ESCRITO POR: selene89s y Ayla Black
LOVE IS ALL AROUND
Capítulo catorce: Cosas que pasan mientras estás inconscienteLily abrió lentamente los ojos y lo primero que vio fue el techo blanco de la enfermería. Perfecto, ¿qué había hecho para acabar en la enfermería?
Poco a poco las imágenes volvieron a su mente. El bosque, los vampiros, el ciervo... ¿el ciervo?
Se incorporó un poco para ver si había alguien más en la habitación, la señora Pomfrey no solía dejar a los pacientes solos. Recorrió con la mirada la sala, pero no vio a nadie, así que se levantó de la camilla. Le dolía el cuello, le debían de haber dado fuerte... espera... ¿el cuello? Se dirigió rápidamente hacia un espejo. Tener un encuentro con vampiros y que te duela el cuello no es bueno. Exhaló un suspiro de alivio al ver que en su cuello no había marcas, sin embargo volvió a quedarse sin respiración al ver al paciente de la camilla que se reflejaba en el espejo.
Lentamente se acercó a James. Parecía que le había pasado un tren por encima. Estaba lleno de moratones y cortes ya vendados. Pero... ¿qué le había pasado? Acercó su cara a la del chico, justo entonces, él, decidió abrir los ojos, lo que causó que lanzara un grito al encontrarse de cara con unos grandes ojos verdes.
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Sirius se revolvió incómodo en su silla mientras Dumbledore abría lentamente un caramelo, y al decir lentamente quiere decir muy lentamente.
- ¿Le ayudo? – preguntó el moreno al ver que el director no avanzaba en el duro proceso de desenvolvimiento del caramelo.
- Señor Black – comenzó Dumbledore haciendo caso omiso de la persona que estaba sentada frente a él -, me pregunto si sabe lo que ha pasado esta noche.
Sirius le miró con cara de póquer.
- Sí... estaba durmiendo y después me he despertado – ahora le tocaba a Dumbledore poner cara de póquer.
- Ya... ¿dónde están sus amigos?
- Pues... Peter en ¿Francia?, Remus ya sabe y James... ¿dónde esta James?
- James Potter está en la enfermería junto a Lily Evans, esta noche han sido atacados, Hagrid les encontró a tiempo. Inconscientes pero bien.
- ¿Qué les atacó?
- Esa es una buena pregunta... – comentó el director mirando a Sirius a los ojos. Después de unos segundos el moreno se dio por aludido.
- No, Remus no les haría daño.
- ¿Y cómo sabe usted eso? – preguntó inquisitivamente.
- Porque...
- Está bien, tampoco yo creo que haya sido su amigo, pero me gustaría saber quién ha sido y si usted puede ayudarme...
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El retrato de la sala común se abrió y Sirius entró rápidamente. En el camino hacia su habitación distinguió dos figuras dormidas en los sofás del fondo de la sala.
Selene abrió los ojos al oír el ruido de pasos acercarse.
- Ah, eres tú – dijo y volvió a cerrar los ojos.
- ¿Qué estáis haciendo aquí? – preguntó Sirius con una expresión extraña.
- Dormir, ¿no se nota?
- ¿Sirius? – dijo Ayla intentando despertarse - ¿Qué hora es?
- Las siete de la mañana, deberías estar durmiendo.
- Eso hacíamos, mientras esperábamos que volviera Lily de su castigo, por cierto... ¿Y Lily? – dijo Selene.
- En la enfermería, con James.
Las chicas le miraron expectantes, pero al ver que el chico no reaccionaba siguieron hablando.
- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué están en la enfermería? Vamos a verles – dijo Ayla.
- Eh... no sé sabe lo que ha pasado, y no podemos ir verles.
- ¿Por qué?
- He estado hablando con Dumbledore y ha establecido un toque de queda. Las puertas de las salas comunes y la enfermería están bloqueadas hasta que amanezca.
- Ah... O sea, que las puertas están bloqueadas – comentó Selene.
- Sí.
- Hasta que amanezca...
- Sí.
- ¿Y cómo se supone que has entrado tú?
- Eh... – Sirius lo meditó unos segundos – Dumbledore me ha dado un pase de puerta para abrir las habitaciones restringidas.
- Tienes un pase para las habitaciones restringidas... – las chicas le miraban con incredulidad y Sirius no parecía atar cabos.
- Sí – después de unos segundos de silencio... – Ah. Podemos colarnos en la enfermería.
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- ¿Qué pasa? ¿Que me tienes que seguir hasta la enfermería? – exclamó Lily con indignación.
- Sí, estoy bien, gracias por preguntar, ¿y tú? – preguntó James desde la camilla y con el aspecto de haberse caído de un acantilado.
- No te hagas la víctima, sé perfectamente que estás fingiendo.
- Claro... Me he roto todas las costillas solamente para venir a verte.
- Has hecho cosas peores.
James bostezó y se tumbó de lado en la camilla, mirando a la pared.
- Ah, muy bonito. Y además no me quieres escuchar.
- Pues no, para las tonterías que dices...
- Vale, allá tú.
Lily se dio la vuelta para mirar hacia la otra pared. Después de cinco minutos de silencio absoluto volvió a girarse hacia James, que seguía concentrado en su pared.
- Vale, ¿qué te ha pasado?
- Vaya, ahora te preocupas por mi salud – dijo James.
- Bueno, pues yo por lo menos me preocupo, tú ni eso – James se giró lentamente y la miró con cara de pocos amigos, la pelirroja insistió – ni siquiera me has preguntado qué me ha pasado a mí – el moreno explotó.
- No me hace falta preguntarlo, ya lo sé, ¿vale?
Lily le miró con confusión.
- ¿Cómo que ya...? – de repente su expresión cambió – Serás... – James la miró sin entender nada – Depravado... salido... pervertido... ¿Qué pasa? ¿Querías asaltarme en el bosque prohibido o qué?
- ¿Por qué siempre le das la vuelta a todo lo que digo?
- No serías el rubio ése... – el moreno no contestó, sino que la miró con incredulidad – No me puedo creer que te tomaras una poción multijugos para... para... ¡depravado! ¿Qué pensabas? ¿Violarme o algo así? Menos mal que apareció el ciervo ése...
