Capítulo 10 .- Confesiones.

Sirius había llegado demasiado pronto a la Sala Común. Había quedado con Lucy para bajar a desayunar, pero estaba claro que se había adelantado demasiado. Se dejó caer en uno de los sillones y bostezó. Tenía algo de sueño.

De pronto notó como alguien lo abrazaba por detrás. Sonrío seguro de que se trataba de Lucy.

- Buenos días Sirius – le susurró una coqueta voz femenina al oído. Y todo hubiera sido perfecto de no ser por el pequeño detalle de que no era la voz que el merodeador esperaba oír.

- ¡Melanie! – exclamó Black apartándose de un salto.

- Hola Siri cariño ¿puedo sentarme? – pero antes de darle tiempo a contestar, la chica ya se había sentado. Era una Gryffindor de sexto año, que había estado saliendo unos meses con Sirius el año anterior. Lucía una larga y lacia melena oscura, y tenía unos ojos grandes de color verde.

- Estoy esperando a Lucy, te agradecería que... – empezó a decir él, pero ella le interrumpió, sin mostrar ni un mínimo de educación.

- De eso precisamente venía a hablarte... ¿Qué pintas con ella Sirius? ¡Ni tan siquiera hacéis buena pareja! Tu necesitas a alguien... ¿cómo se llama? Con más... clase. ¿¡Pero ella!? Mira siquiera esas gafas... ¡Ese pelo! Y...

- ¿Qué es lo que más te jode Mel? ¿Qué sigas colgada de mi y yo no te haga caso? ¿Qué te desprecie como persona? ¿O tal vez que piense que tienes la personalidad de un boggart? – esta vez fue Sirius quien interrumpió a la chica. No iba a tolerar que precisamente fuera ella quien criticara a su Lucy.

Melanie pareció contrariada durante unos instantes, y luego volvió a esbozar la misma sonrisa falsa que había lucido desde que estaba hablando con el animago.

- Vamos Siri... ¡Tus gustos no pueden haber cambiado tanto! No me negarás que el tiempo que salimos juntos fue increible – dijo con voz sugerente.

- Lo increible fue que aguantara tanto contigo. Todo ser humano tiene un límite para aguantar conversaciones sin base, sobre colores de moda, zapatos, bolsos y demás – Sirius fingió un bostezo para hacer enfadar más a la chica.

Melanie se acercó hasta quedar muy cerca del merodeador, que no mostró el más mínimo cambio de actitud.

- Vas a pagar por tus palabras... – le susurró al oído, antes de separarse y alejarse.

Sirius la siguió con la mirada, con sus ojos grises llenos de odio fijados en ella. Si hacía algo, lo lamentaría...

Lucy por su parte estaba en lo alto de las escaleras que llevaban a los dormitorios. Había visto parte de la escena y había sacado sus propias conclusiones : Había visto a la chica acercarse a Sirius, y que él no hacía ni el más mínimo intento de apartarse. Ella le susurraba coquetamente cosas al oído, y luego él la miraba embobado al tiempo que ella se alejaba contoneándose bajo una túnica más estrecha de lo habitual.

Fue entonces cuando el moreno se dio cuenta de la presencia de la chica en lo alto de las escaleras y le dirigió una sonrisa que la hizo olvidarse de todo lo que acababa de ver. Pensó que no tenía motivos para desconfiar de Sirius.

O o o O

- Le estás echando demasiado jugo de diente de dragón, Prongs – le advirtió Sirius. Era media mañana ya casi, y los cuatro inseparables amigos se encontraban en clase de pociones.

- Aja... – dijo James con distracción, pero siguió añadiendo el liquido amarillento a su caldero.

- ¿Se puede saber a que juegas pedazo de psicopata suicida? ¡Tu caldero volará por los aires y yo estoy a tu lado! – volvió a intentar Black.

- Ya... – volvió a decir Potter. Pero no parecía haber oído nada.

- Snape me ha dicho que está enamorado de ti, que si quieres quedar con él después de clases en la Torre de Astronomía. – era el último intento desesperado de Sirius.

- Si claro – asintió James.

El animago se desesperó. Arrastró su caldero unos metros más allá y se colocó al lado de Remus.

