Capítulo 7: el pasado y el presente
Anochecía, la tensión había desaparecido lentamente al saberse que no había sido Voldemort el que atacara, que ninguno de los dos chicos involucrados estaba de gravedad, en la mesa Slytherin el saber que los talismanes habían funcionado les había dado la tranquilidad que necesitaban, y aunque nadie lo dijera, para todos el hecho que fueran Draco y Karim los primeros que llegaran al lugar les hacia especular que habían tenido directa acción en alejar al atacante.
Profesor Snape, ¿cómo vió a Blaise?—preguntó Sabina, una chica de 6° cuando el profesor entró a mitad de la cena.
Muy bien en realidad, mañana ya estará desayunando con todos ustedes, así que tranquilícense—miró luego de decir esto a Karim y Draco, estos entendieron.
Cuanto todos estaban ya en la sala común conversando relajadamente Draco y Karim salieron hacia las habitaciones de Snape, este les esperaba, al estar frente a frente les miró a ambos un instante.
¿Qué pasó en realidad?—preguntó con voz tranquila.
Pues…les atacó el padre de Blaise…yo…no recuerdo mucho, es decir llegamos, iba a lanzarles un avada y... luego no estaba—medio dudó Karim—Draco…tu…
Cuando llegamos como dice Karim les iba a matar, no alcance a lanzar un hechizo cuando Karim cambió, es decir era él, pero distinto, sus pies dejaron de tocar el suelo, su voz se hizo profunda, parecía rodeado por una energía inmensa, detuvo los ataques que le dirigió sin siquiera moverse o tener su varita…dijo que era el momento del juicio—relató con detalles lo que vió, consciente que su amante no parecía recordarlos y le miraba con la sorpresa marcada en el rostro—eso fue lo que sucedió hasta que llegaron ustedes…
Yo no recuerdo eso…--musitó bajó un instante la mirada, confundido para luego mirar directamente a los ojos de Severus—quizás eso era lo que querían advertirme mis padres, en cuanto a mi herencia…a que esta se desplegaría en el momento necesario…
Ya veo…actuaste como un juez, por lo que me dice Draco, dictaste una sentencia que se hizo inmediatamente realidad en Zabini…debemos investigar esto de tu herencia—se puso de pie y fue hasta uno de los estantes de roble que contenían numerosos libros, finalmente encontró lo que buscaba, al regresar a su amplio sillón, los muchachos se sentaron muy pegaditos a él—bien, no es el libro mas profundo sobre el tema, que espero que algo de luz nos dé…Némesis: la familia surge en el siglo doce antes de Cristo en las islas cícladas, al principio estaba ligada ala leyenda de la divinidad de la justicia, Némesis, diosa que impartía justicia entre humanos y dioses, se caracterizaba por castigar preferentemente el orgullo, despotismo, ambición desmedida y abuso de poder…en los siglos siguientes la familia llegó al continente, cada cierto número de generaciones hay un némesis que se dedica a la legislación ya sea muggle o mágica…una característica de esta familia es que los matrimonios siempre han sido concertados por el líder familiar, el o la futuro consorte debe pasar por un detallado estudio de su árbol genealógico, si bien ha habido muggles entre los consortes, nunca se ha admitido un matrimonio dentro de parientes, por muy lejanos que sean…interesante no?
Pero…mis padres eran primos hermanos—musitó sorprendido Karim.
