­ 1º de Enero: Es el día de año nuevo. Las personas salen a disfrutar su día libre, unas paseando por el nevado parque, otras durmiendo en sus casas, y otras patinando en el congelado lago; es allí donde se encuentran reunidos nuestros amigos: Bulma y Milk se sientan a conversar, Bura y Pan hacen un muñeco de nieve, Gohan y su esposa Videl pasean a caballo, Goten y Oob llevan a cabo una guerra con bolas de nieve, convenciendo a Yamcha de que participara. Vegeta está sentado en una roca, observando a las personas que patinan, y a su lado se sienta su hijo. – Gran día. ¿No lo crees, papá?

– Supongo...

El joven Saiyajin observa detalladamente a su padre, notando que él está muy pensativo. – Papá: ¿Qué sucede?

– Trunks, he notado que... – Vegeta es interrumpido por una bola de nieve que impacta sobre su cabeza. El enojado príncipe dirige una mirada sombría hacia donde están los muchachos. Goten y Oob señalan a Yamcha, y éste último se queda paralizado, mirando por todas partes. Entonces, el orgulloso príncipe se levanta. – Hablaremos más tarde.

Una gran gota aparece sobre la cabeza del joven, mientras observa cómo su padre discute con Goten y los demás. De repente, alguien coloca sus manos sobre su cara, tapándole los ojos, pero enseguida descubre de quién se trata: – ¡Hola Andie!

– Oye: ¿Cómo lo supiste?

– La delicadeza de tus manos es inconfundible. – La joven se sonroja al oír estas palabras. Tras ella se acerca su abuelo. – Buenas tardes, Sr. Andersen.

– Buenas tardes, hijo. – En ese instante, un grupo de personas de avanzada edad se acerca al anciano. Una señora de unos 75 años, con cabello muy canoso, piel amarillenta y ojos orientales es la primera en hablar. – Hola Marcus, querido.

– ¿Lila? ¿Eres tú? – Luego observa a los demás: – George, Dona, Francis... ¡Han pasado tantos años!

– Sí, unos 15 años para ser más precisos. ¿Cómo has estado?

– Un poco enfermo, pero estoy bien. – Señalando a la joven – Lila: ¿Recuerdas a mi nieta?

– ¡Oh por Dios! ¿Andie? ¿Eres tú? – La anciana se coloca al frente de la zionita, admirándola completamente, porque no la había visto desde que ella tenía unos 11 años de edad. – ¡Cuánto has crecido! Ya eres toda una mujer.

– ¿Cómo está Usted, Sra. Yamamoto?

– Muy bien, y bastante sorprendida, querida. – En ese momento observa a Trunks. – ¿Y quién es este joven y apuesto caballero?

– Él es Trunks Briefs: Mi jefe, y un gran amigo.

– Es un placer conocerla, Sra. Yamamoto.

– Igualmente, querido. – Al decir esto, ella se dirige a su viejo amigo. – Marcus: Iremos a casa de George a jugar Backgammon. ¿Quieres venir?

– Me encantaría mucho, Lila. Uh... Andie: ¿No te importa si voy con ellos?

– No abuelo, para nada. Hace años que no te reúnes con tus amigos y esta es una gran oportunidad. Yo me quedaré aquí a platicar con Trunks.

– De acuerdo. Nos vemos más tarde, hija. – Una vez que se despide de su nieta, el anciano se marcha con sus amigos.

Los jóvenes se sientan sobre la roca, hablando sobre muchas cosas por al menos media hora, hasta que al Saiyajin se le ocurre una idea: – Oye: ¿Te gustaría patinar?

– ¿Patinar? Me encantaría, pero no tengo patines.

– Umm... espera aquí. – Trunks se levanta y se marcha, regresando al rato con un par de patines blancos, los cuales son entregados a la princesa. – Ten, se los pedí prestado a mi hermana. Espero que sean de tu talla. – Andraia se coloca los patines: Le quedan perfectos.

