Quiero pedir una gran disculpa por no haber publicado ayer. Sucede que había tormenta, y cuando eso sucede, no me dejan encender la PC donde estoy viviendo, ya que no hay protección. Para cuando acabó la tormenta yo tuve otra actividad de la cual salí ya muy noche. Muy a pesar de eso me dirigí a la computadora y la encendí. Fue muy grande mi sorpresa al ver que la conección estaba fallando. El fin de este cuento es para que vean que al menos tuve la intención de subir el segundo capítulo.
Nuevamente agradezco a mi beta, Alexms, que me ayudó bastante con la redacción, por que la verdad a veces cometo "horrores" que, si no es revisado, me demandarían por fraude.... ¡Mil gracias! Y así seguiré hasta que se agote tu paciencia y me bloquees para no seguir mandándote los capítulos Jejejejeje.
Capítulo II "Viajes y Manuales"
Definitivamente el tren de Hogwarts era mas alegre cuando viajaba con sus amigos. En esos momentos todo estaba muerto, los únicos pasajeros para ese gigantesco aparato eran los señores Weasley, Remus, los gemelos Weasley (Los cuales iban en condición de castigados, claro está), Tonks, Dedalus Diggle y él.
Harry se moría de las ganas de hablar con Dumbledore, preguntar lo que sucedía en el mundo mágico, tratar de ser útil; pero a la vez le atemorizaba. Había escuchado la profecía. No sabía cuando, no sabía donde, pero lo cierto era que moría Voldemort o moría él. No había de otra. Sus opciones eran poco alentadoras. En ambas tenía que enfrentarse al mago más cruel de todos los tiempos y solo tenía un cincuenta por ciento de probabilidades de salir con vida.
-¿Y si arrojo una moneda al aire cien veces?- le preguntó a Remus. Pregunta estúpida.
-¿De que hablas?- Todavía un poco adormilado, Remus miró hacia su interlocutor. Tenía la cicatriz del sueño haciendo una trayectoria desde el ojo derecho hasta la comisura de la boca. Los gemelos sonrieron con complicidad.
-Tengo un cincuenta por ciento de probabilidades de sobrevivir a Voldemort. Si lanzo una moneda al aire cien veces, ¿qué resultados tendré?- Le miraba aprensivo, incluso con nerviosismo. ¿Para que repetía esa pregunta tan tonta? Tal vez solo sentía la necesidad de ser alentado.
-Harry, si lanzas una moneda al aire caerá cincuenta veces de un lado y cincuenta del otro. La moneda se regirá con la magia que hay dentro de ti. Si por mí fuera, te ayudaría a encontrar otra salida, pero ambos sabemos que no la hay...- Lupin hablaba con pesar, tratando de esquivar los ojos verde esmeralda que parecían querer taladrar hasta el fondo de su cerebro y averiguar lo que sucedía ahí. Poco después situó su mirada en la ventana.
Era de noche y estaba lloviendo. Aparentemente el clima estaba acorde con los sentimientos del niño-que-vivió.
Fred y George hablaban en voz baja, tan baja que a pesar de la corta distancia que los separaba, ni Remus ni Harry podían escuchar algo de lo que decían.
Uno de ellos se percató que estaban siendo el foco de atención. Hicieron un movimiento con la mano y sonrieron.
-¿Buenos verdad?- les preguntó Fred. Extendió su mano, pero ahí no se veía nada.
-Son silenciadores. Perfectos para platicar a todo volumen en cualquier clase. No necesitarán hablar en voz baja cuando quieran contar secretos, simplemente tendrán que usar uno de éstos y ya. Únicamente las personas que los estén usando podrán escuchar lo que dicen- Explicó George.
-Yo no veo nada- anunció Lupin.
-Eso es lo mejor de todo. Están hechos solo para traviesos de verdad. Cuando se es verdaderamente travieso, de corazón, es cuando lograrás verlos.- Fue interrumpido por la repentina entrada de Tonks, quien cerró la puerta al instante.