Estás seguro de eso…--el muchacho asintió—quizás han habido razones de…eso debe ser…nunca admitieron el matrimonio entre miembros de la familia por que la posibilidad de que surjan especiales características genéticas se acentúa…si tú padres eran primos hermanos…quiere decir que su unión fue premeditada…tu nacimiento determinado con razones justificadas…viniste al mundo cuando …--miró a los ojos a Karim, este palideció—así es…sabían que vendría Voldemort…de manera que permitieron que surgiera el gen del juez…estabas destinado a juzgarle por sus crímenes…solo que t
No lo hice por que me involucre sentimentalmente con él y con Angus Parnert y termine en éxtasis por 50 años…--completó estremeciéndose—quiere decir que si yo…miles no habrían muerto…Potter no habría perdido a sus padres y…
Muchos quizás, pero Karim, las cosas suceden…mucho está librado al azar…las estrellas señalaron el surgimiento de un mago oscuro poderoso, que traería el dolor a ambos mundos, tu familia pensó que podría detenerlo, pero siempre hubo la posibilidad que no…esa parte del destino que no está escrita, de la que siempre has hablado—dijo Severus acariciándole el rostro, mientras Draco repartía suaves besos en las manos delicadas que temblaban—ahora has vuelto, estas manifestando tus habilidades, lo que importa es el ahora…
Yo…estoy asustado—reconoció con vergüenza, mientras temblaba incontrolablemente—nunca pensé que algo así…que yo…
Lo sabemos…pero lo estás asiendo, está en tus genes, no necesitas preocuparte, ellos te guiarán adecuadamente…Karim…solo sigue haciendo la vida como hasta ahora, apartando a todos aquellos que puedas de los bandos en conflicto, es parte de tu herencia, guiar hacia la tolerancia, hacia que cada cual tome sus decisiones sin ser presionado, por propia voluntad...—señaló Draco.
Vamos pequeño, siempre has sabido que tenías un poder dentro de ti, por mucho que no quisieras reconocerlo, lo has usado a discreción, y lo has usado muy bien, confía en ti, tal como le pides a los demás que asuman sus vidas y confíen, no estas equivocado…lo estás haciendo bien—dijo sincero Severus levantándole el rostro y besándole dulcemente los labios—ahora, los dos, vayan a su dormitorio…
Pero…--dudaron a la vez—por que no quieres que nos quedemos…
Porque los demás chicos se sentirán seguros si ustedes están con ellos…nosotros tenemos el día para pasar un tiempo juntos, la noche es el momento de temor…los chicos y chicas les necesitan con ellos—dijo con sinceridad—vamos…
Entiendo…gracias…Severus—susurró Karim y volvió a besar los labios del profesor, lo que también hizo Draco, luego ambos salieron camino a los dormitorios de Slytherin. Cuando entraron se dieron cuenta cuanta razón tenía Severus, ya que todos los chicos seguían en la sala común, como si el estar juntos les hiciera sentir mas seguros, solo al verles ya allí empezaron a dirigirse a sus dormitorios con los rostros mas relajados.
Al quedar solo trató de relajarse, tomó un corto baño y luego ya seco pero aun desnudo sentado en su lecho empezó a cepillar los cabellos, estaban largos, las súplicas de los dos muchachos lo habían convencido de prestar más atención a ellos, claro que estaba consciente de que su apariencia dejaba mucho que desear, pero es que para qué dedicarle tiempo…bueno ahora lo hacía, lucía una hermosa cabellera que llegaba mas debajo de los hombros y que destellaba a la luz del sol o de las velas…claro que pocos se daban cuenta ya que la mayor parte del tiempo los llevaba asidos en una coleta, continuó cepillando hasta que escuchó la solicitud de entrar a su oficina, miró el reloj en la pared, las 11 ya…si era un alumno solo podía ser uno…lo que realmente era una sorpresa, con rapidez se colocó unos pantalones y una camisa limpia y cruzó a la oficina dando acceso a la visita inesperada.
Potter…a estas horas debieras estar dormido no vagando por el edificio—criticó serio, pero para su sorpresa el muchacho le miraba embobado, ¿qué demonios le pasaba ahora al chico—toma asiento…qué te sucede…
Profesor...se vé…se vé…--jadeó cerrando la boca antes de que las palabras de elogio salieran de ella, Merlín, ahora entendía el que esos dos Slytherin estuvieran tan interesados en Severus Snape...los cabellos sueltos le daban un rasgo de sensualidad a su rostro aguileño de piel tan blanca, esos cabellos parecían tan lustrosos…la camisa sin abrochar le dejaba disfrutar de un torso fuerte, de abdominales marcados…ese hombre estaba como quería, pasó nervioso la lengua por sus labios, en un gesto completamente inconsciente.
