Spectacular Lincoln Loud

Capítulo 28 We are the Champions

"I've paid my dues time after time"

—Ahí lo tienes.—dijo molesta al mismo tiempo que una sustancia anaranjada caía lentamente al vaso de precipitado—La cura del veneno de la Escorpiona.

Había estado trabajando sin descanso durante toda la noche, parecía agotada, pero ahora tenía enfrente a Elemental y la Escorpiona, estando Octopus vigilándola por las cámaras.

—¿Ya podemos irnos?—dijo Martha sabiendo lo que iban a responderle.

—No hemos probado si funciona, Connors.—le dijo Ronnie negando lentamente con la cabeza.

—Además, la base secreta es de Lisa, la decisión es de Lisa.—dijo con simpleza Luna tomando el precipitado con cautela—¿Cómo se aplica?

—Inyección, directamente al corazón, como adrenalina debería de propagar la sustancia por todo el cuerpo rápidamente.—dijo ella de la manera más profesional.

—¿Así de fácil?

Acababa de resumir los últimos cinco años de su vida en una sola noche con un equipo limitado y varias horas seguidas de trabajo sin descanso estando amenazada de muerte y encadenada.

—Sí.—fue la respuesta de Electro.

—Un momento Luna.—escucharon por unos altavoces la voz de Lisa, junto al movimiento de una videocámara—Para comprobar eso tendríamos que descongelar a Sam, si la cura no funciona, no hay vuelta atrás.

Pudo ver como la Elemental veía aquel líquido naranja con sus ojos cubiertos de esa aura celeste, casi parecía estar ocultando lágrimas. Podía entenderla, era un todo o nada, si fuera la vida de Curt ella misma no estaba segura si tuviera el valor de hacerlo.

—Yo sé que hacer.—dijo la Escorpiona con simpleza.

—No.—fue la respuesta de Elemental mientras ocultaba el recipiente entre sus manos—Ya hiciste suficiente daño.

—Escucha, Connors, ¿Cuántas dosis hiciste?—preguntó Elemental mirándola directamente.

—Ehh… Son como diez mililitros de solución, yo diría que al menos para dos o tres dosis de tres y cuarto.—dijo Martha no gustándole aquella pregunta.

—Bien, no tendrás que replicarlo entonces.—dijo apuntando con su cola directamente a Curt.

—¡NO!—gritó Martha furiosa.

—¿Qué crees que vas a hacer?—dijo Luna confundida.

—Hazlo.—fueron las ordenes de Lisa desde el comunicador—Luna prepara la jeringuilla.

Durante un momento se pudo ver como si en los ojos de Martha una corriente eléctrica los recorriera e intentase librarse de sus grilletes, pero solo fue una lucha en vano puesto que la Escorpiona comenzó a gritar frustrada llena de ira y rencor.

—¡Por culpa de ustedes soy este monstruo! ¡Si esto falla será tu culpa! ¡No mía!—gritaba entre llantos mientras sus ojos brillaban cada vez en un morado más intenso.

Finalmente pudo sentir una fracción del mismo odio que tenía hacia Lori Loud, solo tuvo que imaginar su rostro y fue sorpresivamente simple, aquellas cadenas que la retenían antes ahora habían sido rotas.

Lanzó un chorro concentrado de veneno hacia el doctor Connors el cual aún parecía estar debilitado y sin apenas tiempo de poder resistirse comenzó a convulsionar por el dolor provocado.

Se escuchaban lamentos de un hombre herido junto a chillidos de una bestia oculta aun en el fondo de aquel hombre intentando librarse. Luna tomó una aguja de la mesa, pero temblaba tanto que terminó congelándola, retrocedió impactada y asustada.

Para ese momento Martha se encontraba devastada intentando liberarse con todas sus fuerzas, el cuerpo de Curt estaba empezando a sufrir los estragos del veneno con rapidez con la piel hinchándose y cambiado a una coloración rojiza, casi como si pequeños globos empezaran a crecer por distintas partes de la piel y sudando el mismo veneno comenzando a cubrir más partes de la piel. Todo esto entre gritos de dolor y sufrimiento que helaron su sangre.

Ella no era la mala, no era la mala. No podía serlo. Ella solo hacía lo correcto… Y…

—Lori entra a la habitación.—dijo entonces Lisa desde el comunicador—Son tres punto veinte mililitros la dosis, la primera raya después del 3 grande.

La puerta fue abierta, mostrando que su hermana había estado ahí cerca en todo momento, ¿Lisa sabía que ella iba a fracasar? ¿Por qué la hacía cometer esos actos? ¿Estaba siendo utilizada?

—Sostenlo Escorpiona, creo que la parte de Lagarto está intentando volver.—dijo la chica con seriedad al mismo tiempo que tomaba el precipitado y una aguja mirando la cantidad necesaria, siendo esa marca

—¡NO ME DICES QUE HACER!—la rabia de la Escorpiona parecía volver a ganar.

Pero Lori se transformó en la figura de Venom rápidamente y con velocidad de una araña tomó a Ronnie del cuello, rápidamente la Escorpiona se libró, pero sintió de todas maneras la falta de aire. Miro hacia arriba y notó la oscuridad que gobernaba a Lori.

Ya no era la chica tímida que intentó matar, ahora era algo distinto… Algo diferente. Todo gracias a esa sustancia negra extraña.

Comenzó a hacer sus ejercicios respiratorios y volvió a tener control de su rabia al mismo tiempo que se forzaba a acercarse a un desfigurado doctor Connors. Lori siguió las instrucciones e inyectó al hombre directamente al corazón liberando el líquido anaranjado en el sistema nervioso del doctor.

Al principio todo seguía igual, solo con los gritos de dolor apagándose gradualmente. Hasta que finalmente el veneno que salía en forma de pus comenzó a detener su producción después de un minuto y medio. Pudieron ver como la piel lentamente comenzaba a contraerse de vuelta a su estado original mientras los gritos de dolor se detenían y el hombre se desmayaba.

Finalmente, aun con varias glándulas hinchadas y claramente con una expresión de dolor se encontraba Connors respirando aceleradamente mientras el líquido recorría por sus venas. Lori le tocaba medir el pulso respiratorio "Mueve los dedos más arriba".

Aquello de hecho fue útil, agradeció mentalmente antes de sentir el pulso del señor Connors algo acelerado. No conocía como se medía, pero podía sentir el corazón acelerado, aunque nada fuera de lo normal.

Miró hacia la cámara con su sonrisa de tiburón y levantó su pulgar mostrando que estaba bien.

Lori pudo ver a su hermana Luna sentada en la esquina contraria de la habitación, cubriéndose el rostro con sus brazos mientras intentaba aferrarse a su pelo con sus dedos contorsionados y con la respiración agitada. Cerró los ojos y el traje se transformó en una chaqueta de cuero.

Ni siquiera le importó que Ronnie estuviera intentando calmar a Martha en base de amenzas, lo único que quería era ver a su hermanita.

—Hola… Sis.—dijo lo que creyó que era mejor.

—No sé quién soy.—dijo Luna negando con su cabeza y estirando su pelo hasta arrancar algunos mechones.

En sus ojos se traban de formar lágrimas las cuales se cristalizaban antes de que cayeran por su rostro, dejando el piso repleto de pequeños trozos de hielo como un rio plateado en aquella tétrica ubicación de las alcantarillas.

—Eres Luna Loud para nosotras.—dijo con simpleza Lori ofreciéndole una mano para que se levantase—Eres mi hermanita.

—No quería dañar a Connors… Solo quería recuperar a Sam…—dijo generando más cristales de sus ojos—No soy yo misma… Soy…

—No eres un monstruo.—se sentó Lori a su lado—¿Crees que Martha es inocente? El apagón lo provocó ella con tal de tener a su amado de vuelta.—dijo Lori como si aquello fuera ayudar—Míralo como karma.

Pero Luna no podía alzar la mirada, solo quería permanecer en la pared intentando llorar, pero siendo incapaz gracias a sus poderes. Quitándole la esencia elemental de un ser humano.

—Hey, si te sirve de algo la cura sirve, ven conmigo y salvemos a Sam.—dijo tomándola de la mano.

Lori sintió con dolor como parte de su mano era congelada, pero no le importó, estiró con fuerza y logró que Luna se levantase con la mirada agachada.

La llevó de la mano hasta estar frente a la capsula que tenía retenida a esa chica, la recordaba perfectamente como una chica vivaz de la edad de Luna, linda, de cabellera rubia con un mechón celeste… Justo igual al color de los ojos de Elemental. Por medio del megáfono Lisa se comunicaba con Lori para que tuviera las instrucciones exactas del proceso de descongelación.

—¡Hija de puta!—gritaba Martha intentando atacar a una Ronnie Anne que se había acercado.

—Teníamos que asegurarnos que sirviera, no lo tomes personal.—dijo la Escorpiona con simpleza.

—¡Intente ayudarte y así me pagas!—gritó Electro sintiendo su furia crecer y como si algo en su pecho estuviera a punto de estallar.

Pero Ronnie solo reía, le gustaba ver a alguien que la había lastimado finalmente derrumbada como merecía.

La puerta del congelador criogénico fue abierta y pudo ver el resultado de su veneno aplicado al mismo tiempo que Lori tomaba el cuerpo de Sam, lo guiaba a una camilla cuidada, diferente a la sucia en la cual estaba el doctor Connors y tomaba otra de las jeringas mientras medía el líquido exacto para inyectar, mirando de reojo y poniendo un poco de material extra debido a que no quería correr ni un riesgo, apenas una rayita más.

Pudo ver como la respiración regresaba en ese cuerpo cubierto de postulas, su brazo fue completamente cubierto por el simbionte. "Puedo ayudarla, pero necesito que confíes".

Claro que confiaba en el simbionte, solamente había sido útil hasta ese momento, no entendió por qué aquella petición hasta que vio como este subía mucho el brazo e insertaba la aguja en un ángulo extraño. Pudo ver por el monitor como el sistema cardiaco se detuvo provocando que Luna gritase ya casi rendida.

Pero Lori rápidamente notó que su otro brazo adquirió el mismo color del traje y comenzó a hacer ejercicios de resucitación. Estaba demasiado debilitada, necesitaban salvarla o sino Luna jamás volvería en sí. Durante unos momentos particularmente tensos notó entonces como un flujo débil, pero constante.

Hasta que entonces en el monitor apareció el primer latido, seguido de otro, y uno nuevo.

Estará bien.

Aquellas no fueron sus palabras, sino las del simbionte, pero usando su boca. Intentó resistirse, pero al ver a su hermana con los ojos iluminados decidió que aquel no era ni el momento, ni el lugar.

Luna se acercó a su amada tocándole el cabello mientras veía como las postulas de veneno iban disminuyendo y ese rostro desfigurado comenzaba a parecerse al angelical y pacifico rostro que tanto había extrañado. La tomó de una de sus manos y dijo:

—Ahora lo entiendo.—dijo con los ojos cristalinos—Haría todo por ella…

Lori sonrió mientras se alejaba lentamente para dejarlas solas. Su trabajo ahí estaba hecho, se acercó a donde estaba Martha sin mucho interés, solo mirándola de arriba abajo.

—Has pagado lo que debías.—dijo con firmeza.

Pero Martha no parecía de humor como para si quiera voltear a verla, tenía el rostro cubierto de lágrimas mientras sus manos temblaban de la ira. No tenía sentido seguir provocándola, así que salió de la sala satisfecha, habían descubierto una vacuna al veneno de Ronnie, regresaron a Sam y Lisa había cobrado su deuda.

Todo iba viento en popa.

"I've done my sentence but committed no crime."

Había que alimentarlos, al menos una vez al día, se aseguró que su traje estuviera sellado y tomando las bandejas de comida que había preparado se acercó por el pasillo de aguas residuales hasta llegar a una reja pesada. Accionó una palanca provocando que la reja fuera abierta fácilmente y entró antes de que esta se volviera a cerrar.

Ahí se encontraban los tan famosos Defensores, héroes del Gran Apagón que se tuvieron que unir para detener a una niña de cinco años. Y ahora estaban ahí, encadenados y con collares para suprimir sus poderes mutantes.

—¡Tienes que parar con esta locura Lynn!—le gritó Matt Murdoc cuando apenas iba entrando, él ni siquiera debía ser visible desde ese ángulo.

—¿Lynn? ¿Lynn Loud?—preguntó entonces el hombre al otro lado de la habitación, tenía unos grilletes en sus manos y pies provocando que si los movía se clavasen unas agujas con tranquilizante—No puede ser… Hijo de perra.

—Larry.—dijo el señor Loud viendo al joven—Cuantas vueltas da la vida.

—Tu no eras así…—dijo decepcionado el Arquero Asesino—¿Qué te hizo Octopus para que cayeras tan bajo?

—¿Lisa?—dijo el señor Loud sin entender tomando la bandeja de comida y comenzando a separar las porciones en una mesa a mitad de la habitación—Ella solo fue a buscarme después de que escapé de la cárcel.

Las porciones eran de una especie de pasta viscosa de color blanca, parecía rica en proteínas, pero en nada más. La casualidad de sus palabras era algo que no le gustaba ni a Matt, ni a Larry, pero que una de sus compañeras reconoció rápidamente:

—¿Qué no entiendes que solo te está utilizando porque sabe que le eres útil y leal?—dijo molesta Carol—¿Qué no ves que el resto de tus hijas están horrorizadas de lo que hiciste como Buitre?

—¿Qué vas a saber tú de mis hijas?—dijo ofendido el hombre y tomando parte de la porción de Carol fuera del plato directamente al suelo.

—Lynn, las conocí a todas, estaban destrozadas por…—intentó hablar de nuevo Matt.

—Porque me atraparon, si SpiderKid no hubiera aparecido yo aun estaría con ellas.—dijo con nostalgia mirando la comida que les estaba dando.

—No sabes lo que dices.—dijo Carol molesta intentando mover el collar de su cuello, no estaba acostumbrada a tener todas sus extremidades unidas durante tanto tiempo seguido.

—¿Y ustedes sí?—dijo el hombre fastidiado—¿Creen que van a ganar algo por hablar y decir palabras bonitas?

—Podemos intentarlo.—admitió Larry intentando ser sarcástico, pero nadie le siguió el juego.