- ¿Rubio depravado? Pues la próxima vez te salvas tú sola – exclamó James levantándose (dolorido) de la camilla - ¿Sabes lo que te pasa? Que eres una estrecha – paró de hablar en cuanto notó el dolor de una mano a toda velocidad sobre su cara.
James se dirigió lentamente hacia la puerta, con una mano en la mejilla y con una expresión de indignación en el rostro.
- Y para que lo sepas – dijo cuando ya se disponía a salir – el ciervo era yo.
Giró el picaporte y... la puerta no se abrió.
- Eh... – miró de reojo a Lily y volvió a girar el picaporte y después a golpearlo con fuerza. Después de unos segundos intentándolo desistió – Mierda. Estamos encerrados.
- ¿Cómo que el ciervo eras tú?
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Selene, Ayla y Sirius avanzaron lentamente por el pasillo desierto.
- Venga, por aquí – exclamó Ayla desde el primer puesto de la fila. La chica estaba muy entusiasmada por formar parte de una actividad ilegal.
- Vale, pero habla más bajo o nos va a oír alguien – murmuró Sirius.
- Lo siento, es la emoción – dijo sonriendo. Selene negó con la cabeza y miró para otro lado.
Sirius dejó a Ayla encabezar de nuevo el batallón y se colocó junto a Selene.
- Por cierto, Remus está bien, le alegrará saber que preguntas – comentó despreocupadamente.
- Ya...- dijo Selene igualmente despreocupada.
- ¿Se puede saber que os pasa?
- No
- Vamos chicos, por cierto, ¿dónde está la enfermería? – dijo Ayla muy entusiasmada - ¿Chicos? ¿Selene? Mierda.
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Selene y Sirius , estaban llegando a la puerta de la enfermería cuando se dieron cuenta de que habían perdido a Ayla.
- Te dije que la vigilaras – dijo Selene
- Ni que fuera una niña pequeña.
- No conoce el castillo, idiota.
- Entonces, ¿por qué la dejas que nos guíe?
Mientras discutían quien había tenido la culpa de perder a Ayla, el profesor Random se había situado detrás de ellos.
- Ejem, ejem...
- ¿Y ahora qué hacemos? El castillo es enorme...
- Ejem, ejem...
- ¿Qué? – contestó la morena bordemente – ah... hola profesor.
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- Contesta
James estaba sentado en la camilla y no se daba por aludido ni mucho menos.
- ¿ Desde cuándo eres un animago? Eso suponiendo que seas un animago, ¿eres un animago? – la pelirroja insitía – Ah, eso lo explica todo... ¿Puedes contestarme por favor? – James puso los ojos en blanco - ¡Oh, por Dios! Está bien... Lo siento – el moreno no pareció inmutarse - ¿qué más quieres que te diga? Siento haberte pegado, y haberte llamado cerdo pervertido, pero es que...
- Es que ¿qué?, Lily no lo sientes, así que haznos un favor a los dos y deja de mentir.
- Ja... ¿ y tú cómo sabes si miento o no miento? So... cornudo – dijo la pelirroja menos calmada.
- ¿Cornudo? ¿a qué viene eso? – James se acercó amenazadoramente a Lily, o por lo menos todo lo amenazadoramente que podía parecer vendado de pies a cabeza.
- Lo decía por lo del ciervo.
James la miró con incredulidad.
- Han intentado matarme, no esperes contestaciones de humor inteligente – exclamó la chica - Entonces qué, ¿eres o no eres un animago?
- Eso no es asunto tuyo.
- ¿Y por qué no?
- Porque como comprenderás no voy a ir contando mis secretos a alguien que me odia.
- Yo no te odio – los dos estaban prácticamente chillando.
- Entonces lo disimulas muy bien, porque cualquiera hubiese pensado que el manotazo de antes era porque no te caía bien – dijo sarcásticamente.
- Eres un... un...
James se acercó más a ella y la miró a los ojos.
- ¿Un qué? – exclamó.
- Un... un...
Lily intentó terminar la frase, pero James se le adelantó, pero no con un insulto sino con un apasionado beso.
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Ayla siguió caminando.
- ¿Hola? ¿Hay alguien?
Pero el corredor estaba desierto. Miró por la ventana, ya había amanecido. Debía de haber estado andando en círculos durante más de media hora. Porque habían sido círculos, estaba segura de que era la quinta vez que pasaba por esa esquina.
Intentando memorizar el camino de nuevo (para evitar volver a pasar por allí), entró por una puerta que no había visto antes.
Estaba en una sala vacía y de paredes blancas. Parecía una enfermería. Bueno, la había encontrado, el problema es que había perdido a todos los demás miembros del batallón por el camino.
- ¿Lily? ¿Estás aquí? – preguntó en voz baja.
Nadie la contestó, así que decidió explorar la enfermería, la verdad es que no había mucho que explorar, era una sala pequeña con estanterías llenas de pociones y una cortinilla blanca en el fondo de la habitación. Una sombra se movió detrás de la cortinilla, en lo que se suponía que era una cama.
- ¿Hola?
Se adelantó hacia allí lentamente. Descorrió lentamente la cortinilla y ahogó un pequeño grito de sorpresa al ver lo que había detrás.
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- ¿Qué están haciendo aquí a estas horas? – volvió a preguntar el profesor Random.
- Eh... – comenzó Selene - ¿dando un paseo?
- Íbamos a devolverle al profesor Dumbledore el pase para abrir las habitaciones restringidas – dijo Sirius, y al momento recibió un fuerte codazo por parte de su compañera.
- Ya se la devuelvo yo.
- ¿Y cómo volvemos a entrar en la sala común? – preguntó Selene.
- Ya ha amanecido, todas las puertas están desbloqueadas excepto la de la enfermería.
- Bueno... entonces... ya volvemos nosotros solos, gracias – cuando el profesor Random se hubo dado la vuelta, Selene miró muy mal a Sirius.
Comenzaron a retomar el camino de vuelta y la expresión de Selene no había cambiado.
- ¿Qué? – preguntó sin entender el chico.
La morena negó con la cabeza.
