ÁNGELES GUERREROS

FANFICTION MULTICROSSOVER
POR TEKKAMAN ZERO

(zeroreddemonyahoo.es)

-CAPITULO 3-
"Big Bang: Causa y Efecto"
-Segundo Relato-

Una vez mas lo guerreros guardaban un tenue silencio, apoyado por el frío ambiente de abandono que emanaba de la vieja iglesia… La historia de Génesis aun se revolvía en sus jóvenes mentes; dándoles mucho sobre que pensar; sin embargo las respuestas escapaban de su alcance…

"¿Qué lo causa…?" Preguntó Sakura tratando de reponerse, "¡¿Por qué las personas se convierten en esos monstruos?!"

"Nadie lo sabe a ciencia cierta…" Exclamó ella, "Lo único que conocemos es que actúa como una especie de virus… Muy lentamente, las personas de la zona van cambiando su carácter, se vuelven agresivos contra ellos mismos y los demás; ¡violentos como dementes! Poco a poco son irreconocibles incluso para sus amigos más cercanos… Y solo es cuestión de tiempo para que su físico empiece a transformarse también… ¡Entonces se vuelven esas… Cosas!"

"Siete años… ¿Como han sobrevivido tanto si esas bestias están por todo el mundo?" Exclamó Marlon conmocionado.

"No ha sido fácil… Como han visto, los Lilims vienen en todo tipo de formas y tamaños, de la misma manera tienen una gran variedad de niveles… Algunos son extremadamente débiles y poco inteligentes, ¡y otros son increíblemente poderosos y astutos! Muchos de los humanos supervivientes hemos decidido enfrentarnos a ellos, como Cazadores… pero la verdad es que cuando peleas contra esas cosas siempre llevas las de perder… Debo decir que no es agradable el pensar que alguna vez fueron personas como ustedes y yo; Pero lo único que te da fuerzas a la hora de enfrentarte con ellos es saber que su humanidad se ha perdido para siempre…"

"¿Hay alguna cura…?" Cuestionó Blade.

"Me temo que no… Jamás hemos podido estudiarlos por completo. Como ustedes notaron no son fáciles de manejar vivos; y al poco tiempo de morir no queda nada de ellos… Lo poco que hemos podido determinar es que son especialmente brutales contra los seres humanos… Por alguna razón nos odian de verdad, como si no toleraran nuestra sola existencia…"

"¿Nadie es inmune?" Preguntó Marlon.

"Casi nadie…" Repuso ella desviando la mirada, "Los únicos que parecen ser incapaces de convertirse en Lilims son aquellos nacidos por Mano Humana… En cambio 'Los hijos de Dios' son todos vulnerables."

"¿¿Mano humana??"

"La Clonación Humana y el Avance Genético fueron perfeccionados en el 2008, Nunca fueron 'legalmente' aprobados, pero en secreto muchos experimentos se realizaron en varias naciones, todo por la búsqueda de la ciencia del siguiente paso en la evolución del hombre… No muchos Clones y Geno-mejorados viven en el mundo de hoy, más que nada porque dichos actos fueron bastante aislados, pero nunca se ha oído de alguno que se haya vuelto Lilim…"

"Esa supuesta inmunidad, ¿a que se debe?"

"Muchos creen que es porque los nacidos por Mano Humana no poseen alma… al descubrirse, hubo incluso un par de maniacos que aseguraron que la única salvación era reemplazar a todos los Hijos de Dios por estos 'Seres Vacíos' sin embargo no muchos en la actualidad pueden jactarse de lograr recrear esos procedimientos…"

"Eso significa entonces, ¿¡que incluso nosotros podríamos convertirnos en esas bestias?!" Inquirió la joven de ojos verdes algo consternada.

"En tu lugar no me preocuparía por eso… Ustedes estarán bien."

"¿Porque estas tan segura?" Preguntó el Teknoguerrero con tono serio.

"Porque ustedes ni siquiera son de este mundo…" Repuso ella, mientras Marlon volteaba su mirada al dorso de su puño.

"Yo tengo una pregunta…"

La chica de ojos azules miró atentamente a Beta X, quien se acerco a ellos con paso seguro…

"Dime."

"Dices que todo eso sucedió hace siete años… Pero tu dijiste que no recordabas nada mas antiguo a seis meses; ¿Cómo puede ser eso?"

"…No es simple, te lo aseguro…" Respondió ella encendiendo un cigarrillo, "No recuerdo nada de mi, en serio, pero de alguna forma tengo el conocimiento de todo lo que paso esos días… Es mas como algo que se sabe, no como algo que se recuerda; ¿Me entienden?"

"…"

"La verdad es, que cuando Lo conocí pequeños fragmentos de información comenzaron a brotar en mi memoria. Aunque desearía que hubiera vuelto mucho mas de lo que recuerdo hasta ahora…"

"¿Lo conociste?" Cuestiono la Cardcaptor con algo de intriga, "¿A quien te refieres?"

Génesis cerró los ojos mientras sonreía, exhalando una bocanada de humo antes de contestar, "¡Jeje…! A uno de los causantes de nuestra desgracia…"

FLASHBACK

GENESIS: "Como les dije mi primera memoria es de hace seis meses; Me encontré a mi misma sola por completo en medio de uno de las ciudades atacadas por los Lilims… ¡Vaya forma de venir al mundo, ¿No?!"

La joven mujer estaba de pie en una de las calles, el cuerpo de una de los monstruos estaba sin vida frente a ella, desvaneciéndose en la nada ante su mirada confusa… Su blanca gabardina ondeaba en el viento.

GENESIS: "No sabia mucho de mi entonces, ¡ni siquiera mi nombre o como era mi aspecto…! Con el tiempo fui descubriéndome a mi misma; Y llegue a resumirme en muy poco… Aparte de los Tres Días de Oscuridad y ciertas pequeñeces, lo único que conocía de mí… Era que sabía como pelear…"

BLADE: "Y entonces peleaste…"

GENESIS: "Así es…"

Día tras día, la chica de blanco luchó contra los monstruos donde estos de encontraran… Cruzando su camino con personas muy diferentes, algunos que se dedicaban a su misma tarea de cazar a las bestias; pero solo uno lograría dejar una huella de peso en su vida.

GENESIS: "Fue hace cuatro meses… Me encontraba en un poblado muy lejos de aquí. El lugar ya había sido totalmente arrasado, pero tenia esperanzas de poder encontrar sobrevivientes… Entonces sucedió…"

El sonido de una cruel batalla atrajo a la joven mujer, quien corrió hasta encontrarse con los dos titanes, un par de colosos enfrascados en una pelea de vida o muerte.

GENESIS: "Ahora recuerdo que la sola escena me impactó por completo…"

Una de las criaturas medía unos 20 metros de alto y era de color verdoso, su forma se asemejaba vagamente a la de un Escorpión… Pero sus ocho patas eran en realidad como brazos humanos, en la punta de su cola, el rostro deforme de una mujer sostenía una horrorosa mueca, mientras de su boca salían un par de afilados aguijones… Sus pinzas brillaban con el frió resplandor del acero; y su despreciable rostro estaba formado por tres cráneos humanos que se juntaban sirviendo como labios de la deforme boca, de la cual brotaba una lengua de serpiente… El único ojo de la bestia se ubicaba sobre su frente, y era compuesto como los de los insectos…

El otro ser, medía 15 metros y su apariencia de oscuros matices era casi humana, arrastraba unas pesadas y enormes cadenas que colgaban de sus muñecas y tobillos… Esta criatura parecía ser una especie de cruza entre un ser orgánico y una maquina; siendo inmediatamente muy diferente de su adversario… Su brazo derecho estaba deformado en un afilada y larga espada con un ojo de reptil en su empuñadura, mientras que de la mano del izquierdo parecía brotar una especie de cañón… En su espalda, 12 maltratadas alas brotaban dando la impresión de que nunca serían capaces de hacerlo volar nuevamente, y su inexistente rostro solo reflejaba un par de alargados y brillantes ojos humanos…

-Fallen Angel-
KERIGMA

Ella miraba perpleja como se desenvolvía la violenta lucha entre ambas criaturas, sin tener idea alguna de cómo proceder… En ese momento, el enorme ser como ángel se dio cuenta de su presencia; por unos instantes la chica y la criatura se vieron a los ojos, envueltos por un sentimiento desconocido… Entonces, el monstruoso escorpión aprovechó el descuido de su oponente para atacarlo; Clavando su agudo aguijón en su rostro y sacándole el ojo derecho.

El ángel hizo retumbar el ambiente con un agudo quejido, mientras le lanzaba una estocada a la otra bestia, la cual fue rápidamente evadida… En ese momento el ser alado disparo su potente arma, errando el ataque y derrumbando uno de los edificios cercanos; el otro monstruo respondió clavando casi por completo su cola en la tierra, ocasionando un fuerte temblor que hizo perder el equilibrio a todos los presentes…

GENESIS: "Entonces caí de espaldas… Debo haberme golpeado la cabeza con algo porque perdí el conocimiento; ya había pasado demasiado para un solo día, pero la verdad las sorpresas aun no se terminaban…"

Cuando ella despertó, se encontró a si misma recostada en una vieja cama en una pequeña habitación, de lo que parecía ser un antiguo hotel abandonado… No había heridas, sin embargo se percato al instante del hombre con quien compartía el cuarto; quien le daba la espalda, y estaba sentado frente a una mesa en un rincón del lugar.

"Veo que despertaste…" Dijo él con su voz prefunda sin siquiera voltearla a ver, "De verdad eres mas resistente de lo que aparentas…"

La mujer de blanco se puso de pie, y se acerco al sujeto con precaución, cuando estuvo a menos de un metro de él, saco una pequeña pistola y la apunto firmemente a su cabeza.

"¡Vaya, vaya! Eso si es ser malagradecida…"

"¡Cállate, no puedes engañarme…!" Replicó ella con tono severo, "He estado entre esas cosas por suficiente tiempo como para reconocerlas sin problemas… Aunque debo admitir que es la primera vez que veo a uno de ustedes capaz de cambiar su apariencia tan drásticamente…"

El hombre sonrió, y poniéndose lentamente de pie permitió a la joven apreciar su aspecto.

Era un hombre de edad madura, algo mayor de los 30 años… Su piel era blanca y su rostro reflejaba adecuadamente la madurez de su edad; su cabello castaño estaba ligeramente largo, y su ojo izquierdo era color verde. Vestía de color negro, un atuendo que casi asemejaba al de un sacerdote, pero con diferencias clave que demostraban que estaba hecho para propósitos muy diferentes; Y su ojo derecho estaba cubierto por un oscuro parche…

"¡Ja! Entonces también sabrás que con esa arma no puedes matarme…"

Génesis parpadeo confundida, algo insegura ante la amplia sonrisa del hombre a quien amenazaba con ponerle una bala entre ceja y ceja; "Puede ser, pero eso no me detendrá de intentarlo…" Respondió por fin, haciendo presión en el gatillo…

El sujeto parpadeo, y con un rápido movimiento de su mano desvió el brazo de la chica, causando que el disparo fuera directo al techo… Ágilmente, ella le apunto de nuevo, sin embargo él le arrebato el arma incluso antes de que pudiera reaccionar, y dando unos pasos para alejarse de ella desarmo la pistola frente a sus ojos… La chica aun no se dio por vencida, y lanzándose contra el individuo arremetió en veloces puñetazos y golpes de artes marciales; todos y cada uno fueron esquivados y bloqueados por él, quien no perdió la compostura ni un instante… Ella finalizó lanzándole una potente patada circular al pecho, la cual el hombre detuvo con ambas manos, y sujetándole el pie lo torció; ocasionando que la chica diera una vuelta en el aire y cayera de espaldas al suelo… Entonces él se precipito sobre ella, pero se detuvo al instante; sin darse cuenta durante la primera ronda de ataques bloqueados la chica le había quitado su arma -un imponente revolver plateado con un largo cañón grabado de extraños símbolos- y ahora la apuntaba desde el piso…Directo a su estomago.

"Estoy segura de que con esta si puedo hacerte mas que un rasguño…" Musito ella jadeando, al mismo tiempo que esbozaba una ligera sonrisa…

"¡Jum, impresionante!" Repuso él abandonando su postura de pelea, "Así que estas son las habilidades de los Cazadores… ¡Admito que te subestime, pero es una lastima que ese revolver no se disparará…!" Dijo finalmente, mientras regresaba con paso seguro a su mesa.

"¡¿Qué?!"

"Prueba si no me crees…" Dijo el sin perder la calma, arrastrando una silla y dándole la cara a la Cazadora, mientras una larga pausa se hizo presente.

GENESIS: "Jamás olvidare el aire de arrogancia en su rostro…"

Ella presionó varias veces el gatillo, las suficientes como para que el cilindro del revolver diera tres vueltas seguidas, ni una sola bala salió del arma.

"Te lo dije…" Repuso él sonriendo, poniéndose nuevamente en pie y tomando la pistola de las manos de Génesis, "Esta es MI arma, bañada con la misma sangre que corre por mis venas… No puede dispararse contra mi voluntad, ¡En verdad, ella y yo somos uno!" (Eso si es tenerle amor a sus cosas XD)

"¡Ja! Es mucha alharaca solo para decir que estaba descargada…"

"¿Descargada?" El sujeto apunto inmediatamente el revolver al piso, disparando tres potentes descargas que agujerearon el suelo de la habitación ante la mirada atónita de la chica…

"¿Cómo…?"

