9:45PM. La joven pareja se dirige a casa de Reggie, tomados de las manos, intercambiándose en voz baja dulces palabras… Al llegar frente a la puerta, ellos se abrazan y se acarician. – Oh, Trunks: Esta noche ha sido la más maravillosa de mi vida…
– Y apenas es el comienzo. – Al decir esto, él mira directamente a los ojos de su amada princesa. – Andie: Desde el principio me gustabas, y siempre tenía la necesidad de ver tu bello rostro, tu dulce mirada, tu tierna sonrisa… Pero cuando estuviste en coma sentí que mi mundo se derrumbaba, y mi corazón se partía lentamente ante la posibilidad de perderte: No habría podido vivir sin ti. Desde hace mucho quería confesarte mi amor…
– ¿Sabes? Nunca antes había tenido este sentimiento, por esa razón tenía mucho miedo… pero ahora me siento muy feliz. – Ella abraza fuertemente al Saiyajin. – Quisiera que esta noche fuese eterna, y estar así, a tu lado, entre tus brazos, sintiendo la calidez de tu cuerpo.
– Yo también, Andie… Yo también. – Ambos continúan abrazados por un rato, hasta que el joven Briefs mira su reloj. – Ya es tarde. Debo volver a casa.
– Trunks: ¿Vendrás mañana?
– Claro que sí, mi amor: No podría dejar de ver a mi hermosa novia.
– ¿Uh? – Ella se sonroja. – ¿Novia?
– Sí… bueno, tomando en cuenta que tú y yo nos amamos, pienso que… quizás nosotros… deberíamos iniciar una relación de... noviazgo…
– Tienes razón… y acepto encantada. – Andraia corre a los brazos de su amado. – Te amo.
– Y yo a ti. – Los novios se dan un beso de despedida, luego, Andie entra a la casa para observar a su alma gemela desde la ventana, quien se eleva y vuela hacia su casa.
Trunks aún vuela sobre West City, con una amplia sonrisa dibujada en su rostro, y mostrando a través de sus ojos azules la mirada de un hombre enamorado. Él está feliz, porque al fin encontró a la mujer de su vida, por lo que empieza a dar piruetas en el aire, volando a través de las nubes.
La zionita se acuesta en el sofá, suspirando, con una tierna sonrisa en sus labios, permaneciendo así hasta que nota la presencia de su inseparable compañera. – Vaya: Al fin apareces. ¿Dónde estabas? Me tenías muy preocupada.
– Oh, Reggie: Pasé una noche tan… Increíble.
– ¿A sí? ¿Qué esperas? ¡Cuéntamelo todo!
– Bien… – Ambas mujeres se sientan en los muebles. – Verás: Hoy me encontré con Trunks y… bueno… al principio yo me sentía un poco mal, y él me llevó a una colina para admirar el atardecer. Nos quedamos allí hasta la noche y…
– ¿Sí?
– Es que él… él… hay Dios… estoy muy emocionada.
– Vamos: ¡Me tienes en suspenso! ¡Dímelo!
– Reggie: Él… me besó…
– ¡Oh por Dios! ¿Te besó?
– Sí… y luego del beso, dijo que me ama…
– ¿Y tú que hiciste?
– Bueno… yo también le dije que lo amo. Ahora él y yo… somos novios.
– ¡ANDIE! – La emocionada rubia abraza fuertemente a su compañera. – ¡ESTO ES TAN MARAVILLOSO!
– Por favor: No grites, no soy sorda.
– Lo siento, es que estoy muy feliz por ti: Ustedes dos realmente hacen una bella pareja.
– Dios… me siento tan llena de dicha… Realmente amo a Trunks: ¡Lo amo demasiado!
– Y él a ti, Andie. Pero: Ya es hora de dormir. Buenas noches.
– Buenas noches… – Mientras la rubia se dirige a su cuarto, Andraia continúa en el sofá, suspirando, llena de alegría y emoción…
Han pasado casi tres semanas. La zionita y su amiga están en su casa, relajándose y hablando cosas de mujeres. En ese instante alguien toca la puerta y Regina la abre. – Hola, Trunks.
– Hola, Reggie. ¿Está Andie?
– Sip. Está adentro. Pasa.
– Gracias. – El joven ingresa a la pequeña residencia, siendo recibido por su amada Centaury. – Hola, amor.
– Hola. – Ellos se dan un pequeño beso y se sientan en el sofá, muy abrazados. – Gracias por venir: Me hacías tanta falta.
– ¿A sí? ¿Acaso te ocurrió algo?
– Sí: Estoy enferma.
– ¿Enferma? ¿De qué?
– De una enfermedad incurable, llamada: Amor.
– Oh, Andie: Me asustaste.
– Lo sé. – La zionita acaricia el rostro de su pareja, para darle un corto pero apasionado beso. – Y gracias a esta "enfermedad" me siento muy feliz…
– Y yo también, mi amor. Oye y… ¿Tienes planes para hoy?
– No.
– En ese caso: ¿Qué te parece si salimos a caminar al parque? Hace un bonito día y me gustaría disfrutarlo… a tu lado.
