CAPÍTULO IV: ANTES DE MEDIANOCHE

Conforme se acercaba al palacio CeniKenshin se sentía cada vez más nervioso. Hacía ya un buen tiempo desde la última vez que había practicado, ¿qué tal que ya no se acordaba de su técnica?

'Relájate' pensó recargándose en su asiento, 'lo recuerdas todo bien. Además has estado practicando con Kaoru-dono, no puedes estar tan oxidado…'

Una gotita cayó de su frente al recordar las "prácticas" con Kaoru. No eran más que pararse a recibir golpes. Pero bueno, ya estaba en camino y no podía decepcionar a su hada madrina después de todo lo que había hecho por él. Además, ¿cuál sería el objetivo de la historia? No podría dejarla a medias o la escritora no tendría nada qué hacer… (Setsuna corriendo amenazada por la espada de Hiko "¡Vuélveme a llamar hada madrina y verás!" ;P ) … tal vez ya tenga algo que hacer…

…Ahem, bueno, en el castillo había cientos de maestros de kendo, todos con sus flamantes gis nuevos y sus relucientes espadas. La princesa Megumi los observaba a todos aburrida a pesar de que los enfrentamientos eran espectaculares. El rey Genzai se frotaba las manos nervioso de ver a la princesa en ese estado. ¿Sería posible que ningún maestro de kendo agradara a su hija?

Ahora era el turno de la hija del jefe de la policía. El rey verdaderamente detestaba a Saito por su frialdad, pero si a la princesa le agradaba el estilo de la hija, no habría nada más que hacer. Los tres integrantes de la familia se presentaron ante él, le hicieron una reverencia, y Saito se adelantó.

"Su majestad, es mi más grande honor presentarle a mi hija Kaoru. Si usted lo permite, ella le demostrará lo poderoso que es su estilo Kamiya Kasshin"

Megumi permanecía aburrida. No hizo más que ver hacia la jovencita, esperando que esto terminara pronto. Genzai hizo una señal y otro maestro más de kendo, Kamatari Honjou, se adelantó a ser el oponente de Kaoru. Tras una corta reverencia, el duelo comenzó. Megumi observó un tiempo con interés, mismo que perdió cuando las puertas del castillo se abrieron nuevamente. Un joven pelirrojo, que en un principio Megumi tomó equivocadamente por mujer, se acercó con pasos inseguros. Su pecho era plano y una mirada de cerca reveló que efectivamente era hombre (--U).

"¿Quién es él?" preguntó Megumi apartando su vista de la pelea que en esos momentos se estaba efectuando frente a ella.

Hoji se vio en un grande apuro tratando de identificarlo. Repasaba todas las listas de los dojos de kendo conocidos así como sus maestros, pero no pudo encontrar el nombre del pelirrojo. "Lo ignoro majestad" contestó Hoji un tanto frustrado de que algo se le escapara a su impecable orden.

"Háganlo venir y que combata contra alguien" ordenó Megumi.

"Si me permite su majestad" un joven se adelantó. Soujirou Seta, ganador previo de un combate, pidió permiso a Megumi de pelear con el recién llegado. Ese niño que nunca dejaba de sonreíir ponía a Megumi de nervios, si no, bien lo hubiera elegido como maestro. Su juventud, vitalidad e impresionante velocidad, llamaban fuertemente la atención de Megumi. 'Cualquiera que gane de los dos' se dijo Megumi, 'será mi próximo maestro de kendo'

"Detengan este combate" ordenó Megumi señalando hacia Kaoru y Kamatari, "quiero que Seta-san y ese desconocido combatan justo aquí, frente a mí"

Hoji personalmente se encargó de ir por el desconocido. "¿Cuál es su nombre y el de su estilo?" le preguntó al pelirrojo. CeniKenshin lo pensó un poco "Himura Kenshin" finalmente contestó el aludido, "y mi estilo es el Hiten Mitsurugi". De ninguna manera iba a dar el sobrenombre por el cual su padrastro lo llamaba.

"Su majestad, me complace el presentar a Himura Kenshin con su estilo el Hiten Mitsurugi"

El gran salón cayó repentinamente en un denso silencio. Todas las miradas estaban posadas sobre CeniKenshin y la princesa Megumi se volvió en su asiento para mirar más detenidamente al pelirrojo. Hoji se detuvo en seco al registrar en su mente lo que acababa de decir. Era legendario el estilo Hiten Mitsurugi y según todos, perdido para siempre cuando el último maestro había muerto y su único hijo desaparecido misteriosamente.

"No bromees muchacho" repuso el rey Genzai, "el estilo Hiten Mitsurugi fue perdido para siempre, es imposible que tú seas maestro en ese estilo"

Ahora la gente murmuraba volteando a ver a CeniKenshin. Megumi sonreía placenteramente y Soujirou miraba con gran interés al recién llegado, claramente ansioso de comenzar el combate. Kaoru sin embargo se sintió indignada de haber sido tan abruptamente interrumpida y Saito estaba irreconociblemente furioso. Inmediatamente reconoció a CeniKenshin, pero no dijo absolutamente nada, le dejaría la tarea de humillarlo a alguien más.

