Trunks acaba de arrojar un ataque Big Bang al Gral. Kron, quien estaba malherido, acabando definitivamente con él ante la mirada de su padre. Vegeta, a pesar de su orgullo, prefirió que fuera su hijo quien derrotara al Arcaniano, ya que no sólo fue él quien lo mató, sino que también percibió en el joven deseos de venganza, ignorando que esto es debido a que su amiga se encuentra en coma.


Bulma y Bura aún continúan en el edificio, acompañadas de Goten, y todos están muy sorprendidos por la pelea que acababan de presenciar. La Sra. Briefs está un poco más calmada porque su primogénito aún sigue vivo, pero al mismo tiempo está confundida: ¿Qué habrá sucedido para que Trunks reaccionara de esa manera?
El joven Saiyajin regresa a su estado normal, busca su espada y la envaina en su forro, para luego descender hacia donde se encuentran ocultos sus amigos. Una vez allí camina lentamente hacia donde está la princesa Centaury, quien está inmóvil y respirando muy lentamente... Él se coloca de rodillas a su lado, abrazándola fuertemente, apoyando la castaña cabeza sobre su pecho, y una lágrima recorre su varonil rostro. – Ya todo acabó, Andie: Tal como lo querías. – Aún sigue así, deprimido, tembloroso, con sucompañera entre sus brazos. – Por favor: No me dejes...

Al rato, Bulma, Bura y Goten llegan a su encuentro. La adolescente empieza a preocuparse al ver a su amiga en ese estado. – Dios mío: ¿Qué le ocurrió a Andie?

– Ella está muy grave... – Contesta el Dr. Jones, quien se acerca al grupo. – Será mejor que los dejemos solos. Vengan conmigo: Les explicaré todo lo que ocurrió.


Son casi las 12:00A.M. Nuestros amigos están en la sala de espera del hospital, preocupados por la zionita, quien aún sigue en coma. Trunks está en un rincón, muy deprimido, y Regina está a su lado con los ojos enrojecidos de tanto llorar. Ellos esperan impacientemente hasta que el galeno se acerca a ellos. – Jeff: ¿Cómo está Andie?

– Aún sigue igual, Trunks. Su estado es crítico, así que sólo nos queda esperar.

– ¿Esperar? – Se adelanta Reggie. – Pero... ¿Por cuánto tiempo?

– No lo sé: Podría despertar en cualquier momento... o quizás no lo haga nunca. Eso sólo depende de ella.

– Sé que despertará... – La rubia llora sobre los hombros del doctor. – Algo me dice que lo hará...

– Jeff... – Pregunta Trunks, quien se acerca a su amigo. – Quisiera que me dejaras verla.

– Está bien. Le diré a la enfermera que te lleve. – Jeffrey llama a una enfermera, quien amablemente lleva al Saiyajin a una habitación del hospital.

Allí, sobre una camilla blanca, yace inconsciente Andraia, princesa de Zión. El joven toma una silla, sentándose a su lado, tomando una de sus delicadas manos, hasta que al rato entra Gokú. – ¿Estás bien, Trunks?

– No... no lo estoy. Ella está allí entre la vida y la muerte, y yo no puedo hacer nada. Esto es tan... frustrante...

– Escucha: Quisiera poder quedarme más tiempo acompañándote, pero no puedo; de hecho sólo me quedan un par de minutos. Lo único que puedo hacer es desear que todo salga bien, y queAndie despierte lo más pronto posible. Sé que será así: Ya lo verás.

– Espero que sí, Sr. Gokú. Y gracias por todo.

– Vamos Trunks: No tienes nada qué agradecer... Ahora debo ir a despedirme de los demás. ¡Adiós!

– Adiós. – Después de despedirse de su buen amigo, toma nuevamente la delicada mano de la joven, quedándose con ella durante algunas horas más.


Ha pasado una semana. Andie aún sigue en coma y Regina está a su lado, acompañándola. Los guerreros Z continúan con su vida normal, pero muy pendientes de su amiga.

Los miembros de la familia Briefs están muy preocupados por Trunks, quien se encuentra inmerso en una gran depresión. Bulma y su hija se dirigen al cuarto del joven, encontrándolo sentado sobre su cama, frustrado, decepcionado e impotente. – Hijo: ¿Por qué no bajas a comer? El desayuno está listo.

