Capítulo 6.
James Potter estaba nervioso. Nervioso y eufórico. Pocas veces sus amigos le habían visto en ese estado. ¿La razón? Había quedado con Lily Evans en el vestíbulo del castillo dentro de una hora para su "cita" en Hogsmeade. Ni los partidos de quidditch producían ese efecto en él.
- ¿Voy bien? – preguntó por centésima vez, volviéndose a pasar una mano por el pelo, alborotándolo más aún.
- Que si, Prongs, que si – le contestó Sirius, al tiempo que ahogaba otro bostezo de aburrimiento.
- ¿Y tu no ibas a quedar con alguien también? – preguntó James, esta vez limpiándose compulsivamente las gafas.
- Si bueno... tal vez si me aburro mucho – contestó Black, fingiendo indiferencia. Sólo Remus sabía que tenía que ir a hablar con Lucy.
- Bueno chicos, que os lo paséis muy bien. Me voy que madame Pomfrey me espera. – anunció Lupin. El chico estaba pálido y parecía extremadamente débil. Esa noche había luna llena. – Te veo luego Pete.
Pettigrew asintió levemente con la cabeza. La verdad era que no le hacía especial gracia quedarse a solas con un hombre lobo completamente transformado, por muy rata que fuera.
- ¡Eh! Espera que voy contigo. No quiero hacer esperar a Lily – dijo James, que se apresuró a seguir a Remus.
- ¡Pero si aún falta más de media hora! – protestó Sirius, pero nadie le escuchó. El moreno puso los ojos en blanco para luego mirar a Peter, que se había quedado plantado a su lado. - ¿Vas a ir tu a Hogsmeade? Porque yo he quedado.
- Creía que hace un momento has dicho que no – dijo el otro, confuso
- Acabo de cambiar de opinión – mintió Black, pues su intención había sido siempre ir a hablar con Lucy, pero estaba tan seguro de si mismo que no vio la necesidad de quedar con ella con antelación para ir al pueblo.
- ¿Con quien has quedado?
- Con nadie aún – contestó Sirius con una de sus sonrisas que sabía irresistibles – Pero ¡ey! Cualquier chica de Hogwarts vendría conmigo.
- Que envidia... – murmuró Pettigrew - ¿No podrías conseguir que una chica viniese conmigo también?
- Wormtail... Que la mayoría de chicas me adoren no quiere decir que sepa hacer milagros. Y ahora si me disculpas... Tal vez si acabo pronto me pase un rato a veros a ti y a Moony.
Cuando se hubo alejado la distancia prudencial, Sirius rió. Le encantaba mostrar esa actitud con Peter. Le divertía ver la evidente envidia pintada en los ojos de su amigo.
Pasó por el vestíbulo, y vio a James hablando animadamente con Lily, que también parecía haber llegado antes de la hora. Sirius notó que la chica se había arreglado notablemente y tuvo que hacer un esfuerzo enorme para no quedarse a espiarlos un rato.
- "James me lo va a contar todo luego" – pensó para animarse.
Empezó a caminar junto a los muchos estudiantes que se dirigían al pueblo, con las manos en los bolsillos, al tiempo que notaba como las chicas le miraban y susurraban entre ellas cosas como "¡Black va solo!" "Me apuesto lo que quieras que no vas a decirle si quiere ir a tomar algo contigo a las Tres Escobas" "¿No tiene ninguna cita hoy?".
El merodeador sólo sonrió. Le encantaba producir esa clase de efectos entre la gente que lo rodeaba. Unas chicas de tercero pasaron por su lado, él les guiñó un ojo y las tres enrojecieron casi al mismo tiempo.
Black dejó de jugar y se concentró en lo que tenía que hacer. Empezó a buscar a Lucy seguro que la encontraría en seguida.
Una hora más tarde, Sirius ya no estaba tan seguro de poder encontrarla. Había dado dos vueltas enteras a Hogsmeade y no había ni rastro de la chica. Aburrido, entró en Zonko. Al menos se compraría algo para entretenerse una vez regresara a Hogwarts. Tal vez le pudiera poner un petardo en el desayuno de Snape sin que él se diera cuenta...
Escogió unos fuegos artificiales y una caja de bombas fétidas.
- ¡Vaya! ¿Vienes solo hoy, Sirius? – le preguntó la dependienta de la tienda, una mujer algo mayor que conocía a los merodeadores como si fueran sus propios hijos.
