5:47AM. Andraia está durmiendo tranquilamente, cuando es despertada por su amiga. – Andie, Andie: ¡DESPIERTA!
– ¿Uh? – Ella bosteza. – ¿Qué pasa? ¿Qué haces despierta a esta hora? Aún no son las 6.
– Bueno, es que me desperté a las 5 y no pude dormir más, entonces encendí la tele para ver una película de noctámbulos. Todo iba bien hasta que...
– ¿Sí?
– Mejor velo por ti misma. – En ese instante la rubia enciende el televisor, sintonizando un canal en específico. La zionita ve la pantalla con ojos horrorizados, se levanta rápidamente, toma el teléfono y realiza una llamada.
Suena el teléfono, que está sobre una mesa de noche al lado de una cama. Entre las sábanas de color azul rey se divisa una cabeza de color lavanda: Trunks, quien despierta perezosamente y toma el auricular. – ¿Hola?... ¿Andie?... ¿Ocurre algo? Es muy temprano... ¿Qué encienda el televisor?... De acuerdo. – En esto, el joven toma el control remoto y enciende su televisor, (consistente en un aparato muy delgado, de 29", con pantalla plana y de cristal líquido), sintoniza el canal y empieza a ver: Están transmitiendo una conferencia de prensa presentada por un grupo de Científicos de la Agencia Espacial de la Región Norte.
Los periodistas empiezan a interrogar. – ¿Desde cuándo tienen noticia de las criaturas que han invadido Marte?
– Desde ayer, a las 22:15 horas, cuando el Mars Ranger envió imágenes sobre la presencia extraterrestre.
– ¿Qué pueden decirnos acerca de esas criaturas? ¿Son vertebrados? ¿A qué especie pertenecen?
– Aún no lo sabemos exactamente. Al parecer son vertebrados, pertenecientes a una clase similar a los insectos y, aparentemente, poseen un elevado coeficiente intelectual.
– ¿Creen ustedes que ellos representen algún peligro para el planeta Tierra?
– Bueno: Juzguen ustedes mismos. – Al decir estas palabras, uno de los científicos presiona el control que baja una gran pantalla blanca, proyectando en ella fotografías tomadas por el robot. Estas fotos muestran a las criaturas construyendo su base, sus peligrosas armas y sus naves. – En mi opinión personal, parecen tener intenciones bélicas.
Se escuchan muchas voces, los periodistas están alarmados ante la posibilidad de una guerra. Los ojos azules del Saiyajin muestran horror y preocupación, luego, vuelve a tomar el auricular. – ¿Andie?... Prepárate: Iré por ti en media hora. – Cuelga el teléfono, se da un rápido baño, se viste y antes de partir se detiene frente a la habitación de sus padres y toca la puerta. Bulma sale, aún medio dormida. – ¿Mamá?
– ¿Qué sucede, hijo? ¿A dónde vas tan temprano?
– Ha ocurrido algo grave y necesito reunir a los demás. Por favor, avísales: Nos reuniremos en Kame-House.
– ¿Algo grave? Tiene relación con esas criaturas, ¿Verdad?
– Sí. Luego te lo explicaré. Ahora debo irme. – Apenas dijo estas palabras el joven se marcha.
Un rato después llega a la casa de las chicas, donde es recibido por Regina, quien tiene una mirada de preocupación. – Hola, Reggie.
– Hola Trunks: Te estábamos esperando. Dime: ¿Qué son esas cosas?
– No estoy seguro, sólo sé que son enemigos muy peligrosos. Andie corre peligro, al igual que la Tierra.
– ¿Peligro? ¡Oh no! ¿Qué vamos a hacer?
– Ojala supiera. – En ese momento la zionita sale de su cuarto. – ¿Lista para irnos?
– Sí.
– Oigan... – Reggie nota cómo él carga a su amiga y está a punto de volar. – ¿A dónde van?
– A reunirnos con mis amigos. Debemos prepararnos para enfrentar a esas cosas. – Dicho esto, la pareja vuela en dirección al Sur.
Ambos jóvenes vuelan sobre el enorme continente. Andie está un poco confundida, pero confía en su amigo. – Trunks: ¿Es muy lejos ese lugar?
– Bueno... La Kame-House se encuentra en la Región Sureste.
– ¿QUÉ? ¿TAN LEJOS?
– Descuida. A este ritmo llegaremos en, digamos, 15 minutos.
– Ya veo. ¿Sabes? Me gustaría aprender a volar.
– Descuida: Algún día te enseñaré. En cuanto aprendas a controlar bien tu Ki, iniciaremos las lecciones de vuelo.
– De acuerdo, Trunks. Por cierto... tengo una duda: ¿La Kame-House es una base de operaciones secretas, o algo por el estilo?
– Nada de eso. Es sólo una pequeña casa en medio de una isla. Ya pronto la conocerás, no te preocupes.
