Chap 3.
- Quiero verlo. – repetí.
- Sirius, cómo puedes pretender que ella y ..
- Ah, claro, si yo la miro, debo dormir en el sofá, eh Remus? – éste bajo la mirada – Ya veo – repetí – Pero, sí; tú sí que puedes, pero si soy yo, me convierto en una especie de ¿gay frustrado?.. Ahora, Remus, dime ¿tú, qué eres exactamente? Porque yo ya no sé que pensar...
- Estás loco.
- Exacto. Lo estoy. Y.. ¿sabes lo mejor? Un loco con el poder que me da el callar o el hablar con James sobre esto. Un loco que os pide.. algo que haréis.
El momento de silencio, fue roto por la pelirroja.
- Remus, sino se lo contará a James. Por favor, estoy a punto de casarme con él, lo amo y no quiero que eso se arruine por una noche de alcohol... – dijo con una voz tan apagada que no parecía suya.
Remus accedió con un movimiento de cabeza, y yo me senté en la silla como un elegante espectador de una obra de teatro.
Lily, como para llegar nuevamente al clímax que yo había roto, se acercó lentamente a Remus, pasando una mano por su rostro para que cerrara los ojos, y comenzó a besarle.
Ese beso tuvo un comienzo un poco forzado para ambos, pero de un momento a otro se fueron olvidando de mi presencia y la incomodidad para ellos, comenzó a convertirse en algo muy placentero...
Interrumpieron el beso para que Lily dejara caer la sábana que cubría su cuerpo dando a mi vista un espectáculo formidable y haciendo que mi mente ya no tuviese que imaginar todo lo que horas antes estaba haciendo. "Oh, Dios mío", murmuré.
Una vez desnuda, tomó la mano de Moony y la dirigió a sus pechos, vi como el rostro de Lily comenzada a encender una pasión que me trasladó de inmediato, haciendo que mi excitación aumentara a pasos agigantados.
Lily, al lograr recuperar la calentura que debió tener momentos antes, no dudó y dirigió su mano derecha al sexo de quien la noche anterior no me había dejado penetrar su culo, y de quien, con dificultad, de tanto en tanto me daba una mamada.
Mientras que con la otra mano tomo de la nuca a su amante para hacer que le chupara lentamente los pechos por los que comenzó todo.
Benditos sean.
Remus estaba haciendo lo que yo había deseado, todo lo que había imaginado... eso me hizo volverme loco, mi excitación no paraba de aumentar pero quería mantenerme ajeno a esa escena tan bella.
Ellos seguían parados a un lado de la cama, hasta que Remsie, por los temblores que producía el roce de las suaves manos de Lil en su sexo, dejo caer su espalda en la cama pero sin dejar de tocar el piso con sus pies, ante esto, la pelirroja, no aguanto sus deseos y se arrodilló dejando su mirada a la altura de la verga.
Fue aproximando su boca a la parte más sensible de mi novio, asegurándose que su aliento movilizara la ya erecta y húmeda verga, dejando a mi vista una espectacular mamada, era un espectáculo estupendo.
Mi excitación hizo que me incomodara el slip y que me lo quitara, por tal motivo no pude ver cuando ellos, ya sin acordarse lo más mínimo de mi presencia, se movieron para hacer un perfecto 69, cuando los vi, estaban temblando de la mamada que se daban y correspondían.
Logré ver la cara de mi amor cubierta de líquidos que salían del sexo de mi amiga, no aguante mi pasividad y decidí ser parte de tan grato momento, me arrime a ellos y con la lengua recogí los restos de flujo que se alejaban de la boca de Remus, limpiando de ese modo su tierna cara, y besándolo, estando a la vez, tan próximo como podía a la vagina de Lily.
Considerando que debía dejarlos seguir, decidí retirarme para volver a mi lugar, dejándoles de ese modo el lecho sólo para ellos, ya sin importarles lo mas mínimo que tuviesen un espectador.
Lily siguió sobre Remus, cuya erección había vuelto a resurgir, la llevó a su boca dejándola mojada por su saliva y cuando éste logró la dureza que la experta pelirroja esperaba, retiró su boca y subió hasta colocarse cadera contra cadera.
Remus bajó hasta tener su verga en el borde de la vagina de ella, y una vez ahí comenzó a hundirse poco a poco y a arrancar gemidos de placer por en ese encuentro.
A estas alturas, yo estaba tan excitado que sin haberlo planeado estaba haciéndome una paja que en cualquier momento me haría terminar.., la tuve que dejar cuando Lily me dijo que si no quería regresar a la cama con ellos.
Y se separó, dejando a mi disposición a Remus, pero yo entonces la quería a ella, sólo a ella, y también quería que Remus sufriera, viéndonos.
Sin dudarlo, me aproximé, y con su sexo a la altura del mío, comencé a rozar mi pene en su clítoris, logrando que gimiera y que mi verga se mojara con sus jugos, situación a la que respondía con suspiros muy excitantes.
Durante toda la penetración, no dejé de besarla fieramente los labios, esos ya tan enrojecidos por los besos apasionados de antes con Remus, y yo, mientras besaba su cuello durante esa penetración, procuraba mirar fijamente a los ojos de mi novio, mostrándole lo que sabía hacer con un cuerpo de mujer...
Cuando terminamos, Lily se retiró suavemente de mí, y al situarse entre mi cuerpo y el de mi novio, se giró hacia él y comenzó a besarlo, la visión estaba dotada de hermosura, me encantaba, tras el beso, le dijo:
- Te voy a enseñar a darle a Sirius lo que te pide...