- ¿Qué tal va la poción Remsie?

- Si dentro de dos minutos exactos empieza a cambiar de color y adquiere un "suave tono violeta", la poción me estará yendo de maravilla.

Sirius examinó su propia poción. Tenía un color violeta perfecto. Sonrió para sus adentros.

- Oye... ¿Tu crees que James está bien?

- ¿Por qué lo dices? – preguntó el licántropo.

En ese momento, una explosión hizo temblar toda la clase. La poción de Potter había salido disparada del caldero, salpicando todas las paredes de una sustancia viscosa de color verde.

- Por eso – indicó Sirius indicando con una leve inclinación de cabeza a James, que intentaba limpiarse la túnica, las gafas y el pelo.

Lily le miró por unos instantes desde el otro extremo de la clase. No se reía como el resto. Remus y Sirius se dieron cuenta de ese detalle; se lo contarían más tarde a su amigo.

- Oye Moony... Tu poción no está un poco... ¿azul?

- ¿¡Azul!? – exclamó el licántropo. Miró el contenido de su caldero y soltó un par de maldiciones en voz baja. - ¡Odio las pociones! ¿Por qué se me dan tan mal?

O o o O

Lucy tamborileaba distraídamente con los dedos encima de la mesa, mientras su profesora de Cuidado de Criaturas Mágicas les explicaba algo acerca de la alimentación de los unicornios. No paró hasta que Sara, que estaba a su lado, perdió los nervios y le dijo que o paraba o ella sería la alimentación de los unicornios.

- Es que las clases teóricas me aburren. Preferiría pasar a la práctica de una vez – se excusó la castaña.

- Eso a parte de estar dándole vueltas a algo. Se te nota. ¿Qué te pasa? – le susurró su amiga.

- Seguramente es una tontería... ¿Tu crees que a Sirius le siguen gustando las otras chicas?

- Mujer... Yo creo que si sale contigo es porque le gustas tu más que ninguna ¿no? – Sara se encogió de hombros.

- Supongo... – musitó ella, mordiendo distraídamente el extremo de su pluma.

La conversación quedó ahí, al menos aparentemente. Lucy acababa de decidir que necesitaba tener una seria conversación con Sirius...

O o o O

- ¿Seguro que estás bien? – preguntó Sirius por cuarta vez desde que habían salido de la enfermería.

Habían llevado allí a James después del pequeño incidente con la poción. Sus tres inseparables amigos le acompañaban.

- Estoy bien, Padfoot – aseguró Potter intentando no perder la calma. No quería que sus amigos sufrieran las consecuencias de su mal humor.

Aunque antes de que Sirius, o cualquiera de los demás pudiera pronunciar ninguna palabra más, se encontraron con que una pelirroja les esperaba unos metros más lejos, apoyada en la pared.

- Luego nos vemos, Prongs – le susurró Remus, antes de arrastrar a Sirius y a Peter lejos de ahí.

James avanzó algunos pasos más, inseguro. El pasillo estaba completamente vacío a excepción de ellos dos.

- ¿Cómo te encuentras? – preguntó Lily, cuando el chico se hubo acercado lo suficiente.

- Sobreviviré – respondió él con una mueca.

- Creí que eras bueno en pociones...

- Oye Lily, antes que digas nada más. Siento mucho haberlo arruinado el último día. ¡Entiéndeme! Son muchos años de comportarme así. Pero te prometo que puedo cambiar. Por ti haría lo que fuera Lily...

La pelirroja clavó sus ojos verdes en James por unos instantes.

- No me gustan los engreídos, petulantes y egocéntricos – habló al fin ella – No sé ni siquiera como he podido llegar a enamorarme de alguien como tu...

Potter alzó la cabeza sorprendido. ¿Había oído bien? Miró a Lily y vio que la chica le miraba con una sonrisa. Y antes que pudiera cambiar de opinión, la cogió y la besó allí mismo, sin apenas poderse acabar de creer que por fin notara esos labios sobre los suyos.

Un poco más lejos de ahí, Sirius, Remus y Peter se dejaron caer encima de uno de los sofás de la Torre de Gryffindor, esperando a que llegara la hora de bajar a comer.