- Ha sido culpa de un error de cálculos – explicó el moreno dejando varias monedas encima del mostrador.
- No me puedo creer que te hayan dado plantón – comentó afablemente la mujer.
- Se podría considerar que me hubieran dado plantón si la chica en cuestión hubiera sabido que habíamos quedado... A veces me confío demasiado – dijo el chico al tiempo que cogía la bolsa con los artículos que había comprado.
Se despidió de la mujer y volvió a salir. A pesar de ser marzo, aún hacía frío, y el chico se enroscó aún más su bufanda alrededor del cuello. Decidió dar una vuelta más al pueblo.
Ni rastro de Lucy. Sirius soltó un bufido de exasperación. El aburrimiento podía ya con él. Decidió transformarse e ir corriendo hacía Hogwarts. Si se daba prisa aún podría pillar a Peter antes de que se fuera hacía la Casa de los Gritos.
Un instante después, todos los alumnos que habían ido ese sábado a Hogsmeade pudieron ver como un enorme perro negro, con una bolsa de plástico dentro de la cual habían artículos de broma, en la boca, corría como un loco por las calles del pueblo.
A pesar de tener un poco de prisa, no pudo evitar el detenerse un instante para que algunas chicas le hicieran mimos y comentaran lo encantador que era.
- ¡Oh, vamos ya Lucy!
Esas palabras hicieron que el animal girara la cabeza, y no muy lejos pudiera descubrir a Lucy, con su amiga Sara, quien acababa de llamarla. La primera se estaba acercando al perro con una sonrisa en los labios.
Sirius instintivamente lanzó un ladrido y empezó a mover frenéticamente la cola, al tiempo que la mano de la chica empezaba a acariciarle la cabeza, justo entre las orejas.
- Si tienes prisa vete – le dijo a su amiga – Yo te alcanzo luego.
Sara solo asintió, y emprendió la vuelta al castillo, junto con el resto de las chicas que se habían parado a acariciar al perro. Todas menos Lucy, que siguió acariciando distraídamente la gran cabeza negra, hasta que se dio cuenta de la bolsa que acarreaba el perro.
- ¿Qué llevas ahí? – preguntó al tiempo que curioseaba dentro de la bolsa. Entre los artículos de broma había una pequeña cartera de piel. Ella curiosa la estiró y le dio un par de vueltas. Era completamente lisa, y de color negro. Cuando iba a guardarla ya, cayó algo al suelo. Lucy se agachó a recogerlo, y al ver lo que era se quedó paralizada. Eran fotos. Pero no fotos cualquiera. En todas aparecía el mismo chico : Sirius Black.
La chica las estuvo mirando mucho rato, mirando como el moreno le guiñaba el ojo desde cada una de las diferentes fotos. En algunas estaba con sus inseparables amigos, en otras solo con James, y en otras estaba sólo él.
- Que guapo... – murmuró acariciando una de las fotos con la yema de los dedos.
De haber sido un chico, Black hubiera sonreído.
- ¿Es... es tu dueño? – preguntó mirando al perro.
Sirius, que había seguido atentamente todos y cada uno de los movimientos de la chica, se sintió aliviado porque su conclusión no hubiese sido la de pensar que el mismo Sirius era el perro. Así que lanzó un ladrido alegre, como de afirmación.
Una sonrisa apareció en los labios de la chica : - Entonces te diré que tienes el mejor dueño que podrías soñar.
Entonces Sirius tuvo una idea. Dejó la bolsa en el suelo y se alejó ladrando y corriendo. Asegurándose que la chica no le podría seguir.
o o o
Lily estaba sorprendida. A pesar de haber aceptado esa cita con Potter simplemente para enterarse de que se traía entre manos, había pasado un día estupendo. A decir verdad, las horas le habían pasado deprisa... Demasiado deprisa. Pudo comprobar que la opinión que tenía de él no podía ser más equivocada; en efecto, era un poco egocéntrico, pero no era para nada un "idiota inmaduro y sobón con el que no se puede hablar cinco segundos seguidos, y al que no miraría a la cara ni que me dieran todos los galeones del mundo", como ella solía llamarle. James, en ningún momento había intentado tocarla, cogerla de la mano ni nada por el estilo... Por desgracia.
La pelirroja sacudió la cabeza para apartar todos esos pensamientos, al tiempo que llegaban al castillo.
- Y bien... – empezó a decir James cuando llegaron – No ha sido tan horrible a pesar de todo ¿verdad?.
