Bueno, quinto cap. AL final no lo he escrito como queria. pero creo que ha qdao mejor...Ufff...celosss, y pasion, mucha pasion en este cap! :D:D bueno os dejo ya que leais que estais ansiosos! :D:D:D byee! xxxxx
www. fotolog. net / carmele (sin espacios!)
5.- Normal
Sus labios cayeron sobre los de ella en una fuerte impresión, ambos deseándolo.
El rubio-platino profundizó el beso, pegándose mas a ella, cerrando los huecos que quedaban entre ellos.
Notaba la respiración agitada de la pelirroja, las manos temblorosas, deseosas, enredadas en el pelo plateado del chico.
Ginny abrió los ojos, y miró los ojos cerrados de Draco.
Su mente gritaba que esto no estaba bien, que era imposible, inconcebible...
Puso dos manos sobre el pecho musculoso del chico y le empujo hacia detrás.
El rubio abrió los ojos, inquiriendo, preguntando porque había hecho eso. Sus labios aun entreabiertos, deseosos de mas. Una mano pálida, fina, aun enroscada en la cintura de la chica, atrayéndola hacia el.
"¿Por qué - ..?" fue a preguntar mientras se acercaba de nuevo a ella pero se calló al ver que la chica salía de entre sus brazos, deslizándose por la pared.
Andó hacia la puerta, los pasos firmes, decididos, precisos y al llegar se dio la vuelta, clavando la mirada en los ojos grises del chico.
"Ves, Draco, puedes llegar a ser normal" dijo, mientras sonreía brevemente. Se dio de nuevo la vuelta, y abriendo la puerta lentamente, echó a andar por el pasillo.
Andaba rapidamente por el pasillo. Deseaba llegar cuanto antes a la sala comun, llegar, y acostarse. Deseaba que llegara el dia siguiente, que pasara todo lo que acababa de ocurrir.
Suspiró cuando vió por fin el retrato de la Dama Gorda y corrió el espacio que le quedaba para llegar cuanto antes.
Resopló la contraseña, mientas la Dama Gorda decía algo de 'estos jóvenes de hoy en día'.
Entró, y afortunadamente, no había nadie en la sala común, o eso pensaba.
La cruzó rápidamente mientras cerraba los ojos pensando en lo ocurrido. Los finos labios de Draco, rosados, suaves, su piel tan perfecta tan pálida su...
"Ginny!" gritó alguien en la sala.
La pelirroja se paró en seco y dio lentamente la vuelta, sacada de sus pensamientos.
Harry. Era Harry. Pelo negro azabache, despeinado, brillante y suave, dándole un aspecto de travieso, infantil. Sus ojos verdes, llenos de felicidad y de amor dispuesto a dar, no como los ojos grises de Draco, fríos, sin emociones...
Harry. Siempre habría algo especial con Harry. De acuerdo, ya no lo quería como antes, pero olvidar un amor asi, era un tanto difícil.
Ginny le sonrío y le miró.
"¿Qué querías Harry?" preguntó.
"¿Puedes sentarte aquí?" le preguntó. Dándole pequeñas palmadas al hueco que quedaba libre al lado suya en el sofa.
Ginny asintió y andó hacia alli, sentándose al lado de Harry.
"¿Pasa algo?" preguntó la pelirroja, después de una larga pausa a ver si Harry se decidia a hablar.
"Ehmm...Bueno, la verdad esque si. Pues veras, Ginny, tu, eres...Tu y yo, bueno tu a mi, ay..." dijo y sin pensarlo dos veces, se acercó a Ginny y le plantó un beso.
La pelirroja ni se movio. No se movio cuando le dio el beso y no se movio cuando se separó de ella.
Le miró la cara y echó a andar hacia su dormitorio, una sonrisa plantada en la cara, y tarareando una canción que sonaba a 'I'm to sexy'.
Ginny se echó hacia atrás en el sofa y resopló. Harry era tan dulce, te inundaba la felicidad que desprendía, ese don que tenía para hacer feliz a todos...Pero Draco sigue aun besando mejor pensó Ginny, mientras echaba a correr hacia su cuarto, criticándose a si misma por pensar esas cosas.
Ginny se despertó tarde al día siguiente. El despertador ya había sonado 3 veces, lo que quería decir que ya deberían de haber pasado 15 minutos desde que se despertó. Se revolvió un poco mas en la cama y abrió los ojos. Solo tenía 30 minutos para hacer todo lo que tenia que hacer antes de llegar a clase.
Cuando bajó las escaleras de los dormitorios de las chicas, Harry la esperaba al final.
Le sonrió cuando llegó abajo, y sin mas preámbulos le cogió la mano.
Ginny miró su mano cogida entre las de Harry, y después a Harry, que andaba felizmente mientras la arrastraba tras el. Volvió a mirar las manos.
"Ehm...Harry?" preguntó Ginny.
Harry miró hacia ella y levantó las cejas por detrás de sus gafas.
"¿Si, Gin?"
"¿Qué significa esto?"
"¿El que?"
"Pues tu, yo, cogidos de la mano...¿sabes?"
"Ah..." se paró en medio del pasillo. "Yo pense que estabamos saliendo...y bueno que tu sentías..." Harry siguió hablando, pero por alguna extraña razón, Ginny ya no le escuchaba. Sus ojos se desviaron hacia otro lado, hacia el otro lado del pasillo. Por el que andaba Draco Malfoy.
Le miró y se fijo en el. No que antes no lo hubiera hecho. Pero esto era diferente. Ahora Draco andaba solo, sus tunica revoloteando a su alrededor, el pelo correctamente en su sitio, y la mirada...fija en ella.
Se sorprendió cuando vio sus ojos grises clavados en los de ella, mientras andaba rapidamente. Se sorprendio, porque de alguna manera, esos ojos grises hacian que ella se sintiera perdida, perdida en un mundo fantastico, en el que todo era gris y plateado.
Dejó de mirarle a los ojos, pero se dio cuenta de que el chico ya no miraba a sus ojos marrones, sino a las manos aun cogidas de Harry y Ginny.
Y la sensación que se asomaba por su cara no era de asco, ni de burla, ni de indiferencia.
No.
La sensación que corría por su cara era de celos.