Potter…si sigue mirándome así tendré que quitarle puntos por lascivia hacia un profesor--anunció falsamente serio, porque estar bajo un escrutiño así de descarado del Niño que vivió, era lo más inesperado.
Merlín...perdón…perdón…yo vine por que…--tragó en seco—podría cerrarse la camisa profesor…no puedo concentrarme—reconoció completamente sonrojado y avergonzado por las reacciones descontroladas de su cuerpo adolescente.
Ja, ja, ja, ja, Harry Potter quien diría que sus hormonas le traicionarían así—rió abiertamente mientras abotonaba su camisa y se dejaba caer en su cómodo sillón—ahora a lo que vino a estas horas y rompiendo los reglamentos…
Yo…como son de su casa…por mas que le digo mis dudas a Remus y a el director…Malfoy ha cambiado tanto en los últimos meses y…creo que es por Némesis…es un gran chico, no lo niego, pero es más de lo que parece…sé que el director no piensa así, pero…--tembló—dígame que en esto no estoy siendo un demente…por favor…
No, no estas demente en eso al menos…Harry—el sonrojo se intensificó al llamarle por su nombre, esto si que estaba siendo interesante—Draco ha cambiado muchícimo y sí es responsabilidad de Karim, claro que es un cambio completamente voluntario e impuesto por su amor hacia el muchacho y a que ha escuchado lo que este ha tenido que decir…en cuanto a Karim, así es, no es un muchacho común, a pesar de lo que te hayan dicho tus mentores, es todo menos común, pero para tu tranquilidad, Karim Némesis nunca te hará daño o a tus amigos…hasta puede que logre que tú seas feliz y te libres del destino…
Pero quien es…como puede hacer eso—preguntó de inmediato.
Quien es y como lo hará no estoy en libertad de decírtelo yo, Harry, es algo que debes preguntarle a Karim directamente…lo único que te aseguro es que si te responde lo hará con la verdad…sin doblez…sin ocultamientos o verdades a medias—se puso de pie y estiró los músculos que ya le reclamaban descanso—ahora, Harry podría irme a mi cama…tus demás preguntas pueden esperar una noche más…
Yo…eso creo…--iba a decir algo mas cuando escucharon los golpes ansiosos y la voz de un conocido profesor.
Debí imaginarlo…pasa Remus—dijo con voz resignada, en cuando este estuvo ante ellos, debió disfrutar de una mirada similar a la que le había dirigido Harry por largos minutos--¡ya vasta!…es que es la noche de ¡Griffindor lascivos contra Severus Snape!
Pero…pero…Merlín—jadeó rojo como la grana y al ver al muchacho descubrió que este también estaba sonrojado y con mirada culpable—yo…solo…es decir…
Balbuceas Remus…supongo que buscabas a Harry, aquí le tienes, sano y salvo y con una mente y hormonas tan pérfidas como las tuyas, ahora yo quiero ir a la cama…y por mucho que me parezca interesante que repentinamente a los dos les parezcan tan apetitosos mis huesos, estoy lo suficientemente cansado para pedirles que se vayan a sus respectivas camas…--sentenció riendo abiertamente con una naturalidad que hacia años no expresaba, se acercó a los dos Griffindor y los empujó cariñosamente hasta la puerta se acercó al menor y le susurro al oído—recuerda lo que te dije...ve a dormir tranquilo, Harry—le beso sutilmente la mejilla, luego volteando a mayor que le miraba con los ojos desorbitados—en cuanto a ti, va siendo hora que aceptes que este muchacho merece respuestas y ahora ya sabe donde buscarlas…ve a dormir Remus—le rozó los labios con los suyos, les empujó fuera de sus habitaciones y cerró tras ellos y luego riendo volvió a su cuarto y se desnudó, para caer dormido casi instantáneamente en cuanto su cuerpo se vió envuelto en las sábanas.
Merlín…nunca pense que fuera tan…tan…sensual y atractivo—jadeó Harry.
