CAPITULO 5

Advertencia: Este es un capi angustioso, repito la advertencia, si no te gusta ve al próximo capi o al próximo, o al siguiente, jé ,jé, asume que Aragorn quiere "conocer" mejor a nuestro Leggy, OK? 
Para no caer en errores Lingüísticos, asumamos que el dialogo entre nuestros protagonistas es en elfico ¿OK?, ¡ Thanks!-

-¿Estel?- ¿eres tú? - Legolas volvió a preguntar en suave tono-
- ¿Donde están los Hobbits?, ¿Que les ha ocurr…? -
Aragorn ahora, como despertando de un profundo sueño se acercaba a grandes pasos hacia Legolas, con una mirada que no pudo definir bien el elfo, noto que el "anillo" colgaba ahora de una cadena alrededor del cuello del mortal, el pendiente que le obsequiara Arwen no estaba, -como lo portara hace mucho tiempo Isildur mismo- pensó el elfo, eso aumento su esperanza un poquito mas, tal vez al no llevarlo engarzado al dedo no tuviera dominio total sobre Aragorn, tal vez…

Pero tan rápido vino esa esperanza, rápido se desvaneció, porque noto que la mirada que le preocupara antes, ahora emanaba deseo, y… ¿codicia? Pero, ¿sobre que?
-Estel, por favor, dime..., al tratar de incorporarse nuevamente Legolas, sintió como todo el peso de Aragorn caía sobre su cuerpo, una mano se deslizaba hacia su nuca, y tomándolo por el sedoso cabello empujaba hacia atrás, exponiendo el blanco cuello, un grito sofocado salio de la boca de Legolas, al sentir la húmeda boca de Aragorn recorrer se cuello, e ir ascendiendo hasta sus puntiaguda oreja.
-Estel, ¡¿que haces?!, ¡detente! - grito Legolas, tratando de mantener la calma, lo cual era imposible, ya que la boca insistente de Aragorn continuaba mordisqueando y acariciando su puntiaguda oreja, podía ahora sentir su aliento caliente y rápido.
Aragorn se aparto, y un suspiro de alivio cruzo los labios del elfo, solo para ahogarse ahora en la caliente boca del mortal, en un posesivo beso.
Legolas lucho por librarse de la boca tan anhelada antes, pero ahora no deseada, trato de forcejear una vez mas sus ataduras, mientras con su cuerpo trataba de hace caer a Aragorn, pero esto solo exaltaba mas a Aragorn, que presionaba mas su cuerpo sobre el del elfo.
La otra mano se deslizaba ahora por su esbelta cintura, acercando mas al elfo hacia el, rozándolo para que el elfo sintiera su virilidad.
Ahora si Legolas estaba en pánico, la boca no se retiraba de la suya, y lo que era peor, ahora la húmeda legua había logrado atravesar sus labios, y se hallaba explorando sin misericordia alguna, había sentido ya la dureza del hombre rozar sobre sus muslos, y ahora no tenia mucho espacio para maniobrar, sus muñecas empezaron a sangrar del esfuerzo, pero esto no lo detuvo, continuo luchando y forcejeando.
Era un elfo, con una fuerza y agilidad mayor al de un mortal, pero ¿como es que era superado y sometido entonces?. ¿El anillo disminuía su resistencia y aumentaba , a su vez, la fuerza a su poseedor?

Legolas jalo aire al terminar el beso, -¡ Estel! ¡Detente!- por favor, soy yo, Legolas, ¡por favor!, ¡recuerda quien eres Estel! -
Pero sus palabras cayeron en oídos sordos, y para su horror ahora Aragorn comenzaba a desgarrar su camiseta, mientras la otra continuaba aferrada a su nuca.

