Capítulo 2

En otro camerino se encontraba una chica de cabello acuamarina abriendo un estuche de violín cuando escuchó que tocaban a su puerta. Ella indicó a la persona que podía pasar y al abrir la puerta apareció el mismo joven de ojos azules que en el camerino de las otras chicas. -Haruka, qué bueno que al fin llegaste - dijo la chica con gran emoción abrazando el violín con una gran sonrisa en el rostro. El muchacho cerró la puerta y se acercó a ella, tomó el instrumento y lo dejó a un lado, después la rodeó por su cintura.
- Michiru crees que podría perderme alguno de tus conciertos - preguntó con una gran sonrisa en sus labios - te ves preciosa como siempre- la chica se ruborizó y el joven se inclinó para besarla cuando súbitamente la puerta se abrió de golpe y seis niñas entraron corriendo al lugar, cerrando rápidamente la puerta tras de ellas. - FIUF!!! Al fin pudimos librarnos de ese guardia - dijo una de cabello rubio con un gran moño rojo en la cabeza. Las otras cinco chicas sólo movieron la cabeza rápidamente en aceptación mientras seguían empujando la puerta.
- ¿Oigan, no creen que mejor hubiéramos esperado a que amablemente el señor nos indicara el camino? - preguntó otra chica de cabello corto azul.
- No creo que nos hubiera mostrado nada, es un gruñón esquizofrénico- Dijo otra de cabello castaño con hermosos aretes de rosas.
- Creo que no nos hubiera hecho nada si la tonta de Serena no hubiera abierto su bocota - dijo otra chica mucho menor que las otras con un gran par de coletas rosas.
-Oye!! Yo sólo le pregunté por qué tenía esa nariz tan fea, no tiene nada de malo! - dijo otra chica rubia con un par de coletas más largas que las de la niña pequeña. Sus amigas la voltearon a ver con grandes gotas de sudor en la frente. -¿Qué tiene?- preguntó incrédula Serena.
- Por Dios! ¿no pueden dejar de meterse en problemas?- dijo Haruka con una gran gota de sudor en la frente, aún abrazando a la chica. Las 6 jóvenes de la puerta voltearon a verlos e hicieron un gesto de "ya los cachamos". Cuando la pareja se dio cuenta rápidamente se soltaron y ruborizaron. -Uuuuhhh!!! ¿Qué estaban haciendo? - dijo Serena dando unos ligeros codazos en el estómago de Haruka.
- Aaaa... este... pues... no... yo... ay... - no sabía qué contestarle, estaba demasiado apenado para pensar en algo rápido. De pronto se escuchó que tocaban la puerta con mucha ansiedad, los golpes eran muy fuertes y seguidos.
- ¡Abran niñas, sé que están ahí!
- ¡Es el guardia! - gritaron todas al tiempo mientras seguían empujando la puerta para evitar que el señor la abriera.
- Denme permiso chicas- dijo Michiru con esa sonrisa tierna que la caracteriza. Todas movieron la cabeza en negación - Por favor.
-Está bien..... - dijeron todas dando un gran suspiro. La chica de cabello acuamarina abrió la puerta y el guardia se quedó boquiabierto al verla.
-Gomen nasai, señorita Kaioh, es que estoy buscando a unas intrusas que se infiltraron en los camerinos sin permiso - dijo el guardia muy apenado agachando la cabeza -Pensé que tal vez se habían encerrado aquí.
- Pues en realidad tiene razón, ellas están aquí, pero son mis invitadas, así que no hay necesidad de armar tanto alboroto.- la chica esbozó una hermosa sonrisa que el guardia quedó como ido.
-Está bien, pero dígales que no vuelvan a hacerlo, primero deben esperar a que se les otorgue el permiso y los gafetes - le entregó las cosas a la violinista.
- Si, gracias, yo se los doy - el guardia dio una reverencia y se marcho, después la chica cerró la puerta y volteó a ver a las otras seis que estaban paradas en un rincón todas apenadas - Dios, se pasan en verdad.
-Perdón, no lo volvemos a hacer - dijeron al mismo tiempo y dieron algunas reverencias en agradecimiento.
- Si, si, si - dijo Haruka sarcásticamente - Si no aprenden nunca - dijo tomando los gafetes en sus manos - Veamos - empezó a leer los nombres - Amy - le entregó uno a la chica de cabello corto y azul - Rei- se acercó una chica de cabello largo negro - Lita - se lo dio a la chica de cabello castaño con aretes de rosas - Minako - la chica de cabello rubio y gran moño se acercó dando unos saltitos.
- Dime Mina, no seas sangrón.
- Está bien- se rió ligeramente antes de mencionar el siguiente nombre - Cabeza de bombón- se acercó la chica rubia de grandes coletas. -Oye!! Por qué a mi si me dices apodo y a las demás las llamas por sus nombres?!- le hizo una gran cara de furia.