Lily negó con la cabeza y sonrió : - Ha estado bien... muy bien.
- Eras tu la que se empeñaba a pensar que yo era una especie de monstruo – dijo el chico con una sonrisa.
Ella solo le sonrío de vuelta y le depositó un suave beso en la mejilla : - Si quieres el próximo fin de semana que vayamos a Hogsmeade podemos volver a quedar...
James notó como el estómago le daba un vuelco. ¡¿Desde cuando era Lily que le pedía una cita?! Se apresuró a decir que si.
Al tiempo que miraba como la pelirroja se alejaba por el vestíbulo, se le formó una sonrisa boba en los labios. Miró el reloj. Las nueve. Si se apresuraba aún podría ir a hacer un rato de compañía a Remus y a Peter.
o o o
Cuando tocaron suavemente en la puerta, Sirius fue a abrir como si no supiera de quien se trataba. Miró a Lucy con la mayor sorpresa que supo fingir.
- Vaya... Hola – dijo con una sonrisa.
- Hola... – saludó ella con nerviosismo. Su intención no había sido ir a la habitación del chico para devolverle sus cosas... Ahora que le tenía delante, con el pelo recogido en una pequeña coleta, con una camiseta blanca y unos pantalones cortos parecía que el corazón se le iba a salir del pecho.
Sirius cerró la puerta tras él una vez hubo invitado a Lucy a pasar.
- Perdón por mi aspecto – se disculpó él – Es que me he duchado y ya me he puesto la ropa que uso para dormir.
- "Hasta con la ropa de ir a dormir está irresistible..." – pensó Lucy, luego sacudió la cabeza para reaccionar – Tranquilo, sé que no son horas de ir por las habitaciones de la gente... pero...
- Tranquila, si ya ves, mis compañeros no están. Estaba aburrido. ¿Qué te trae aquí?
- Es que... ¿Tu tienes un perro?
- Si – mintió Sirius a la perfección – Un perro bastante grande de color negro. ¿Por qué?
- Es que... Me lo he encontrado en Hogsmeade, y llevaba esta bolsa en la boca, pero la ha dejado en el suelo y ha salido corriendo... Así que yo... Bueno... Te la he traído.
El merodeador dio un vistazo a la bolsa, como si no la hubiera visto : - ¡Ah si! Como que tenía prisa le dejé la bolsa para que me la trajera. ¿Sabes? Es que es muy inteligente... Pero claro, a veces se le cruzan los cables. Muchas gracias.
La sonrisa que le dedicó el chico produjo el efecto esperado. Lucy ya controlaba mejor el color de sus mejillas, pero aún así, el estómago le dio un vuelco.
- Bien... Yo ya me voy a...
- Espera – interrumpió él – De echo antes te he estado buscando en Hogsmeade.
- Ah... ¿si?
Sirius asintió, pero no continuó hablando. Tenía claro lo que debía decirle... De echo había estado seleccionando junto a Remus las palabras adecuadas pero... Ahora que tenía a Lucy delante, que tenía su mirada castaña sobre él, y una media sonrisa formada en los labios, actuando con su habitual carácter excesivamente tímido... Las palabras habían muerto en su garganta. No podía decirle que sólo quería su amistad, no quería decirle que no podía corresponder a sus sentimientos... No podía... ¿Por qué no podía?
- Si bueno... Sólo por si querías ir a tomar algo a las Tres Escobas. Da igual, otro día – inventó casi al instante.
- ¡Cla... Claro! – sonrió ella. Entonces pareció acordarse de algo - ¡Por cierto! Te he encontrado algunas casas que están bastante bien... Pero no sé si es lo que tu estás buscando...
Lucy se sacó unos papeles que llevaba doblados en el bolsillo y se los dio al chico. Él estaba sorprendido. En ningún momento había esperado que realmente ella le ayudara... Muchas chicas en su momento se habían ofrecido a ayudarle en cualquier problema que tuviera a cambio de un beso o una cita, pero ninguna había echo nada al final. En cambio Lucy...
Sirius miró los papeles. Las casas eran bonitas. No eran nada ostentosas ni demasiado grandes, perfectas para él. Pero...
- ¿Son casas muggles?
- Por eso te he dicho que no sé si es lo que estás buscando. El echo es que mi madre trabaja en una inmobiliaria y le pedí que me enviara por correo algunas de las mejores ofertas...
