Trunks y Bura llegan a su hogar, donde son recibidos por su padre. La joven es la primera en saludar. – ¡Hola, papá! – No hay respuesta, lo único que ambos pueden notar es la típica sonrisa del orgulloso príncipe. – ¿Qué sucede?
– ¿Me puedes explicar que fue ese ligero incremento en tu nivel de Ki?
– Bueno, es que yo...
– Papá: Al parecer, Bura utilizó una técnica. Es la primera vez que esto sucede.
– Ya veo. – Al decir esto, Vegeta decide ir a entrenar, no sin antes decir: – Así que ella resultó tener espíritu Saiyajin después de todo.
Los hermanos observan cómo su padre se marcha, luego se miran a sus caras, confundidos por su actitud. – Jejeje... Ya conoces a papá.
– Sí... Por cierto: Perdóname por interrumpir tu cita con Andie.
– No hay cuidado. De todos modos ya ella y yo planeamos otro encuentro. Lo importante es que tú estás bien. Además, primero debemos acabar con este problema.
– Tienes razón. Sólo espero que estas cosas no arruinen mi graduación.
– Bura: Aún falta mucho para ello, y te aseguro que para esa fecha ya habremos acabado con todo. No te preocupes.– En ese momento, el joven Briefs se marcha a su dormitorio.
18 de febrero: Se cumple un mes del fallecimiento del Sr. Andersen. Andie y sus amigos visitan la tumba del anciano, bajo un clima cada vez más templado, debido a la proximidad de la primavera. Ella está allí, con los ojos humedecidos y la voz entrecortada. – Abuelito: Hoy se cumple un mes de tu partida... Yo... he tratado de reunir fuerzas para poder vivir mi vida... pero aún así me haces... tanta falta... Te extraño tanto... – Enseguida empieza a llorar y Trunks se acerca para abrazarla.
Reggie se acerca a la lápida y empieza a hablar. – Señor: Tuve la dicha de conocerlo desde que era niña, veía en usted al abuelo que nunca tuve y por eso lo quise mucho. Su partida fue dolorosa para mí, pero sé que, esté donde esté, siempre estarás velando por tu nieta... y siempre vivirá dentro de nuestros corazones... – Enseguida, ambas mujeres colocan flores sobre la helada tumba.
Ha pasado una hora desde que Trunks llevó a las chicas a su hogar. Él está fuera de su mansión, admirando los helados árboles que ya muestran algunos retoños de las primeras hojas. Bajo uno de ellos ve algo de color marrón que se mueve rápidamente, y lleno de curiosidad se acerca allí: Se trata de una pequeña ardilla. – Oye amigo: ¿No crees que es muy pronto para salir de tu madriguera? – El joven saca una barra de chocolate de su bolsillo y empieza a comer, mientras observa al animalito. Se agacha, coloca un poco de chocolate sobre su mano, permitiendo al roedor pararse allí. Él se levanta, con la ardilla sobre su mano, quien luego empieza a trepar el brazo hasta pararse sobre su cabeza. – ¡Eres muy simpático! ¿Sabes? En casa hay muchos árboles tropicales, apuesto a que serás muy feliz allí. – Toma al roedor entre sus grandes manos y entra a su casa. – Te llamaré... umm.. Chip. – El joven está feliz, porque adora las ardillas. Una vez adentro se dirige a su jardín, deja a Chip en un árbol y se sienta bajo el mismo, relajándose... entonces piensa en ella, en su dulce rostro. – Pobre Andie. En verdad está muy deprimida... Quisiera hacer algo por ella... Pero... ¿Qué? – Sigue allí, inmerso en sus pensamientos, cuando de repente todo a su alrededor se distorsiona, y desaparece.
El joven Briefs se encuentra en un lugar oscuro, muy confundido: ¿Dónde estará? Camina sin rumbo, buscando una salida, o entrada, o lo que sea... pero nada. De repente, oye miles de voces, así que se dirige allí, cuando logra ver miles de dedos señalando algo, y las voces sólo dicen "¡Es tu culpa!" Luego escucha una voz muy conocida, llena de miedo y dolor. Camina lentamente hacia el lugar de origen de la voz: Se trata de Andie, quien está de rodillas, gritando y llorando, con sus manos sobre sus orejas.
Él lanza ataques de fuego contra las miles de manos, sin hacerles daño, y se acerca a ella. – ¡Andie! Soy yo. ¡Reacciona! ¡No te dejes vencer por ellos! Por favor, Andie. – Él la abraza y la zionita abre sus ojos al sentir los fuertes brazos de su amigo, mirándolo fijamente. – No llores...