- Espero que no se arranquen los ojos o algo por el estilo – comentó Black, al tiempo que se aflojaba la corbata del uniforme y se abría el cuello de la camisa.

- Si todo sale como yo lo tengo pensado, la cosa acabará muy bien – sonrió Remus.

- ¿Es que has hecho algo? – preguntó Peter, con la misma vocecilla impaciente que ponía siempre que Sirius y James declaraban que tenían pensada alguna broma para Slytherin.

- Oficialmente no he hecho nada. Pero he estado hablando con Evans... Y tal vez la convencí un poco... – declaró el licántropo.

- Tío, eres genial – sentenció Sirius – Nos has arreglado las cosas a James y a mi... No entiendo como tu aún estás soltero.

Remus se encogió de hombros y no contestó. Hablar de su propia vida sentimental le incomodaba. No era que no tuviera éxito entre las chicas, más bien todo lo contrario; sus ojos dorados y el pelo castaño claro no habían pasado desapercibidos entre la población femenina de Hogwarts. Era algo más relacionado con su naturaleza. Cada vez que se acercaba demasiado a una chica, temía que a su lado pudiera pasarle algo. Por eso se limitaba a concertar citas únicas con todas las chicas que le gustaban un poco, y con las que sentía un vínculo especial, podía llegar a salir en dos ocasiones. Pero no más. Por suerte todo el mundo relacionó ese comportamiento con las influencias que su amigo Sirius Black le pudiera transmitir.

Por suerte, la llegada de Lucy y Sara a la Sala Común dio por terminada la conversación.

- ¿Qué tal la mañana? – le preguntó la chica a Sirius, tras besarlo un par de veces.

- Oh... entretenida – sonrió Sirius – James ha hecho explotar media clase de pociones.

- Bueno... ¿bajamos a comer? – preguntó Peter impaciente.

- ¿Crees que podríamos hablar un momento a solas antes de bajar? – preguntó Lucy, mirando a Sirius directamente.

- Pues claro – asintió él, sin ni tan siquiera imaginarse lo que ella quería decirle.

Así Peter, Remus y Sara bajaron al Gran Comedor, dejando a la parejita sola.

Sirius miró entonces a Lucy para preguntarle que quería decirle, pero su sonrisa se borró al instante al ver lo seria que estaba la chica. No sabía si tenía que temer algo... No había echo nada malo... ¿o si?

- ¿Qué ocurre? – preguntó con cautela, revolviéndose nervioso en el sofá.

- Simplemente tengo una duda – dijo Lucy encogiéndose de hombros, pero aún estaba seria - ¿Qué te gusta de mi?

Sirius quedó sorprendido con la pregunta. En verdad eso era lo último que esperaba que le preguntara ella : - Eres una chica interesante, con la que se puede hablar. Nunca me aburro cuando estoy contigo, las horas me pasan volando. Eres dulce e inteligente. Tu timidez es increíblemente sexy, y tienes unos preciosos ojos color café. Y lo que más me atrae de ti es tu carácter. Seguro que no hay nadie que si se toma el tiempo necesario en conocerte no se enamore de ti.

- Eso es precisamente a lo que quería llegar... ¿Por qué yo? Es decir... ¿Por qué te tomaste el tiempo necesario en conocerme? En tres años ni siquiera te habías dado cuenta que yo existía... Y este año, de repente, conocías mi nombre, te sentabas a mi lado... Yo estaba ya resignada, era una de tantas chicas que te tenían que mirar desde la lejanía, aspirando como mucho a una mirada, a sabiendas que nunca te fijarías en mi...

El merodeador se quedó en silencio. ¿Cómo explicarle la manera en que se habían desarrollado las cosas sin hablarle de su condición de animago?

- Es... es algo complicado... – murmuró.

Lucy no dijo nada, sólo se cruzó de brazos esperando una respuesta más amplia.

- Es una historia larga de la que solo puedo contarte una parte... – volvió a decir Sirius. Sabía que si le decía que era un animago ilegal, la chica querría saber el motivo... Y bajo ningún concepto le podía contar lo de Remus... No, no podía hacerlo.

- Creo que si salimos juntos deberíamos tener plena confianza el uno en el otro... Aunque claro, si prefieres mantener tus secretos... – dijo ella con un tono un tanto picado.

