpearle donde más le dolía?!
- Tu estas muerto ¡Sirius Black esta muerto! – gritó Potter ganando la atención de todos y cada uno de los rohirrím
- Pero... Harry – insistió Sirius – Soy yo. Mírame ¡Soy yo! – dijo acercándose lentamente al chico, extendiendo los brazos, mostrándose completamente. El joven frente a él le observó unas milésimas de segundo, con las pupilas dilatadas y entonces comenzó a desvanecerse, cerrando los párpados.
Harry Potter se encontraba demasiado débil, y el espejo no podía protegerlo... por que no había de que protegerlo.
Sirius, olvidándose de todo, se precipitó ha atrapar el cuerpo de su ahijado, antes de que éste golpeará la dura piedra y tierra a sus pies.
- Oh dios – exclamó Sirius, con el cuerpo inerte de ese niño que era un hijo para él, entre sus brazos – Harry. Harry despier…
- Suéltalo – siseó una voz a su lado, sintiendo el frío filo de una espada en su cuello
Sirius giró lentamente el rostro, aferrando el cuerpo de Harry. Quien quiera que fuera, no lo alejaría de él.
- He dicho que lo sueltes – dijo Aragorn, clavando sus grises ojos en los azules de Sirius. No sabía quien era este hombre, tan solo había visto el miedo reflejado en el rostro de Ezellahen. No dejaría que dañará al muchacho, no ahora que había regresado a él – déjalo suavemente sobre el suelo, y aléjate de él
- Nunca. Él es mi ahijado y tendrás que matarme si quieres apartarlo de mí – replicó Sirius Black
Hubo un breve silencio durante el cual los dos hombres se estudiaron cuidadosamente. La tensión era tal que el pueblo no dio importancia cuando Grima salía por la puerta, sobre el lomo de uno de los caballos del rey Théoden.
Sirius no sabía que hacer. Harry estaba inconsciente en sus brazos y ese hombre tenía una afilada espada sobre su cuello. Con el rabillo del ojo, buscó algo que le pudiera servir, algo con que defenderse. En un intento desesperado, Sirius desenfundó la espada de Harry, golpeando con ella la de Aragorn y alejándola de su cuello.
El montaraz preparó su espada y tiró un fuerte golpe con ella a Sirius. Éste la había bloqueado pero había tanta fuerza en el golpe de Aragorn que hizo al animagus caer de rodillas, golpeándose ambas con las piedras que formaban el piso.
Como un 'miembro de la noble familia Black' había recibido la 'apropiada enseñanza' de esgrima desde que tenía cinco años, pero al entrar a Hogwarts esta se había descuidado, y que decir cuando había huido de casa. Prácticamente era un milagro que todavía recordará algo, pero este hombre, Aragorn, era mejor que él, mucho mejor.
Aragorn volvió a cargar, lanzando un golpe al cuello de Sirius. Si no quería soltar a Harry por las buenas, lo iba a hacer por las malas, y que mejor que muerto para alejar sin preocupaciones y daño alguno el cuerpo de su pupilo de ese hombre.
Sirius sintió la brisa del viento en su cuello. Elevando la espada cubrió una vez más el ataque, pero Aragorn lo desarmó con un hábil y rápido movimiento.
El montaraz giró sobre sí mismo, deslizando la fina hoja de metal sobre las capas de viento. Esta era la oportunidad. Ese hombre moriría.
- ¡Basta! – gritó la estentórea voz de Gandalf, deteniendo el golpe de Aragorn a milímetros del cuello de Black – Ambos se están comportando como niños – exclamó malhumorado mientras bajaba la escalinata de piedra – El cuerpo de Harry esta en medio de ustedes dos, podrían dañarlo con esta tonta pelea – Mithrandir estudió a los dos hombres. Aragorn ya había bajado la espada, pero sus ojos no se separaban del cuerpo de su pupilo – Creo que necesitamos hablar, y si el rey Théoden nos lo permite, dejaremos a Ezellahen en una de las alcobas del castillo, mientras nosotros arreglamos este asunto
Gandalf giró para encaminarse a las puertas de Meduseld, pero al no sentir que los dos hombres en cuestión avanzaban, volteó la cabeza, encontrando a estos dos mirándose con desconfianza mientras Orión aferraba el cuerpo de Harry.
- Legolas se encargará de cargar al muchacho – dijo Gandalf, mientras el elfo se acercaba a Sirius, pero éste no estaba dispuesto a dejarlo ir – por favor, Sirius – clavo sus ojos en los de él – nadie le hará daño
El animago le entregó a Legolas el cuerpo de Harry, recordándose que él había sido quien le salvó la vida.
oOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo
Meduseld, que se había recubierto con la alegría de tener una vez más a su fuerte rey de pie y empuñando su noble espada, había vuelto a bañarse de tristeza, pues Théoden se había enterado de la muerte de Théodred, su hijo y único heredero.
Las mujeres, guiadas por la dama Éowyn, bañaban y preparaban el cuerpo del príncipe. Pronto el funeral se celebraría y Théodred no volvería a ver más la luz del día, sellado en una tumba de piedra.
El inconsciente cuerpo de Harry había sido depositado en una de las habitaciones del castillo. Y ahora Aragorn, Gandalf, Legolas y Gimli esperaban la explicación que tenía que darles Sirius.
Los cinco se encontraban en una sala del castillo, decorada con distintos lienzos que representaban antiguas batallas. Unas sillas de oscura madera habían sido puestas en la habitación para la comodidad de los invitados, aunque Sirius no era precisamente un invitado.
