Discúlpenme la tardanza por razones de tiempo no podré responder los reviews de este cap les agradezco a TODOS como no tienen idea sus mensajes, los he leído cada uno de ellos y a los nuevos reviews se los agradezco y espero que les siga gustando la historia a mis compatriotas fieles (los que siempre dejan review) muchisisisisimas gracias por seguir en esto...a partir de ahora las cosas cambiarán un poco
Capitulo 12:
La navidad tiene sabor a traición...
(Pov de Joey)
Estaba entumecido, no sabia cuanto tiempo llevaba tendido ante la nieve, tampoco le importaba, de hecho era lo último que importaba en aquel momento, su mente no podía pensar, incluso se sentía desmayado, tal vez en coma, sin embargo sus oídos aun podían detectar algunos sonidos, como el sonido del viento, aquel suave ulular que provocaba la escasa brisa que, de repente, fue interrumpida por unos pasos, se levantó de golpe, una cosa era sentirse patético y otra, era demostrarlo, vio con los ojos ligeramente empañados el estado húmedo de su ropa al tener contacto con la nieve, era de esperarse, sin embargo un resfriado no tenía que importarle mucho, de hecho ojalá lo pescara, tal vez así no tendría que ver el rostro de su mayor temor y deseo...vio una silueta borrosa a lo mejor, una bufanda danzando al son de la brisa y unos cabellos albinos moviéndose con agilidad y soltura, un rostro oculto bajo el flequillo...
Bakura: Así que..hasta aquí llegaste...
Joey: que se te ofrece Bakura...
No tenía humor de pelear, pero tampoco ánimos de quedarse a charlar un rato con el recién llegado, ese era su estado de animo desanimado y neutral, normalmente era muy educado al usarlo...
Bakura: jejejeje iré al grano...lo se todo...
Los ojos de Joey se abrieron a tal punto de ser similares a los redondos y brillantes ojos de Yugi, su corazón comenzó a latir con una fuerza casi dolorosa...¿Todo sobre que? ¿Acaso era...? No, no era posible, la voz de Bakura era desagradable, rasposa y fría...
Joey: ¿A que te refieres?
Bakura: se como mirabas a Kaiba...se que ustedes participaron en ese juego y conozco tus sentimientos para con el...
Joey se quedó de piedra, sintió como su sangre dejó de correr, sus ojos se hincharon y su garganta estaba seca, sus pupilas se comenzaron a dilatar, su corazón parecía no saber si parar o ir más rápido, sus nudillos estaba blancos ante la presión que el ejercía sobre ellos, todo a su alrededor se ensombrecía...
Joey: tu...¿De que estás hablando?...
Bakura: je...no te hagas el inocente, se muy bien lo que sucede y el pasado se repite, las profecías dicen que dioses y sacerdotes deben estar juntos, por eso te vengo a advertir sobre Yami...
Joey: que ganas tu con todo esto?
Bakura: eso es algo que no te incumbe...yo cumplí con mi parte...ahora...es tu turno de actuar...
Bakura se alejó con una ligera sonrisa llena de crueldad y satisfacción dejando a Joey tembloroso...e indefenso...
Joey sintió un mundo desplomarse ante el, ahora no solo tendría que luchar consigo mismo para evitar enamorarse, si no, también luchar contra uno de sus mejores amigos para que no se quede con su peor enemigo y el fruto de su pasión...su mente latía...su corazón retumbaba, sus nervios eran duros y al mismo tiempo frágiles, y se dejó caer, tendido ante la nieve...estaba aturdido, como luego de la más ardua de las batallas, o la más dura de las golpizas...¿Si la navidad era un época de gozo...por qué sufría tanto?
(Pov de Seto)
Quería que se fuera, que se alejara de sus pensamientos, que desapareciera para siempre de su vida, pero estaba ahí, a donde quiera que miraba estaba ahí, lo que fuese que pensara que recordaba a el, todo lo que escuchaba tenía el sonido de su voz, todos los aromas estaban inundados con su perfume dulce y embriagante todas las miradas eran doradas y calidas, llenas de fantasía...
Todo era Joey Wheeler... ¿En que momento se había convertido en un fanático de perro? Hacía solo 5 minutos al darse cuenta de que había sido su amigo secreto...de que todos aquellos detalles que le habían quitado el sueño habían sido de el, de que se diera cuenta, de la perfección del perro...de su belleza física y mental...