- No sabía que tu madre fuera muggle... – musitó Sirius, pensando en lo que diría su madre si supiera que se relacionaba con alguien de origen "impuro", como decía ella. Una sonrisa cruzó sus labios.
- Si... Bueno, mi padre también de echo... – acabó ella.
- Igual que Evans entonces... – dijo él, pensativo. Aún trazando mentalmente un plan. - ¿A ti que casa te gusta más?
Lucy, que las había estado mirando durante un buen rato cuando su madre se las envió, le señaló una pequeña casa de dos pisos, muy bien situada en el corazón de Londres : - Creo que esta es muy acogedora.
- Bien. Entonces me quedo esta – declaró Sirius, aumentando su sonrisa.
- ¡Oh, no! Pero escoge tu la que te guste más. A mi no me hagas caso
El chico ya se esperaba una reacción así por parte de ella. Se sorprendió de lo mucho que había llegado a conocerla.
- La cuestión es que a mi me gustan todas. Así que has elegido por mi – declaró, y luego con una sonrisa pícara añadió. – A mi madre le vendrá un paro cardíaco cuando se entere que vivo en un barrio muggle, rodeado de muggles y en una casa muggle.
- Quizá deberías buscar algo más apropiado... – empezó ella con cautela, que no comprendía las últimas palabras del chico.
- Esto es perfecto. ¡Gracias!
Sin tan siquiera pensarlo, Sirius, en un acto completamente reflejo, junto sus labios a los de Lucy, besándola sin pensar. Cuando se separaron ella amenazaba con hacerle la competencia a un tomate para ver cual de los dos lucía un rojo más espectacular, y Sirius.... bueno, Sirius estaba algo así como en una especie de trance.
- Lo siento... Yo no... – consiguió murmurar él.
Ella se quedó justo donde estaba, sin mover un músculo por un par de minutos, en los que el silencio pesó entre los dos. Luego, sin decir nada, sus piernas se movieron y Lucy salió prácticamente corriendo de la habitación de los merodeadores.
Sirius se pasó una mano por el pelo una vez se quedó solo. ¿Qué había sido eso? El beso en sí había sido de lo más normal, un leve contacto que no llegó ni al minuto... Pero la sensación dentro de su estómago no, ni el impulso que le había llevado a besarla tampoco...
A través de la ventana vio la luna llena, brillando resplandeciente justo en medio de la noche oscura.
- ¿¡Porque precisamente hoy!? – gruñó en dirección al satélite. Por desgracia Remus no estaba en ese preciso instante en el mejor momento para escuchar lo que Sirius debía contarle.
Miró el reloj. Las nueve y media. Tampoco era tan tarde para ir a hacerle una visita a Remus. Quizá eso le ayudaría a distraerse.
o o o
Sara vio con sorpresa como Lucy entraba en la habitación algo sofocada.
- Te he dejado con un perro negro. ¿Es que se ha transformado en Black? – dijo con ironía.
- Prácticamente – explicó la recién llegada casi sin aliento - ¡El perro era de Sirius!
- De todas formas creía que tenías superado el trauma de estar a menos de dos metros de él... ¿qué ha pasado esta vez?
Lucy se lo contó a grandes rasgos.
- ¡Pero tu... tu... tu porque te vas! – le regañó Sara
- No lo sé – contestó la otra, haciendo pucheros – Es que... Era tan irreal la situación... Tan... ¡Que a mi no me pasan estas cosas! ¡Que no, Sara!
- ¿Vas a seguir huyendo de los chicos que te gustan toda tu vida? A ver, Black no tiene cerebro, pero si ha hecho lo que ha hecho, ha sido por algo. ¡No creo que vaya dando besos a todas las chicas que conoce!
- Pero si a ti no te cae bien... ¿porque insistes en ayudarme?
- Porque tu si que me caes bien, y si tu eres feliz, yo también – sonrió Sara – Y mañana mismo quiero que vayas a hablar con ese zoquete y que aclaréis las cosas ¿me he explicado?
Lucy asintió lentamente. Si. Hablaría con Sirius.