Él usa los suyos, luego colocan sus pies sobre el hielo. – Trunks: Debo advertirte que no he patinado desde hace varios años.

– No te preocupes. Estaré a tu lado por si llegases a caerte.

– Está bien. – Luego, la pareja empieza a patinar. Al principio, Andie encuentra un poco de dificultad al tratar de mantener el equilibrio, pero al cabo de un tiempo logra estabilizarse, llegando al punto de seguir el mismo ritmo que su amigo. De repente, como por arte de magia, ellos empiezan a patinar de manera rítmica y coordinada, dando vueltas y haciendo muchas piruetas, como dos patinadores profesionales. Las personas a su alrededor se detienen y contemplan el hermoso espectáculo, también los guerreros Z, incluyendo a Vegeta, quien está sentado observando la manera en que su hijo mira a la bella joven cada vez que él se le acerca: La mirada del joven Briefs se llena de ternura.

Luego de terminar su patinaje, ambos regresan y se sientan en la misma roca.

– ¡WOW! No sabía que patinabas tan bien.

– Para serte sincera, Trunks: Yo tampoco lo sabía. Algo inexplicable sucedió y aún so sé qué fue. – Mientras ellos siguen conversando se quitan los patines y se calzan sus botas, Bura y Pan se les acercan y el joven entrega los patines a su hermana. – Ten, Bura. Muchas gracias.

– De... de nada Trunks. – El Saiyajin nota en el rostro de su hermana una expresión de sorpresa, lo cual le confunde un poco. – ¿Qué sucede? ¿Por qué me miras de esa manera?

– Ustedes dos me dejaron boquiabierta. Lucieron tan... increíble.

– Vamos, no es para tanto.

– ¿Ah no? – Pregunta Pan – Todos están hablando de ustedes.

– ¿Lo dices en serio, Pan? – La pequeña no responde porque en ese momento un grupo de personas se acerca a la pareja. – Los felicito: son sorprendentes.

– Su patinaje fue tan hermoso.

– ¿Saben? Deberían participar en las Olimpíadas de Invierno. Serán el próximo año. ¿Qué dicen? – Trunks y su amiga se sonrojan al oír tantos comentarios. 3 horas más tarde se hace de noche, por lo que todos deciden regresar a sus hogares.


Una flotilla de naves exploradoras llega a la base lunar. De ellas desciende un numeroso grupo de criaturas, quienes esperan el momento justo para atacar; mientras tanto, siguen creando armas y entrenando a los nuevos miembros de la armada arcaniana. Pronto, muy pronto, llegará ese día.


Una semana después, Trunks entrena fuertemente, mientras, tras una ventana del cuarto anexo, es observado por su madre. Cuando la sesión termina, Bulma entra al área.

– Hola, Trunks. Umm... ¿Tienes un segundo?

– Claro, mamá. ¿Qué sucede?

– Quisiera hablar un poco contigo, es simplemente una charla de madre a hijo.

– Bien. Te escucho.

– ¿Sabes, hijo? Últimamente he notado algunos cambios en tu comportamiento...

– ¿A qué te refieres?

– Me refiero a que eres un poco más... digamos, más sensible, ha veces te he visto tan deprimido... otras veces estás tan callado y pensativo...

– Perdóname, mamá: Pero no te entiendo.

– De acuerdo, seré franca contigo: Tu comportamiento ha cambiado desde que conociste a Andraia Andersen.

– ¿Qué? Mamá: No me estarás diciendo que ella es una mala persona... ¿O sí?

– Oh, no hijo, al contrario, Andie es una chica muy agradable... pero a la vez muy solitaria. En verdad me alegra que puedas estar con ella y darle todo tu apoyo.

– Entonces... ¿Qué es lo que te preocupa?

