REVIEWS.
Kitsune.- Yo veo a Yuki como lo que todos sabemos que es: Basura!, je. De hecho no sé con qué motivos SNK la creó pero bueno, un adorno más para el juego. Gracias por el comentario.
Deraka.- Verdad que sí? La relación odio-amor de Kyo es buenísima para escribir un fic porque te da material para explorarla a fondo. A mí me fascinan estos dos. Son un encanto. A mí, te confieso, sí me gusta un poco como maltrata Iori a Kyo, no lo sé, debilidad por chicos pelirrojos con ojos del mismo color. Me fascina, pero esa 'tortura' tuvo su motivo, y que bueno que creas que quedó sexy la escena. Bueno, sobre tu pregunta, Saisyu y Shizu son los padres de Kyo, y Kagura es una sacerdotisa que, junto con Iori y Kyo tienen que detener el despertar de un Dios Orochi. Lo otro, Kyo y Shingo no son hermanos; de hecho, Kyo es como el maestro de Shingo, porque debido a que Shingo le profesa una obsesiva admiración a Kyo, éste le entrena para ser como él. Por eso mismo es que Shingo se viste similar a Kyo. Qué bueno que el fic te gusto, me hace muy feliz, porque yo pensaba que nadie lo iba a mirar. Gracias.
Kinyoubi.- A todas nos gusta ese carácter en Yagami, si no es así de violento, posesivo y un poco loco, no es nuestro Iori Yagami. Espero que te guste. Gracias por el comentario. Ciao.
CAPÍTULO 3.
Advertencia de Lemon, si no les gusta, no lean.
Shingo miró severamente a Benimaru, quien bajó del vehículo rojo que llevaba. Sus ojos azules, celestes, recorrieron todo el lugar, buscando alguna pista del paradero de Kyo Kusanagi, pero ni siquiera había algún poco de energía rezagada que le dijera que el chico estuvo allí y el camino que siguió.
En su embriaguez, Kyo no usó su poder, o al menos, eso era lo que Benimaru concluía.
Miró el cielo despejado.
Si una vez Kyo se libró de un dios, no podría hacer lo mismo con alguien que hubiera intentado propasarse con él? No estaba tan tomado, era sólo un poco, especialmente porque, aunque Kyo lo intentó y él le secundó, Yuki estaba presente y no tuvieron mucha oportunidad de quedar completamente ebrios. Sabía que Kyo estuvo consciente, así como lo estaba ahora.
Sólo que no sabía dónde estaba, mucho menos dónde buscar, tomando en cuenta que Iori Yagami podría jugar un papel muy importante dentro de todo eso, pero ignorando el lugar donde el pelirrojo vivía.
-Hay algo, Benimaru San? -preguntó el joven aprendiz de Kyo; todos en la mansión estaban realmente preocupados porque Kagura no quiso decirles lo que había visto en su espejo, pero se había indignado al verlo.
La sacerdotisa estaba enojada con lo que Kyo estaba haciendo en ese momento.
-No, Shingo. Kyo no dejó rastros de su estancia aquí -Le comunicó a su compañero de equipo.
Ambos apreciaban a Kyo y sabían que ya era de preocuparse porque el joven era el más fuerte de los tres, y no haberse aparecido, aún, si era algo que molestaría a la familia Kusanagi, especialmente tras las palabras que envió Chizuru.
-Por qué no le obligó a que se fuera con usted?
-Conoces a Kyo, simplemente se fue -además yo estaba consiguiendo unas chicas, pensó tras dar su respuesta.
Shingo asintió.
Todos conocían a Kyo perfectamente, del mismo modo en que conocían a Benimaru, así que desconfiaba, en ese momento, de las acciones de ambos peleadores, pero no le quedaba mucho por hacer; su maestro estaba perdido.
-Dónde vamos ahora? -preguntó Benimaru, al viento.
Shingo le respondió.
-Iremos al templo Kagura.
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Lo siguiente que sintió Kyo fue una mordida en su cuello y el pecho desnudo de Iori contra su piel caliente. La presión que el peso de Yagami ejercía sobre él se sintió muy reconfortante.
