SúpercOrptober 2022 Day 3: Drunk
Summary: Pronto ella descubrirá porque la mujer del faro no puede estar sobria. SupercOrptober Day 3 Drunk
Descargo de responsabilidad: no poseo derecho alguno sobre el show y/o sus personajes, sólo la de esta historia que tiene perfecto sentido en mi cabeza y en todo aquel o aquella que decida compartirla conmigo.
Day III: Drunk
Advertencia: muerte de un personaje ¿Mayor? Y menores.
El yate en el que iba Kara y sus amigos naufragó a cien metros de la costa de una pequeña isla en alguna parte de Europa, en una noche de tormenta dónde nunca vieron una luz o algo que los guiase, sino que su pequeña embarcación chocó un lado rocoso, ante un mal movimiento de su capitán, rajándose éste, se hundió parcialmente.
- Mierda que está helada el agua – gritó Mike, el actual novio de Kara, el capitán – Kara apresúrate que te dará hipotermia ¡ - añadió a gritos incentivando a todos a saltar, nadar y llegar a la costa, ellos guiándose sólo del resplandor que parecía haber a lo lejos entre la neblina densa que había.
Kara, Mike, Jake, un chico apuesto moreno, novio de Laura, una morocha preciosa y Amelia, la pelirroja mejor amiga de Kara, se echaron a nadar, todos ayudándose ya que Kara no nadaba bien y el agua estaba helada.
Temblando y tiritando al pasar más de quince minutos llegaron a la costa, maldiciendo y estremecidos del frío, se metieron a la primera casa que vieron con la luz prendida.
- Oh rayos, ¿Qué les pasó? – preguntó un señor ya en sus cincuenta y dos años con el acento marcado – Lucía ve por las mantas – le pidió a su esposa y ésta fue.
- ¿Tienen mucho frío? – preguntó el pequeño Oliver de diez años con su camión de juguete en las manos.
Mike le iba a dar un comentario mordaz, pero Kara lo regañó con la mirada, de eso hasta que Amelia y Laura entraron renegando.
- ¿Qué pasó? – preguntó Kara sentada en el sofá ya habiéndose quitado la mayoría de la ropa envuelta en una manta muy mullida al lado de la chimenea.
- Nos encontramos con una hija de puta – renegó Amelia y Laura se acercó contándoles lo ocurrido minutos antes.
"Kara salió primera junto a Mike y Jake, ayudada por ellos y dado que era la más propensa a enfermarse al haber estado más tiempo en el agua, al tratar de nadar y hundirse un par de veces antes de ser rescatada, se fue directo a la primera casa que encontró dejando a sus amigas detrás.
Amelia fue la que salió gateando y empezó a toser, Laura llegó detrás – hey, espera – pidió viendo a una mujer que cojeaba, con una botella en la mano, ella no le hizo caso – hey ¡ - gritó más fuerte cogiendo el brazo de la mujer que llegaba un gran abrigo por el frío, ella le miró, Laura le pidió ayuda y la mujer sólo se sacudió para irse – serás hija de perra ¡ - gritó de regreso, la mujer moviendo su mano fue su única forma de respuesta"
- ¿En serio las ignoró? – preguntó abriendo su manta para abrazar a Amelia que se cobijó ahí.
- Sí, la muy perra – añadió Laura quitándose las botas.
- Siempre hay uno en algún lugar, dicen – contestó la amable mujer pidiéndoles que vayan al cuarto de invitados a cambiarse, mientras ella servía una sopa tibia.
- Apúrate mujer, no ves que están de frío – pidió el señor y Mike asintió mientras que Kara marcó su entrecejo mirando como Oliver veía fascinado a Yake – por aquí no hay muchos negros, sin ofender hijo – añadió el hombre, Yake asintió, básicamente porque sí era ofensa, ese no era el término, sino que aceptó de mala gana porque el hombre les estaba ayudando.
