Ha pasado una semana: Es viernes y es de noche. La zionita está sentada en su cama, viendo las noticias por la tele: La base extraterrestre está casi lista, se ha triplicado el número de criaturas y todas están armadas, listas para atacar. Después, ella escucha un auto que se detiene frente a su casa, por lo que se asoma por la ventana, viendo a Reggie bajando de un deportivo rojo, conducido por el Dr. Jones. Ellos se abrazan y se besan apasionadamente. – Adiós, Jeff. La pasé súper.

– Adiós, preciosa. – Al decir esto, el galeno le da a la rubia un dulce beso de despedida, luego se sube al auto y se marcha. Una vez que él se fue, Regina entra a su hogar, dirigiéndose rápidamente a su cuarto.

Al rato, tocan la puerta. – Pasa, Andie. – La joven entra allí y se sienta al lado de su amiga, mostrando una mirada de asombro. – ¿Qué sucede?

– Reggie: No sabía que tú y Jeff eran novios.

– Pues sí. Nos conocimos a finales de enero.

– Pero... Pensé que te gustaba Goten.

– ¿Goten? Nah... Él es lindo, sí, de hecho me atrajo un poco, pero eso fue algo fugaz. Además, recuerda que él ya tiene novia.

– Ya veo. Y... ¿Cómo conociste a Jeff?

– Bueno, a él ya lo había visto antes, el día en que te desmayaste en la Corporación. ¿Te acuerdas?

– Sí.

– Desde ese momento no nos hemos vuelto a ver. Pero un día, cuando yo estaba conversando con Goten, él se acercó a nosotros y nos pusimos a platicar un largo rato, acordamos reunirnos otro día, y otro, y otro... hasta que nos dimos cuenta de que ambos teníamos mucho en común y, bueno, todo surgió.

– ¿Por qué no me lo habías dicho antes?

– Es que quise mantener esto en secreto, que fuese algo muy discreto porque lo nuestro es aún muy reciente: Sólo llevamos dos semanas de noviazgo.

– Reggie: Se supone que entre nosotras no existen los secretos.

– Oh, Andie: Pensaba decírtelo, de veras, pero iba a hacerlo cuando fuese el momento indicado. Aparte de eso, no quise molestarte, ya que estás muy ocupada con tus asuntos.

– Explícate.

– Ya sabes... – La rubia hace una mirada de insinuación. – Lo tuyo con Trunks...

– ¡¿QUÉ?! – La bella princesa se sonroja. – ¿Vas a empezar con esos tontos comentarios? ¡SOLO SOMOS AMIGOS!

– Está bien. No te enojes. – Regina mira su reloj. – Bueno: Ya es hora de dormir. Buenas noches, Andie.

– Buenas noches. – La bella Centaury camina en dirección a su alcoba, apaga la tele y se acuesta. Ella está con la mirada fija, pensativa y un poco deprimida. – Dios mío... qué podremos hacer...

No pierdas las esperanzas, Andie.

¿Trunks?

Sip. El mismo. Andie: Te siento un poco triste... Es por lo que está ocurriendo, ¿verdad?

Sí. Estuve viendo las noticias... es algo terrible, la Tierra en verdad podría estar en peligro... por eso estoy muy preocupada.

Todo saldrá bien, Andraia: Ya lo verás. Ahora descansa.

Está bien. Hasta mañana, Trunks.

Que tengas dulces sueños. – Minutos después, la joven está tranquilamente dormida.


3:15A.M. La residencia Briefs está a oscuras, a excepción de una débil luz que se ve desde la ventana de la cocina: Se trata de Bura, quien está frente al refrigerador llenando un vaso con agua. Sale de la cocina, sube por las escaleras, camina por el pasillo para ir a su alcoba, cuando de repente observa una extraña luz que se aprecia por la rendija de la puerta del cuarto de su hermano. Ella empieza a tocar. – ¿Trunks? Hermano: ¿Qué sucede allí adentro? – No hay respuesta. La joven se dirige a la habitación de sus padres, pero la puerta está cerrada, así que decide volver con su hermano. Ella abre lentamente la puerta, viendo como el joven Briefs aún duerme, rodeado de una brillante luz blanco azulada, de repente, él se sienta y abre sus ojos, los cuales brillan enormemente y sus pupilas han desaparecido.
Regie acababa de salir del baño, cuando vió una extraña luz por la rendija de la puerta de su amiga, y al asomarse allí, se da cuenta de que la zionita está rodeada por un aura brillante (se encuentra en las mismas condiciones que Trunks). Ella sólo queda boquiabierta, estática y confundida... Dios mío... ¿Qué estará sucediendo?


