Boku no Hero Academia, pertenece a Kōhei Horikoshi.

46: Yo seré tu héroe.

Izumi atrapó a su novia, la cual comenzaba a tambalearse. Estaba bastante agotada, luego de haber usado el sonido, para golpear al sujeto que estaba creando el laberinto.

Con una rodilla en el suelo, mientras respiraba agitadamente y orgullosa de sí misma, de haber podido deshacerse del laberinto, Kyōka vio al líder de Los Tres Grandes. —Chizaki, el de la capucha blanca y el de ropas negras... Los tres están lastimados, se nota... —un cuerpo cayó desde lo alto. — ¿Estaba sujeto al techo?

El Prefecto de la Muerte, quien estaba vestido con una gabardina negra, máscara de ave negra y un sombrero, desenfundó una pistola. Pero solo miraba a Lemillion, mientras que todavía intentaba recuperarse del ataque sónico. — ¿Cuál es tu Kōsei?

—Permeabilidad: Me permite volverme intangible... —Mirio se cubrió la boca. — ¿Mi boca habló, sin que mi cerebro lo ordenara? ¡Maldición! —El de negro desenfundó su pistola, se tambaleó un poco y disparó cuatro balas a Mirio.

Mismo número de flechas, que Izumi disparó, y detuvo el avance de las balas, permitiéndole a Mirio desaparecer bajo el suelo.

Pero, ni policías, héroes o villanos, estaban al 100%, por obra de Kyōka, quién seguía respirando agitadamente desde el suelo.

Los héroes avanzaron, hacía los villanos, distrayéndolos.

Mirio salió de una pared, ingresó en otra y cuando el villano Chrono disparó uno de sus cabellos, como una flecha, este atravesó a Lemillion sin dañarlo.

¡¿Qué demonios?! —se preguntó Chrono, justo cuando Block Lock le tocaba el pecho y le bloqueó. — ¡Mi Kōsei, mi cuerpo...! —Recibió un golpe en la cara, producto del arco de Izumi, seguido por una patada en el costado, cortesía de Mirio y Block Lock, no se quedó atrás.

Lemillion arrebató a Eri de los brazos de Overhaul, quién abrió los ojos ante esto. Ese momento fue aprovechado por Eraser Head, para capturarlo con sus vendas, y por Izumi para dispararle dos flechas... Las cuales se deshicieron, por obra del Kōsei de su maestro. Gruñendo, la chica le saltó encima y le golpeó con sus puños, seguida por Kyōka, quién tampoco podía usar su Kōsei.

Era casi gracioso, el cómo salvaron finalmente, a la pequeña Eri, de las garras de Overhaul: Un hombre de 26 años, imposibilitado de usar sus brazos, golpeado por dos quinceañeras, hasta que no pudieron más, y cayeron sentadas y agotadas, luego de golpearlo, momento en el cual lo arrastraron fuera de la base.

Eri fue alejada de la violencia, por Sir Nighteye, y fue inmediatamente llevada a un hospital. A la mañana siguiente, la niña vio feliz, a Mirio, Izumi y Kyōka, a través de un vidrio de seguridad (o al menos, que el hospital dijo que sería seguro, por el Kōsei de Eri)