La pareja llega a la Kame-House, donde todos los guerreros Z están reunidos. Minutos después llega un pequeño avión de la Capsule Corp., descendiendo de allí Bulma, Bura y Regina. Trunks está sorprendido. – ¿Reggie? ¿Tú aquí?
– Sí. Es que me preocupé mucho por mi amiga, así que llamé a tu casa y tu mamá dijo que vendría aquí. Ella me propuso que las acompañara y, como ves, acepté.
– Ya veo. – Dirigiéndose a su progenitora. – Mamá: ¿Dónde está papá?
– Ya lo conoces, hijo. Está entrenando. – Todos entran a la pequeña casa, quitándose sus abrigos porque allí el clima es templado.
El joven príncipe cuenta a todos lo que vio en la tele, con un tono de preocupación. –... Según lo que pude ver en las fotografías que mostraron, hay aproximadamente unas 15000 criaturas, y tal vez más.
– ¡Dios mío! – Exclama Reggie – Eso es tan terrible.
– Con más razón debemos entrenar. ¡Lucharemos con todo nuestro poder!
– No, Tien: Debemos usar nuestros poderes con mucha cautela. Si los usamos en su máxima expresión podríamos destruir al planeta, y no hay esferas que puedan reconstruirlo.
– Pero Trunks – Interrumpe el Maestro Roshi – Recuerda que aún están las esferas de los Namekus. Sé que si las llegásemos a necesitar, el patriarca con gusto nos las prestaría.
– ¡Es cierto! Lo había olvidado.
– Cielos... – Suspira Krilin – Si tan sólo Gokú estuviese aquí...
– Oigan: ¿Qué les pasa? – Todos se quedan estáticos, reconociendo esa inconfundible voz que se escucha a su alrededor. – ¡Yo también quiero pelear!
– ¿Gokú?
– Sí, soy yo. Me estoy comunicando con ustedes gracias al poder de Kai-O-Sama.
– ¡Abuelito! – Los ojos de Pan se llenan de lágrimas. – ¿De verdad eres tú?
– Sí, Pan. Soy yo. Y a juzgar por mi voz, te darás cuenta de que he recuperado mi forma adulta.
– ¡Oh Gokú! – Los ojos de Milk se llenan de lágrimas... – Te extraño...
– No llores, Milk. Estoy bien.
– Papá... – Interrumpe Goten. – ¿Vas a venir a la tierra?
– Claro. Pero sólo será por un día, y ese será cuando empiece la batalla.
– Esperaré con ansias, papá.
– Yo también, hijo.
– Papá: Supongo que ya te habrás enterado de todo.
– Sí, Gohan. Eso es algo terrible, es por eso que estoy entrenando muy duro, para así estar listo ese día. Ustedes deberían hacer lo mismo.
– Por supuesto que lo haremos. – Todos mueven sus cabezas afirmativamente. – Estaremos listos para la gran batalla.
– Sé que será así, hijo. Ahora, quien de verdad me tiene muy sorprendido eres tú, Trunks.
– ¿Yo, Sr. Gokú?
– Sí. No sólo has demostrado tener capacidad de liderazgo, sino que también has desarrollado un nuevo tipo de poder.
– ¿A qué se refiere, señor?
– Verás: El día en que luchaste en el templo de Kami-Sama no sólo expulsaste una gran cantidad de Ki, sino también de Ki-Gamma.
– ¿Ki-Gamma?
– Así es. El Ki-Gamma es el nivel de energía mental de cualquier persona o animal y aprendí a percibir este tipo de poder gracias a un grupo de guerreros psíquicos con quienes he entrenado. Tu nivel es un poco bajo pero, aún así, es unas 100 veces más grande que el de todos nosotros, a excepción de tu amiga. Su Ki-Gamma es sorprendente.
De repente, otra voz se escucha en el aire – Gokú: ¡Ya has hablado demasiado y necesito ir al baño!
– Lo siento, Kai-O-Sama. Bueno, me despido, nos veremos muy pronto. ¡Adiós!
– ¡Adiós, Gokú! – Todos se despiden, muy felices porque saben que su gran amigo vendrá a ayudarlos.
Reggie está muy confundida. – ¿Uh? ¿Ese era el Sr. Gokú?
– Así es.
– Pero Trunks: ¿No se supone que él está muerto? ¿Cómo es posible que venga a la Tierra?
– Tal vez lo sepas algún día, Regie. Pero ahora debemos entrenar muy duro. Vamos, Andie. – El joven Briefs carga a su amiga y vuela en dirección a West City.
Goten entrena en un área despejada cerca de su hogar, practicando golpes, patadas y arrojando energía a las rocas, cuando es sorprendido por su sobrina. – ¡Hola, tío Goten!
– ¿Pan? ¿Qué haces aquí? Pensé que estabas estudiando.
– Vine a entrenar contigo.
– ¿A entrenar? Pan: Recuerda lo que mi hermano te dijo... No me digas que huiste.
– Oh, vamos, tío. Él no se enterará. Además, no sirve de nada estudiar si el planeta está a punto de ser destruido.