"Si, seguramente tienes preguntas que hacer…" Exclamó el haciendo un par de piruetas con las pistola para luego enfundarla, "¿Qué te parecería el dejarte de hostilidades en mi contra a cambio de un par de respuestas?"

Ella tomó entonces una expresión de desconfianza…

"¡…Olvídalo! No hay razón alguna capaz de forzarme a hacer un trato con un Monstruo…"

"¡Jajaja, que gracioso…! Uno creería que después de salvar tu pellejo me estarías besando las botas…"

"…"

"Como sea; Estoy seguro de que te vendría bien un poco de ayuda en tu lucha… No eres una humana ordinaria; pero ambos sabemos que no eres invencible. Yo puedo darte los medios para acabar con los que están destruyendo este mundo; y no solo hablo de armas, sino de estrategias y conocimientos también… Después de todo, los conozco mejor que tu, y ya sabes porque…"

"¿…Hablas en serio?"

"Absolutamente… ¿Estas interesada?"

"¿Por qué quieres ayudarme?"

"Descuida, realmente no espero que me brindes tu confianza… Pero mis razones son muy simples en realidad, ambos queremos lo mismo… ¡Detener a esas criaturas antes de que consuman La Tierra!"

GENESIS: "Como verán, el tipo no me daba muchas opciones…"

X: "…'El enemigo de mi enemigo es mi amigo'; eso es lo que dicen…"

MARLON: Es casi la misma situación entre ella y nosotros…

La joven guardo silencio unos minutos, meditando fuertemente sobre que hacer…

"No te comprendo… ¿Por qué apoyarme para destruir a los tuyos?"

"¿Jeje, Los Lilims? Ellos no son de los míos… Tienes razón, yo no pertenezco a tu raza, pero créeme, tampoco estoy relacionado con esas abominaciones…" Musitó el desconocido sacando un paquete de cigarrillos y encendiendo uno, después hizo un gesto hacia Génesis, ofreciéndole uno…

"Yo… No fumo…"

"¿De verdad? Pues deberías… No importa lo que digan de estas cosas, a veces nada es mejor para quitarte la tensión…"

SAKURA: Ya veo de donde saco ese horrible habito…

"Esta bien… Pero si voy a confiar en ti, al menos debo saber tu nombre… Si es que tienes alguno."

Él exhalo una bocanada de humo, y fijo su único ojo en el rostro de la chica, notando al instante su sinceridad… "Adán… Ese es mi nombre; ¿Qué hay de ti?"

"Yo… Recuerdo a alguien llamándome 'Génesis'…"

BLADE: ¡Je!

"…¿Recuerdas? ¿Qué sucede chica; Acaso te falla la memoria?"

"…"

"¡En fin! Génesis será entonces, es mejor que no nada…"

"¿…Qué hiciste con el resto de mis armas?"

"¡Olvida esa mierda! Ustedes los Cazadores ya deberían haber notado que aun con todo su arsenal, sus armas no son nada en contra de los Lilims… mucho menos con los de mayor poder, ¿o me equivoco?"

"…No."

"¡Jaja! No te preocupes, yo te daré armas mejores, capaces de mejorar mucho tu 'cacería'…" Dijo Adán volteando nuevamente hacia la mesa, "Armas como la mía, que sean como partes de ti misma…"

"¿Cómo pretendes hacer tal cosa?" Alegó ella acercándosele, hasta que vio lo que el hombre tenia sobre la mesa… Varias partes desmembradas de las bestias, patas, garras, alas, todo un espectáculo de terror que a primera impresión le dio nauseas.

"…No serán muy atractivos a la vista, pero son lo mejor en materiales para crear un arma. Tú descuida, descansa un poco si quieres… Yo estaré aquí cuando despiertes y entonces comenzaremos…"

Ella retrocedió cautelosamente, sentándose luego en la orilla de la cama… Aun no confiaba plenamente en él, pero meditándolo mejor decidió obedecerlo; después de todo, si Adán quisiera matarla ya lo habrá hecho, con su pequeño enfrentamiento supo al instante que era más fuerte que ella… Llenándose de seguridad, se recostó por fin y se decidió a probar un buen descanso como no había tenido en días. Justo antes de quedarse dormida, vio como un resplandor rojizo emanaba de la mesa donde él trabajaba, alumbrando con mística luz toda la habitación…

Al despertar; vio como Adán la observaba desde su silla.

"Espero que hayas descansado, hay mucho por hacer…"

Frente a ella un par de soberbias pistolas reposaba en una caja; ambas con un aspecto rustico, casi grisáceo…

"¿Estas…?"

"Son las armas que forjé con los huesos y sangre de los Lillims…" Murmuró Adán acercándose a ella, "Son para ti, pero aun están incompletas… Están sedientas de la sangre de su dueña." Dijo con tono firme, clavando una daga a la par de las pistolas, "¡Depende de ti aceptarlas o rechazarlas!"

Había algo sobrenatural, algo que atrajo la atención de Génesis y no le permitió apartar la mirada de ellas… "En verdad parece que… Estuvieran… Muertas… ¡¿Cómo puede esto siquiera ser posible?!"

"…Estas no son como cualquier pistola que hayas tenido, fueron hechas para ti… Viven por ti; sin embargo necesitan sangre para estar completas, tal y como cualquier ser vivo lo hace… Hasta entonces, no serán parte tuya."

"¿…Dices que con ellas, puedo acabar con los Lillims?"

"No precisamente, pero serán mucho mas útiles que esas porquerías que cargabas antes… ¿Te es familiar el proverbio de La Jabalina y El Escudo?"

"…No…"

"¿…Qué sucede si La Jabalina mas Fuerte del Mundo embiste contra el Escudo mas Resistente del Planeta? Es una respuesta sencilla, ambos ceden ante el otro, por ende ambos se destruyen…" Relató él hombre ante la mirada confusa de la chica, "Las balas disparadas por estas pistolas no son comunes, su esencia es totalmente mística… Su poder de fuego es Siete veces superior a la de cualquier arma de su tipo, y sus disparos son mucho más letales para las bestias que lo de un arma humana… Como en el viejo proverbio; gracias a los elementos de que están hechas estas pistolas le harán mucho mas que cosquillas a esos monstruos."

"De acuerdo, no tengo nada que perder…" Clamó la joven finalmente; tomando la daga para luego cortarse el brazo y rociar con su sangre a las armas.

Estas absorbieron cada gota con la que fueron regadas, irradiando una inexplicable luz y tomando su forma definitiva, rebosantes de vida… Una era plateada y tenía tallado el nombre "Abel" en su cañón, mientras que la otra era negra y ostentaba el grabado "Caín"; Génesis las tomo en sus manos fascinada, y al instante sintió como si fueran parte de ella, casi como si hubiera venido con las inusuales armas al mundo.

"Son realmente excepcionales ¿Verdad?, pero recuerda bien que son solo armas a fin de cuentas, simples herramientas para ayudarte a pelear; nunca debes depender totalmente de ellas… Solo un estúpido confía su vida a un arma…"

"…Esta bien…"

"¡Ahora come algo Mocosa! Un largo día nos espera…"

"¿De que hablas?"

"¡Je, de tu entrenamiento por supuesto!"

GENESIS: Él era un completo cretino, y eso lo comprobé cuando entrenamos juntos durante esos tres meses… ¡Ja, solo recordarlo hace que me duela nuevamente el cuerpo…! Pero dentro de mí sabía bien que era tan estricto solo para que yo pudiera superarme a mi misma… O al menos eso quiero creer ahora…

MARLON: "Comprendo bien lo que dices… Lourdes…"

Sin duda ella fue sometida a duras pruebas bajo la instrucción de Adán. Una de esas noches, ambos tuvieron tiempo de darse un descanso, reuniéndose frente a una hoguera en el exterior, estando en una escena muy similar a la que Génesis y nuestros Héroes interpretaban ahora… Él había dejado su extraña espada clavada a su par, como si de una persona más se tratara…

"Es un arma bastante inusual…" Dijo ella sujetándola en brazos y contemplándola; su aspecto era casi orgánico, y lo más sobresaliente de él era el ojo de reptil siempre vigilante en su empuñadura… "…Aunque siendo tuya, ¡la verdad no es nada que me sorprenda!" Repuso finalmente esbozando una sonrisa, blandiéndola un par de veces en el aire y deteniéndose a examinar su agudo filo…

"Es 'Kerigma'; ha sido una gran aliada en batalla…" Musitó el hombre lanzándole un leño al fuego; mientras un pequeño gato negro salía corriendo a sus espaldas… "¡Ja, pórtate bien y un día de estos te forjare una espada propia!"

La joven le sonrió con su eterna expresión de melancolía.

"Adán… ¿Por qué lo ocultas?" Preguntó después observando detenidamente a las llamas…

"¿De que hablas?" Repuso él haciéndose el desentendido.

"¡De tu origen!, tu pasado…" Dijo ella viéndolo al rostro, "Hace ya tres meses que convives conmigo, y aun no se nada de ti, que clase de ser eres ni porque estas tan interesado en que yo me haga mas hábil… Yo no tengo un pasado, pero se que si lo tuviera no me sentiría cómoda ocultándolo… ¡¿No puedes decírmelo?!"

"¡Jum, digamos que eso no es parte de mis enseñanzas…!"

"…"

En ese instante, ella pudo notar por primera vez en el un aire de tristeza en su expresión, que normalmente era sólida como la roca.

"Ustedes los humanos… Son criaturas en verdad interesantes, ¿Lo sabias?"

"¿Qué…?"

"A través de su historia, siempre ha habido una constante que llamaba mi atención… Cada cuanto, la humanidad hace un descubrimiento, un suceso tan importante que revoluciona por completo a la civilización, y cambia el rumbo de su destino para siempre…" Murmuró el desviando su mirada al cielo, "El Fuego, La Rueda, La Electricidad, El Avión, La Informática, etc, etc… ¿Recuerdas aquello que te conté hace tiempo; Sobre Las Líneas del Espacio-Tiempo y la teoría de los Multiversos?"

"…Sí; y recuerdo también que nunca me explicaste a que venían todos esos disparates."

"¡Jejeje! En fin… En verdad me hubiera gustado saber como la humanidad hubiera progresado normalmente; ¡Que clase de ingenios y prodigios hubieran resultado cuando mas Líneas Espacio-Temporales se hubieran cruzado por obra de la voluntad humana! Ver hasta donde su capacidad de ocasionar Big Bangs y manipular su destino los hubiera llevado… Es una lastima que en esa ocasión el Gran Descubrimiento no lo hayan hecho ustedes…"

"¡¿De que diablos estas hablando?!"

"Lo que le pasó… Lo que le pasa a tu mundo no es una broma cósmica, tiene una explicación tan antigua como la misma raza humana. Es una Guerra…"

"¿¿Guerra??"

"Así es, y los que la iniciaron son los que están detrás de esas bestias y todas las desgracias que acogen al mundo de hoy… Yo los conozco bien, porque son de mi misma raza."

"¡¡…In… increíble!!"

"El resto de los míos esta empeñado a destruir a la humanidad, y es por eso que han propagado la maldición de los Lilims sobre ella. Algunos como yo nos revelamos, pero somos muy pocos… Me temo que conforme pasa el tiempo la balanza se inclina más y más en nuestra contra. ¡Tu misma lo has notado ¿no es así?! En los últimos días la aparición de esas cosas ha ido aumentando… Dentro de muy poco algo grande sucederá, y es para ese día que te he venido preparando."

Génesis estaba totalmente desconcertada, paralizada incluso… Era imposible para Adán saber como reaccionaria ella a todo esto...

"¡Mal… Dición…! Tu… ¡TU!"

"No es algo fácil de asimilar, lo sé… ¡Pero es tu deber superarlo, es imposible revertir lo que ya ha comenzado!"

"¿SUPERARLO?" Gritó ella fuera de si, levantándose y apuntando su arma contra el imperturbable sujeto, "¡VETE AL DIABLO; TU Y TODA TU MALDITA RAZA! ¿Qué se supone que deba yo hacer ahora? ¿COMO PUEDO SIQUIERA CONFIAR MAS EN TI?"

"¡PORQUE ES TU DEBER!" Exclamó el encarándola fieramente, "¡Tu mundo muere y lo sabes! Desde que decidiste pelear aun antes de conocerme sabias que era tu obligación tomar parte en esta guerra… Y ahora mas que nunca… ¡Debes seguir adelante hasta que ellos lleguen!"

Las manos de la chica temblaron, mientras la incertidumbre se apoderaba de ella…"¡JODETE!" Gritó finalmente mientras emprendía la marcha, alejándose con paso seguro de su antiguo mentor.

"¡GENESIS!" Clamó él deteniéndola momentáneamente, "¡Nunca lo olvides…! Con cada decisión que las personas toman están alterando su propio destino… ¡Así que piénsalo bien antes de elegir que papel tomaras en este conflicto!"