- Ven – Sirius se levantó, y tomando a Lucy de la mano la condujo hasta su habitación. - ¿Quieres una explicación? Vas a tenerla.

Sin decir nada más, el merodeador dio dos pasos hacía atrás y ¡puf! Se transformó en el enorme perro negro, dio un par de vueltas sobre si mismo para que la chica le viera bien, y volvió a su forma humana.

Lucy se llevó una mano a la boca para ahogar su exclamación de puro asombro.

- El perro negro no... no era tuyo... ¡Eras tu! – dijo al fin.

El chico asintió : - Y ya sabes de lo que hablabas tu conmigo pensándote que era un perro... Aún cuando yo no te conocía. Me picaste la curiosidad ¿sabes? Estaba acostumbrado a tratar con una clase de chicas que si yo les gustaba venían, me lo decían y me plantaban un beso. Pero tu no; tu ni siquiera me hablabas. Decidí conocerte. Me enteré de tu nombre, de tus aficiones y de todo el resto, y empecé a hablar contigo. El resto ya lo sabes.

Lucy asintió, pero aún así no parecía convencida.

- Pero... ¿Eres un animago entonces?

- Ilegal. No aparezco en el registro – Sirius se encogió de hombros.

- ¿Lo saben tus amigos? – volvió a preguntar ella.

- Más bien sí. Ellos también lo son – le contó el merodeador después de meditar bien si debía contárselo todo o no.

- ¿¡Los cuatro!? – Lucy a cada momento estaba más sorprendida. Ni siquiera había llegado a avergonzarse al enterarse de que todo lo que le había dicho al adorable perro negro se lo estaba diciendo directamente a Sirius, aún sin conocerlo.

- Bueno... Remus no lo es

- Él parece el más sensato de los cuatro... – dedujo la chica, pensando que ese era el motivo. - ¿Pero para que os hicisteis animagos? Os podéis meter en problemas si el Ministerio se entera.

- El Ministerio no va a enterarse – dijo Sirius con seguridad, intentando evadir la pregunta del "porque"

El silencio cayó pesado sobre los dos. Se miraron por unos instantes. Él rogando a Merlín para no ser sometido a ninguna otra pregunta.

- ¿Por qué...?

- No me preguntes más y no tendré que mentirte – la interrumpió él.

Lucy frunció el ceño.

- ¿Y porque tendrías que mentirme? ¿No puedes simplemente contarme la verdad? ¿Cuál es el problema?

- El problema es que no es un asunto en exclusividad mío. Es algo muy serio que implica a otra persona. Si alguien te lo debe contar, ese no soy yo. Lo sabrás a su debido momento.

Volvieron a quedar en silencio. Lucy valoró en silencio las palabras del merodeador que le miraba con los ojos grises brillantes.

- Me voy a comer – fue lo que dijo ella al fin.

Sirius no hizo nada por detenerla. Sabía que tenía que digerir bien todo lo que le había contado en tan solo unos minutos. Se puso las manos en los bolsillos de la túnica y también bajó al Gran Comedor. Decidió que empezaría a preocuparse si Lucy no le había dicho nada antes de irse a la cama.

O o o O

Remus levantó interrogativamente una ceja cuando vio entrar a Lucy sola en el comedor, y se sorprendió aún más cuando vio a Sirius entrar un rato después y sentarse al lado de Peter.

- Sirius ya la ha fastidiado – murmuró en voz baja.

- ¿Y que esperabas? Tiene menos sensibilidad que una piedra. Yo estaba segura – respondió Sara, a su lado, en el mismo tono.

- ¿Será grave?

Sara se encogió de hombros : - Que Lucy haya bajado a comer es una buena señal. Si hubieran roto o algo por el estilo se hubiera encerrado a llorar o algo... Tal vez solo haya sido una discusión tonta.

- Hablaré con Sirius de todos modos esta tarde – dijo Remus. – Tendría que hacerlo James, que al fin y al cabo es su mejor amigo, pero creo que va a estar desaparecido con su reciente amor encontrado.

