Lucy estaba sentada en una de las esquinas del sofá que estaba junto al hogar de la Sala Común de la Torre de Gryffindor. Sara se retrasaba y se estaba empezando a cansar. Su vista no se movía del agujero de entrada a la Sala, esperando ver aparecer a su amiga por él en cualquier momento.

Cuando este se abrió, la chica activó de inmediato su mirada de enfado y se preparó un discurso mental que en unos instantes le echaría a Sara.

Pero no fue Sara precisamente quien entró en la Sala Común....

- ¡Sirius! – una rubia despampanante se abalanzó encima del merodeador, quien acababa de entrar, y se le colgó del cuello, al tiempo que él le sonreía seductoramente.

Lucy miró al escena unos instantes, antes de volver a dejarse caer sobre el sofá donde estaba sentada en una de las puntas, y cerrar los ojos. Se recordó a si misma mentalmente el matar a Sara. No había parado hasta que Lucy había sustituido sus gafas por lentillas, alegando que tenía unos ojos muy bonitos y que no debía esconderlos tras unos cristales. Aún así, Sirius había seguido ignorando la existencia de la chica.

- Otra igual. Ya estoy harto – suspiró una voz a su lado, al tiempo que la chica notó como alguien se desplomaba en el mismo sofá donde estaba ella.

Lucy levantó ligeramente la cabeza y entreabrió un ojo. Se incorporó bruscamente al ver quien era el recién llegado.

Con el movimiento brusco de la chica, Sirius giró la cabeza y la miró. Ella notó como todos los músculos del cuerpo le entraban en tensión. Sentía la mirada gris del muchacho sobre ella.

En ese momento el retrato de la Dama Gorda se abrió, y entró una chica pelirroja seguida por un chico alto y moreno, con gafas y el pelo alborotado.

- ¡Déjame en paz, Potter! ¿Te lo repito o te lo tatuó en el brazo porque tienes menos retentiva que un besugo con alzehimer? – gritó la pelirroja

- Vamos Evans... ¡Solo una cita!

- ¡Vete a la mierda! – le gritó ella antes de salir disparada hacía las habitaciones de las chicas.

- Ya estamos – oyó Lucy que decía Sirius tras un suspiro. Luego se marchó corriendo hacía donde se había quedado James Potter con cara de abatido.

- ¿Qué ha pasado esta vez? – preguntó justo cuando llegó a la altura de su mejor amigo

- Estoy haciendo el payaso ¿verdad Sirius? – dijo James como toda respuesta

- A lo mejor no deberías insistir tanto – fue todo lo que dijo Sirius, encogiéndose de hombros

James por toda respuesta bajó la cabeza; esa vez parecía darse por vencido.

- ¿Con quien estabas antes? – preguntó el chico de gafas para cambiar de tema

- Con la pesada de Elizabeth que se me ha vuelto a echar encima – Sirius puso una mueca de fastidio

- ¡La del sofá no era Elizabeth! – le reprendió James

- ¡Ah! No, la del sofá no sé quien era. – Sirius volvió a mirar hacía allí, pero la chica ya no estaba. El moreno se encogió de hombros y no volvió a pensar en el tema.

- ¿Dónde están Remus y Peter? – preguntó para cambiar de tema y intentar animar a James, que continuaba mirando al suelo con aspecto abatido.

- Remus en la biblioteca – dijo James

- Para variar – añadió Sirius con una sonrisa.

- Y Peter...

- ¡Mierda!

- ¿Cómo? – James miró extrañado a su mejor amigo

- ¡Escóndeme!

- Sirius... ¿Se puede saber que pasa?

- Si te preguntan por mi, me he tirado al lago y el calamar gigante me ha comido – dicho esto, Black se fijó en que no había nadie cerca, saltó detrás de uno de los sillones, y al instante siguiente un enorme perro negro salía de detrás de él y se sentaba junto a James.

Entonces llegó una chica a la altura. Era alta y delgada, con una espectacular melena morena y unos impresionantes ojos verdes, casi comparables a los de Lily.

- ¿Has visto a Sirius? – preguntó con voz aterciopelada

- Mmmmm.... No – dijo James que se preguntaba si Sirius se había dado un golpe en la cabeza o algo para huir de semejante belleza.

- El muy... – la cara de la chica se desfiguró en una mueca de rabia al tiempo que apretaba los puños, donde James pudo ver unas uñas bastante largas y bien cuidadas. Se las imaginó arañando la cara de su mejor amigo. ¿Qué habría echo esa vez? En un gesto casi involuntario miró al perro que seguía sentado a su lado.

- ¿Algún problema? – preguntó sin poder.

- ¡Habíamos quedado! ¡Y no se ha presentado! ¡Me he estado esperando hora y media! - explotó la chica, chillando.

De un salto, el perro se escondió debajo de una silla, y James tuvo que hacer grandes esfuerzos para contener la risa. Pero la chica se había percatado en el perro.

- ¿Es tuyo? – preguntó, intentando calmarse

- Si, es mi mejor amigo – dijo el chico, ajustándose las gafas al tiempo que soltaba una leva carcajada.

La chica, evidentemente, no se tomó en el sentido literal la frase, y miró a James como quien mira a un bicho raro : - En serio Potter... Creo que deberías madurar. Sólo los niños pequeños creen en eso que los perro son los mejores amigos del hombre.

Echó una mirada de desprecio al perro y desapareció de la vista de ambos. Casi al instante, James fijó su vista en el perro, esperando que se volviera a convertir en adolescente y que le aclarara a que había venido el plantón. Sirius no solía olvidar las citas....