- Perdón, la costumbre jeje...- le salió una gran gota de sudor en la frente al pobre muchacho que ya no sabía cómo componer su error. La chica regresó a su lugar echando chispas - Está bien, bueno, el último es de Rini- Se acercó a la niña y se lo dio. - Ya ves Serena tonta! A mi si me trata bien - le sacó la lengua a la otra chica quien no iba a aceptar tal agresión y le respondió con el mismo gesto infantil, así comenzó una clásica lucha de sacarse la lengua, de esas en las que nunca gana nadie. - ¿Niña a ti quién te invitó?- decía Serena mientras sacaba la lengua.
- Michiru, ella es mi amiga - la otra respondía también con la lengua de fuera.
- ¿Por qué no te quedaste en la casa con los gatos?
- ¿Por qué no te quedaste en casa mejor TU con los gatos?
- LOS GATOS!!!!- Gritaron al mismo tiempo y rápidamente Serena se quitó la mochila que traía en la espalda y abrió el cierre, rápidamente sacó un gato negro con una luna en la frente y con los ojos en espiral y la lengua de fuera, al mismo tiempo Mina hizo lo mismo pero sacó un gato blanco en el mismo estado. - ¿QUÉ LES PASA?!!!!- gritó la gatita negra muy indignada -Casi morimos asfixiados ahí.
- Ya Luna, calma, no es para tanto, sólo fue un ratito - dijo Serena con una gran gota de sudor en la frente y una sonrisa gigantesca.
- Si claro... como no eres gato y no te tienen que meter en maletas - respondió Luna sarcásticamente estirando su cuerpo, luego volteó a ver al otro gato blanco - Artemis está morado, pobrecito- el gatito seguía con los ojos en espiral y la lengua de fuera.
- Discúlpanos Luna, es que con el alboroto del guardia se nos fue completamente el tiempo y no nos acordamos de ustedes- Amy trataba de disculparse.
- Vaya, este gato no reacciona- Mina zangoloteaba al pobre Artemis quien seguía inconciente.
- Déjame verlo - Michiru lo tomó entre sus manos y empezó a acariciarlo. Rápidamente el gatito blanco despertó y se notaba feliz entre los brazos de la linda violinista.
- ARTEMIS!!!- gritó Luna y el gatito blanco que agachó la cabeza, volteó a verla con una gran gota de sudor en la frente y se asustó al ver la cara de furia de la gatita.
- Ay ay ay...- dijo asustado "ya me cayó el chahuistle" pensó al verla tan enojada.
-Calma Luna, no te pongas celosa - dijo Michiru sonriendo - Yo ya tengo mi galán- volteó a ver a Haruka quien se puso de todos los colores y también rojo. -No estoy celosa, quién podría estar celosa con ese gato tan feo, ñango y cobarde- dijo toda indignada Luna mientras los ojos azules de Artemis se llenaban de lagrimitas y empezó a llorar todo desconsolado.
- BBUUAAA!!!! Luna no me quiere!!! BBUUAAA!
- Y me faltó chillón -AAAHH!!!! - El pobre Artemis estaba hecho un mar de llanto - ¿Por qué no me queres Lunita bonita? - ¿Te lo vuelvo a repetir?
-BBUUAAA!!!!!- seguía llorando el pobre desconsolado mientras a todos les salían gigantescas gotas de sudor en sus frentes. -Por cierto Michiru, se supone que vas a tocar con otras dos chicas rusas, no es verdad- preguntó Rei después de que los gatitos se calmaron.
-Es verdad, Yulia y Lena... aunque aún no las conozco.
- Yo sí!!- dijo Mina sacando una revista de su mochila y mostrándoles a todos la foto de las dos chicas que aparecía en el artículo - Según esto son pareja y... -
- Ey! Yo las acabo de ver en su camerino... y están bastante bien... ups!- Haruka se puso la mano sobre la boca al darse cuenta de lo que había dicho. Michiru le lanzó una mirada algo peligrosa y le dio un codazo en el estómago. - Perdón je- el pobre se sobaba el estómago por el golpe.
- ¿Así que andas espiando chicas en otras habitaciones?- preguntó la violinista bastante molesta.
-No, es que pensé que era el tuyo... y entonces entré... y ahí estaban.... y yo... y ayyy.....- el pobre se jaló el cuello de la playera tragando un poco de saliva, sabía que esto podía terminar bastante mal puesto que su novia era extremadamente celosa. La escena fue interrumpida por unos toquidos en la puerta.
-Señorita Kaioh, a escena en un minuto, el show comienza en cinco.
-Si ya voy- respondió la chica corriendo hacia donde estaba su violín.
-Este.... mejor nosotros nos retiramos a nuestros lugares para no perdernos el espectáculo, vamos chicas, nos aguardan nuestros lugares de primera fila, caminen, apúrense- el chico rubio empezó a empujar a las chicas a la puerta. - Haruka! Esta discusión aún no termina... - antes de que continuara, el joven le dio un rápido beso en los labios y salió detrás de las otras chicas.
- ¡Suerte! Aunque no la necesites- desapareció por la puerta dejando a la chica boquiabierta y sin saber qué hacer.
- Dios Haruka, no cambias- dijo con una sonrisa tierna y volteó nuevamente al estuche, lo cerró, tomó el violín entre sus brazos y se dirigió a la puerta cerrándola tras ella.

2004