Había olvidado que…Merlín los años solo lo han hecho aun mas atractivo…si vieras el resto de su cuerpo Harry—habló casi sin pensar, de hecho cuando se percató, tosió y se sonrojó intensamente—olvida eso…
Claro que no…Remus…ya lo dijiste y ahora no voy a poder evitar desnudarle con la mirada cada vez que le tenga enfrente…demonios si le has visto desnudo te envidio—jadeó sonrojado pero reconociendo abiertamente lo que estaba experimentando—cómo mierda puede haber ocultado todo esto en estos años…
Um…supongo que porque es un magnífico mago y no solo sabe de pociones si no también de hechizos…--explicó Remus y pasó su brazo por sobre los hombros de Harry—te voy a confesar algo…él y yo…tuvimos algo cuando estábamos en 6°…solo que lo arruin
Tú y él…bien callado te lo tenías—protestó—me dejaste decir estupideces sobre él todo este tiempo y no me abriste los ojos…se supone que además de mi profesor favorito eres mi amigo—criticó—quiero saber cada detalle…
Ja, ja, ja, ja, eres un pérfido lascivo tal como lo dijo Sev., vamos te acompañaré a tu casa y mañana podemos charlar sobre el tema…es muy tarde, Harry—caminaron por los corredores hasta la torre Griffindor—descansa…
Qué fácil lo pones…--jadeó entrando, necesitaba estar en su cama y hacerse una gran paja, cada vez que pestañeaba surgía la imagen de Severus Snape desnudo…demasiado excitante para poder dormir así de simplemente.
Se dirigió a sus propias habitaciones, Harry tenía razón, no iba a ser fácil dormir, no después de que habían aflorado a su piel los recuerdos, las imágenes de un Severus de 17 años, cuyos ojos brillaban y sus manos grandes le recorrían apasionadas la piel—Merlín además de todo necesitaré una ducha fría.
Estaba despierto, de eso estaba seguro, pero cómo podía sentirse tan bien, si había recibido directo una de las maldiciones mas crueles, si debiera estar muerto o al menos chillando aun de dolor y confusión…por en contrario, una deliciosa sensación de calidez y protección le rodeaba, envuelto en un aroma conocido, sus cabellos fueron mecidos por el suspiro de alguien, ese alguien estaba a su lado, le envolvía en sus brazos…brazos…ese aroma, abrió los ojos y le vió, aun dormido, pero tan hermoso, alzó la mano y acarició esa mejilla—Ron…
Ummm…--escuchó su nombre y sintió la caricia, al abrir los ojos de encontró con la mirada brillante de Blaise—Blaise…qué pasó…donde estamos…
En la enfermería…no sé como llegamos aquí y tampoco el por qué hemos dormido juntos ante la vista de quien entre—respondió esbozando una sonrisa.
Veo que los bellos durmientes han despertado…tengo buenas y malas noticias para ustedes—dijo sonriente madame Poppy entrando, llevaba en sus manos ropas limpias para ambos muchachos que ahora la miraban terriblemente sonrojados—las malas…probablemente a esta hora todo el mundo sepa que ustedes dos están enredados…demasiados profesores les vieron y además están sus amigos…las buenas, están listos para salir de la enfermería, su recuperación ha sido maravillosa y pueden ir a desayunar con todos en el gran salón…les dejo sus ropas, aséense y vayan…
Gracias—musitó turbado Ron, luego cuando quedaron a solas—todos lo saben…
Bien, tarde o temprano iba a pasar…vamos al baño…no sacamos nada con escondernos en la enfermería—dijo Blaise asiéndole de la mano y empujándolo cariñosamente hacia el baño—será interesante ver las caras de todos los Griffindor cuando sepan que el enemigo numero uno de la casa Slytherin ha sucumbido a los encantos de una serpiente despreciable como yo…
Pero…pero…tu no eres una serpiente despreciable—jadeó estremecido, consciente que mil veces en esos términos se había referido a su actual pareja y a los otros de la casa de la serpiente—además serán los de tu casa lo que pongan el grito en el cielo cuando se enteren que el orgulloso y elegante Blaise Zabini se rebajó a mezclarse con un Griffindor pobretón y pelirrojo…
Merlín…si que hemos dicho estupideces por años—reconoció Blaise asiéndole por la cintura y pegándole a su cuerpo, mientras sus labios se unían en un beso apasionado y profundo, al separarse se perdieron en sus miradas—pero tenemos tiempo para enmendar el error…
Claro que lo tenemos…además sobrevivimos al ataque de un mortifargo…no cualquiera tiene ese plus a favor—bromeó, lo que hizo que ambos terminaran riendo y luego de una reparadora ducha compartida y ya vestidos se dirigieran tomados de la mano al gran comedor--¡Merlín!…si todos lo saben…quiere decir que mis hermanos y Hermione…
Estas pálido, increíble que no te asustaste tanto ante mi padre y sí ante miembros de tú familia y tu amiga—dijo riendo y antes que el pelirrojo pudiera reaccionar y echar pie atrás le empujó haciéndole entrar al salón donde de inmediato cesaron las conversaciones.