Aragorn lo observaba con desconfianza. No le había gustado nada el comportamiento de Harry cuando había visto a este hombre. Y lo entendía. En Rivendel, Harry le había dicho quien había sido Sirius Black, su padrino, a quien él había querido como a un padre. Su perdida le había causado mucho dolor. Y cuando al fin Harry parecía haberse repuesto a esa perdida, este sujeto se le ponía en frente, clamando ser su padrino.
Sirius estaba confundido, molesto. Al fin había encontrado a su ahijado y se lo habían vuelto a arrebatar, nada menos que los que le habían salvado la vida. No entendía que hacía Harry en estas extrañas tierras, ni como había llegado. De algo estaba seguro. Remus no sabía donde se encontraba el chico, y se sentía culpable. Sonrió. Todavía podía leer perfectamente a Remus Lupin, el único amigo de la infancia que le quedaba.
- ¿Quién eres? Y ¿Por qué conoces a Harry? – le preguntó Aragorn, volviéndolo a la realidad
- Mi nombre es Sirius Black – dijo irguiéndose, demostrando que no sentía un ápice de miedo a pesar de estar completamente desarmado – y, como ya les dije, soy el padrino de Harry
- Eso es una mentira – exclamó el montaraz, clavando sus ojos grises en la figura de Black
- ¡No lo es!
- Sí que lo es – prorrumpió Aragorn – Él mismo me dijo que Sirius, su padrino, había muerto
Esto dejo sin palabras al animago, quien hacía una perfecta representación de un pez al abrir y cerrar la boca, en busca de alguna respuesta mejor.
- Sé que – comenzó lentamente – para Harry y para muchos en el mundo mágico yo morí esa noche en el Departamento de Misterios, pero – trago saliva – no lo hice – dijo, mirando a cada uno de los presentes a los ojos
- Entonces... – comenzó Aragorn, pero Sirius lo interrumpi
- Es cierto que atravesé el velo del arco de la muerte, pero, no se cómo o porqué, pero termine aquí, en este extraño lugar y estuve perdido durante un día hasta que ustedes...
- Espera un momento ¿un día? – exclamó Aragorn – pero, Ezellahen me contó de tu muerte hace como cinco o seis meses, no estoy seguro
Sirius lo observó confundido.
- ¿Quién es Ezellahen? – preguntó, no exactamente a uno en especial, pero tirando la pregunta para que alguien se la respondiera
- Es el nombre élfico de Harry – dijo Legolas
- ¡Elfos! – exclamo Gimli – Poniéndoles nombres absurdos a todas las cosas, a pesar de que ya lo tengan
- Ezellahen no es un nombre absurdo – se defendió Legolas. Era cierto que ambos ya eran buenos amigos, pues en Lothlórien Legolas y Gimli habían paseado muchas veces bajo los dorados árboles de Caras Galadon. Pero a nadie le hacía daño una pequeña rencilla entre ambos, que más bien era como un juego – significa 'Ojos Verdes' y Harry tiene los más extraños y hermosos ojos verdes que yo allá visto – explicó Legolas – es el perfecto nombre para Harry había susurrado Sirius, con una sonrisa en los labios Lily se sentiría muy orgullosa
- Bien – habló Gandalf – parece ser que nuestro amigo ya entendió el nombre y quien es esa persona. Pero lo que dice Aragorn es cierto, hace alrededor de cinco o seis, pues ese es el tiempo que el muchacho lleva en estas tierras
- Pero – Sirius los miro confundido – pero, lo del Departamento de Misterios...ocurrió hace tan solo dos días a lo mucho
Hubo un silencio. Cada uno pensando en lo extraño que todo esto sonaba.
- Siento mucho interrumpirles – entro la dama Éowyn – pero mi tío, el rey Théoden, parte con el cuerpo de su hijo – dirigió sus ojos a los de Aragorn – vamos hacia las tumbas de nuestros antepasados
Aragorn miró indeciso a Gandalf y luego a Sirius. Deseaba quedarse. Quería arreglar este asunto antes de Harry se despertará, además que no quería dejarlo solo en el castillo. Pero no ir sería una falta de respeto hacia el Señor de la Marca.
- Quédate Aragorn – dijo Gandalf, viendo la indecisión en el rostro del montaraz – nosotros – refiriéndose a él, Legolas y Gimli – iremos en tu lugar. De todas formas no pensaba dejar a Théoden solo con este pesar
- Pero, tengo que decirle al rey – Aragorn se encaminó a la puerta, pero al llegar a ella – tú quédate aquí – dijo a Sirius, y aunque éste sintió que era un poco rudo con él no dijo nada
Cuando Aragorn se dio media vuelta para salir de la habitación se encontró cara a cara con el señor de Rohan. El rey vestía magníficamente, con una gruesa capa verde sobre sus hombros y la corona presionando sus dorados cabellos
- He escuchado éste pequeño intercambio – habló Théoden – no debes preocuparte por nada Aragorn, si ese muchacho es como un hijo para ti, quien soy yo para alejarte de él e impedirte buscar su bienestar. No, debes quedarte. No alejaré a un padre de la cama de su hijo, no después de que yo he sido tan ingrato con el mío – agregó en un tono de tristeza. El rey se dio media vuelta en seguida, pues las lagrimas comenzaban a asomar por sus ojos, y un rey no se debe permitir la debilidad de llorar frente a otros. En lugar de eso, encerró el dolor en su rostro, y se encaminó con paso firme y orgulloso hacia la puerta, donde el cuerpo de su hijo le esperaba
- Haz escuchado al rey – dijo Gandalf – No te preocupes Aragorn, nosotros iremos. Arregla este asunto, sabes muy bien que a nosotros también nos interesa el bienestar de Harry
Mithrandir salió por la puerta, seguido por Legolas y Gimli, quienes antes de salir se acercaron a Aragorn y le regalaron una mirada de apoyo, y el elfo un apretón amistoso en el hombro.