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Llevaban segundos unidos , pero parecía que habían pasado años , por una vez, Lily Evans no se apartó del lado de James Potter. Después de varios segundos más se separaron lentamente. Mientras se miraban a los ojos como embobados alguien abrió la puerta de la habitación.
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- ¿Remus?
El chico que había durmiendo en la camilla abrió poco a poco los ojos. Ayla miró al licántropo confusa, el chico estaba muy pálido y cubierto de vendajes.
- ¿Ayla? – preguntó en voz baja, visiblemente sorprendido de encontrar a la española allí.
- ¿Qué te ha pasado?
- Eh... me... caí por las escaleras – contestó no muy convencido.
- ¿Y te mordieron? – comentó señalando una herida que no había necesitado vendaje.
- Las escaleras aquí son muy agresivas – aseguró Remus.
- Ya...viniendo de este colegio me lo creo todo – en ese momento interrumpieron la escena los otros dos miembros del batallón - ¡Chicos! ¿Dónde estabais? He encontrado a... Remus, vale, ya sé que estábamos buscando a Lily y a James pero... ¿cuántas enfermerías hay en este colegio? Lo digo porque aquí no están y si os preguntáis por qué está aquí Remus – la morena hizo una pausa para respirar, y al ver las caras de asombro de sus amigos preguntó - Porque os lo preguntáis, ¿no?
- No – Sirius recibió otro codazo – digo sí, Remus, ¿qué haces aquí? – la chica le miró muy confundida.
- Le ha mordido una escalera – el licántropo asintió con la cabeza.
- ¡Otra vez! – exclamó Selene – será mejor que le dejemos descansar y vayamos a la otra enfermería a ver a Lily y a James – cogió a Ayla del brazo y salió de la enfermería, dejando a los dos chicos solos en la sala.
- ¿Qué les ha pasado a Lily y a James?
- Pues eso íbamos a averiguar, cuando hemos perdido a Ayla, por cierto ¿no le podías haber contado algo más, no sé como explicarlo, más convincente?
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- Así que a Remus le muerden a menudo las escaleras – Ayla parecía poco creyente con respecto a esta historia - ¿Qué le ha pasado?
- Pues no lo sé, y como no nos hablamos... no creo que lo averigüe.
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En ese preciso instante interrumpió en la habitación una señora extremadamente bajita y con una bata blanca que dejaba clarísima su profesión.
Lily y James se apartaron instantáneamente y miraron cada uno hacia una pared, rojos hasta la médula.
- ¿Qué están haciendo de pie? A la cama, ahora mismo – exclamó empujándolos hacia sus respectivas camillas – Si os portáis bien, y guardáis cama esta noche puede que os deje salir un ratito a la fiesta de nochevieja.
En ese momento la puerta de la enfermería volvió a abrirse dejando entrar a Selene y a Ayla, que se pararon en seco al ver que la enfermera ya estaba allí.
La señora Pomfrey las miró esperando algún tipo de explicación.
- Eh... Y esto es la enfermería – dijo Selene señalando la sala.
La enfermera la miró confusa.
- Es que le estoy enseñando el castillo – dijo rápidamente - ¡Lily! ¡Qué sorpresa! ¿Qué haces aquí?
- ¿Enseñando el castillo a las ocho de la mañana? – preguntó Pomfrey.
- Nosotras madrugamos mucho – comentó Ayla.
- Claro... Entonces, ya que han visto la enfermería pueden irse.
- ¿No pueden quedarse un rato? – preguntó Lily esperanzada. La señora Pomfrey la miró con cara de pocos amigos – Identificaré eso como un no.
- Hasta luego – dijo Selene antes de que la enfermera las echara de la habitación.
Lily y James volvieron a sus respectivas camas y permanecieron en silencio hasta que la señora Pomfrey se marchó.
- Tenemos que hablar – dijo James nada más perder de vista a la enfermera. Lily asintió con la cabeza.
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- ¿Lo has visto verdad? – preguntó Remus.
Sirius le miró confundido.
- ¿El qué?
- Ha venido y se ha largado, ni siquiera me a preguntado qué tal.
- Seguro que ha sido por que estaba Ayla delante... o porque estaba intentando analizar lo de las escaleras. ¿Por qué le has dicho que te han mordido unas escaleras?
- Yo no se lo he dicho, ella ha atado cabos. Pero volviendo a lo de antes, estoy harto de las tías. Se cabrean contigo sin ningún motivo... y te dejan de hablar...
- Sí, o te dicen que no te acerques a ellas porque las puedes hacer daño... y eso cuando las acabas de conocer.
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- Venga...
- Que no.
- Por favor.
- Que no.
- Hazlo por mí – Ayla hizo un puchero y Selene puso los ojos en blanco.
- Vale, yo hablo con Remus si tú hablas con Sirius.
- Sirius y yo no tenemos nada de qué hablar – dijo Ayla con la cabeza alta.
- Entonces Remus y yo tampoco.
Después de varios segundos de silencio llegaron a la puerta de la enfermería en la que se encontraban Sirius y Remus.
- ¿Sabes qué vamos a hacer? – oyeron gritar a Sirius dentro de la habitación.
Se miraron con cara de interrogación y se apoyaron en la puerta para oír mejor.
- Vamos a pasar de ellas – dijo Remus.
- Sí – continuó el moreno – y esta noche nos vamos a liar con otras, como se dice: año nuevo, tía nueva – los dos comenzaron a reírse.
- Y a Selene – comenzó Remus.
- Y a Ayla...
- Que las den – terminaron los dos a la vez.
En ese momento la puerta cedió y Ayla y Selene cayeron al suelo de la enfermería, con cara de pocos amigos.
- Así que... – comenzó Ayla intentando levantarse del suelo – año nuevo, tía nueva... Pues cambiadle el género al dicho – terminó saliendo de la enfermería con un portazo.
Remus miró a Selene, que seguía en el suelo, con miedo en los ojos.
- Selene... yo...
La puerta se volvió a abrir de un portazo dejando entrar de nuevo a Ayla.
- Y que sepáis que porque me he olvidado aquí a Selene, que si no... – exclamó agarrando a su amiga del brazo y arrastrándola fuera.
Ayla salió (otra vez) dando un portazo (otra vez), dejando a los chicos confundidos (otra vez). Después de unos segundos de silencio Remus miró a Sirius.
