– Vaya: Este organismo es muy extraño. – Bulma observa detalladamente el frasco con la larva en su interior. – Es increíble que esta cosa tan pequeña pueda devorar todo un cerebro humano en tan poco tiempo.
– Yo también estoy sorprendido, mamá. Lo que me preocupa es que quizás hallan más de esas larvas en el resto del planeta. Debemos evitar que se propaguen e infecten más personas: Esta podría ser una plaga muy mortal.
– ¿Qué sugieres, hijo?
– Bueno, deberíamos crear un plan, ya hablé con Goten, Krilin y Tien. Ellos y los demás vienen para acá.
– Bien. –En esto, ella da la vuelta y se dirige a la puerta. – Ahora vuelvo.
– Claro. – Mientras Bulma se ausenta por un momento, Andie se acerca al preocupado joven, quien nota la tristeza en su rostro. – ¿Qué sucede?
– Trunks: Ellos vienen por mí. Podríamos preparar una trampa o algo...
– ¿Y que seas tú la carnada? ¿Propones que te deje expuesta a esos monstruos, para que puedan asesinarte? No, Andie. De ninguna manera arriesgaré tu vida.
– Pero...
– ¡NO LO PERMITIRE!
– E... está bien. – Ella se deprime, ya que no fue su intención enfadar a su amigo. – Pero por favor, no te molestes.
– Andie... – El Saiyajin se le acerca, abrazándola fuertemente, de manera protectora, hablando con un tono de voz muy bajo. – Sé que quieres ayudar, pero existen otras formas de hacerlo. No quiero que caigas en manos de esos monstruos, eres una gran amiga y no quiero perderte...
– Pero... – Ella se sonroja y se siente nerviosa, mirando fijamente el rostro de ese joven tan lleno de bondad. – Trunks, yo...
– Ehem... – El momento fue interrumpido. Ellos miran en dirección al sonido, y allí están todos los guerreros Z, con miradas insinuadoras. Ambos jóvenes se sonrojan de pena.
– ¿Qué dices, Trunks? ¿Qué esas cosas comen cerebros?
– Sí, Krilin. Luego se apoderan del cuerpo de la víctima y lo manipulan a su antojo; aparentemente bajo la influencia de esas extrañas criaturas. Bueno, esa es sólo una hipótesis.
– Espera: ¿Te refieres a los monstruos que nos atacaron el día de navidad?
– Así es.
– Bien amigos. – Se adelanta Tien – Tenemos un enemigo entre nosotros. Sugiero que vayamos a entrenar. Chaoz: Vendrás conmigo.
– Sí, Tien.
– Yo iré al Kame-house. Quizás no sea tan fuerte y joven, pero podría ayudar.
– Es una buena idea Yamcha. Yo también iré para allá.
– ¿En serio, Krilin?
– Sí. Tal vez ya esté un poco mayor para estas cosas, pero aún puedo ser muy útil. ¿Vienes conmigo, 18?
– Umm... de acuerdo.
– No vayas a olvidarte de mí, hermana. – Todos reconocen esa voz, miran en dirección a la entrada y ven allí a un hombre de mediana estatura, de unos 46 años de edad, piel semiclara, ojos azules y cabello largo y negro. – ¿Me extrañaste?
– ¿17? – Los ojos de Nº 18 se humedecen, luego ella corre hacia su hermano y lo abraza fuertemente. – P... pero... pensé que habías muerto.
– Así fue. Pero gracias al último deseo de Gokú pude revivir.
– ¡EXCELENTE! – Exclama Goten. – Así aumenta nuestra ventaja. Bueno Gohan, creo que entrenaremos juntos, como los viejos tiempos.
– Claro, Goten. Pero será después. Ahora debo llevar esta larva con un amigo mío para que la analice. Ella podría proporcionarnos alguna información.
– De acuerdo.
– ¿Puedo entrenar contigo, tío Goten? – Pan está muy emocionada con la idea de retomar los entrenamientos. – Por favor: Di que sí.
– Lo siento, Pan. – Responde Gohan. – Pero debes ir a la escuela. Recuerda que perdiste un año completo por tu viaje espacial.
– Pero papá... – La jovencita se deprime.
Mientras, Goten se acerca a su gran compañero de la infancia. – Bueno Trunks, mientras espero a mi hermano entrenaré contigo. ¿Qué dices, amigo?
– Me encantaría. Pero debo entrenar a alguien más.
– ¿Tú? ¿A quién? – El joven hace una mirada sarcástica. – ¡Ah! Así que por fin Bura decidió entrenar. ¿Cierto?