Sirius y Aragorn quedaron solos en la habitación.
- Por que no me cuentas tu historia – le dijo Aragorn – seguro que encontraremos algo que nos indique que llevas más tiempo en la Tierra Media
- Te digo que hace alrededor de dos días de lo del Ministerio
- Cuéntame – no fue una orden, simplemente una petición. Sirius miró a este hombre. Le contaría lo que había pasado
- Todo comenzó al final del quinto año escolar de Harry. Voldemort – Sirius se detuvo, esperando que Aragorn le preguntará quien era él, pero no lo hizo, en cambio, con una inclinación de cabeza le dio a entender que sabia de quien hablaba – descubrió que tenía una conexión mental con Harry, y comenzó a mandarle sueños en los cuales sus sirvientes me tenían preso en el Departamento de los Misterios. Harry, sin tener a quien acudir, decidió ir a salvarme. A pesar de que él no quería, con él fueron algunos de sus amigos. No pensaban dejarlo ir solo. De cualquier manera, al llegar se enteró que todo era una trampa, yo no estaba prisionero, tan solo había sido llevado a ese lugar para que pudiera retirar una esfera mágica que guardaba una profecía. Solo Harry o Voldemort podían tocarla sin temor a volverse locos. Al enterarse de que todo había sido una trampa, una pelea comenzó entre los mortífagos, que son los sirvientes de Voldemort, y el grupo de Harry. Unos niños que no pasaban los 15 años de edad les dieron batalla a esos desgraciados, pero seguían siendo unos niños, muy valientes he de agregar. Cuando nos enteramos de lo que había sucedido y a donde había ido Harry, varios magos adultos fuimos a ayudarlos. Los encontramos en un cuarto que guarda un misterioso arco que parece ser la puerta al mundo de los muertos, y quien lo cruza queda atrapado en él. Al llegar, todo era un caos, y los chicos estaban atrapados. Créeme cuando te digo que llegamos como caídos del cielo. Yo comencé un duelo con una mortífago, Bellatrix Lestrange, cuando...
oOoOoOoOoOoO Flashback OoOoOoOoOoOo
- ¡Vamos! ¡Tú sabes hacerlo mejor! – le gritaba burlonamente Sirius a Bellatrix, haciendo que su voz resonará en toda la habitación
Un haz de luz roja salió de la varita de Bellatriz, dándole de lleno en el pecho.
Él no había dejado de reír del todo, pero abrió mucho los ojos, sorprendido. Su cuerpo se curveo describiendo un majestuoso círculo, atravesando el raído velo que colgaba del arco, viendo por última vez los asustados ojos de Harry.
Sirius Black sintió miedo, sorpresa. Sabía de que arco se trataba, y había sido tan tonto como para ponerse a jugar con Bellatrix al lado de esa cosa.
- ¡SIRIUS! – el animago escuchaba los gritos de Harry, llamándolo, sobrepasando el grito de triunfo de Bellatrix – ¡SIRIUS! – el animago deseaba con todas sus fuerzas responder a los gritos de su ahijado, salir por el velo, y después comenzar a reírse como si todo hubiera sido una broma planeada por él
Lo siento, Harry. De verdad lo siento. Eran las palabras que pasaban por la cabeza del Black, mientras sentía como su cuerpo caía al vacío, a la muerte Perdónenme, James, Lily.
oOoOoOoOoOoO Fin del Flashback OoOoOoOoOoOo
Aragorn se encontraba recargado en uno de los pilares, escuchando atentamente el relato de Sirius.
El animago caminaba entorno a la habitación, reviviendo el momento en el que pensó que había muerto, recordando todas las cosas malas que había hecho y las buenas que no hizo.
- Después de eso – continuo Sirius – me sentí caer en un abismo. Mi cuerpo se precipitaba hacia un fondo que no existía, cayendo eternamente. No se en que momento o cuanto duró, pero quede inconsciente, sin saber que pasaba a mi alrededor – el animago se detuvo y recargo una mano sobre un pilar, cargando su peso en ella – Al despertar – suspiró – ya no me encontraba en el Ministerio, ni siquiera en los alrededores
oOoOoOoOoOoO Flashback OoOoOoOoOoOo
Sirius abrió lentamente los ojos ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado? Se levanto, pues había estado recostado en un montón de pasto seco. Le dolía horriblemente la cabeza, como si alguien se la hubiese golpeado. El animago la sacudió, esperando que con esto se le quitará ese horrible dolor.
Sentado sobre el pasto seco, giró el rostro para observar los alrededores ¿Porqué no estaba en el departamento de los misterios? Y lo más importante ¿Porqué no estaba muerto? Había atravesado el velo, pero... ¿era esto a donde el espíritu viaja cuando uno muere? Sonrió. No esperaba encontrarse en un túnel donde al final hay una luz y tus seres queridos te esperan, pero ¿una pradera? Y para colmo seca. Recargo la barbilla en su mano. A lo mejor era el infierno, quizá todas esas inocentes bromas jugadas en su infancia y adolescencia le habían condenado aquí, pero... se sentía tan... vivo ¿Era eso normal? Posiblemente solo era el sentimiento, pero de seguro que ya era un ente que no sentía dolor alguno. Por curiosidad, se pellizco la mejilla...