—Si no quieres palabras bonitas, entonces tal vez solo quieras oír la verdad.—dijo desde el fondo de la habitación Jessica Jones, ella estaba completamente atada con grilletes triples en todas sus extremidades y sin collar puesto ya que no tenía efecto en ella—Eres patético.

El señor Loud tomó la porción de Jessica y la tiró en las aguas residuales. Pero eso en lugar de hacer enojar a la mujer la hizo sonreír.

—¿Matarás a tu propio hijo?—le preguntó Jessica acusadora.

—Yo no lo haré.—dijo el señor Loud con simpleza.

—Pero lo permitirás.—continuó hablando Jessica mirándolo directamente a los ojos—Déjame adivinar, no tienes poderes, conseguiste el traje porque estabas desesperado por alimentar a una familia grande. Pensaste que el mundo del crimen era el único lugar donde alguien pasado los cuarenta iba a conseguir nada. Probaste por un momento el dulce poder e inmediatamente lo perdiste a manos de tu propio hijo, y ahora solo intentas acabar con él para demostrarte que estás por encima, que eres ese hombre proveedor que alguna vez fuiste y que no fracasaste miserablemente en sostener a tu familia.—dijo cruelmente Jessica sin pelos en la lengua—Eres patético, quieres vengarte de un niño por tus propios errores, ¿Sabes qué? ¡Madura, hombre! ¿Crees que el resto de nosotros no ha pasado por mierda similar o peor? ¿Crees que porque el mundo te trató mal eso te justifica para hacer toda la mierda que quieras? ¡Porque si sigues yendo por el camino en el que vas no hay vuelta atrás! ¡Y lo sabes! Pero tienes miedo de afrontar tus errores, prefieres huir hacia adelante porque eres un patético y triste hombrecillo. He conocido a escoria como tú antes, no hay un final feliz, tarde o temprano tocarás fondo y no habrá vuelta atrás.

Hubo un momento de silencio en el cual el hombre pareció no importarle aquellas palabras, antes de que sus manos comenzaran a quedarse tensas y sus dedos se movieran erráticamente.

—¿Sabes qué?—tomó el resto de las porciones y las tiró al agua también—No tengo porqué soportarlos.

Se comenzó a largar provocando que todos los Defensores se le quedaran viendo, juzgándolo por sus crímenes, ellos no podían entender que lo hizo porque era la única alternativa de su familia, que Norman Osborn lo había guiado a esa trampa precisamente para tenerlo controlado y así tener más tiempo a Lisa en sus laboratorios. ¿Qué iba a hacer el señor Loud contra un multimillonario como Osborn? Él no tenía alternativa, se vio forzado a seguir ese camino, pero desde el momento en que dio el primer paso supo perfectamente su motivación. Si esa mujer quería decirle que era patético por pensar en su familia antes que en nada más, podía pudrirse ahí abajo junto al resto de sus amigos.

—No eres ni la mitad del hombre que eras cuando te conocí.—dijo Larry con los ojos entrecerrados cuando estaba a punto de salir.

Claramente todas esas afirmaciones le estaban afectando, los dedos de sus manos se movían violentamente, pero sus ejercicios de respiración le permitían controlarse.

—¿Y tú lo eres? Arquero Asesino, con a saber cuántos asesinatos a tu espalda… Pero el malo soy yo.—dijo con asco mientras la reja pesada era abierta—Los liberaremos apenas SpiderKid sea detenido, hasta entonces, púdranse.

—¡No le hagas nada!—gritó Matt furioso—¡Ha pasado por demasiado!

—¡Tú no eres su padre!—le gritó entonces Lynn mostrándose firme—¡SOY YO!

—Empieza a demostrarlo de una maldita vez.—le dijo con raña Carol con los ojos entrecerrados intentando provocarlo.

Pero el señor Loud negó rápidamente y cerró la puerta, dejándolos encerrados de nuevo en la oscura sala. No había apenas ninguna luz, lo cual era extraño para todos, menos para Matt quien tenía un mapa mental de la habitación. Pero era inútil, todos estaban deshabilitados o inmovilizados gracias a la Doctora Octopus.

—Puta madre…—dijo Jessica intentando librarse con todas sus fuerzas, solo lastimándose más en el proceso.

—¡Tenemos que salir! ¡No podemos dejar a Lincoln solo!—gritó la Gata intentando esforzarse por usar sus poderes, pero el collar se accionó y una descarga eléctrica le impidió concentrarse.

—Si alguien puede hacer algo contra todas estas chifladas… Tal vez es Lincoln.—dijo Daredevil intentando no moverse—Guarden energías, evidentemente estamos atrapados, pero tarde o temprano se descuidarán…

—¿Y si no lo hacen?—preguntó el Arquero quien estaba completamente sudado de los varios intentos que hacía para librarse.

—Si no lo hacen entonces tendremos que rezar para que Lincoln pueda enfrentarlas y salir victorioso.—dijo Matt con sus ojos cerrados, intentando mandarle fuerzas a Lincoln con fuerza.

—¿Nuestras vidas dependen de un niño de doce años?—preguntó el arquero incrédulo.

—Técnicamente cumplió trece hace un par de meses.—dijo Jessica provocando que todos voltearan a verla—El apagón ocurrió en su cumpleaños...

—¡No quiero morir!—gritó el arquero intentando con mayor fuerza librarse y accionando la corriente eléctrica del collar que tenía en el cuello causándole fuertes descargas eléctricas.

Mientras ellos pagaban su penitencia por el terrible pecado de ayudar al prójimo se encontraba el señor Loud caminando libremente por los túneles de las alcantarillas, con entereza, después de todo, él no era un criminal, ni un padre horrible, ni tampoco un super villano, era Lynn Loud senior. Y todos esos santurrones no entendían de sus problemas por más que pretendiese la señorita sabelotodo.

Pasó por un rayo de luz que había llegado hasta esas alturas de las alcantarillas, su reflejo estaba limpio y mostraba esa aura verde que lo había cubierto gracias a las mejoras del traje. Sonrió de medio lado, ¿Qué importaba la opinión de una borracha fracasada y sin familia? ¿O de la niña que huyó de casa y dejó atrás a su familia? ¿O del tipo que ni siquiera tenía pareja sentimental y fingía estar ciego? ¿O del asesino en serie? Ellos no significaban nada para él.

Solo ellas, sus hijas, si ellas estaban bien, era lo único que importaba. Y si todo salía bien, iba a volver a ser una familia feliz.

Una familia por encima de las leyes.

"And bad mistakes I made a few"

Las lluvias torrenciales de la noche pasada continuaban afectando al clima, con vientos furiosos irrumpiendo entre la cima de los edificios, por supuesto que para May Parker aquello ya no tenía que preocuparle. Finalmente, la pared de su sobrino estaba reparada tras varias peleas que tuvo con el rentero por la reconstrucción.

No era culpa de ella que un hombre lagartija fuera a atacar su casa… Para secuestrar al pequeñín. Llevó una mano al corazón de tan solo pensar lo que pudo haber pasado si SpiderKid no hubiera estado ahí para Peter.

Ella debía odiar a ese niño, después de que lo vieran escapando de la escena donde encontraron a Ben… Pero, no podía, SpiderKid era un símbolo de la ciudad, ayudaba a todos de manera constante, su propio Peter había estado muy cerca de eventos que lo involucraban y siempre salía bien parado.

Tal vez eran figuras como ese niño las que provocaban que días tan siniestros como aquel con las lluvias torrenciales y la ciudad militarizada fueran más llevaderos. Ella sabía que sin importar que esas niñas estuvieran libres, iban a enfrentar la mano de la justicia de nuevo.

Pero no paraba de temer por Peter. El pobre estaba devastado, desde que entró en secundaria había pasado por tanto, se hizo amigo de ese jovencito… Lincoln Loud… Vaya niño, de buen corazón sin duda, pero también de una familia problemática, sin ir más lejos la ciudad estaba en una crisis gracias a que dos de las hermanas del joven Loud y el padre habían escapado de la cárcel.

Aunque ellas no le importaban, temía más por la Escorpiona… Aun recordaba como Peter le contaba de su "amiga" Ronnie Anne, una niña mexicana que era skater y demasiado cool. Ella intentó ayudar a su sobrino tras que este fuera secuestrado por el Lagarto y el mundo decide castigarla volviéndola loca y liberando superpoderes con veneno.

Entendía muy bien porque Peter había estado callado últimamente, esa niña era parte de las que escaparon de la cárcel. May no era tonta, sabía perfectamente que esa Ronnie y su Peter habían estado saliendo poco antes de que el incidente ocurriera.

Como si no hubiera sufrido suficiente con la perdida de sus padres siendo tan joven, o de su tío hace ya casi un año, ahora también perder a una pareja y finalmente a su mejor amigo después de que este escapara de su casa. La vida de su Peter no era sencilla, la mayor preocupación que había tenido a esa edad ella era la de pasar rabietas porque no encontraba el vestido correcto para la graduación e iba a ser la noche más importante de su vida… Solo ella y Ben…

Benjamín… Richard… Mary… Los extrañaba demasiado a todos ellos, intentó entrar a ver cómo Peter había llevado las noticias, pero lo encontró acostado de lado, completamente cubierto por las sábanas y con la ventana abierta para dejar pasar aire.

Salió de la habitación más tranquila de que estuviera bien, pero escuchó el timbre. Normalmente abría Peter, pero podía dejar que descansase.

Al abrir la puerta del apartamento pudo sentir como la puerta era empujada sin que ella pudiera hacer nada y la derrumbaban al piso alfombrado que tenía. Su cintura dolía como mil demonios debido al golpe y la fuerza en las rodillas empezaba a fallarle, pero al abrir los ojos en lugar de mostrar la ira que tenía fue como si se quedase paralizada.

Ahí estaba Ronnie Anne, con ese traje verde que tanto había visto en las noticias que terminaba en una cola de escorpión, frente a su puerta y con unos ojos morados que no parecían estar sanos. Estaba clara la molestia en su rostro, pero sobre todo la mirada que le dedicó, casi una de pena.

—Hola señora Parker, ¿Peter puede salir a jugar?—dijo la chica con los brazos cruzados y pasando sin invitación alguna.

La mujer en el suelo intentó tomarla del pie para detenerla, pero Ronnie volteó a verla y alzó la mirada al techo harta, como si fuera solo una molestia. Detrás de ella venía una niña no mayor a cuatro años con el cabello castaño revuelto, unos grandes lentes de aviador, un suéter verdoso y una bata de laboratorio, pero lo más destacable era que no usaba sus pies, sino que se movilizaba con esos demonios metálicos con forma de garras.

—No le hagan nada a Peter…—dijo ella entre lágrimas.

—Es un peligro para nuestras operaciones.—dijo la niña pequeña con un tono frío.

—¡Es solo un niño!—gritó con el rostro enrojecido.

Fue entonces que esa niña pequeña volteó a verla directamente con interés, era como si no estuviera acostumbrada a que le levantasen la voz. Veía con curiosidad a la mujer al mismo tiempo que levantaba sus tentáculos que terminaban en forma de garra y parecía apuntar directamente al cuerpo de May.

—¡No está!

Pero fue distraída de hacer nada debido al grito de la Escorpiona. Ella estaba aún viendo esas garras metálicas que ni siquiera prestaba atención a las palabras de las niñas.

—¡¿Cómo que no está?!—dijo molesta la niña genio.

—Chequé en todos lados, no es un departamento grande, no está aquí.—dijo con simpleza Ronnie Anne.

Fue entonces que esa niña dejó de prestarle atención a May y presionó un botón al lado de sus lentes de aviador, provocando que de estos saliera una cuadricula verdosa con la cual examinaba las paredes.

—Es cierto.—dijo Lisa impactada—Se nos adelantó…—se detuvo para ver directamente a May y acercarse con sus garras metálicas hasta dejarla inmovilizada—¿Dónde estar Parker?

—Yo soy May Parker…

—Ja ja ja.—era una risa metálica, la voz de una niña, pero el alma de un robot—May, no pierdas mi tiempo, ¿Sabes o no dónde está Peter Parker?

Él debía estar en su habitación, se ocultó en algún lugar especial dentro del closet, no podía haber otra explicación. Pero miró directamente a los ojos al demonio y el demonio respondió con sonrisa de medio lado:

—Está tan confundida como nosotras, oh Peter, Peter, Peter Parker.—dijo con calma—Al menos nos podemos llevar un premio de consolación.

Dicho esto, sintió como una de las garras se acercaba demasiado a su cuello intentó luchar contra esa fuerza, pero fue como si todo el mundo se volviera oscuro en un segundo. May Parker quedó desmayada gracias al nervio que había movido Lisa, esta sonreía con soltura.

—No te quedes ahí, Santiago, búscalo, debe estar cerca.—dijo Lisa con tranquilidad—Yo la llevaré a nuestro escondite, si Parker quiere hacer algo que sepa que habrá consecuencias.

La chica entonces sonrió genuinamente, provocando que incluso Ronnie Anne mirase preocupada en esa dirección. Con cada momento que pasaba, estaban más cerca de obtener su venganza.

"I've had my share of sand kicked in my face."

Para Megan todo estaba demorando demasiado, capturar a los "héroes" fue divertido, pero ya todas ellas habían obtenido lo que querían, la única que faltaba de llenar su deseo de sangre para largarse lo antes posible era ella. Si SpiderKid moría entonces ella podría ser finalmente libre del dolor que tenía en el pecho.

Llevó ambas manos a su corazón e hizo fuerza provocando que enterrase sus uñas en arena sintética. Sus dientes se apretaban con fuerza, generando más granos de arena, deshizo las fisuras de su cuerpo perdiendo el color y volviéndose solo una masa de arena blanca con un gorro de lana rosado.

Era lo único que no quería que desapareciera, lo que se esforzaba por mantener estable.

Vio dentro de la base de Octopus como había un espejo de cuerpo completo en una de las habitaciones y como aquella masa de arena sin forma entró arrastrándose. Se posicionó frente al espejo y lo primero que hizo fue en el montón de arena lentamente formar su rostro con las facciones que recordaba.

