SupercOrptober 2022 Day 2: Swift
Summary: A veces lo inesperado es lo mejor que puede pasar. SupercOrptober day 2 Swift
Descargo de responsabilidad: no poseo derecho alguno sobre el show y/o sus personajes, sólo la de esta historia que tiene perfecto sentido en mi cabeza y en todo aquel o aquella que decida compartirla conmigo.
Day II: Swift
El día había iniciado precioso, aunque caluroso, el cielo estaba despejado, Lena imaginó que, en algún lado, de alguna zona horaria, alguien estaría conduciendo su camioneta hacia el horizonte con su música favorita de fondo, con o sin compañía, con o sin snack, pasando un momento divino, uno épico.
Muy diferente a como lo estaba pasando en National City en ese momento, lo único similar, lo precioso del día y que, de hecho, el ambiente era de lo más lindo, uno cálido, buen sonido, chill, gente agradable, etc, todo bonito.
¿Entonces?
Martes 2.13pm…
Lena almorzando en su restaurante de siempre, antes de pasar a una junta, sin desearlo se encontró con quien creía era el amor de su vida, su prometida, comiéndole la boca a una extraña, extraña con la que se acaba de enterar, es su relación de cerca de los más de 3 años y medio de los tres años que ellas llevan juntas a puertas de casarse en un mes.
Lena sentada en su mesa, totalmente en shock no creía lo que le estaba pasando, no podía hilar pensamiento coherente, ni ponerse de pie sin que le temblaran las piernas, además de que podía apostar, estaba sudando y pálida por lo que se estaba enterando.
Ahí frente a ella, estaba su prometida – me voy a casar contigo este 13 de noviembre – replicó en un susurro mientras la mujer negaba y alturada le explicaba que como la descubrió con quien sí era el amor de su vida, eso no iba a pasar, mientras que el amor de su vida, todo lo contrario, estaba gritando y haciendo un show de cómo "esa mujer" la había preferido a ella y no a la poderosa Lena Luthor.
Lena no podía voltear ni a mirar lo lleno del restaurante para notar los murmullos, risas y burlas que de por sí ya estaba recibiendo o las fotos que ya no sutilmente estaban tomando de ella.
Lena estaba segura, sería primera plana de espectáculos de múltiples revistas antes de las 3pm de ese mismo día.
- Pero nos vamos a casar éste 13 de noviembre – repitió a susurros Lena con la mirada desenfocada.
- Repítelo cuanto quieras perra, pero eso no lo hará realidad – se burló Leslie, como según se enteró se llamaba la mujer que vestía como prostituta en un restaurante de lo más elegante y elitista en la ciudad.
- Amor, para por favor, no ves que está en shock mi prometida, acaba de descubrir que su relación no fue tal y más que una gran broma elaborada y mi cajero andante por estos tres años y casi poco más – Harley cómo se llamaba la novia siguió – apuesto a que puedo convencerla de que esto nunca ocurrió y que tú vivas en nuestro ático para que pueda follarte en cada rincón de la casa ni bien salga a trabajar – susurró lo último a su novia en un alemán perfecto, la mujer sonrió y asintió.
Lena estaba helada, el amor de su vida, le estaba rompiendo el corazón y además burlándose de su inteligencia omitiendo que ella hablaba con fluidez más de 20 idiomas, entre ellas unas lenguas antiguas muy rebuscadas.
- Suficiente con esta mierda, no la tolero más – susurró una voz a lo lejos.
- Hey Kara, ¿Qué coño haces? Para, mujer – le pidió su hermana al ver que Kara quien estaba a lo lejos se ponía de pie, cogía su abrigo e iba a la mesa de la zona VIP dónde estaba Lena.
Kara ni la conocía, es decir, de lejos sí, ¿Quién no conocía a Lena Luthor? Después de todo, pero nunca la había tratado personalmente.
- Lee, bebé, es hora de irnos mi amor – replicó Kara dulcemente poniendo su abrigo por sobre sus hombros e incentivándola a ponerse de pie.
- ¿Qué? – preguntaron varios ahí y no sólo las involucradas, Lena no dijo nada, no podía ni pensar y si bien mantenía una cara de poquer, ella pensó que, si hablaba, iba a romper a llorar aparte de seguir repitiendo que su prometida tenía ya al amor de su vida.
- ¿Qué? – preguntaron también los metiches de los comensales.
- El descaro ¡ – maldijo Kara internamente.
Y como no se ponía de pie, Kara se quitó sus lentes de sol, se los puso a Lena, la puso de pie y para que no trastabille, le pasó un brazo por la cintura como para estabilizarla en lo que se veía como un acto muy cariñoso – amor, no entretengas de más a la perra – soltó riendo y la perra levantó sus cejas en alto como diciendo "¿Qué has dicho perra?" y su perra de al lado igual en una pose más vulgar si cabe, con el perdón de las perritas, que las amo, a las de cuatro patas.