- Yo también hablaré con Lucy. Aunque es un fastidio eso de trabajar de "arregla-parejas" mientras los demás están de arrumacos con su chico – Sara hizo una mueca y continuó comiendo.

Remus la miró por unos instantes con una media sonrisa y también continuó comiendo.

O o o O

Lucy miraba por la ventana mientras McGonnagall les hablaba por millonésima vez del TIMO de Transformaciones. Pensaba en Sirius y en lo que el chico le había contado.

Sabía que no podía enfadarse con él. No tenía motivos. Si Sirius era un animago ilegal era su problema. Y no se lo podía haber contado antes porque básicamente no se conocían o no venía a caso... O al menos de eso quería convencerse ella.

Aunque no podía olvidar que no le había contado la historia completa; no sabía porque se habían echo animagos. Por el tono de voz del chico había intuido que era algo más que por pura diversión...

- ¿Me lo vas a contar? – le preguntó Sara cuando terminaron la clase.

- ¿El que? – preguntó Lucy distraída, aún sumida en sus propios pensamientos.

- Lo que te ha hecho Black esta vez para que hayas estado en las nubes todo el rato.

- Nada, nada... Seguramente es solo mi problema, por darle demasiadas vueltas a las cosas...

- ¿Me lo cuentas todo por las buenas o tengo que empezar con un interrogatorio de tercer grado? – Sara se cruzo de brazos.

Lucy se lo contó. Todo. Con puntos y comas. Sin olvidarse el más mínimo detalle. Cuando terminó, Sara pareció evaluar con cuidado todo lo que su amiga había dicho.

- Creo que Black se salvará por lo menos de momento de su muerte en mis manos – dijo finalmente – De verdad Lucy, no creo que haya echo nada tan grave como para que os enfadéis. Al fin y al cabo te contó la verdad, confió lo suficiente en ti para contarte que es un animago ilegal, y eso es un secreto para tener en consideración. Creo que si te viera como una chica "solo para ahora" o creyera que lo vuestro no tendría que durar, no te hubiera contado nada. Si no te cuenta lo demás, realmente es porque no puede, no porque no quiera. Si es un secreto del mismo calibre pero implica a otra persona... ¿Quién es el al fin y al cabo para contarte a ti lo referente a otro que tal vez ni te conozca?

Lucy miró a su amiga. Estaba sorprendida. Creía que Sirius no le caía demasiado bien... ¡Y ahora lo estaba defendiendo! Y eso fue precisamente lo que le dijo.

- Que Black me caiga bien o mal no tiene nada que ver. Estoy hablando por ti. Si viera que el chico quiere hacerte daño o reírse de ti, te lo diría. Pero no es el caso. Creo que Sirius ha madurado. Quiere una relación seria contigo, o eso me parece... Y más le vale que sea así, si no le colgaré de sus partes vitales de la punta del Big Ben.

Lucy rió, y le dio un rápido abrazo a Sara. Le alegraba tenerla como amiga.

Ambas subieron a la Torre de Gryffindor. Una vez allí, sacaron los pergaminos y los libros, dispuestas a hacer los deberes que tenían para el día siguiente, pero no pudieron trabajar demasiado rato, puesto que los merodeadores al completo con Lily no tardaron en entrar también. Lucy le dirigió una tímida sonrisa a Sirius, pero para el chico eso significó mucho. Había pasado la tarde con el corazón en un puño, y ni tan siquiera había querido hablar de ello con Remus, pues sabía que si se lo contaba, el chico se sentiría mal, pues él estaba relacionado indirectamente...

Sirius dejó su mochila en uno de los sillones, y esperó a que Lucy se acercara. No pudo evitar mirarla con infinita ternura.

- Siento haberme ido de esa manera antes... – dijo ella con un hilillo de voz cuando llegó a su altura. Temía que el chico pudiera estar enfadado o molesto por su comportamiento de antes. – No hace falta que me cuentes nada más; para mi significa mucho que confiaras lo suficiente en mi para contarme tu secreto.

El merodeador sonrió ampliamente, al tiempo que abrazaba a Lucy. No permitiría que esa chica se le escapara mientras viviera.

- Eres increible, Lucy – dijo Sirius – De verdad. Jamás había conocido a una chica como tu. Tal vez sea por esto que nunca había sentido nada como lo que siento por ti. He tenido mucha suerte al conocerte.