- No era por el color, me gusta tu dibujo, ¿Qué es? – preguntó el chico ante el anime que tenía el chico en la playera, él se lo comentó, pero parecía que el niño no los conocía y el matrimonio menos.
- Bueno – declararon dejándolo estar, por qué, que más podían hacer, esa noche todos durmieron calientitos.
Al día siguiente, todos se despertaron y fueron al pueblo a desayunar dado que el matrimonio había salido a trabajar aparentemente junto a Oliver que debía haberse ido al colegio o algo parecido.
Los cinco caminaron ya con sus ropas secas buscando un restaurante donde comer, encontraron una cafetería a la antigua, con un aire a viejo y a pueblo, no se veía nada moderno, como si se hubieran quedado en los años 80 – será su onda – susurró Kara a su novio para que se comportara, él asintió, pidieron una mesa y les sirvieron, nuevamente sorprendiéndose que no haya cervezas o algo actual - ¿Qué coño? – susurró Yake sin decir nada, Mike asintió.
- Hey, es ella – señaló Laura desde su lugar a la mujer que ayer no les había ayudado.
- Ya déjala, no busques pelea – pidió Amelia pensando que más bien deberían buscar ayuda y como reparar su pequeño barco y el especialista, aparte de un teléfono para avisar a los demás y eso, por alguna razón no había señal o buena recepción en la isla.
Después de comer, decidieron separarse y buscar ayuda, los chicos un pequeño barco que les ayude a remontar su yate, que a lo lejos se veía la popa, Amelia, Kara y Laura buscarían por su lado también.
- Hey, hay un faro allá, ahí debe haber alguien que pueda ayudarnos – pidió Kara y se fueron caminando hacia allá las tres.
Por alguna razón, Kara demoró al ver a unos niños jugando a la antigua a saltar unas rayas en el piso y en lo que levantó la vista, vio a sus amigas regresar enojadas, emputadas, lo siguiente – es esa hija de puta, que se muera ¡ - gritó Amelia contándole que la mujer del faro era la misma que no les quiso ayudar el día de ayer.
- No puede ser – susurró Kara divertida, pensando que sus amigas le juagaban una broma y fue a verla mientras ellas a la distancia le esperaron sentadas en unas rocas o al menos Laura, porque Amelia quiso caminar hacia dónde estaba Yake a lo lejos, que el pueblo era pequeño, a lo lejos todo se veía.
Kara caminó hacia el faro llamando a la mujer, pero no la veía y al entrar miró sólo una foto en la pared, era de una niña pequeña, el resto parecía desorganizado y olía a alcohol – será su hija o algo parecido – susurró llamándole – mujer del faro, ¿Podemos hablar? – ya que no sabía su nombre.
- Ayyy mierda – gimió al llegar a lo más alto y salir por una puerta, desde ahí se veía todo, Kara se mareó y si no fuera porque la mujer le cogió de la cintura, ella se hubiera caído - carajo ¡ - gritó asustada.
- Yo estaré ebria, pero casi te mueres.
- Sí, muchas gracias, soy Kara – saludó estirando la mano, la mujer no se la cogió, a cambio se sentó en el piso y bebió de la botella como si fuese agua, el whiskey.
- Tomar tanto te hará daño.
- Estaré muerta para cuando eso llegue – susurró con la mirada perdida.
- Estás de malas, te lo concedo, pero no es justificación para que seas grosera – replicó Kara enojada más al mirarla, se le pasó, viendo que algo debía haberle pasado a la mujer para que sea tan agria.
- Y también debieron irse, ahora la isla no los dejará.
- ¿De qué hablas? – preguntó Kara pero la mujer no le respondió y luego de intentar varias veces se enojó y se fue.
…
Ya para cuando iba a acercarse a sus amigos en el puerto, vio como Amelia estaba parada al lado de Yake en el puerto, Mike en la embarcación que la remontaba con un cable de acero muy grueso, Laura estaba en la orilla humedeciéndose los pies y unas cuantas personas miraban todo, dado que no era un hecho cotidiano que ocurra eso.