- ¿Por qué siempre nos pasa lo mismo?
Sirius parecía seguir en shock.
- Pues... – dijo intentando recuperar la compostura – yo no quiero que se líe con ninguno.
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Ayla abrió su baúl de golpe y comenzó a sacar ropa y a tirarla en la cama. Llevaba así dos horas, ni siquiera habían ido a comer.
- Pues si lo que quiere es que le deje en paz lo va a conseguir – exclamó sacando una minifalda-cinturón – Nunca pensé que tendría que utilizar esto.
Selene la miró un momento y después desvió la mirada hacia el barril de helado que tenía entre sus brazos.
- ¿Y tú qué?¿Cómo te puedes quedar ahí sentada sin hacer nada?
- ¿Y qué quieres que haga? – contestó Selene hipando y comiendo más helado de chocolate.
- Pues... no lo sé, buscar una forma de vengarte.
- Pero ¿no me ves? – preguntó comenzando a sollozar (otra vez) – Estoy pensando.
Ayla se acercó hacia Selene. En ese momento Lily entró en la habitación murmurando cosas sin sentido y se metió en el baño, cerrando la puerta con un golpe seco.
Sus dos amigas la miraron extrañadas y corrieron al baño a ver qué le pasaba. Al abrir la puerta distinguieron cómo Lily cogía todo el maquillaje que había en el baño y se lo llevaba fuera para echarlo sobre una cama.
- Lily, ¿estás bien? – preguntó Ayla.
- ¿Yo? Perfectamente. ¿Por qué no iba a estarlo? Aparte de porque ayer me atacaron vampiros, y porque James es un cerdo, y porque no tengo pareja para esta noche... ¿He mencionado ya que James es un cerdo?
- ¿Vampiros? – preguntó Selene extrañada.
- ¿Por qué James es un cerdo? – dijo Ayla al mismo tiempo.
- No me hagáis hablar – contestó Lily, en ese instante vio a Selene con los ojos rojos y el bol de helado - ¿Qué ha pasado?
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Remus y Sirius avanzaron por el pasillo. Remus cojeando ligeramente.
- Remus, recuérdanos nuestra misión – dijo Sirius con voz seria.
Remus suspiró.
- Evitar que nuestras... ¿novias? Se líen con el primer tío que pillen.
- Correcto, ¿segunda parte de la misión?
- Comprobar si James ha salido ya de la enfermería.
- ¿Y el plan B por si no ha salido?
- Sacarlo nosotros.
- Sabes, esa parte me parece poco elaborada.
- Eso es porque has sido tú el que ha montado el plan.
Al llegar a la puerta de la enfermería la señora Pomfrey les cortó el paso.
- No – dijo nada más verles llegar y cruzándose de brazos.
- ¿No qué? – preguntó Sirius inocentemente.
- El señor Potter no puede salir esta noche.
- Pero es nochevieja... – se quejó Remus.
- Entonces tendrá que esperar a la fiesta de Año Nuevo – contestó la enfermera cerrándoles la puerta de la enfermería.
Permanecieron unos segundos sin moverse.
- Teníamos un plan B, ¿verdad? – dijo Sirius.
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- ¿Qué tal? – preguntó Ayla enseñándoles a sus amigas su conjunto de minifalda-cinturón y top ajustado y espalda al aire.
- Perfecto – contestó Lily vestida de una forma parecida.
Selene las miró un momento desde su hueco en la cama y volvió a centrar su atención en el bol de helado.
- ¿Y tú qué? – preguntó Lily a Selene - ¿No te vienes de caza?
- Es que yo no quiero otro – sollozó la morena – yo quiero a mi novio.
- Bueno, pues no te líes con otro, pero emborráchate – sugirió Ayla.
- Vale, eso sí.
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- No me ha parecido buena idea lo de dormir a la señora Pomfrey – comentó James mientras se dirigían al salón.
- Pero si es una idea perfecta – contestó Sirius – mañana cuando se despierte tú seguirás ahí, como si nada.
- ¿Y has pensado que a lo mejor no me encuentro bien como para ir a la fiesta? – dijo James llevándose una mano a las costillas rotas.
- ¿Y cómo te sentirías si dijera que tu proyecto de novia y sus dos amigas están intentando seducir al primer tío que pase por delante? – preguntó Remus.
- ¿Eh...? – fue la coherente repuesta de James.
- Bueno, técnicamente, son nuestras novias las que están haciendo eso, por eso tú nos vas a ayudar.
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El resto del día, es decir los escasos minutos que tardaron los chicos en cambiarse y en llegar a la sala donde tenía lugar la fiesta transcurrieron de la siguiente manera:
Las chicas muy, pero que muy recataditas llegaron antes a la fiesta, y como era de esperar no se quedaron quietecitas bebiendo agua, ni siquiera Selene, que sí que estaba sentadita pero no bebiendo precisamente agua...
Ayla y Lily se levantaron para bailar con unos chicos de Ravenclaw que no habían conseguido una cita en su vida y a los que les caía la barbilla hasta el suelo, mientras que Selene se quedaba sentada en la mesa bebiendo un vaso de ponche, y otro, y otro, y otro...
Cuando James, Sirius y Remus entraron, en el panorama se olía el vicio: sexo, drogas y rock and roll. Bueno, la droga más que droga era ponche y el sexo más bien escaso. Pero había rock and roll... y una especie de música country que le gustaba a Dumbledore.
No tardaron demasiado en localizar a sus respectivas parejas, así que la Brigada anti-vicio se separó para poner orden. A los tres minutos los tres acabaron sentados y con cara de pocos amigos, vigilantes y al acecho.
- Pero míralas, no tienen vergüenza – exclamó Sirius.
- Te recuerdo que el plan del que sacaron la idea era tuyo – contestó Remus mirando de reojo a Selene – Debería ir a hablar con ella antes de que se beba ella sola el lago de Hogwarts.
- Pero que poca decencia... – continuó el moreno sin dejar de mirar a Ayla.
Remus hizo caso omiso de su amigo y se levantó para hablar con su "novia".
- Selene...
Selene se dio la vuelta y le miró a los ojos (tambaleándose un poco).