CeniKenshin ahora se sentía más nervioso. "Suficiente" dijo Megumi levantándose de su asiento, "este joven dice llamarse Himura, el nombre del pasado maestro del estilo Hiten Mitsurugi, si dice la verdad, quiero ver el legendario estilo en acción. Si no, Soujirou se encargará de acabar con él"

No hubo más remedio que dar paso a la pelea. "El siguiente combate se llevará a cabo entre Seta Soujirou, maestro del estilo Tenken, y Himura Kenshin, maestro del estilo Hiten Mitsurugi" anunció Hoji. Al sonido de un silbato la pelea comenzó. Nadie hacía movimiento alguno y miraban conteniendo las respiraciones como ambos jóvenes daban la más espectacular muestra de toda la tarde.

CeniKenshin pronto calló a los espectadores demostrando que efectivamente era maestro del estilo Hiten Mitsurugi. El mismo rey lo confirmó cuando pudo reconocer los movimientos que en ocasión anterior había podido observar del ya fallecido maestro.

(Por motivos de una bien desarrollada pereza, la autora se reserva la descripción de la pelea que en esos momentos se llevaba a cabo en el palacio real. A todos los lectores se les pide que simplemente se imaginen la pelea que Kenshin y Soujirou sostuvieron en el escondite de Shihio. Las musas inspiradoras de Setsuna la miran en estos momentos con miradas que matan "Si vas a hacer una historia hazla bien!!!" exclama una de ellas. "No molesten" responde Setsuna arrojando una pluma hacia las enfurecidas musas continuemos… "Aaaahhhh, no me abandonen musitas queridas, ¡NOOO! Setsuna sale disparada tras sus musas)

Bueno, bueno, era completamente increíble la pelea, y por un momento parecía que el maestro más joven, el tenken Seta Soujirou, ganaría esta ronda. Logró cortar a CeniKenshin en varias ocasiones, lo que sólo hizo que el pelirrojo se enfureciera. Cuando vio que no habría otra solución, CeniKenshin cambió el color de sus ojos al enfurecerse. (¡Qué buen truco, ¿no lo creen?!) Esto obviamente desconcertó a Soujirou que dejó de pelear con el mismo coraje que antes y finalmente resultó derrotado. CeniKenshin se dio una pequeña sacudida y sus ojos regresaron al acostumbrado violeta. (Además de espadachín, mago, ¿qué más puede pedir Megumi?).

Hurras y bravos se alzaron en todo el salón cuando los combatientes terminaron. CeniKenshin era una gran sensación y todos lo vitoreaban, entre ellos la princesa Megumi. Los únicos que no hacían movimiento alguno eran Kaoru y Saito. Si sus miradas pudieran matar, CeniKenshin ya estaría a treinta metros bajo tierra.

"Felicidades Himura, has ganado la batalla y demostrado que eres el verdadero maestro de la escuela Hiten Mitsurugi. Estamos grandemente impresionados y para celebrar esperamos que todos se nos unan en la cena de medianoche para clausurar el evento" anunció el rey Genzai, seguro ahora de que Megumi estaba satisfecha con un maestro.

'¿Medianoche?' pensó el pelirrojo entrando en pánico. Mientras todos desalojaban hacia el comedor CeniKenshin huyó despavorido. Megumi alcanzó a notarlo y salió tras él. CeniKenshin chocó con alguien en su apresurada escapada y tiró su sakabattou en el camino. Estaba a punto de regresarse a recogerla, pero vio a Megumi acercarse y en ese momento empezaron las campanadas que anunciaban las doce en punto de la noche. CeniKenshin no podía permitir que las personas se dieran cuenta de quién era en verdad. Apresuró el paso dejando olvidada la espada y abordó su carruaje, dejando atrás a una muy desconcertada princesa.

"¿Qué ocurre Megumi?" preguntó el rey al verla regresar triste y con una espada en las manos, "esa espada es…"

"Es de Himura" contestó la princesa, "acaba de salir corriendo…"

"Bueno querida… cuando la naturaleza llama no puedes evitarlo…"

"¡No padre! Himura salió del palacio, no va a regresar a la cena"

"Oh…" el rey detestaba ver a su hija triste por lo que hizo lo mejor para alegrarla, "despreocúpate hija mía, yo me encargaré de encontrarlo nuevamente"

"¿Cómo, si no sabemos nada de él? Hoji ni siquiera lo tenía en su lista"

'Yo y mi gran bocota' pensó el rey entrando en pánico al ver que su última esperanza, Hoji el maniático amante del orden, sería en vano.

"Si me permiten , sus majestades" interrumpió el mismo Hoji, "existe una manera de identificar al espadachín. Verán, cada espada está hecha a la medida exacta para su dueño. Himura dejó atrás su sakabattou, pero conserva la vaina, así que si nos dirigimos a todas las escuelas de kendo de la región y hacemos que cada quien pruebe a ver si su funda es la adecuada para esta espada, encontraremos a nuestro fugitivo"

"¡Brillante Hoji, simplemente brillante! Lo ves hija querida, no habrá problemas. Ahora hay que disfrutar de este maravilloso festín que tengo demasiada hambre"

Eso aseguraba todo. Bastaba esperar hasta la mañana siguiente… aparentemente nadie más notó que CeniKenshin era el único en todo el reino con flamante cabello rojo, lo que hubiera facilitado increíblemente su búsqueda… --U. Pero bueno, a seguir con la magnífica idea de Hoji, que además así va la historia… más o menos.

N/A: Hola, creyeron que me había olvidado de este fic???? Pues sí… lo olvidé por un tiempo, pero igual y está corto, no veo por qué no termiarlo. Después de esto les prometo que ya sólo será un capítulo más. Espero que lo disfruten!!!! ; )