SupercOrptober 2022 Day I: Summer

Summary: Amor de verano? SupercOrptober day 1.

Descargo de responsabilidad: no poseo derecho alguno sobre el show y/o sus personajes, sólo la de esta historia que tiene perfecto sentido en mi cabeza y en todo aquel o aquella que decida compartirla conmigo.

Day I: Summer

- Summer, ¿Quién coño se llama así?

- Heyyy respeta que es la estación.

- No me refiero a eso, me refiero a que es un nombre, de una mujer.

- Un día fue el de una niña.

- Es una mierda.

- Eso es tierno. Ouchhh ¿Por qué me pegas? – preguntó Lena a su mejor amiga, ambas de 17 años en la playa recostadas sobre tumbonas y toallas mullidas desde un área ostentosa de una casa de verano.

- Porque debes mantener tu posición sin importar si otro te debate lo contrario.

- Pero es que nombre para niña da, pero para adulta suena como estrella porno, ouchhh ¡ - volvió a gritar a Andrea devolverle el golpe, Lena le miró enfadada, Andrea le sonrió bufando y negando con la cabeza.

- Niñas no peleen, porfavor – pidió una señora de 60 años con una sonrisa tierna desde la cocina

- Sí nana – ambas respondieron a coro desde su lugar en la terraza viendo como el día parecía apagado, un poco nublado. La caza estando empotrada en la montaña y a orillas una playa estupenda, de esas idílicas que parecen de portada.

- ¿Qué coño haces? – preguntó luego Lena tapándose los ojos ante las risotadas de Andrea que se había sacado el bikini para quedar en toples y una tanga muy pequeñita.

- Voy a broncearme obvio, no mires pervertida – pidió poniéndose sus lentes de sol y sonriendo ganadora ante el sonrojo brutal de su tímida mejor amiga, convertida en hermana.

Lena volteó la mirada viendo su propio vestuario, un short corto suelto y un polo manga cero también suelto – no estaba mirando – murmuró – además el día parece frío.

- Hará calor.

- Eso no lo sabes.

- Claro que lo sé, mi madre es meteoróloga, ella no se equivoca.

- Tu madre sin duda mete algo – bromea Andrea antes que la misma se arroje sobre su amiga empezando a luchar poniéndole Andrea los senos sobre su rostro mientras Lena hacía arcadas y muchos coros de – iughhh mis ojosss, ayudaaaaa ¡ - ante carcajadas de Andrea que sintiendo pena por ella, la dejó ir, para luego pensar qué podían hacer, de eso hasta cuando su celular sonó con su novio de turno, y en lugar de pedirle que se quede a su mejor amiga, le pidió – vete toda la tarde, necesito la casa.

- Es grande la casa.

- Voy a tener sexo en todas las superficies presentes.

- Iughhhh – soltó Lena poniéndose de pie yendo hacia la puerta para irse.

- Si, ve a jugar con tus muñecas Luthor ¡

- Jodete ¡ - le gritó la pequeña Luthor que si bien Andrea es mayor, sólo lo es por dos meses y 12 días, Lena los ha contado.

En el otro lado de ahí, estaba Kara comiendo en el restaurante a orillas de la misma playa con toda su familia, ambos de sus padres, su hermana, su novia, tíos, tías y unos sobrinos, todos divirtiéndose, llenando el ambiente de sonrisas, muchas fotos y anécdotas vergonzosos sobretodo de Kara – mamááááá ¡ - gritó Kara por quinta vez en una hora – no sé por qué cada que se reúnen sale, si salí a la calle sin pañal o si Mike se arrojó por la ventana del segundo piso cuando sólo nos estábamos tomando de la mano y no era mi mamá la que entraba, era Alex.

Todos volvieron a reír.

- Eso es porque tú eres la víctima perfecta. Te ofendes muy rápido.

- Ajam, no quiero eso.

- Pues que pena, es lo que hay – soltó Alex antes de contar otra anécdota igual de vergonzoso que el anterior, con lo que Kara puso un gran puchero de lo más divertido, aguantó un poco, terminó de comer y como la reunión seguía, ya que su hermana pidió la carta de licores, dado que era una reunión con familia que no venía a Midvale desde hace mucho, pues pensaron seguir con la misma e iniciaron el karaoke.