Ella bajo su mirada, y sin dejar de darle la espalda corrió, yéndose más y más lejos de ese lugar, mientras él la observaba fijamente…

GENESIS: "¿Cómo se suponía que debía reaccionar? Realmente mi cabeza estaba hecha un caos… Talvez fue el peso de la responsabilidad el que me asusto; solo se que para cuando lo había meditado mejor y estaba arrepentida… Ya no había nada mas por hacer…"

SAKURA: …

Al día siguiente ella retornó al lugar de la impactante confesión, sin saber a ciencia cierta que encontrar. La verdad es que no había ya nadie allí, y mientras se sumía en sus pensamientos un estruendo no muy lejano capto su atención…

Una columna de polvo se elevaba hasta el cielo, en una de las múltiples ruinas de viejas ciudades en los alrededores… Génesis corrió tanto como pudo para llegar rápido al lugar de la pelea; Donde finalmente encontró a Adán… Él yacía de rodillas en un amplio cráter, aun tambaleándose por la fuerza del impacto.

"¡ADÁN, ¿ESTÁS BIEN?!"

"¡¿Adán?! ¡Jaja, con que ese es el nombre que usas ahora…!

La mirada de la chica se volteó de inmediato al desconocido que se les acercaba… Un hombre de unos 22 años, de corto cabello blanco, peinado hacia atrás y ojos color azul claro. Su complexión no era muy musculosa y su altura estaba dentro de lo normal; vestía una distinguida gabardina de un oscuro color rojo y su rostro mostraba una leve sonrisa de malévola expresión.

"¡Jamás entenderé esa mala costumbre tuya de usar nombres falsos…! Dime Viejo, ¿Qué tiene de malo 'Azazel'?" Preguntó el recién llegado aun sonriente, deteniéndose a escasos metros de ambos.

"¿…Azazel?"

"…Génesis… ¡Pronto… Huye de aquí!"

"¡Claro que no!" Exclamó la joven desenfundando sus pistolas y apuntándolas fieramente al enemigo, "He decidido pelear… ¡Así que te ayudare a acabar con este desgraciado!"

"¡Jejeje… Azazel, Viejo lujurioso! Ahora veo que no has malgastado tu tiempo entre los Humanos… Al menos te daré crédito por eso, ¡Se ve que esta nena realmente es ardiente!"

"¡Tengo todo el ardor que quieras justo a…!"

"¡DETENTE!" Ordenó Azazel tomando a la chica del antebrazo, "Tu misma debes sentirlo, es imposible para ti ganarle… Porque el es uno de los míos; lo que ustedes humanos llaman 'Demonios'… ¡Si lo enfrentas ahora solo puedes esperar la muerte!"

"¡¿Demonios…?!"

"¡Realmente me desilusionas Azazel…!" Increpó el hombre de cabello blanco interrumpiendo al Maestro y su Alumna, "Debo decir que el que alguien con tus milenios de sabiduría abandonara a los suyos en verdad me había sorprendido; Pero llegar a proteger y convivir con los humanos, e incluso hacer armas para esta mujer… ¡Realmente no puedes caer mas bajo!"

"¡Ja! ¿Realmente crees que me importa lo que pienses TÚ de mí? En verdad prefiero seguir caminando entre los humanos a volver a servir y hacer armas para cualquiera de ustedes…"

"…Descuida, ¡Su Alteza ya ha decidido prescindir de tus servicios!"

"¡Al contrario, Ariel!" Repuso Azazel llenando su único ojo de ira hacia su agresor, "Tu y tus Reyes saben muy bien que soy yo el que los ha rechazado."

"¡Como quieras Viejo! No necesitó nuevas armas de ti… Después de todo fue por algo que Sus Altezas me eligieron a mi como tu ejecutor; según ellos alguien que elimina a los de su propia raza no merece seguir viviendo…"

"¡No te atrevas a decir que esos asquerosos híbridos son de mi raza!" Clamó el haciendo un gesto despectivo con su brazo, "¡Los Lilims son abominaciones! No son humanos ni mucho menos como nosotros; ¡Asegúrate de que 'Tu Reina' sepa que he dicho eso…!"

"Lo hará… En verdad no logro entender el porque de tu deserción, aunque al menos trajo igualdad para todos; ¡No mas seguir las ordenes de un estúpido líder como tu! Me gustaría que vieras al tipo que ocupo tu lugar, realmente no creí que podría haber alguien con menos sentido del humor que el tuyo… ¡Pero veo que me equivoque! Lastima que ya no estarás por aquí para conocerlo…"

"Me suena a chisme Ariel, ¿Te crees capaz de probar tus habladurías?"

"Bueno, ¡No debería ser muy duro para mi acabar con un Vejestorio Traidor!"

"¡Jum, Eres solo un mocoso arrogante! Nunca podrías entender mis razones…"

"¡Oh, por favor ilústrame!" Dijo Ariel haciendo una reverencia como burla, "Solo he vivido algunos siglos, ¡Pero me encantaría conocer las motivaciones que te llevaron a cavar tu propia tumba!"

"¡Talvez sea mi destino morir a tus manos, pero recuerda bien mis palabras…! Algo que ha prevalecido a través de la historia es que toda civilización exitosa ha sido construida sobre las espaldas de los oprimidos: ¡Con su sudor, sufrimiento y sangre! Pero también es verdad que el destino de todo Imperio alzado por mano violenta es desaparecer para siempre; Y los Grandes y Poderosos deben ser derrocados por aquellos a los que dominan…"

"…Sabes bien que esa mierda no me interesa en lo mas mínimo…" Respondió el sujeto cerrando los ojos, "Yo pertenezco al bando de los ganadores, donde tengo libertad de hacer cuantas... digamos 'travesuras', me plazcan; sin pensar en las consecuencias… ¡Eso es todo lo que necesito saber o creer!"

"…"

"…Ha sido divertido Azazel, ¡Lo digo en serio! Pero temo que no puedo posponer mi encomienda más. Sin embargo nuestros Reyes han decidido darte una oportunidad, y en su misericordia han prometido reducir tu castigo si juras nuevamente lealtad hacia ellos… ¿Qué me dices, Viejo?"

"…'El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente'…"

"…Así que esa es tu respuesta… ¿Verdad?" Musitó Ariel borrando finalmente la sonrisa de su rostro al mismo tiempo que acomodaba su cabello con la mano; para luego bajar su brazo y hacer tronar su puño… Sus ojos brillaron con un diabólico resplandor rojo. "Que así sea… ¡Espero que los buitres se deleiten con tus entrañas!"

"¡Vamos Mocoso, muéstrame de que estas hecho!" Clamó Azazel mientras su imponente espada se manifestaba en su brazo derecho.

"¡ALTO!" La decidida voz de Génesis detuvo al hombre en su lugar, mientras la joven se paraba justo frente a él… "…Adán; Azazel o como sea que te llames… ¡Yo peleare junto a ti! Me has enseñado muchas cosas y más que nada, me ayudaste a descubrir mucho sobre mí que hasta yo ignoraba… ¡Considéralo mi manera de agradecerte por todo; Y de decirte que finalmente he hecho una elección para mi futuro!"

Él solo guardo silencio.

"¡Déjala pelear Viejo!" Gritó Ariel interviniendo, "No me interesa en lo mas mínimo la vida de esta chica, ¡Pero estoy dispuesto a darte todas las ventajas que quieras! De paso te aconsejo cambiar a tu apariencia real, Solo así tendrás alguna oportunidad en mi contra…"

"¿…Segura?" Cuestionó Azazel con un aire de nostalgia, Génesis asintió decidida.

"¡Hagamos que este infeliz se trague sus amenazas!"

"Te lo agradezco…" Murmuró él finalmente, mientras ponía su brazo en el hombro de su alumna, quien al ver su rostro sonriente -una sonrisa realmente sincera, que por primera vez vio manifestarse en él- solo pudo responder con el mismo gesto… Sin embargo esa expresión se transformo rápidamente; y al mismo tiempo que Azazel retomaba su seria mirada, ella sintió el potente impacto en su estomago dejándola sin aire, fruto del violento rodillazo que su Maestro le había conectado repentinamente, y que ahora la hacia caer de frente al suelo…

"Lo siento mucho… Pero no puedo dejarte morir todavía." Exclamó el dejándola tendida en el viejo pavimento.

"¡Vaya, vaya… Eso si que no me lo esperaba! Dijo Ariel siempre sonriente, "…Como sea Viejo, ¿haremos esto antes del fin del mundo o que?"

"Eres un peón cualquiera Ariel… ¡Algún día lo entenderás!"

Desde su lecho en el piso, Génesis estaba a punto de perder el conocimiento; y lo último que vio antes de desmayarse fueron las ropas de su maestro hacerse pedazos, mientras su cuerpo comenzaba a cambiar su apariencia…

GENESIS: "Así fue como sucedió… Esa fue su elección."

Cuando por fin volvió en si, ella se encontraba totalmente sola... Buscó incansablemente en todos los alrededores, hasta que por fin encontró a su maestro en las afueras de las ruinas… Él estaba tendido de espaldas agonizando sobre un charco de su propia sangre, con su cuerpo repleto de profundas cortaduras y varios agujeros de bala… Su propia espada estaba empalada en su estomago. Incluso se había quedado a medias de su transformación, y su apariencia era una mezcla bizarra entre su forma humana y su aspecto de ángel…

"¡NO… P… ¿POR QUÉ?! ¡¿Por qué no me dejaste ayudarte?!" Gritó ella entre sollozos; arrodillándose a su lado, mientras gruesas lágrimas brotaban de sus azules ojos.

"¿Porque… no…?" Respondió él con gran esfuerzo, volteando su único ojo hacia su alumna y conmoviéndose por su pena. "Hubiera sido… inútil… el que nos matará… a los dos. ¡Mi trabajo está… hecho, pero tú aun tienes porque vivir…!"

"…Azazel… ¡Yo…!"

"¡Calla mocosa…! Lamento que lo mas… Duro… quede a tu cargo… ¡COF! Pero, sé que lo lograras… Tengan mucho cuidado… De ella…"

"¿¿Ella??"

"…Lilith…"

"¿…Cuidado de… Lilith?"

"Ahora déjame darte… ¡Un… Ultimo obsequio…!"

Levantando su brazo, el ángel caído enterró fieramente el puño en su pecho, causando esto que escupiera una bocanada de oscura sangre. Génesis se horrorizó por semejante acto; mientras observaba como él arrancaba violentamente una de sus propias costillas.

"¡¡¿QUÉ RAYOS HACES…?!!"

"¿No… Lo recuerdas…? ¡Te prometí… Una Espada!"

GENESIS: "Azazel desapareció para siempre de la tierra entonces, pero usando su último aliento de vida y su energía restante, él forjo esta arma… Desde ese día esta Espada ha sido mi fiel compañera; 'una gran aliada en batalla'…"

La enorme arma era totalmente imponente, su filo era incomparable… En su empuñadura tenia grabada una cruz, la cual era cruzada por una serpiente y una cadena sellada por una luna creciente; de dicha empuñadura brotaban un ala de ángel y otra de demonio, y a lo largo de su hoja tenia tallados los nombres SNVY, SNSNVY y SMNGLF… Cerca del mango había una gema roja incrustada, la cual brillaba alucinantemente y daba la apariencia de ser un místico fruto prohibido… Una espada absolutamente fuera de lo común.

X: "La Costilla de Adán…"

Cuando el cuerpo del demonio había desaparecido, La Cazadora escuchó claramente un último mensaje directo en su mente… Como si desde la espada la esencia misma de Azazel se dirigiera hacia ella…

…Génesis; nunca olvides que esto es una guerra… Dentro de muy poco empezaran tiempos difíciles, ¡los mas duros que la humanidad halla visto! Y a pesar de que tengo plena fe en ti, temo que tu sola no serás capaz de defender a este mundo… Por eso debes esperarlos; un día no muy lejano Grandes Guerreros aparecerán sobre la tierra, ¡con poderes y habilidades más allá de lo que jamás has visto! …En tus manos queda la obligación de reunir a estos enviados que vienen de universos alternos a este; ya que solo peleando juntos lograran tener una oportunidad de derrotar esta amenaza. Ellos ya se han sacrificado por el bienestar de su mundo, pero han sido elegidos para luchar nuevamente por todos los demás; ¡Ellos portan la marca, la señal de que son los únicos capaces de encontrar un Final Esperanzador para esta historia…! El destino ha querido que en sus manos quede defender a la esencia misma de la vida… Espero que como tu, ellos tomen la decisión adecuada.

¡Mira atentamente el Cielo, Génesis! Y siente el Nuevo Big Bang que desde ahora nace… ¡No te rindas! Espero que juntos logren elegir un camino que le devuelva la vida a la Esperanza misma…

FIN DEL FLASHBACK

Sakura, Marlon y Blade observaban a la Cazadora fijamente, aun tratando de digerir todos los detalles de tan singular historia, en verdad había un aire de total confusión en la pequeña capilla en ese momento…

"Y esa es mi historia; hace un mes que he estado peleando esta 'guerra' por mi misma…" Dijo ella rompiendo el hielo; "Durante todo ese tiempo nunca supe si creer por completo en las palabras de Azazel; hasta que hace tres días algo llamó mi atención… Una estrella apareció repentinamente en el cielo nocturno, ¡podría apostar mi vida en que no estaba allí antes! En un principio lo considere estúpido; pero algo me impuso a viajar en dirección de ella. Finalmente esto causo que me encontrara con ustedes… Tres personas capaces de aniquilar a un ejército completo de Lillims e incluso a uno de mayor nivel; ¡sin duda debían ser los 'Héroes' de los que Azazel me contó…!