- Hola Remmie, ¿quieres? – preguntó agitando el vaso vacío que tenía en la mano.
- Eh... no gracias. ¿No crees que estás bebiendo demasiado?
- ¿Yo?¡Que va! ¿Quieres? – volvió a preguntar llenando otra vez el vaso.
- No – volvió a contestar cariñosamente el licántropo – Selene, yo... vamos que lo que dije, bueno lo que dijo Sirius, no era de verdad
- Remus, estoy borracha, no gilipollas – sin decir más le tiró el vaso de ponche ( solo el ponche) a la cara.
Mientras Remus Lupin libraba una pequeña batalla con una Selene Ravensoul menos calmada de lo habitual, a alguien se le ocurrió la idea de meter mano a las no menos borrachas chicas que estaban bailando... claro que la señal de agradecimiento de uno de los miembros de la brigada anti-vicio no fue precisamente buena. Es decir, Sirius en un alarde de valentía le dio la vuelta a la pareja de Ayla y le dio un bonito puñetazo en el ojo derecho. Y esta "caballerosa" acción trajo consigo la "amistosa" respuesta de la pareja de Lily, vamos el amigo del chico con el ojo decorado, que le intentó devolver el regalo a Sirius, pero, si algo hacía digno de fama al animago era, aparte de su don con las mujeres, que no se dejaba pegar, sobre todo cuando su mejor amigo interceptaba el golpe y mandaba al contrincante al suelo, pero esto trajo sus consecuencias para James, que no estaba lo que se denomina en buena forma aquel día. Entre tanto Ayla decidió que no le gustaba que pegaran a su pareja de baile y que el que lo hubiera hecho fuese su "novio" no le impidió darle una patada, aunque si recordamos que la chica no estaba precisamente... sobria puede que esa no fuera su decisión más sabia, así que en lugar de hacer caer a Sirius se cayó encima de Sirius. Con mucho esfuerzo James se levantó para rematar a su contrincante cuando el chico del ojo morado le dio un golpe en la cabeza haciéndole caer al suelo, acción que originó que Lily le devolviera el golpe a la antigua pareja de Ayla. Ante esta situación, la atención de Remus se desvió de Selene a sus amigos. Así que venciendo el miedo (más ante Lily que ante el chico del ojo morado) se introdujo entre el corrillo de gente que se había formado y separó a la pareja que estaba practicando la lucha libre.
Después de unos minutos de intentar separar a Ayla y Sirius, que se estaban pegando (más bien Sirius huía y Ayla intentaba pegarle); ignorar a James, que seguía inconsciente en el suelo; y separar a Lily de... bueno, de todo al que intentaba pegar, Remus se dio cuenta de que el corrillo de gente había desaparecido o, técnicamente, se había vuelto a formar en torno a una de las mesas. Debatiéndose interiormente sobre si mirar lo que había allí o no, se separó del campo de batalla y se acercó a la susodicha mesa.
Al ver lo que estaba pasando a Remus le entraron ganas de llorar, de verdad, él no daba abasto. Vale, intentó asimilar la situación, pero es que era demasiado irreal, la chica más cuerda del mundo estaba subida encima de una mesa desabrochándose la camisa a son de una canción de un grupo muy cool llamado "Peter & his friends" que haciendo honor al nombre no lo conocía ni Peter. Remus decidió cortar por lo sano, se abrió hueco como pudo y cogió en brazos a Selene y se la llevó a la sala común, bajo los gritos de queja y abucheos de muchos de los chicos allí presentes.
Por fin se había calmado un poco la situación, más que nada por la aparición de la profesora McGonagall, se llevaron a James y a Lily a la enfermería, a James porque seguía inconsciente y a Lily porque a parte de estar considerablemente ebria tenía un corte en la muñeca, donativo de una chica que se había metido en la pelea. Sirius se llevó a Ayla arrastras antes de que les castigaran.
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Para asombro de Remus, en el trayecto que había desde la fiesta hasta la sala común, Selene se quedó dormida.
Con cuidado la depositó en uno de los sofás y la cubrió con una manta. En ese momento Selene abrió los ojos y le miró extrañado.
- ¿Por qué hay dos tú? – preguntó incorporándose, inmediatamente se llevó la mano a la cabeza - ¿Y por qué la habitación da vueltas?
- Porque estas borracha.
- No, ebria, no borracha eso es de borrachas, solo se emborrachan las borrachas, yo no soy una borracha ¿verdad?
- No, sólo estás ebria.
- Menos mal – respondió la chica suspirando de alivio.
Después de varios segundos de silencio y de aguantar la mirada de decepción de Remus Selene habló.
- No me mires así, todo esto es culpa tuya. Si no lo recuerdo mal eras tú el que te ibas a liar con la primera que pasase por delante.
- Y yo te recuerdo que fuiste tú la que dejó de hablarme.
- Claro, ahora resulta que la culpa es mía. Pues ¿sabes qué? Si tú no te hubieras puesto en plan macho con el orgullo herido con tu amiguito del alma yo habría ido a pedirte perdón. Pero no... tú tenías que ir y estropearlo todo.
- Bueno, si tú no te hubieras metido en una conversación privada...
- ¿Privada? – lo interrumpió Selene – Eso será si a privado lo llamas oírlo desde el pasillo de los gritos que dabais.
- Si no te hubieras metido en una conversación privada – continuó el chico – nos habríamos dado cuenta de las gilipolleces que estábamos diciendo.
Permanecieron un tiempo sin decir nada, cada uno mirando para un lado distinto de la sala.
- ¿Y ahora qué? – preguntó al fin Remus.
Selene se encogió de hombros y se tumbó de nuevo en el sofá. Remus respiró hondo e hizo amago de levantarse para irse.
- ¿Por qué lo dijiste? – preguntó de repente Selene.
Remus se encogió de hombros.
- Porque no me hablabas.
- Eso era una tontería y lo sabes. Entendería lo de Sirius y Ayla, pero esto... tienes que tener una excusa mejor.
- No lo sé – dijo enterrando la cara entre las manos – Supongo... – hizo una pequeña pausa – Supongo que tenía miedo.
- ¿Qué?
Selene se incorporó para mirarlo fijamente.