Lena aburrida, siendo poco más de medio día, bajó a la playa, en un camino de 10 minutos, la arena amarilla y el agua azulada, Lena la tocó con el pie – mierda, que está helada – dijo viendo que el día parecía tenue todavía por lo que, si salía el sol, será sólo una cosa, de esas en un millón, ella siguió caminando, hasta que a cinco metros debajo de una arboleda en una parte de la playa privada, es decir, hay muy pocas personas a lo que sería un público digno de concierto, Lena vio algo en el suelo, parecía algo enterrado, por lo que se arrodilló y empezó a cavar y como no salía, siguió cavando a por su tesoro, pensó sonriendo.

Kara se aburrió de que se sigan riendo de ella y como no le iban a dar alcohol porque tenía 17 años, se fue caminar por la playa, caminando justo por el límite del agua que bañaba la arena, ella siguió de lo más tranquila hasta que vio dos niños pequeños peleando por lo que intervino separándolos.

- Logan ataca ¡ - gritó el más matón de los dos.

- ¿Logan? ¿Espera qué? – pidió Kara y no pudo escuchar la respuesta al ver a un gran perro doberman corriendo contra ella desde 10 metros, que es dónde estaba descansando el perrito – ayyy mierda – soltó antes de echarse a correr con el perro corriendo detrás de ella mientras los dos hermanitos reían, ellos sólo habían estado jugando, brusco, pero jugando en sí.

Kara corrió con mucho miedo.

- Saúl llama a Logan, no la vaya a morder – le pidió el más pequeño y su hermano asintió, sacando un silbato.

Kara no vio que el perrito se había detenido por lo que siguió corriendo hasta que se encontró con Lena o mejor dicho, con el agujero que hizo ella y – ahhhh ¡- gritó al pisar mal, doblarse el pie y estamparse muy duro contra la arena de cara.

- Mierda – oyó susurrado antes que todo se ponga negro.

- Hmmm – cuando despertó, no estaba en la playa, estaba en una casa, en una lujosa, en un dormitorio, en una cama muy suavecita y enorme, sin embargo, en una cama, por lo que agitada, asustada, gritó.

- Mierda ¡ - gritó del otro lado una chica hermosa que ingresaba con una taza de chocolate, derramándosele éste sobre ella – joder, me quemo ¡ - soltó desde el piso con lo que Kara se ingenió para ver quién era, sólo dándose cuenta ahí que tenía el tobillo vendado.

¿Por qué chocolate caliente en lugar de algo fresco?

Porque así era Lena, un pequeño terrón de azúcar que pensó sería más lindo para la mujer despertar con el olor a chocolate y malvaviscos que con un jugo de sobre.

- Hola – murmuró Kara con su carita al ras del colchón, alzando las cejas cuando la vio, gimió, la mujer era muy linda.

Lena desde el piso también gimió, apenas veía sus ojitos y eran más azules de los que había visto alguna vez – hola, perdón.

- Vale, no te preocupes – replicó ella, giró su cabecita y pidió explicaciones de lo obvio.

- Ok, mi culpa, discúlpame – se disculpó nerviosamente Lena, levantándose del piso – ¿Me das un momento? – pidió indicando que se había manchado con el chocolate y Kara asintió incorporándose.

Lena limpió lo derramado y Kara se acomodó en la cama, ella luego se fue y se cambió para luego venir, ambas presentarse y conversar de cómo había ocurrido todo el accidente…

- Luego te cargue, mi casa o más bien la de Andrea…

- ¿Quién es Andrea? – pidió y escuchó gemidos con lo que ambas se sonrojaron.

- Ella es Andrea, su casa y bueno, estabas desmayada, me asusté, así que te cargué y nana me ayudó a atender tu tobillo, ella es una veterana de guerra así que sabe de medicina y cosas.

- Eso tiene sentido – asintió Kara checándose el tobillo, le dolía, pero no había nada roto, eso y que su cabeza le dolía y tenía un chichón dado el azotón que se dió – uyyy mi mamá ¡ - jadeó pensando que iba a estar preocupada, por lo que Lena le dio su celular para que se comunique al ella no haberlo llevado el suyo consigo.

Kara le contó que estaba muy bien a pesar de su accidente y bueno – no, no me creyó, está viniendo hacia aquí, lo siento mucho – no por su mamá, sino por Alex quien era de lo más sobreprotectora con ella.