Pero Sirius no pensaba igual que James. De lo último que tenía ganas era de someterse al interrogatorio de su mejor amigo. Así que saliendo de debajo del sillón se marchó, aún en su forma de perro para disfrutar un rato de su "libertad".

Las chicas con las que se cruzaba en su camino le miraban, algunas con temor, las otras con cierta cara de asco... A Sirius le divertían sus reacciones. Empezó a saltar y a dar botes y a ladrar, persiguiendo a las chicas, que empezaron a chillar y huyeron de ese enorme perro que creían quería morderles.

- ¡Que monada!

¿Cómo? Sirius volteó para ver quien había dicho eso. Esa reacción, sin duda, era nueva. Y entonces él mismo fue el que se sorprendió. Era la chica del sofá de nuevo, pero esta vez una radiante sonrisa le hacía brillar los ojos y el rostro en general.

- ¿Qué es esto? – sonó una voz que rápidamente hizo huir a casi todos los alumnos que se habían quedado curioseando. Pero Lucy no se movió, y se giró para mirar a la profesora McGonnagall que era quien acababa de llegar.

- Lo siento profesora, es mi perro que se ha escapado...

- Pues espero que no se repita – dijo la mujer con voz severa

- No, no... Disculpe

Con una última mirada al perro, Minerva McGonnagall se fue.

Sirius, de haber sido un chico, hubiera respirado aliviado. McGonnagall llega a intuir que no tenía dueño y estaría fuera del colegio antes que pudiera lanzar un ladrido. Miró a la chica. Ella sólo alargó un brazo y le rascó detrás de las orejas.

- Vale más que vuelvas con tu dueño bonito – dijo al fin ella sonriendo. Sirius se sorprendió, no conocía demasiadas chicas que tuvieran por costumbre hablar con los animales. – Yo, ya que mi mejor amiga ha desaparecido volveré a mi sala común para ver si el chico más guapo del colegio se vuelve a sentar a mi lado en el sofá – y dicho esto la chica desapareció tarareando una canción.

Una vez que se hubo asegurado que no había nadie cerca, Sirius volvió a su forma humana. No paraba de darle vueltas a las palabras de la chica... ¡La chica! ¡Tenía que llamarle la chica! Ni tan siquiera sabía su nombre... Y ella había dicho que él era el chico más guapo del colegio...

- "¿Cómo puede decir eso con una voz tan suave de un tío que ni tan siquiera la mira?" – se preguntó a si mismo.

Nunca había notado la presencia de esa chica. Él, que creía conocer a todas las chicas del castillo encontraba una, que encima de no conocer, ¡creía que él era guapo!

Sin casi darse cuenta llegó a la Sala Común, donde aún estaba James, que le asaltó de inmediato.

- ¿Tu estás retrasado o que te pasa? ¿Por qué has dejado plantado a semejante monumento? – se refería a la chica morena de antes, estaba claro.

- No me apetecía pasar otra tarde hablando de lo bien que combinan zapatos y bolsos y de los nuevos colores de moda de la temporada – dijo Sirius encogiéndose de hombros – Oye... La chica esa del sofá de antes... ¿Sabes como se llama o quien es?

- Ni idea Sirius, no la conozco – dijo James - ¿Por qué?

- Por nada

- Joder tío, estás más raro que Snape vestido de rosa – y dicho esto, Potter se fue a subir a su cuarto.

Black se quedó plantado en donde estaba, justo en medio de la Sala Común de Gryffindor. Entonces la vio. Volvía a estar sentada en el sofá, pero esta vez con un libro en las rodillas. Decidido caminó hasta allí, y se volvió a sentar en el sofá. Ella le miró de reojo y volvió a fijar la mirada en el libro.

- "¿Qué le digo?" – se preguntó el chico a si mismo. Él también la miró de reojo, y entonces descubrió un ligero rubor en sus mejillas. – "Le gusto"

Descubrir que le gustaba a una chica, normalmente no producía más efecto en Sirius que una ligera sobredosis de alimentación de su ego personal. Acto seguido coqueteaba con la chica un par de días antes de que ella cayera rendida a su pies, salían una o dos semanas y luego buscaba a la siguiente afortunada.

Ella le volvió a mirar disimuladamente, y Sirius la vio y le sonrió. Ella solo se puso más roja, se levantó y se fue. Black se quedó ahí, muy desconcertado y sin saber que pensar.

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Cuando Sara llegó a la habitación que compartía con Lucy se la encontró dándose cabezazos (flojitos) contra la pared y murmurando : - Soy tonta, soy tonta, soy tonta...

- ¿Algo que yo no sepa? – dijo Sara con tono de burla

- ¿Dónde te metiste? – preguntó Lucy con tono enfadado a su amiga

- McGonnagall me castigó porque me olvidé de hacer sus deberes – dijo Sara encogiéndose de hombros - ¿A que venía lo de intentar partirte la cabeza contra la pared?

Lucy le contó toda la historia. Cuando terminó, Sara pareció meditar las palabras de su amiga unos instantes antes de decir :

- Eres tonta

- A esta conclusión había llegado yo sola, gracias – dijo Lucy en tono sarcástico.

- En serio Lucy, no sé que vamos a hacer contigo

- Da igual – dijo la chica para auto consolarse – Igualmente tampoco hubiera sabido que decirle.

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En fin, no lo quería continuar, pero como en el curro me aburro mucho se me ocurrió la idea del perro y la chica... Y weno, tal vez alargue el fic un poco xDD Este capi lo he hecho corto pero... Tal vez los próximos los alargue un poco, pq me gustaria poner un poco de James-Lily y tal vez sacar un poco más a los otros dos merodeadores. ¿Qué opinais? Weno, ya diréis k tal. ¡¡Dejad reviews!!

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