– No. – Trunks se acerca a su amiga, colocando sus grandes manos sobre los frágiles hombros de la zionita.
Todos se sorprenden: – ¿ANDIE?
– Así es.
– Pero Trunks... – Ella lo mira con ojos muy confundidos. – ¿Cómo podría...?
– Shh... – En esto, el Saiyajin coloca su dedo sobre la pequeña boca. – Escucha: Tienes un talento natural para las artes marciales, además necesitas aprender a controlar tus poderes.
– ¿Tú crees que pueda?
– Claro que sí, Andie. Pero empezaremos mañana, porque papá tiene ocupada la cámara de entrenamiento.
– Está bien.
– Bueno, – concluye Goten – En ese caso creo que entrenaré cuando mi hermano lo haga. Así aprovecharé a salir con Pares.
– Nunca cambias. ¿Verdad, tío Goten? – Todos ríen con el comentario de Pan, mientras que la cara del Saiyajin se pone roja de vergüenza.
Después, cada grupo se marcha para entrenar, quedándose allí Bulma, Trunks y Andie. – Bien, chicos: Mientras ustedes entrenan yo me haré cargo de la oficina.
– Te lo agradezco mucho, mamá. – En ese instante, el joven besa la mejilla de su progenitora. – Eres grandiosa.
– Cielos, hijo: Te has puesto muy meloso. Los dejaré solos. – Luego ella se marcha a su laboratorio para trabajar en otro invento.
– Trunks: Creo que deberíamos volver a la Corporación.
– No creo que sea necesario. Ya es muy tarde.
– ¿En serio? – La zionita mira su reloj: 5:30PM. – Oye, tienes razón.
– ¿Sabes? Hay buenas películas en el cine y... me preguntaba si querrías ir allí.
– Claro. ¿Por qué no?
– Genial. Vayamos. – Trunks carga a su amiga y vuela en dirección al centro de la ciudad.
– Zetch: ¿Cuánto falta para llegar a ese planeta?
– Ya falta poco, mi lord. Aunque...
– ¿Sí?
– Con todo respeto, Señor. Ese lugar está infectado de extraños especimenes, por eso no podremos establecer una base allí.
– Ya veo. ¿Qué hay de su satélite?
– Tampoco podemos ir allí. Es demasiado pequeño, apenas puede albergar al grupo de exploradores.
– ¿Bien? ¿Qué sugieres?
– Señor: Cerca de ese planeta orbita un cuerpo desértico, de buen tamaño y buenas condiciones para establecernos allí.
– Excelente. Vayamos a ese lugar. – La nave nodriza se desplaza junto a su flotilla a través de la Nube de Oort.
Un joven soldado Centaury hace reverencia a su rey. – Majestad: Hemos localizado el punto de origen de las señales. – Luego muestra un holograma del Brazo de Orión, uno de los brazos espirales de la Vía Láctea, señalando una región específica. – Es en esa zona, señor. Aparentemente una colonia de 9 planetas que giran alrededor de una única estrella.
– Bien. ¿Cuántos planetas habitables hay allí?
– Aún no lo sabemos. Estamos trabajando en ello.
– Muy bien. Puede retirarse.
– Sí, señor. Como ordene. – El soldado se retira y Cryus se sienta en su trono, lleno de esperanzas: Quizás pronto encuentre a su hijo...
En una oscura sala de cine la gente disfruta de una película romántica. Andie está sentada allí, al lado de un asiento vacío. Al rato, Trunks se sienta en ese lugar, llevando en sus manos una bandeja plástica con gaseosas y palomitas de maíz: La joven toma uno de los combos, mientras mira la película. Sin darse cuenta, el Saiyajin apoya su brazo sobre los hombros de la zionita, quien lo mira con ojos confundidos, y algo sonrojada. – ¿Qué haces?
– Perdón. No fue mi intención.
– No hay problema, Trunks. Está bien. – En ese momento ocurre una escena romántica en donde los protagonistas se besan apasionadamente. – Qué película tan romántica. ¿No lo crees?
– Definitivamente. Los actores hicieron un gran trabajo interpretando esos papeles: Se nota que hay mucha química en ellos.
– ¿Sabes? Me gustaría saber qué se siente.
– ¿Qué cosa?
– Eso: Quisiera saber cómo se siente la calidez de un beso.
– Espera: ¿Nunca te han besado? No te creo.
– Te estoy hablando en serio.
– Oye: Eres una chica muy linda. Tuviste que haber tenido decenas de pretendientes.