- ¿Qué? Creíste eras la única, ayyy por favor, que ingenia Harrr – soltó susurrando para que ella sólo se entere, cosa que con el silencio del restaurante pues no, hasta la música habían bajado para oír el chisme, Kara usando el apelativo de cariño que como reportera sabía usaba Lena que en shock no estaba enterada de nada.
Kara le cogió de la cintura y la apartó, ambas caminando hacia el estacionamiento interno del restaurante, para aún en shock, Kara subirla a su auto e ir a su departamento, ya que era obvio no podía ir a su pent-house con el buitre que era la prensa de espectáculo.
Todo el camino hacia su hogar, ya sea en el carro o el camino en el ascensor, Lena la pasó ida, sollozando y murmurando cosas que Kara no podía entender porque no lo hacía en su lengua nativa o talvez sí, al ella ser irlandesa y tener un acento muy particular.
- Hasta en ese estado, es toda una diosa – se dijo mentalmente Kara al mirarla, eso y que se emputó demasiado al pensar como había gente que es mierda en el mundo y que podía hacerle eso a alguien como Lena.
…
Al llegar, Kara le sentó en el sofá y fue a cerrar la puerta cuando volteó y la vio a centímetros de ella – oh mierda – gimió asustada – no hagas eso por favor y no, no vas a salir y no vas a coger ese teléfono – replicó quitándoselo pensando que era lo mejor, sintiendo un deseo enorme por protegerla, cuidarla y que esté bien.
Lena se quitó el abrigo para luego romper a llorar maldiciendo su historia amorosa y su vida, a la par de querer insistentemente ir a buscar a Harley.
- No vas a salir y punto – se negó Kara, aunque pensando que no la conocía de nada, entonces ¿Por qué la estaba cuidando tanto? ¿Por qué le importaba tanto? ¿Por qué quería salir y matar a esa escoria humana llamada Harley? ¿Y por qué su pecho dolía tanto? Más allá del enamoramiento masivo que tenía por Lena.
Lena la miró, Kara creyó que rota para ese punto y se lanzó a por un beso, que woahhh, le sacó el aire, dejando por un momento su estado de vigilia de la puerta, con lo que Lena se pudo haber ido, empujándola e irse, pero no se fue, sino más bien que se quedó seria, la miró, rompió a llorar y exigió otro beso y otro beso – santa mierda – gimió Kara entre besos de lo delicioso que besaba esa mujer.
- Vamos a tu dormitorio – pidió con voz quebrada.
Kara soltó un gritito, si fuera otro escenario ya estarían ambas desnudas, pero así, bajo ese contexto tan impetuoso, Kara no quería aprovecharse de ella, eso jamás, pero tampoco se podía negar, ¿Cómo se iba a negar? Con su diosa mirándole así, diciendo eso, tocando con una mano su abdomen y la otra su espalda debajo de su suéter – santa mierda – repitió – no me quiero aprovechar de ti, así – soltó su cerebro ganándole a su corazón y todo su ser, Kara emputandose por haberlo hecho, pero sólo por un ratito, ya que Lena le sorprendió – esto va a pasar con o sin ti – replicó con voz ronca muy sexy haciendo temblar a Kara que aun pudiendo negarse un poquito lo que le siguió, eliminó toda duda de su ser – si crees que estoy rota pues no lo estoy, pero si quiero romper cada centímetro al que pueda llegar a ti con sexo en cada superficie de éste departamento – Kara volvió a jadear ante la lujuria que vio en su mirar.
¿Y ella que hizo?
Ella lo dejó estar, quien era después de todo para negar aquello que más necesitaba su inmenso amor platónico.
Kara se dejó de hacer de todo, desde que Lena puso su mano sobre su jean justo en su zona íntima.
Ambas tuvieron sexo en todas sus variantes, posiciones y tonos, en todas las superficies de su departamento, toda la tarde, desde las 3pm hasta cerca de las 10pm, Kara creyó se desmayó de placer un par de veces y que Lena lo había hecho igual si su sonrisa fue un indicativo, sus ruiditos, sus gemidos, su aroma, toda su impronta, todo ello había volado la mente de Kara.
- Ya puedo morir en paz – susurró desnuda recostada en su cama, sin poder moverse ni un centímetro ante lo agotada que estaba.
- Ahora que te descubrí, no quiero que mueras – susurró Lena a su lado con la sábana apenas cubriendo su zona intima, apoyada con un codo en una pose de lo más, al estilo diosa del olimpo – y más si me miras así.
- ¿Cómo te miro?
- Como si te importara.
- Me importas – se respondieron ambas a susurros.