"¿Héroes…?" Murmuró el Donante.

"…Aquellos elegidos para luchar por este mundo y los demás…" Musitó la Cardcaptor.

"Dime… ¿Qué esperas que hagamos ahora que sabemos todo esto?" Cuestionó Blade con una expresión seria.

"Nada…" Respondió Génesis bajando la mirada, "Es cierto que no los conozco, ¡pero puedo imaginar la clase de cosas por las que habrán pasado por defender a sus propios mundos! Independientemente de lo que haya dicho Azazel, o lo que haya querido quien sea que los trajo aquí… No tengo derecho alguno de pedirles que vuelvan a arriesgar sus vidas por esta dimensión. La única comprometida en este lugar soy yo, ya que este es mi hogar… Sé lo difícil que es nuestra situación, y por eso también sé que se les ha exigido demasiado sin darles ninguna razón de peso. En verdad lamento el que hayan sido involucrados en esta batalla sin dar consentimiento alguno… Si hay algo que he aprendido bien, es que cada quien debe ser libre de decidir su propio destino."

"Génesis…" Exclamó Sakura con un tono de preocupación

"¡Por favor! No digan más…" Regó la joven de blanco dirigiendo a los Guerreros su mirada, su rostro aun conservaba su aire de melancolía, pero ella se esforzaba por fingir una sonrisa; "Es muy tarde ya, y mi relato debe haberles caído como una roca en el cráneo… ¡Será mejor que duerman aunque sea un poco! ha sido muy agotador para todos…

Ellos guardaron silencio, no porque ella lo pidiera sino porque en verdad ninguno sabía que decir en ese momento… Realmente estaban en una situación complicada, y nuestros héroes no tenían idea alguna de cómo proceder; por un lado no tenían forma de volver a casa, y por el otro una Guerra entre humanos y demonios los forzaba a pelear… 'Entre la espada y la pared', Todo era cuestión de elección, y en ese momento, ninguno de ellos tenia capacidad de tomar una decisión segura.

Y Lejos de ahí, nuevas decisiones cambiaban aun más el destino de este mundo…

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

"Los Cielos sangran…"

Cerca del amanecer, una siniestra figura aprovecha los últimos minutos de oscuridad para merodear por las calles, su largo cabello fluye con el gélido viento, arrastrando consigo el peso de su propia encomienda.

"…Realmente, el solo existir… Es una cruel tortura."

Es un hombre alto y delgado, de unos 25 años… Su cabello es color plateado, viste un traje negro cubierto por una larga gabardina de un matiz grisáceo. El poco resplandor que provee la luna impide distinguir por completo las facciones de su rostro, pero su tono de voz esta cargado de pesar y tristeza.

"¡Almas torturadas de este sádico mundo! Vengan y despojen en mi su dolor..."

Pronto, una multitud de personas comenzó a emerger de las casas y edificios… Su aspecto era más de animal que de humano, y caminaban con muecas extrañas en los rostros, tambaleándose y gruñendo como si fueran bestias salvajes… No tardó mucho para que el misterioso hombre estuviera rodeado por ellos.

"…Ya es hora…"

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Los primeros rayos del Sol comenzaban a iluminar la tierra; El Caballero del Espacio contemplo como estos jugaban con los colores de los viejos vitrales de la iglesia… No había dormido en toda la noche, y tomando en cuenta muchas cosas, eso no era extraño…

Se levanto de su por demás incomodo rincón y se encamino a una de las ventanas. En su corto paseo vio a la joven Sakura durmiendo placidamente en una banca, así como A Marlon reposando junto con Beta X… Blade sonrió imaginando cuantas veces tuvo el chico que haber dormido así para acostumbrarse a tener a un enorme robot como almohada, así como también pensando lo incomodo que sería para él hacer lo mismo con Pegass… Finalmente poso sus ojos en los lentes oscuros de Génesis sobre una pequeña mesa, vio que ella dormía recostada contra una pared y, tomándolos, se los probó viendo su distorsionado reflejo en la ventana rota.

"Te quedan bien…"

La voz de la Cazadora lo hizo reaccionar, y volteando hacia ella le sonrió tenuemente mientras se quitaba las gafas.

"No lo creo, me parece que no van con mi estilo…"

"¡Imposible! Todo el mundo luce bien con ellos puestos…"

"Te creí dormida…"

"Acostumbro a dormir muy poco." Repuso ella encendiendo un cigarrillo; "¿Qué hay de ti?"

"¡En verdad suelo dormir bastante bien! Pero detalles como estar en universos desconocidos peleando contra demonios suelen desvelarme a veces…"

Ella sonrió ligeramente por el comentario, exhalando una bocanada de humo.

"¿Sabes? ¡Eso puede causar la muerte!"

"…'Todo lo bueno en esta vida te mata tarde o temprano.' Eso es lo que Azazel solía decirme…"

"En realidad hablaba de mi…" Dijo Blade con su tono irónico, "¡El humo de segunda mano es más peligroso aun!"

Nuevamente el rostro de la joven mostró una triste sonrisa.

"…Blade… ¿Porque lo haces?"

"¿Hacer que?"

"¿Por qué peleas?" Inquirió ella apagando el cigarrillo, "Las batallas que has enfrentado, ¿Qué te impulso a decidir pelear en ellas?"

"…"

"Yo elegí luchar, pero temo que a veces siento que no se bien porque lo hice… ¡No estoy segura siquiera de haberlo elegido por mi misma! A veces siento que no se porque actuó como lo hago, como si fuera una especie de marioneta sin pasado ni mente que solo sabe pelear sin razón que la motive…"

"Te comprendo…" Respondió el mirando al amanecer, "Cuando yo elegí pelear, fue casi un instinto también, no sabia si en verdad luchar era lo que quería de mi destino… Pero el tiempo me enseño muchas cosas, y cada batalla y cada nueva experiencia me hicieron ver poco a poco que a pesar de mi inseguridad había tomado la elección correcta…Ya que con ellas pude forjarme a mi mismo… Yo no pedí ser un Teknoman, me fue impuesto a la fuerza por los Venomoides… Pero decidir como usar esa 'cadena' me ayudo a aceptarla como parte mía."

"Blade…"

"Pelear… Puedo decir que esa es mi 'filosofía'… No será la gran cosa pero fue lo que me llevo a ser la persona que ahora soy. Yo en tu lugar no me preocuparía mucho de no estar segura de tus decisiones; ¡con el tiempo encontraras que no importa lo que haya hecho la vida de ti en el pasado! Sino como decidas usar esas experiencias para elegir el rumbo de tu propio destino, y así formarte un futuro…"

"Te lo agradezco… ¿Sabes? Veo que te juzgue mal; ¡No me pareces tan cretino ahora!"

"¡Jeje, debe haber algo raro en el humo de esos cigarros!" Reclamó el ligeramente avergonzado, "Eso me afectó para que me pusiera a decir todo ese montón de cursilerías… ¡No le digas esto a nadie o destrozaras esa reputación de 'cretino' que tanto trabajo me llevo crear…!"

Ambos compartieron una pequeña risa, un momento de completa sinceridad que hizo que la Cazadora no se sintiera tan vacía; Dándole un poco de esa calida sensación de pertenencia que tanto añoraba desde hace mucho tiempo…

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

El resplandor de la mañana se filtraba por la vieja ventana, cayendo directamente sobre el rostro de la niña y apurando su despertar… De pronto, la pequeña Eliza sintió como la arrancaban rápidamente de su lecho, mientras era levantada en brazos por el joven Caballero.

"¡Se… Seiya! ¿Qué sucede?"

"¿Ya lo olvidaste? ¡En fin, descubrí un pequeño prado no muy lejos, así que los tres nos vamos a dar un paseo! ¿Qué dices, eh?" Dijo él sonriendo y guiñándole un ojo. El rostro de la chiquilla se alumbro con un enorme gesto de felicidad.

"¡Si… De acuerdo!"

Y así el Pegaso y los dos pequeños emprendieron su pequeño viaje, Eliza se sentía más que cómoda en los gentiles brazos del adolescente, y la visión del calido exterior y su querido hermano mayor caminando a su lado le hizo olvidar por completo todo dolor y malestar… Seiya caminaba con paso seguro, y el compartir con ambos niños le hizo sentirse digno del titulo de Caballero, así como de la orgullosa armadura que cargaba en su espalda.

Una vez en el pequeño campo, los chicos se sintieron nuevamente en familia… ignorando todo mal recuerdo y todo pesar que los aquejaba en ese momento; volvieron a ser niños sin preocupación alguna, más que reír y jugar como hermanos y disfrutar de la vida. El Santo de Bronce los vigilaba y se regocijaba con ellos, mas aun al notar la tristeza esfumarse del rostro de la enferma chica… Al verla reír, recostada contra un árbol supo que a pesar de todo el debía estar ahí… Justo aquí y ahora…

"Seiya, no se como pagarte lo que has hecho por mi y mi hermana…"

"No hay necesidad de hacerlo…" Exclamó él sin perder de vista a la pequeña y su armadura a unos metros lejos de él, pero sin dejar de prestar su atención al niño.

"¿Sabes? Quisiera ser como tú… No se que sea ese extraño poder que posees, pero si yo lo tuviera podría cuidar mucho mejor de Eliza…"

"¡Ja, No te preocupes por eso Kenryu! Has cuidado muy bien de ella, y eso lo saben tanto Eliza como tu."

"Aun así… Quisiera ser mucho mas fuerte…"

"No es cuestión de ser mas fuerte…" Musitó Seiya agachándose para quedar cara a cara con él, "El hacer ciertas cosas con fuerza común es imposible; Un ataque de solo simple fuerza a lo único que lleva es destruir tu propio cuerpo… Mira, Todas las cosas del mundo están compuestas de Átomos…"

"¿…Átomos?"

"…Son partículas muy pequeñas que a su vez están formadas de electrones y neutrones; El secreto de mi técnica es encender esa fuerza que se encuentra en lo mas profundo de mi espíritu, y con ella destruir los átomos… Es por eso que puedo hacer cosas como las que viste en el riachuelo."

"¡In… Increíble! ¿Pero, De donde sacas semejante fuerza?"

"…Hace mucho tiempo ocurrió el Big Bang, y el universo entero se creo a partir de esa Gran Explosión… Los residuos de esta fuerza expansiva residen en todo lo que ahora existe, ¡incluso en las personas y seres vivientes! …Yo he aprendido a despertar esa energía explosiva a mi voluntad, y eso es lo que me permite sacarla de mi interior y lograr cosas que un humano común no puede… El nombre de esa Fuerza es 'Cosmos'…"

"¿¿…Cosmos…??"

"Precisamente…"

"¡Asombroso! ¡Si puedes lograr hacer eso, entonces tu cuerpo debe ser tan duro como el hierro, ¿verdad?!"

"Te equivocas… Por mucho que pueda elevar mi Cosmos, mi cuerpo sigue siendo tan humano como el tuyo… Se requiere de algo que pueda proteger al organismo de su propio poder…"

"Comprendo… ¿Dices que el Cosmos reside en todas las personas? ¿Significa eso que incluso yo…?"

"¿No te lo dije?" Exclamo él poniendo su mano en el hombro de Kenryu, "Con el debido entrenamiento tu también podrías ser capaz de sentir tu Cosmos…"

"¡¿En serio…?! ¡Genial!" Clamó el chico con una gran sonrisa, pero fue interrumpida por la voz de su hermana…

"¡Kenji, ven por favor!"

Él corrió pronto al lado de su hermana, donde compartieron un rato una corta conversación de la que el Caballero de Bronce jamás se enteró, luego de eso el niño partió a corretear unas mariposas señaladas por su hermana, quien lo observo alegremente… Seiya se acerco y se sentó junto a ella.

"¡Espero que te sientas mejor!"

"Si… ¡Gracias por todo, Seiya…!"

"¡Olvídalo!"

"Es muy bonita…"

"¿De que hablas?"

"De la caja que siempre traes contigo, ¡es muy bella en verdad!"

"El es Pegaso…" Repuso el joven señalando a la imagen tallada en la caja, "¿Conoces su historia?"

"…Temo que no…"

"…Cuenta la mitología, que hace mucho tiempo, en lo mas lejano del océano occidental, existió una bestia llamada 'Medusa'…Era una criatura terrorífica, cubierta de escamas doradas, con un rostro horrible y colmillos, su cabello estaba formado por serpientes y todos le temían, ya que podía convertir a los seres vivos en piedra con solo que miraran a su cara… Pero hubo alguien que se le enfrento; un joven héroe llamado Perseo, quien con la ayuda de la diosa Athena fue capaz de derrotar al monstruo, cortando su cabeza… Medusa estaba muerta, pero de su cuello nació Pegaso; un hermoso corcel alado que muchos intentaron someter y domar, y que finalmente acompañó a otro héroe, Belerofonte, en muchos de sus desafíos… Al final, Pegaso fue puesto en los cielos por Zeus y desde ahí vigila como una bella constelación."