Los alumnos que se habían quedado en la escuela estaban todos atentos a esos dos entrando, era casi de antología verles tomados de la mano, no se sabía si reír o empezar a preparar todo para el fin del mundo.
Ron si no respiras te vas a desmayar—advirtió Blaise percatándose que su novio contenía la respiración y ya casi estaba púrpura, en eso vió venir a paso acelerado a los pelirrojos hermanos y se preparó para recibir una sarta de insultos y golpes.
Ron Weasley en buena te has metido, cuando mamá se entere que…--empezó Ginny—que dejaste como un estúpido que esta serpiente te hechizara…
Eso no es verdad—reaccionó poniéndose por delante de Blaise en una actitud instintivamente protectora, ya que los gemelos estaban a punto de emprenderla a golpes.
Ya vasta, cada cual sabe lo que hace—intervino Harry que había corrido a ayudar a su amigo.
Además los Slytherin no necesitamos hechizos para hacer que nos amen—dijo con el típico tono siseante Draco que a su vez brindaba su apoyo a su amigo.
Obvio que una serpiente defiende a otra serpiente—jadeó furiosa Ginny—mi hermano nunca miraría a un Slytherin si estuviera en su sano juicio…Harry tienes que darte cuenta que lo tiene bajo un hechizo…
No hay hechizo…Además no tengo por que darles explicaciones a ustedes—dijo molesto Ron—Blaise y yo estamos juntos y al diablo si les gusta o no…
Debieran preocuparse por la salud de ambos y no por su relación...—argumentó Harry.
Blaise, Ron, vamos deben estar hambrientos, vengan a nuestra mesa—intervino por primera vez Karim que les puso sus manos en los hombros y suavemente les llevó hasta la mesa Slytherin, donde para sorpresa de los Griffindor la pareja fue recibida con simpatía.
Es un complot—lloriqueó angustiada Ginny, Harry la quizo consolar pero ella le dio un empujón y salió corriendo seguida por Hermione.
¿Cómo puedes aceptar que tú amigo ande con…con?—confronto Fred.
Simplemente porque no hay magia involucrada, solo sentimientos…les guste o no, es así…además ya va siendo hora que todos acepten que ser Slytherin es tan normal como ser Griffindor, Hufflepuff o Ravenclaw…todo lo demás son simples prejuicios—sentenció en voz lo suficientemente alta para ser escuchado por todos los presentes y con toda serenidad se acercó a la mesa Slytherin—puedo acompañarles?.
Claro, Harry—dijo con una sonrisa acogedora Karim, el murmullo recorrió todo el salón.
Dumbledore miraba todo sorprendido, Mc Gonagall estaba lista a intervenir pero el director le hizo un gesto de contenerse, mientras en esos momentos entraba al salón Snape, los alumnos y los profesores esperaron ver la reacción al ver a los dos Griffindor sentados en la mesa de su casa, pero para su sorpresa, esbozó una sonrisa al pasar frente a ellos y ocupó su asiento en la mesa de profesores, como si todo fuera rutina.
Gracias Harry…--musitó cohibido aun Ron.