- ¿Miedo? ¿De qué?
El moreno se rió suavemente y levantó la cabeza para mirarla a los ojos.
- Vamos, ¿cuántas posibilidades crees que tengo de que si tú te vas me pase algo remotamente parecido otra vez? ¿Ser capaz de encontrar a otra persona que me acepte siendo lo que soy? Yo diría que una entre un millón, y eso con suerte.
La chica le miró con incredulidad.
- Remus, estoy segura de que...
- ¿De qué? ¿De que soy un buen partido? Sí, sería una gran presentación: "Hola, me llamo Remus. Me gusta el Quidditch, leer, el chocolate... ah, y una vez al mes la carne cruda y matar personas.
Selene bajó la mirada.
- Lo siento... – murmuró.
- ¿Por qué? Me parece que el que ha ido diciendo idioteces por ahí he sido yo.
- Un poco – contestó la chica riendo suavemente – Aunque no has sido el único.
Los labios de Remus se curvaron en una leve sonrisa.
- Yo también lo siento.
- Entonces...
- Entonces... – repitió el moreno.
En ese momento comenzaron a sonar las campanadas que iniciaban el comienzo de la media noche.
- ¿Qué te parece si iniciamos el año con buen pie? – preguntó Selene sonriendo y acercando su rostro al de él.
- Estaría bien – contestó Remus inclinándose para besarla.
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Sirius había huido de la escena del crimen, con Ayla en sus brazos, aunque no precisamente dormidita.
- ¡Bájame ya! – gritó la chica a su oído mientras le asestaba golpes en el estómago - ¡Que me bajes!
- Cuando te tranquilices un poquito, que con el pedo que llevas te puedes hacer daño.
Tras varios segundos de un silencio muy relativo, Ayla no paraba de tararear una canción en la oreja del chico, pareció tranquilizarse, falsa alarma.
- ¡Bájame!
- No
- ¡Que me bajes! – repitió la morena empezando a molestarse – o me bajas o...
- ¿O qué? – la retó el moreno. Ella no pareció seguirle el juego, cosa que le hizo sentirse victorioso, más que nada porque consiguió otros dos segundos de medio silencio.
- Sirius cariño... – comenzó a susurrar – creo que deberías bajarme – le empezó a mordisquear suavemente en el cuello – se que estás muy fuerte no hace falta que lo demuestres dándome este maravilloso tour por el colegio, tranquilo que no me vuelvo a perder... – no se sabe bien si fueron las palabras de la morena, las caricias o el golpe mortal que le asestó al chico en su centro de gravedad, pero la cosa acabó con Ayla de pie riéndose a carcajadas y Sirius en el suelo retorciéndose y no precisamente de placer.
- ¿Crees que estoy lo suficientemente calmada o quieres que te de otra patadita?
Para el chico esta situación resultaba bastante humillante, su pobre virilidad... pero tenía que ser fuerte... Dicho y hecho... Se levantó (dolorido) se acercó a la morena (feliz y contenta) y por segunda vez en su vida se sintió bastante confuso, la situación era extraña, desde luego, pero nunca había tenido dificultad de reacción y esta situación merecía una reacción digna de Sirius Black, pero... ¿y si metía la pata otra vez? Así pues meditó su respuesta ante los hechos, su respuesta ante Ayla.
"Mírala., y encima se ríe, está borracha no tiene otra explicación, vamos, a mí nunca se me ocurriría dar semejante golpe bajo, ni siquiera a mi peor enemigo... pero claro ella es una tía, las tías no valoran tanto estas partes del cuerpo... si fuera un tío se la devolvería pero claro... si fuera un tío."
- Sí, sí, cariño, sé lo que estas pensando – la morena interrumpió sus pensamientos, ya se estaba acostumbrando a ello, últimamente lo hacía muy a menudo, siempre estaba en su mente dispuesta a interrumpir lo que estaba pensando – Si fuera un chico... le daría tal leche que no iba a saber por donde sale el sol, teniendo en cuenta que supiera por donde salía el sol antes del golpe, claro, es que con la inteligencia de los hombres se puede comprar dos gramos de pipas – de nuevo estalló en carcajadas.
- Pues, no estaba pensando eso... – rebatió el animago.
- ¡Ya!
- Ah, es cierto, se me había olvidado, que eres tú la persona que sabe perfectamente lo que pienso, como lo pienso y cuando lo estoy pensando. – golpe bajo, de nuevo.
- Ni que hubiera que estudiar un master para saber como es el gran, magnífico en dos palabras im – presionante, Sirius Black – gran revés de la morena.
- Pues si tu me conocieras tan bien como presumes... deberías saber que lo que siento por ti no es lo mismo que había sentido hasta ahora, que en quien pienso nada más levantarme es en ti y que nunca te haría daño... – punto y partido.
En ese mismo instante comenzaron a sonar las campanas que anunciaban el fin del año, en ese mismo instante las dos personas que situadas una enfrente de la otra discutían, se miraron a los ojos y por primera vez en mucho tiempo pensaron lo mismo...
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James abrió lentamente los ojos para descubrir que estaba en la enfermería... y que le dolía todo (otra vez). Se levantó con cuidado y observó que no había nadie más en la habitación. Nadie más excepto una figura que dormía en una de las camas. Una figura con un familiar pelo rojizo.
Se acercó lentamente y la miró a los ojos (cerrados).
- ¿Lily? – preguntó con cautela - ¿Estás dormida? – ninguna respuesta - ¿Lily? – volvió a preguntar acercándose aún más.
En ese momento unos grandes ojos verdes se abrieron para encontrarse con los suyos. Reacción: James prácticamente recorrió la enfermería del salto que dio.
- ¡Joder! – gritó llevándose la mano al corazón y respirando hondo para aliviar su taquicardia.
Cuando se hubo calmado volvió a acercarse hacia Lily.
- ¿Lily? ¿Estás despierta?
- Para ti... – contestó la pelirroja con una sonrisa – no.
- Tenemos que hablar.
- ¿En serio? La última vez que me dijiste eso...
--------- Flashback ---------
- Tenemos que hablar – comenzó James. La pelirroja que había a su lado asintió con la cabeza – Hay que aclarar lo que pasó antes.