- No te preocupes, sólo le presentaremos a Andrea – replicó Lena sonrojada mirando tímida a Kara que, a pesar de la venda de su tobillo y chichón, se veía muy similar a una diosa griega.

Kara le sonrió, mordiéndose el labio cuando vio a Lena sonrojarse mucho más y bajar la mirada – es preciosa – pensó.

- Ven.

- ¿Adónde?

- A la terraza, ahí podemos esperar a tu hermana, no vaya a ser que venga y te encuentre aquí en un dormitorio de una casa ajena…

- Y contigo…

- Y conmigo – replicó Lena suspirando robando miradas a sus labios, lo que sólo hizo aumentar la sonrisa de Kara a mucho más hermosa de lo que era.

Y aprovechando eso, Kara, se apoyó en Lena y juntas fueron hacia la terraza, Lena suspirando de alivio cuando no vio los senos de Andrea por ahí cuando a lo lejos todavía podían escucharla gemir con su chico, Kara rio de su estado y de la sonrisa de Lena, sintiéndose muy bien de pronto, completa - ¿Hmmm? – se preguntó internamente.

Ya en la terraza, con minutos incómodos entre ellas y un jugo de naranja o un par de por medio, ambas estaban sentadas sobre una toalla mullida mirando hacia la playa azulada con el sol naranja de fondo, una imagen idílica, conversaban de todo y nada, tratando de conocerse y llenar el espacio, en lo que esperaban a por Alex.

- Me gusta las comedias – inició Kara.

- A mí las películas de terror.

- Prefiero pasar una tarde haciendo ejercicio.

- Yo leyendo.

- Me fascinan los potstickers.

- A mí la col rizada.

- Iughhh – Kara encogió su naricita y Lena rió, por lo que ella siguió – tenemos mucho en común.

- En realidad, no – soltó Lena para después encogerse a como sonó.

Ambas se miraron con una pequeñita sonrisa, Lena era tímida – introvertida – replicó en su mene Kara que era más extrovertida y, aun así, a Kara Lena le pareció de lo más tierno de su vida y a la par de muy sexy, en una onda, científica sexy, por lo que, si aun así no llegaban a algo, Kara supo de inmediato que sí la quería en su vida.

- ¿Te dolió cuando te caíste del cielo? – preguntó Kara con la primera línea de recogida que se le vino a la mente, tratando de hacerla reír o algo, que lleve a Lena a soltarse y conversar de lo que fuera, hasta que llegue su hermana.

- ¿Me has llamado LUCIFER? – Kara abrió grande sus ojitos y negó con la cabeza.

- ¿Tú y yo…?

- ¿Somos mujeres?

- ¿Tu papá era boxeador? Porque maldita sea, eres un nocaut – Lena rió y Kara se anotó aquello como éxito – waooo que bella sonrisa, ayyy – se derritió de amor ella al ver el lindo gesto que puso con lo que sintiéndose aventurera, siguió soltando otro piropo - ¿Hay un aeropuerto cerca o está despegando mi corazón? – Lena rió abundantemente para después señalarle que en la montaña adyacente tenía un helipuerto y con ello contarle que era una Luthor.

Kara no se fue, por lo que Lena le miró extrañada – no creo en juzgar a alguien por su apellido, sino por lo que son.

- Pero no me conoces.

- Aún y puede que yo te caiga o tampoco.

- Sí me caes bien.

- Éxito entonces – vitoreó con un gesto infantil de un puño al aire, ambas sonrieron y se miraron de lado.

Kara siguió recitando piropos uno más tonto y dulzón que el otro, sólo para hacerle sonrojar y sonreír, con lo que, en un movimiento audaz, pegó su frente a la de Lena cerrando sus ojos ambas empezando a respirar fuertemente.

- ¿Qué haces? – preguntó un tanto asustada Lena, siendo para ella todo muy nuevo.

Kara quería buscar un beso, pero al sentir lo introvertido de Lena, pensó que talvez aquello sería más importante que lo que fue su primer beso con Mike, algo descuidado y raro - ¿Seré su primer beso? – se preguntó mentalmente, porque si así fuese, entonces definitivamente tenía que detenerse y pedirle permiso.