De nada…solo espero que la próxima vez que te guardes un secreto así…sea para otros y no para mí...—señaló sirviéndose un tazón de leche—me tenías todo preocupado por tener que decirte que ahora me simpatizaban Draco y Karim…Merlín…Ron te das cuenta que he perdido dos semanas de posible amistad—dijo riendo y todos le acompañaron en las risas.
Remus miró de reojo a Severus, este desayunaba tan sereno como siempre, los años habían pasado y habían creado una brecha entre ellos, una que él mismo creó en parte, quizás fue el responsable…por no confiar en Severus, por no estar cuando sabía que le necesitaba, por darle la espalda y juzgarlo, por no creerle cuando le había querido explicar que no había podido salvar a James y Lily…le había acusado de ser el que envió a Sirius a Azkaban aun cuando Severus había testificado a favor de este, poniéndose en evidente riesgo…sí…la brecha entre ellos era su responsabilidad…
Estaba terminando su desayuno y la contante mirada furtiva de Remus ya le estaba hartando, todo el buen humor con el que había despertado se estaba yendo al caño por su culpa, le miró y para variar este bajó los ojos y pareció concentrarse en su plato ya vacío, esperó a que se levantara de la mesa y con una rapidez envidiable le asió por un brazo y le desvió metiéndole por una puerta lateral.
Severus que…espera…yo no quiero…Severus—literalmente le arrastraba sin prestarle atención a sus protestas hasta dejarle en medio de sus habitaciones, tembloroso y agitado.
Ahora vamos a hablar claramente…¿qué demonios te pasa?—confrontó mirándolo directo a los ojos—habla Remus Lupin…
Yo…yo solo…tú…anoche me hiciste recordar…no puedo evitar mirarte y—jadeó rojo como la grana y se mordió los labios.
Recordar…al chico de 17 años que te amaba y al cual diste la espalda…que tiene de amable ese recuerdo, bueno supongo que fue muy divertido para ti, total solo casi me matas y luego lograste que tus amigos tuvieran algo perfecto para humillarme…--habló con un tono de voz neutro, mientras le dejó de mirar y se dejó caer en el sillón relajándose—no me interesan esos recuerdos, vuelve a ser el profesor de DCAO que solo me habla lo formal y obligatorio y que no me importuna con sus miradas…Lupin…
Yo no jugaba…estaba enamorado de ti, nunca pensé que pondría tu vida en peligro, de hecho trate de ocultártelo por eso, para que no corrieras riesgo…luego, pues era obvio que debía defender a mis amigos, yo…--jadeó acercándose y sin pensarlo se arrodilló frente al Slytherin—yo sé que he cometido grandes errores contigo, pero amarte nunca fue un error, fue lo único correcto…
Vaya, interesante, ok, te daré el beneficio de la duda, ahora podemos volver a la normalidad, es decir a ignorarnos y odiarnos—señaló fríamente.
No, no quiero…no quiero…yo necesito y—jadeó nuevamente y se dejó llevar por lo que todo su ser gritaba, atrapó el rostro de Severus y sus labios se apoderaron de los delgados y a la vez tibios labios, su lengua presionó buscando la entrada a esa cavidad que había sido tantas veces suya, lo más seguro era que Severus trató de protestar, pero lo importante fue que esos labios se separaron y su lengua pudo irrumpir, profundizando el beso, pegándose contra ese cuerpo fuerte, ardiendo en una hoguera que solo aparentemente había sido extinguida años atrás, pero que solo ardía en silencio.
Vasta—medio gimió empujándolo, casi tirándolo al suelo para separarle de sí—no dejaré que tú…que t
Severus…te lo ruego…te lo suplico…--las lágrimas mojaban sus mejillas y se aferro como un náufrago a las piernas de este—dame una oportunidad, una y juro que no te arrepentirás…
Una oportunidad…--se hundió en esos pozos de oro y miel…Karim tenía un color similar de ojos, quizás por eso…quizás nunca podría arrancarse a Remus aunque así lo hubiese querido y hasta asegurado—¿una oportunidad?…
Fin capítulo 7Aun quedan al menos tres más…espero terminarlos pronto, igual gracias por seguir leyendo.
Mickaelle,