Con los ojos cerrados se permitió disfrutar la tortura de Yagami, mientras dejaba que sus manos trazaran líneas sobre su cuerpo semidesnudo, hasta que alcanzó su pantalón y lo desabotonó.
Sintió su boca arder en fuego cuando Yagami hizo que sus labios entraran en contacto y le besó con pasión... una que Kyo nunca antes experimentó y que ahora estaba enviándole placenteros escalofríos por todo el cuerpo. No podía resistir más antes de terminar cediendo completamente y la leve resistencia que era su cuerpo virgen al menos de un relación homosexual, estaba a punto de convertirse en un mínimo obstáculo que Yagami aplastaría.
El aliento caliente de Yagami sobre su rostro, cuando se separaron, le hizo abrir los ojos, sólo para encontrarse a un pelirrojo muy interesado en el rostro de su rival, quien permitió que la lengua cálida y aterciopelada del pelirrojo lamiera su mejilla casi tiernamente.
Descendió por su cuello hasta su pecho, donde mordió una de sus erectas tetillas, saboreando el sudor que recorría el cuerpo de Kyo... éste se arqueó ante el placer de la mano del pelirrojo apretando con fuerza su otra tetilla, que se encontraba libre de la boca de Yagami.
La presión del cuerpo de Yagami desapareció, y vio como el pelirrojo se dejaba deslizar sobre su cuerpo, bajando instintivamente, abriendo el pantalón y bajándolo, dejando al hermoso heredero Kusanagi completamente desnudo.
Alzó la mirada, encontrándose con la de Kyo y vio como éste se encontraba completamente sonrojado, entregado y abandonado al placer que le estaba proporcionando.
¿Qué sentía él en ese momento? Una cosa era segura, Kyo despertaba su líbido, pero más allá, había algo? Estaba seguro que sí... Kyo despertaba en él muchas cosas más, especialmente un sentimiento posesivo.
Tomó entre su boca el erguido miembro de Kyo, succionándolo con fuerza y disfrutando de los gemidos ahogados de placer que Kyo estaba conteniendo, los gritos que no podía evitar y los movimientos de cadera que le imponían un ritmo al pelirrojo.... Sus ojos castaños estaban nublados de placer.
Antes que alcanzara el clímax, Yagami se apartó y fue ascendiendo lentamente, deleitándose al ver como Kyo respiraba agitadamente.
Había lágrimas en sus ojos, pero no sabría distinguir qué tipo de llanto era ése... ahora, mientras estaban en un momento tan íntimo como ése, a él no le importaba nada más que el cuerpo sumiso de Kyo.
Sabía que la falta de energía era uno de los motivos por los que el joven no oponía resistencia. Eso y el hecho que sentía algo por el pelirrojo que en ese momento planeaba poseerlo por completo.
Soltó el botón de su propio pantalón y liberó su henchido miembro.
Los ojos de Kyo estaban rojos, pero su excitación era tan obvia como la de Yagami, así que sólo se dejó llevar cuando Yagami, completamente desnudo, al igual que él, presionó sus erecciones juntas, creando una tormentosa fricción entre ambas.
Su mundo quedó en blanco, simplemente inundado de placer.
Yagami le besó una vez más, más gentil pero no por ello menos pasional, sus manos apretando estrechamente la cintura del Kusanagi, levantándolo un poco de la cama y apretándolo más a su cuerpo caliente.
-YAGAMI!! -Gritó Kyo, ladeando el rostro y permitiéndole así al pelirrojo enterrar su cara en su cuello y mordisquearlo a su antojo.
Los desgarradores gritos de placer de Kusanagi nublaban la cordura del pelirrojo, quien hizo lo que su instinto animal le obligó a hacer.
Sin pensárselo más de una vez, se posicionó entre las piernas abiertas del joven Kusanagi y embistió con fuerza, penetrándolo en un solo movimiento que obligó a Kyo a temblar por el dolor, placer y el impacto.