Lentamente intentó volver a formar su cuerpo hasta que se dio cuenta que no estaba siguiendo los patrones de siempre, lentamente pudo ver como una figura masculina con un suéter de rayas horizontales verdosas aparecía en el reflejo, golpeó la superficie del espejo y vio las grietas. En cada uno de los fragmentos había diferentes formas.

En uno de ellos era ella misma como niña, con el mismo gorro rosado y el cabello rubio, pero con la ropa de Lana Loud, esa niña que su padre quería usar para remplazarla. En otro era ella cuando su madre Mara murió y tenía que usar esa vestimenta colegiala en el internado. En otro de los reflejos se veía a ella misma rodeada de gatos mientras su novio Ray la abrazaba. Como un montículo de arena inerte tras lo que su padre le hizo. Como una figura humanoide de arena cuando finalmente perdió el control. Y al final el más grande de los fragmentos la reflejaba a ella, pero cada que movía sus manos a su rostro para tocarlo este rostro se desfiguraba hasta mostrar de nuevo ese monstruo de arena muerto.

—¿Qué haces en mi laboratorio?—escuchó repentinamente a su espalda dando la vuelta.

En la entrada se encontraba la menor de todas las Loud, con los brazos cruzados y sus tentáculos amenazadores alzados.

—No sabía que era laboratorio, no hay puertas, solo quería practicar mis habilidades frente a un espejo.—dijo ella fingiendo tranquilidad.

Pudo sentir la mirada penetrante de Lisa atravesando cada uno de los granos de arena de su cuerpo, siendo la sabelotodo que es, probablemente hasta sabía a ciencia cierta cuantos tenía.

—Bien, prepárate, saldremos en una hora.

—¿Saldremos?—dijo sin entender Megan.

—Sí, no pudimos encontrar a Peter Parker, pero es irrelevante, apenas regrese Venom atacaremos con todo a SpiderKid, adivina quién lo tiene como rehén.

—¿Osborn?

—Osborn.

Fingió tener algo de sorpresa, pero era evidente que Norman intentaría hacer un movimiento para joderles la existencia, sabía perfectamente que Lisa era temida porque pudo detener a la Comadreja y al Kingpin ella sola y poner a la ciudad a sus pies.

—¿Atacaremos la alcaldía?

—Mientras la ciudad pierde la esperanza en SpiderKid.

La risa que soltó Lisa provocó que Megan la mirase extrañada, por lo que salió dándole la espalda y no viendo como Lisa continuaba riendo desde las sombras, sin parar de seguirla con la mirada al mismo tiempo que con sus manos sentía si había un solo grano de arena en sus cajones de herramientas.

—Aún es útil…—dijo tras verificar que no le habían robado.

"But I've come through!"

—¡¿Es enserio?!—gritó el hombre al teléfono al mismo tiempo que comenzaba a formular títulos en su cabeza—Esto será tendencia, el último escondite de Octopus, la estatua de la libertad.

Al igual que la policía el Daily Buggle no paraba de recibir jugosos titulares acerca de vistazos al nuevo grupo de villanas que rondaba por las calles. Algunos decían que habían visto a Electro en una planta de energía eléctrica. Otros que el Shocker secretamente era parte de la alineación porque lo vieron conduciendo una limusina con vidrios polarizados. Algunos otros aseguraban que habían envenenado el agua potable de la ciudad porque sabía diferente. Cada persona que marcaba intentaba tener su nombre grabado no solo en el periódico de prestigio, sino también en las redes sociales de la organización.

Hubiera sido mejor si la mayor parte del personal hubiera asistido a la oficina, pero debido a la cuarentena militar tenía que conformarse con ser de las pocas personas en la oficina junto a su secretaria Becky.

—Señor Jameson, alguien quiere verlo, dice tener noticias de su hijo.

Inmediatamente colgó la llamada, y de plano estiró del cable, no quería que sonase nada fuera de la voz de esa persona. Sabía que su asistente no le hubiera interrumpido si no fuese verídico. Una vez se acomodó en la silla presionó el botón del comunicador y dijo:

—Deja que pase.

A la oficina no tardó en llegar un sujeto de veintipoco años, rubio, con chaqueta de cuero y unos jeans desaliñados cargando como si protegiera con su vida un pequeño sobre amarillo. Lo conocía, pero no era de su interés, Brock siempre resultaba ser una decepción para fotografías de héroes.

—Hola jefe.—dijo Eddie confidente mientras se sentaba en los asientos.

—Espero que sea algo importante, cada minuto que pasa perdemos miles ante el caso de las villanas.

—Lo sé, así que iré al grano, SpiderKid mató al Capitán John Jameson.—dijo sin tartamudear Eddie.

El cigarrillo a medio fumar que estaba en la boca de Jameson se cayó inmediatamente al mismo tiempo que el hombre miraba al frente con un rostro completamente contorsionado, demasiadas emociones pasaban por su cabeza al mismo tiempo.

—¿Cómo sé que dices la verdad? SpiderKid le salvó la vida.—dijo Jameson apuntando a los titulares que tenía a su espalda colgados en la pared, algunos de estos hablando del incidente del cohete.

—Tengo una grabación.—dijo mostrando el contenido del sobre, una pequeña memoria SD.

Rápidamente conectó la memoria SD a su computador y pudieron ver ambos hombres como contenía un único video sin audio alguno, de una duración no mayor a dos minutos. Al reproducirlo pudieron ver a SpiderKid con el traje negro alejándose de la cámara sin darse cuenta de que estaba grabando. Cuando salió de escena se pudo ver a Jameson casi en un estado hipnotizado caminando hasta estar en una posición frente al arácnido.

Esa figura de SpiderKid debió dar una orden porque apuntó directamente a la figura de su hijo y pudo ver como esa sustancia negruzca que antes había visto en los ojos del muchacho al que crio ahora se esparcía por todo su cuerpo mientras se agitaba e intentaba luchar.

Jameson comenzó a llorar de la impotencia mientras levantaba frágilmente su mano intentando detener aquello, pero no podía, tenía que ver lo que había pasado, tenía que saber la verdad, por más que esta doliera.

Pudo ver como de la parte de los pies comenzaron a salir huesos y tejidos orgánicos que claramente eran de la figura cubierta de brea oscura que lentamente iba volviéndose más pequeña hasta ser una bola de carne rojiza que al ser pisada por SpiderKid provocó que se juntaran ambas masas y el niño se volviera más musculoso. Pudo ver como lanzó un grito o gruñido, y aunque no pudo escucharlo veía claramente los tentáculos recorriendo el cuerpo del niño al mismo tiempo que esos ojos blancos e inexpresivos salían de la habitación.

Como si los restos de su hijo no importasen y fueran desechables. El video se detuvo tras eso. Estuvo a punto de volver a reproducirse, pero no tuvo las fuerzas. Estaba hundido.

Definitivamente esa persona era John, se le veía claramente de perfil, con un rostro algo demacrado y esa misma mirada que tenía en el hospital.

—¿C-cómo lo conseguiste?—dijo intentando calmar su respiración y limpiando algunas lágrimas silenciosas que recorrían su rostro.

Trataba de mantener la compostura, pero le estaba costando demasiado. Su pecho subía y bajaba violentamente mientras que sus dedos parecían aplastar las palmas de sus manos.

—Arriesgue mi vida colándome, hay más grabaciones, pero creo que esta era la única importante.—dijo Eddie con sinceridad—Lo siento mucho, pero creí que lo correcto era mostrárselo antes que a la policía para que pudiera procesarlo.

—No…—estuvo por un momento a punto de golpearlo—Lo entiendo… G-g-ggracias por mostrármelo.

Apenas se podía mantener en compostura, ni siquiera volteaba a ver a Eddie, tenía la mirada en la pantalla, incapaz de mirar a otro lado. Ahí estaba su hijo, su pequeño, su astronauta, su orgullo, congelado en el tiempo antes de su asesinato.

—Sé que necesita tiempo, seguiré investigando el caso de las Seis Siniestras, me dijo un contacto que tengo que así se están identificando, no quiero abrumarlo francamente.—dijo intentando ser compasivo—Cuando consiga información la transmitiré a Becky y… Lo siento señor, ese niño pagará por lo que hizo…

Pero no hubo respuesta por parte de Jameson, el ambiente verdaderamente se puso tenso por lo que Eddie salió de la oficina temiendo que expulsase toda la ira directamente hacía él. Se acercó a la secretaria que parecía bastante extrañada de como Brock había salido de la habitación.

—¿Qué paso? ¿Qué hicieron adentro? ¿Está el señor Jameson llorando?—dijo cada vez más extrañada.

—Ya lo sabrás, pero necesito que me hagas un favor Becky.—dijo el chico tomando una libreta pequeña—Aquí están datos de la investigación de las Seis Siniestras, si cualquier cosa me pasa muéstraselos apenas se recupere, cualquier cosa, tienen mi número celular en el sistema.

Se fue dejando a un Jameson gritando completamente destrozado dentro de su oficina y una Becky completamente aterrada de lo que estaba pasando. Tomó el elevador y al llegar a la planta baja su rostro paso de nervioso a una sonrisa sincera.

—¿Acaso eres una diosa?—dijo sin entender.

—Para ti, seré lo que quieras.—dijo la mujer recorriendo el pecho del tipo con delicadeza de sus dedos.

Ambos usaban chaquetas de cuero, aunque la de Lori tenía ese característico negro de ser nuevo, igual que sus leggins que cubrían sus piernas. Iban abrazados saliendo del edificio cubiertos por el paraguas de Eddie a pesar de los fuertes vientos, mientras caminaban por las calles continuaron hablando:

—Pero enserio, ¡¿Cómo conseguiste eso?!—dijo aun sin entender Eddie.

—Mira, nadie debe saberlo, pero me lo mandó mi hermana menor de lentes… Ya sabes.

Eddie en lugar de reírse la vio completamente extrañado.

—¿Eres una alucinación? Tu deberías estar en el hospital y en cambio estás aquí ayudándome en la investigación de esta nueva asociación de villanas.—dijo cada vez más confundido.

—No lo soy, me puedes ver, tocar, abrazar y besar.—dijo la chica dándole un beso en la mejilla al final—Mira, sé que pasaste por mucho mientras yo estaba hospitalizada, mi mamá me lo dijo todo, acepta este regalo de mi parte, de todos modos iba a hacerlo público, para demostrarle a todo el mundo el peligro que es SpiderKid…

—Yo… Enserio estoy sin palabras.—dijo Eddie claramente emocionado y abrazando a Lori de la cintura—Gracias, gracias, gracias.

—Solo hago lo correcto.—dijo Lori aceptando el abrazo y sintiendo como la chaqueta que llevaba puesta comenzaba a desdoblarse para mostrarle la hora en su reloj—Eddie, cariño, tengo que volver al refugio con mi familia, se supone que debí haber vuelto hace unos minutos…

—Lo entiendo, lo entiendo.—dijo el tipo bajando a la chica con delicadeza y viéndola al rostro completamente embobado—No sé lo que haría sin ti, Lori Loud.

—Más de lo que ahora mismo crees, pronto tendrás tu vida de vuelta, cuando toda esta locura acabe y se revele lo que te dije…

—¿Esta noche en la alcaldía desde el puente de Brooklyn? ¿Estás segura?

—Lisa fue muy clara, quería que todas estuviéramos seguras mientras ellas provocaban a SpiderKid para tenderle una trampa.—dijo decidida Lori—No voy a poder grabar, pero cuento contigo Eddie, ayúdame a demostrar que ellas solo quieren detener a SpiderKid.

—Yo…—dijo él temblando de pies a cabeza—Haría todo por ti.

Se dieron un beso en los labios antes de que Lori diera un salto y comenzara a correr en dirección al "refugio" donde estaban el resto de sus hermanas ocultas, en contra de la torrencial lluvia apenas sin problemas.

Lori tuvo que contener la risa hasta llegar a una alcantarilla donde se coló con facilidad y se dejó ser cubierta por la sustancia negruzca para moverse a mayor velocidad.

Ahora la ciudad no solo sabría que SpiderKid era un asesino, sino que también sabrían que el grupo de villanas era las Seis Siniestras.

Y cada vez se acercaba más el momento de atacar.

Lo podía sentir, tan cerca, tan próxima a tener su venganza, Lincoln se iba a arrepentir de joder con su familia. Si tenía que dañar a su hermano para proteger al resto de su familia lo haría sin dudarlo.

"And we mean to go on and on And On AND ON!"

Patético.

Realmente Osborn creía que iba a detener a su equipo de villanas con un par de tanques antimotines, guardias en todos los edificios de las calles de los cuatro puntos cardenales y tropas de drones cruzando el perímetro del área.

Risible que aquella fuera su defensa, pero no estaba sorprendida, Osborn tenía que fingir para la gente al poder que iban a usar todo el poder militar con el que contaban, pero seguramente guardaría las protecciones serias para su espacio personal.

Eso si era lo suficientemente inteligente.

Algo de cerebro tenía, después de todo sabía que tenía a su familia como rehenes dentro del ayuntamiento de Nueva York, posiblemente con mentiras de refugiados.

—Siniestras, adelante.—dijo mientras salían de las alcantarillas del puente de Brooklyn.

El primero que salió fue el Buitre protegiendo sus áreas vitales con sus alas y cruzando a toda velocidad con sus cohetes el puente de Brooklyn, provocando que todo el tráfico se paralizara al ver arriba como aquel monstruo volador cruzaba el cielo a toda velocidad y alarmas comenzaban a sonar.

Algunas personas se mantenían en sus carros mientras la lluvia se tornaba de un color rojizo gracias a las alarmas instaladas en el puente, podían verlas avanzando desde Brooklyn, lentamente y lanzando a un lado a todo lo que se les atravesase.

Los reportes de las redes sociales ya las habían vuelto tendencia, Las Seis Siniestras se encontraban andando entre el tráfico sin la menor intención de detener su movimiento.

—Tu usas a mi familia de rehenes, yo uso a tus votantes.—dijo Lisa mientras andaba con sus brazos mecánicos por encima de los coches de familias aterrorizadas.

Por las ventanas se podía ver pasar a la chica de arena con un rostro desfigurado debido a la lluvia, a la temible Escorpiona con su cola en alto e incapaz de mirar a nada que no fuera enfrente. También pudieron ver del otro lado a la temida Elemental con su cubrebocas dejando una estela de humo congelado y con el agua que se le acercaba convirtiéndose en granizo diminuto.