Kara caminaba renegando de como una mujer tan guapa y tan joven, podía estar todo el tiempo ebria y renegada, debía haber un subtexto ahí y justo pensando en eso y mirando a lo lejos a sus amigos fue que vió la desgracia, el cable acerado fuertemente tensionado se soltó, ella gritó al ver como el mismo salió con una presión tal ,que cortó en dos a Yake y Amelia, en dos mitades, Laura que estaba más atenta y cerca de ellos se tiró al suelo, la cola del cable golpeándola en la muñeca rompiéndosela, Mike fue empujado por un señor veterano, ambos escondiéndose detrás de una embarcación que recibió el golpe.
Kara cayó al piso gritando en horror, la gente se acercó a ayudar en lo que podían, pero no había mucho que hacer, Yake y Amelia habían muerto, Laura fue a parar a una posta médica, ya que ni hospital tenían, por lo pequeño del pueblo.
Ese día al caer la noche, Kara pareció ver a la mujer del faro a lo lejos bebiendo y mirándola con ojeras profundas.
…
El día siguiente amaneció y Mike trató por todos los medios de salir de la isla, de recuperar su yate ya que era costoso, pero no había hombre que quiera ayudarle dado la tragedia – hijo tragedia atrae más tragedia.
- Y una mierda, eso es costoso, es mi bebé, no la puedo dejar ahí varada, ayúdeme ¡ - pedía a gritos pero nadie quería hacerlo.
Kara por su lado preguntó a todos del pueblo y nadie quiso ayudarla.
Kara recorrió todas las casas de ese pueblo buscando ayuda para Laura y el corte que parecía querer infectarse, ya que casi le corta la muñeca en dos, gritando y enojada con Mike al preocuparse por el yate y no por su mejor amiga, siguió buscando ayuda.
- Si logro salir, podré ayudarlas ¡ - gritó él en respuesta.
…
- ¿Cómo es posible que no haya una doctora, un doctor aquí? – preguntó enojada ante el hecho de que sólo había una posta y cero instrumental quirúrgico – osea cuando se accidentan, ¿A quién recurren? – preguntó desesperada.
La pareja a la que le preguntó se miraron y le indicaron que, a la mujer del faro, ella solía ser doctora.
- Ok, ok – replicó corriendo a buscarla mientras Mike seguía en lo suyo.
Kara fue a verla, estaba ebria, renegó mucho, discutieron y casi la forzó físicamente a ir a la posta – no importará lo que haga, estará muerta para la noche – soltó la mujer y Kara la abofeteó fuertemente insultándola.
Para esa misma noche, la herida de su amiga se había infectada y había muerto en lo que Kara fue a buscar ayuda, ella se desmayó del dolor maldiciendo a la mujer del faro.
…
Al día siguiente, tercer día, Mike se había ido a buscar ayuda, Kara se quedó en su cama hecho un ovillo muy triste por su amiga, hasta que se enteró por Oliver que algo había pasado en el centro y que tenía que venir.
Kara asustada pensado que era Mike fue, un choque de algún tipo era, más a lo lejos al ver a la mujer, se fue a verla, a seguirla, ella caminó hacia una casa desde dónde se podía ver el faro, Kara la siguió y entró, la mujer estaba sentada bebiendo – aunque no me creas, siento mucho lo de tu amiga.
- Mi mejor amiga.
- Tu mejor amiga – Kara asintió limpiándose las lágrimas, se sentó a su lado – Lena, me llamo Lena – se presentó la mujer y ambas estrecharon sus manos, esa noche con toda la tristeza inmensa Kara se embriagó con ella.
En medio de la noche, Kara pudo ver que la mujer hablaba, pero no entendió nada, salvo que la miraba con compasión y resignación.