Bura está de pié en la entrada, asustada y sin saber qué hacer, viendo cómo el aura que rodea al Saiyajin se hace cada vez más brillante... Él mueve lentamente su cabeza en dirección a la jovencita, mirándola de manera muy sombría, y empezando a hablar en un idioma totalmente extraño. – Trunks: ¿Qué estás diciendo? ¡No logro entenderte! – No hay respuesta, pues él aún continúa diciendo esas palabras, como una especie de conjuro místico. Ella decide marcharse, pero siente mucho sueño, se sienta en el piso, con sus párpados cada vez más pesados... hasta que se duerme.


– ¿Bura, estás bien? ¡Bura! – La niña abre sus ojos, viendo frente a ella la preocupada mirada de su hermano mayor. – ¿Estás bien?

– ¿Uh? ¿Qué sucedió?

– Apenas me desperté, te vi tirada en el piso frente a la puerta y... me preocupé. ¿Qué hacías allí?

– No tengo idea: No puedo recordar nada. Tal vez caminé dormida.

– Quizás... – Trunks ayuda a su hermana a levantarse, luego, cada cual entra a su respectivo cuarto a cambiarse.


En una enorme planicie del planeta Marte se eleva una gran base, erigida por miles de criaturas arcanianas. Ellas están formadas frente al líder de ese grupo, un monstruo pequeño, aunque un poco más alto que los demás, y mucho más fornido. Su nombre es Xork, el teniente de la Tropa Imperial de Arcania. Tras él se eleva una gran pantalla, mostrando el rostro de Zetch, y todos los presentes hacen una reverencia. La criatura empieza a hablar con su aguda voz. – Amigos míos: Nuestro líder, el General Kron, está muy orgulloso de ustedes, por su rápido progreso y evolución. Ahora estoy a su lado, porque él quiere hablarles.

Al oír esto, las criaturas gritan emocionadas, y lo hacen más fuertemente cuando frente a la pantalla aparece una sombra, y de allí surge un monstruo de elevada estatura, contextura fornida, piel grisácea, con ojos negros sin pupilas, vistiendo un traje de tonos marrones y una larga capa negra abrochada en el pecho con un dije de bronce. Todos los Arcanianos se arrodillan ante su presencia. – ¡Arcanianos! Presten atención: He estado observando su evolución, la cual se ha llevado a cabo de manera muy satisfactoria... – Los monstruos se sienten muy felices, ya que han logrado enorgullecer a su líder, luego continúan escuchando su poderosa y gruesa voz. – Sé que han estado esperando durante mucho tiempo... Pues, bien: El momento para atacar está a punto de llegar, así que... ¡PREPÁRENSE! Porque dentro de muy poco atacaremos a ese patético planeta para acabar con los elegidos... ¡Y CONQUISTAR EL UNIVERSO! – Todos gritan emocionados porque al fin van a pelear... sólo es cuestión de tiempo.


– ¡POR LOS DIOSES! – El Rey Cryus se levanta de su trono muy sorprendido, y a la vez emocionado. Maxwell se acerca a su padre. – Hijo: ¿Sentiste lo mismo que yo?

– Sí, papá. Sin duda eso fue un asombroso Ki-Gamma.

– Es cierto, y esa energía sólo puede pertenecer a uno de los nuestros... Ahora mi corazón está lleno de esperanzas: Algo me dice que ese Centaury es mi hijo mayor... Sé que es él... o ella.

– Padre: ¿Y si de verdad lo encontramos? ¿Crees que regrese con nosotros? Porque quizás en este momento tenga su propia familia.

– Lo sé hijo, he pensado en ello. Dejaremos que sea él o ella quien elija y, cualquiera que sea su decisión, será acatada y respetada. Yo me sentiría muy feliz si al menos supiera si aún sigue con vida... – Ambos se sientan y siguen conversando mientras la nave espacial se acerca rápidamente al Sistema Solar.


Sábado, 3 de abril, 9:30A.M. Andie está caminando a través del parque admirando el maravilloso paisaje primaveral, mientras las personas a su alrededor disfrutan del hermoso día: Los ancianos alimentan a las aves, las jóvenes parejas están abrazadas y besándose, los niños están cerca del lago cazando ranas mientras que las niñas juegan entre las flores... es un momento tan maravilloso. La bella Centaury se dirige a su lugar favorito: La roca junto al lago. Se sienta allí a observar las cristalinas aguas que se combinan con el azul del cielo, sintiendo cómo la suave brisa acaricia su rostro, jugando con su sedoso cabello castaño. Al cabo de unos minutos, un pequeño niño de 7 años se le acerca, muy tímidamente. – ¡Hola!

– ¡Hola, pequeño! ¿Cómo estás?

– Bien.

– Me alegra oír eso. Y... ¿dónde está tu mamá?

– Está comprándome un jugo.

– Ya veo. No deberías estar solo por aquí, deberías volver con ella.

– Estás bien. Sólo vine a traerte algo.

– ¿Qué cosa? – Él le entrega una bella rosa blanca. Ella está un poco confundida. – ¿Esto es para mí?