– ¿Trunks?
– Sí, Andie. Estoy aquí, contigo. ¡No te dejaré sola! – El continúa abrazándola, con mucha más fuerza, tratando de consolarla.
Súbitamente las voces dejan de ser escuchadas, las manos desaparecen y, en ese instante, aparece frente a ellos una extraña sombra. – ¡¿QUÉ?! ¡Esto es imposible!
– ¿Uh? – Trunks se levanta al oír esa extraña voz. – ¿Quién eres?
– Umm... Esa es una buena pregunta: ¿Quién soy? Eso no importa, aún no estás listo para conocerme... En cambio, sé mucho sobre ti: Trunks Briefs.
– En ese caso: ¿Qué haces aquí?
– La pregunta es: ¿Qué haces tú aquí?
– ¡No juegues conmigo! ¡Te hice una pregunta!
– Vaya... eres un joven con mucho carácter... De acuerdo, te responderé: Estoy aquí gracias a ella.
– ¿A qué te refieres?
– Verás: Ella ha pasado por muy malas experiencias en su vida, originando así sentimientos de culpa, y yo me alimento de ellos. ¿Recuerdas las manos y las voces? Fueron creadas por tu amiga.
– ¿Creados por Andie? – Trunks está muy confundido. – ¿Qué lugar es éste?
– ¿Aún no te has dado cuenta? Estás dentro de su mente.
– ¿Su mente?
–Sí... Es por eso que me sorprendí al verte. Nunca pensé que un Saiyajin como tú pudiera entrar aquí.
– ¿Por qué no?
– Porque para entrar al interior de cualquier mente es necesario tener una gran habilidad psíquica, traducida en un elevado nivel de Ki-Gamma. Tu amiga fácilmente podría hacerlo, ya que es una Centaury y eso es algo muy natural para ella. En cambio, un Saiyajin carece de esa habilidad... pero al parecer, tú resultaste ser la excepción.
– ¿Con qué propósito te atreves a molestar a Andie?
– Paciencia: Pronto lo sabrás. Ahora debo irme, pero te aseguro que pronto nos volveremos a ver...
– ¡No huyas! – Al decir esto, él observa cómo la sombra desaparece, luego el joven Briefs vuelve a hablar con la princesa. – ¿Estás bien?
– Sí. Gracias. – Ella se levanta y lo abraza. – No sé qué habría sido de mí si no hubieses venido a ayudarme.
– Tranquila, ya todo pasó. Recuerda que yo te protegeré... siempre. – La pareja está abrazada en medio de ese lugar desconocido, cuando Trunks escucha voces muy conocidas.
– ¡Trunks!, ¡Trunks! ¡Reacciona!
El Saiyajin se encuentra nuevamente bajo el árbol, y frente a él se encuentran Bulma, Bura y Goten. – Al fin reaccionas, hijo. Estábamos muy preocupados por ti.
– ¿Uh? ¿Qué sucedió? Debí haberme quedado dormido.
– ¿Dormido? – Se adelanta Bura. – Pero si tus ojos estaban muy abiertos, y no enfocaban a ninguna parte... es más, ni siquiera parpadeaban. Te llamé varias veces, pero no reaccionabas.
– Sí, amigo. – Concluye Goten. – Es como si hubieses estado en trance.
– Esto es tan confuso, yo... creo que... – Él suspira, luego se levanta y decide irse. Todos lo miran confundidos. – Debo irme.
– ¿A dónde vas, hijo?
– Necesito ordenar mis ideas, mamá.
Un rato después,Trunks está sentado en la cocina, comiendo helado de chocolate, muy pensativo: – ¿Qué ocurrió? ¿Habrá sido un sueño? – Recuerda entones las palabras de Gokú: – "El Ki-Gamma es el nivel de energía mental de cualquier persona o animal... Tu nivel es un poco bajo, pero aún así es unas 100 veces más grande que el de todos nosotros, a excepción de tu amiga..." – Entonces recuerda el momento en que está frente a la extraña sombra. – "Nunca pensé que un Saiyajin como tú pudiera entrar aquí... Porque para entrar al interior de cualquier mente es necesario tener una gran habilidad psíquica, traducida en un elevado nivel de Ki-Gamma. Tu amiga fácilmente podría hacerlo, ya que es una Centaury y eso es algo muy natural para ella. En cambio, un Saiyajin carece de esa habilidad... pero al parecer, tú resultaste ser la excepción." – El joven está cada vez más confundido. – ¿Será posible? – En ese momento, la cucharilla resbala de su mano y cae al piso, él se dispone a recogerla, pero se detiene.