Y al final de la formación, pero no por ello menos intimidante se encontraba ¿SpiderKid? Completamente vestido de aquel traje negro, pero con una musculatura incrementada.

La gente se achicaba en sus asientos esperando no ser vistos, ignorados y dejados de lado.

—Están movilizando sus tropas hacia nosotros.—dijo el Buitre acercándose de vuelta a tierra y evitando por poco un misil dirigido a su dirección.

—No atacaran.—dijo Lisa caminando aun confiada—Y si lo hacen, ganamos de todas formas, ¿No?

—Yo solo quiero matar a SpiderKid.—dijo la chica de arena cada vez más cerca de los pilares en el medio del puente.

—Y lo haremos, a este punto, con tantos testigos, toda la ciudad debe saber que estamos aquí.

Efectivamente los helicópteros policiales comenzaron a iluminar la zona, cosa que comenzó a crear pánico en los ciudadanos quienes comenzaron a acelarar sus autos en un intento pusilánime de escapar, provocando incidentes en toda la extensión.

Habiendo ya provocado el caos dio la orden.

—¡Ahora!

Rápidamente todas las Siniestras aceleraron por el puente, al llegar a una de las vueltas intrincadas que daba el sistema de carreteras dieron un salto directamente a la siguiente, encontrándose con las fuerzas armadas.

El Buitre agitó las alas violentamente hasta que comenzó a girar en el aire y descendió a toda velocidad. Las balas que trataban de usar para frenarlo salían rebotando gracias al metal de la armadura y antes de que pudieran verlo el hombre pasó por en medio de todos ellos con el torbellino levantando a todos del suelo y lanzándolos en diversas direcciones.

La segunda oleada defensiva fue en Park Row donde la cuarentena estaba aún más activa, rápidamente saltaron ataques de tanques dirigidos a su dirección, cosa que Luna detuvo elevándose en el aire y lanzando un grito. La onda expansiva provocó que toda el agua de lluvia en un radio de trescientos metros se congelara rápidamente provocando que los tanques comenzaran a deslizarse de uno a otro lado por el tipo de ruedas que tenían.

Algunos drones armados trataron de acercárseles, pero rápidamente los ojos de la Escorpiona brillaron de morado y lanzó el ataque a las figuras voladoras las cuales no podían evitar el movimiento gracias a la lluvia.

En Frankfort Street una armada de soldados intentó atacarlos como otra línea de defensa, pero Venom simplemente con un movimiento de su mano lanzó una bola oscura a los pies de los soldados, quienes intentaron cubrirse antes de ser mandados en todas direcciones gracias a la explosión de la telaraña oscura que les impedía moverse.

Desde el cielo comenzaron a llegar helicópteros que intentaban dispararles directamente con armas pesadas, pero rápidamente Sandgirl las protegió formando una barrera de arena encima de las Siniestras. Una vez detuvieron su ataque la chica de arena juntó todas las balas que tenía acumuladas en su cuerpo y las dejo caer al suelo, aun calientes mientras continuaban su andanza.

A sabiendas que habían llegado al objetivo Lisa sin dignarse a voltear lanzó una ráfaga de fuego directamente a sus espaldas provocando que cualquiera que pudiera estarlos siguiendoles tuviera que guardar refugio.

Ellas estaban siendo grabadas en alta definición desde el edificio casi vacío de Pace University, en el cual todos se encontraban aterrados y lanzando gritos de horror, pero Eddie Brock grababa mientras mantenía la transmisión en vivo con el Daily Buggle volviéndolo el evento más visto en la página, de miles de personas ahora millones veían aquel evento mientras la policía y ejército fallaban miserablemente.

Las Siniestras finalmente llegaron a la Fuente Jacob Wrey Mould, en frente tenían al ayuntamiento de Nueva York, la zona más militarizada de la ciudad. Las hermanas Loud veían horrorizadas por las ventanas como se acercaba el grupo mientras las menores gritaban en caso de las gemelas, lloraban en caso de Lucy, hiperventilaban en caso de Luan o se arrancaban los cabellos del estrés en caso de Lynn había una desesperada Leni que se encontraba aun al lado de Lincoln intentando hacerlo entrar en razón.

La madre Rita y la bebe Lily estaban en la oficina de Norman, la mujer protegía horrorizada a su pequeña hija para que no viera aquella imagen de pesadilla mientras que el alcalde se levantaba y acomodaba la corbata.

El momento había llegado.

Si no eran detenidas en ese momento nadie iba a frenarlas.

—Hey, ¿Dónde está la fiesta de disfraces? ¡Mi invitación se habrá perdido en el correo!

Desde encima del ayuntamiento y proveniente del Tweed Courthouse se acercaba el único e inigualable:

¡SpiderKid!

"WE ARE THE CHAMPIONS… MY FRIENDS!"

SpiderKid pasó caminando entre las patrullas policiacas y ejércitos, estando estos de su lado y mostrando completo apoyo.

Su corazón latía a mil por hora, había visto por la transmisión del Buggle lo que hicieron con el resto de los militares, él no tenía reflejos, no tenía la inteligencia, ni la fuerza, ni siquiera los poderes.

Solo su ingenio y valentía.

Sentía que una voz muy dentro de él le decía "Hiciste lo correcto" mientras sus piernas no paraban de temblar. No era el agua atronadora que caía mientras truenos se escuchaban.

Tragó en seco y volvió a la actitud bromista, Lincoln siempre actuaba así, fingir su voz era sencillo mientras mantuviera la calma, después de todo eran casi idénticas.

—Predecible.—escuchó por encima de la lluvia la voz burlona de Lisa Loud.

Pudo sentir un frio recorriendo su espalda mientras se ponía en posición de pelea. Fueron rodeados por el ejército y tanques antidisturbios. Solo él y ellas.

—Podríamos ahorrarnos su humillación si se entregan de una vez, Siniestras, están rodeadas.—dijo mientras lanzaba una telaraña a un árbol y se trepaba para ocultarse entre las hojas.

—¡¿Es enserio?! ¿Eso es lo que vas a decir niño malagradecido?—gritó el Buitre alzándose en el aire y moviendo sus alas en horizontal sacando las hojas que ocultaban al niño de un solo movimiento.

Pudieron ver como ahí instalado había una pequeña catapulta que fue activada y a sus pies llegaron dos bombas telaraña, las cuales Lisa aplastó una, pero la otra se activó enredando rápidamente a Luna quien era ayudada por Venom.

—¡¿Eso es todo lo que tienen?!—gritó desde la base del árbol el chico.

Lisa negó decepcionada con la cabeza y con el mismo tentáculo de antes lanzó una ráfaga de fuego en dirección al árbol. SpiderKid se lanzó pecho tierra y por poco esquivó la ráfaga hasta que pudo ver al árbol calcinado.

Comenzó a correr hacia el siguiente árbol del parque, pero una ráfaga de veneno comenzó a deshacerlo y cuando intentó volver sobre sus pasos casi fue congelado por uno de los rayos de hielo de Elemental molesta. Giró en el suelo para intentar alejarse, pero fue arrastrado por la telaraña del traje simbionte de vuelta a la posición donde había estado antes.

Cerró sus puños y generó de sus guantes unas pequeñas cuchillas con las cuales cortó la telaraña y rodó a un lado para evitar por poco uno de los tentáculos de Lisa que lanzaba corriente eléctrica.

No estaban peleando, lo estaban provocando, casi como si fueran un cazador jugando con su comida.

—¿Vas a quedarte ahí?—gritó Sandgirl furiosa—Ya me harté.

"AND WE'LL KEEP ON FIGHTING TILL THE END!"

Con un movimiento rápido envolvió a SpiderKid y lo acercó hacia el circulo de las Siniestras a toda velocidad. Peter hundió su cabeza en la arena conteniendo la respiración. Y para cuando sintió que se detuvo soltó otra bomba telaraña la cual lanzó disipó toda la arena que tenía a su alrededor.

Cayó al suelo y al levantarse notó que algo rasgaba su brazo derecho. Pudo sentir como la sangre comenzaba a recorrer mientras Ronnie levantaba de nuevo sus garras. Con su brazo izquierdo apuntó una telaraña a los ojos de la chica y se hizo para atrás, chocando contra la armadura mecánica del Buitre quien lo capturó para evitar que pudiera moverse.

—¡NO! ¡SUELTAME!—gritaba aterrado, ya ni siquiera fingía la voz.

Tomó de su bolsillo el control remoto de sus brazos rígidos y activo uno de los pistones para que retrocediera rápidamente, dando como resultado un codazo en las costillas del Buitre.

Al salir sintió que su pie era congelado gracias a una ráfaga de hielo que terminó dando en el suelo. Intentó moverse arrastrándose, pero su mano izquierda fue aplastada cuando el traje simbionte se acercó y aplastó su mano.

El grito que lanzó Peter fue uno de desesperación, estaba ahí, sus lágrimas de llanto se perdían gracias a la lluvia con relámpagos que sonaba a su alrededor.

Como si no fuera poco del otro pie que no estaba congelado fue tomado por uno de los tentáculos de Lisa y lo lanzó al aire donde pudo por primera vez que la Elemental y la Escorpiona estaban apuntándole directamente.

Débilmente con la mano derecha lanzó una telaraña a una de las lámparas públicas frente a la alcaldía y estiró con todas sus esfuerzas, esquivando por poco ambos rayos, pasando por las telarañas oscuras de Venom y con el angulo de lanzamiento salió disparado hasta que rodó por el suelo a los pies de las escaleras de entrada a la alcaldía y tirando el poste del cual se había columpiado, este tenía una bandera de Estados Unidos la cual estaba encima suya.

Toda su cabeza giraba mientras veía como las Siniestras se acercaban con sonrisas en sus rostros, no podía gritar o moverse, no era nada, solo era un niño… Y dentro de poco iba a morir por hacer lo correcto. Pudo sentir las lágrimas recorriendo su rostro mientras la esperanza lo abandonaba.

Su cuerpo fue rodeado por la cola de la Escorpiona quien lo estrujó para intentar romper más de sus huesos y hacerlo chillar de dolor, su corazón latía cada vez con menos fuerzas.

—¿Enserio Lincoln? ¿Tan rápido? Al menos finge para las cámaras.—dijo Ronnie burlona.

Peter levantó la cabeza impactado.

—¿Qué? ¿Crees que no lo íbamos a saber?—dijo al lado de ella la Elemental.

Eres tan predecible.

—Me obligaste a hacer esto hijo.—claramente el Buitre tomó una punta de sus alas filosa mientras le apuntaba.

—Te metiste con las personas equivocadas Loud.—amenazó Sandgirl.

Todas se hicieron a un lado mientras Lisa se acercaba con tacita calma y tomaba la máscara de SpiderKid con un tentáculo y con una mano levantaba su mentón.

—Solo te devuelvo el favor.—dijo Lisa a su oído antes de que Peter sintiera como algo lo atravesaba por el estómago.

Era como una cuchilla la cual fue retirada limpiamente de otro movimiento de los tentáculos. Ni siquiera podía ver, sentía que de un momento a otro iba a perder el conocimiento.

—¡Basta!—gritó desde las puertas de la alcaldía un chico con un suéter rojo, pantalones azules y cubierto con una máscara de SpiderKid.

Todos voltearon a ver arriba.

—¡Déjenlo en paz!—dijo entre lágrimas.

Rápidamente Lisa tomó la máscara del que tenían retenido y la quitó, revelando que quien estaba bajo el manto fue todo el tiempo Peter Benjamín Parker.

"No time for losers, cause We Are The Champions!"

Veinticuatro horas atrás

"I've taken my bows"

Entró de nuevo en las instalaciones sin nada más que sus ropas, carecía de los lanzatelarañas y de su traje, por lo que no tenía nada que ocultar, por primera vez volvía a ser solo un niño.

Fue a la habitación donde se refugiaban tanto él como Clyde, los señores McBride y el Capitán Stacy. Pudo ver a la familia unida hablando mientras se abrazaban, del otro lado se encontraba el señor Stacy, mirando directamente a una esquina oscura que no podía ser iluminada por la luz.

Lincoln aun recordaba lo que pasó en el hospital. Recordaba la sustancia negra cubriendo casi todos los rincones de la habitación, ese grito temible que el simbionte lanzó justo antes de saltar por la ventana del hospital.

¡Lincoln! ¿Quién hizo esto?—gritó el Capitán Stacy mientras lo agitaba de los hombros—¿Sabes qué es ese liquido negro?

¡Gwen! ¡Gwen lo hizo!

Solo recordaba que apenas podía sentir su rostro, tantas emociones estaban pasando por su cabeza en ese instante. Tristeza por la pérdida de su hermana, culpa sabiendo que él era el responsable directo, ira ante la idea de que su mejor amiga estuviera decidida a dañarlo, impotencia porque no pudo detener aquello aun con sus poderes, determinación de detener a Gwen costase lo que costase.

¿Qué?—en cambio el Capitán Stacy lo miraba sin entender—Ven conmigo.

Lo tomó del brazo y arrastró afuera de la habitación donde la familia Loud se encontraban catatónitas y la policía luchaba por entrar cuanto antes para ver la escena del crimen. Pero tanto el Lincoln arrastrado como el Capitán se detuvieron al encontrar una habitación oscura y vacía de personal donde el hombre apunto con la linterna. Tomó su placa de policía, la dejó en una mesita de noche volteada y dijo sin agresividad, pero sin calma.

¿Qué pasó con Gwen y Clyde? ¿Dónde están?

Yo…—dijo el chico sin bajar la mirada, pero temblando.

¿Por qué dijiste su nombre? ¡¿Por qué?!—gritó el hombre con el rostro enrojecido.

Porque lo hizo.

¡¿Hizo qué?!

Gwen Stacy es Venom… Ella fue infectada por el traje negro…—dijo sabiendo que no ganaba nada mintiendo.

Pudo ver la clara confusión en el rostro del Capitán Stacy, su rostro había pasado de rojizo a pálido con esa simple oración.

¿Qué?

Es un parasito, un veneno del cual no se puede escapar fácilmente.—dijo Lincoln mirando al suelo—Yo logré escaparme de sus garras y se vengó secuestrando a mi hermana…

¿Qué tu qué?