– Es una gran idea.
– Genial. Vayamos. – Los novios se levantan, se despiden de su amiga y vuelan hacia el parque.
9:28AM. La pareja camina por el parque, tomados de las manos, mientras admiran el paisaje de verano. Se dirigen a su roca favorita, se sientan, se abrazan y comienzan a tener una charla romántica, llena de besos y caricias, la cual dura unas dos horas. Luego, ambos levantan sus cabezas, mirando al cielo. – ¿Sabes algo, Andie?
– ¿Qué cosa?
– Cada vez que miro al cielo, recuerdo tus hermosos ojos.
– Aww… Trunksy: Eres tan dulce.
– ¿Trunksy?
– Aja. ¿Acaso no quieres que te llame así?
– Puedes llamarme como gustes. – Él la besa dulcemente en los labios, abrazándola fuertemente. Luego, mira su reloj: 11:36AM. – Ya casi es mediodía. ¿Quieres almorzar?
– Claro. – Los jóvenes enamorados se levantan, se toman de las manos y caminan hacia un pequeño restaurant.
3:07PM. Trunks y Andie se encuentran en la pequeña colina, acostados sobre la hierba mientras admiran las distintas figuras que forman las nubes. – Mira, Trunksy: Esa parece un conejo.
– ¿Tu crees? A mí me parece un oso.
– ¿En serio?
– Sip. Y aquella parece una mazorca.
– A ver… Oye: ¡Es cierto! Y esa larga nube par… – Ella no pudo terminar de hablar, debido a que el Saiyajin le roba un largo y profundo beso. – Oh Trunks: Me… me tomaste por sorpresa.
– Esa era la idea… – Él muestra una amplia sonrisa, y la zionita acaricia tiernamente el rostro de su novio, para luego responder con otro beso. Al rato, ellos se reincorporan, volviendo a mirar al firmamento, hasta que... – ¿Uh? Qué extraño.
– ¿Qué cosa, Trunks?
– Las nubes: Están cortadas.
– Quizás fue el viento.
– No lo creo. Si fuese el viento, la deformación se orientaría a una dirección específica. Ahora, mira bien estas nubes: Presentan una orientación circular, como si algo grande hubiese pasado a través de ellas.
– Ahora que lo mencionas: Creo que tienes razón. Aún no puedo imaginar qué clase de objeto habrá deformado las nubes de esa manera, pero… sea lo que sea, definitivamente fue algo enorme… – Apenas dijo estas palabras, se puede sentir una fuerte ráfaga de viento, luego, aparece una gran nave espacial justo frente a sus ojos. – ¿Qué? ¿De dónde habrá salido esa nave?
– No lo sé. Lo más seguro es que haya usado alguna especie de campo que la hacía invisible. Quizás fue esa nave lo que deformó las nubes.
– Oye Trunks: ¿Quién estará allí?
– Sólo hay una forma de averiguarlo.
– Sip. Vamos. – La pareja camina hacia la nave, deteniéndose en lo que podría ser la entrada.
Zetch está nuevamente en la misteriosa cámara, solo, y en medio de la oscuridad, hablando a través de un dispositivo que tiene entre sus manos. – Aquí estoy, señor: ¿En qué puedo serle útil?
– Zetch: Ha llegado el momento que hemos estado esperando… Ya es hora de acabar con los elegidos.
– ¿Quiere que envíe algunos hombres, mi Lord?
– No. Después de la muerte de Kron, considero que es mejor que yo, personalmente, me encargue de este asunto. Ese imbécil ha subestimado a los terrícolas, en especial a los elegidos, y por eso fue rápidamente vencido.
– Como siempre: Tiene razón.
– Ahora, prepara todo para mi llegada.
– Sí, señor. – Después de terminar la transmisión, el pequeño Arcaniano se retira de ese lugar.
La gran placa metálica empieza a moverse. Trunks se coloca entre la nave y su amada compañera, con el fin de protegerla de cualquier peligro. El objeto se mueve de arriba abajo, revelando una gran entrada, cuyo lado interno presenta varias protuberancias a modo de escalera. Un grupo de soldados sale del interior, vistiendo un uniforme de color gris y negro, por lo que el Saiyajin está alerta ante cualquier anormalidad. Los soldados forman dos filas paralelas a la escalera y, segundos después, un joven soldado de mayor rango camina directamente hacia la pareja. – Soy el Capitán Chronos. No tienen nada qué temer: Venimos en son de paz.
– Bien… – Acota Trunks, aún un poco desconfiado. – ¿Podrían decirnos quienes son ustedes y por qué están aquí?
– Yo te responderé… – Todos dirigen sus miradas hacia la entrada de la nave, donde se encuentra el Emperador Kentaurus. Chronos, al igual que el resto de los guardias, hace una reverencia. El rey observa a la joven zionita, quien está detrás del Saiyajin, notando que ella tiene el rostro muy parecido al de su fallecida esposa. – ¿Será posible?
