Capítulo 4
Adiós
Esta vez no dudó ni un segundo. Se encaminó a los invernaderos. Alohomora! susurró suavemente, y entró. Se dirigió directamente a los estantes. Hurgó y hurgó entre diferentes botellas y cajas, hasta que encontró lo que estaba buscando: la pequeña botellita de veneno de Stump. La puso en su bolsillo, y rápidamente entró en el castillo.
Caminó a la Sala Común. No había nadie. Se sentó. Sacó el pequeño corcho de la botella. La acercó a sus labios. Pudo sentir el fuerte aroma, y el ardor calcinándole la lengua. Ya llevaba un pequeño trago, y justo en ese momento alguien saltó, arrojando lejos el envase.
-Remus! Pero qué --
No pudo terminar la frase. Comenzó a tiritar muy fuerte, sus ojos se pusieron blancos, sus labios azules, al igual que su piel. Remus reaccionó rápidamente. La tomó en sus brazos, y se dirigió corriendo a la enfermería.
La Señora Nelle la atendió de inmediato. Le dio un antídoto, y las convulsiones comenzaron a desvanecerse.
-Dices que tomó veneno de Stump por accidente?
-Algo así, lo confundió con su medicina.
-Uhmm...
La enfermera no parecía muy convencida, pero no dijo nada. Sólo le dijo a Remus que se marchara, que Reese estaría bien en uno o dos días, ya que no había alcanzado a ingerir una gran cantidad de veneno.
Esta vez no dudó ni un segundo. Se encaminó a los invernaderos. Alohomora! susurró suavemente, y entró. Se dirigió directamente a los estantes. Hurgó y hurgó entre diferentes botellas y cajas, hasta que encontró lo que estaba buscando: la pequeña botellita de veneno de Stump. La puso en su bolsillo, y rápidamente entró en el castillo.
Caminó a la Sala Común. No había nadie. Se sentó. Sacó el pequeño corcho de la botella. La acercó a sus labios. Pudo sentir el fuerte aroma, y el ardor calcinándole la lengua. Ya llevaba un pequeño trago, y justo en ese momento alguien saltó, arrojando lejos el envase.
-Remus! Pero qué --
No pudo terminar la frase. Comenzó a tiritar muy fuerte, sus ojos se pusieron blancos, sus labios azules, al igual que su piel. Remus reaccionó rápidamente. La tomó en sus brazos, y se dirigió corriendo a la enfermería.
La Señora Nelle la atendió de inmediato. Le dio un antídoto, y las convulsiones comenzaron a desvanecerse.
-Dices que tomó veneno de Stump por accidente?
-Algo así, lo confundió con su medicina.
-Uhmm...
La enfermera no parecía muy convencida, pero no dijo nada. Sólo le dijo a Remus que se marchara, que Reese estaría bien en uno o dos días, ya que no había alcanzado a ingerir una gran cantidad de veneno.