No tenía tiempo para revelarle su identidad secreta y hacerle entender el último año que había vivido portando el traje arácnido, detestaba mentir, pero sabía que era su única alternativa:

El traje negro de SpiderKid no era un traje.—dijo con simpleza Lincoln—¿No recuerda que se puso raro como un mes y al poco tiempo tanto el Capitán Jameson como yo desaparecimos? —dijo Lincoln manteniéndose calmado—Tal vez recibió el reporte de una empleada de veterinaria atacada por un padre e hijo.

Sí.—dijo George mirándolo confundido—¿Cómo lo sabes?

El traje negro no es un traje… Es un… Bicho, baba, cosa pegajosa rara que tiene mente propia y trata de hundirte en tus pensamientos más oscuros…

No entiendo.

Yo estaba en esa ceremonia de premiación, en algún momento me… Infectó y al poco tiempo… Escapé…—dijo apretando las manos para contenerse, aun recordaba esa noche fatídica—Durante un mes perdí todo contacto con el mundo real, solo escuchaba esas voces…

Se detuvo debido a que un frio recorrió su espalda, casi como si hubiera invocado las sensaciones le hicieron sentir que estaba de vuelta en su mar mental.

¿Qué?

SpiderKid logró vencer al simbionte, o eso creo ya sabe que volvió al rojo con azul y logró liberarnos a mí, a Jameson y a muchos animales que estaban siendo controlados.—explicó de manera simplista y sin saber esos datos.

Eso no fue lo que dijiste en el departamento.—dijo Stacy no gustándole a donde llevaba todo.

Matt me dijo que nadie iba a creerlo, pero es la verdad capitán, nunca hubiera golpeado a mis hermanas si hubiera tenido el control.—dijo Lincoln tragando en seco.

¿Y qué tiene que ver un traje negro con Gwen?

La tiene bajo su control.—dijo Lincoln con firmeza—El traje negro quiere vengarse, sabe que yo lo rechacé, tomó a Gwen, no sé cómo, y la forzó a secuestrar a Lori…

No te creo.—dijo el Capitán confundido—Deja de mentir por una vez en tu vida.

Capitán, todos corremos un grave peligro.—dijo Lincoln limpiándose el rastro de lágrimas—Tiene a Gwen.

No, ella está bien.—dijo el Capitán comenzando a sentir pavor—Nunca debí dejar que se juntara con un niño tan mentiroso y problemático como tú.

¡Yo la amo también!—dijo finalmente Lincoln con el rostro enrojecido—Yo…

El hombre se quedó mirando de pies a cabeza al chico, con su camiseta naranja y chamarra rojiza, así como jeans, pecas por todo el rostro y el característico cabello blanco que lo distinguían fácilmente en una marea de personas. Luego miró directamente a sus ojos y pudo ver varias cosas, la primera miedo y tristeza en grandes proporciones, pero con suficiente determinación para mantenerle la mirada.

Ese niño había pasado por mucho.

No te creo.—dijo el Capitán saliendo de la habitación y dirigiéndose al pasillo cercano—No tienes ninguna prueba.

¿No estamos bajo constante vigilancia?—dijo el chico como último recurso—Ponga la grabación de las cámaras, si Gwen es Venom, podemos destruir esa evidencia y salvarla.

El oficial durante un momento dudó de las intenciones de Lincoln, pero revisar precisamente las grabaciones podía ser algo fundamental para ver el secuestro de Lori Loud, así que sin decir una sola palabra más tomó al chico de la muñeca y lo llevó al elevador, ambos subieron hasta el piso de seguridad.

No había nadie, solo estática en todas las pantallas desde las de la entrada principal hasta las de las habitaciones, había una marcada como "Loud" con una etiqueta, la cual tenía el botón de grabación en la esquina derecha.

Alguien entró al sistema.—dijo el oficial extrañado—Mandaron la señal a un servidor externo en lugar de al hospital, quien sea que lo hiciera debe ser muy listo.

Regrese hasta donde tengan grabado.—dijo Lincoln presionando un botón con ese símbolo y vio como las cámaras comenzaron a mostrar flechas apuntando al lado izquierdo al mismo tiempo que la estática de las pantallas iba en reversa.

Su corazón estaba acelerado mientras veía la hora en el reloj de las cámaras descender rápidamente, hasta que finalmente todas las cámaras se encendieron a la vez mostrando el hospital completamente repleto de cámaras. Iban a tal velocidad que cuando el Capitán Stacy presionó el botón de pausa era un minuto antes de que se perdiera la señal.

Pudieron ver en esa pequeña cámara entre montones la figura oscura con la araña blanca, musculosa y respirando entrecortadamente frente al cuerpo de Lori Loud.

¿Qué es esa cosa?—preguntó el Capitán horrorizado.

Es Venom…—dijo Lincoln en voz baja.

La ventana estaba abierta y pudieron ver como las pantallas comenzaban a volverse borrosas al mismo tiempo que la cabeza de ese cuerpo era descubierta.

Ahí estaba, de manera innegable.

Gwen Stacy, la hija perfecta, la que tanto había protegido, con ese traje negro que la hacía perder todas sus facciones. No pudieron ver mucho más a los pocos segundos la señal se perdió completamente.

Ya habían pasado varios días desde que ambos estuvieron en esa habitación, confirmando los peores temores de ambos. Lincoln aún se preguntaba quién era aquel que había intentado entrar al sistema de cámaras de seguridad, ¿Había sido la propia Gwen intentando cubrir su rastro? Aunque de ser así dejó varios segundos su rostro completamente grabado y expuesto…

Negó con la cabeza, ya no era SpiderKid, no tenía por qué resolverlo, la policía iba a encargarse ¡No era su problema lo que hiciera o dejase de hacer Gwen! ¡O sus hermanas! No le importaba el retorcido juego en el que estaba involucrado.

"And my curtain calls"

El Capitán no tuvo más opción que creerle a Lincoln a pesar de que era lo último que quería, el chico necesitaba ganárselo en aquel momento, así que sugirió borrar la evidencia. El capitán Stacy, aquel hombre de leyes firmes y completamente sumido en la moral no dudó ni un solo momento en hacerlo con tal de salvar a su hija de alguna condena.

Fue entonces que Lincoln lo entendió, la familia era más importante que las leyes o la moral, algo que él nunca logró aprender, una lección que nadie le había enseñado. Empedernido en intentar ser un símbolo de esperanza, una figura en la que todos pudieran confiar dejó tan de lado su propia humanidad, sus deseos, amigos y familia.

—Capitán.—se acercó Lincoln a hablar con el hombre quien no podía apenas levantar la mirada—¿Se encuentra bien?

—No… Mi hija… Mi pequeña…

Lincoln le hizo una señal para que se callase y apuntó sutilmente a una cámara colgante del techo con sus ojos, provocando que el hombre limpiase sus lágrimas y continuase mirando al suelo y con los puños apretados.

—Lincoln Loud… ¿Cómo?

—¿Cómo?—preguntó Lincoln sin entender.

—¿Cómo lo soportas?

Durante un segundo el chico se sintió impactado, no había vuelto a hablar con el hombre desde aquel momento en el hospital, al menos no en privado, era la primera vez que ambos estaban al mismo nivel. Lo cual era preocupante, indefensos y atemorizados.

—No lo soporto realmente.—dijo Lincoln con honestidad.

—Quema…—dijo el hombre intentando controlarse y llevando una mano a su pecho—No dejo de tener miedo en cada momento de lo que podría pasar, ni en sí estará bien o mal.

—Esa sensación nunca se irá.—dijo Lincoln mirando también al suelo—Solo ayudando a mi familia que queda es como puedo ignorarlo…

—Ella es lo único que me importa en este mundo.—dijo el hombre con ambas manos en su cabellera rubia y desesperado—Y ahora… Y ahora está con…

—El resto de mi familia queriendo matar a SpiderKid, sí.—dijo Lincoln decaído.

Durante un momento el Capitán recuperó su porte usual, solo sorprendido al ver a Lincoln de pies a cabeza nuevamente.

—Eres solo un niño.—se llevó una mano a la cabeza recogiendo todo su cabello para después apretar mientras cerraba los ojos—Soy una vergüenza…

Por primera vez Lincoln pudo ver no al Capitán Stacy, aquel hombre mayor y de temple inalterable, lleno de valor para actuar, estricto cuando era necesario, pero comprensivo ante los errores, sino a George sin ninguna máscara, un hombre inseguro y queriendo guardar para sí mismo sus problemas. No pudo evitar pensar en Gwen al inicio del año haciendo algo similar.

La válvula de estrés ya había explotado y revelado el rostro de George. Aquel era el punto más bajo no solo de Lincoln, sino también de la policía, incapaz de hacer nada contra las Siniestras, o del propio Capitán de Queens, derrotado por que su hija era parte de ese grupo de villanas.

Quiso decir algo más, pero se contuvo, el chico en aquel momento estaba furioso con Gwen, secuestrar a Lori para después unirse a las Siniestras y liberar tanto a la Escorpiona como a Sandgirl de una cárcel de máxima seguridad.

—Cuando me uní a la policía fue para protegerlas a ellas, ¿Sabes?—dijo ya más calmado—Gwendolyn y Helen… Ellas lo eran todo para mí, las que me motivaban a salir cada día de la cama por más difícil que fuera…

—Gwen no hablaba mucho de su madre.—dijo Lincoln mirando al Capitán con intriga.

—Helen le dio un paro cardiaco hace ya tres años… No había cumplido ni siquiera cuarenta.—dijo el hombre casi tan destrozado como antes, pero manteniéndose firme—Fue tan repentino, un día está ahí, al siguiente ya no.

—Yo…

—Y ahora, mi niñita, tampoco está… No me queda nada.—dijo soltando un suspiro largo y pesado tomando una cartera pequeña—Solo mi placa, pero sin ellas, esto no vale nada.

Dicho esto, arrojó la cartera al otro lado de la habitación y se sentó mirando al frente. Lincoln sabía que el hombre necesitaba tiempo, pero fue a por la pequeña cartera con la placa de policía en un lado y del otro lado, cubierta por un plástico la fotografía del hombre, su hija y esposa en un restaurante mientras hacían gestos a la cámara.

"You brought me infame and unfortune and everything that goes with it… I thank you all"

El chico no podía soportar seguir en esa habitación, no quería sentir pena de Gwen, quería odiarla, quería pensar en Lori y sentirse tan miserable que no pudiera moverse.

Caminó por los pasillos de la alcaldía mientras las cámaras lo seguían de cerca, todas apuntando a él porque era el único de los refugiados que parecía no poder quedarse quieto. Se dirigió a una pequeña habitación donde tenían una nevera e intentó buscar un bocadillo para fingir al menos estar haciendo algo a esas horas de la noche.

Continuó caminando hasta llegar a la habitación de las mujeres, quiso abrirla para ver a sus hermanas, decirles buenas noches, tal vez dormir en la misma habitación que ellas para sentirse querido. Pero alejó su mano del pomo de la puerta.

Ellas no podían ayudarlo, no podía simplemente ir con ellas y hablar sobre como él era el culpable de que ese temible grupo de villanas fuera causado porque él peleó contra su propia familia, amigos y aliados.

Trató de pensarlo por un momento, su familia lo iba a odiar si sabían que fue SpiderKid, no importase lo arrepentido que dijera que estaba.

—Pero ¿Por qué escapó?—su oído de héroe le permitió escuchar detrás de la puerta—¡Es lo que no entiendo!

—Calma Lynn.—escuchó la voz de Leni—Intenta dormir.

—No, no puedo, cada que cierro los ojos está ahí papá, o Luna, o Lisa, o Lori, o esa tipa de arena, o la maldita Ronnie Anne.—dijo su hermana Lynn mientras hiperventilaba—¡No puedo descansar! ¡Y menos aun cuando estoy tan enojada!

—Estoy segura que Lincoln tenía sus razones.—escuchó al fondo de la habitación a Luan.

—¡Él dijo que iba a contarnos la próxima vez que tuviera problemas! ¡Y de repente viene con el capitán de policía diciendo que debemos estarnos moviendo en una camioneta día y noche sin explicar nada!—gritó la chica mientras claramente Lincoln podía imaginarla llorando.

—Ha pasado por mucho.—lo justificó Leni.

—¡¿Y por qué no nos lo dice?! ¡¿No confía en nosotras después de todo el apoyo que le mostramos?!—gritó para finalmente caer rendida.

Hubo un silencio largo y tendido, en el cual Lincoln supo que no necesitaba escuchar más, su última escapada como SpiderKid había deshecho cualquier progreso que había logrado con su familia. Se retiró rápidamente, tanto que ni siquiera pudo escuchar como la conversación terminó:

—Lynn, cuando sea el momento nos lo dirá.—dijo Leni abrazándola.

—¿Cómo estás tan segura?—dijo entre jadeos la chica deportista.

—Porque es nuestro hermano, nos quiere, estoy segura de eso, pero creo que, en el fondo, él cree que todo esto es su culpa…

—¡¿Su culpa?!—dijo Lynn impactada—¡Pero es solo un niño!

—¿Recuerdas lo que dijo en el hospital? De no querer decirnos nada para no preocuparnos, así es él.—dijo Leni con seguridad.

—Solo quiero que esté bien y no se separe de nosotras, tengo mucho miedo.—dijo abrazando a la mayor.

—Todas tenemos mucho miedo Lynn, pero pelear entre nosotras es lo último que necesitamos.—dijo Leni abrazando con más fuerza.

Rápidamente varios pares de brazos se unieron para darle calor a la chica que tanto lo necesitaba.

Pero había otro chico que necesitaba apoyo mientras se derrumbaba cada vez más avanzando por los pasillos.

Ya no era SpiderKid, pero las consecuencias de serlo iban a perdurar en su vida.

Fue directamente al baño de la alcaldía y bloqueó la puerta para que nadie pudiese entrar.

Miró a los ojos al reflejo de su rostro por primera vez en varios días, pudo ver claramente unas marcadas ojeras a plena vista junto a una boca con una sonrisa invertida y un cabello desacomodado, su camiseta sucia y descuidada con el paso de los días solo reflejaba su situación tanto o más que su espíritu.