- ¿Me amas? – preguntó levantando una ceja señalando a la pared del baño que acababa de descubrir con lo más parecido a un mural de ella.
- Aún no, pero puedo hacerlo – susurró para luego empezar a divagar y explicarse del porque tenía eso, es decir, el hecho de que tenía un inmenso Crush en ella, pero que no era ninguna psicópata o Stalker de la prensa, que, si trabajaba en prensa, o más bien aspiraba, ya que seguía preparando café para Cat Grand y que si se encontraba en ese restaurante era por culpa de su hermana – …y en fin lo prometo, soy buena persona – finalizó de sopetón rojita y Lena se derritió al verla.
- Te creo – replicó viendo como Kara exhaló el nerviosismo que traía.
Kara le sonrió precioso con una mano acariciando su espalda dulcemente, ahí mismo le hizo el amor de la forma más suave imaginable para Lena, que la hizo llorar y no de tristeza por lo que perdió o creyó perder, sino por todo lo intenso que estaba sintiendo por Kara en ese momento y ni sabía su nombre – sabes, suelo presentarme antes de meter mis dedos en alguien – replicó Kara haciéndole reír ante la situación que sí, así se dio - ¿Espera, qué? – preguntó Kara al no creer haber dicho lo que dijo.
Ambas recostadas de lado rieron ante lo dulce y tonto, pero entrañada mente precioso e idílico que estaban siendo ambas.
Kara se resistió a dormirse – porque sé que mañana te irás y no te volveré a ver y tener entre mis brazos, oler tu aroma, suspirar por lo elegante del lunar de tu cuello, lo sedoso de tu cabello, lo sexy de tu ceja, por tu voz, tus ruiditos y todo eso me hace querer llorar – sollozando confesó Kara a horas de la madrugada.
Y aunque todo aquello gritó "intimidad" en la mente de Lena, ella no se asustó, nada de esa situación le asustaba, ella también quería quedarse y más al Kara no queriendo dormirse ser uno de los espectáculos más lindo del planeta, terriblemente adorable, parecía un ángel con el brillo de la luz de las grandes lámparas allá afuera dando de lleno en su cabello.
Lena se quedó a dormir admirando como el peor día de su vida, terminó siendo uno de los mejores, si conocer a su ángel fue el resultado.
…
Por la mañana se levantó, se duchó, vio la espalda desnuda de Kara y esos dos hoyuelos en su espalda baja de lo más hermoso, Lena suspiró, Kara era muy hermosa, tanto que ni ella sabía el grado.
Ella se vistió y caminó hacia la puerta encontrándose a Alex que sin importarle que fuera una heredera multimillonaria, dueña de una parte del planeta, le dio la charla de la vergüenza y cómo el corazón de su hermana era el más grande tesoro de todo, como la mataría si fuera a jugar con ella y como escondería el cuerpo con ayuda de Maguie.
Lena le dio puntos por lo creativo que sonaba todo, la escuchó atentamente deseando Alex fuera su hermana y tener esa influencia tan bonita y positiva en su vida, de eso hasta que una soñolienta Kara vino a defenderla con todo su cabello hecho girones y desordenado, una imagen que calentó de sobremanera su corazón y más al ver a ambas hermanas pelear del "Porque una Luthor estaba en su casa"
Lena presenció toda con mucha calidez en su corazón, saliendo de ahí con una idea renovada sobre la vida y el amor.
- Kara y amor en la misma línea, no suena nada mal… – susurró al descender por el ascensor.
…
Una semana después, cerca de las 2pm en la torre Luthor, Lena estaba acabando su último informe del día antes de salir cuando su exnovia entró queriendo bajar su cuenta bancaria con los supuestos encantos que todavía tenía sobre ella y ésta vez Lena realmente se dio cuenta de aquello, la miró, realmente la miró, viendo todo lo que le decían sus amigos de lo interesada de esta chica y no le provocó nada, ni ira, ni rabia, ni anhelo, ni llanto, nada, en realidad le pasó algo curioso, empezó a comparar todo aquello de lo que carecía que era demasiado: de la humanidad de Kara (al pasear por el parque, Kara se distanció de ella para ayudar a un nene que tenía dificultades con sus patines a ponerse de pie), de su desprendimiento (al querer pagar su parte y la de ella por más que sabía que Lena era billonaria), de lo rico que cocinaba ( "Lee, sólo calenté el plato en el microondas" – me encanta tu microondas – había respondido y ambas habían reído, ya que pasaron al menos una hora del día juntas a partir del día que salió de su departamento, entre otras cosas, como su inteligencia para entender sus chistes y alegorías bizarras, su sentido del humor, su aroma, su calidez (el abrazarla cada que la veía y atesorar eso como si fuera un regalo del mismo Dios) y más.