- ¡Ey! ¡Se supone que no debe doler nada! – exclamó mientras sostenía su pobre mejilla que comenzaba a ponerse roja... ¿Podría ser que no estuviera muerto? ¡Imposible! Él mismo se había dado cuenta que atravesó el velo ¡Quien podría olvidar semejante momento!
Sirius se puso a pensar y llego a la conclusión de que si no estaba muerto podría aparecerse cerca de los cuarteles de la orden y... ¡darle un susto de muerte a Remus! No, mejor a Snape, sirve que se deshacía del pelele grasiento. Si, eso haría.
Se concentró en el lugar a donde deseaba llegar, imaginando su cuerpo en ese mismo sitio, sintiendo la brisa del viento y el olor únicos de ese callejón al lado de la 'noble casa Black'. Incluso imaginó el retrato de su madre gritándole sandeces que a él le tenían sin cuidado. En fin, hizo todo lo que se debe hacer cuando se desea aparecer. Sonrió abiertamente al recordar su examen para conseguir la licencia de aparición. La bruja que se lo había hecho había estado coqueteando con él durante toda la prueba y le había dado el permiso rápidamente por una cita con él ¡Claro! No que él, Sirius Black, hubiese hecho incorrectamente la prueba, pero cuando uno es tan apuesto y encantador como es él, se puede dar esos lujos de intercambiar su agradable compañía por algo. Después de todo, ser una monada - como lo era él - no era cosa sencilla.
Silencio. El viento soplo con todas sus fuerzas alrededor de Black, agitando su sucia túnica. Y después de varios segundos, no se había movido de su sitio.
¡¿Porqué no podía aparecerse?! Trato una y otra, y otra vez, hasta que desistió de ello.
Esto era lo más raro que le había pasado. Según sus reflexiones, sino se podía aparecer estaba muerto, pero... ¿no que los muertos no sienten dolor?
Caminó sin dirección alguna, esperando encontrar pronto a otro ser pensante que le sacará de su duda. En estos momentos, incluso serían bienvenidos algunos aurores que desean cazarle para entregarlo a los dementores. Así de desesperado estaba.
No sabía cuanto tiempo había estado caminando, pero el sol y el clima algo sofocante habían deshidratado su cuerpo y deseaba más que nada unas cuantas gotas de agua, incluso su estomago, acostumbrado a comer bien y a sus horas este último año, comenzaba a pedirle alimento.
A sus oídos llego un sonido extraño, un sonido que le recordaba a cuando era un cadete de la armada de Magos de Choque. Era como si cientos de pesados pies golpearan el pasto al mismo tiempo, en una marcha interminable.
Aún sin decidir si seguía vivo o estaba muerto, se transformó en Padfoot, pues más valía tener precaución que encontrarse con una armada de aurores o de Magos de Choque.
Un enorme perro negro atravesaba velozmente la pradera, acercándose a la fuente de ese sonido. Desde lejos, Sirius había visto una larga fila, de ¿soldados? Marchando... ¡Corriendo! Esa era la palabra correcta. Uno bastante feo iba a la cabeza, con una ¿espada? entre las manos.
Cuando estuvo lo bastante cerca, se quedó petrificado en su sitio ¿Qué demonios eran esas cosas? Eran unas criaturas altas y negras, de piernas largas y fuertes, unos horribles ojos oblicuos, que vestían unas toscas ropas; las criaturas también cargaban unas espadas, y unos cuantos llevaban arcos. Tenían la cara pintada con blanco, y varios de los que llevaban casco tenían una mano blanca sobre éste.
Sirius no vio la flecha que se dirigía zumbante hacia él, ni los horribles gritos de ¡Carne! ¡Comida fresca!, pues sus ojos estaban sobre dos pequeños niños que cargaban esas criaturas inmisericordes. No les podía ver la cara, pero si que los dos llevaban unas largas capas y como su alborotado cabello rizado tenía manchones de sangre.
El animago había decidido ir a intentar ayudarles. A pesar de no tener su varita – quien sabe donde había quedado – algo se le ocurriría, pero no podía dejar que esas criaturas lastimarán a dos niños.
Un fuerte quejido salió de la boca de Padfoot cuando la flecha se había clavado en costado, manchando con roja sangre el negro pelaje. El animago había caído gimiendo sobre la hierba, pero entonces su fino oído escucho que unos cuantos de esas criaturas se acercaban rápidamente a él.
Imaginando que lo querían para cena, Sirius se levantó como pudo y corrió, alejándose de esas criaturas. Pero la herida le dolía demasiado, la flecha le quitaba movilidad, y esas criaturas se acercaban cada vez más.
Un fuerte grito se escucho. El jefe de esa brigada les ordenaba volver, no tenían tiempo para cazar perros, el amo quería que los hobbits llegaran rápidamente a su torre.
Las criaturas que lo habían perseguido se detuvieron, y giraron la cabeza hacia donde el perro había estado. Ya no vieron nada. Aunque podían oler la sangre del animal, era mejor volver. No querían enojar al amo con su retraso.
Sirius, escondido entre la alta hierba, espero un tiempo prudente, y cuando los pasos se habían alejado y se habían perdido con el reanudar de la marcha, salió lentamente. Cojeando.
Padfoot se arrastro por la hierba, manchándola con el líquido carmín que salía de su herida.
Ya no podía más. El dolor, el cansancio, la sed y el hambre lo habían debilitado de sobremanera. Sentía los párpados muy pesados y estos se le cerraban. Con un último gemido, se dejo caer sobre la hierba, transformándose una vez más en Sirius Black.
Estaba solo, en medio de la nada.