Era un desastre.
¿Dónde había quedado aquel niño que solía creer que era? ¿Dónde estaba Lincoln Loud? Solo veía un rostro de alguien muy cansado, aterrado y triste. No mucho tiempo atrás recordaba ser feliz, tener una familia grande, con muchas hermanas llenas de energía y vida, una madre contenta que los cuidaba tiernamente y un padre que los guiaba a todos para tener el mejor futuro posible.

¿Por qué no podía todo volver a ser como era antes?

Antes de que Lori fuera secuestrada, o antes de haber golpeado a Lisa, antes de que Luna casi lo asesinara, o mejor aún, antes de que él provocase el arresto de su padre. ¿Por qué no más?

Volver antes de que el señor Parker muriera, sin Peter se hubiera terminado abrumando de la responsabilidad de ser un super héroe y nada de esto hubiera pasado.

Quería regresar a como era su vida antes del piquete de la araña. Una vida perfecta e ideal, una donde no tenía que ser devorado por sus remordimientos noche tras noche.

Pero si alguien veía su reflejo, jamás hubiera imaginado que él era el mismo Lincoln Loud que el de hace un año. Estaba perdiéndolo todo lenta y progresivamente, como una maldición tras conseguir los poderes.

De no ser por estos él solo hubiera sido un chico normal que va a la escuela, disfruta de las películas del señor de los anillos y su mayor preocupación fuera ver como conquistar a una chica, o tal vez como no reprobar matemáticas.

En su cabeza resonaban las palabras de su abuelo de cuidar a sus hermanas, ¿Cómo había fallado tan miserablemente?

Tuvo que tomar aire debido a que muchas pasaban por su cabeza, recargó la mano en el espejo notando que esta era oscura, al ver al frente notó su cabeza completamente rodeada de estática y su cuerpo cubierto por el traje negro.

—¡NO!—gritó aterrado antes de caer de espaldas y ver el techo.

Llevó las manos a su cabeza y era suya, al levantarse volvió a verse en el reflejo, era él.

Se sentó en el suelo mientras llevaba una mano al corazón, estaba volviendo a encerrarse en la cárcel mental donde el simbionte lo tuvo atrapado.

Pero esta vez el carcelero era él mismo.

Y sentía que tal vez era lo más justo.

Lloró en el suelo sin que nadie pudiera verlo u oírlo. Lloró hasta quedar completamente dormido.

Deseando que todo acabase y pudiera volver a ser feliz.

"But it's been no bed of roses, no pleasure cruise"

Escuchó el sonido de la puerta siendo tocada violentamente, al abrir los ojos notó que estaba en el piso del baño para hombres de la alcaldía, con un día lluvioso como la noche pasada y con el cielo gris. La puerta volvió a sonar con fuerza, se limitó a voltear a ver, no quería moverse.

—Lincoln, ¿Estás ahí?—escuchó a su madre del otro lado de la puerta.

—Sí.—gritó finalmente sin dejar de mirar al techo.

Había dormido probablemente más horas de las debidas y aun asi se encontraba agotado.

—¿Te quedaste dormido dentro bobito?—preguntó su hermana Luan intentando traer buen humor.

—No.—gritó el chico llevándose ambas manos a la cabeza y aplicando presión a sus ojos para calmar su cabeza—¡Váyanse!

Continuaron gritando, pero se tapó los oídos. No quería escucharlas, ni saber nada de nadie, solo quería dormir, aunque no estuviera cansado.

Comenzó a contar las líneas en el techo una por una, no quería pensar en su familia, no quería pensar en sus amigos traicionándole, no quería pensar en ser un superhéroe, no quería pensar.

Se imaginó lo pacifico que sería simplemente terminarlo todo, dejar de lado todas esas responsabilidades que querían consumirlo y lo abrumaban. Cerró los ojos y se imaginó esa paz durante un momento.

Si no podía volver a que todo fuera como era antes, ¿Por qué seguir esforzándose? Aunque pelease y siguiera adelante solo se estaba asegurando un futuro peor.

—Pero mejor para la ciudad…—dijo sin quererlo en voz alta mientras soltaba una lágrima.

No pudo dejar de pensar todas esas veces en las que ayudaba a la gente de a pie, deteniendo ladrones, abusones y gente armada, sacando de las calles a super villanos y maleantes de poca monta. Manteniendo a raya las fuerzas del Kingpin y de la Comadreja.

Pero también todo el daño y destrucción que causaba por donde quiera que iba, como el banco destruido, la vía ferraría de Brooklyn que aún seguía cerrada, la calle donde peleó con el resto de los Defensores tardaron varios días en extinguir el fuego que uso contra Rhyno. Y la lista seguía y seguía.

Pero tantas veces que salvó a sus hermanas como cuando rescató a Lana, o a Lola del hombre de arena, a su madre y al capitán Stacy de la hija de Marcus, a Peter del Lagarto, a Luan de Mysterio, a sus amigos del Duende Verde.

La vida de Lincoln no era fácil, ni estaba destinada a serla.

Por cada recuerdo positivo llegaba otro negativo que lo regresaba al suelo. Esta vez no había la excusa de un simbionte obligándolo a estar encarcelado.

—El maldito decía la verdad, este soy yo…

Todos esos pensamientos e ideas tóxicas que escuchó durante tanto tiempo ahí encerrado solo eran pensamientos que ya habían rondado en su cabeza. Tanto los negativos como los positivos.

Intentó volver a dormirse en la alfombra, pero escuchó la ventana del baño siendo tocada, sintió miedo, era un día de bastante lluvia, no debería haber nadie fuera y la ventana era alta, además solo una persona delgada pudiera entrar por esta. Se recargó en la pared y asomó para ver, encontrándose con unos ojos dulces devolviéndole la mirada.

—¿Leni?

La chica completamente empapada sin pedir permiso comenzó a hacer su entrada lentamente mientras estiraba con fuerza de una pequeña cuerda.

—Holi Linky.—dijo ella finalmente dando un salto al suelo del baño.

Resbaló debido al piso, pero los reflejos de Lincoln le permitieron tomarla por la espalda antes de que cayera.

—Gracias…—dijo ella sonriendo genuinamente.

No pudo evitar sentir como si una parte de él estuviera volviendo a sentirse calida.

—¿Qué haces aquí?—preguntó Lincoln sin mucho interés.

—Todos están preocupados por ti.—dijo Leni mientras secaba su cabello.

—Diles a las chicas que saldré del baño cuando sienta que he expulsado toda la basura de mi cuerpo…—dijo Lincoln de malas ganas gritando directamente a la puerta.

—No solo ellas, también el capitán y los señores McBride.—dijo Leni como si fuera lo más natural.

—Pues lo mismo va para…

—Y el resto de la ciudad.—dijo ella interrumpiéndolo de golpe y diciéndolo en un tono de voz confidencial.

—No.—dijo el chico con los ojos cerrados—No me necesitan.

—Lincoln, Linky, mírame a los ojos.—se puso a su altura y lo tomó de los hombros manteniendo calma en la voz para que no la escucharan del otro lado de la puerta, pero Lincoln miró a otro lado—Toda la policía de Nueva York está buscando a nuestra familia y amigos llamándolas Seis Siniestras y ninguno de los Defensores está respondiendo sus celulares.—dijo Leni completamente aterrada—Solo quedas tú.

—Pues que lo hagan.—dijo indiferente el chico sin voltear.

—Nadie las está deteniendo, mucha gente está saliendo lastimada, tú eres el único que ha logrado detenerlas antes.—dijo Leni intentando explicarse.

—¡Una por una!—gritó el chico molesto antes de bajar el volumen—Además, ya no pienso volver a pelear, rompí el traje.

"I consider it a challenge before the Whole Human Race."

—¿Qué hiciste qué?—dijo Leni completamente indignada dentro del baño.

—Lo destrocé, no lo quiero ver más… No quiero… No quiero…—dijo llevándose ambas manos al rostro.

Se encontraba en la esquina del baño solo con su hermana Leni frente a él, la única en la que podía confiar, fuera del baño se encontraban el resto de sus hermanas intentando escuchar, pero no teniendo el mismo éxito que él en la noche.

Leni estaba completamente confundida, aquel era el momento cuando todos más necesitaban a SpiderKid, la ciudad siendo un completo caos, militarizada, su familia fragmentada. No le parecía algo sencillo, pero ella quería creer en Lincoln.

—Solo las lastimaré a ustedes más.—dijo en un susurro Lincoln—Nunca debí usar ese ridículo traje…

—¿Ridículo?—dijo Leni ofendida—¿No fuiste tú el que salvó la vida de cientos de personas en el último año?

—¡No me importa!—gritó Lincoln intentando contenerse para mantener sus manos quietas—Solo lo hacía para sentirme famoso…

—¿Famoso? Nadie en toda la ciudad sabe quién eres, ni todo por lo que has pasado, no sufriste todo lo que sé que pasaste solamente solo por la fama.—dijo Leni convencida sentándose junto a él para hablar en el tono más confidencial posible pero asegurándose que la escuchara.

—¿Y cómo sabes que no lo hice por fama? Esa era la meta, volverme un estúpido héroe, vivir enfrentando al crimen desde las alturas con malos chistes y volver a casa fingiendo que nada había pasado.—dijo Lincoln molesto—Estaba tan convencido que ese era mi camino a seguir que gracias al simbionte casi caigo completamente en un agujero sin fondo.

—No eras t…—iba a decirle Leni.

—¡Claro que lo era!—dijo Lincoln hundiéndose más en sus rodillas—¡Eran mis ideas! ¡MÍAS!

—No me has contado mucho, pero no creo que fueras tú el que golpeó a Lori, ni el que le gritó a sus amigos… Tampoco creo que tu fueras el que me llamó idiota, porque estoy aquí contigo Lincoln y no me estarías escuchando si fuera una idiota.

Durante un momento no hubo respuesta del otro lado, Lincoln se limitó a limpiarse las lágrimas y acomodar la cabeza en el hombro de Leni, la cual aprovechó para continuar mientras acariciaba su cabello:

—Lincoln, no sé por lo que pasas, enserio me esfuerzo por entenderte, pero sé que no salías todos los días a combatir el crimen solo para obtener fanáticos, dinero o alguna tonterías así, eres más que eso.—dijo Leni mirándolo directamente—Te esforzaste en hacer lo que creías que era lo correcto no para ti, sino para todos.

—Y mira a donde nos trajo.—dijo él molesto—La vida de todas ustedes está arruinada por mi culpa, la vida de Lori está en riesgo por mi culpa, mucha gente a la que quería y respetaba ahora están por ahí siendo fugitivas de la ley por mi culpa, probablemente buscando asesinarme. Si nunca me hubiera puesto esa ridícula máscara, nada de esto hubiera pasado.

Leni miró el piso del baño repleto de baldosas blancas y negras en diagonal.

—¿Sabes por qué guardé tu secreto?—preguntó causando que Lincoln volteara a verla sin entender—Porque te vi luchando no solo por el bien de todas nosotras, sino por el bien de toda la ciudad, dejaste de lado que Luna y Lisa eran tus hermanas por hacer lo correcto, nadie más haría ese sacrificio, nadie más querría cargar con la culpa.—dijo ella mirando al fondo del baño sin voltear a verlo—Una parte de mi estaba furiosa, pero otra sabía que lo hacías porque era bueno, porque eres capaz de ir más allá de lo que cualquier persona quiere sacrificar por el bien de los demás con tal de hacer lo correcto.

—Pero…

—Lincoln, tú eres tan bueno haciendo lo que haces que incluso lograste formar y mantenerte dentro de un equipo de héroes adultos y con solo trece años.—dijo ella formando una sonrisa de medio lado, la cual no se desvaneció—Sí, no eres perfecto, pero nadie lo es. Mira ahí afuera, nadie más es capaz de detener esta amenaza, solo tú.

—¿Por qué yo? Hay mucha más gente con poderes.—dijo Lincoln parando de llorar y viendo por la ventana el nublado atardecer—No soy nadie, solo uno del montón que se creyó especial.

—Porque son tu familia Lincoln, nunca es demasiado tarde para perdonar a tu familia.—dijo Leni tomándolo de los hombros y agitándolo—Porque puedes ser compasivo, ese es el que has sido siempre, ¿No?

Lincoln se quedó callado.

—Lincoln, es un desafío que va por encima de lo que una persona normal podría hacer, pero tú no eres normal, tú eres alguien digno, valiente, fuerte, capaz, inteligente y empático.—dijo Leni segura de ella misma—Es asombroso que pudieras hacer todo lo que has hecho… Eres Asombroso, Lincoln Loud.

El chico no pudo evitar ruborizarse. Le dio un abrazo a su hermana el cual fue correspondido rápidamente, Leni verdaderamente era la chica más madura que había conocido.

Pero lo que le pedía era bastante más de lo que ya de por sí había entregado, no era simplemente luchar con su familia y amigos nuevamente, con todos unidos en su odio, sino además hacerlo contra todas al mismo tiempo.

Era una labor descomunal, una imposible. Lisa por si sola pudo luchar contra casi todos sus amigos super héroes sin despeinarse. Luna ya lo había intentado matar fallando por muy poco. Su padre solo le ganó por que tuvo suerte que le cayera un candelabro gigante encima. Megan podía mantenerlo quieto con tan solo rodearlo de arena en un mínimo descuido. Y el veneno de Ronnie Anne podía irlo debilitando lentamente hasta dejarlo completamente agotado. Todo eso aun sin tener la menor idea de los límites de lo que podía hacer el simbionte a manos de Gwen.

Ni siquiera tenía miedo a perder la vida, sino más bien a las consecuencias de lo que pasaría cuando pelease contra todas ellas. Sus emociones lo habían frenado en seco casi siempre, pero dejarlas de lado llevaba a un camino sádico como lo que hizo con Lisa. Escuchó las palabras de Leni nuevamente en su cabeza, que con su amabilidad él podía perdonarlas.

No servía de nada perdonarlas por todos los actos que cometieron, ya que para la justicia aquello no significaba nada. Él no hacía la ley, solo era el que intentaba que se respetara usando su fuerza y astucia.

—Todas me odian por lo que hice.—dijo cerrando los ojos pero dando un suspiro largo y tendido.

—Pero tú también estás enojado por lo que hicieron, ¿No?