-Su madre está fabricando un vociferador para Mundungus- dijo como quien no quiere la cosa. Los chicos sonrieron. Era bueno que de vez en cuando le gritara a alguien más que no fueran ellos. La muchacha de cabellos morados se acercó y examinó la mano que tenía Fred extendida.
-¿Qué es?- preguntó con interés. Remus y Harry la miraron boquiabiertos, mientras que los gemelos hacían nota mental de tomarla como un cliente frecuente.
-Son silenciadores, uno de los trucos recientes para jóvenes magos con deseos de quebrantar las reglas.-
-Pensé que hacían cosas con más calibre- contestó Tonks, decepcionada.
-Bueno, si quieres saberlo, fue de nuestros primeros inventos, pero jamás pensamos que éste fuera algo necesario hasta que entramos a la Orden.-
Tonks tomó lo que fuera que estaba en la mano del gemelo y comenzó a examinarlo. Remus y Harry la miraban expectantes. La lluvia había cesado, y las gotas resbalaban en la ventana gracias al aire que las impulsaba. Tarde se dieron cuenta de que la velocidad estaba descendiendo, hasta que por fin se detuvieron. Remus miró a Tonks, la cual asintió y al instante salió de ahí. Le ordenaron a Harry sacar su capa invisible y le cubrieron con ella, en tanto los gemelos masticaban algo. Se pudo apreciar como iban tomando el color del tren, hasta pasar totalmente desapercibidos. Lupin se limitó a fingir que dormía.
La puerta se abrió estrepitosamente y unos cinco o seis magos asomaron por ella. Al ver al licántropo dormido le dieron un par de patadas suaves en los pies, tratando de despertarle. Éste hizo como que le costaba abrir los ojos.
-¿Les puedo ayudar en algo caballeros?- preguntó amablemente, poniéndose unas gafas que Harry dudó que necesitara.
-Identifíquese. Nombre completo. Condición y motivo del viaje- dijo el que parecía ser el líder. Era un hombre grueso que fácilmente hubiera derribado a Lupin, o al menos eso parecía, dada la falta de estatura de éste.
-Me llamo Remus Lupin, viajo en condición de turista y voy camino a Hogsmeade a visitar a los amigos- contestó el licántropo, sacando un papel dorado del maletín que había a sus pies. Lo extendió y lo mostró. Otro hombre, también grueso, de cabellos negros y ojos saltones le arrebató el papel y lo examinó con detenimiento. Se lo devolvió.
-Todo en orden- informó rígidamente. La tropa se alejó en dirección a los demás vagones.
No fue si no hasta que el tren continuó su marcha que todos volvieron a la normalidad, y que Tonks regresó con ellos. Según parecía, los aurores habían atrapado a la señora Weasley en medio del vociferador y ella alegó estar preparándolo para Ron, pero no les importó y lo destrozaron totalmente. Luego salieron y se fueron. Eso no impidió que la esposa de Arthur comenzara a construir otro vociferador.
-¿Qué es todo esto?- preguntó intrigado Harry. Remus y Tonks le miraron largamente, y los gemelos salieron del vagón diciendo que tenían "urgencias fisiológicas" demasiado importantes que atender. Tonks miró a Lupin y éste miró a Harry.
-Se supone que no deberías viajar.- Le informó.
-¿A que te refieres?-
-¿No has leído los periódicos?- Tonks le pasó "El profeta" de dos días anteriores. En la primera página, había una foto gigantesca de Cornelius Fudge con las manos atadas y dos dementores a sus espaldas. Se veía a mares que era ficticia, que las imágenes habían sido empalmadas, pero aún así se sentía real. Al leer el titular quedó sin aliento y miró a los dos adultos. Éstos asintieron y le invitaron a seguir leyendo.