Al despertar, Kara estaba recostada en la alfombra, cubierta por una manta, Lena estaba a su lado sentada velando su sueño con una botella recién abierta – si sigues tomando así, morirás.
- No lo haré, no puedo – replicó taciturna - hoy hará eclipse, deberías irte, con tu novio.
- Eso tratamos de hacer.
- No, no me entiendes, te irás hoy, sin excusas, o no podrás hasta que ocurra otro – Kara la miró sin entender – si no te vas, ambos morirán y no se podrán ir jamás de aquí – Kara al ver que Lena tenía una cantidad inmensa de alcohol no le hizo caso, pero igual replicó – si me ayudas a irme, lo haré.
- Antes de la media noche Kara – pidió y ella asintió – pero necesito llevar a mis amigos, están en un congelador en la cafetería frente a la playa.
Lena trató de convencerle que luego podían volver y eso, ella no lo aceptó, por lo que fue con Mike y lo convenció, él estuvo de acuerdo a irse.
- ¿Pero y mi yate? – preguntó enojado pensando que Lena lo estaba timando.
- Volverás luego por él, te estoy prestando mi barco – sostuvo mostrándole algo pequeño que Mike pensó podía desarmarse en medio del mar – parece mierda, pero servirá.
Aun así, aceptó irse, Kara no, por lo que Mike le subió a la fuerza, encerrándola en la única habitación que tenía el pequeño barco o bote.
- Será lo mejor Kira – sostuvo Lena desde la bahía mientras ella maldecía al par, Lena por primera vez desde que llegaron prendió el faro e iluminó su camino bajo el eclipse tan espectacular que había – no regreses niño, o morirás – le aconsejó a Mike, pero él no hizo caso.
Mike subió al pequeño barco junto a una muy emputada Kara y manejó hasta perder la luz del faro y justo cuando estaban por irse del límite de la isla en el límite del tiempo, justo en el máximo esplendor del eclipse, Mike cambió de opinión y divisó su yate, acercándosele pensó en remontarlo de algún modo, Kara vio Lena gritaba y maldecía desde la orilla, pero no podía entender nada, más que adivinar sus movimientos erráticos.
- Tranquila amor, no pasará nada – sostuvo Mike acercando el barco a su yate y cuando puso un pie en él, el destino hizo entender el porqué de muchas cosas a Kara.
El eclipse no fue más, una ola separó el yate de Mike atrayéndolo a la costa, en un mal movimiento presionando su cuerpo contra la roca la que había chocado, matándolo en el acto y otra ola separó a Kara de todo que con horror miró morir a su novio y entre la bruma de la lejanía ver desaparecer a la isla dónde había estado.
…
Kara fue descubierta en ese barco, tres días después por una embarcación que salió a pescar, ella indicó dónde estaba todo, más se sorprendió en demasía al enterarse no existía tal isla y no había restos de nada, incluso cuando buscaron por todo un mes.
No encontraron nada.
- No existe nada ahí Kara – le dijo su hermana muchas veces en el hospital.
Kara no lo creyó y al salir decidió investigar con quien fuera que pueda ayudarle, entre ellos muchos marineros retirados y es con uno de ellos que indagando como la reportera que era, lo descubrió.
- Una isla de espíritus – susurró el hombre de la tercera edad asustado mirando hacia todos lados antes de decirlo.
- ¿Una qué?
- Eso señorita, eso – no lo repitió porque le dio miedo – están atrapados ahí y por alguna razón se dejan ver, intercambian personas y luego desaparece hasta otra época, mi hijo está ahí, se llama Oliver, ¿Lo vió ud, a Oliver? – preguntó muy triste.
- Ya va a empezar – soltó su amigo, los tres en el puerto, éste último le contó que en un accidente de barco perdió a su novia y a su hermano pequeño, que desde ese momento no había podido procesarlo y perdió su mente.