Sin la fina camiseta como obstáculo, ahora la boca de Aragorn encontró otros placeres, recorriendo ese suave torso, y mordisqueando las pequeñas protuberancias rosadas hasta hacerlas sangrar, lamiendo los delgados hilos de sangre que hacían su recorrido hacia los costados.
-mmm, eres delicioso – murmuro.
Legolas ahogo un grito de dolor, apretando los dientes, mientras Aragorn continuaba su exploración, Legolas con voz pesada volvió a insistir.
-!Estel, por favor detente, por favor!, ¡ Arroja el anillo lejos!- ¿No ves lo que te esta haciendo?, ¡Por favor Estel, por mi, por nuestra amistad! -
-Pero si es por ti mi pequeño elfo- respondió Aragorn entre respiración entrecortada, - es por ti, todo esto es por y para ti mi pequeño Príncipe-
Legolas lo miro incrédulo, -¿ de que demonios estaba hablando?-
Pero no tuvo una segunda oportunidad de preguntarse, porque Aragorn medio se incorporo, y empezó a deshacer los lazos de las polainas de Legolas.
-¡ No!- grito Legolas, cambiando a la Lengua Común, pero un súbito jalón hacia abajo lo dejo expuesto ante la mirada deseosa del hombre encima de el, que de nueva cuenta empezó a tomarlo por la nuca y besarlo, ahogando sus gritos de protesta, mientras con la otra comenzó a acariciar apretadamente de base a punta la virilidad del elfo.
Pronto, y para horror de Legolas, su cuerpo empezó a responder a las atenciones de Aragorn.
Al morder lo mas fuerte posible la boca del hombre, Legolas probo el metálico sabor de la sangre en sus propios labios, lo que le gano dos fuertes bofetadas con el dorso de la mano de Aragorn, su cabeza cayendo hacia atrás del impacto, dejándolo un poco desorientado.
- Ahora serás mió mi querido Legolas- dijo Aragorn en una voz ronca ,y con esto desabrocho sus propias polainas, y con la daga que le obsequiara Celeborn corto las ataduras de los pies del elfo, separando los muslos de Legolas, se ubico entre ellas, atrajo hacia su ingle las redondas nalgas del elfo , acomodo una pierna a su hombro, la otra hacia su cintura, esto solo aumento el la lucha frenética en Legolas , que bajo la pierna para golpear al mortal en pleno rostro, desafortunadamente, Aragorn se anticipo al golpe, haciéndose a un lado, Legolas solo atino a darle en el hombro, pero con la suficiente fuerza para desequilibrarlo, aprovechando esta pequeña oportunidad, Legolas rodó sobre si, queriendo poner la mayor distancia posible entre el y el no muy cabal de su amigo, al volver la mirada, noto en un rincón de la cueva se encontraban sus cuchillos, arco y ropa, hacia ahí se dirigía cuando una fuerte mano apreso su delgado tobillo.
- ¡Vamos Legolas, no me digas que eres tímido!- rió Aragorn, - ¿o es que eres virgen? ¿Es eso?.Te prometo que seré gentil- rió nuevamente, al escuchar esto un rubor profundo decoro la cara de Legolas
¡Por supuesto que era inocente!- bien sabia Aragorn que los elfos solo se aman y unen una vez en la vida- aunque eso no hacia a Legolas ignorante en el arte de amar entre dos seres del mismo sexo, tampoco lo dejaba mas tranquilo, lo que fuera a suceder seria en contra de su voluntad, y eso tampoco era bueno.
Al ver la reacción de Legolas, Aragorn rió mas profundamente, -seré el primero y ultimo en reclamarte mi virgen príncipe- y diciendo esto, jalo hacia si el tobillo que ya tenia sujeto, torciendo a un lado hasta que escucho con satisfacción un leve quejido de dolor del elfo.
-¡Maldito seas Aragorn!- vocifero Legolas, con todo el odio y desafió que pudo mostrar. Dolor, angustia y vergüenza se le juntaban en un solo momento, la impotencia no hacia las cosas mas fáciles.
- Ya lo estoy mi querido elfo- fue la fría respuesta del mortal al momento que tomaba el otro tobillo de Legolas, y tirándolos hacia arriba y abajo, doblando sus rodillas, dejando todo expuesto al elfo, que no había dejado de forcejear, pero entre mas resistencia ponía, mas débil y fatigado quedaba Legolas.- ¿Qué me pasa?-
-Veré que te guste- musito Aragorn recorriendo con su lengua los profundos surcos del cuerpo del elfo, que ahora , tembloroso, solo podía resistir el ataque de su cuerpo.
-¡ Estel, detente, yo no deseo esto!- ,- ¡ no así, no así!-
Un pequeño grito cruzo sus labios del elfo cuando sintió que algo húmedo y caliente lo traspasaba, su virilidad que había empezado a desfallecer, cobro nuevos bríos, todas estas nuevas sensaciones golpeaban los sentidos de Legolas, dejándolo jadeando, casi sin aire.
-¿vez mi dulce Legolas? Lo haré bien para ti, te daré solo placer, ¿ mmm? –
Legolas no respondió, temiendo que su voz lo traicionara, enojo y pena bañaban sus facciones, y sorpresa segundos después al sentir que el hombre ubicaba sus temblorosas piernas a los costados, no se encontraba preparado cuando la boca del hombre lo tomo por completo, soltando un gemido para placer del mortal, pasaron minutos de exquisita tortura, leves quejidos se escuchaban del agobiado Legolas.