– ¿Acaso ese hombre será…? – Ella está estática, con su corazón latiendo fuertemente, dado que ese rey luce igual al hombre que ha visto en sus sueños, a quien observa todas las noches en el holograma obsequiado por su madre, sólo que con mucha más edad… En ese instante, se desmaya.
Andie abre sus ojos muy lentamente, observando la dulce y preocupada mirada del hombre a quien ama. – ¿Estás bien?
– Creo que sí. Yo… – Al girar la cabeza, la zionita observa el rostro de la persona que le causó el desmayo. – ¿Quién es Usted? ¿Por qué su rostro me resulta tan familiar?
– Escucha: Sé que te sorprenderás con lo que voy a decirte, pero… soy tu padre.
– ¿Qué? ¿Mi padre?
– Sí. Apenas te vi, tuve una sensación extraña dentro de mí, una especie de corazonada que fue confirmada por tu compañero, quien me habló de ti mientras estabas inconsciente.
– No… no puede ser… ¿mi padre? Dios… esto es tan… confuso…
– Es natural que reacciones así.
– Yo... yo... –Ella mira atentamente a su progenitor: Es cierto, a pesar de su edad, él luce tal y como lo ha visto en el holograma, por lo que sus ojos se humedecen... Con ambas manos, la joven palpa el rostro del rey, muy nerviosa. – Es... es cierto... eres tú...
–Hija: Te he estado buscando por toda la galaxia, esperando este momento con ansias. – Al decir esto, Cryus acaricia dulcemente el rostro de su hija. – Has heredado la belleza de tu madre, en especial sus ojos… Mi corazón está lleno de dicha por tenerte nuevamente a mi lado…
– ¡Oh, Papá! – En ese momento ella abraza al emperador, llorando sobre su hombro. – Pensé que este momento jamás llegaría…
– No llores, mi pequeña… Ya estoy aquí: Estamos juntos, otra vez. – Él permanece un rato callado, abrazando protectoramente a su primogénita, dejando que sus emociones fluyan a través de sus lágrimas,hasta que alguien se acerca al grupo: Se trata del joven príncipe de Zión. El rey Cryus presenta formalmente a sus hijos. – Andraia: Quiero que conozcas a Maxwell… tu hermano.
– ¿Qué? ¿Mi hermano?
– ¿Uh? ¿Ella es mi hermana?
– Así es, hijos míos.
– Cielos… Nunca me imaginé que tendría un hermano menor. – Enseguida la bella Centaury, aún con lágrimas en sus ojos, abraza fuertemente al adolescente. – Esto es tan maravilloso…
– Papá: Ella es un poco melosa, pero me agrada. – Todos ríen con este comentario. Más tarde, el rey presenta a su hija ante los guardias, quienes le hacen una reverencia, dado que ella es su princesa.
Ellos continúan hablando sobre muchas cosas, muy felices porque al fin se han reencontrado.
Nota:
En primer lugar quisiera decearles un feliz año a todos.
Ehem... Volviendo al tema: Como primera actualización del 2005 les quise obsequiar los dos capítulos más especiales (y cursis, diría yo) de mi fan fic. FINALMENTE (y después de 33 capítulos) Trunks y Andie se besaron, y FINALMENTE ella se reencontró con su padre.
Elena: Leí tu último review. Puedes que tengas razón al decir que el cap. 33 lo escribí con un poco de prisa. Opbviamente después de haber leído el 34 y 35, sabrás el porqué (sinceramente, yo tambien estaba ANSIOSA de describir ese apasionado beso).
Runliney: Lo prometido es deuda: Ya se besaron, y ahora los protagonistas comenzarán una muy bonita relación en pareja. ¿Qué tal?
A ver... qué más les pue... cvnweuiofh2enf8fu23n4hof ew0rf3
¡HEY! ¿QUÉ ESTÁ PASANDO? ¡QUITEN SUS MANOS DEL TECLADO!
¡ESTOY MUY MOLESTA CONTIGO!
¡Ah! ¡Hola Andie! No sabía que estabas por aquí n.n'
ù.ú Lo primero que vine a exigirte es que me expliques: ¿POR QUE HICISTE QUE TRUNKS Y YO ESPERÁRAMOS TANTOS CAPÍTULOS PARA BESARNOS?
Bueno, es que... uh... este...
¿Sabes algo? Yo estaba LOCA por besarlo desde hacía mucho tiempo, pero tú nunca nos dejabas. Siempre hacías que nos interrumpieran.
Hey, la autora soy yo y decidí hacerlos sufrir por un laaaaaaaaaaaaaargo rato.
¿Pero no leíste los reviews? ¡Los lectores querían que nos besáramos!
Pero bueno, ya lo besaste. ¿Qué más quieres? Además no te debo explicar nada. Así que... ¡QUITA TUS MANOS DEL TECLADO!
(Aquí se inicia una rigurosa pelea entre Andie y GHN, hasta que al final la autora llama a seguridad, y dos musculosos hombres se llevan a la Centaury)
Uff... Que pleito. Weno, ¿Qué les puedo decir? Espero por sus pronto reviews.
Sayonara.
