Capítulo 1 - El desastre
Reese estaba encerrada, en el baño de chicas. No sabía si llorar, o qué. De pronto entró al baño su mejore amiga, Steff. Al ver la cara de Reese, no tuvo dudas de que algo le ocurría.
-Reese? Que te ocurre?
Reese le dirigió una mirada muy extraña. Era una mirada de desconcierto, dolor, y ganas de llorar, las tres cosas a la vez.
-Estoy preocupada, Steff. Ya van a ser dos meses que no me llega.
-Qué dices? Pero, eso quiere decir...
-Sí Steff, esa es mi primera posibilidad
-Le dirás a Richard?
-No sé Steff, te juro que no lo sé.
Salió del baño, irritada. No quería ver a nadie, no quería hablar con nadie. Cruzó la Sala Común de Gryffindor velozmente, se acostó en su cama y se durmió en seguida.
A la mañana siguiente, Reese veía al mundo de una forma totalmente distinta. Todo lo veía diferente. Parecía aún más oscura que antes. Más pálida. Más triste. Antes usualmente estaba sonriendo. Ahora la sonrisa simplemente no le venía, no podía. Su maquillaje estaba corrido. Las chicas que solían evadirla, ahora lo hacían aún con más descaro.
Y Remus Lupin no pudo dejar de notarlo.
Reese y Remus se conocían, a veces hablaban, pero no eran en absoluto los mejores amigos. Sin embargo, esa mañana, al ver a Reese dejar el Gran Comedor sin haber probado bocado del desayuno y en ese estado, Remus no pudo evitar seguirla.
-Reese? -tocó su hombro. Ella se sobresaltó, y se dio vuelta.
-Remus.........
En ese momento, Reese sencillamente no pudo contenerse más. Comenzó a llorar. Se apoyó en el pecho de Remus.
-Reese... tranquila... ven, vamos afuera. Con Reese entre sus brazos, Remus se dirigió lentamente hacia el jardín. No la soltó ni un segundo. No quería dejar de sentir ese calor, esos brazos en su espalda. Se sentaron en un banquito. Reese parecía haberse tranquilizado un poco.
-Remus, lo siento, es sólo que no doy más...
-Qué te pasa, Reese? -preguntó Remus dulcemente, mientras pasaba sus dedos suavemente por el oscuro cabello de la chica.
-Remus, nunca pensé que hablaría algo así contigo, digo, te conozco muy poco, pero no sé, siento que puedo confiar en tí...
...estoy embarazada.
Remus se contuvo. Embarazada... ella? Esa frase parecía haberle hecho una profunda herida. Embarazada... la chica a quien él amaba....
-Embarazada?
-Sí...
Reese le dirigió la misma mirada que le había dado a Steff en el baño. Remus no sabía qué hacer.
-Del chico de Slytherin?
-De Richard, sí, mi novio....
-El lo sabe?
-No... aún. No sé qué hacer Remus, digo, no sé como reaccionará... necesito un ciogarrillo.
Reese hurgó en sus bolsillo, y sacó un cigarrillo.
-Diablos, no tengo fuego...
Remus susurró algo muy despacio, y el cigarro de Reese se encendió.
-Gracias -dijo ella dulcemente
En ese momento llegó McGonagall [N/A: supuestamente ella ya era profe en ese tiempo, al igual que Dumbledore]. Reese apagó su cigarro rápidamente.
-Qué hacen aquí? A clases, ahora!
Los dos se dirigieron rápidamente a las mazmorras, para la clase de pociones. Entraron en silencio, y el profesor no los notó. Reese fue a sentarse junto a Richard, quien la abrazó dulcemente. Remus se sentó tras ellos, junto a James Potter. Se quedó mirando a la pareja.
-Qué te pasa Remus?
-Nada James, nada...
Reese estaba encerrada, en el baño de chicas. No sabía si llorar, o qué. De pronto entró al baño su mejore amiga, Steff. Al ver la cara de Reese, no tuvo dudas de que algo le ocurría.
-Reese? Que te ocurre?
Reese le dirigió una mirada muy extraña. Era una mirada de desconcierto, dolor, y ganas de llorar, las tres cosas a la vez.
-Estoy preocupada, Steff. Ya van a ser dos meses que no me llega.
-Qué dices? Pero, eso quiere decir...
-Sí Steff, esa es mi primera posibilidad
-Le dirás a Richard?
-No sé Steff, te juro que no lo sé.
Salió del baño, irritada. No quería ver a nadie, no quería hablar con nadie. Cruzó la Sala Común de Gryffindor velozmente, se acostó en su cama y se durmió en seguida.
A la mañana siguiente, Reese veía al mundo de una forma totalmente distinta. Todo lo veía diferente. Parecía aún más oscura que antes. Más pálida. Más triste. Antes usualmente estaba sonriendo. Ahora la sonrisa simplemente no le venía, no podía. Su maquillaje estaba corrido. Las chicas que solían evadirla, ahora lo hacían aún con más descaro.
Y Remus Lupin no pudo dejar de notarlo.
Reese y Remus se conocían, a veces hablaban, pero no eran en absoluto los mejores amigos. Sin embargo, esa mañana, al ver a Reese dejar el Gran Comedor sin haber probado bocado del desayuno y en ese estado, Remus no pudo evitar seguirla.
-Reese? -tocó su hombro. Ella se sobresaltó, y se dio vuelta.
-Remus.........
En ese momento, Reese sencillamente no pudo contenerse más. Comenzó a llorar. Se apoyó en el pecho de Remus.
-Reese... tranquila... ven, vamos afuera. Con Reese entre sus brazos, Remus se dirigió lentamente hacia el jardín. No la soltó ni un segundo. No quería dejar de sentir ese calor, esos brazos en su espalda. Se sentaron en un banquito. Reese parecía haberse tranquilizado un poco.
-Remus, lo siento, es sólo que no doy más...
-Qué te pasa, Reese? -preguntó Remus dulcemente, mientras pasaba sus dedos suavemente por el oscuro cabello de la chica.
-Remus, nunca pensé que hablaría algo así contigo, digo, te conozco muy poco, pero no sé, siento que puedo confiar en tí...
...estoy embarazada.
Remus se contuvo. Embarazada... ella? Esa frase parecía haberle hecho una profunda herida. Embarazada... la chica a quien él amaba....
-Embarazada?
-Sí...
Reese le dirigió la misma mirada que le había dado a Steff en el baño. Remus no sabía qué hacer.
-Del chico de Slytherin?
-De Richard, sí, mi novio....
-El lo sabe?
-No... aún. No sé qué hacer Remus, digo, no sé como reaccionará... necesito un ciogarrillo.
Reese hurgó en sus bolsillo, y sacó un cigarrillo.
-Diablos, no tengo fuego...
Remus susurró algo muy despacio, y el cigarro de Reese se encendió.
-Gracias -dijo ella dulcemente
En ese momento llegó McGonagall [N/A: supuestamente ella ya era profe en ese tiempo, al igual que Dumbledore]. Reese apagó su cigarro rápidamente.
-Qué hacen aquí? A clases, ahora!
Los dos se dirigieron rápidamente a las mazmorras, para la clase de pociones. Entraron en silencio, y el profesor no los notó. Reese fue a sentarse junto a Richard, quien la abrazó dulcemente. Remus se sentó tras ellos, junto a James Potter. Se quedó mirando a la pareja.
-Qué te pasa Remus?
-Nada James, nada...