– Lo que me preocupa es que te estas tomando las cosas de manera muy personal: Cuando ella se siente mal o tiene algún problema, su sufrimiento te afecta en gran medida, hasta el punto de deprimirte...

– Mamá, yo...

– Hijo: ¿Confías en mí?

– Por supuesto que sí, mamá.

– Entonces, dime la verdad: ¿Qué sientes por ella?

– ¿Yo? – Trunks se sonroja de pena – Bueno... simpatía.

– ¿Estás seguro?

– Supongo que sí. No me crees, ¿Verdad?

– Trunks, te conozco: Has estado en mi vientre por 9 meses, te he amamantado y cambiado los pañales, te he curado cuando estabas enfermo... Has recurrido a mí cuando estabas triste o cuando necesitabas consejos, incluso me has pedido ayuda cuando hiciste tu tesis de grado... Has estado a mi lado durante toda tu vida. Es por eso que puedo asegurarte que lo que sientes por ella no es sólo simpatía... Te recomiendo que analices tus sentimientos.

– ¿Mis sentimientos?

– Sí, hijo. Cuando tengas la verdadera respuesta seguiremos hablando. No te quito más tiempo, debes ir a la Corporación.

– Claro, mamá. – El joven Saiyajin se dirige a su habitación, luego se baña, se viste con su traje formal amarillo y se dirige a su trabajo. Durante el trayecto, piensa en lo que dijo su madre: "Te recomiendo que analices tus sentimientos".


Han pasado tres días. Ya es de noche y todos se disponen a dormir. Trunks está acostado en su cama, pensando en la conversación que tuvo con su madre, especialmente en la pregunta que le hizo: "¿Qué sientes por ella?". Está confundido: ¿Qué siente por su amiga? ¿Acaso será simpatía, cariño... o algo más? Sigue pensando...

Recuerda el día en el restaurante, cuando la vio por primera vez: Una chica tan bella y un poco gruñona, aunque al final resultó ser una frágil criatura que ha sufrido mucho y que necesitaba desesperadamente una mano amiga, tal como lo demostró ese día, cuando estaba sentada en la roca admirando el paisaje de otoño, cuando se tropieza y cae justo sobre su pecho, pudiendo tener muy cerca ese dulce rostro, esos bellos e inocentes ojos celestes, hechizándolo instantáneamente... cuando al ver que ella se pincha un dedo, saca un pañuelo y, tomando su delicada mano, limpia la pequeña herida... "Aww... ¡Qué ternura!" ¿Ternura? Sí, siente mucha ternura por la joven ¿quién no lo haría?

Posteriormente recuerda la fiesta de navidad, cuando él la presenta a sus amigos. Ese día, Krilin le comentó algo muy obvio: "Hey amigo, no tienes malos gustos. ¡Qué belleza!" Es cierto, ella es una joven muy bella, con sus inocentes ojos, su largo y sedoso cabello castaño, su delicado y dulce rostro... ese mismo día cuando pudo percibir las intenciones del Maestro Roshi de propasarse con ella, creándole una gran ira. ¿Por qué? La respuesta es obvia: Sintió celos...

En ese instante, cruza por su mente el momento cuando estaban en el templo de Kami-sama, cuando ellos combinaron sus poderes para vencer a sus enemigos. Recuerda lo que sintió al verla en esa cama, muy débil, cuidándola durante toda la noche, y las palabras de Mr. Popo: "Esa niña es muy afortunada al tener a alguien como usted... no me refiero a la amistad" ¿No se refiere a la amistad? Entonces... ¿A qué? Luego, recuerda lo que dijo Gohan: "Veo que hasta Mr. Popo se dio cuenta" ¿Darse cuenta de qué? ¿Por qué todos lo saben, menos él? ¿Qué está ocurriendo?

