Notas: Esta parte tiene muchos twists, y estoy evaluando dividirla en dos partes.
Parte IV
Antes de volver a Pemberley, muy feliz, Darcy mandó publicar en el diario el aviso de su compromiso con la Sra. Barton. Si se hubiese imaginado todas las consecuencias que esa noticia traería jamás lo habría hecho…
Hacía solo cinco días que Darcy se había ido a Pemberley; ese día en la mañana, Elizabeth recibió su segunda carta. Era una carta breve que le había escrito en una posada de camino a Pemberley que le 'recordaba' lo mucho que ella significaba para él y las ilusiones que tenía para el futuro.
En la tarde fue a la Institución, estaba leyendo un cuento de hadas de los hermanos Grimm a los niños pequeños cuando llegó la Sra. Smith y pidió para hablar con ella a solas.
Elizabeth quedó muy sorprendida de verla, ya que pensó que ya se había ido para Lambton. Fue a buscar a la Sra. Farrow para que cuidara a los niños y posteriormente invitó a Margareth al pequeño despacho de la Institución…
Después de enterarse por una conocida de la Institución del compromiso de la Sra. Barton con el Sr. Darcy, Margareth titubeo por un día si era conveniente hablar con la Sra. Barton, y al final optó que era mejor hacerlo. Le agradaba mucho la Sra. Barton, pero sin lugar a dudas, para ella era conveniente que el Sr. Darcy permaneciera soltero. Todavía tenía esperanzas de tener una relación íntima con él, ya que además de ser un hombre muy guapo, era muy generoso… Si conseguía su propósito, iba a poder ahorrar mucho dinero y vivir una vida mejor. Aún no sabía si su madre podía incluirla nuevamente en el testamento para que heredara parte de su porción, pero en el caso en que efectivamente pudiera, solo le tocaría unas 1500 libras.
Enseguida que se sentaron a solas, Margareth directamente dirigió la conversación al tema que quería hablar…
"… Sra. Barton, primero que nada, quiero decirle que pensé mucho antes de tomar la decisión de venir acá a hablar con usted. Lo que voy a decirle es en estricta confidencia." Hizo una pausa y Lizzy asintió, "¿Se acuerda que hace unos días le comenté que conocía al Sr. Darcy desde hace varios años?"
"Si, me acuerdo que usted comentó que eran vecinos."
"Exactamente; pero hay un punto que no comenté por vergüenza de lo que usted y la Sra. Barton podrían pensar de mí." Hizo una pausa y la miró a los ojos, "Conozco muy bien al Sr. Darcy y no precisamente como vecino; para ser franca, lo conozco íntimamente. Supongo que usted entiende a que me refiero."
Elizabeth abrió muy grande los ojos por la sorpresa, y Margareth continuo, "Créame que cuando fui a su casa a despedirme, no sabía que usted tenía una relación con él. Fue muy grande mi sorpresa y la de él cuando nos vimos en su casa."
En ese momento, Elizabeth recordó lo pálido que estaba el Sr. Darcy cuando vio a la Sra. Smith, el comentario que había escuchado a dos señoras hacer sobre lo contenta que estaba la Sra. Smith porque tenía un amante rico, guapo y considerado. Sumado a ello, justo ahora ella se mudaba a Lambton. Margareth seguía hablando, pero Elizabeth estaba muy absorta en sus pensamientos y vagamente le prestaba atención.
"… él ha sido tan generoso conmigo; pagó la cuenta del doctor, y además paga todos mis gastos e incluso puedo ahorrar mucho dinero para la dote de mi hija… Más allá que la aprecio a usted porque ha sido muy buena conmigo y con mi hija, no estoy dispuesta a terminar mi relación con el Sr. Darcy."
Elizabeth respiró hondo, "Entiendo perfectamente lo que me está diciendo, y le agradezco su franqueza. ¿Hay algo más que me quiera decir?"
Margareth negó con la cabeza y se despidió de Elizabeth. Pasaría mucho tiempo antes que se volvieran a ver.