El corazón de la chica latió más deprisa, y se abrazó más fuerte a él. No podía creer que fuera suyo. No podía creer que Sirius Black le estuviera diciendo eso... Definitivamente debía haber algún dios que la quería mucho... Aunque ella no fuera creyente.

Desde una de las mesas, el resto de merodeadores, Sara y Lily miraban a la parejita.

- Se ven felices ¿no? – comentó la pelirroja, sonriendo.

- ¿Tienes envidia? Porque se puede arreglar rápidamente – dijo James con esperanza. Tenía una sonrisa enorme dibujada en el rostro.

- Después, James, después – le contestó ella.

- Entre todos me vais a producir alergia al amor... – dijo Sara con un gruñido, volviendo a su trabajo. Aunque por dentro se moría de ganas de ser como Lucy o Lily y encontrar también a su merodeador... ¡perdón! A su amor.

O o o O

Bien. Aquí lo teneis xDD Super capítulo largo y hasta los topes de azúcar xDD ¿Qué os ha parecido? Sé que dije que publicaria pronto... (en realidad tampoco he tardado tanto...) pero me surgieron algunas complicaciones y... en fin xD Que decidí agregarle más al capítulo para así hacerlo largo y no recibir quejas :P

A ver los reviews :

Mereth : Uf que si son malas las fiestas de nochevieja xD ¿A quien se le ocurre dejar un review en pleno dia de resacón? XDD Mira que tu tb, atar a una rata a la campana de la Puerta del Sol... No tienes remedio xDD En fin, voy a ir rapido con los revis que tengo que pirar a tudiar xD

Blackiegirl : ¿Remus y Sara? No sé xD Tendré que pensármelo. De momento los dejo siendo amigos :P ¡Espero que tb te guste este chap!

Yuna Aoki : Ok, odias el machismo y el egocentrismo... ¿Sabías que eso es sinónimo de que odias a Siri y a Jamsie? XD We, al menos en sus principios xD Creo que Lucy y Sara los van a mantener a ralla.

Miaka-Black : ¿Mi fic está en el rating de tu web? OO Pues vaya xD No lo tenía en tan grande estima este xD Pero bueno, siempre me gusta escuchar estas cosas. No estaria de más que me dieras la dirección de la web, así me paso a echar una ojeada

MaRiAnABlackforever : Hola! Sip xD Sirius y Lucy son muy lindos, pero tienen que tener un poco de consideración para los pobres solteros que quedan xDD Es un fastidio cuando estas soltera y solo ves a los demás haciendose carantoñas ¿eh? Creo que no, nunca me habías dicho que te gustaba Remsie, pero no me extraña xD La verdad es que es un encanto!

Y lo de las fans de Siri celosas que van a por Lucy no se hará esperar xD Creo que le van a sacar los ojos como poco xD En fin... Ya me dirás que te ha parecido este cap. ¡Hasta pronto!

amsp14 : Holaaaas! Eres la segunda que me pregunta por Remus y Sara xD Aún no lo tengo del todo decidido ¿Tu que opinas sobre la pareja? A mi no me desagradan la verdad.Y James no es que sea idiota xDD Simplemente es que es un tio y su mente no da para más xDDD Y en cuanto a Lucy y el perrito negro... Pues ya ves, Siri se lo ha contado. Espero que te haya gustado Intentaré publicar algo más antes de los examenes!

Sumire-chan : Me alegro de que te guste la pareja La verdad es que me costó definir un carácter para la chica de Sirius... Tengo en muy alta estima al merodeador y no quería darle cualquier cosa. Y en cuanto a Sara y Lupin... xDDD No sé si serán pareja o amigos simplemente :P Ya veremos xD Y pobre Jamsie... Es un engreído xD Pero quiere de verdad a Lily y eso es un punto a su favor ¿no? Gracias de verdad por tus comentarios. ¡Hasta el proximo capi!

En fin gente, hasta aquí todo. Espero que os haya gustado el capi, y es más, espero vuestros reviews!! Pliiis me hacen feliz! Pensad que se me acercan los examenes y... ¡necesito animos!

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