"Es una historia fascinante…" Dijo la niña, que en ningún momento había perdido el interés.

"¿Sabes lo que significa? Pegaso simboliza a la Esperanza, algo que puede brotar aun del lugar más oscuro e inimaginable, y que una vez liberada es muy difícil de someter y destruir… Esa es la fuerza de la Esperanza, y es capaz de sobrevivir incluso a la misma muerte. Es por eso que quiero que tú nunca la pierdas, aun cuando las cosas para ti y tu hermano se pongan muy difíciles…"

"Comprendo… Esperanza… ¡Te lo agradezco…!"

"Bien, ahí viene Kenryu; así que los dejare solos un momento mientras me voy a holgazeanar por allá… ¿De acuerdo?" Pregunto él sonriéndole.

"¡De acuerdo!"

Seiya dio unos pasos alejándose de ellos, sobre sus hombros observo como Kenryu traía algo oculto en sus manos, las cuales abrió inclinándose frente a su hermana. De ellas una mariposa salió volando, rozando justo en el rostro de la chica, y ante tal acto ambos niños rieron por largo rato… El Santo de Pegaso se conmovió por la escena.

"En verdad, me alegra estar en este lugar…"

"…Sentimientos humanos…"

"¡¿Eh?!"

Seiya se volteó inmediatamente, sin notarlo los tres habían sido rodeados por la numerosa turba, una multitud de salvajes personas que los observaban con expresiones inhumanas…

¡¿Quienes son?! ¿Serán acaso de los que los niños hablaban? Pensó él adoptando una postura de defensa. Mientras que una figura solitaria caminaba desde la multitud hacia ellos.

"Las personas se aferran a sus emociones con gran pasión… Realmente me entristece que al final todo sea inútil."

Seiya fijo su mirada en el desconocido; cuyo rostro era totalmente inexpresivo, y su mirada vacía, totalmente carente de brillo se posaba en el Caballero…

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Con un profundo y largo bostezo, Sakura Kinomoto se levanto de su incomodo lecho… Ahora que era de día la vieja capilla no le parecía tan lúgubre; sin embargo la verdad era que hubiera dado cualquier cosa por despertar en su cama, aun con su hermano fastidiándola y todo lo demás…

"¡Buenos días!"

Las palabras de Marlon la devolvieron a la realidad.

"¡Buenos días…! Veo que todo sigue siendo real… ¿Verdad?"

"…Temo que si. Y en mi opinión todo se complica más y más con cada minuto que pasa…" Repuso el sin sacar las manos de los bolsillos.

"Te refieres a la 'decisión'… ¿No es así?" Preguntó Beta X acercándoseles. Muy cerca Blade los miraba, apoyado contra un muro y con los brazos cruzados…

"Sin duda este mundo esta en apuros…" Murmuró ella, "Pero no se si yo este lista para pelear nuevamente, mas aun por un mundo que no conozco… No se que clase de cosas hayan enfrentado ustedes pero la verdad yo ya estaba acostumbrándome a vivir en paz… ¡Sinceramente no tengo idea de que hacer!"

"Es cuestión de enfoques… Beta X y yo prácticamente acabamos de pelear una guerra y ya hemos sido lanzados en otra… Y en la anterior nosotros m… ¡Olvídalo! Pero es cierto lo que dices… Yo tampoco se si estoy listo para pelear de nuevo… ¿Qué hay de ti amigo mió?"

"Es verdad que estamos en una situación muy comprometedora, Y en realidad me llevará un tiempo decidirme… Pero lo sabes bien Marlon, ¡te apoyare en lo que sea que elijas!"

"¿Y tu que opinas Blade…?" Cuestionó la joven aun consternada.

"No tengo nada que responder…" Dijo él hundiéndose en sus pensamientos, la verdad era que el Tekno-guerrero no tenia problema alguno en volver a pelear, pero siempre había una duda en su interior; y no sabia si en realidad esta era una batalla que requería de él… los demás presentes lo observaron en silencio. "Lo único que sé bien, es que quiero decirle un par de cosas a quien sea que nos haya traído a esta dimensión… Pero para nuestra mala suerte parece que solo ese tipo 'Azazel' lo conocía, y temo que se lo llevo a la tumba…"

¿Cómo sea, donde esta Génesis?"

"Ella dijo que volvería pronto" Respondió Marlon hundiéndose en hombros, "Supongo que fue a merodear por ahí de nuevo… Solo sé que dejo su espada otra vez por ahí…" Dijo luego señalando al arma empotrada en el suelo.

"… ¿Qué significaran esas frases…?"

"Sanoi, Sanasanoi y Smengelef… Los nombres de tres Ángeles…" Musitó el Caballero del Espacio, "Génesis me dijo mientras dormían que tienen la habilidad de repeler a los Lilims de bajo poder por un tiempo, ¡es mejor que nada supongo!"

"..Los Lilims… aun no puedo asimilar que hayan sido humanos antes…"

"Eso no facilita nada…" Añadió el Donante ante las palabras de la chica.

"No importa lo que hayan sido antes, ¡ustedes los vieron! La dura realidad es que ahora son solo monstruos…" Renegó Blade…

"¡¿Cómo puedes ser tan insensible…?!" Exclamó la chica.

"…Por cosas que la vida me ha enseñado, así que por favor no me juzgues antes de conocerme lo suficiente…"

"…"

En ese momento Génesis volvió de su ronda, y tomando su espada se acerco a los Guerreros.

"Es bueno ver que ya despertaron, ¡Lo lamento mucho, pero debo dejarlos por un tiempo mas…!"

"¿…Y ahora a donde vas?"

"He oído que hay algunas personas viviendo no muy lejos de aquí, en un lugar llamado 'Patmos'… ¡Quiero ir a ver la situación de ese lugar antes de que los Lilims lo hagan!"

"Iremos contigo…" Dijo Marlon, "Después de todo no hay nada útil que podamos hacer aquí."

"¿Seguro?"

"Bueno…" Agregó Sakura, "Eso es verdad… Lo mejor será que no nos separemos de ti hasta que decidamos que hacer, a fin de cuentas es lo que se supone que hagamos ¿no? Reunirnos contigo…"

"…Se los agradezco."

"¿Qué hay de ti Blade?" Cuestionó el Corcel de Metal.

"Yo iré también… Sería muy estúpido de mí abandonarlos luego de todo lo que hemos pasado. Además quiero aprender mas de este mundo si es que voy a ser su huésped-prisionero indefinido…"

"¡Ok! En marcha entonces…"

"Creo que aun no nos hemos presentado como se debe…" Dijo el joven Donante interrumpiendo, "¡Marlon de Quevedo, y él es Beta X…!"

"¡Yo soy Sakura Kinomoto! Y como ya sabes ellos son…"

"…Blade y Pegass, ¡Ahora en marcha, que no quiero envejecer en esta iglesia!"

"¡Es un placer en verdad, vamos entonces!" Respondió la Cazadora sonriéndole al grupo, para luego iniciar la caminata. Sin que los otros lo notaran, la Cardcaptor llamo la atención del Tekno-guerrero, diciéndole algo en privado.

"¡Perdóname por gritarte antes!" Dijo ella haciendo una ligera reverencia, "Tienes razón… No tengo derecho juzgarte sin conocerte en verdad…"

"¡Olvídalo, eso ya es historia vieja…!"Respondió él con tono suave, no acostumbrado a los gestos orientales. "A veces me paso de pesado, es un defecto de carácter que tendrás que aprender a ignorar…" Añadió en tono de broma.

"¡Jeje, Bien…!" Dijo ella con una dulce sonrisa, reiniciando la marcha. "¡Entonces date prisa Blade, si no nos dejaran atrás!"

Él se quedo en su lugar, meditando de pie por unos segundos… Escarbando en memorias pasadas, mientras la imagen de una chica rubia de con la misma edad de Sakura aparecía en su mente…

¡Date prisa Nick, si no los demás nos dejaran atrás…!

No había duda, ella le recordaba a su hermana.

"Sharon…"

Enterrando nuevamente la memoria de su difunta hermana, el Caballero del Espacio y su enorme compañero mecánico reanudaron su caminar en este mundo. Pronto todos los Guerreros estarían luchando en una nueva batalla…

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

"¡¿Quién eres?!"

El enigmático sujeto detuvo su andar justo al oír las demandantes palabras de Seiya, y sin cambiar su mirada sin vida se paro frente a él, los demás sujetos permanecían sin hacer nada. En ese momento el Caballero supo que el no era humano, ya que contra toda ley de la naturaleza su cuerpo no proyectaba sombra alguna…

"…Soy Abdiel, el Esclavista… He venido por esos pequeños."

"¡Ja, sobre mi cadáver!" Gritó el Caballero incendiando su Cosmos, para luego lanzar un potente puñetazo contra el amenazador sujeto; Sin embrago fue en vano, ya que su puño paso a través del aire sin siquiera tocarlo.

¡…No puede ser! ¿Acaso esquivó mi ataque? Pensó Seiya dándose la vuelta y encarándolo de nuevo, Abdiel seguía dándole la espalda, con sus manos en los bolsillos de su gabardina y sin mover un solo músculo. A unos metros Kenryu estaba de pie custodiando fieramente a su hermana, quien estaba asustada y confundida.

"¡¿Qué sucede maldito? Pelea!"

"No..."

"¡¿Qué?!"

"¿No puedes sentirlo…?" Preguntó el Demonio elevando su mirada hacia el cielo, Seiya permanecía en guardia, confundido por la actitud del sujeto. "…Los Cielos sangran y La Tierra gime… ¡Yo lo siento! El dolor y la pena que nacen de este Mundo…"

Algunos de los integrantes de la multitud pronunciaron un lastimero aullido…

"En este mundo hecho de sufrimiento, el Pelear irremediablemente trae consigo la muerte… ¡Y la muerte misma solo alimenta más el Dolor y la Pena que consumen a todos aquellos que viven! …No, Yo no peleare…"

"¡Como quieras, Te derrotare entonces!" Clamó el Santo de Bronce iniciando nuevamente el ataque, sin embargo falló de nuevo, ya que muchos de los salvajes hombres se lanzaron en su contra, sujetándolo de pies y manos mientras rugían como bestias, algunos mordiendo y rasguñando su carne… Saboreando la sangre del joven guerrero"

"¡DE… MONIOS!"

Sin inmutarse, Abdiel siguió su camino hacia los niños, los cuales estaban totalmente rodeados sin ruta de escape posible, Al notarlo Kenryu gruño frustrado.

"¡¡…KENJI!!" Gritó la pequeña asustada.

"¡Descuida Eliza, no dejaré que estos desgraciados te toquen!"

El Caballero de Pegaso no estaba dispuesto a dejarlo dañar a los chicos, e incendiando de golpe su Cosmoenergía se sacudió a los sujetos que lo retenían, enviándolos a volar en diversas direcciones… Algunos mas se lanzaron contra él gritando, Pero Seiya los fulmino a una velocidad sobrehumana, a simple vista daba la impresión de que su brazo se separaba en decenas de puños, los cuales como potentes meteoros arrasaron con todo lo que se le puso enfrente hasta que nuevamente se encontró frente a Abdiel.

"Te dije que no te lo permitiría…"

"Asombroso… Sabía que no eras un humano corriente."

En ese momento una extraña sensación se apodero del ambiente, todos y cada uno quedaron paralizados mientras una especie de canto gótico, recitado por una cautivadora voz femenina, resonaba en sus oídos… Este parecía provenir de todas partes, y a la vez de ninguna; y penetraba en la mente de todos causándoles ansiedad.

"¿…Qué… QUÉ RAYOS ES ESTO?"

"La oración de Lilith…" Murmuro el sujeto de largos cabellos, quien en ningún momento perdía su expresión y tono de eterno pesar…

"¿¿La oración de… Lilith??"

La multitud de personas comenzó a gemir de forma espantosa, tambaleándose y haciendo expresiones aun menos humanas que antes, mientras su misma esencia comenzaba a cambiar para siempre, y tanto su cuerpo como su conciencia se transformaban violentamente en un espectáculo de horror…

"Sucubi… Nacimiento…" Murmuraba Abdiel sin perder el porte, mientras el Santo de Bronce observaba todo, profundamente impactado.

Cuando la oración y la grotesca metamorfosis terminaron, ellos no tenían más aspecto humano… Su piel estaba desgarrada, dando la apariencia de estar en la carne viva; sus brazos se habían alargado el doble y caían inertes como látigos, y de su boca sobresalían afilados colmillos en una grotesca sonrisa, mientras que en su rostro solo un enorme ojo brillante.

"¡¿Qué diablos…?!"

Los Lilims se acercaban en tono amenazante a su presa, cerrando cada vez más su letal trampa sobre Seiya y los pequeños, mientras Abdiel presenciaba todo en silencio… Rápidamente los cíclopes se lanzaron contra el Caballero, extendiendo sus brazos como mortales azotes y emitiendo una perturbadora risa. Haciendo gala de su velocidad, Seiya esquivó cada uno de los golpes, sin embargo fue tomado totalmente por sorpresa cuando los monstruos empezaron a disparar mortales rayos de sus ojos, uno de los cuales casi perfora su hombro, quemando su piel al rozarlo…

"¡Rayos; eso estuvo muy cerca…!"