Sus manos se aferraron a la sábana y su espalda arqueada sólo hizo que Yagami lo levantara de la cama, para que Yagami, arrodillado sobre ésta realizaran el más erótico ritual de amor con Kyo, quien estaba apoyado en el cuerpo del pelirrojo, que lo apretaba contra él.
Se dejaron caer una vez más a la cama, aplastó deliciosamente a Kyo quien mordió el cuello del pelirrojo.
-Te quiero... Yaga...MIIIIII!!! -Gritó, en ese preciso momento el pelirrojo estaba estimulando el punto interior que hizo a Kyo estar a un paso del clímax.
Lo estrecho del virgen pasaje de Kyo, la sangre que sirvió como lubricante, cuando penetró a Kyo y las contracciones, también eran una forma de hacer a Yagami perder la cordura, haciéndolo incrementar la rapidez en sus embestidas.
Sujetó con su mano el miembro de Kyo y comenzó a masturbarlo mientras con su otra mano jaló a Kyo para compartir un húmedo beso en el que quedaban atrapados sus gemidos de placer.
Eso tuvo un efecto devastador en Kyo...
Alcanzó el clímax con un grito que casi ensordeció a los amantes.
Yagami se vino unos movimientos después que él y se dejó caer encima del joven Kusanagi.
-Feliz Cumpleaños, Kusanagi -le besó la frente y lo apretó con fuerza contra su cuerpo.
Cada movimiento que había hecho Kyo estaba grabado en su memoria, así como en aquella videocámara que estaba sobre uno de los estantes, pero, dentro de su absurda obsesión, eso no tenía por qué compartirlo con Kyo.
Le besó el rostro una vez más, antes de dejar que el cansancio los arrullara a ambos.
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Yuki acudió al encuentro con quien le había enviado la misteriosa carta. Presentía que algo tenía que ver con su Kyo Kusanagi... Hasta ahora, que era media noche, seguía sin haber noticias de su novio.
Se abrazó a sí misma. La noche era fría y estaba precariamente abrigada con sólo un sweater muy delgado que no le brindaba el calor que necesitaba. Soñaba despierta con un abrazo de Kyo.
El vehículo negro que aparcó unos metros delante de ella le dijo que su 'cita' había llegado.
Vio descender a un pelirrojo, vestido completamente de negro, y del lado del pasajero, vio que Kyo Kusanagi también bajaba de allí, completamente confundido del por qué de su presencia allí.
Su novia estaba allí, así como su amante pelirrojo, y él.
-¿Qué es esto, Iori?
-Sólo entrégale el sobre que te di y dale tu colgate, ése que indica que eres un miembro de la familia Kusanagi... el mismo que debía robarte si alguna vez te derrotaba... Kyo.
Miró a Yuki y simplemente obedeció las órdenes del pelirrojo, quitándose la cadena y entregándosela a Yuki, junto con el mencionado paquete.
-Allí lo tienes, Kushinada -dijo Iori, sonriendo -. Algo que es irremplazable... Vámonos, Kyo.
Los ojos llorosos de la joven fueron como poesía para Yagami, Kyo sólo la miró, casi indiferente, aunque en el fondo sintiéndose culpable.
Cuando subió al vehículo, Yagami sólo le miró fijamente... sus ojos rojos brillaban.
-Y que no se te olvide, Kusanagi -dijo, sujetando la mano de Kyo con mucha fuerza -. Tú eres sólo mío.
OWARI
Notas de autora:
Me quedó muy feo pero era en honor a los veintiséis años de mi adoradísimo Kyo Chan. Yo quería hacerlo diferente, porque faltaron un poco más de cosas, pero sinceramente Shingo y Benimaru no importan mucho y Yuki sufrió lo que iba a sufrir... lo que va en el paquete... Bien, chicas, mi prima me dijo, por qué no le envían a Yuki una copia de ese video que Yagami grabó... Y bueno, de allí la idea... créditos a ella...
Gracias por todos los comentarios... y ya saben, besos mil. Hasta mi próximo fic.
Por lo confuso, quizá hasta le hago secuela… Who knows? Maybe I do.
