7.-EL LLAMADO DE LA NATURALEZA:

Le alzó el rostro con un dedo y Hermione, muy junto a él, palpitante, apasionada, lo miraba en la oscuridad. No era fácil verlo. Por eso soltó una mano de la esplda de Ron y le paso la yema de sus dedos por la barba, demarcandole suavemente las facciones.

Ron la sujetó contr él, y de súbito le asió las manos con ambas manos. Sentía que las fuerzas le fallaban y que Hermione ya era su mujer.

Ron sacudió la cabeza, y en la oscuridad buscó los labios femeninos, que iba al encuentro de los suyos.

La besó desesperadamente. Esta vez no buscaba una caricia pasajera. Tampoco temía encender el cuerpo de su compañera. Lo único que necesitab era tener una comunicación plena y conocer a Hermione en toda su femenidad sexual.

-Ron!- exclamó ella con extraño acento-, Ron..!

Ron dejó de besarla y Hermione se aferró a él. Tuvo miedo. Miedo de que, el día siguiente, Hermione le reprochara que hubiera sido débil.

La soledad era propicia, el tiempo contaba y la noche era evocadora, mas bien provocadora. Pero, ¿y mañana?. La separó con cierta brusquedad.

-Ron...!!- gritó ella

-Voy a tomar un rato el aire

-Pero..

-Hermione, que mañana es otro día- se levantó y salió a toda prisa.

Hermione se tapó la cara con ambas manos. No sentía vergüenza, ni debilidad. Había ido a él porque había querido. Necesitaba su comunicación.

No podía engañarse. Los hallaran o no los hallaran, para toda su vida Ron sería el único hombre. Casado o soltero, Ron supondría su existencia la única razón de vivir.

En aquel momento estaba descalza, y así salió de la choza. Ron estaba sentado no muy lejos de esta. Tenía las piernas encogidas en aquella postura tan suya, cuando descansaba, que casi parecía estr haciendo yoga. Rodeaba las piernas con ambas manos y apoyaba la mejilla en las rodillas.

Despacio, caminando por la hierba , se fue acercando a Ron y se pegó a su espalda, de modo que con un simple movimiento, le besó en el cuello.

Ron, que no la había sentido llegar, giró un poco y vió junto a sí la cara de Hermione.

-No te sientas responsable de nada, Ron. Soy yo la que vengo a ti.

-Si sigues hablando así, lo mando todo al traste, y me temo que después te pese.

-¿A mí?

-¿Y por qué no puedo defraudarte, Hermy? A fin de cuentas, a mi mujer no le intereso, y no pasa de ser mujer.

-La forma de ser de cada cual es muy opuesta a veces, Ron. Y en el caso de Fleur y yo, esta claro que no nos parecemos en nada.

-Afortunadamente- dijo él

Hermione puso la cara, muy despacio, en los muslos de Ron y él hundió sus dedos en su cabello castaño

Le levantó la cara con las dos manos y la miro a los ojos tan de cerca que, dada la postura, la luna iluminaba la mirada café.

-¿Sabes, Hermione?- y su voz ronca se endulzaba hasta extremos exagerados- Has aprendido mucho en esta soledad. Has aprendido a ser mujer y a asumir tus responsabilidades como tal.

-¿Y como no voy a aprender a tu lado?

Ron no podía má. Era una necesidad, una tentación. Como aún le tenía el rpstro entre sus dos manos, le busco la boca con la suya.

Cayeron ambos hacia atrás sobre la suave hierba.

De repente, Ron la soltó. Se alejó, caminando muy aprisa. E iba gritando como un desaforado:

-NO PUEDO, NO PUEDO. NO DEBO, NO DEBO...!!!

Hermione se quedó tndida, algo jadeante, pero enseguida se levantó, preguntandole a Ron, que se alejaba:

-¿A dónde vas?