Se detuvo un momento a pensarlo, cada una de ellas también habían intentado lastimar a su familia de múltiples maneras debido a sus actos. Desde que su padre dividió a toda la familia hasta con la hija de Marcus intentando matar a su madre. No estaba enojado, sino furioso.

—Sí.—contestó finalmente batallando para respirar por la fuerza con lo que lo hacía.

—Deja ese sentimiento atrás.—dijo Leni tomándolo de la mano—Perdonales de lo que hicieron antes.

—Pero…

—Déjalo ir, la ira, el rencor y la venganza son la causa de que estén enojadas, no combatas fuego con fuego… O todos saldrán quemados.—dijo ella casi soltando una lágrima.

Recordó entonces como escapó del simbionte, con comprensión y amabilidad de sus seres queridos. Derrotó al Lagarto porque protegía a Peter. Venció al Arquero con el don de la palabra. A Mysterio para salvar a gente inocente. A Marcus intentó salvarlo de sus propios errores. A Octopus evitando que dañara a Leni.

Él no triunfaba por la fama, sino porque él hacía lo que creía que era correcto ante cada situación, por más que doliese. Pero lo que le pedía Leni iba más allá, era dejar atrás todas esas emociones negativas que llevaban meses dentro de él y dejarlas ir para seguir su sentido ético.

Lo correcto era detener a las Siniestras para que no causasen más daños. De eso no cabía duda, pero parecía un acto imposible. Sin embargo, Lincoln sabía que los más grandes nombres habían pasado a la historia por labores que en un principio parecían imposibles, ¿Era el turno de Lincoln de cumplir su propia Odisea?

"And I aint gonna lose!"

—Entonces, ¿Ya sacaste toda la basura de tu cuerpo?—preguntó Luan cuando ambos chicos abrieron la puerta, claramente molesta por no haber podido escuchar nada.

—Era una diarrea.—dijo el chico con una tímida sonrisa.

—Que asco.—dijo Lola por el chiste—Pero nos tenías preocupadas Linc.

Corrió a abrazarlo junto a su hermana Lana, el chico les regresó el abrazo. Pero no sin que una marea de niñas comenzara a acercarse. Primero Lucy quien se veía sonriendo por primera vez desde que toda esa locura había iniciado. Seguidas de Luan quien no pudo evitar abrazarlo entre risas y finalmente Leni cerró el abrazo.

La única que se encontraba con los brazos cruzados mirándolo directamente era Lynn con una ceja muy levantada. El chico se ruborizo y aun estando con el resto le ofreció una mano a su hermana. Ella al principio pareció indignarse por el ofrecimiento, volteando a otro lado, pero rápidamente intentó ver cómo había reaccionado su familia y comenzó a mover los ojos frenéticamente mientras se ponía nerviosa.

—Pero ya no nos des sustos Lincoln.—dijo cediendo finalmente.

Aquel era el momento ideal para decirlo, solo las chicas que le importaban y con unas fuerzas renovadas gracias a una de ellas, el mayor de todos sus secretos para…

Escucharon una explosión a la distancia presagiando lo inevitable. Leni miró a Lincoln antes de que un militar apareciera por el pasillo.

—¡Se acercan! ¡Se acercan las Siniestras! ¡Todos los niños al bunker!—gritó el hombre con su arma de fuego en mano y preparado para la batalla—¡Corran!

—¡¿Dónde está mamá?!—preguntó una aterrada Lola.

—Yo iré por ella.—dijo Lincoln rápidamente causando que Lynn lo viera decepcionada.

—Todos los niños, sin excepción.—dijo el hombre molesto—Ordenes del alcalde.

—Yo soy mayor de edad.—mintió descaradamente Leni—Permítame acompañarlo y juntos llevaremos a nuestra mamá, tiene una bebé de tres años con ella, es peligroso.—dijo continuando con su mentira.

Prácticamente todas las hermanas Loud se quedaron calladas al ver que tanto Lincoln como Leni no fueron directamente al bunker, sobre todo por la mentira que dijo Leni. No era mayor de edad, aun le faltaba para cumplir dieciocho. Pero tanto Leni como Lincoln fueron con el soldado, doblaron por un par de pasillos hasta que Lincoln de un salto le dio un golpe en la nuca al hombre, causando que este se desmayara.

El chico rápidamente tomó el arma y la dejo a un lado al mismo tiempo que encerraba al soldado en el armario de escobas, entre él y Leni movieron un armario y salieron corriendo a la habitación de huéspedes para hombres. El lugar ya estaba vacío debido a que la alerta los había movilizado al bunker.

—¿Vas a hacerlo así?

—No.—dijo rápidamente Lincoln rebuscando entre el montón de ropas que había comprado para moverse por la ciudad.

Encontró un suéter rojizo, unos pantalones que le quedaron ajustados de color azul y nada más. Volteó hacia la ventana con la tormentosa lluvia cayendo atronadoramente, sabiendo que estaba a punto de combatir el mayor reto que jamás había tenido en toda su vida.

Leni lo tomó de la mano, le hizo dar media vuelta y le dio un beso reconfortante en la frente al mismo tiempo que olía su cabello.

—Recuerda lo que te dije, y no dejes por nada del mundo que te maten.—dijo ella en un susurro.

Lincoln se soltó del abrazo, asintió con su cabeza, no pudiendo hablar por tener atorado algo en la garganta y saliendo por la ventana.

"And we mean to go on and on and on AND ON"

La máscara en la basura pudo ver como su dueño se acercaba lentamente, casi como si dudase de su legitimidad o de si iba a permanecer ahí tras más de veinte cuatro horas. Tenía encima restos de comida china, pero aún seguía ahí como la legitima máscara del niño araña.

Y cuando este la tomó para ponérsela encima fue como un guante entrando en una mano, completando el símbolo de lo que era. Aunque el resto del traje estaba destrozado, la máscara y los lanzatelaraña aun vivían.

El chico con el suéter empapado apuntó a una farola y comenzó a acercarse a los gritos fuertes que ocurrían fuera de la alcaldía. Se posicionó rápidamente en las puertas y miró hacia el frente, notando que las Seis Siniestras estaban reunidas en un círculo atacando una sola cosa.

Su garganta parecía bloqueada, estaba finalmente volviendo a verlas a todas y cada una de esas personas, después de todas las diferencias que habían tenido, era como si toda la conversación con Leni resonase muy en el fondo de su mente, pero comenzara a ser opacada por montones de voces acerca de culpa.

Notó que la Escorpiona tenía rodeado una figura rojiza con azul al mismo tiempo que Lisa levantaba el mentón del niño con su mano y con un tentáculo amenazaba con quitarle la máscara.

No era posible. Él estaba ahí, no podía estar en dos lugares al mismo tiempo y sin embargo a la distancia podía verse justo como se imaginaba en el peor de los escenarios. Pero no pudo más cuando notó como Lisa apuñalaba en el estómago a SpiderKid. No podía permitir que aquello continuase. Aspiró y exhaló profundamente antes de gritar:

—¡Basta!

Todos voltearon a ver arriba de las escaleras, quitando momentariamente la atención al niño apuñalado.

—¡Déjenlo en paz!—dijo entre lágrimas.

Rápidamente Lisa tomó la máscara del que tenían retenido y la quitó, revelando que quien estaba bajo el manto fue todo el tiempo Peter Benjamín Parker.

Ambos bandos divididos por apenas unas escaleras de concreto, el bien contra el mal, el destino de la ciudad en juego.

"WE ARE THE CHAMPIONS, MY FRIENDS!"

—Peter…—dijo incrédulo en un susurro.

Todo se aclaró, Peter le había dicho que no quedaba nadie más que ellos y ahora se encontraba probablemente a punto de morir debido a que intentó hacer lo correcto. Tratado como basura solo porque no podía soportar la injusticia que estaba pasando en la ciudad.

Porque él y Peter eran SpiderKid. SON SPIDERKID. Lágrimas corrían por sus ojos enmascarados al mismo tiempo que respiraba profundamente y muy vocalmente.

—¡¿Peter?!—gritó la Escorpiona rápidamente soltándolo de su agarre y agachándose para verlo—¡PETER, OH DIOS MIO!

—¡¿Es enserio?!—gritó Luna indignada al niño del suéter rojo—¡Lo mandaste a morir cobarde!

—¡¿Qué significa esto?!—gritó Megan indignada.

—¡No te creí capaz de ser tan tonto hermanito!—gritó Lisa empezando a acercarse contra la corriente de la tormenta.

—¡LES DIJE QUE SE ALEJARAN!—gritó con sus puños tan apretados que sangraban.

—Peter, por favor responde, Peter.—decía la Escorpiona habiendo perdiendo sus ojos morados.

—¡¿Y qué si no lo hacemos?!—gritó el Buitre bajo su casco con claro rencor, no le había gustado la idea de dañar a un inocente—¡Ven aquí jovencito!

¡SPIDERKID!

Era el grito con el rugido de Venom saltando directamente hacia él con un impulso de una telaraña oscura. En menos de un parpadeo se estrelló contra la pared de la alcaldía provocando que se formara una grieta en el concreto reforzado.

Has sido un gran idiota, tanto que alardeabas sobre tu familia y amigos siendo tu mayor fortaleza, pero nunca supiste que también eran tu mayor debilidad, ¿Verdad?

Claramente el simbionte cargaba resentimiento en cada palabra, podía imaginar a Gwen completamente consumida siguiendo las ordenes sin importarle nada, pero no le importó. Apuntó con su telaraña a la boca del monstruo espacial y antes de que pudiera reaccionar lo uso como impulso.

Al mismo tiempo que SpiderKid aceleraba dejó su puño derecho formado y dio un puñetazo en el pecho a Venom el cual salió disparado varios metros en el aire hasta que se detuvo tomándose de una farola y volviendo al grupo de villanos.

—¡ÚLTIMA ADVERTENCIA!—gritó fuera de sí dando un salto hacia todas ellas.

Sandgirl formó un mazo con púas en una de sus manos y apuntó directamente a la dirección en la cual se acercaba el chico, este tocó la bola solo para impulsarse en el aire y comenzar a dar vueltas y de una patada apuntar al rostro de la chica haciendo que la arena explotase en todas direcciones.

Cayó al suelo mojado sintiendo como el agua a su alrededor de sus pies comenzaba a congelarse gracias a un ataque directo de la Elemental, aprovechando el impulso del salto en lugar de completamente caer utilizó sus pies para impulsarse hacia atrás y esquivar la congelación de su cuerpo dando una voltereta en el aire.

Antes de caer al suelo pudo sentir las alas del Buitre lanzándole un ataque de cuchillas, apuntó con dos sus dos lanzatelarañas y tomó las cuchillas en pleno vuelo para al caer al suelo hacerlas perder todo el impulso gracias a su peso.

Sabiendo que no iba a lograr nada solo con movimientos defensivos apuntó a Elemental con una telaraña antes de que esta volviera a disparar, tomando su arma de un estirón y lanzándola hacia la Sandgirl quien seguía regenerando su rostro.

Pudo escuchar como empezaba a congelarse antes de que uno de que sintiera electricidad pasando por todo su cuerpo. AL voltear atrás vio como Lisa utilizaba su tentáculo eléctrico en el charco de agua. El chico dio un salto hacia el hielo de Luna y sintió como se deslizaba por el suelo.

Rápidamente tanto Buitre como Venom intentaron atacarle por enfrente y por la espalda. El chico aprovechó el impulso que llevaba en el hielo para lanzar una patada al frente mientras giraba el torso y daba un puñetazo a la figura alienígena musculosa. Pudo sentir el pecho metálico de su padre contra su pie derecho al mismo tiempo que su puño izquierdo sentía los dientes de Venom.

Su pie que se deslizaba por el hielo manteniéndolo de pie terminó su recorrido y el chico empezó a rodar por el agua gracias al impulso mientras la doctora Octopus le lanzaba ataques de fuego intentando calcular su siguiente posición.

Finalmente chocó contra una fuente de espaldas, sintiendo como si le dieran un latigazo en la columna vertebral.

Cerró los ojos para intentar calmar el dolor, pero su sentido araña se activó nuevamente, se forzó a abrirlos a pesar del dolor para ver como a su dirección iba a toda velocidad un ataque de escarcha por parte de la Elemental completamente cargado. Sin importarle cuanto dolía su cuerpo apuntó a uno de los árboles y estiró con todas sus fuerzas de la telaraña, esquivando por nada el efecto congelante que dejó todo alrededor de la fuente casi como permafrost.

En el árbol intentó ocultarse entre las ramas para tener un momento de respiro, sudaba a mares debido a la batalla, lo estaba dando todo, pero su sentido araña no le dio ni un momento de respiro puesto que rápidamente lo hizo voltear a su izquierda, donde tenía una bola de fuego dirigiéndose a toda velocidad al árbol.

Dio un salto al siguiente, pero el sentido de peligro no se desactivó puesto que más ataques por parte de los tentáculos de Octopus comenzaron a deforestar el parque. Saltó desde la rama con impulso antes de que su árbol fuera rostizado y se quedó en el aire un momento.

—¡Ataca de una maldita vez Santiago!—gritó enfurecida Lisa no importándole que ella aplicaba presión contra la herida de Peter Parker para evitar que la sangre no saliera—¡El maldito envió a tu novio para intentar manipularnos!

Los ojos de Ronnie durante un momento parecieron resistirse al color morado antes de que la ira volviera a consumir a una Escorpiona que vio a Peter Parker apenas respirando a sus pies y al culpable varios metros en el aire luchando contra el Buitre mientras caían en picado.

Con su cola apuntó al mismo tiempo que sentía algo atorado en la garganta, era la más pura de las furias al mismo tiempo que un chorro potente de veneno salía de su aguijón a toda velocidad directamente a donde estaban peleando esos dos.

—¡Hasta a un lado padre!—gritó Luna por el comunicador.

El Buitre con un ataque de las alas logró rasgar el suéter que llevaba el chico en vertical, provocando que se pudiera ver su pecho durante un segundo. Pero antes de que pudiera intentar cubrirse sintió como una ráfaga de veneno recargado de la Escorpiona daba directamente contra su piel mientras caía a toda velocidad.

Pudo sentir como si cada uno de sus vasos sanguíneos estuvieran palpitando al mismo tiempo que de la parte de enfrente comenzaban a formarse bulbos de veneno.