– Sí.

– Muchas gracias.

– De nada. – En esto, el niño levanta su mano, señalando a una dirección. – Ese señor me dijo que te diera esta flor, dice que eres muy bonita.

– ¿Uh? – La zionita mira al lugar indicado, viendo a ese hombre: Trunks. Ella se sonroja, luego habla al oído del niño. – Ve y dile eso, por favor.

– Está bien. – El pequeño se acerca al Saiyajin. – Señor: Ella dice que vaya allá, dice que usted es muy dulce. – El joven asiente, cuando se escucha la voz de una mujer. – ¿Nicky? ¿Dónde estás?

– Bien, amigo: Creo que deberías volver con tu mamá. Gracias por tu ayuda, Nicky. – El pequeño regresa con su mamá, mientras él se dirige hacia donde está su amiga. – ¡Hola Andie!

– ¡Hola Trunks! Gracias por el obsequio. Fue un gesto muy dulce de tu parte.

– Fue un placer. – Al decir esto, el joven se sienta a su lado y ambos empiezan a platicar sobre muchas cosas, por al menos media hora, hasta que tocan el tema de su familia. – Oye: Esta mañana descubrí algo.

– ¿Sí? ¿Qué cosa?

– Que mi hermana Bura es sonámbula.

– ¿A sí?

– Aja. Cuando desperté, la encontré dormida en el piso, frente a mi habitación.

– Qué curioso. Reggie también apareció dormida frente a mi cuarto, y aún no recuerda nada de lo que sucedió.

– ¿Qué? Bura tampoco recuerda nada. Definitivamente algo extraño está sucediendo. Pero... ¿Qué?

– No lo sé, pero esto me está asustando... ¿Y si se trata de otra estrategia de los Arcanianos?

– No lo creo: Debe ser algo más.

– ¡Hola!

– ¿Uh? Ambos giran sus cabezas, viendo a una linda niña de cabello azul naval y ojos violetas acercándose a ellos, muy sonriente. – ¡Hola, pequeña! ¿Cómo estás?

– Muy bien, señor.

– ¿Qué se te ofrece, pequeña? ¿Necesitas algo?

– Sólo una cosa, señorita: ¿Podrían tomar mis manos?

– Claro. ¿Por qué no? – Trunks toma la mano izquierda de la niña y Andie toma la derecha. En ese momento un aura blanco azulada rodea a las tres personas. – ¿Qué sucede?

– Lo sabía... – La pequeña está sonriente. – Algo me decía que eran ustedes. – Un brillante rayo de luz desciende sobre ellos, transportándolos a un lugar desconocido.


La luz se desvanece, la pareja observa a su alrededor: Están en medio de un gran salón con paredes de cristal plateado, y cerca de ellos está un cristal blanco azulado con forma de estrella de muchas puntas, muy brillante y de gran belleza, apoyado sobre un largo y delgado pedestal de oro y marfil. Andie observa el lugar, con una mirada llena de confusión. – Trunks: ¿Dónde estamos?

– No tengo ni la menor idea. Quizás esa niña lo sepa. – Ambos miran hacia donde se supone que está la pequeña, pero ella ya no está, sólo puede apreciarse una silueta que brilla con luz verdosa, la cual está aparentemente cambiando de forma.

Al cesar la luz, ellos pueden apreciar a una mujer muy alta, vestida con un largo traje de tonalidades verdes, su piel es de un azul pálido y en su mano derecha sostiene un largo báculo. La pareja se sorprende: ¿Qué ocurre aquí? La mujer empieza a hablarles con su suave voz. – Al fin los encontré: He estado buscándolos durante mucho tiempo.

– ¿Buscándonos? – Pregunta Andie. – ¿Quién eres? ¿Qué quieres de nosotros?

– Mi nombre es Tári Singollo, pero en todos los mundos me conocen con el nombre de Oracle. Soy la pitonisa de este Palacio y guardiana del Cristal del Destino. Los he buscado porque mi misión es protegerlos.

– ¿Protegernos? – Interrumpe Trunks, muy confundido. – ¿De qué?

– De las fuerzas del mal y de la oscuridad eterna.

– ¿Y por qué a nosotros?

– Porque ustedes son... Los Elegidos...


Nota: Weno weno, aquí me tienen de nuevo. Salí de vacaciones una semana antes de lo esperado, pero... MEJOR ASÍ! De esa manera podré publicar unos cuantos capítulos.

Runlyney: Si lloraste con el cap. 24, espera los próximos, porque algunos te harán llorar a moco suelto. Sé paciente, no quiero arruinar la soprpresa.

Arsinoe: Estás disculpada. Sé que cuando uno está de mal humor, se descarga con lo primero que uno ve. Aún así, puede que hayas tenido algo de razón en tu review agresivo, pero me alegra saber que te gusta mi historia.

Sayonara!