– Bueno, en ese caso... – Ambos saiyajines empiezan a entrenar juntos. Mientras tanto, Tien y Chaos entrenan en las montañas, Nº 17 lo hace en una zona desértica, y el resto de los guerreros Z está en las Islas del Sur.
Vegeta está entrenando duramente en la Cámara de Gravedad Simulada, a unos 200.000G, porque quiere demostrar a todos que aún puede mantener en alto su nombre y su rango: Vegeta, príncipe de los saiyajines, guerrero de 1ª clase... Y más aún, sabiendo que Gokú, su gran rival, está por venir.
El área especial de entrenamiento está cerrada, y el anuncio indica que está en modo "Stand By". En su interior, Trunks se dispone a entrenar a la zionita. – Andie: Nunca he entrenado a nadie, así que haré lo mejor que pueda. Para poder enfrentarte a esas criaturas necesitas incrementar un nivel de energía, así que lo primero que debes aprender es la forma de controlar tu Ki.
– De acuerdo. ¿Qué debo hacer?
– Bien... – Trunks toma las manos de su amiga, colocándolas de forma que pareciera estar sosteniendo algo entre ellas, luego señala el espacio vacío entre ambas palmas. – Quiero que enfoques tu energía en este punto. Así. – El Saiyajin muestra una pequeña esfera de energía entre sus grandes manos. – Inténtalo.
– De acuerdo. – La bella princesa cierra sus ojos y se concentra. Minutos después, el joven siente que el Ki de la zionita se incrementa un poco, formándose luego una pequeña esfera de energía. – ¡Wow! ¡Lo hice!
– Cielos: Eso fue rápido. Al parecer eso es algo natural en ti.
– Oh, Trunks... – Ella se sonroja – Me apenas.
– Ahora hay que practicar tus movimientos. Trata de golpearme.
– ¿Qué? ¿Quieres que te golpee?
– Sí. – La Centaury propina un puñetazo, pero es esquivado por el joven Briefs. – Inténtalo otra vez.
– Pero... no quiero hacerlo. Podría...
– No te preocupes, Andie. Sólo hazlo.
– Bueno... tú lo pediste. – Enseguida, la Centaury intenta golpearlo 2, 3, 4, 10 veces, pero él siempre esquiva sus ataques, o los detiene con sus hábiles manos. Ella sigue golpeando cada vez con más rapidez; sigue así por un tiempo, ahora alternando los golpes con codazos y ganchos, todos evadidos por el joven. De repente, la zionita da una patada, sorprendiendo a su amigo porque casi le pega. – ¡Oops!
– Oye: Se supone que aún no hemos comenzado con las patadas.
– Lo siento, Trunks. Es que me dejé llevar por el momento.
– Ya veo. Dime: ¿Estás cansada?
– Un poco, pero puedo entrenar un rato más.
– Bueno, en ese caso: Probaré tus reflejos.
– ¿Mis refl...? – Ella no pudo terminar de hablar, ya que en ese momento el príncipe acerca rápidamente el puño a su angelical rostro, casi golpeándola. Ella se sorprende. – Pero... ¿Qué haces? ¿Te has vuelto loco?
– Como dije: Estoy probando tus reflejos. Escucha: El próximo golpe será en serio. Por favor, trata de esquivarlo: No quisiera lastimarte.
– Está bien. Pero me siento un poco nerviosa, es que eres tan fuerte y...
– Descuida, no te golpearé con fuerza. – Enseguida vuelve a propinar una serie de golpes, esquivados por la joven, Siguen así por un rato, y el Saiyajin mueve sus manos más deprisa, por lo que a ella le resulta difícil esquivar los ataques. – Trunks: ¡Vas muy rápido!
– ¡No te distraigas!
– Pero... – De repente, Trunks logra golpearle la nariz, y Andie cae de rodillas, con su nariz sangrado y sus ojos llenos de lágrimas. – ¡Ouch!
– Oh no... – Él se acerca. – ¿Estás bien?
– ¡Mi nariz! ¡Me duele!
– Te dije que no te distrajeras. Eso te desconcentró y por eso no pudiste esquivar el golpe.
– ¡IBAS DEMASIADO RAPIDO!
– Andie: Las criaturas no serán tan amables contigo. Tienes que entender que debes estar más concentrada tanto en ataque como en defensa.
– Lo sé. Pero recuerda: ¡SOY UNA PRINCIPIANTE!... Ouch...
– ¿Aún te duele?
– Si, Trunks. Me golpeaste tan fuerte que ahora mi nariz está sangrando.
– Lo siento, no fue mi intención.
– Lo sé... – Enseguida, ella golpea la cara de su amigo. – Ahora estamos a mano.
– Oye: Eso dolió. – Mientras él frota su ojo izquierdo, mira el reloj. – Ya son las 10:15AM. Descansemos un rato y luego continuaremos con el entrenamiento.
– Me parece bien. – Al decir esto, ambos salen del área de entrenamiento para descansar.