¿Desde cuando había dejado de ser Seto Kaiba un joven empresario multimillonario, atractivo y sin compromiso para convertirse en un estúpido estudiante promedio de 18 años que solo pasaba su tiempo fantaseando con alguien? Hacía solo 5 minutos...
Los 5 minutos más duros de su vida...dirigir una compañía, aprender a valerse por si mismo, mantener a tu "familia" y ser un multimillonario exitoso era un trabajo duro hasta para un CEO pero...no era tan difícil cuando aquellos problemas de "adolescentes" no se incumbían en sus asuntos, pero ahora, lo que estaba comenzando a sentir, era lo más duro que Seto Kaiba había enfrentado en su vida, ahora...dependía del perro...sentía ganas de salir de aquella inservible clase e ir a buscarlo...aunque lo insultara y golpeara y terminasen desgarrándose, solo por ver ese rostro, al menos en algunos segundos de paz antes de notar su presencia, solo ver aquel rostro, inundarse en aquella mirada y sentir aquella fragancia eran suficientes...sonó el timbre de salida, esperaría a que unos cuantos saliesen para el irse, no sentía fuerzas ni para levantarse de aquel pupitre...
Cuando se dio cuenta todos habían salido ya del salón...algunos tibios rayos de sol traspasaban las cortinas del salón dándole un aire rojizo al ambiente, a pesar de el frío, aun había ese ligero calor...unas manos golpeando su asiento...
Levantó la mirada solo para encontrarse con la de otra persona...unos ojos violetas...rasgados, llenos de un destello de lujuria lo miraban...¿Desde cuando estaba ahí?...intentó apartarlo, pero se sentía vulnerable, sus rostros estaban a escasos centímetros...sus miradas estaban llenas de confusión y en el caso de la suya...de temor...
Comenzó a sentir el aliento de Yami en su rostro...aquella calidez solo la había sentido por primera vez hacía pocos días, sin embargo esta vez, se sentía como en un sueño, no sentía su cuerpo, solo, aquel momento, ¿Qué había sucedido con el tiempo?
Yami: Seth...
Aquel susurro fue lo último que sintió...sus labios se juntaron sin darle tiempo de reaccionar...no sentía aquel deseo incontrolable que lo embargó al besar al perro, esta vez, era simplemente vulnerabilidad, pro aquellos labios tan suaves y calidos...en cierto modo lo reconfortaban, sentía como toda aquella tensión acumulada se vaciaba sobre aquellos labios...
(POV de Joey)
Estaba corriendo, corría como nunca lo había hecho, tenía que verlo, verlo y comprobar si todos aquellos sentimientos eran ciertos, debía hacerlo, solo viéndolo estaría seguro, solo viendo aquellos tristes y duros ojos se daría cuenta de la verdad, corrió de vuelta a su salón, sabía, por los rayos tardíos del sol que ya no debía estar allí. Pero algo le decía que corriera, que corriera a su encuentro, una fuerza mítica totalmente desconocida para su cuerpo, un deseo...un presentimiento...
Atravesó los pasillos como si no existieran, no sabía con cuantas cosas se había golpeado o cuantas veces se había tropezado, no le importaba, su meta estaba cerca, sus ojos se hincharon al verlo...abrió las puertas de golpe y...
Y el tiempo se congeló...la imagen que acababa de ver lo había congelado, su cuerpo estaba petrificado...Yami y Seto...estaban...no, no podía ser...giró el rostro, no quería seguir viendo aquello, sintió un dolor, un dolor punzante, candente, un dolor incontrolable enloquecedor...que lo consumía y volvía su alma cenizas y sin querer...sus ojos...se humedecieron...
Al oír aquel portazo volvió en si, se dio cuenta de la realidad, su boca estaba refugiada en la de Yami, su corazón latía a mil por hora, su rostro estaba pálido y sus oídos retumbaban...giró la cabeza de golpe separándose de su intruso..ahí estaba el perro...agitado, respirando entrecortadamente...con su ropa húmeda y sucia, su cabello desaliñado...sus manos temblorosas...su corazón comenzó a palpitar con fuerza...y vio como la figura de sus sueños corría en cualquier dirección...
Seto Kaiba nunca había cometido errores...pero aquel, era el más grande, que pudo haber cometido en su vida...