– No tengo hambre.

– Pero hermano... –Interrumpe Bura– No has comido bien en estos últimos días. Podrías enfermarte.

– Bura tiene razón. Necesitas alimentarte bien.

– Yo... – Trunks se levanta, dispuesto a marcharse. – Creo que caminaré un poco.

– Trunks... – Bulma observa cómo su hijo abandona la enorme residencia, volando sin rumbo definido, para después dirigirse a su hija. – Oh, Bura... él está mal: No come ni duerme, sólo está aquí encerrado, lleno de tristeza.

– Nunca había visto a mi hermano tan deprimido... En verdad quiere mucho a Andie...


Trunks camina por el parque, con la mirada fija y solitaria... De repente se encuentra frente a la gran roca junto al lago: El lugar favorito de Andie. Él se sienta allí, admirando el paisaje, la tranquilidad del agua, la serenidad del firmamento... Ese cielo tan azul como la inocente mirada de la zionita.

En ese momento él empieza a recordar todos los momentos que vivieron juntos: El día en que sus miradas se cruzaron por primera vez, el día en que patinaron juntos, los días cuando entrenaron, volaron, rieron, lloraron; cuando lucharon, cuando pasearon, cuando disfrutaron de la vida... Él recuerda su tierna mirada, su dulce voz, su sedoso cabello, su suave piel... El joven se siente nervioso, sus ojos se llenan de lágrimas, se acuesta sobre la roca, abrazando el lugar donde ella suele sentarse. – Andie... – Su voz es quebradiza, siente nudos en la garganta y, en ese momento, él empieza a llorar en silencio.


Ya han transcurrido 3 semanas desde que Andie entró en coma. Las esperanzas de nuestros amigos se hacen cada vez más pequeñas ante la posibilidad de perder a una gran y valiente compañera.

El nuevo penthouse de Trunks está casi listo para ser habitado: Sólo hacen falta algunos pequeños detalles. El joven se encuentra en ese lugar, solo, encerrado en la que será su habitación, muy deprimido, con un vaso de vidrio en su mano y una botella de vodka a su lado, llena hasta la mitad. Él había estado bebiendo desde hace un par de horas con el objetivo de embriagarse y olvidar por un momento sus penas, pero... no puede olvidar nada, al contrario, su depresión es mucho más fuerte. – ¡¿POR QUÉ?! – Al decir esto, lanza el vaso fuertemente contra la pared, quebrándolo instantáneamente. Enseguida, cubre su rostro con sus manos, llorando desconsoladamente...

Un par de horas después, la puerta se abre, y Bulma entra en la oscura habitación. – Sabía que te encontraría aquí, hijo.

– Por favor mamá: Déjame solo.

– ¿Y dejar que te destruyas a ti mismo? De ninguna manera pienso abandonarte.

– Quiero estar solo.

– ¡No! – La Sra. Briefs se sienta al lado de su hijo, tratando de razonar con él. – Trunks: Sé que lo de Andie te ha afectado mucho, pero... Mírate: Te has abandonado a ti mismo, has estado tan distante de nosotros, y ahora estás bebiendo. Así no solucionarás nada.

– ¿Qué quieres que haga? ¿Acaso debo quedarme tranquilo mientras ella está debatiendo entre la vida y la muerte?

– Hijo... estás sufriendo, y eso me hace sentir mal.

– Perdóname, mamá... es que... no quiero perderla...

– Realmente la quieres mucho. ¿Verdad?

– No sólo la quiero: Yo... yo... la amo. – En ese momento, Bulma abraza a su hijo, quien llora sobre su hombro, sufriendo por amor...


4 días después, Trunks se dirige al hospital, encontrando a Jeffrey. – Jeff: ¿Cómo sigue Andie? ¿Ha reaccionado?

– Aún no. Estamos haciendo todo lo posible por despertarla, pero ella es quien debe dar el primer paso. – El galeno coloca su mano sobre el hombro de su amigo. – Andie es muy fuerte y estoy seguro de que ella está dando lo mejor de sí para mantenerse viva y despertar del coma. Sólo ten fe, Trunks. Ten fe.