Si aún le quedaban dudas de si seguía vivo o estaba muerto, pronto dejarían de existir, por que de seguro moriría en ese lugar.
oOoOoOoOoOoO Fin del Flashback OoOoOoOoOoOo
Sirius se giró hacia Aragorn, esperando que este le creyera.
El montaraz estaba pensativo, recargado en el mismo pilar desde que había comenzado el relato de ese hombre.
Sirius había dicho muchas cosas anormales, y en cierta manera había hablado como Harry, de las mismas cosas extrañas que él, Aragorn, no conocía. Con respecto a la parte de los orcos no había duda alguna, pues ellos mismo le habían curado la herida, pero ¿qué se transformará en perro? Bueno, tampoco podía dudarlo, después de todo Beorn de la tribu de los beórnidas era un cambiador de piel y Sauron mismo podía cambiar de apariencia. Además de que era un mago, según le había dicho. Gandalf se encargaría de probar eso, y, pensándolo bien, Gandalf no parecía desconfiar de Sirius ¡Mithrandir siempre sabia más de lo que uno imaginaba! ¿Cómo le hacía? Seguro que si le preguntaba le saldría con algún acertijo.
- ¿Me llevarás a donde se encuentra Harry? – preguntó el animago, sacando de sus pensamientos a Aragorn
- Disculpa, no te escuche – dijo sinceramente el montaraz
- Pregunté si me llevarías con Harry... es solo que estoy preocupado por él... no se veía muy bien cuando me vio – sonrió amargamente – y es comprensible, después de todo piensa que estoy muerto
- Iremos a la alcoba donde se encuentra – dijo Aragorn – pero si esta dormido tendrás que esperar a que despierta, y si esta despierto entraré yo primero a hablar con él – le dijo mirándolo a los ojos – lo preparé para recibirte, no quiero que vuelva a tener un susto como ese. Además de que se encuentra muy débil – agregó pensativo – estoy seguro que padeció de una inmensa sed...
- Pero... se pondrá bien ¿cierto? – preguntó ansiosamente Sirius
- Por supuesto. Ezellahen es un muchacho muy fuerte, se necesita más que eso para acabar con él – y agregó después de un silencio – sígueme
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Harry se removió en la suave y cálida cama, despertando lentamente de su letargo ¿Qué había pasado? Gruñó. La cabeza le dolía y no podía recordarlo. Se restregó los ojos con ambas muñecas, dándose cuenta que no llevaba puestas sus guantaletas. Revisándose vio que tampoco llevaba la capa élfica, ni su larga gabardina negra. En cambio llevaba puesta una holgada camisa blanca, cuyas mangas se extendían un poco más al llegar a sus manos.
Ezellahen se sorprendió un poco por esto, y al observar atentamente la habitación se dio cuenta que era de una arquitectura que no había visto antes. No era retocada y refinada coma la de Rivendel o la de Lothlórien, en las cuales hasta la mínima ruptura parecía haber sido puesta con algún propósito que el ocupante ignoraba por estar inmerso en tanta belleza.
La habitación tenía un diseño un poco más tosco, pero despedía una nobleza que solo castillos que han visto muchos inviernos pueden tener.
Los tapices que colgaban de las paredes estaban hechos con materiales suaves al tacto, y en ellos estaban capturados gloriosos momentos de guerra, donde guerreros de largos cabellos rubios, empuñando endosas lanzas, cabalgaban orgullosos al fuego de la batalla.
La alcoba se encontraba sumida en una suave sombra en la cual solo brillaban las luces que despedían las velas que colgaban de las oscuras paredes de madera.
Harry giró la cabeza hacia arriba y observo un candelabro de metal, pero cuyas velas no ardían.
La cama estaba cubierta con blancas sabanas, pero, arremolinada al pie de la cama se encontraba la piel de algún animal, y la cama misma descansaba su peso sobre una alfombra formada por la piel de un enorme animal, que Harry juraría era de algún tipo de oso.
Al lado de la cama había una mesa sobre la cual descansaba una jarra de agua y un vaso. Y sobre una silla, estaban sus ropas, su espada dentro de su funda al igual que su vara.
En un impulso se reviso el cuello. Ahí estaba el regalo de la blanca dama de los bosques de Lórien.
¿Dónde estaba? Parecía que se había perdido en alguna película vikinga.
Una nueva punzada en su cabeza le hizo cerrar los ojos. No sabía que le había pasado, pero se sentía mareado, algo así como cuando los Dursley lo dejaban días sin comer.
El sonido de la pesada puerta de madera abriéndose le hizo elevar la vista hacia ella. Aragorn entraba. De inmediato sintió una inmensa alegría. Al fin le había encontrado.
Cuando el montaraz elevó los ojos y se encontró con los verdes de su pupilo le sonrió, y después, sacando la cabeza de la habitación, hablo con alguien pero Harry no podía ver con quien.
El heredero de Elendil entró a la habitación y después de cerrar la puerta se acercó a la cama donde reposaba el joven. Inspecciono el rostro de su pupilo, y luego le abrazó fuertemente, feliz de que estuviera otra vez con él.
- Me alegra que hayas llegado hasta Edoras tu solo. Cualquiera diría que conoces la Tierra Media como un gran montaraz, y eso que solo te enseñe el mapa un par de veces – le dijo Aragorn, sentándose en la cama
- No – explicó Harry – he llegado hasta aquí por mera coincidencia, la verdad no sé como le hice para encontrar el camino. Solo sabía que debía ir hacia el sur, pues hacia esa dirección tu y Gandalf – hizo un mueca de tristeza – nos habían guiado. Sabia que debía de estar en Gondor o en Rohan por que el clima es más cálido en estos lugares. Aunque, no se como he terminado en esta alcoba
- ¿No recuerdas nada? – le preguntó su mentor
Harry meditó su respuesta, tratando de recordar lo último que había hecho. Recordó la pradera, la inmensa sed, y las torturas de Voldemort, incluso recordaba el pueblo y el arroyo, pero nada más.