El Ministro hacia abajo
Rumores. Cornelius Fudge, actual Ministro de Magia, acaba de implantar el reciente 2 de Julio lo que serán llamadas las Medidas Preventivas en el Mundo Mágico. Éstas se podrán consultar en el Manual Preventivo del Mundo Mágico, escrito por el mismo señor Fudge, en el cual describen todas y cada una de las nuevas leyes que, en su decir, ayudarán a que la vida en el mundo mágico, a pesar de la supuesta reaparición de el-que-no-debe-ser-nombrado, sea mas llevadera.
Los hechos. Como todo mundo sabe, Cornelius Fudge llegó al poder gracias al apoyo del 46 de la población mágica. Esto no hubiera sucedido de no ser por que Bartemius Crouch, un renombrado miembro del Ministerio que tomó medidas drásticas en contra de todos los seguidores de quien-ustedes-saben, acunaba en el seno de su familia a un hijo perdido. El pequeño Barty Crouch Jr. resultó ser uno de los más grandes seguidores del Lord Oscuro, por lo que su padre perdió todo lo que había logrado. Hace poco tiempo el porcentaje de personas a favor del actual Ministro descendió a un menos del 10, dejando al señor Fudge como un tonto.
-A pesar de saber que había vuelto, no tomó medidas y mi familia ahora muerta fue quien pagó por su despreocupación. Alguien como él no debería seguir en el poder por mucho tiempo. Desearíamos que fuera Albus quien se postule para Ministro - nos indicó un civil, quien no desea que su nombre aparezca aquí. Por lo visto, las esperanzas de que la era oscura que hubo hace mas de diez años no resurja son totalmente nulas.
-Ya era hora que se dieran cuenta- comentó Harry de mal humor. –Lo que no entiendo es que tiene que ver eso conmigo-
-Bueno, una de las tantas leyes que vienen en el Manual Preventivo es que ningún menor de edad puede viajar sin la compañía de sus padres o tutores, exceptuando claro está, la ida y regreso a la escuela. Técnicamente, no podrías viajar con nadie más que con los señores Dursley.- Potter hizo un gesto de auténtico desagrado ante la idea.
-¿Y que siente Fudge por lo que se dice de Dumbledore? Apuesto que no le agrada-
-En realidad no creemos que haya sido de buena fe este comentario- sugirió Tonks.
-¿A que te refieres?-
-Después lo verás Harry. Por el momento no estoy en posición de resolverte mas dudas. Hemos llegado-
Salieron y se encontraron con unos guardias de seguridad, por lo que Harry se cubrió nuevamente con su capa. Los señores Weasley, al igual que sus hijos, pasaron la inspección con facilidad, en cambio Tonks y Remus, a quienes se les consideraba inferiores por tener "dones especiales", se les retuvo por más tiempo. Pudieron reconocer a uno de los guardias, era el que había subido al tren en medio del viaje y tomado el papel dorado de Lupin para inspeccionarlo. Sus ojos saltones le daban un aspecto de poca inteligencia, sin embargo hacía preguntas demasiado audaces y en más de una ocasión estuvieron a punto de caer en su trampa. Por fin, después de una hora, pudieron tomar unos carruajes y llegar al Castillo.
Entraron y no había nadie. Se dirigieron a una chimenea que había por ahí.
-Iremos a Grimmuld Place. No podemos usar la entrada de siempre, ya que se cerró con la muerte de Sirius, sin embargo podemos seguir yendo y viniendo gracias a los polvos Flu - explicó Remus, tomando un puñado y arrojándolos a la chimenea. La señora Weasley pasó y con voz segura indicó su destino, para luego ser tragada por las llamas.
-¿Por qué tuvimos que hacer todo este recorrido para terminar en casa de Sirius?- preguntó Harry, un poco exasperado por el viaje.
-Teníamos que perder el rastro de nuestros seguidores. Muchas veces hemos hecho rodeos más largos Harry, así que por favor, no te quejes- argulló Tonks, al momento en que desaparecía el segundo gemelo por la chimenea. –Tu turno- indicó.