Repentinamente, y en una acción que casi pareció ser estratégica, diez de las criaturas saltaron alto en el cielo; pero en vez de abalanzarse sobre el Santo dispararon sus rayos unos contra otros… El coordinado ataque hizo que todos explotaran bruscamente, como si sus entrañas estuvieran hechas de pólvora; y la fuerza de la detonación arrastró a los presentes por varios metros, dejándolos aturdidos contra el suelo entre polvo y hierba.

El adolescente levantó la mirada aun desorientado, y entre la tierra levantada por el estallido logro distinguir a Kenryu tumbado cerca de su armadura, a unos metros de él, la pobre Eliza se lamentaba en igual condición, ambos seguían vivos, pero estaban severamente conmocionados por todo lo que sucedía… Aprovechando su ventaja, las aun numerosas bestias se acercaban rápidamente para acabar con ellos.

"Kenji… ¿Estas… Bien?"

"Cielos… ¡Ya voy… Hermanita!"

"¡KE… KENRYU!" Gritó Seiya mientras se ponía en pie, haciendo reaccionar al niño, "¡RÁPIDO, LA CADENA!"

El pequeño comprendió al instante lo que el Santo quería decir, y arrastrándose hasta su armadura, tiro fuertemente del asa de la cadena de esta, abriéndose así la caja en un haz de luz, para revelar su preciado contenido… Kenryu contempló maravillado a la brillante armadura de bronce de la constelación de Pegaso, la cual, Como un relámpago blanco, se desensamblo en el acto; saliendo cada pieza disparada directamente hacia Seiya y acoplándose una a una a su cuerpo… Preparándolo para la batalla.

Vistiendo la blanca armadura que Shion de Aries reconstruyó con la sangre de Athena, el Pegaso Seiya se enfilo con mirada desafiante hacia sus oponentes, su Cosmos ardía con increíble fuerza, cosa que se demostró cuando un par de hojas fueron llevadas por el viento a su hombro, consumiéndose en fuego en el justo momento de tocar su sagrada vestimenta…

"Ahora verán… ¡¡Los haré Mil Pedazos!!" Declaró él mientras una gran ráfaga de Cosmoenergía se acumulaba en su puño.

Kenryu lo observo impresionado, mientras Eliza mostraba en su rostro una expresión de fascinación, admirando el bello porte del Caballero de los Tiempos Modernos, a pesar de las múltiples heridas en él… Pensando en ese momento que Perseo, Belerofonte u otro de esos héroes mitológicos debieron lucir exactamente tal y como Seiya lo hacia ahora.

"¡…Impresionante!" Exclamó por su parte Abdiel, mostrando finalmente rasgos expresivos en su ser, mas aun sus ojos parecían estar sin vida…"¡¡Tu no puedes ser… De este mundo… ¿Qué eres?!! ¡¿Acaso…?" Balbuceó parpadeando asombrado; "¡No puede ser! ¡¿El Arquetipo…?!"

El Caballero Ateniense ignoro las palabras del Demonio, y concentrando su Cosmos tomo su postura de ataque, moviendo sus brazos ante sí mientras trazaba con ellos la posición de las trece estrellas de su constelación guardiana…

"¡¡DAME TU FUERZA, PEGASO!!"

Los devastadores golpes a velocidad luz lanzados por el Santo de Bronce impactaron como miles de estrellas fugaces en sus respectivos blancos, arrasando así con todos los Cíclopes que tenia enfrente y concentrando luego su poder en Abdiel, totalmente decidido a eliminarlo.

Sin embargo atacarlo resultó nuevamente en fracaso, y para cuando Seiya detuvo su golpe notó como el sujeto de cabello plateado se había esfumado de su línea de fuego, reapareciendo solo a unos metros de él…

"Interesante técnica…" Murmuraba el Demonio recobrando su tono de indiferencia, "Golpeas repetidamente con el puño a velocidad luz, aprovechando esa singular energía que emites para aumentar el poder y velocidad de cada golpe… Dirigiendo múltiples puñetazos que impactan repetidamente en los puntos vitales del cuerpo de tu adversario… ¡Jamás había visto semejante cosa!"

"…Ahora lo comprendo, ¡en realidad nunca esquivaste mis ataques! De alguna manera… ¡Simplemente no conseguí acertarte nunca!" Dijo Seiya perturbado por el descubrimiento, percatándose al instante de la débil Cosmoenergía maligna de los Lilims, pero más trastornado aun porque no detectaba nada similar en Abdiel… Aunque si percibía algo siniestro en él, profundo y oscuro como el camino del Hades por el cual había saltado con Radamanthys…

"¡Definitivamente eres tu…! Pero en verdad lamento que hayas decidido pelear… Ahora más dolor del necesario será propagado." Exclamó finalmente el hombre de cabello largo mirando a los Lilims restantes. Entonces muchos de ellos comenzaron a atacarse entre si, causando múltiples estallidos por el pequeño prado y causando un caos en el campo de batalla.

"¡DIABLOS, NO!"

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

"¡Por Dios, ¿Qué es eso?!"

Génesis y los demás guerreros posaron su mirada en las nubes de humo que se apreciaban en el horizonte a lo lejos, donde se desarrollaba la brutal pelea…

"¡Puedo sentirlos, son ellos…!" Exclamó la Cazadora conmocionada, mientras el cristal de su espada brillaba incandescentemente.

"¡¿Los Lillims?!" Preguntó Sakura con el mismo tono de desconcierto.

"Si… ¡Algo esta pasando allá, y no es nada bueno!"

"¡¿Crees que haya personas en peligro?!" Cuestionó Beta X.

"Esas cosas nunca están tan inquietas a menos que estén cerca de la gente, ¡no me cabe la menor duda de ello!"

"¡Maldición…!" Profirió Blade.

"¡¿Qué estamos esperando?!" Clamó Marlon subiendo en su Corcel Dorado, "¡Debemos ir para allá de inmediato!"

"¡De acuerdo, Marlon!"

"¡Hey, Esperen un minuto…!" Dijo Génesis tratando de detenerlos.

"El chico tiene razón… ¡No hay tiempo para tomar la ruta escénica!" Increpó el Caballero del Espacio, "¡Siento la descortesía damas, pero esta vez nosotros iremos primero!"

"¡¡ARMADURA DE BATALLA, ACCIÓN!!"

"¡¡PEGASS, ACTÍVATE!!"

Ambos guerreros cruzaron velozmente el cielo como Ángeles de blanca armadura, mientras Génesis y Sakura los observaban fijamente… Esta sería la primera batalla que aquellos traídos de distintos universos librarían junto a la Cazadora de Lilims, tal y como Azazel lo hubiera deseado…

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

El desesperado ataque de autodestrucción había cesado, Seiya aun se cubría a si mismo mientras el polvo en el aire le truncaba la vista… Poco a poco, trató de divisar a los niños temiendo lo peor. Solo pudo ver a Kenryu arrastrándose entre la hierba; no había señal de Abdiel o la pequeña por ningún lugar…

¡Dios mío… No!

"E… ¿Eliza…? ¡¡ELIZA!!" Gritó el pequeño desesperadamente, reuniendo fuerzas para ponerse en pie y moviendo la cabeza hacia todas partes, esforzándose por encontrar a su hermana.

Finalmente ambos la localizaron bajo unos árboles, donde Abdiel -quien se había desplazado a una velocidad sobrenatural- la había llevado consigo. Ella yacía inerte en su regazo sostenida por su brazo izquierdo, mientras él la apreciaba con su mirada sin brillo, para luego limpiar un poco su rostro y cerrarle los ojos…

La niña estaba muerta.

Cuando Seiya y el chiquillo lo comprendieron, fue como si una daga se incrustara directamente en su pecho.

"Es una pena, pero los humanos irremediablemente mueren…" Murmuró el Demonio depositando gentilmente el cuerpo de la niña sobre el césped. "¡Su corta vida es solo una tortura mas que deben soportar! una sádica broma de este mundo regido por el Sufrimiento… Lagrimas de Sangre… ¡Realmente siento profunda lastima por el dolor que se les ha impuesto con solo existir…!"

Perturbado, el joven Kenryu se acerco tambaleándose hasta el cadáver, amargas lagrimas corrían por su rostro, el niño estaba completamente en shock por haber perdido a su ser mas querido.

"¡No… ¿Her… Hermanita?!" Exclamo él arrodillándose y sujetándola en brazos, "¡¿ELIZA? POR FAVOR…! ¡¡NO ME DEJES ELIZA!!" Exclamó finalmente hundiendo el rostro en su pecho mientras lloraba inconsolablemente…

"Deberías estar contento; Ella ya no siente dolor…"

"¡MALDITO, TU LA MATASTE…!" Clamó el Pegaso lleno de furia, lanzándose contra el sujeto con cabellos de plata; Pero fue detenido en el acto por varios Lilims que lo ataron fijamente con sus largos brazos. "¡¡HIJOS DE…!!"

"¿Yo matarla…? Sabes bien que ella ya estaba condenada mucho antes de encontrarnos…" Alegó Abdiel mirándolo fijamente, "Yo solo sentí compasión de ella, Y apaciblemente removí su alma… ¡No sintió sufrimiento alguno! Por fin ella es libre del continuo martirio que era vivir… El único dolor que queda es el que ocasiona su propia partida."

Aun traumatizado, el niño elevo su mirada hasta el Demonio… Quien lo observaba detenidamente…

"¡Vamos pequeño! Por favor, permíteme que también acabe con tu sufrimiento…"

"¡ALEJATE DE ÉL KENRYU! ¡REUNE FUERZAS Y HUYE!" Dijo el Santo de Bronce mientras sus ataduras lo presionaban más y más… "¡¡DEBES SEGUIR ADELANTE, ES LO QUE ELIZA QUERIA!!"

"¿…Adelante…?" Musitó el chico con una expresión de completa desorientación, "¡¿Cómo podría?! ¿CÓMO DIABLOS VOY A SEGUIR VIVIENDO AHORA QUE HE PERDIDO TODO…?" Añadió entre lastimeros gemidos, ""¡¡Este Dolor…!! ¡Estoy… Completamente solo! ¡¡COMO PUEDO DETENER ESTE TERRIBLE DOLOR QUE SIENTO!!"

Soltando el cuerpo de la pequeña, Kenryu gritó llevándose las manos al pecho… Entonces una siniestra aura comenzó a emanar de su interior, mientras su alma se perdía para siempre…

"Eso es… Libérate a ti mismo de este calvario."

La grotesca metamorfosis cambió eternamente al niño, quien convertido en uno más de los demoníacos Lilims, pronunció un enfermizo aullido y destrozó los árboles bajo los que se encontraba; enviando los pedazos de tronco que salieron volando a enterrarse bruscamente en el suelo… Este nuevo ser medía tres metros, y su enorme cuerpo estaba recubierto por un oscuro exoesqueleto a manera de armadura, a lejana semejanza de los caballeros medievales… Estaba armado con una larga lanza seudo-orgánica, Y de sus enormes hombreras con forma de garras se distendía una vieja y raída capa… Por todo su cuerpo había gruesos clavos atravesándole; su casco rematado en una afilada cornamenta cubría por completo su rostro, pero a través de la visera se apreciaba la carne malherida alrededor de sus ojos, los cuales lloraban gruesas lágrimas de sangre.

-Dark Knight of Sorrow-
PAIN SLAYER

Seiya no podía creer lo que sus ojos le mostraban, y estaba totalmente impactado por el místico suceso… Los Cíclopes que lo aprisionaban pronunciaron una larga y grotesca carcajada, lanzándolo luego contra el Caballero Oscuro, como si se lo ofrecieran en sacrificio…

"¿Ke… Kenryu? ¡¿Eres tu…?!" Preguntó el Pegaso yaciendo a los pies de la bestia, alzando su mano hacia él...

Solo a unos metros Abdiel, los miraba atentamente.

La respuesta del monstruo fue una brusca patada con la que elevó al Santo de Bronce hasta la altura de su rostro, donde le propino un golpe tan fuerte que lo envió contra un viejo tronco de árbol, rompiéndolo al impacto. Él joven se levanto adolorido, solo para ver como el diabólico Caballero se abalanzaba contra él…

"¡KENRYU! ¡POR FAVOR REACCIONA!" Exclamó Seiya esquivando múltiples estocadas de la lanza del monstruo, con la esperanza de hacerlo volver en si.

"…Kenryu se ha ido…" Repuso Abdiel cerrando los ojos, "El te matará."

De un gran salto el Pegaso puso algo de distancia entre él y la criatura, "Kenryu… ¡Kenji, por favor… Tienes que recordarme!" Suplicó finalmente rehusándose a atacar al otrora Dulce niño que había conocido.