- No – dijo mientras bajaba la vista, avergonzado de no responder a la pregunta
- No hay nada de que avergonzarse Harry – le dijo Aragorn – es solo que... bueno. Harry, hay algo que debo decirte – dijo tomando un serio semblante. Harry lo miro expectante – Primero que nada, estas en el castillo de Edoras. Meduseld, el castillo dorado. Residencia del rey Théoden y de su familia – Ezellahen asintió con la cabeza, dando a entender que le escuchaba – Te tengo una excelente noticia. Gandalf. Él esta vivo
- ¡¿Vivo?! – grito Harry – ¿Dónde? ¿Cuándo?
- Wow, tranquilo. No se encuentra ahora en el castillo, pero pronto lo verás
- Pero yo pensé que el Balrog lo había...
- Todos lo hicimos. Pero nos volvimos a encontrar con él. Al parecer tuvo una interesante pelea con el Balrog, en la cual resulto vencedor y ahora ha vuelto mucho más poderoso
- Me alegro de eso. De verdad me alegro – dijo con una sonrisa. Su semblante cambió a uno más serio, recordando algo – Aragorn ¿Dónde esta Frodo? ¿Esta bien?
Silencio. Aragorn le miro seriamente.
- Muchas cosas pasaron, cuando tú desapareciste – Harry le miro expectante, temiendo que cualquier cosa horrible le hubiera pasado al portador del anillo – Como te diste cuenta, los guerreros uruk-hai nos atacaron, Frodo estaba perdido y nos dispersamos para buscarlo. Yo le había encontrado, pero en ese momento llegaron los enemigos. Le dije a Frodo que corriera, que se fuera, pues eso era lo que buscaba cuando se alejo de nosotros, irse él solo hacia Mordor, antes de que el anillo nos corrompiera a todos y terminará destruyéndonos. Él corrió mientras yo entretenía a los uruk-hai. Pronto llegaron Legolas y Gimli, y me ayudaron a pelear. No sabíamos nada de la suerte de los hobbits, ocupados en entretener al enemigo para que Frodo consiguiera escapar ileso – Aragorn se giro a Harry, y tomo sus manos entre las suyas – El cuerno de Gondor resonó por todo el bosque, Boromir pedía ayuda... cuando llegamos... él estaba agonizando – Harry se tensó al escuchar esto – peleó valientemente, y había seguido peleando después de que las flechas le atravesaron el cuerpo. Antes de que Boromir muriera nos dijo que los uruk-hai se habían llevado a Merry y a Pippin – Aragorn se perdió en sus recuerdos, en el momento en el que el cuerpo de Bormir caía por las cascadas de Rauros – Perseguimos a los orcos durante tres días, sin lograr darles alcance, hasta que, con ayuda de unos caballos de Rohan, llegamos al bosque de Fangorn, donde nos reencontramos con Gandalf, él cabalgo con nosotros hasta aquí, Edoras – y mirando a los ojos a Harry – No te preocupes por Merry y Pippin, ellos están a salvo, el guardián del bosque los protege, o al menos eso es lo que nos dijo Gandalf
- Entonces, supongo que es cierto – dijo Harry con una sonrisa – Lamento la perdida de Boromir – agregó, mirando el piso tristemente – no conviví mucho con él, pero fue un valiente compañero durante el viaje. Estoy seguro que era uno de los mejores capitanes de Gondor – dijo clavando su mirada en la de Aragorn
- Boromir era un hombre de guerra. Un gran soldado – dijo mientras posaba una mano sobre la nuca de Harry y posando su frente sobre la del muchacho
- Aún no me has dicho como llegue a esta habitación – dijo lentamente Harry, para no romper el encanto del momento y desviar la conversación de ese punto tan triste. Pero de inmediato se arrepintió al sentir como Aragorn se tensaba y se separaba de él. Su mentor volvió a tomar ese semblante serio, clavando sus ojos en la puerta – ¿Aragorn?
- Harry ¿No recuerdas absolutamente nada de tu llegada a Edoras? – volvió a preguntar su mentor
- Solo que me arroje al pequeño arroyo que corre por la ciudad... lo demás esta confuso, borroso
Aragorn le observó un momento, buscando por las palabras correctas para explicarle lo que le había hecho desmayarse.
- Harry... tu no recuerdas nada, por que... te desmayaste – le dijo Aragorn – quedaste inconsciente
- Debe haber sido por la sed que pase – le dijo Harry –. Cuando me, er, desaparecí, llevaba conmigo tan solo una pequeña ánfora con agua hasta la mitad, y no recuerdo si una o dos lembas... además de que, er, los espejismos no me la hicieron fácil – explicó mientras bajaba la cabeza
Aragorn sabía que había algo más que simples espejismos, pero ya le preguntaría después, cuando este problema fuera solucionado.
- Hay algo más – le dijo a Ezellahen – La sed no fue el cataclismo que te provocó el desmayo, fue... otra cosa
¿Otra cosa? Se preguntó Harry ¿Pero que otra cosa pudo haber sido?
Repentinamente un miedo lleno su ser ¿Y si...? ¡¿Y si Voldemort había vuelto a posesionar su cuerpo?! Por favor, rogó, que nada malo haya pasado, por favor, por favor.