Su sentido araña sin embargo seguía siendo fuerte debido a que en la parte inferior la Elemental había generado pinchos de hielo en el suelo. El chico no pudo apenas ni moverse más allá de proteger su rostro con un brazo.

Pudo sentir como debido a la velocidad el hielo comenzaba a entrar por varias partes de su piel, sobre todo en el pecho, estómago, piernas y brazos. Algunas de estas partes de hielo terminaban enterrándose en los sacos de veneno que se formaban y terminaban expulsando un apestoso liquido verdoso de las heridas. Mientras que por ejemplo en su brazo con el cual se había cubierto el rostro tenía sangre escurriendo.

Lisa sonrió al ver como se quedó quieto en el suelo.

"AND WE'LL KEEP ON FIGHTING TILL THE END"

Con el chico finalmente congelado y herido por todo el cuerpo pudo haberse simplemente rendido, tirar la toalla y dejar aquella masacre como finalizada, pero no Lincoln, no el Espectacular SpiderKid. Él aun con todas las heridas abrió los ojos y entre chorros de pus y sangre con su brazo sano comenzó a hacer fuerza para levantarse.

Todas voltearon a verlo completamente sorprendidas. A pesar de su deplorable estado todavía pretendía seguir con esa farsa. Para Sandgirl aquello era más humillante que otra cosa, quería verlo muerto como persona, no destrozar su espíritu, por lo cual no esperó cuando una figura oscura se acercó a toda velocidad al chico y enterró sus garras en la espalda del chico para levantarlo hasta que estuvieran a la altura.

¡No hemos acabado contigo!

—¡Ni yo con ustedes!—gritó Lincoln con una voz quebrada dando una patada que apenas le hizo cosquillas al portador del simbionte.

Venom regresó el golpe sacando las garras de golpe de la espalda y lanzando una patada a la entrepierna para mandarlo volando en el aire directamente de vuelta al grupo de Siniestras. Todas vieron el cuerpo magullado y no parecían pensar con claridad porque apuntaron directamente para atacar.

Pero Megan ya había tenido suficiente. Deformó su brazo y envolvió al chico en un puño grande dejando solo la cabeza descubierta al mismo tiempo que con su otra mano formaba una espada.

—Esto es por piedad.—dijo ella empezando a tener un mal sabor de boca antes de que su brazo espada fuera detenido por la cola de la Escorpiona.

—¡Es mío!—gritó ella enfurecida la Escorpiona apuntando con el aguijón.

—¡Un momento!—gritó el Buitre.

—¡Ya está muriendo!—celebró la Elemental en éxtasis.

¡ES NUESTRA VICTIMA!—exigía Venom acercándose con una furia insasiable de sangre.

—¡CHICAS!—gritó entonces Octopus—Antes de matarlo, ¿No se les olvida algo importante?

Todas voltearon a ver hacia las cámaras acordando que antes de matarlo debían de exponer primero a la amenaza por lo que era. Sandgirl levantó su puño y pudo ver como montonal de noticieros y armas militares la vieron directamente a ella, tenía su rostro desfigurado por la arena gracias a la lluvia y que tuvo que reconstruirlo por la patada de ese estúpido niño. Pero aun así sabía que probablemente todos en Nueva York, probablemente en todo el país, veían lo que estaban haciendo en ese momento.

Sin embargo, no pudo decir nada, quien se le adelantó fue la Doctora Octopus al tomarlo de la máscara con uno de sus tentáculos mientras sonreía a las cámaras y militares.

—¡SPIDERKID!—escucharon el grito desde la alcaldía desgarrado de Leni Loud.

Pero no fue la única en todos los edificios cercanos montones de policías, civiles, reporteros y hasta militares veían como el símbolo de esperanza de la ciudad. Aquel que los defendía día tras día sin descansar de los agresores, que ayudaba a las personas a cruzar la calle, que sacaba a los gatos de los arboles. Ese niño que entraba a los incendios para rescatar a los que estaban más cerca de la fuente de fuego. El que había prevenido tantos robos, logrado que pequeños negocios no le tuvieran miedo a las familias criminales más importantes. El chico que era el alma y espíritu de la ciudad que nunca duerme estaba frente a todos sin apenas poder moverse.

Todo estaba perdido.

Algo en el fondo de Lincoln le dijo que debía dejar de pelear, que lo había dado todo, que aquel era su final y que no pudo haber hecho nada más.

Perdónalas.

Escuchó prácticamente como si fuera una luz al final del túnel. Vio en frente suya a Leni, su hermana mayor tenía una luz blanca a su espalda lo cual lo deslumbraba al mismo tiempo que le ofrecía una mano para levantarse.

Lo intenté…

Se decía a sí mismo, pero sabía que era mentira, luchó por la ira de ver a Peter derrumbado en el suelo y del resentimiento que tenía, no lo hizo como debía de hacerlo a partir del perdón y de lo moralmente correcto.

Lo hiciste bien.

No…

Muchacho, ya no puedes hacer más.—esa ya no era Leni, sino claramente su abuelo—Estoy orgulloso de ti.

—Todavía respiro…—dijo apenas en un murmuro.

Dolía bastante, era como si tuviera fuego recorriendo por todo su cuerpo cada que intentaba recobrar la conciencia, pero aún podía. La tentadora mano del destino le abría las puertas, nadie lo hubiera culpado de haber tomado el camino.

Nadie excepto él.

Si descansaba jamás se iba a perdonar el no haber resuelto todo. Lo sabía perfectamente por lo que no dudo ni un segundo al momento de darle la vuelta y sentir como lentamente las partes de su cuerpo se volvían tangibles y lo llenaban de dolor. Mientras más pasos hacia atrás daba en aquel pequeño pasillo y se acercaba a la oscuridad más difícil era avanzar.

Pero no podía acabar así, no frente a tantas personas, no podía dejar que la esperanza muriera, y mientras siguiera respirando, no importase si dolía como el mayor de los infiernos, él iba a ser la flama de la esperanza. Contra relámpagos y tormentas que intentaban extinguir el fuego dentro de él.

Podía sentir nuevamente su mano picada por la araña palpitando fuertemente mientras sentía como el antídoto de la araña volvía a recorrer por toda su sangre y aspiraba cenizas por la boca.

—¡AHHHHHHHHH!—gritó en un esfuerzo descomunal para mover todas sus extremidades a la vez.

En un segundo logró romper las cadenas de arena que lo mantenían aplastado y pudo sentir nuevamente el aire en todo su cuerpo. El impacto de todos fue tal que escuchó gritos de ovaciones por parte de los civiles y policías mientras la indignación recorría en las voces de las Siniestras.

Abrió los ojos al mismo tiempo que caía como una araña con sus rodillas dobladas y una mano en el suelo, la otra apuntando directamente al frente a sus enemigas.

Con determinación en la mirada y coraje en el corazón que latía a toda velocidad, con su rápida sanación ya habiendo cerrado varias de las heridas y fuego en los pulmones gritó con oleadas de vítores a sus espaldas sabiendo que era el único que se interponía entre ellas y la ciudad:

—¡Van a tener que esforzarse más!

"WE ARE THE CHAMPIONS MY FRIEND! AND WE'LL KEEP ON FIGHTING TILL THE END!"

Entre gritos de sorpresa fue como Lisa vio como el niño caía y entendió por primera vez lo resistente que era, no solo mentalmente, sino también de manera física, cualquier persona sin suero de super soldado o mutación extrema ya hubiera caído ante el maltrato físico, pero lo vio apuntando directamente y listo para luchar.

Hubiera admirado aquello de no ser porque estaba furiosa, ¿Qué tan difícil podía ser terminar con SpiderKid? Sin siquiera pensarlo atacó con uno de sus tentáculos para tomarlo del cuello, pero el chico aprovechó para tomar el tentáculo y subir en este comenzando a correr por el mismo para acercarse.

Lisa lo movió violentamente, pero los pies del chico estaban pegados con sus poderes de araña y no soltaban fácilmente. La Escorpiona llena de furia por ver como su presa escapaba empezó a lanzar chorros de veneno a los tentáculos de la Doctora Octopus, ella notó como el ácido corroía el material por lo que rápidamente se apartó.

Elemental detuvo a la Escorpiona mientras el Buitre lanzó una patada a SpiderKid para hacerlo caer del tentáculo. El chico recibió el impacto y giró en el suelo apuntando con sus telarañas a la cola de la Escorpiona. Ese pequeño momento provocó que por su espalda Venom pudiera darle con una telaraña oscura que lo empujó a toda velocidad en su dirección.

¡Eres una plaga!

Pudo sentir el resentimiento al mismo tiempo que se aferraba con ambos brazos al suelo y detenía el empujón. Antes de poder levantarse sintió como las gotas de lluvia a su alrededor se transformaban en cristales que intentaban acercarse a su rostro para dañarlo gracias a la Elemental.

Se cubrió con una mano el rostro, pero entonces uno de los tentáculos de Lisa lo tomó del cuello y elevó en el aire. El chico pudo sentir como una parte de la máscara era rota y parte de su rostro, así como una peca pudo ser vista, para su suerte el cabello blanco continuaba apretado.

Sabiendo que no podía permitirse perder apuntó con sus telarañas tanto a los ojos de Octopus como del Buitre, sabiendo que eran los únicos sin poderes. Pudo sentir el tentáculo de Lisa intentando electrocutarlo inmediatamente hizo aquello, pero con ambas manos tomó y arrancó el tentáculo para caer al suelo donde tuvo que rodar para esquivar un golpe por parte de Sandgirl.

De un salto se levantó y escupió un poco de sangre antes de volver a ponerse en posición de pelea.

—¡Suficiente!—gritó la Doctora Octopus molesta—¡Siniestras! ¡Ignórenlo y ataquen a los civiles para generar una distracción es hora de irnos!

—¡¿Qué?!—dijo sin entender Megan.

—¡Solo nos está haciendo perder tiempo para que vengan otros héroes!—dijo el señor Loud quien desde arriba podía ver como a la distancia se acercaban figuras como una armadura rojiza o jets con la marca de un cuatro.

—¡NO SE LOS PERMITIRÉ!—gritó Lincoln apenas pudiendo mantenerse de pie.

Pero rápidamente Venom dio un salto hasta su lado, tomándolo del cuello y tirándolo al duro concreto. Antes de que el chico pudiera golpear de vuelta el simbionte lo levantó del suelo y volvió a estrellar violentamente. No podía apenas procesarlo porque Venom realizó la misma acción y otra vez, para continuar repetidas veces insertando su cabeza contra el pavimento.

Si antes había expulsado sangre por la boca ahora el ojo que tenía descubierto parecía cubierto de sangre y de alguna parte en su cráneo parecía tener una fractura. Las fuerzas querían abandonarlo, pero así no era como su historia terminaba.

Con todas las fuerzas que le quedaron mientras Venom volvía a levantarlo para tomar impulso le dio una patada doble en el estómago y una voltereta para caer de espaldas en el suelo.

Empezó a arrastrase por las aguas sucias de la calle y se levantó con premura al ver como el Buitre tomaba una patrulla policiaca y la lanzaba hacia una turba de personas que aun seguían intentando acercarse a la escena con máscaras del chico para mostrarle apoyo.

Sin apenas tiempo a reaccionar el chico corrió y se puso enfrente de la patrulla soportando el impacto y permaneciendo firme para mantener a esa gente a salvo. Pero aun así escuchaba como en varios metros a la redonda todo el mundo se cubría los rostros debido a que la Elemental había transformado las gotas de lluvia en un radio extenso en cristales.

Dejó la patrulla quieta y saltó directamente a la chica para detenerla, pero fue tomado violentamente por la cola de la Escorpiona, quien le inyectó su veneno en el brazo provocando que más pústulas salieran de su cuerpo debido a lo rápido que corría por el torrente sanguíneo.

—¿Qué pasa SpiderKid? ¿Quieres proteger a tus fans en vez de a tu familia?—dijo ella molesta y sacando su aguijón del brazo del chico para apuntar directamente a todos los civiles y empezar a expandir su veneno.

Los ojos de la Escorpiona brillaban de morado mientras continuaba enloquecida lanzando risotadas. El chico intentó moverse, pero rápidamente sintió como la cola de la Escorpiona lo apretaba y dejaba sin aire antes de soltarlo en el suelo y pisarlo en el pecho.

—¡TU MATASTE A MI HERMANO, YO MATARÉ AL TUYO!—gritó finalmente insertando la aguja en el cuello del chico.

Fue como si toda la ciudad se conmocionara, incluso Eddie Brock se quedó inmóvil viendo como tras tanta pelea los puños de SpiderKid dejaban de luchar y se abrían para caer al suelo. Todo el mundo estaba quieto viendo horrorizados como después de una segunda oportunidad todo se perdía.

Sandgirl se convirtió en una rampa de arena y rápidamente movilizó a toda la gente que había alrededor de ella para que se alejaran lo más rápidamente posible. No estaban matando a nadie, pero ella no se sentía nada cómoda con la idea de atacar inocentes solo para generar una distracción.

Lisa sin embargo ya había lanzado ataques eléctricos cargados a dos helicópteros los cuales al estrellarse generaron explosiones a la espalda de las Siniestras y Venom subía por entre los edificios tejiendo telarañas para detener el progreso de la milicia. Fue entonces que vio a la Escorpiona insertando su veneno dentro del chico araña:

—¡Ahora!—gritó Lisa apuntando al suelo viendo como desde las alturas la Elemental apuntaba al suelo y congelaba una parte cuadricular.

El Buitre descendió en picada provocando que el suelo congelado se rompiera y mostrando un pasaje a las alcantarillas por el cual el Buitre descendió, rápidamente fue seguido por Sandgirl quien ya había perdido suficiente masa corporal y Venom completamente satisfecha por ver al chico destrozado.

El niño respiraba a muy duras penas sintiendo dolor por cada centímetro de su cuerpo.

—Elemental congélalo, no queremos que muera aún.—dijo Lisa con indiferencia haciendo una mueca decepcionada, claramente esperaba que aquello hubiera sido un reto—Santiago, tu tráelo.

Fue lo último que escuchó antes de que todo se pusiera negro.

"No time for losers 'cause We are the Champions!"

Continuara…