Por un momento pensó que todo estaría bien, que el hombre que se encontraba de pie delante de ella podría llegar a tratar a alguien como el ser humano que era. Se equivocó. Lo supo al momento en que él lanzó el horrible cometario sobre su tío.
-¿Por qué no intenta ser normal? ¿O amable? Así dudo mucho que estaría tan solo- exclamó ella, totalmente enfadada. Su aperlada frente y su continuo temblar del cuerpo daban a entender que no estaba del todo bien. Severus le tocó la cara y luego la parte interna del brazo, buscando indicios de fiebre. –Me quebré el pie. Pero duele mucho- gimió ella. Por mucho que lo detestara, era la única persona en kilómetros a la redonda que le podría ayudar.
-¿Se queja de mí?- preguntó él, como si no hubiera escuchado lo último –Ahí tiene a su primo- agregó. Tonks bufó enfadada, pero no dijo nada. Solamente quería llegar a su destino lo antes posible, el dolor hacía que no pudiera ni hablar. Y es que no era solamente si pierna. Había recibido su buena dosis de maldición cruciatus, y (negaría luego esto), si su antiguo profesor no hubiera llegado a tiempo bien podría darse por muerta. Enfrentarse a más de una docena de Mortífagos no era cosa de juego, y aunque había podido mantenerlos a raya por espacio de una media hora, había terminado a su merced.
Severus comenzó a examinar el terreno, buscando la planta que habían venido a recoger desde un principio. Nymphadora cerró los ojos apretadamente, como si fuera a cambiar de forma. Pero no lo hizo. Solo estuvo así, quieta, consumiéndose con el dolor pasado y actual. Por fin, el hombre pareció llenar una pequeña bolsa que hizo desaparecer en el aire y luego la ayudó a levantarse del suelo. No fue rudo, pero tampoco puso mucho cuidado. Parecía ausente, indiferente.
-¿Podemos irnos?- preguntó ella, con los dientes apretados.
-Espere un momento, necesito entablillar su pierna. Si hubiera tenido mas cuidado...- masculló entre dientes unas palabras ininteligibles -... pero por lo visto, es usted toda una Gryffindor. Demasiado riesgo sin una pizca de preocupación-
Tonks suspiró. No debía gastar tiempo tratando de lidiar con el "amargado". Así le llamaba en su interior.
Desde que entró a la Orden, solamente le habían tocado disgustos con él. Y la mayoría eran hijos de su torpeza natural, cosa que a Snape le sacaba de sus casillas. Poco a poco ella se había ido amoldando a la forma de trabajar con los demás, sin embargo, éste miembro siempre sacaba cosas nuevas. Definitivamente no le temía. El temor no tenía cabida en ella, y mucho menos si era a alguien de su mismo bando. Era como curiosidad.
Muchas veces se sorprendía a si misma observándolo, casi estudiándolo, como si fuera un espécimen extraño, alguien que antes de ser tratado necesitaba ser estudiado. Solo que aún no había dado con la llave que le ayudara a comunicarse tan bien con él.
"Tal ves la llave es ser un Slytherin" pensó. "Sin embargo, ni siquiera se le veía con los de su casa cuando estudiaba. Sirius me contaba que siempre andaba solo, errante. Debe ser otra". Sin darse cuenta, sus cabellos y ojos se habían tornado blancos a causa del dolor.
-Deje de hacer eso- dijo Snape molesto. La chica miró su pierna. Estaba entablillada. No muy bien, pero al menos no se movía lo suficiente como para causarle mas dolor.
Agradeció en el fondo a su interlocutor, pero las palabras jamás salieron de su boca.
Empuñó su varita y Snape la suya, y ambos salieron del bosque en el que estaban. Se toparon con un perro negro gigantesco. Muy parecido a otro que la muchacha conocía demasiado bien.
-Espere por favor- suplicó a Snape. Éste hizo ademán de exasperación.