- Harry – dijo Aragorn suspirando – hay alguien que quiero veas – dijo dirigiéndose a la puerta de la habitación
El joven observó curioso como su maestro abría la puerta y llamaba a alguien. Su mentor tenía una cara seria, lanzándole miradas nerviosas de vez en cuando mientras la persona que había llamado se acercaba.
Trancos, detuvo a Sirius en la puerta, de una forma que Harry no pudiera ver de quien se trataba y le susurró unas palabras, después se volvió al joven, y se apartó lentamente de la puerta.
Harry se había sentado erguidamente sobre la cama, y una mirada de terror y sorpresa comenzaban a dibujarse en sus facciones conforme la otra persona entraba a la habitación. La ola de recuerdos lo golpeó, sacando a flote lo que había olvidado, sacando a flote la primera vez que había visto a...
- Sirius – murmuró, en un suave tono
El animago, animado por la mención de su nombre, se acercó rápidamente a la cama, demasiado rápido para cierto joven que estaba sufriendo un colapso nervioso.
- ¡Alejate de mí! – le gritó Harry – ¡No te acerques! – estas palabras y el tono de voz con las que habían sido pronunciadas hicieron que el animago se detuviera abruptamente en su marcha
Sirius sintió una sequedad en sus labios, y vio como Aragorn se acercaba rápidamente al joven, haciendo lo que él más anhelaba hacer... abrazarle.
Cuando Trancos vio el miedo en el rostro de Ezellahen, se acercó a él rápidamente después de haber cerrado la puerta de la alcoba.
- Harry – dijo mientras le abrazaba – Harry, todo esta bien. Él es tan real como tu y yo, no es una ilusión, también puedo verle y tocarle. Harry escúchame. No dejaré que te haga daño, lo prometo, pero debes hablar con él, eres el único que puede decir si es realmente Sirius Black o no – sosteniendo el rostro del joven mago entre sus manos y haciendo que le viera directamente a los ojos – Te prometo que yo mismo me encargaré de matarle si se trata de un impostor o si trata de hacerte daño ¿Entiendido? – le preguntó dulcemente – ¿Entendido Harry? – el joven mago asintió con la cabeza, sintiéndose más seguro ahora que Aragorn estaba a su lado – Bien
Ezellahen se separó lentamente de su mentor, y después de respirar profundamente para recuperarse, clavó sus ojos en el hombre que estaba nerviosamente parado en medio de la habitación.
Harry lo estudio con cuidado. El rostro, el largo cabello negro, la forma del cuerpo, la expresión de los ojos, los ojos mismos, todo era como había sido Sirius antes de atravesar el velo. Pero observarlo no era suficiente. Voldemort le había mandado sueños donde su padrino se veía tal y como ese hombre, las mismas expresiones, la misma voz. Necesitaba algo más para estar completamente seguro, algo que le ayudará a decidir. Pero aún así no iba a tomar una decisión precipitada. Había sufrido mucho perdiéndolo una vez, incluso la segunda vez, en ese sueño, había sido como si hubiese entrado al mismo infierno... pero una tercera, y con uno que se veía tan real que su corazón le gritaba que saltará de la cama y le diera un fuerte abrazo para no dejarlo ir... no lo soportaría... sería la muerte, incluso con el inmenso cariño que le profesaba a su maestro.
- ¿Cúal es la forma de mi patronus? – preguntó Harry, sorprendiendo a Aragorn y a Sirius por la rudeza de la repentina pregunta
- Un ciervo – respondió suavemente Sirius, triste de que Harry no confiará en él
- ¿Porqué un ciervo? – volvió a preguntar rudamente Harry, sin sentir un ápice de culpa por tratar a ese hombre como lo trataba
Sirius le miró un momento a los ojos. Estaba cansado, confundido, triste. Su cerebro no comprendía la pregunta.
- Harry, no entiendo de... – intento decir el animago, pero el chico lo interrumpió elevando fuertemente la voz
- ¿Porqué un ciervo? – repitió Harry, clavando sus ojos como dos cuchillas sobre los de Sirius. Incluso Aragorn sentía lastima por ese hombre, pero se obligo a mantenerse callado. Sabía por que Harry hacia lo que hacia
El animago obligo a su cerebro a pensar, a procesar la pregunta. Jamás se hubiera imaginado que Harry le hablará de esa manera, le mirara de esa manera ¿Porqué? Se preguntaba. Le lastimaba tanto ser objeto de este interrogatorio.
- Por la forma animaga de tu padre – respondió suavemente Sirius, entendiendo al fin la pregunta del chico Potter – Por James. Por James – susurró el animago
Ezellahen, como el más frío de los escrutadores, clavó sus ojos en el hombre que clamaba ser su padrino. Su corazón deseaba creerle, pero su mente le gritaba que tuviera precaución. No soportaría otra jugarreta de Voldemort.
Aragorn y Sirius esperaban la respuesta de Harry, el veredicto del juez. A ambos les sorprendió su silencio.
Harry después de calzarse las botas se había puesto de pie y se vestía con sus ropas: la gabardina, la capa élfica, la espada, la vara.
Cuando Harry hubo terminado de vestirse se giró hacia ambos hombres. Sus verdes ojos se posaron en cada uno.