– Ojalá tengas razón. Iré a verla. – El deprimido joven entra en la habitación, encontrando allí a Reggie, quien está sentada junto a su amiga. – Hola, Reggie.

– Hola, Trunks. – La rubia habla con tono de cansancio, dado que estuvo con Andie toda la noche. – ¿Vienes a remplazarme?

– Sí. Ve a casa y descansa. Yo me quedaré con ella.

– Está bien. – Regina toma sus cosas y se dispone a marcharse. – Adiós, Trunks.

– Adiós... – Al marcharse la joven, él se sienta al lado de Andraia, toma su mano y empieza a hablarle entre susurros. – Andie: No sé si me escuches, pero si es así, quiero que sepas lo mucho que nos haces falta, especialmente a mí... Por favor: ¡Despierta! – El Saiyajin apoya la delicada mano sobre su frente, sintiendo su calor y suavidad...


Regina está en el cafetín del hospital, frente a la estantería de comida, ya que ella piensa desayunar antes de volver a su casa. – Pobre Trunks: Luce tan deprimido. Debería llevarle algo para beber. – Entonces, ella decide comprarle un jugo de naranja.
El joven se encuentra en la habitación, aún contemplando a Andraia: Tan bella y serena, tan delicada y tierna, admirando sus largos cabellos castaños, su suave respiración, su pálida tez, su mirada dormida... Con su mano recorre el rostro de la princesa, acariciando sus mejillas, su mentón y su frente, sintiendo la suavidad de su piel... Luego, lentamente, acerca su rostro al de ella, cierra sus ojos y la besa tiernamente en los labios...

Permanece así por unos instantes y, antes de reincorporarse a su asiento, se acerca a su oído, susurrándole una frase que había querido decirle desde hace mucho tiempo: – Si supieras cuánto te amo...

Aún contempla a la princesa, con sus ojos humedecidos, sin percatarse que en la puerta de la habitación se encuentra Regina, quien lo había visto todo, sosteniendo fuertemente el envase con jugo de naranja, a la vez que una lágrima recorre su pálido rostro. – Oh, Trunks: Si supieras que tu amor es correspondido. – Finalmente, la rubia se marcha, mientras el joven Briefs cuida de su amada.


Andie sigue en coma por una semana más. Trunks está a su lado, protegiéndola, con la esperanza de que algún día ella despierte de su largo sueño. – Andie: Te echo tanto de menos... Extraño tu mirada, tu sonrisa, tu voz... En verdad te necesito. – Él toma su pequeña mano, cubriéndola de besos y caricias. – Cómo quisiera que despertaras, y así confesarte mi amor...

El Saiyajin permanece a su lado por algunas horas hasta que, súbitamente, siente una punzada en su cabeza y oye una voz muy conocida. Trunks: ¡Ayúdame!

– ¡Por Dios! Esa voz es de... Andie... – Él reacciona, luego trata de comunicarse telepáticamente con ella. Andie: ¿Eres tú? No hay respuesta...

Trunks sabe que algo malo está ocurriendo dentro de la mente de Andraia, y tal vez sea esa la razón por la que ella no logra despertar del coma. Entonces, recuerda aquella oportunidad cuando ingresó al interior de su mente... y a la extraña sombra que estaba allí: La zionita podría estar nuevamente en peligro, y debe ayudarla.

El joven príncipe cierra sus ojos, concentrándose, enfocando su energía, dejando su mente en blanco... Al rato, abre los ojos, y él se encuentra en medio de la nada.


Nota: Huy! Sorry por no subir los capítulos! Es que estaba full ocupada, tanto, que ni siquiera pude hacer mi especial de 1er aniversario (weno, eso lo haré para después). Como compensación, hoy les subí dos capítulos de una vez.

Elena: Tomé tu consejo, y he estado eliminando los constantes calificativos de la princesa, porque la verdad es que tienes algo de razón en lo que dices, y la idea no es perder a mis fans P

Ah! Antes de que pregunten: Trunks realmente es un chico sensible, mas no afeminado (pero cuando se molesta en serio... OH! TIEMBLA TIERRA!), esto para poder expresar mejor sus emociones (porque cuando un hombre sufre por amor, SUFRE en todo el sentido de la palabra)

Runliney: Aguántate un tantito más! Ya falta poco para el beso!o

Sayonara!