Legolas flotaba en un mundo de placer, que al principio, gracias a la húmeda acción previa, no noto un dedo que ahora se deslizaba hacia dentro, penetrándolo, trato de apartarse empujando las piernas, pero solo logro que Aragorn empujara con más fuerza y se deslizara mas adentro.
- ¡ Detente Estel!- ¡por favor!-
Un segundo dedo se unió al primero, estirándolo incómodamente, empujando, dentro, mas dentro.
-¡aahh!- exclamo Legolas sin poder evitarlo, una ola de placer más intensa que antes recorría su cuerpo,
-¡ ¿Que me estas haciendo Estel?!- pero este no respondió, solo se limito a continuar con su tarea con mas fervor.
Sintiendo que el Elfo estaba listo para recibirlo,Aragorn subió ambas piernas a sus anchos hombros, lubrico su dura virilidad con un poco del líquido claro que ahora goteaba levemente del elfo y empezó a empujar, sin detenerse, hasta el final.
El dolor que sintió Legolas en esos momentos, era el mas grande que jamás había sentido en su inmortal existencia, y eso que había sufrido heridas graves en sus innumerables patrullajes, pero este dolor, este dolor era inmisericorde, lo rasgaba y humillaba, gruesas lagrimas caían de sus intensos ojos azules, dientes apretados queriendo sofocar el grito que se acumulaba en su garganta, un temblor fino recorría todo su cuerpo, pequeñas aperladas gotas cubrían su frente.
Aragorn ahora se empezaba a mover a un ritmo que no se podía ignorar, cada empuje suyo acompañado de un gemido del elfo.
-¡Siénteme dentro de ti Legolas, te lleno completamente!, - rodando y empujando su cadera para dar énfasis a la frase, provocando otro gemido de Legolas.
- Po..Por favor Estel, detente, mmmph… por favor, ughhh,te lo suplico! -
-Que lindo suplicas mi Legolas- respondió Aragorn, que para nada se escuchaba fatigado, e inclinándose reclamo de nuevo la roja y temblorosa boca, retirándose solo para verlo fijamente a los ojos.
-¡Estel, detén esta locura, estas a tiempo, por favor, regresa ,regresa a mi, no dejes que el gane! - por un momento Legolas creyó que su Estel había regresado, podía sentir la lucha interna del hombre, como se debatía.
-¿Legolas? - Vino el suave nombre, como un suspiro de la boca de Aragorn, -¡ ¿Que en nombre de Varda estoy haci..?! - Cerrando los ojos Aragorn inhalo profundamente, y un sonido siseante salio de sus labios
El aura oscura que emanaba de el parecía cobrar nuevas fuerzas, y ahora abarcaba toda la cueva y esto solo aumento mas la angustia y congoja en el corazón del elfo, porque sabia que Estel estaba ahí, muy profundamente, pero ahí, pero que no estaba ganando la batalla.
- ¡Estel, Estel, regresa a mi! –grito Legolas en suave elfico
Pero no obtuvo respuesta, cuanto el mortal volvió abrir los ojos, estaban tan o mas opacos que antes, su cara con una mueca burlona.
- ¡No me hables nunca mas en esa maldita lengua ¡- y volvió a empujar mas fuerte – si mas fuerte se podía- otra embestida, otro quejido de Legolas.
-Siente cada pulgada de mí, porque soy el único que te exigirá así de aquí en adelante, estoy hecho para ti y tú para mí, Ya estamos unidos para siempre y tú lo sabes-
De pronto un dolor punzante le hizo saber que el hombre se había retirado, no pronto encontró alivio, cuando dos ásperas manos lo giraron sobre su estomago, lo tomaron por las finas caderas, levantándolo lo suficiente para que su lastimada abertura se encontraba con la firme virilidad de Aragorn, mirando sobré su hombro ,Legolas vio que los grises ojos de Aragorn ahora brillaban con una luz rojiza, y una sensación de maldad salían de ellos.
-¡ No Estel, no mas ¡-¡Estel!-¡ Por favor!, ¡no mas …ughhhh!¡
Aragorn empujo de nuevo, pero esta vez mas lentamente, alargando la penosa tortura, inmediatamente comenzó a arremeter con más fuerza y pasión,
-¡Oh!-¡Legolas eres tan estrecho! – ¡mi dulce y virgen Legolas!-
Legolas no pudo bloquear la sensaciones y emociones que iban en vertiginoso aumento; asco, humillación, enojo, odió, compasión, piedad… y placer.
Placer que se mezclo con dolor -y cada empujón que daba Aragorn rozaba con esa pequeña zona suya que lo hacia ver estrellas cada vez mas y mas brillantes, una de las manos de Aragorn ahora se ocupaba de su muy sensible virilidad, y se inclinaba con tal fuerza que sentía el pecho del hombre sobre su espalda, la caliente boca mordiendo su hombro, marcándolo, sangrándolo… hasta que todo exploto en una brillante luz, y por unos segundos Legolas creyó que los Valar habían escuchado sus suplicas .
Pero pronto la verdad lo encaro al sentir la semilla del hombre explotar en sus profundidades, y lo último que escucho fue el gemido de placer de Est… -no, no su Estel-, de Aragorn, cuando alcanzo su propio clímax. Sintió muy vagamente que Aragorn se retiraba, y que girándolo de lado, lo abrasaba posesivamente por la cintura, Legolas abraso la fría pero confortante oscuridad que lo envolvió.

 Please review