- A pesar de que las respuestas fueron correctas – habló el joven mago, ganando rápidamente la atención de los dos hombres. Sirius le miraba con un brillo de esperanza en el rostro – Wormtail pudo haberle contado lo de la forma animaga a Voldemort – Sirus iba a replicar, decirle que él no era ningún sirviente de ese monstruo, pero Harry le calló, elevando la mano en un gesto que indicaba silencio y fulminándolo con la mirada – y la forma de mi patronus es ya conocida por varios alumnos en Hogwarts y por miembros en el ministerio, bien pudo a alguno írsele la lengua y un mortífago se hizo de la información, incluso los dementores pudieron decírselo a Voldemort – Sirius caía en la desesperación y tristeza – por ahora dejaremos las cosas así, solo el tiempo me dirá si confió en ti o no – Sirius intentó volver a decir algo, dar las gracias o quien sabe que cosa, después de todo, eso era mejor que estar lejos de su ahijado, pero volvió a ser interrumpido por el joven, que se empeñaba en no escuchar su voz más de lo necesario – Aunque, cuando descubra que es una mentira o si haces daño a alguno de mis amigos – le amenazó Harry – Aragorn no tendrá por que manchar la hoja de su espada, por que yo mismo me encargaré de mandarte al otro mundo – terminó fríamente
El joven mago abrió la puerta, dispuesto a salir.
- Aragorn – habló Harry en un tono más dulce, suave – me muero de hambre ¿No habrá algo que comer en este castillo? – se giró, regalándole una sonrisa a su mentor, ignorando a Sirius
El montaraz asintió con la cabeza. Harry salió primero de la habitación, seguido de Aragorn quien antes de salir de ella, observó a Sirius, quien estaba sentado en la cama con la cabeza entre las manos, abatido, triste. El heredero de Elendil vio como una lagrima se deslizaba por la barbilla del animago, para luego caer de ella, como una gota de agua. Sitió lastima por ese hombre, y él mismo se preguntó que haría si Harry le tratará con esa dureza. Decidió que lo mejor era dejarlo solo, y al salir de la habitación, cerró la puerta y se encaminó hacia Harry quien le esperaba más adelante, recargado en una columna de piedra.
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Una vez que escucho el cerrar de la puerta, Sirius dejo que las lagrimas fluyeran, escapando de los abismos azules que eran sus ojos. Sintió como unos espasmos recorrían su cuerpo, contrayéndole fuertemente los músculos. Pero el dolor físico no le importaba, podría soportar incluso ser torturado con una cruciatus salida de la misma vara de Voldemort por que nada era más insoportable que lo que sentía en esos momentos.
Con la cabeza entre sus manos, lloraba silenciosamente la mala suerte que le atormentaba, quitándole lo que más quería, quitándole su única ancla a la sanidad. Los dedos se enterraban fuertemente en sus cabellos negros, queriendo arrancarlos para sentir un dolor que le recordará que seguía vivo.
Sus ojos se posaron en la cama donde antes había estado acostado Harry y no podía evitar el preguntarse ¿Porqué? ¿Qué había hecho en la vida para ser tratado de esta manera tan cruel, inhumana?
La vida no solo lo había privado de una familia feliz, normal, de una madre y un padre que le quisieran y se sintieran orgullosos de él sin importar que camino eligiera; sino que le había arrebatado cruelmente la familia que él se había formado, que le había adoptado. Una estúpida guerra había sembrado la desconfianza en su grupo de amigos y había convertido a uno de ellos en una escoria humana que no solo había vendido a su hermano y su familia a un loco asesino, sino que le había arrebato la vida al enviarlo a una prisión por un crimen que no había cometido. Ahora la vida, no contenta con verlo un prófugo de la justicia, un hombre que tiene que esconderse por algo que no era culpable, le había abofeteado una vez más y le había arrebato el cariño de ese niño que él tanto quería, de ese niño que era como un hijo para él.
Quizá este era el castigo que se le daba por ser el culpable de la muerte de James y de Lily, por haber dejado huérfano a Harry, por haberlo condenado a vivir una dura infancia en la cual no había conocido el calor y el amor de un hogar. Después de todo se dijo fui yo quien sugirió el cambio de guardián secreto, fui yo quien sugirió a Peter, por que desconfiaba de Remus.
El dolor y la culpabilidad se agudizaron en su pecho al recordar la fría mirada de Harry, que le había recorrido de los pies a la cabeza, juzgándolo, haciéndole sentir el escalofrío que Voldemort no podía hacerle sentir. El duro tono de voz que había usado con él, como quien le habla a un ser despreciable, a alguien que no merece perdón.
Si tan solo hubiera algo que pudiera hacer para recuperar la confianza del joven Potter, algo, cualquier cosa. Si se le daba una segunda oportunidad haría lo que fuera para pagarlo, incluso sería amable con Snape... al menos sería civilizado, y no trataría de maldecirlo cada vez que se lo cruzará en el camino... siempre y cuando Snivellus no comenzará el pleito, claro esta, tampoco iba a quedar como un cobarde frente a su ahijado.
Un perro negro cruzo su mente, corriendo como el viento y con la lengua de fuera ¡Claro! ¡¿Porqué no se le había ocurrido?! La respuesta era simple y tonta, como la solución de los acertijos después de resolverlos. Padfoot sería su salvación. Si Harry no quería creer que él era el Sirius original y no una copia barata enviada por Voldemort, creería en su forma animaga por que no importa que una persona tome la poción multijugos, ni que se haya roto la cabeza para ser un animago, la forma animal es única al mago que logra completar la transformación. Se golpeo la cabeza ¡Por que nunca se le hizo raro que Peter fuera una rata! Bueno, eso no era lo importante ahora. Lo importante era hacer que Harry le creyera, y lo iba hacer, así tuviera que petrificar al chico y bailar en sus patitas traseras mientras sostenía una pelota con su negra y húmeda nariz.
"You are never given a dream without also being given the power to make it true." Richard Bach