- Están ahí y los encontraré ¡- gritó ofuscado mostrándole fotos a Kara que reconoció al niño y a la mujer del faro.
- Santa mierda – gimió contándoles lo que había visto, ambos se asustaron, pero el que los buscaba estuvo de acuerdo en volver.
- No lo hagas, no regresarás – pidió su amigo, pero él no quiso, esa noche discutieron y a la mañana siguiente partieron.
No encontraron nada y volvieron.
Kara se obsesionó con encontrar ésa isla, en buscar la forma - ¿Por qué quieres buscarla, para encontrarla o a él?
…
A la quinta vez que la buscó, pasados unos meses, la encontró…
Su historia fue similar, su barco naufragó con seis personas junto a ella, para ese entonces ya sabía nadar, Kara llegó a la orilla y empezó a correr hacia la primera casa que los recibió con los brazos abiertos.
- Hey ¡- gritaron las personas que venían con ella, pero ella fue más rápida.
- Llegaste, no sé si eso es bueno o malo – soltó Mike empapado ni bien verla, dándole un gran abrazo y un giro en el aire, Kara lloró y le tocó el rostro, él estaba igual que la última vez, su barba y todo, sus amigos también estaban ahí – Kara mi yate ha encallado no lo puedo dejar ahí, papá me matará ¡ - exclamó Mike preocupado por su yate.
- Esa hija de puta no me ayudó, sólo me vió ahí de pie ¡ - se quejó Amelia por que la mujer del faro no la ayudó.
- ¿Qué dibujo es ese? – preguntó Oliver a Yake indicando su playera.
Kara se aterró y salió corriendo a buscar a la mujer del faro, a Lena, encontrándola en la parte más alta del faro, acurrucada en una manta, con varias botellas vacías a su alrededor, muy ebria – esperaba no volverte a ver – susurró sollozando, Kara se arrodilló y la abrazó, la contuvo, no sabía que más hacer, estaba muy confundida.
…
Al inicio del día siguiente, Lena aún dormía, más esta vez en su cama, en su casa, con la chimenea prendida dado el frío de ese día, Kara salió a investigar.
Para cuando regresó a su casa, cerca de las 10am, Lena estaba despierta recostada en la chimenea con una manta sobre ella – deseaba que fueras una pesadilla – susurró triste de verla en esa posición.
- Vi morir a Yake y Amelia nuevamente.
- Todos lo harán otra vez.
- ¿Qué?
- Sus muertes se repiten, en un ciclo interminable.
- ¿Estás muerta?
- Soy la única persona viva en ésta isla.
- ¿Por eso tomas?
- Si vivieras aquí también tomarías. Es una maldita película de terror, un día tras otro.
Kara se sentó a su lado, Lena la cubrió con su manta y ambas conversaron con Lena bebiendo su primera taza de café en años, es allí que le contó, que de alguna manera se quedó atrapada ahí, que la niña en su foto era su hermana – he tratado de salir por todos los medios – susurró, pero no había encontrado uno hasta que se dio lo del eclipse.
- Y en lugar de tomarlo, lo tomé yo.
- No sobrevivirías aquí, es una pesadilla día tras día.
Kara asintió, aquello era horrible – buscaré la forma – Lena negó con el cabeza, pensando que si había una, no la iba a encontrar porque tenía que darse un sinfín de casualidades para que puedan irse ambas, empezando porque al irse tenían que dejar su reemplazo y al pasar de los días, los que habían venido con Kara ya estaban muertos y repetían su historia en bucle, mismas frases, mismos lugares, mismos hábitos.
Lena seguía tomando.
Lo que si cambió era el trato con Lena, ambas se acercaron, ambas se enamoraron, con Lena rompiéndosele el corazón cada día al ver que la ilusión de Kara se rompía al no poder irse.
…
Un mes luego o así, calculado por Kara que tenía aún la noción del tiempo.