-Señorita Tonks, es usted quien necesita cuidados, no yo. Dada su salud preferiría irme ya, de lo contrario puede que su madre esté mañana a las afueras de mi casa totalmente escandalizada por que no la atendí bien- ella no le miraba. Había posado sus ojos en el perro, quien se había levantado y emprendía la retirada. Hizo un esfuerzo por ver hacia donde se dirigía el can, cuando un par de aurores les salió al encuentro.
-Quedan ustedes detenidos por violar el código 8ª del Manual Preventivo- dijo uno de ellos. Tenía cabello negro y ojos saltones.
Ahora si, los agradecimientos a las amables personas que se toman la molestia de leer este pequeño fic:
Antiope Black¡Hola! Muchas gracias. La verdad es que tenía ganas de que hiciera algo así para molestar a los Durlsey. Es decir, le impidieron hacer usar la varita, o pronunciar la "palabra con M", pero nunca le dijeron que no podía hablar Pársel. Técnicamente no estaba desobedeciendo ni mucho menos . Además, se lo merecía. De haber tenido un primo como esos lo hubiera mandado a Marte a la primer oportunidad. Claro que luego me hubieran encerrado bajo siete llaves Jejejejeje. Me alegra que te guste la historia.
Meilin2: Verdad es que tienes razón. Las dos opciones son muy factibles, aunque, como podrás darte cuenta, la señora Weasley se va mas por que se fue de juerga a algún lado. Quisiera escribir un poco mas de Fred y George. Son mis ejemplos a seguir... unos grandes héroes... no puedo decir lo mismo de los Merodeadores por que no los conocí, al menos no se cual es la personalidad oficial de ellos, por lo que me quedo con Fred y George. (Claro que dudo mucho poder escaparme del Colegio así como ellos lo hicieron). Y no te preocupes, creo que este capítulo te gustará un poco mas. Al menos ya salen las dos personas que querías. Pero tu tranquila, Roma no se hizo en un día, mucho menos podré hacer yo un fic.
amsp14: ¡Hola! Gracias, a mi también me gusta mucho esta pareja. Es buena para darme ideas jejejejeje, a veces tengo a la pobre toda una hora con el mismo argumento, me ha tenido mucha paciencia. Como que esa parte le gustó a varia gente, me da mucho gusto por que no sabía si ponerla o no. No creas que la suerte de Mundungus fue algo terrible. Es decir, todo mundo conoce al hombre, así que bien podría haber cambiado la misión por irse a tomar unas "chelas" (cervezas :D). Me da mucho gusto que te haya gustado la historia. Aquí en este capítulo se cumplen tus deseos, salen Snape y Tonks. ¡Ojalá que te siga gustando!
Marissastack: Jajajajajaja. Lamento darte una muy triste y mala noticia. El de "Tu, mi padre" no lo podré continuar. Al menos por un tiempo, pero no te preocupes, de este ya tengo varios capítulos, así que estaré publicando cada cierto tiempo. Me alegra que te hayan gustado ambas historias, y no te desanimes, algún día terminaré la otra.
Alexms: ¡Hola! La verdad es que no estaba muy animada, tu terminaste por convencerme. Así es con la mayoría de lo que escribo. (De hecho todo el material que he escrito, no precisamente de Harry Potter, de los últimos años, se lo regalé a una amiga mía, al menos se que ella tardaría un poco mas en tirarlo. En estos momentos no se que fue de todos mis escritos, por que mi amiga también salió del país :P).
En eso tienes razón, si por mi fuera, viviría en otro lugar, pero por el momento no era posible, de lo contrario hubiera cambiado el final del quinto libro y esa no es mi intención... por el momento Jejejejejeje. ¿De verdad? En esos momentos doy gracias por que no tengo mascota. Tuve un perrito blanco, pero mi papá lo regaló por que ya no lo podíamos mantener. A los gatos no los soporto mucho. Tal vez por que he tenido muy malas experiencias con ellos. He resultado rasguñada y asustada por ellos desde que era muy pequeña, así que perdieron el encanto a mis ojos. Es una lástima.