-No lo sé. A dar un paseo. A refrescarme más. Tú entra y duerme. No pienses, no reflexiones ni busques demasiadas razones a mi actitud o a mis palabras. Todo llegará por sí solo y en el momento adecuado.

-¿Cuándo?

-¿Y que importa eso?Deja pasar el tiempo. Quiza mañana amanezca un bote ahí anclado, o veamos el firmamento vacío y el horizonte lejano. Volveré luego Hermione.

Era inutil retenerlo. Ella lo entendía y no lo entendía. No tenía la experiencia de Ron, aunque si bastante más cuando subió a la avioneta del hombre que iba a ser su padrino de boda.

Giró despacio y entró a la choza. Cayó cuan larga era sobre la paja, sintiendo el duro suelo en la espalda.

Los pasos de Ron se alejaban...Ahora eran lentos y se detenían en ratos. Luego se oían de nuevo.

No supo cuando fue ni le importó en absoluto. Sintió que el sueño le invadía, y a la vez, que algo se le pegaba al cuerpo. En la oscuridad tocó aquel "algo". No dijo una palabra, pero, instintivamente, se arrimó más a él.

Ron alargó una mano, la pasó por la cintura y le hizo dar la vuelta.

-Ron...

-Hay voluntades que a veces son débiles. Y además...además...

-Ron, has vuelto.

-He tenido que volver. Mañana será otro día...pero hoy...ahora...

Ya no hubo más palabra. Todo era muy distinto. Ron era suave, sin ninguna precipitación, pero cualquiera que lo observara sabría que se estababconteniendo. Sin embargo...

-Ron..

-Calla, Hermione, calla. Yo...yo ..no podía más ¿sabes? Ni el agua helada de la noche...ni el paseo ¡NADA! Por favor, mañana no me digas....no me digas...

Había un especial pudor en la voz contenida de Ron. Después, un absoluto silencio. Solo se oía en la choza como un quedo murmullo. Hermione se aferró a él con todas sus fuerzas. Era imposible escapar del llamado de la naturaleza, del instinto, de la necesidad, pedro, más que nada, de la ternura, que los privaba de voluntad.

Una hora, dos..la luz de un nuevo día apuntaba ya. El sol amanececía, y, con las primeras luces. Aparecía rojizo por el horizonte, bañando cuanto hallaba a su paso, como era aquel islote, perdido en un mar infinito. Hermione dormía pegada al costada de Ron. Este se separó con mucho cuidado. Después se levanto y, descalzo, paso a paso se acercó a la puerta.

Tenía una arruga en la frente, y los párpados entornados, de modo que apagaban la luz rutilante de sus pupoilas.

«No he podido»- pensaba-«No he podido. Debí poder, pero¿Qué mas da ya?Hermione es sensible, sensible en grado sumo. Me ha entendido perfectamente, como yo le he entendido a ella. Todo lo que venga después, si es que hay un después, fuera de aquí, se puede olvidar, si ella lo desea, o puede perdurar, si esta de acuerdo conmigo»

Volvió la cara para mirarla. Y despacio fue y la abrigó.

Decidió alejarse. Tenía que encontrar comida. Tomó una cesta que él mismo había hecho con lianas, y después de calzarce las chilenas de hojas y suela de corteza de árbol, se adentró por el islote.

Cuando volviera cargado de frutas le diría...le diría...Pero¿Había algo por decir?¿No era sufieciente la realidad vivida?¿No hablaba esta por sía sola?¿Qué más explicaciones cabían?

Hermione se sentó de pronto sobre la hierba. Una luz brillante lucía en sus marrones ojos. Tenían estos una diafanida absoluto.

-Ron- susurro- Ron..- y descalza salió apresurada- Ron!!- grito un tanto deaspavoridad- Ron..!!

Allá a lo lejos oyó una voz que salía de la maleza:

-Ya voy, Hermy!!

"Hermy" Solo sus padres la llamaban así. Y él, Ron...