- Te amo y si puedes irte, tienes que prometer que no regresarás, nunca ¡ - le pidió Lena un sinfín de veces, y un sinfín de veces Kara le dijo que no se iría sola, a la par de contarle acerca de Oliver, pero ella no lo recordaba y el niño tampoco a ella.
…
Casi al año de llegar ahí, según iba marcando los días Kara con un cuchillo sobre una madera, es que ocurrió la oportunidad, un crucero encalló con mucha gente, talvez más de cien personas, era uno de lujo al parecer, puro fantoche.
Esa misma noche cuando ambas tuvieron la oportunidad de irse, Kara se dio cuenta Lena se saboteaba ya sea por miedo o porque la ponía a ella primero, eso la emputó por lo que pensó que, si tenían que irse y llegaban a irse, Lena debía estar sedada o atada y no del modo divertido como muchas veces lo habían hecho al hacer el amor.
Todos los días, Kara lo intentó, pero fracasó y justo cuando faltaban dos personas en morir, Kara lo pensó, si esas personas merecían eso o salir.
Esa noche no pudo dormir, vio a su Lena hacerlo, se rompió la cabeza pensando cómo hacerlo, no podía sola, necesitaba ayuda por lo que fue con Mike y le contó su plan, él no la captó, fue con Amelia y lo entendió a la primera, aunque le pareció raro eso que estuviera muerta – aunque tendría sentido porque me duele tanto la cintura al atardecer.
- Y a mí, mi muñeca – replicó Laura.
- Vamos ayúdame – pidió Kara, Mike lo dudó, ella seguía siendo su novia.
- Vamos hombre, imagínatelas en 69 - lo convenció Laura con Kara quejándose y Mike riendo por lo sexy que se lo imaginaba.
- Joder, ¿Me ayudan o no? – pidió al final y ellos estuvieron de acuerdo.
Ese día lo intentaron, pero no lo lograron, al día siguiente Kara los volvió a convencer, con lo que Mike gustoso cargó a una muy sedada Lena al barco, Amelia subió y prendió el faro, no había eclipse pero había luna llena, Kara repitió su forma de salir al milímetro con Mike en el barco y entre la bruma Kara rezó para que así ocurra, ella sentada en el barco en medio de la tormenta abrazando a su amor, ambas cerraron los ojos ante los truenos del horizonte.
…
…
…
Tres días después Lena despertó en una cama de hospital, con el doctor mirándole muy confundido diciendo que tenía el hígado destrozado por alcohol para alguien de su edad y que necesitaba un trasplante urgente para vivir, él estando muy confundido al ver a Lena llorar de alegría.
Kara estuvo perdida no por más del año que calculó, sino por un mes.
Un día después su ex novio, el señor del barco vino a verla, Lena no lo reconoció ya que tenían ambos 20 al ella perderse y ella tenía 20 años y él casi 73 años.
Cuando Kara les contó su historia a sus seres queridos, no le creyeron en un primer momento más al Maguie investigar la desaparición de Lena, archivos policiales antiguos y todo lo que podía, la encontró
"Lena se había perdido junto a Oliver y 20 personas más en un accidente de barco, no se supo más de ellos, jamás, aquellos que sobrevivieron fueron rescatados días posteriores flotando en medio del mar, sin rastro del barco ni nada y con la pesadilla conjunta que el barco y los demás se perdieron en medio de un gran vórtice y luces"
– No te vuelves a subir a un barco jamás, así sea de juguete en el lago, ¿Me entendiste? – le hizo prometer Alex y ambas asintieron rápidamente, no necesitaban que las convenzan, no se volverían a subir jamás a uno.
Alex le donó el hígado a Lena que, aunque con muchos problemas médicos dado sus hábitos en la isla, estaba feliz de tenerlos si eso implicaba estar viva y con Kara a su lado.
Ninguna de las dos, volvieron a tocar una botella de alcohol en su vida.