Sin embargo el sobrenombre usado por Eliza poco significaba para el poderoso Lilim, quien arqueando su lanza totalmente hacia atrás continuaba su ataque… "¡¡MMUEREEEEEEEEEE!!" Exclamó luego con grotesca voz, haciendo un potente corte frente a si mismo, el cual partió la tierra impregnando la hierba del prado en llamas…

Seiya fue derribado nuevamente por la sorprendente técnica, quedando tendido contra unas rocas en medio de un círculo de llamas… Pronto tenía al Caballero Oscuro frente a él; quien elevó en alto su arma, preparándose a atravesarlo con ella.

"De… monios…"

Este era el fin para el Santo de Bronce, ya que en ese preciso momento la temible criatura ejecuto su amenaza.

Entonces, la demoníaca lanza salió rodando por los aires, clavándose a unos metros mientras la Bestia emitía un lastimero gemido sujetándose el brazo; este estaba herido, ya que tres filosas plumas de oscuro bronce se habían incrustado en su mano…

"¿Qué…? ¡¿Quién eres?!" Cuestionó el Demonio de largos cabellos, dirigiendo su mirada al recién llegado.

"¡Soy alguien que ha sentido en su carne de las mismísimas llamas del Infierno…!" Proclamó el Hombre emergiendo de unos pastizales aun incendiándose… Era un joven de descuidado cabello azul oscuro y ojos del mismo color; tiene una cicatriz en el rostro justo sobre la nariz, la cual acentúa su despectiva mirada… Como Seiya, su cuerpo esta protegido por una brillante armadura de oscuros matices azul y plateado, y en su espalda, tres largas tiras de plumas metálicas ondean con el viento... "¡Yo soy Ikki, el Ave Fénix!"

"¿Fénix…? ¡¿Acaso tu también…?! No… Hay algo diferente en Ti…" Murmuro al Demonio cambiando momentáneamente su eterna expresión de pesar.

"¡Ikki… ¿Cómo diablos llegaste hasta aquí?!" Preguntó el Pegaso tratando de incorporarse.

"¡Jum! eso quisiera saberlo…" Dijo el Santo del Fénix sonriendo, sin perder en ningún momento su fría y cortante expresión… "En fin, Ya tendremos tiempo de averiguarlo una vez que acabemos con estas bestias…"

Entonces él y Abdiel cruzaron sus miradas, guardando silencio por unos breves instantes, más el demonio no perdió nunca su gesto de agonia… Los aun numerosos Cíclopes exhalaron un amenazador aullido, como renegando de la presencia del recién llegado… Y, con fiera mirada, se precipitaron a atacarlo.

"¡Demonios como ustedes deben regresar a lo profundo del infierno!" Exclamó Ikki incendiando su Cosmos, mientras juntaba sus brazos frente a si y los levantaba envueltos en sobrenatural fuego, irradiando un aura flamígera de su cuerpo que tomo la efigie de la mítica criatura que le daba su nombre.

"¡¡ALAS LLAMEANTES DEL FÉNIX!!"

Muchos de los Lilims fueron consumidos al instante por las poderosas llamas de la técnica del Caballero Ateniense, la cual se abrió paso en el campo de batalla como si la legendaria Ave inmortal envistiera contra todo a su paso… Luego de esto, Ikki se situó justo frente al ser contra el que Seiya peleaba, dispuesto a eliminarlo.

Fénix lanzo múltiples golpes y patadas contra la bestia, quien haciendo gala de increíble velocidad esquivo todos ellos; aprovechando luego para recuperar su lanza y usar su mango como escudo para la embestida del Caballero.

"Ikki… ¡No lo hagas!" Rogó Seiya poniéndose por fin en pie, "Él es una persona, es Kenryu… ¡Por favor detente!"

"¡¿Cómo, quieres decir qué…?!" Preguntó el Santo distrayéndose, La criatura aprovecho esto para situarse rápidamente a sus espaldas, y, cruzando la vara de su lanza por el cuello del caballero procedió a estrangularlo… Ikki logró interponer sus brazos a tiempo, y se encontró a si mismo sostenido en el aire, atrapado y forcejeando con la poderosa bestia…

"¡Diablos… Seiya!"

"¡NO! Ikki…" Dijo él desconcertado, debatiéndose entre ayudar a su compañero y no pelear contra el 'inocente pequeño' que él recordaba…

"¡Maldita sea, escúchame…!" Reclamó el Fénix aun batallando contra el que atentaba con romperle el cuello, "¡No entiendo bien como pasó, pera esta criatura ya no es humana! ¡¡Quien quiera que haya sido en el pasado, ya no queda nada de él en esta Bestia!!"

"…Yo…"

"El tiene razón…" Clamó Abdiel Interviniendo con su típico tono de pena, "Todo lo que era aquel niño abandono ese cuerpo para siempre… ¡Este es un Lilim; uno de nosotros! Y no descansara hasta acabar con cualquier humano que se le oponga… Si realmente quieres salvarte a ti y a tu amigo deberás pelear; pero tu y yo sabemos que lo único que resultara de ello es mas sufrimiento…"

Seiya rechinó los dientes.

"¡Con un carajo! ¿Cómo puedes dejarte manipular por las trampas del enemigo? ¡¿Eres un Caballero o qué?! ¡Muestra que eres digno de vestir esa armadura!"

Los fuertes insultos de Ikki detonaron una reacción en Seiya, quien al momento recordó todas sus experiencias como Caballero y las enseñanzas y consejos de Marín… Pero más reveladoras aun fueron las palabras del chiquillo ahora perdido.

¡Es su fuerza lo que me da ánimos! A veces creo que ella es la que cuida de mí…

"… ¡Rayos, Tienes razón! El no es Kenryu… ¡Solo un infeliz monstruo sin alma!" Gritó finalmente mientras sus Cosmos resplandecía nuevamente, lanzando un brutal golpe contra la criatura… Previniendo el ataque, el enorme Lilim lanzó al Fénix contra el Pegaso, pero este fue capaz de apartarse y evadirlo en el último instante, sin embargo fue capturado por el monstruo, quien sujetándolo por la cabeza con ambas manos amenazaba con romperle el cráneo.

¡Diablos! Pensó Ikki levantándose aturdido, mientras notaba a mas Cíclopes acercárseles y la desventaja numérica lo hacia ver que estaban en graves problemas…

"¡MESSIAH FIST, ATACA!"

El Fénix sintió una vigorosa corriente de viento a sus espaldas, fruto de Marlon y su Corcel de Metal descendiendo a alta velocidad detrás é sin que lo notara… El joven Donante disparo de su puño un rayo de luz que impacto eficazmente contra El demoníaco ser, quien soltó al Caballero de Bronce.

"¿Qué…? ¡¿Quién rayos…?!"

Antes de que Ikki pudiera completar la pregunta, tres afilados bumerangs volaron por sobre su cabeza; partiendo el rostro de varios de los Lilims y reuniéndose nuevamente en su forma de lanza, la cual Teknoman Blade recogió con un brillante hilo metálico que emergió de su brazo, luego de eso salto de Pegass y se dispuso a prestar su apoyo en la tierra…

"¡No se preocupen amigos, llego la caballería!"

Al ver al joven montando al caballo volador y al Robot sobre su enorme planeador, Ikki no supo de que forma actuar, (¡¿Pueden culparlo?!) sin embargo notó que los extraños recién llegados estaban ahí para ayudarlos…

"Se lo que piensas…" Le dijo Blade con el índice hacia arriba, "Este lugar es oficialmente un Circo de Fenómenos… ¡Pero mira el lado positivo, por lo menos estamos de tu lado!"

Lejos de la batalla en si, Abdiel nuevamente se maravillaba por un suceso no previsto por él o los de su raza, mostrando otro breve rasgo de emoción en su porte sin vida…

"¡Esto es… Completamente inaudito! ¿Una Manifestación múltiple…? Algo así jamás lo hubiéramos imaginado…"

"¡Ustedes encárguense de los feos…!" Dijo Blade mientras sus verdes ojos brillaban; dirigiéndose al Donante y su Beta, "¡Yo ayudare a acabar con el… bueno, digamos 'Más' Feo…!"

"¡Entendido!"

En tanto Marlon y X del Oeste terminaban con cuanto Cíclope podían, Blade saltó velozmente y se lanzó contra el Caballero oscuro… Ambos cruzaron lanzas al momento del impacto, e iniciando un increíble intercambio de ataques se alejaron poco a poco de los Santos Atenienses…

Seiya se levanto lentamente, llevándose una mano a la cabeza mientras se lamentaba…

"¿Estas bien, Seiya?"

"…Ikki… ¿Qué rayos sucede ahora? Esto parece una pesadilla…"

"¡Je, Ojala lo fuera! ¿Puedes pelear?"

"¡…Por supuesto! Tengo cuentas pendientes con ellos…" Murmuro finalmente levantándose, y así ambos Santos se abalanzaron a ayudar al Teknoman, mientras la masiva batalla continuaba…

"¡Demonios, estas cosas siguen apareciendo…!" Repuso Marlon mientras X y él volaban a baja altitud, sin descuidar la lucha… Aun sentían que estaban totalmente rodeados por los Lilims.

"¡Marlon, No debemos rendirnos!" Le dijo el Pegaso dorado, en tanto que ambos seguían acabando con cuanto engendro podían con potentes golpes y embestidas.

"¡Nunca pensé en hacerlo!" Respondió el disparando los cables metálicos de su guantelete.

En ese momento el suelo comenzó a temblar, y una enorme serpiente hecha de roca emergió de los suelos; embistiendo y arrasando con varias de las bestias mientras la tierra literalmente se las tragaba.

"¡¿Ahora que sucede?!"

"¡Creí que ya habías entendido que no me gusta ser dejada atrás!"

El joven volteo a ver a la Cardcaptor, quien sosteniendo en su mano la carta de la Tierra recién se integraba a la batalla…

"¡lo siento, prometo recordarlo a la próxima!" Respondió por fin sonriéndole, ella le devolvió el gesto.

Algunos monstruos la atacaron entonces, disparando sus letales rayos oculares, sin embargo ella pudo evadirlos activando justo a tiempo la carta del Salto… Luego contraatacó con la carta del Disparo, la cual tomo cuidado de varios oponentes, mientras se protegía de otros ataques usando al Escudo.

En otro lado del campo de batalla, Génesis corría abriéndose paso entre las Bestias a filo de espada… En un momento se halló rodeada completamente por los Cíclopes; y cuando uno se lanzó a atacarla La Cazadoa lo elevo con un brusco golpe de gancho de su arma; Un par de monstruos mas a sus flancos se lanzaron al ataque, pero tomando sus pistolas por el cañón ella clavo bruscamente sus empuñadura en los estómagos de las criaturas; para luego enderezarlas y acribillar a la que estaba aun en el cielo… A su espalda uno de los Lillims le disparó, pero ella lo esquivó saltando hacia atrás, cayendo luego sobre él y cortándolo en dos con su Espada; acto seguido saco sus pistolas nuevamente y disparó contra todas las bestias que aun la rodeaban, simplemente moviendo y cruzando rápidamente sus brazos hacia costados, frente y dorso; Sin siquiera desviar la mirada cuando cayeron al suelo sin vida.

Entonces la gema en su espada comenzó a brillar nuevamente, y volteando hacia el Demonio de perpetua tristeza le dirigió un gesto de ira.

"Tu… ¡Tu eres uno de ellos!"

"Vaya… Así que tu eres la Discípula de Azazel, Ahora veo que tu maestro te preparó bien…"

"¡Me vengare de ustedes en su nombre!" Clamó la joven aprovechando su cercanía para atacarlo, sin embargo fue repelida y lanzada contra el suelo…

"¿Por qué todos los humanos cargan tantas ansias de pelear…?"

Aun sin saber contra que había chocado, ella lo miró fijamente, entonces notó a los extrañas cosas que flotaban alrededor de Abdiel, una especie de espectros trasparentes que volaban en círculos a su alrededor.

"¡¿Qué… Es eso?!"

"Por favor, descansen nuevamente… ¡Vuelvan a ese lugar donde el sufrimiento de este mundo no puede alcanzarlos!" Exclamó él mirando hacia el cielo, luego de eso el místico fenómeno desapareció.

En otro lugar, Blade y el Diabólico Guerrero aun combatían fieramente…

"¡¿Qué no lo sabes? No puedes vencerme!" Dijo el Caballero del Espacio blandiendo su arma y forcejeando por no perder la guardia en ningún momento, "¡El simpático héroe siempre vence al horrible monstruo! ¿Qué no ves películas?"

Aproximándose mientras limpiaban el camino de Cíclopes, Seiya e Ikki se aprestaban para auxiliar a Blade, lo mismo que Marlon, quien volaba alto en los cielos…

"Su exoesqueleto es extremadamente resistente…" Declaró Beta X haciendo uso de su sistema de análisis, "Sin embargo el rostro esta parcialmente descubierto, y su piel parece ser muy vulnerable allí… ¡Ese es su punto débil!"

"¡Muy bien amigo! Ahora ataquémoslo, ¡Con Ala Dorada!"

"¡PEGASS!"

"¡AFIRMATIVO!" Respondió el Teknobot desde el cielo, lanzándose en picada para asistir en la embestida.