- Sí. ¿Qué es lo que ha pasado exactamente?
- Nada. ¿No?
- Nada... – repitió Lily con una expresión extraña.
- Sí... ¿no?
- O sea, que no ha significado nada...
- Claro que no... – dijo James despreocupado – Sólo quería que no hubiera confusiones.
Lily le miró inexpresiva.
- Claro... Hasta luego – contestó de mala manera y dirigiéndose a la cama más alejada de James.
- ¿Lily? – preguntó extrañado y recibiendo como respuesta que Lily cerrase con fuerza las cortina que rodeaban su cama.
-------- Fin del Flashback ---------
- ...y ya ves – continuó Lily – Acabé borracha y pegando a todo el mundo – en ese momento su expresión cambió – Porque... fue lo único que hice, ¿no?
- Si te refieres a estar tan borracha como para liarte conmigo... no, entonces no – añadió James con sorna.
- Mucho mejor – contestó la pelirroja de mal humor e intentando levantarse – No quisiera besarte otra vez y traumatizarte de por vida.
- ¿Y eso a qué viene?
- Quiero decir – continuó Lily sin escuchar a James – te pasas los últimos tres años detrás de mí y cuando por fin consigues que haya algo de sentimiento por mi parte vas y dices que no ha pasado nada y me dejas allí tirada y hecha polvo y tú como si nada – paró un segundo para recuperar el aliento – Es que, ¿a quién se le ocurre?
- Espera, ¿sentimiento?
- ... es de idiotas, y de cabrones, porque eres un cabrón – la pelirroja seguía hablando como si James no estuviese delante de ella con la boca abierta - ¿Qué pasa? ¿Que no sabías qué más hacer para joderme? – se paró un segundo a reflexionar y empezó a reír como una histérica – joder... eso es como lo otro – comentó entre risas. Entonces notó que James no hablaba - ¿Qué pasa? ¿No lo pillas?
Al ver que James no reaccionaba le dio un pequeño golpe en el brazo.
- James... ¿estás en coma?
Silencio. Lily le pellizcó en el brazo con fuerza.
- ¡Au! ¡¿Por qué has hecho eso?!
- Es que estabas en coma.
- Lily... – empezó de nuevo James suavemente. Tan suave que casi lo dijo sin voz - ¿sentimiento?
- ¿Sentimiento qué? – preguntó Lily confundida – James, creo que estás borracho.
- Sí, eso. Estás borracha. No hay otra explicación – dijo con una risa histérica – Sentimiento... – volvió a reírse.
- James, de verdad, me estás asustando. Deberías ir a ver a la señora Pomfrey – aseguró Lily con seriedad – Espera, que te acompaño – dijo levantándose de un salto de la cama.
Con decisión agarró a un James todavía en shock, pero no había avanzado ni dos pasos cuando se mareó. Eso, añadido a los sedantes que le habían administrado (para evitar daños colaterales) la hizo tropezar para caerse justo encima de James.
Después de unos segundos sin moverse James decidió que era el momento de hablar.
- Mmmm... ¿Lily? Estás encima mío – dijo riendo nerviosamente.
- Lo sé. No soy tonta, ¿vale?
- Yo sólo...
- Además, todo esto es culpa tuya. Si no estuvieras borracho no me habría caído.
- Deber ser eso.
- Sí – asintió Lily muy segura de sí misma – Tengo sueño – añadió apoyando su cabeza en el pecho del chico.
- Eh... Lily... sigues encima mío. ¿Lily?
Lily se sentó de mal humor.
- Potter, tengo sueño, ¿es que no puedes dejar de molestar?
- Pero yo...
- Tú, tú y tú. ¿Alguna vez piensas en otra cosa?
James la miró incrédulo, no era la primera vez que la veía borracha, pero esta conversación cada vez tenía menos sentido.
- Sabes, durante un momento hoy pensé que habías dejado de ser tú. Que habías dejado de ser egoísta, egocéntrico y... no me acuerdo de más palabras que empiecen por ego, pero seguro que tú las eres todas.
- Pero Lily, ¿se puede saber de qué estás hablando?
- ¡Del beso! – luego miró para otro sitio y murmuró – Idiota borracho.
- Entonces te gustó... – dijo el chico algo inseguro.
- Pues claro – contestó como si fuera lo más obvio del mundo – Era un momento muy romántico.
- Nos estábamos gritando – comentó extrañado – y me acababas de pegar un manotazo.
- ¿Y qué? – preguntó encogiéndose de hombros – Me habías salvado la vida. Es lo más romántico que han hecho por mí.
- ¿Y por eso me pegaste?
- Tú eres idiota Potter. Hasta mañana.
Lily volvió a tumbarse en el suelo (aunque no parecía darse cuenta de este pequeño detalle) y cerró los ojos. James miró incrédulo a la chica que tenía delante. A ver si lo captaba bien: se había pasado tres años persiguiéndola y cuando por fin conseguía algo iba y lo estropeaba todo. Sí. Definitivamente era idiota.
- Deja de mirarme – exclamó Lily de repente (¿cómo le había visto?).
- Y si te gustó... ¿Por qué dijiste que no había significado nada? – preguntó el moreno.
La pelirroja abrió los ojos con expresión de indignación y se incorporó para mirarle a los ojos.
- ¿Perdón? Aquí el único que dijo eso eres tú – dijo alzando el tono de voz.
- Porque pensé que eso era lo que querías oír – respondió James también alzando el tono de voz.
- Sí, bueno – contestó riendo – entonces no pienses, porque se te da mal.
James la miró con una expresión extraña en el rostro.
- ¿Es mi imaginación o me estás diciendo que te gusto?
- No lo sé. La cabeza me da tantas vueltas que no sé lo que digo – dijo llevándose una mano a la cabeza – Pero sí, creo que eso es lo que estoy diciendo.
- Vaya... La verdad es que de todas las veces que había imaginado este momento ninguna se le parece.
- Seguro que en ninguna estabas borracho – aseguró Lily.
El chico se rió suavemente. En ese instante el repicar de las campanadas que iniciaban el fin de año inundó la enfermería. La pelirroja le miró expectante.
- Bueno, ¿vas a besarme o no?