Casi enseguida lo vió aparecer con el cesto de las frutas. Era el mismo, pensaba Hermione extaciada, viendolo avanzar, y, sin embargo, era diferente. Lo conocía en profundidad. Todo había sido, además de revelador, lo más hermozo del mundo.

De repnte hechó a correr y se topó con Ron, que soltó la cesta en el suelo y la recibiZ en sus brazos.

-Mi pequeña y sensible Hermy- dijo quedamente

Ella le rodeo con sus brazos por la espalda y pego su cabeza al ancho pecho desnudo de Ron..

-¡Ron, oh, Ron!- exclamó

No sabía decir otra cosa. El le acarició el pelo y con un dedo le levantó la barbilla.

-Eres una criatura exepcional, Hermy. Nunca jamás conocí a una mujer como tú. Llena de vida, de sentimientos, sensible al máximo y apasionada como una leona y, a la vez, tierna como una gatita consentida.

-Ron, yo no sabía...no sabía...

-Di que no conocías la vida de pareja.

-No, no...

-Y te agrada

-Me..me apasiona

-Pues ven, ahora amos a desayunar. Después nos bañaremos y luego nos iremos de caza.

La separó un poco, y mientras que con un brazo la llevaba pegada a su costado, con el otro sujetaba la cesta llena de frutas.

-Antes quiero ir al manantial.

-No seas coqueta.

-Debo peinarme.

-Pero si con ese nudo en la cabeza estas bellísima.

-Ron, ¿te gusto de verdad?

-Claro que si, Hermy.

-Pero, antes..

-Antes, era antes. Estaba ciego. Hoy es hoy. Me gustas, siempre me gustaste. Pero yo nada que quería reconocerlo. Eras mi amiga, y como tal debía verte. Ahora nada es igual. Me gustas y te quiero. Te quiero tanto, tanto que la vida sin ti me parece absurda.

-Ron...

-Pero he de ser sincero. Temo que un día, si volvieramos a la civilización, te olvides de todo esto...

-Jamás, jamás...

-¿Y que hacemos si volvemos, querida Hermione?

-Tu te divorcias de Fleur y yo no me caso con Bill, suponiendo que a estas alturas no se haya casado con otra.

Días y días así. Mese.¿Cuántos? Más de seis en total. Pero ellos no se daban cuenta. Para ellos, todo era igual. A veces se amaban con pasión y en otros momentos imperaba la ternura, y se pasaban horas tendidos en la playa, corriendo uno tras el otro.

Esa noche no miraban hacia el mar. Conversaban de temas diferentes, conociendose cada día día más. Sin embargo, al girar Ron la cabeza, lanzó como un grito y con ambas manos asió el brazo de Hermione...

-Mira, mira. Hermione. Mira y dime si veo visiones.

-No ves visiones, Ron. Son luces de un barco.

-¡Sí, es un barco!. Mira, mira. El barco se acerca. Ahora las luces estqán más próxima a nosotros.

En efecto, las luces del barco, sin lugar a duda, se veían mas cercanas. Lejos aún, pero menos que antes.

Fue todo como un sueño. La hoguera ya no crecía, porque no había necesidad...El yate se apróximaba y lanzaba fuegos artificiales, como si quisiera indicar que los habían divisado.

De súbito, después de una de quellas luminarias, Hermione grito:

-Ron, es el "Hermione"

-¿Qué dices?

-Que es el "Hermione"

-¿Estas segura?

-Sí, es papá, papá. Ya sabía yo que papá no cejaría...

N/A:..Ermmm bueno ya estamos llegando a la parte final del fic..y bueno queremos agradecer a Lucre y a Amy Black..por seguirnos..les prometemos ue elsiguiente capi lo actualizaremos mas pronto de lo que se imaginan..bye

maga y angls

FELIZ NAVIDAD PARA TODOS Y PROSPERO AÑO NUEVO