Pero el ataque de los Guerreros no se consumaría, ya que el infernal Caballero empujo a Blade librándose momentáneamente de él, aprovechando luego para girar con sobrenatural su lanza 360 grados, Desatando desde su interior una onda de choque de energía que detuvo a sus oponentes antes de que se acercaran.

"¡AHHHHH!"

Con ellos momentáneamente aturdidos, el enorme ser elevó su arma a los cielos emitiendo un grotesco aullido junto a los Cíclopes que aun vivían… Estos pararon sus acciones en seco como si fueran una tropa acatando órdenes, y al mandato del poderoso engendro se dispararon en una nueva autodestrucción masiva que afectó a todos los presentes en el campo de batalla…

Génesis e Ikki fueron arrastrados inmediatamente, Marlon calló incluso de Beta X, y Sakura no tuvo tiempo suficiente de recurrir a la magia del Escudo para defenderse. Cuando todos los monstruos habían desaparecido por completo nuestros héroes yacían en el piso desorientados y heridos levemente, todos a excepción de Seiya; Quien conociendo bien dicho ataque se apartó de el con un fuerte salto, y ahora caía sobre el Lilim restante con su amenazante puño listo para golpearlo.

"¡La misma técnica no funciona dos veces contra un Caballero!"

Sin embargo la bestia no se quedo esperándolo, y saltando hacia él lo interceptó en el aire, dándole una brutal patada cuya fuerza lo envió directamente hacia abajo, logrando enterrarlo entre toneladas de roca en el suelo.

"¡Maldita sea!" Exclamó Blade.

"¡SEIYA!" Gritó el Fénix.

"¿Ahora lo ven humanos? ¡No importa cuan duro peleen, al final el resultado de su batalla contra nosotros es el mismo!" Repuso Abdiel con un tono alto para que todos lo oyeran; pero aun con esa expresión de agonia, "Siempre los seres superiores son los vencedores, si no estuvieran tan sedientos de lucha podrían haber tenido un final apacible, ¡sin dolor alguno! Ahora no queda mas que traer mas sufrimiento y pena innecesaria…"

"¡Ya deja de decir estupideces!" Ordenó Blade tratando de levantarse, "¡No existe nada como un 'ser superior' en la guerra! Ni algo parecido que te asegure siempre la victoria… Fuerza contra Fuerza; ¡Solo si ganas y sobrevives a tus oponentes puedes proclamarte Triunfador! Esa es la única verdad de cada batalla… ¡Y tu aun no has acabado con nosotros!"

"Es… ¡Es verdad!" Agregó la Cardcaptor con mirada decidida, "Incluso si todo parece perdido, ¡aun los mas pequeños y débiles pueden vencer si su espíritu no se deja derrotar! Eso lo sé muy bien… Esto no se ha terminado…"

"Hasta la luz mas débil puede sobrepasar al Sol si se tiene la Fe suficiente" Dijo entonces Marlon mirando fijamente a Beta X, "Mientras nuestros cuerpos no se reduzcan a polvo, ¡Se bien que podemos lograr derrotarte!"

Abdiel los observo fijamente, parpadeando pensativo… Igual Génesis, quien percibía dentro de si la necesidad de creer en algo con tanta pasión y fuerza como los demás guerreros lo hacían; nuevamente se sentía vacía…

"Es conmovedor como las personas se dejan engañar y creen en ese algo que llaman 'Fe'…" Respondió finalmente el Demonio, "Sin embargo eso no es mas que otro de los sádicos engaños que atormentan a los humanos, haciéndoles pensar que su vida no es tan cruel como en realidad lo es… ¡Yo, que puedo sentir en mis entrañas el dolor y pesar continuo de este mundo sé bien la verdad! …Los seres vivientes son esclavos, prisioneros de la muerte y agonía de existir… No tiene caso aferrarse a algo tan falsol como la Esperanza…"

"¡NO ME HAGAS REIR!"

Todos los presentes observaron asombrados al cráter donde Seiya se encontraba, viendo como las rocas comenzaban a sacudirse y temblar…

"¡…Inaudito!" Musitó Abdiel.

"¿Esta… Con vida?" Cuestiono La Cazadora.

"¡Vamos Seiya! ¡LEVANTATE!" Gritó el Santo del Fénix.

La prisión de roca estalló en mil pedazos, mientras el Pegaso Seiya emergía de ella… Su Cosmos ardía con impresionante fuerza, tomando la figura del legendario Caballo Alado, impactando a todos los que lo veían… Repentinamente, el aura de su Cosmoenergía comenzó a brillar con un deslumbrante matiz radiante, lo mismo que su armadura, la cual había cambiado de ser de Bronce a una impactante Vestimenta Dorada.

"Este mundo… ¡No es solo Tristeza y Sufrimiento como ustedes Demonios proclaman!" Clamó él avanzando con paso seguro hacia Abdiel y la Criatura, mientras sobrepasaba al séptimo sentido. "Los humanos tienen Amor y Esperanza! ¡Y gracias a ello son capaces de superar cualquier prueba y castigo por severos que sean! ¡¿Cómo se atreven a creer que solo por ser 'superiores' pueden pisotear las vidas y emociones de las personas?!"

El hombre de largo cabello observaba en silencio, totalmente maravillado por el acto; mientras el Caballero Demonio rugió nuevamente, y empuñando su lanza se lanzó contra Seiya.

"¡SOOOLO MUEEREEEEE!"

"¡SILENCIO, ERES UN ASQUEROSO DEMONIO! ¡Una abominación que no merece existir ni mucho menos manchar los recuerdos de Kenryu y Eliza! ¡¡LOS ACABARE A LOS DOS PARA VENGAR SUS ALMAS INOCENTES!!"

"¡¡GOLPE COMETA DE PEGASO!!"

El poderoso y veloz ataque del caballero impactó brutalmente en su oponente, quien era arrastrado por el choque mientras miles de golpes se incrustaban en su cuerpo, atrapado en una lluvia infinita de meteoros…

¿NO PUEDE SER…? Su vigor, su técnica… ¡no es nada similar a la última vez! Pensaba Abdiel observando pasmado como Seiya arrasaba con el Lilim Cada ataque es mas poderoso y veloz que el anterior… ¡¿Como puede elevar tanto su fuerza…?!

"Niños… ¡DESCANSEN EN PAZ!" Gritó el Pegaso al momento en que todos sus meteoros se fusionaban en un solo y definitivo golpe.

En verdad… ¡SE HA VUELTO UN COMETA!

Una brillante luz cegó a todos cuando la técnica de Seiya atravesó al Lilim, quitándole la vida al instante y enfocando ahora su poder en contra de Abdiel…

El ataque se detuvo, Pegaso bajo su aun humeante puño percatándose de que era un golpe fallido nuevamente, ya que le demonio inexplicablemente se había desvanecido… Todos los guerreros se habían puesto en pie justo a tiempo para escuchar las últimas palabras del hombre, que de la nada llegaban a sus oídos.

"He visto cosas increíbles hoy… Pero temo que nos volveremos a ver en batalla. ¡Escúchenme bien! El resto de los míos no son como yo… Al igual que ustedes sufren sed de dolor y sangre; Prepárense para ellos o inevitablemente morirán…"

"¡Ja, que así sea entonces!" Respondió Marlon desafiante, "¡Nosotros eliminaremos hasta el ultimo de ustedes; pagaran lo que han hecho!" Añadió finalmente… Pero el Demonio ya se había marchado.

Seiya volteo su mirada al cuerpo inerte del Lilim mientras este desaparecía en el aire, y luego fijo sus ojos en el cadáver de la pequeña niña… Dio unos pasos hacia él quitándose la mascara de la armadura; y cayendo de rodillas incrustó su puño en la tierra, lamentándose y derramando amargas lagrimas…

"Eliza… Kenryu… ¡Por favor perdónenme…! ¡No pude cumplir mi promesa!"

Todos los presentes sintieron entonces un aire de incertidumbre… Sakura sujeto contra su pecho la Llave de la Estrella envuelta por un sentimiento desconocido; Beta X se acerco al cabizbajo Marlon tratando de confortarlo; Ikki y Blade desviaron su fría mirada al horizonte, mientras que Génesis se acercaba lentamente al desconsolado Seiya… Extendió su mano para ponerla en su hombro, pero desistió del gesto a unos centímetros, bajando el brazo y apuntando su vista hacia el imperturbable y vació cielo.

Azazel; Temo que estoy peleando una guerra… Que nunca podré ganar…

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Abdiel caminaba imperturbable por el enorme pasillo, el cual asemejaba a un hermoso castillo de la era victoriana; con cerámica fina y altísimas columnas, cubiertas por cortinas de hermosa seda… El recorrido estaba adornado por seductoras estatuas de blanco mármol y Enormes pinturas que rendían honor a la belleza del cuerpo; pero esto le era indiferente… Los hechos de la batalla eran lo único que ocupaba sus pensamientos hasta que vio al individuo que venia caminando en sentido contrario; sintiéndose incomodo por su sola presencia.

"¡Gusto en verte Abdiel!" Dijo este esbozando una despectiva sonrisa, "Tiempo sin verte… ¡Comenzaba a creer que preferías vivir entre asquerosos humanos a pasar el tiempo con nosotros!"

"No tengo tiempo para tus tonterías, Ariel…" Replicó él pasando de largo.

Entonces se pudo apreciar una de las tantas diferencias entre ellos dos, ya que mientras Abdiel no proyectaba ninguna sombra; la de Ariel siempre develaba un poco de su verdadera apariencia: Un ser con larga cola, alas desgarbadas y cuernos… Verdaderamente un Demonio

"¡Jajaja, pero que poca cortesía! ¿Con esa actitud pretendes mostrarte ante Sus Altezas?"

"…Tengo que informar de algo importante a Lilith y Sammael; ¡No me fastidies!"

"¡¿Ves? a eso es a lo que me refiero!" Increpó el hombre de cabello blanco con una mirada fría, "¡Me gustaría saber porque Sus Altezas perdonan todas tus insolencias! Como sea, sabes bien que muy difícilmente se puede gozar de la presencia de nuestros Reyes; ¿Qué es esta gran 'información' que crees tan importante para decírselas en persona?"

"… ¿Asi que quieres saberlo? Pues bien… He visto al Arquetipo manifestarse…"

"¡¿QUÉ?! ¿El… Arquetipo…? ¡IMPOSIBLE!" Gruñó el Hombnre de cabello blanco, bastante alterado.

"No me importa si me crees o no… ¡Ahora déjame solo!" Señaló el de cabellos plateados con su tono de profunda pena, dándole nuevamente la espalda a Ariel y reanudando su marcha.

Una vez solo, él demonio miro hacia abajo perturbado por la revelación, apretando los puños y murmurando…

"Se ha manifestado… ¿Acaso ella…? No…"

Recuperando la compostura, Ariel reanudo también su caminata, fijando sus ojos azules en el casi infinito pasillo, y meditando sobre lo interesantes que se pondrían las cosas en el cercano futuro…

-FIN DEL CAPITULO 3-

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

NOTAS DEL AUTOR:

Y este fue el tercer capitulo, ¿les gusto?

Espero que no haya sido demasiado depresivo jeje, y si lo fue, entonces mi trabajo esta hecho ;)… También espero que la forma en que se maneja la narración en las escenas de flashbacks no haya confundido a nadie.

Como dato curioso, tuve que reescribir de nuevo la pelea de este episodio ya que a la mitad me di cuenta de que estaba caracterizando erróneamente a uno de los personajes, pero el resultado final me dejo contento. ¡Espero que igual a ustedes!

Antes de que lo pregunten, Solo Seiya e Ikki se integraran al reparto por parte de Saint Seiya… (¡Lo lamento por los y las fans de Shiryu, Hyouga y Shun!) Y pues en este solo fue uno, pero en el próximo capitulo personajes de otros DOS animes se unirán a nuestros héroes; (aunque los observadores habran notado a un pequeño que se coló en estos dos capítulos de otro gran anime de acción) ¿Qué personajes serán? Tendrán que leer para saberlo…

Ojala que las batallas y enemigos sean del agrado de todos, mas aun con Azazel, Abdiel y Ariel (los tres As como me gusta llamarlos) siendo parte importante del relato… Por supuesto que en el futuro mas demonios y personajes de reparto se uniran al fic, (Espero que no todos con A, XD) conforme avancemos en la historia… Y en caso de que se lo pregunten, Esos nombres si son de Demonios verdaderos, los cuales tienen su fuente de inspiración en tradiciones religiosas, literatura y hasta poesía…

Del mismo modo hay varias referencias a los mismos animes que participan en este fic, pero temo que en algunos como el de Teknoman Blade no muchos llegaran a notarlas.

Por ultimo solo espero que luego de esto decidan seguir leyendo mi humilde fanfic, y que les este gustando… Y pues si no, Recuerden bien que en algún universo alterno una copia de ustedes si habrá elegido leerlo XD. (aunque pensándolo bien, en algún mundo una copia mía ni siquiera lo esta escribiendo vvU)

¡No se que más decir! francamente estoy exhausto por ahora, así que me despido…

Ya saben que por cualquier cosa escríbanme a zeroreddemonyahoo.es espero serles de ayuda… ¡Cuídense y hasta la próxima!

¡NOS LEEMOS EN EL CAPITULO 4!