En cuanto al primo, como que muchas veces (no siempre) hacen ese tipo de papeles. A mi me ha tocado un poco con mis primos mayores. Todos son hombres (Soy la primer mujer en la familia en 25 años... tengo complejo de Ginny ), y muchas veces se ponían muy sangrones conmigo. Y si, tienes razón, la varita no hace la magia. Creo que a Duds le hacen falta unas cuantas clases sobre el mundo mágico, sus costumbres y vida. Jajajajaja ¿Ya viste la segunda película? Yo la quiero ver, pero como imaginarás, por el momento es realmente difícil. Así son algunos padres. No me gustaría toparme con alguien así, o podrían salir lastimados. Tengo muy poca paciencia, y si me viene un mocoso con ese cuento de "buen niño que no mataría a una mosca" entonces si los cuelgo. Me molestan esa clase de padres que no saben responsabilizarse.
Si, de hecho si. Una aclaración es que no es Sirius. Lo digo yo aquí por que ya lo dijo Dumbledore en el capítulo, así que no hay problema. No quería poner mucho de Harry en este fic, pero creo que tendré que poner un poco mas, al menos para explicar mas cosas.... Bueno, al rato pensaré en ello, cuando llegue a ese punto.
La Orden sabe que "a veces" no puede confiar en Mundungus. Es decir, es problemático y anda en todos los negocios sucios que se puedan imaginar, pero aún a pesar de eso es buena persona, y es lo que cuenta. Imagínate si por ejemplo, tu trabajas para una organización secreta, y te comenzaran a relegar por estar en tus negocios. Creo que uno se sentiría mal. Estoy de acuerdo en que no debe irse por otro lado, pero también está el hecho de que no puede descuidar lo demás, de lo contrario, comenzarían a sospechar, y dudo mucho que eso sea bueno para la Orde. (Ok, todo un análisis psicológico de la personalidad de Mundungus Fletcher). Creo que Dumbledore pensó en todo eso y por eso vive la señora Figg. por ahí. jejejeje.
Como dije antes, los gemelos son mis héroes y ejemplos a seguir. Bueno, tal vez no tanto, pero si me agrada su sentido del humor y yo los quería en la Orden. En eso tienes razón. Sería bastante peligroso tenerlos como enemigos. Son bastante inteligentes y siempre terminan lo que comienzan, por lo que de aliados es lo mejor. Y bueno, la mamá simplemente quiere protegerlos, como toda buena madre... supongo... creo.... Jejejejejeje.
Como adolescente mal humorada comprendo a Harry. A mi me molesta mucho que no me digan las cosas que giran en torno a mi y con las cuales tengo que ver yo. Se que Dumbledore es bien intencionado y todo eso, pero yo me pregunto, ¿Que gana ocultándole la verdad a Harry?. En el pasado estaba bien, el niño se estaba adaptando a su nuevo mundo y pues apenas iba aprendiendo, pero ya tiene 16 años, ya conoce demasiado y como que es una tontería querer tenerlo protegido en una burbuja. No serviría de nada para cuando le toque enfrentarse a Voldemort.
Me da gusto que te haya alegrado Jejejejeje. Que bueno que aún no he agotado tu paciencia, es que me estreso mucho a la hora de escribir historias grandes. Agradezco mucho tu ayuda pues ha sido de gran valor. :)
Aviso: Como se darán cuenta, se me dificulta un poco publicar cada semana. Se que apenas es el segundo capítulo, pero si vieran como ando de trabajo, se darían cuenta que el lunes pasado no tenía nada que hacer (técnicamente) y aún así no tuve tiempo de publicar. En caso de que suceda eso, tendrán que esperar quince días. Es decir, hasta el siguiente lunes. Hoy hice la excepción por que tenía este día libre, pero dudo mucho que siga así.