- No lo sé, ¿Me detengo? – preguntó igual de asustada al sentirse tan intenso por un roce de sus narices, ya que, si bien Kara lo había hecho antes con otras chicas y chicos, nunca se había sentido así de abrumada por un roce - ¿Me detengo? Por favor di que no – se respondió a sí misma aniñadamente, no queriendo dejarlo ir, pero sabiendo que, si Lena decía que sí, tenía que detenerse a la de ayer.

Lena suspiró y negó con la cabeza, tenía miedo, pero no quería detenerse, por lo que Kara viendo no se iba a animar, ella lo hizo, inclinándose a por un roce sobre sus labios, apenas un dulce beso que las hizo gemir y maldecir – mierda – gimió Kara lamiéndose los labios.

- Rayos, no puedes ser real – susurró al ver el brillo de los ojos de Lena, tan hipnotizantes. Kara cogió con ambas manos delicadamente su rostro para luego con mucha dulzura seguir con un beso delicioso, uno que intensificó Lena al ver lo rico que sabía.

Ambas se besaron por un largo momento, de eso, hasta que – Hey, se come a mi hermana ¡- gritó Alex separándolas con un empujón a Lena que se quejó al igual que Kara.

- No la toques, ¿Quién coño eres? ¿Y qué carajo haces en mi casa?¡ - de Andrea que salió en topless seguido del novio en bóxer, que se compraron el lío haciéndolo más grande, ambos poniéndose a forcejear con Alex y Maguie.

- Otra vez – susurró Kara desde el suelo.

- ¿Otra vez? – preguntó Lena divertida al ver a su mejor amiga subida sobre los hombros de Alex y ella forcejeando para que se baje de ella.

- Si bueno – explicó Kara la vez que su hermana la encontró besando a Mike en la cochera, arrojándolo al piso ni bien lo vió ponerle las manos encima.

- Ohhh.

- Yep – soltó con énfasis en la letra "P"

Y como ya estaban en un ambiente de lo más extraño, Kara se inclinó y besó a Lena y ella le devolvió el beso.

- Oh rayos, otra vez – susurró Alex una vez se dio cuenta, mientras Andrea le dio los pulgares levantados antes que su novio le empujara al piso al ser empujado por Maguie.

Una hora después, Andrea en bikini estaba junto al novio, Alex y Maguie en el jacuzzy de la terraza conversando acerca de cómo se veía Kara de embobada con Lena, ambas sentadas al borde de la terraza con los pies colgando y la playa abajo, tan sólo conversando, sonriéndose y tomadas de la mano.

- Se ve muy tierno amor – acotó Maguie sonriéndoles, volteando los ojos luego al Alex bufar al ya dar por sentado que Lena sería una adicción semi-permanente durante ese verano.

- Tenemos mucho en común – se decía una a la otra.

- Como el bacon y la col – replicó Lena y Kara asintió, aunque luego poniendo cara de situación al imaginarse comiendo col, Lena sonrió y rió profusamente, Kara le miró embobada a lo hermosa que se veía.

- Sí, va para largo – añadió Alex.

Un mes después, a pocos días de finalizar el verano, ambas chicas estaban en el dormitorio de Lena en la casa de Andrea, con Lena recostada en la cama, ambas con plena seguridad de que aquel amor de verano no era tal, o al menos no del todo, no era pasajero, se iba a por mucho más, si acaso era un indicativo el hecho de que Kara estaba sentada a horcadas sobre su muslo con nada más que su short y su bikini, en una de las imágenes más sexys que había visto Lena en su vida, se estaban besando y Lena acariciaba con la yema de sus dedos y sus uñas cada cuadradito del vientre de su Kar – me encantan tus abdominales.

- A mí me encantas tú – susurró a centímetros de su rostro mirándole embobada, muy enamorada, de la misma manera que le miraba su Lee - Bésame si me equivoco, pero los dinosaurios aún existen, ¿verdad?

Lena rió antes de soltar su propio piropo - Eres ése ión electrofílico que ha venido a estabilizar a éste nucleofilico corazón

- ¿Eh? – Kara puso una expresión de lo más deliciosamente confusa, a lo que Lena arrulló para luego pedir – bésame – Kara asintió sonriente y siguieron besándose y acariciándose.

Fin.