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Ale! Aquí lo tenéis! Luego os quejareis ¿eh? ¡Que estamos a viernes y ya tenéis capi nuevo! De momento cumplo con lo de cada fin d semana subir capi. We, todo hay que decirlo, ha ayudado el no tener clase dsd el miércoles xDD Siiii, morios todos de envidia! Esta semana solo he hecho clase el martes y el miércoles :P :P :P
En fin... Voy con sobredosis de cacao, y con un trauma pq he tenido que ir a acompañar hoy a mi hermano de 12 años a una "cita", y la niña en cuestión me ha mirado con cara de "tía, que coño estás haciendo tu aquí? Piérdete y dejanos a solas"... Pero bueno! Que conste que yo iba obligada por mi madre que no se fiaba de dejar a esos dos solos!! (y con razón) Luego he tenido que asustar con el embrión de pollo muerto que tengo en mi cuarto (nadie me echa miraditas de odio a mi!! ¬¬) xDDD En fin, pues lo dicho, que no me prestéis atención xDDD Voy a contestar los revis :
Mereth : Si tu fueras a hacerle compañía a Remus durante la luna llena no sé cual de los dos tendría más peligro xDDD Y no le des a Peter de comer a la señora norris, pobre gata, en el fondo no merece morir de una indigestión xDD We... ¿Tu crees que Siri ha espabilado ya un poco? XDD Cuidado con el azucar de este capi xDD
Elloith : Mmm... He estat temptada de posar-te tita ello xDD Els teus revis cada cop tenen una mica més de contingut! Tu continua-ho intentant xDDD
Sara Fénix Black : ¡Hola! ¿Chica para Remus? No sé... No creo xD Al menos no tengo pensado. Pero bueno... Él ya tiene a Tonks xD No sé, tal vez si que le ponga un romance, nunca se sabe. Sip, siempre ha sido un buen consejero Remus. ¿Estudias psicología? ¡Anda! Un día tendrás que psicoanalizarme a mi. Pero creo que tendrás trabajo para rato :P xDD Si quieres agregarme al msn y así podemos analizar psicológicamente a los personajes de HP, por mi encantada ¡Hasta el próximo capi!
Padfoot's chik : ¡Me alegro de que te caiga bien Lucy! La verdad es que me costó inventarme un carácter convincente para ella. Y tranquila, Sirius ya se está dando cuenta de que es una chica que merece la pena Ya sois varias las que me preguntáis si para Remus no hay chica... Deberé empezar a plantearme el ponerle una aventurilla a él también :P ¡Gracias por tus comentarios! Esta vez he podido actualizar muy pronto, espero que disfrutes el capi
amsp14 : ¡Holas wapa! Bien, ya ves como ha ayudado Lucy a Sirius con lo de la casa! Quizá ella hubiera preferido que él se quedara en casa con ella... pero vamos xD Sip, todo el mundo me ha dicho que ha sido una buena idea el ir a pedir consejo a Remus, y creo que Sirius también se ha dado cuenta de eso xD Lastima que esta vez le haya pillado en plena luna llena xD Y bien, aquí has tenido al adorable perrito Ale, ya me dirás que te ha parecido. ¡Hasta pronto!
Mayu : ¡Todas queremos estar en la piel de Lucy! Quien fuera ella...
Padfoot's girl : ¡Gracias por tus comentarios! Y no te comas a Sirius, que tiene que haber para todas :P
Pansy zabini : ¿En serio te has leido mi historia tantas veces? OO En fin xD Gracias por tus comentarios! Ya he seguido. Y te prometo que en cuanto saque algo de tiempo me paso a echar una ojeada a tus fics
Blackiegirl : Espero que este capi te guste tanto como los anteriores! Y que sigas dejando review! He actualizado tan rápido como he podido
Silver : Sip, a mi tb em sona haver conegut algu que dspres d'estar tot el dia a la uni encara arriba a casa i es fot a estudiar (yo arribu a casa i em tiru al sofá a veure la tele xDD). La Lucy et desespera?? Pues segur que amb aket capi t'ha acabat d desesperar... pro pobre noia! Que es molt timida! I si, vam quedar que a en Sevy no se li feia re... pro ¡eh! Que no li he fet re! :P No te'm keixis :P I sip, x fi en siri ha fet alguna cosa com pensar i preguntar a en rems... encara que la lluna plena en aket capi l'ha ben fomut xD En fi... Ara kuan acabi d pujar aixo ya compliré yo! X fi tindrás el teu coment xD
Bueno, y hasta aquí ha llegado la cosa xD Espero que nadie se me queje pq he tardado en actualizar ni nada por el estilo! Que esta semana me he portado bien! ¡Dejad muchos revis que hacen feliz a una! ¡Hasta la semana ke viene si no me surge ningún contrariempo!
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