Capítulo 2: Harry y Ginny.

Cruzó la sala hasta llegar a su lado. Ginny estaba sentada, leyendo intensamente lo que parecía ser un grueso manual de transformaciones. La verdad es que no era muy común verla sola, y menos a esas horas de la mañana. ¿Y si quería estar sola?... Bueno, si era así, ya se lo diría; Ginny no era de las que se mordía la lengua. Ya más decidido, intentó levantarse un poco el ánimo; no era cuestión de amargarle el día a la pobre chica que, al fin y al cabo, no tenia la culpa de que sus mejores amigos fueran idiotas.

"¿Que haces aquí tan temprano?" Preguntó, con más alegría de la realmente sentía.

Ginny dió un bote sobre el sofá y se giró de golpe. "¡Harry!... ¡Merlín, casi me matas del susto!." Se puso una mano en el pecho mientras resoplaba.

"Lo siento, no quería asustarte."

"Ufff... No pasa nada." Resoplo un par de veces mas, algo mas calmada. "Soy una chica dura. Sobreviviré... creo..." Una sonrisa pícara asomo a su rostro. En realidad a Harry se le ocurrían otros adjetivos mas acertados, pero no dijo nada.

"Seguro que sí... Por cierto, ¿Qué has hecho con tus amigas?" Se lo preguntó, mas que nada, para hacer un poco de conversación; la verdad es que le importaba poco donde pudieran estar.

"Ayer nos quedamos hasta tarde estudiando, así que esta mañana se han quedado un rato mas en la cama." Cerró el libro de golpe y lo metió en su bolsa. "Bueno, ya esta bien de tanto estudio."

"Si estabas estudiando no lo dejes por mí, yo solo iba..." Dio un paso atrás.

"No digas tonterías y siéntate. De todas maneras me estaba quedando dormida." Se apartó a un lado del sofá e hizo un gesto para que se sentase.

"Bueno." Se sentó, y se quedo mirando el fuego, buscando algo de que hablar. Sentía la mirada de Ginny en él.

"¿Que tal va todo?" El tono de la pregunta sorprendió a Harry. La voz de Ginny parecía preocupada, no era muy propio de ella.

Se encogió de hombros. "Bueno, podía ir peor... Supongo."

"¿Todavía siguen sin hablarse?"

Harry se volvió a encoger de hombros.

"¿Cuánto llevan ya?, ¿Tres semanas?"

"Contando con hoy, diecisiete días."

"¿Y que tal estas tú?"

Harry penso un momento. "No sé... Estoy enfadado, harto, cansado..."

"Ya... Supongo que era por esto por lo que no querías que estuvieran juntos."

"¡¿Que yo no quería?!". Harry estaba sorprendido y a decir verdad, un poco ofendido también. "Ginny, Yo nunca he querido que no estuvieran juntos... Simplemente me pilló de sorpresa. No sé... No tenía ni idea de que se gustasen y de pronto..." Gesticuló con los brazos, como indicando la enormidad del asunto.

Ahora era Ginny la sorprendida. "Pues debes de ser el único en todo Griffindor que no lo veía venir desde hace años." Dijo, con una sonrisa socarrona.

"Bueno. ¡Pues para mí fue una sorpresa!... y me costo bastante acostumbrarme. No es muy normal que tus dos mejores amigos, de la noche a la mañana, dejen de comportarse como personas normales y no paren ni un momento de lanzarse miraditas tiernas y de cogerse de la mano y... Bueno, todo eso."

Ginny seguía sonriendo mirándole con cara de duda. "Ya..."

Harry se quedo en silencio, mirando distraídamente al fuego. Al cabo de un momento empezó ha hablar con la mirada todavía perdida en las llamas, como si estuviera hablando consigo mismo. "Si quieres que te diga la verdad; al principio no estaba demasiado convencido. Me sentía un poco... dejado de lado. Pero después me he ido acostumbrando. Y la verdad es que ahora... no se como explicarlo... "

Cambio de postura y bajo la mirada a sus manos. Era un poco extraño. Estar hablando de todas estas cosas... y con Ginny. Pero la verdad es que se sentía liberado, era como quitarse un peso de encima. Parecía que Ginny iba a decir algo, pero Harry carraspeó un momento y siguió hablando. Ya que había empezado quería terminar de desahogarse.

"La verdad... es que ahora es muy importante para mí que estén juntos, con todo lo que esta pasando en la guerra, tantas cosas horribles, tantas muertes... Ellos me hacen sentir que todavía hay cosas buenas por las que merece la pena luchar. Cuando me desanimo pienso en ellos, en el cariño que se tienen, y me doy cuenta de que tengo que seguir adelante, aunque solo sea por ellos."

Harry alzó la vista hacia Ginny, que lo estaba mirando fijamente con una expresión muy seria. "Lo siento. Vaya discurso que te he soltado. Así, a primera hora de la mañana." Sonrió tímidamente, sin saber muy bien que hacer.

Ginny se acercó un poco y puso la mano en su brazo. "Para eso es para lo que están los amigos, Harry. Ya sé que no soy como mi hermano o Hermione, pero quiero que sepas que también soy tu amiga y que me preocupo por ti, y que si necesitas desahogarte o hablar de algo... o lo que sea..." Las mejillas de Ginny se sonrojaron ligeramente. "Bueno, que siempre vas ha poder contar conmigo."

Le apretó ligeramente el brazo antes de soltarlo y ponerse de pie, sonriente. "Bueno, parece que no baja nadie. ¿Qué tal si nos vamos a desayunar nosotros solos?".

"Por mí, perfecto." Harry se levantó y se dirigió junto con ella al comedor, preguntándose por que no podían ser el resto de los Weasleys más como Ginny. Al parecer ella se había quedado con todo el sentido común de la familia... Seguramente algo genético que tenga que ver con el hecho de pertenecer al sexo femenino.

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Como siempre, críticas constructivas serán bien recibidas... hummm... creo que eso ya lo he dicho antes ...