Entonces piensa en aquel día, cuando la pobre Andie se desmaya atormentada por un trauma que tiene desde la infancia, cuando en el consultorio de su amigo Jeff, escucha una advertencia que le afecta de una manera muy inexplicable: La posibilidad de un suicidio. El dolor que sintió fue muy grande. Mucho después piensa en el día de año nuevo, cuando ellos ejecutaron un patinaje de manera tan coordinada, con armonía y mucha química entre ambos, como si fuesen una sola persona.

Finalmente recuerda el día cuando ella demuestra su capacidad e inteligencia, cuando él es sorprendido al descubrir lo que ella puede hacer... "Creo que Cupido está haciendo de las suyas". Cupido es el Dios del amor, y su trabajo es flechar a las personas para que se unan y se enamoren. Entonces... ¿Por qué su amigo Jeff diría eso? ¿Acaso será cierto? ¿Acaso eso es lo que está ocurriendo? ¿O son sólo coincidencias?

Ahora se analiza a sí mismo: Cada vez que está a su lado no sólo siente una paz interna, sino ternura, simpatía y muchos deseos de protegerla. Cada vez que mira sus ojos, dejándose llevar por esa mirada tan dulce y bella, siente una sensación muy extraña que recorre su cuerpo. Cada vez que la abraza, lo hace con mucha más fuerza, sintiendo deseos de permanecer así, con ella entre sus brazos, con su castaña cabeza apoyada sobre su musculoso hombro. Cada vez que besa sus mejillas o su frente, siente la necesidad de besarla otra vez y acercarse más y más... a sus labios.

Simpatía, cariño, ternura, celos, dolor... Trunks ha sentido todo esto por una sola persona: Andraia. Ha sentido gran admiración por su belleza, ha sentido mucha paz a su lado, ha sentido muchas alegrías y tristezas... "¿Qué sientes por ella?" Él ya sabe la respuesta: Siente mucha atracción hacia Andie, ya que no la ve con ojos de hijo, tal como ve a su madre, tampoco con ojos de hermano, como lo hace con Bura, ni con ojos de amigo, como con Videl y Pan... Él la ve con ojos de hombre, de un hombre que ha sido cautivado por una joven tan tierna e inocente, tan sorprendente y al mismo tiempo muy frágil, tan sencilla y hermosa... una bella joven que logró conquistar su corazón.


Al día siguiente la familia Briefs está sentada desayunando, cuando Trunks se acerca a su madre.

– Buenos días Trunks.

– Hola mamá. ¿Puedo hablarte... en privado?

– Claro. – Ella se levanta de la mesa – Permiso. – Después, madre e hijo se dirigen a la enorme sala. – ¿Qué sucede, hijo?

– Bueno, estos últimos días he estado pensando en lo que me dijiste y... bueno... creo que tienes razón... lo que siento por Andie no es sólo simpatía... es... Umm... – Él se sonroja.

– Vamos, soy tu madre: Puedes confiar en mí.

– Mamá: Ella me gusta, y mucho.

– Aww... Eso es tan maravilloso. Me alegro por ti. En verdad ella es una buena chica y me gustaría que algún día ustedes llegaran a tener una relación estable.

– ¿Lo dices en serio?

– Por supuesto que sí.

– Oye y... ¿Crees que ella sienta lo mismo por mí?

– Tal vez... eso tienes que descubrirlo.

– ¿Sabes? Me siento un poco extraño... con mi actitud parezco un chiquillo de 15 años.

– Claro que no. Este tipo de sentimientos pueden darse en cualquier momento. Recuerda que yo conocí a tu padre cuando tenía más o menos tu misma edad.

– Sí, es cierto. Ahora debo ir a la oficina, nos veremos más tarde. – Él se acerca y besa la mejilla de su progenitora. – Adiós, mamá. – Enseguida, el joven jefe sale de su casa, sube la limosina y se dirige a la Capsule Corp., pensando en lo maravillosa que es su madre. Luego, piensa en ella, en su rostro, en sus ojos, en su dulzura...

– Andie: En verdad me has cautivado... me encantas...