James sonrió y Lily sintió unos suaves labios sobre los suyos. De todos los besos que habían tenido hasta ahora este era el primero en el que no sentía que debía apartarse.
------ ------ ------ ------ ------ FIN ------ ------ ------ ------ ------ ------ ------
Que no... que es broma. No se acaba aquí. Aunque bien podría. Bueno, este capi está bien currado, no podéis decir que no, y además, sale la escena que todos esperabais (bueno, a lo mejor todos no). A que ha sido bonito (las autoras se enjugan una lágrima). Pues como ha sido un capi extra-largo (bueno, y hemos tardado mucho, pero eso es otra historia) esperamos muchos reviews. Pero muchos, muchos, que sino no cuenta. Así que ya sabéis, dirigios hacia el botoncito que aparece el la parte de abajo y que pone Go, está al lado de otro botoncito que pone "submit review", el resto os lo podéis imaginar.
Sentimos haber tardado tanto, pero es que nos han pillado los exámenes. Menos mal que ya sólo nos quedan lunes y martes…
Muchas gracias por los reviews (que fueron 19, nuestro record):
Witchmin: lo hemos seguido lo más rápido que hemos podido, espero que haya merecido la pena la espera. Ciao.
Rory Granger: Que maja, aquí todo el mundo se ofrece para cuidar a Remsie, pero no, creo que no. Remsie es mío. Lily todavía no sabe lo de Remus, pero tú dale tiempo, que es una chica perspicaz. Muchas gracias por l rr. Bye.
Hermy: Bueno, lo hemos intentado terminar pronto, de verdad, pero es que en el colegio nos torturan con exámenes. Muchas gracias por el rr, a ver si t gusta también este capi. Bye bye.
tgv: Anda, la niña perdida, ya pensábamos que te habías muerto. Bueno, a ver si t lees los capis de una sola sentada.
PADFooT-BlaCK: Bueno, algo tendría que hacer Voldemort mientras tanto, y los vampiros son una posibilidad plausible, después de todo son criaturas oscuras y Voldemort es el señor Oscuro (¿es así cómo le llaman?). Muchas gracias, a ver si t gusta este también. Hasta pronto.
dark satine evans: Qué de competencia nos está saliendo de repente con Spike, no sabíamos que tenía tantas admiradoras. Bueno, tengo que admitirlo, lo del pelo Pantenne me lo inventé, ya sabía yo que no sería nada creíble... Por cierto, Sirius no es metrosexual, es un Narciso de los pies a la cabeza, un día se va a ver en el espejo y se va a cortar al lanzarse hacia sí mismo (creo que empiezo a desvariar). Muchas graciassssss por la rr tan larga, que hace mucha ilu. Esperamos que este capi te haya gustado también. Besos.
marghepotter: Bueno, hemos tardado lo más poco que hemos podido, pero es que el mundo se vuelve en nuestra contra. Bueno, esperamos que te guste este capi y que no quieras matarnos. Hasta pronto.
NyTA: Muchas gracias (las autoras se sonrojan) pero no es para tanto. Spike les gusta a demasiadas personas, esto no es bueno ( a las autoras se les cae la baba pensando en el vampiro rubio). Bueno, tú sigue enviando reviews y luego hablamos de lo de continuar la historia. Bye.
?¿¿?¨¿?: Muy bonito el nick, tiene estilo. Muchas gracias por el rr, a ver si este capi te gusta también. Hasta pronto.
Raipotter: Hemos intentado actualizar antes, de verdad, pero al destino le falta enviarnos una nota diciendo que nos odia. Muchas gracias por el rr, a ver si este capi te gusta tanto o más que los otros. Hasta la próxima.
EllEn44K: Oye maja, que nosotras t pasamos lo que escribimos, así que no vengas con exigencias. Q tal el puente? Yo bien, bueno, atascada con mis fics, a ver si adelanto algo. Bye bye.
Ely-Barchu: Muchas gracias, no te preocupes que seguimos escribiendo. Hasta la próxima.
jalogon: muchas gracias, bueno, intentamos dejar el capítulo con la intriga el mayor tiempo posible (aunque que alguien lo adivinase le quita el efecto sorpresa). Esperamos no haber tardado demasiado con el catorce, hasta pronto.
Helen Black Potter: Hombre, quedar como pareja tienen que quedar a la fuerza (a no ser que Harry saliera de una probeta), lo que pasa es que mientras más lo alarguemos más gracia tiene, ¿no? Muchas gracias por el rr, hasta pronto.
Ginny84: Lo hemos colgado cuanto antes, ha sido tarde pero cuanto antes (paradójico, ¿verdad?). muchas gracias por el rr, y a ver si este capi te ha gustado también. Bye bye.
Krlitaheart: ¿Angel? No, lo siento, nuestro corazón pertenece a Spike. ¿Estás volviendo a ver la primera temporada? A mi me dio por eso hará un par de semanas, aunque para mi gusto las mejores son las que sale Spike, y el capi de la tercera en el que sale es magistral. Reiteramos lo de maldita escuela, es la causa de nuestros problemas (pero ahora vacaciones, biennnnnnnnnnnnnnnnn!!!!!!!) Bueno, pos a ver si sigues dejando reviews, que hacen mucha ilu. Bye bye.
Ayda merodeadora: Lo dicho, demasiadas admiradoras para Spike, de las que han dejado review la mitad están enamoradas de él (menos mal que algunas se quedan con Angel, que si no...) muchas gracias por el rr, a ver si se nos baja el trabajo escolar a todas. Hasta pronto.
silmarwen754: Bueno, pues quédate con angel, pero a Spike ni tocarle, que es nuestro amor XD. Muchas gracias por el rr, hasta el próximo capi.
Luna210-lupin : No pasa nada, ya habrá tiempo. Muchas gracias por el rr, y a ver si conseguimos sacar pronto el siguiente capi (uff...) Bueno, ya nos vemos. Hasta pronto.
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¿Queréis spoiler? Vale
Para los que vean Buffy, ya lo verán (y no, no va a salir Buffy, es sólo un detalle que nos hace ilusión poner) y para los que no lo vean, más les vale verla porque es muy buena. De momento no podemos decir nada más.
Ciao y dejad muchos reviews.