- No eres Kara.
- ¿Qué? – preguntó a lo idiota la mujer mientras Lena marcaba al departamento de seguridad.
- Que no eres ella.
- Claro que no, ves lo que tengo puesto, es un Channel mi amor y ésto – soltó señalando una joya carísima – es Dior – esa frase inmediatamente la llevó al día que hicieron picnic en el parque y ella le hizo una pulsera con gras seco y flores que todavía guardaba en su cajón.
Y como si no fuera suficiente disparate lo que hablaba ésta mujer, se añadió la otra que fue su amante durante todo ese tiempo "disfrazada" aparentemente tratando de estafarla con un negocio millonario.
- Creí que me había dolido perderte…
- ¿Qué?
- Creí que me había roto – siguió Lena – pero no era más que mi ego herido, no me imagino una vida sin Kara – con ensoñación se quedó en ese estado ignorando lo que dijo Harley y Leslie y como fueron sacadas por su seguridad – realmente no me lo imagino – replicó pensando en todas las veces que interactuaron y en lo feliz que le hacía, eso y la vez que hicieron el amor y tuvieron sexo alucinante en su departamento.
Lena se puso roja tan sólo de pensarlo, su corazón se sintió maravilloso y pensando en eso le invitó a almorzar para seguir pasando tiempo juntas, no sobre todo para tener sexo esa tarde, sino porque quería pasar tiempo con ella.
Y tal como lo había predicho, ambas rieron durante toda la comida, Kara tenía una mente maravillosa – vamos a ver una película, hay una en estreno, sé que te gustará.
- ¿Así, por qué?
- Ya verás – le respondió Kara con una bella sonrisa que sonó a reto.
Una hora más tarde, Lena supo el porqué de sus palabras, la película, "Sloan contra el poder" un nombre de tantos que tenía, una película alucinante de una abogada preciosa, lo máximo, lo siguiente con una trama envolvente, argucias, movimientos, los temas, todo, excelente.
- Ya sé porque lo decías – susurró Lena pensando que era por lo parecida de ambas y lo de su mente brillante, Kara en cambio, hizo un comentario de cómo le quedaba esas faltas y como acariciaba y delineaba su figura, similar al de Lena - ¿Tienes un tipo?
- Tú eres mi tipo – bromeó Kara con una sonrisa traviesa a la que Lena decidió seguir, colocando su mano en su muslo más que nada para picarle, no para ser tentada por los ruiditos que hacía.
- Maldición – gimieron ambas mirándose y luego ante una imagen de Sloan en la ducha y su figura, con lo que no pudieron terminar de verla y quedarse así, toda excitadas con lo que se cogieron de las manos y salieron a por la movilidad de Lena, dónde se besaron en su limosina mientras el chofer las llevaba esta vez al penthouse de Lena.
- Woahhh que es muy grande.
- Me gusta más tu departamento, es más acogedor – replicó Lena cogiendo su mano y hacia la sala de estar, donde se sentaron en el sofá y se besaron apasionadamente, Lena disfrutando de cada cosa que hacía Kara entre ellos sus gestos para hacerle reír, cada cosa que hacía era preciada, esa era la diferencia y lo que le faltaba en su vida.
Ser amada y sentirse así.
Ambas terminaron lo que inició en su dormitorio, Kara disfrutando de lo enorme de su cama y la privacidad del lugar.
Esa misma noche Kara le pidió Lena sea su novia - ¿Vamos muy rápido? – pidió en algún momento entre los vaivenes de sus largos dedos a su interior, Lena rió con el inteligente juego de palabras y le contestó que sí, que sí quería ser su novia y sí quería venirse junto a ella todas las veces de esa noche y mucho más.
- "Creo que te amo" – pensaron ambas, pero no lo dijeron al pensar que una semana era muy pronto y aunque no lo dijeron, lo demostraron en cada acción y momento desde la más pequeñita cosa.
- Así que esto es lo que se siente estar enamorada – replicó Lena al estar desnuda recostada en los brazos de su chica, mientras terminaban de mirar la película en su inmenso televisor, lamiendo demás su dedo cuando Kara le ofreció fresas con chocolate.
Kara le respondió robándole un beso que le supo a gloria y que la dejó sin aliento, eso era estar enamorada, no lo que tuvo con Harley.
- ¿Qué piensas mi Lee?
- Que si me puse así de mal al pensar perder a…
- A la perra.
- A ella – entre risas soltó gimiendo cuando su novia jugó con uno de sus pezones – no quiero pensar en lo que sentiría al perderte.
- No lo tienes que hacer, porque no ocurrirá
- No ocurrirá – replicó Lena sonriendo en los labios de su amor.
Y así en un giro rápido e inesperado, cambió el color de la vida de Lena a uno maravilloso.