– Trunks: Toda mi vida he estado tan aislada. Aparte de Reggie y de ti, no he tenido amigos, y mucho menos he tenido parejas. De hecho, tú eres el primer hombre con quien he salido.
– ¿En serio? – El joven se sonroja. – Bueno, como dicen: Hay un momento para todo. Algún día vivirás ese momento tan especial.
– ¡SHHH! – La audiencia se molesta porque no puede oír los diálogos, por lo que ambos se apenan.
– Perdón. – Luego, continúan disfrutando de la película.
La pareja sale del cine. – ¿Te gustó la película, Andie?
– Me encantó. Ese sujeto amaba mucho a su dama. Fue tan romántico.
– Sí, es cierto. ¿Tienes hambre?
– Bueno... – En ese instante se escucha un ruido desde el estómago de la zionita, por lo que ella se sonroja, llena de pena. – Creo que no me caería mal un bocado.
– Bien. ¿Qué quieres comer?
– Umm... ¿Qué tal unas pizzas?
– ¿Pizzas? De acuerdo: ¡Vayamos a comer! – Ambos jóvenes entran a una pizzería cercana, se sientan en una mesa, piden dos pizzas familiares y dos sodas, y conversan mientras esperan la orden. El joven nota que su compañera está sorprendida. – ¿Qué ocurre?
– Trunks: Acabas de pedir 2 pizzas familiares. ¡No puedo comer tanto!
– Lo sé. Pero yo sí. – El joven Briefs muestra una amplia sonrisa. – Créelo o no, pero tengo un enorme apetito.
– De ti puedo esperar cualquier cosa, Trunks.
– ¿Uh? ¿A qué te refieres? – No obtiene respuesta, ella sólo se ríe. – ¡Oye! – En ese momento reciben su orden y empiezan a comer.
Los jóvenes se encuentran frente a la casa de Reggie, después de disfrutar una noche muy agradable. – Gracias por todo, Trunks.
– Fue un placer. – Él se acerca y besa su mejilla. – Ahora descansa, porque mañana entrenaremos muy duro. Vendré por ti a las 9:00AM.
– Está bien. Buenas noches.
– Buenas noches. Que tengas dulces sueños. – El Saiyajin se marcha volando, mientras la zionita entra en su hogar, se dirige a su cuarto, se quita el abrigo y las botas, y se acuesta en su cama. Al rato su amiga entra en la habitación. – Hola, Reggie.
– Hola amiga. ¿Has tenido mucho trabajo?
– Al contrario, Reggie. Salí temprano de allí.
– ¿Entonces por qué la tardanza?
– Es que salí con Trunks. Fuimos al cine, luego a comer pizza.
– ¿En serio? ¡WOW! – La rubia hace una mirada insinuadora. – Felicidades, amiga: Acabas de disfrutar de tu primera cita.
– No es para tanto.
– Claro que sí.
– Bueno... si tú lo dices. – Andie se sonroja. Luego, las amigas continúan con su plática.
En un terreno árido, rocoso y con arena de color cobrizo, se desplaza lentamente el Mars Ranger, un pequeño robot explorador con 6 ruedas, cámaras y un panel solar. Está estudiando el paisaje marciano, cuando enfoca con su cámara infrarroja un punto de gran tamaño, seguido de unos 300 puntos más pequeños. Aproximadamente 20 minutos después, la señal es detectada por la Agencia Espacial. Uno de los científicos observa la pantalla: – ¿Qué será eso? – Enseguida, avisa a sus compañeros de trabajo. – Hemos recibido imágenes del Mars Ranger. Observen con atención. – Los eruditos revisan sus monitores: Efectivamente hay algo extraño allí. – Parece ser una lluvia de meteoritos. Aún así, debemos asegurarnos. Monitoreen el área con el M-GEOSS. – Los científicos utilizan sus computadores para enfocar las cámaras del satélite geoestacionario que orbita el planeta rojo, obteniendo fotografías de alta resolución. Lo que ven es algo muy sorprendente: Son naves espaciales. – Señores: ¡Vean esto! – Ellos observan otro monitor donde el explorador está filmando el momento en que la gran nave aterriza, descendiendo de ella un grupo de extrañas y babosas criaturas, quienes inician inmediatamente la construcción de su base. Los eruditos están atónitos, y a la vez muy preocupados: ¿Qué serán esas cosas? ¿Por qué llegaron allí? ¿Atacarán a la tierra? El líder del grupo se dirige a sus colegas. – Señores: Debemos avisar a las autoridades y a los medios. Esto podría implicar un gran riesgo para la humanidad. – Todos están de acuerdo: ¡La Tierra puede estar en peligro!