– Y si... – Extiende su mano hacia el cubierto, mirándolo fijamente, concentrándose en el, permaneciendo así por un largo rato, hasta que el objeto empieza a vibrar, elevándose lentamente hasta su mano. – Wow... lo hice... ¡GENIAL! – En esto se le ocurre una idea y empieza a concentrarse.
Andie está en su cuarto, descansando, cuando escucha una voz conocida. – ¿Andie? ¿Me escuchas?
– Qué extraño... – Ella mira hacia la puerta, luego hacia la ventana. – Juraría que oí a Trunks. – Luego se sienta otra vez en su cama.
Enseguida, ella escucha nuevamente la voz. – Andie: ¿Puedes oírme?
– ¿Qué? – Es allí cuando comprende que la voz se escucha en su mente, por lo que se concentra. – ¿Trunks?
– Sí, soy yo. Sabía que me escucharías. Me estoy comunicando contigo telepáticamente.
– ¿En serio? No sabía que podías hacer eso.
– Yo tampoco. Esto es algo nuevo para mí. Nunca pensé que pudiera hacer eso, se siente tan... extraño.
– ¿Sabes? Soñé que tú habías entrado a mi mente y que había otra persona allí.
– Eso no fue un sueño.
– ¿Qué? O sea, que tú...
– Si. En verdad estuve allí.
– P... pero... ¿Cómo?
– Aún no lo sé. Eso sólo se dio. Al parecer tengo un poco de energía psíquica. Eso lo explicaría.
– Y... ¿Los demás Saiyajines pueden hacer esto?
– Bueno, yo tengo entendido que el Sr. Gokú tenía un poco de poder mental: Podía comunicarse telepáticamente con los demás y también usaba un poco la telequinesis. Pero esa técnica la aprendió aquí en la Tierra, y él no la utilizaba mucho. No he oído ningún caso similar en los demás, ni siquiera en papá.
– Si es así: ¿Cómo es posible que tú si puedas?
– No tengo idea. Como te dije, esto es algo nuevo para mí y nunca había sucedido antes.
– Oye: ¿Si en verdad tienes energía psíquica, significa que puedes leer la mente a tu antojo?
– Tal vez.
– Si es así, sabrías todo lo que pienso y, bueno...
– Entiendo tu preocupación. No te preocupes, respetaré tu privacidad. Sólo me limitaré a hablarte cuando sea necesario.
– Gracias. Yo haré lo mismo. Trunks: ¿No crees que esto es genial?
– ¿Genial?
– ¡Sí! Ahora podremos estar en contacto sin necesidad de salir de casa o del trabajo, y esto es mucho mejor que una llamada telefónica.
– Ahora que lo dices, creo que tienes razón. Aún así, no perdamos la costumbre de usar los "métodos convencionales".
– De acuerdo.
– Espera: Se me ocurre algo.
– ¿Qué cosa?
– Conozco a alguien muy sabio que tal vez nos aclare qué fue o que pasó. Podríamos ir a preguntarle.
– Es una gran idea.
– Bien. En ese caso pasaré por ti en media hora.
– De acuerdo.
– Nos vemos. ¡Adiós!
– ¡Adiós! – Culminada la conversación telepática, Trunks se levanta, muy sorprendido con su nueva habilidad, se baña, se viste y posteriormente vuela a casa de Andie y Reggie.
Tiempo más tarde, Trunks llega a la pequeña casa, toca la puerta y es recibido por su bella amiga. – Hola Andie: ¿Estás lista?
– Sí. ¿Nos vamos?
– Sí. – Él carga a la joven, se eleva y empieza a volar sobre la ciudad, las colinas y el semicongelado lago, admirando el paisaje.
Minutos después llegan a una región amplia, boscosa, pero igualmente congelada. Andie es la primera en hablar: – ¿A dónde vamos?
– Vamos al templo del Maestro Karím. Quizás él pueda ayudarnos.
– ¿Tardaremos mucho en llegar allí?
– Nah. Será rápido. – Al cabo de aproximadamente 2 minutos, la zionita ve una larga torre, elevándose más allá de las nubes. – Andie: Esa es la Torre Karím.
– ¡Wow, qué torre tan alta!
– Sip. Es increíblemente alta. Sobre ella está el templo. – Trunks se eleva, volando paralelamente a la torre. Al final de la misma se divisa una gran estructura circular: Es el Templo. Ellos descienden allí.
